BALLET DE PESOS PESADOS EN CUBA


Maylin Daza, de 32 años y prima ballerina de "Danza Voluminosa", practica unos movimientos durante un ensayo en La Habana, Cuba, previo a la presentación del montaje "Crisálidas", este 24 de noviembre de 2012. AP Photo/Franklin Reyes
Integrantes del grupo "Danza Voluminosa", en plena función de la obra "Crisálidas", en La Habana, Cuba, el 24 de noviembre de 2012. AP Photo/Franklin Reyes
Las bailarinas Maylin Daza (D), Barbara Paula (C) y Rubi Amaro se maquillan antes de salir al escenario con su grupo "Danza Voluminosa", en La Habana, Cuba, el 24 de nvoiembre de 2012. AP
Maylin Daza acompaña a Xiomara González, mientras se funa un cigarrillo, antes de la presentación de "Crisálidas", con el grupo "Danza Voluminosa". AP Photo/Franklin Reyes
























Maylin Daza sobre el escenario. AP Photo/Javier Galeano
El director de "Danza Voluminosa", Juan Miguel Más, afirmó al diario Daily Mail, que cuando "se han presentado en sitios por primera vez, algunos les han criticado por su sobrepeso e incluso se alcanzan a oir risitas burlonas que desaparecen tan pronto se devela el propósito del grupo. Al final siempre hay un aplauso gigante ", afirma el coreógrafo. AP Photo/Franklin Reyes
Los integrantes de "Danza Voluminosa", durante el montaje del año anterior llamado "Freddy, una mujer que canta", basado en la vida y obra de la fallecida cantante Fredesvinda García. AP Photo/Javier Galeano


Los integrantes de "Danza Voluminosa", durante el montaje del año anterior llamado "Freddy, una mujer que canta", basado en la vida y obra de la fallecida cantante Fredesvinda García. AP Photo/Javier Galeano
Los integrantes de "Danza Voluminosa", durante el montaje del año anterior llamado "Freddy, una mujer que canta", basado en la vida y obra de la fallecida cantante Fredesvinda García. AP Photo/Javier Galeano
El director de "Danza Voluminosa", Juan Miguel Más, afirmó al diario Daily Mail, que cuando "se han presentado en sitios por primera vez, algunos les han criticado por su sobrepeso e incluso se alcanzan a oir risitas burlonas que desaparecen tan pronto se devela el propósito del grupo. Al final siempre hay un aplauso gigante ", afirma el coreógrafo
Fuente:Yahoo! Noticias

