Y DE PRONTO TODO CAMBIÓ, 1993


      UNA VISTA DE QUILA QUINA, LA VILLA VERANIEGA DE SAN MARTÍN DE LOS ANDES, EN OTOÑO.



Y DE PRONTO TODO CAMBIÓ

Quila Quina ya no es la misma.
Ni los azules del Lácar tienen la profundidad de siempre,
ni Kuyén tendrá ya su espejo.
El canto de las bandurrias, más que canto es un lamento.
Los álamos se inclinan en respetuosa despedida acompasada
mirando a ese norte hacia el que ella partió.
El maitén trata de disimular su tristeza.
El viento protesta, insistente, contra el Curruhuinca
y masculla su obligado adiós.
Las lengas, aunque verdes, dejan entrever su colorida muerte otoñal.
El kultrún llama a silencio.
Acatan el chilco y el amancay.
Las gentes de esta tierra, que saben de fierezas,
hacen sus íntimas rogativas
para que ella vuelva
trayéndoles los salvadores verdes de la eclosión primaveral.
Alto su basalto, el Abanico aventa la esperanza de tenerla ya o ahora.
Falta algo.
Mucho. Casi todo.
El toc toc del carpintero horada la tarde,
marcando implacable los tiempos del cambio.
Manantiales y vertientes son la líquida evidencia
del viril llanto de los cerros por su repentina ausencia.
Las hualas intentan un vano consuelo.
Es inútil: las lágrimas siguen fluyendo.
Pero los infinitos contraluces alumbran la esperanza
de que vuelva la seducción toda.Y con ella la policromía.
Todavía los grises recónditos de la tierra
Entran dóciles a las tramadas urdimbres.
La princesa huinca se ha ido.
Poco interesa si partió o no en un tordillo
y si llevaba puesto o no su collar de reinas moras.
Me ha sido develado su secreto.
El de su lozanía: los siete tragos.
Dicen que la espera será larga,
Pero que volverá para iluminarlo todo.
Se tiene la certeza: volverá.
Hará su entrada triunfal en un catango tirado por pumas,
sobre una alfombra de hojas de pangue
y escoltada por sus huestes: pehuenes, coihues, guindos y ñires.
No faltarán el raulí ni el roble pellín.
Sobrevolando, saludarán los cóndores.
Quila Quina, hoy no puede ser la misma.
La piedra de Trompul da fe de los hechos
y paciente se suma a la espera.

Pedro L. Baliña
San Martín de los Andes, 22 de febrero de 1993

 

Mapuche: gente de la tierra.
Kuyen : la Luna para los Mapuche.
Kultrún: tambor mapuche de madera y cuero.
Chilco: Aljaba ó fucsia.
Abanico: cerro que está frente a Quila Quina, del otro lado del Lago Lácar.
Huinca: el hombre blanco para el Mapuche.
Catango: carro para transportar troncos, habitualmente tirado por dos bueyes.
Pangue: planta silvestre de grandes hojas con las que se hace el curanto, plato nacional en Chile.

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