CARTAS Y POEMAS DE GRANDES AUTORES, SALVADOS DE IR A LA BASURA






ALFONSINA STORNI










ESTE TEXTO QUE ALFONSINA STORNI LE ESCRIBIÓ A SU MAESTRO Y AMIGO MANUEL GÁLVEZ, POCO ANTES DE SUICIDARSE, ES UNO DE LOS TESOROS OLVIDADOS EN UN SÓTANO DE LA S.A.D.E. LOS IBAN A TIRAR COMO BASURA: TAMBIÉN HALLARON MANUSCRITOS DE SARMIENTO; HERNÁNDEZ, LUGONES, ECHEVERRÍA Y GÜIRALDES.
AL AMIGO Y MAESTRO. LA ÚLTIMA CARTA QUE LE ESCRIBIO A GALVEZ.
TESOROS ESCONDIDOS, ALGUNAS DE LAS CARPETAS-ARCHIVO ENCONTRADAS EN EL SÓTANO DE LA S.A.D.E.
SARMIENTO, UNA CARTA EN INGLÉS, DESDE NUEVA YORK.
ALMAFUERTE, UN POEMA FECHADO EN LA PLATA, EN 1903.

UN IMPORTANTE ARCHIVO CULTURAL OLVIDADO EN UN SÓTANO.
Cartas y poemas de grandes autores, salvados de ir a la basura. Fueron hallados el viernes pasado en el edificio de la Sade. Estaban en más de treinta carpetas.
Por
María Luján Picabea
Cuarenta hojas en letra manuscrita guardan las huellas de los primeros ensayos de Almafuerte, al escribir el poema "El misionero". Fechado en 1903, el poema es el mismo que más tarde, el pequeño Jorge Luis Borges le escuchará recitar a Evaristo Carriego y entenderá la emoción de la poesía. "Decía Borges que, aunque no entendió una palabra del poema, pudo sentir la emoción de la poesía y fue entonces que decidió ser poeta", recuerda ahora Alejandro Vaccaro mientras sostiene aquellos folios del poema original. Esos papeles, que guardan la letra de Almafuerte, su gesto, sus giros, estuvieron durante años, largos años, en una carpeta archivo, en el sótano de la Sade (Sociedad Argentina de Escritores), sin que nadie supiera de ella. Claro que en el mismo sótano había otras tantas carpetas, con otros muchos manuscritos, cartas, borradores, poemas, apuntes y notas de cuantas grandes firmas ha tenido la literatura argentina.Allí, en la sala Leopoldo Marechal del edificio de la calle Uruguay de la Sade, su presidente, Vaccaro, recorre de una en una más de treinta carpetas archivo y va sacando papeles o más bien tesoros. Salen cartas, una enviada desde Montevideo y firmada por Esteban Echeverría en 1845; sale además un manuscrito de Rubén Darío con el borrador, tachonado y corregido de "La marcha triunfal", fechada en 1895; aparece una esquela de agradecimiento de Marcelo T. de Alvear, fechada en 1924; y también una carta de 1864 que José Hernández envió a su mujer bajo el encabezado de "Chinita querida", carta que cierra con la firma "Tu compañero Hernández"; hay además una serie de cartas de Domingo Faustino Sarmiento escritas en Nueva York en 1866, alguna de ellas en inglés; y un poema de Horacio Quiroga, en su propia caligrafía. "Este bien podría ser uno de los descubrimientos más grandes de los últimos años, en lo que respecta a originales de materiales literarios", comentó Vaccaro. La pregunta, entonces, sería ¿cómo fue dicho hallazgo?, pero también ¿cómo es que nadie sabía de estos valiosos documentos? El hallazgo fue el pasado viernes 25 de septiembre, según cuenta Vaccaro -que asumió la presidencia de la Sade en diciembre de 2008- en plan de limpieza en "ese lugar lleno de porquerías, libros tirados, papeles, mugre". Fue entonces que encontraron una serie de carpetas de lomos negros alineadas. "No sabíamos que tenían, pensé que habría documentación antigua, recibos, cosas sin importancia y dije: 'esto hay que tirarlo', pero al abrirlas me encontramos un material increíble", comentó.Registros de la existencia de ese material no había. "En alguna oportunidad escuché que la Sade tenía un museo con materiales de este tipo, pero nunca tuve ninguna precisión". Tal vez ese silencio en el que todos aquellos originales, producto de donaciones particulares, permanecieron durante largos años, fue lo que los salvó de los saqueos, ya que como cuenta Vaccaro, "es bien sabido que han sido robados gran parte de los materiales más valioso con los que la Sade contaba".Ahora, bromea el presidente, "hay que hacer una nota de agradecimiento a las ratas, que han tenido la deferencia de no comerse estos valiosísimos papeles".Hasta allí la abreviada historia de un hallazgo. Ahora deberá dedicarse un largo tiempo al estudio de cada uno de los documentos, y además, decidir qué se hace, luego, con ellos. Una posibilidad que barajó Vaccaro es prestarlo para que componga el patrimonio del, por ahora en proyecto, Gran Museo de la Literatura, que funcionaría en un edificio adjunto a la Biblioteca Nacional. "Claro que no vamos a desprendernos de este material pero sí considero que de hacerse efectivo ese proyecto, sería el lugar indicado para exhibirlo".

2 comentarios:

  1. le mando un gran abrazo!. excelente su material!. Fernando.

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  2. ¡Hola Fernando!
    Muchas gracias por su comentario.
    Otro abrazo para Usted,
    Pedro

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