EL PRADO, EL REINA SOFÍA Y EL THYSSEN
MANTIENEN SUS VISITANTES PESE A LA CRISIS

Vista de la fachada del Museo del Prado de Madrid. EFE/Archivo


Madrid, 28 - Los tres principales museos de arte de Madrid -el Prado, el Reina Sofía y el Thyssen-, han planteado unas ofertas expositivas que les ha permitido, a pesar de la crisis, mantener su número de visitantes e incluso superarlo, como es el caso del Thyssen Bornemisza.
Esta institución recibió el pasado año 1.070.390 visitantes, número que ha aumentado en 2012. Hasta el día de ayer pasaron por el museo 1.236.819 personas, cifra que según las previsiones llegará el día 31 de diciembre a 1.253.000.
Exposiciones como la dedicada a Edward Hopper, por la que pasaron 322.421 visitantes, o "Gauguin y el viaje a lo exótico", con la que el museo ha celebrado su veinte aniversario, han sido fundamentales para conseguir finalizar el año con un balance más positivo incluso que en 2011.
La muestra dedicada a Gauguin y a sus seguidores ha sido contemplada hasta el día de ayer por 165.948 personas y, según los cálculos del museo, cerrará el mes con 174.000 visitantes.
Cuando se cumplen cinco años de su más ambiciosa ampliación, el Museo del Prado ha recibido 2,8 millones de visitantes en Madrid, mientras que las exposiciones del Prado Itinerante celebradas en otras ciudades españolas han sido contempladas por 370.000 personas.
El resultado de sumar ambos conceptos supone un incremento del 8% sobre el año pasado, en el que el acumulado registrado alcanzó ya los 2,9 millones.
A punto de concluir el quinto aniversario de la ampliación del museo diseñada por Rafael Moneo, se ha registrado un incremento de casi un millón de visitantes de media anual respecto al quinquenio anterior.
Desde la apertura de su ampliación, el Prado ha pasado de los 2,1 millones de visitantes que acogía en 2006 a los 2,8 millones recibidos durante el presente año en su propia sede.
El Museo Reina Sofía por su parte ha recibido en sus diferentes espacios, a la espera de cifras definitivas, aproximadamente 2.565.000 personas.
Aunque en relación a 2011, en que acudieron al museo 2.705.529 visitantes, se aprecia un ligero descenso global de aproximadamente un 5%, hay que tener en cuenta que el número de exposiciones ha sido menor este año.
Atendiendo a ello, las temporales organizadas por el Reina Sofía han recibido un número mayor de visitantes. Así se aprecia en muestras como "Encuentros con los Años 30", que se clausurará el próximo 7 de enero, por la que han pasado más de 300.000 visitantes, o las dedicadas a Nacho Criado o a Hans Haacke con cifras similares.
En el presente año destaca el notable incremento de público que ha visto las exposiciones organizadas por el Reina Sofía fuera de España, dado el aumento de itinerancias y de la presencia internacional del museo a consecuencia de la potenciación del trabajo en red.
Entre estas se encuentran las dedicadas a Lygia Pape (Serpentine, Londres y Pinacoteca Sao Paulo); Alighiero Boetti (Tate Modern, Londres y MoMA, Nueva York); Muntadas (Gulbenkian, Lisboa y Jeu de Paume, París) o Rosemarie Trockel (New Museum, Nueva York).
Según los datos facilitados por el Reina Sofía, la previsión de cara a los próximos meses es que se continúe con la tendencia alcista en el número de visitantes que ha pasado de registrar 1.570.390 en 2007 a superar los dos millones y medio en 2012.

Fuente: EFE

UNA EXPOSICIÓN MUESTRA ASPECTOS DE LA HISTORIA
DE ROMA A TRAVÉS DE SUS MONEDAS

Fotografía facilitada por el Museo de Zaragoza de algunas de las piezas de la colección de monedas acuñadas a principios de la era cristiana en la antigua colonia Caesar Augusta que muestran en el museo zaragozano aspectos diversos de la historia del Imperio Romano durante la época de grandes emperadores como Augusto, Tiberio y Calígula. EFE

Zaragoza, 27 - Una colección de monedas acuñadas a principios de la era cristiana en la antigua colonia Caesar Augusta muestra en el Museo de Zaragoza aspectos diversos de la historia del Imperio Romano durante la época de grandes emperadores como Augusto, Tiberio y Calígula.
Las 22 monedas, datadas entre los años 14 a.C. y 41 d.C., forman parte de los fondos propios del museo zaragozano y se expondrán permanentemente en la sección de antigüedad del centro, informa hoy el Gobierno aragonés en un comunicado.
Las monedas, una de las fuentes historiográficas de mayor utilidad para los expertos, están acuñadas en bronce, plata y oro, y permiten vislumbrar aspectos sociales, vitales y económicos de la sociedad romana.
Las fuentes citadas aseguran que desde muy antiguo, las monedas sirvieron a los poderes públicos de instrumento para sus fines políticos y económicos.
En la actualidad, estas monedas procedentes de la antigüedad son para los historiadores pequeñas "cápsulas del tiempo" que les permiten conocer como era la vida de los primeros cesaraugustanos.
A través de las monedas expuestas, que se exhiben en una vitrina dotada de una lente de aumento dinámica que permite conocer las piezas en detalle, se pueden intuir aspectos políticos, administrativos, urbanísticos, militares o religiosos de esta sociedad.
Así, las piezas no sólo muestran el perfil de los emperadores romanos de la época sino que proporcionan los nombres de los gobernadores locales de la ciudad de Zaragoza a principios de la era cristiana.
También proporcionan información sobre el nombre de la antigua urbe, Caesar Augusta, así como imágenes del foro de la ciudad, del templo con portada de seis columnas y de las estatuas que adornaban las calles.
Las monedas ofrecen datos referentes a cómo eran los cascos, escudos o espadas de los soldados, señas de identidad como insignias y estandartes e, incluso, el nombre de sus legiones.
A este respecto, y gracias al estudio de las monedas, los expertos conocieron que los soldados de las legiones IV Macedónica, VI Victrix y X Gemina fundaron una ciudad en honor a su comandante en jefe, César Augusto, al ser licenciados.
En relación a la dimensión religiosa de las piezas que conforman la colección, los investigadores destacan que las monedas no sólo muestran a los emperadores con atributos divinizantes sino que revelan datos de ceremonias religiosas.

Combo que muestra una moneda acuñada con el retrato del general romano Publio Qintilo Varo. EFE/Archivo


Fuente: EFE

EL NUEVO ATAQUE A SÁBAT:
ENTRE LA OBSECUENCIA Y LA INTOLERANCIA


José Pablo Feinmann desacreditó al dibujante y exhibió la intolerancia oficial a la mejor tradición del humor político.

Por Miguel Wiñazki

Como tutelado por ese verticalismo devocional que tanto se ha expandido, como si hubiera sido manejado por una operación nada sutil de ventriloquia política, como si fuera un pastor ungido para predicar moralismo y sermonear códigos de regimentación mental, a cambio de especias contantes y sonantes, José Pablo Feinmann, le puso palabras –agresivas, claro– a la concepción oficial respecto del humor político. Fue claro: “Todos sabemos cómo piensa (Hermenegildo Sábat).
Pero que no lo dibuje ”, dijo.
Hay un manifiesto no querer ver lo que los otros piensan.
Esa declaración permitiría de cumplirse y universalizarse desdibujar y borrar la historia de las caricaturas políticas. Pero es más que eso.
Es correr un telón sobre el espíritu burlón que es una de las formas de la libertad. No habría teatro crítico, ni cine, ni arte, si se censura representar lo que se piensa.
Un solo, extraordinario ejemplo de la historia del arte: Goya, el gran pintor español, no debería haber pintado según éste clima intolerante. Fue un retratista fenómenal de las miserías y vanidades de los personajes de las Cortes. Fue un pintor cortesano, que desnudaba al poder político. Como señala el agudísimo pensador Rafael Argullol: “Goya pintaría muy bien el aquelarre de la nueva corrupción económica aunque hilaría más fino al enfrentarse a la espritual”.
Ese es el tema crucial. Precisamente, la corrupción espiritual, esa bajeza que califica al que teme que se exhiba y difunda lo que los demás piensan. No es el personaje que dijo lo que dijo lo relevante. No es José Pablo Feinmann el epicentro del tema desde luego. El eje es aquello que dijo, esas advertencias a Hermenegildo Sábat las que importan, esa embestida a la libertad de mirar y de representar.
Hace 2 años, Feinmann escribía sobre Sábat y advertía: “Ya nos vamos a ocupar de él” . Fue en ocasión de aquella otra andanada contra el dibujante, tras la publicación de aquella caricatura de Cristina Fernández de Kirchner, a la que Ella calificó como mensaje “cuasi mafioso”. En el mismo párrafo en el que anticipaba futuros improperios dedicados al maestro, exaltaba el “humor“ que pospone la ocurrencia espontánea y libre al “compromiso social”. El compromiso sería entonces obediencia debida al mandamiento de quien está en el poder. Porque cabe conjeturar que la reacción no hubiera sido la misma si Sábat en lugar de caracterizar así a Cristina Kirchner con un ojo en compota, hubiera dibujado de ese modo a otra mujer, una política opositora por ejemplo.
Extrañamente, Feinmann pontificó que “todos los uruguayos, excepto Victor Hugo Morales, son antiperonistas”. Una sentencia muy difícil de probar, pero que, aunque fuera cierta, no significaría nada más que eso. Y siguió con su perorata...
Dijo el escritor Pablo de Santis: “La historieta y la caricatura siempre han trabajado con medios indirectos de significación. El humor gráfico ha desarrollado a lo largo del siglo XX un catálogo de convenciones gráficas: el ojo morado es el símbolo de una derrota, semejante a las estrellas que rodean a quien se cae, o a las onomatopeyas.En el humor político –describe De Santis– lo que se pone en escena es el poder; es el poder –o la pérdida de poder– lo que Sábat ilustra, no a los hombres y mujeres que están detrás, con sus vidas particulares. Y al trabajar así, Sábat es fiel a la brillante –y valiente– tradición del humor gráfico y político argentino, que hunde sus raíces en revistas como El mosquito, Don Quijote y PBT” Es que no hay poder sin representación del poder. En algún momento, alguien delineará la pantomima que hace a la esencia de la caricatura aunque el humor político esté prohibido.
El propio Sábat caricaturizó a los siniestros miembros de la primera junta de la dictadura, Videla, Massera y Agosti, desde las páginas de Clarín cuando dibujarlos era en verdad y literalmente peligroso. Lo hizo en 1978.
La romería de los obsecuentes que hoy se amontonan para aplaudir siempre a Ella, se amontonan también para criticar hasta un dibujo que pudiera desagradarle.
Pero no importa. Al revés que José Pablo Feimann lo que corresponde seguir pidiendo es: “Dibuje maestro”.

“¿Quién es Feinmann para censurar a Sábat?”


No salgo de mi sorpresa e indignación por las palabras de José Pablo Feinmann hacia Hermenegildo Sábat. ¿Quién o qué lo califica para censurar a una personalidad como Sábat?
J.P. Feinmann no es un reconocido historiador aunque lo pretende, es solamente un recopilador de eventos, tal cual lo han calificado sus colegas, aún dentro del propio peronismo. ¿Desde cuándo y dónde es un filósofo? Sólo él lo sabe, no hay registros formales. ¿Es un periodista de reconocida trayectoria que se haya jugado en las paradas fuertes de la Argentina? Naturalmente que en una sociedad en crisis y decadencia intelectual cualquiera puede pretender cualquier título. ¿Quién es él para decirle a Sábat que puede pensar lo que quiera, pero no decirlo?
De todas maneras, no dijo ninguna originalidad, porque el bien supremo del ser humano es la libertad de pensar. No hay cárcel ni grilletes que lo puedan impedir. ¿J. P. Feinmann es un nuevo censor al estilo del nazismo u otros regímenes totalitarios? ¿Cuál es el privilegio que tiene para él, sí poder decir lo que quiere? ¿Alguien le otorgó ese derecho? ¿Cree ser un pensador que marca tendencia de opinión? ¿O pretende jerarquizar su figura colgando su imagen de un grande como Sábat?
J. P. Feinmann es otro ejemplo de la mediocridad de nuestra clase dirigente. Ojalá Hermenegildo Sábat haga caso omiso de este agresor empedernido y siga dando rienda suelta a su creatividad. Me gustaría hacerle llegar mi solidaridad y reconocimiento. Si consideran que mis palabras merecen ser publicadas como desagravio a Sábat, por supuesto que los autorizo a hacerlo.

Doctor Miguel A. Vicente
UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

Fuente: clarin.com

UNA OBRA QUE NO EXISTE SI LA AUDIENCIA NO PARTICIPA

La instalación "The event of a thread" (La actividadde un hilo), que presenta Ann Hamilton en Nueva York, incluye palomas, 42 radios en bolsas, y actores que leen y escriben. Más la magia de una hamaca y una cortina que se infla.


Toda persona a la cual en la infancia le hayan gustado las hamacas probablemente sentirá una atracción visceral hacia la instalación de Ann Hamilton "the event of a thread" en el Park Avenue Armory de la ciudad de Nueva York (que continúa hasta el 6 de enero, con un costo de la entrada de US$ 12).
Esta obra es la más reciente de una de las orquestadoras menos autopromocionadas en el arte de las instalaciones-performances, y constituye su primera creación nueva en Nueva York en más de un decenio. Se centra en una enorme y diáfana cortina colgada en el centro de la Wade Thompson Drill Hall, la sala de 5.000 metros cuadrados del Armory. Distribuidos a ambos lados hay 42 columpios realizados con tablas de madera, suspendidos de las vigas del techo de la sala por pesadas cadenas que también están sujetas al sistema de soga y polea que sostiene la cortina. Los columpios están para que todos los visitantes los utilicen. "Toda esa gente a la que antes se conocía como público" constituye un ingrediente crucial de la obra, según las palabras del crítico de medios Jay Rosen.
La pieza en sí tiene otros componentes, pero si no se utilizan los columpios "la actividad del hilo" no termina de existir totalmente. Cuando están en acción, la cortina, realizada en tul de seda muy liviano, sube y baja, y el aire se agita, generando más aleteo y más movimiento. Los columpios son lo suficientemente anchos como para que puedan subirse dos o tres adultos. En la inauguración que tuvo lugar recientemente, las personas se balanceaban individualmente o en parejas, lentamente y a baja altura o a mayor altura y más rápido. Y en medio de todo esto, la cortina desarrollaba su danza silenciosa y sugerente.
Cuando las personas dejaban de columpiarse, se podía sentir cómo el resto del sistema interconectado latía y rotaba, una demostración momentánea –a la vez tonta y profunda– de que todos estamos efectivamente conectados.
No sé si esto es lo que podría llamarse buen arte. Tal vez se trate del tardío ingreso de Hamilton en el fenómeno de la estética relacional centrada en el público.
La buena noticia es que la obra parece aportar elementos de imprevisibilidad y hasta de diversión a una obra que en el pasado muchas veces se tomó a sí misma demasiado en serio.
Los columpios y la cortina están enmarcados y enriquecidos por cadenas que pueden parecer aleatorias y extrañas hasta que comienzan a entrelazarse al avanzar dentro de la obra. Ésta incluye un grupo de palomas mensajeras, 42 radios en bolsas de papel que los visitantes pueden llevar consigo y escuchar, y dos personas que graban fragmentos de texto en esas radios.
Con gorros de lana, estos "lectores" rotativos ­actores de la compañía teatral SITI- son parte de un cuadro especialmente impresionante: están sentados a una robusta mesa de refectorio ­el mobiliario franco y categóricamente escultórico es una de las características más personales de Hamilton- donde, rodeados de palomas, despliegan largos textos similares a rollos de pergamino y hablan en murmullo a los micrófonos. Los textos, que cambian diariamente, son de autores que van desde Aristóteles hasta Charles Darwin y la poeta Ann Lauterbach.
En el otro extremo de la sala, un escritor solitario vestido con una chaqueta lisa de tela de vaquero está sentado a una segunda mesa con un bloc de papel, escribiendo todo lo que le viene a la mente.
Ya en la inauguración fue evidente que los visitantes comenzaban a usar la obra como querían.
Muchos se recostaron en el piso debajo de la cortina, mirándola elevarse y caer, algunos sosteniendo las radios pegadas a sus oídos.
"The event of a thread" toma su título de los escritos de la artista textil Anni Albers. De manera muy apropiada, una de sus mejores partes es una suerte de obra de performance en fibra que se lleva a cabo a gran altura: los movimientos de las sogas y cadenas de las hamacas y la cortina elaboradamente equipadas e intersecadas, que atraviesan el tercio superior del espacio. Esta constelación de líneas y de actividades de los hilos que constituye la expresión más reciente de los orígenes de Hamilton como tejedora, oscila y se desliza en concierto con los movimientos de abajo, pero a cierta distancia, en su propio universo.

Fuente: Revista Ñ Clarín

LO QUE SIEMPRE ESTÁ ES LA AUSENCIA

Con unas quince obras en las que se cruzan todos los géneros, Jorge Canale reflexiona en Recoleta sobre los cambios que el tiempo opera sobre la vida y el arte.
LA DESOBEDIENCIA. Instalación monocroma.

Por Eduardo Villar

Suena la campanilla de un teléfono que nadie atiende. Es la campanilla de un teléfono de los de antes, un ring ring ring infinito. No hay nadie o nadie quiere o tal vez nadie puede levantar el tubo y responder. Y ese sonido fatal, monocorde y sin emoción, como un latido, se va volviendo dramático, desesperado y desesperante. Es el sonido del video “La piedad”, obra clave de la muestra La reconvención, de Jorge Canale, que puede recorrerse estos días en la sala “J” del Centro Cultural Recoleta. Junto al video hay otra obra con el mismo título –un conjunto de cinco acrílicos sobre papel– que en alguna medida da origen al video. Es una secuencia de cinco escenas que representan a una mujer junto a su hijo en su lecho de muerte. Pero también esa obra que luego dará origen al video fue originalmente otra cosa. Los cinco acrílicos nacieron de un pedido que el hijo de Canale, dramaturgo, le hizo años atrás a su padre, vinculado no solo con el arte sino también con la publicidad y el diseño gráfico: un story-board para una obra de teatro en la que una madre decide desconectar a su hijo del respirador que lo mantiene artificialmente con vida. Esos cinco cartoncitos del story-board se convirtieron luego en las cinco pinturas, de las que luego nacieron las fotografías co las que se armó el video. Y esos cambios, esas transformaciones de una obra a lo largo del tiempo constituyen uno de los sentidos de la muestra y del título La reconvención.
Canale, cuyo padre fue abogado y juez, explica que, en términos jurídicos, reconvención es una demanda que se le hace a alguien a partir de sus dichos del pasado. Y que también los géneros y la obra misma se reconvienen. Así, sin diseño previo, lo que fue un story-board se convierte en cinco pinturas, que se convierten en decenas de fotos, que se convierten en video. Y que cambian de sentido. “Las obras están abiertas a que se les llame la atención en el futuro”, explica Canale, especialmente interesado en recrear permanentemente los contenidos de su obra y dejarla vivir con algo que podríamos llamar autonomía.
El artista tomó unas siete fotografías de cada uno de sus cinco acrílicos, detalles, planos más abiertos o cerrados, distintos ángulos. Luego montó en el video una secuencia de esas fotos, que van dejando lugar una a la otra con cada ring del teléfono. Las imágenes se suceden, van cambiando.
La mujer llora, hay un llamado (¿desde el más allá’), ¿la mujer lo escucha?, ¿es para ella, para nosotros?, la mujer deja su silla vacía junto a la cama, la mujer toma y abraza como en una Pietá ese cuerpo que le pertenecía y ya no le pertenece, lo lleva hacia quién sabe dónde, mientras el teléfono sigue sonando, insoportable, ring ring, y con cada ring, una nueva imagen. Suena el teléfono. Y no hay nada que decir. Murió. Eso es todo lo que hay para decir, y nadie lo dice.
Hay en la muestra otras reconvenciones. No es sólo esa obra que fue story-board y luego acrílicos y luego fotos y luego video la que es demandada y reconvenida. Casi fuera de la muestra, como una especie de prólogo antes de entrar en la sala propiamente dicha, hay un retrato fotográfico de un joven. Se llama “Bachiller” y es de autor anónimo. El retratado tiene nombre: es Jorge Canale recién recibido, en 1966. Una foto de graduación.
LA HERENCIA. Acrílico s/ tela, 150 x 180 cm. Acrílico y tinta sobre madera.

El joven, pura promesa, puro proyecto, de mirada a la vez orgullosa e insegura, es aquel Canale, se llama igual que este Canale, ya reconvenido tantas veces.
Lo mismo que la figura de “La ciénaga”, la escultura que abre la muestra, en la que el artista se representó a sí mismo en un futuro que paradójicamente parece estar fuera del tiempo. De una manera rara, como si estuviera a punto de levitar, el hombre yace sobre leca dentro de una caja pero en realidad parece no estar en ninguna parte y uno no sabe si ver en la escena a alguien que acaba de nacer o a alguien que está a punto de morir; si se trata de un cielo o de un infierno; si es alguien que se eleva o se hunde.
En todas las obras de la muestra está esa impronta de intemporalidad o, más bien, de cruce de tiempos, de pasados con futuros, determinado –otra vez– por la idea de reconvención, por esa especie de exigencia imposible de continuidad en el ser, por ese mandato irrealizable de inmanencia, de apego a un imposible presente eterno.
Se sabe, pocas cosas son permanentes. Una que suele serlo es la ausencia. Y con la ausencia, el duelo. En muchas obras de La reconvención esa ausencia y ese duelo están simbolizados por una silla vacía que Canale sitúa como un ícono frente a sus pinturas, operación con la que tiende a salir del plano, de la pared, y a convertir las pinturas en instalaciones. Son muchas las ausencias que se presentan en la muestra: las del niño y el joven que fue Canale, las de los Canale que no fue ni será, las de su madre y su padre, que esperaba de él no un artista sino un abogado.
Expectativa frustrada que Canale aborda en “La desobediencia”, donde un enano de jardín observa desde abajo una tela vacía en la que se apoya una escalera junto a las herramientas del pintor: un pincel y unos pomos de pintura.
La silla vacía vuelve a aparecer en “La ilusión”, la pintura de una novia –la mamá, suponemos–  que evoca las fotos de novias que durante décadas fueron infaltables sobre las cabeceras de las camas matrimoniales en las casas de clase media de la Argentina. Y, caída, frente a “El verano”, otra pintura que evoca las fotos también clásicas de la infancia, en la playa. Vuelve a aparecer la silla caída en “La partida”, fotos de sus padres que Canale tomó décadas atrás  con una vieja cámara Mamiya, flanqueando una pintura que es un autorretrato suyo de espaldas.  Hoy esas fotos son otra obra, tienen otro sentido.
Dice Canale en un texto que se lee en la entrada de la muestra: “La vida pareciera ser una sucesión de reconvenciones, como la historia en sus transformaciones ideológicas y el universo en su descubrimiento. También la obra, cuando cambia de contexto, reconvierte su significado y se expone al cargo que la mirada ejerce sobre ella; requerimiento que al concepto que la sustenta le dirige. Incubo el arte de verdad y mentira se dona a la reconvención de su sentido, hipótesis de su permanencia”.
Incansable, el teléfono sigue sonando en toda la sala.

FICHA
Jorge Canale. La reconvención

Lugar: Centro Cultural Recoleta, Junín 1930. Sala “J”.
Fecha: hasta el 10 de febrero de 2013.
Horario: martes a viernes, 14 a 21; sábados y domingos, 12 a 21.
Entrada: gratis.

Fuente: Revista Ñ Clarín

ENCONTRARON CERCA DE JERUSALÉN UN TEMPLO
DE MÁS DE 2.500 AÑOS


Tesoro oculto. El descubrimiento aportó nueva y valiosa información. EFE
Estaban construyendo una autopista y se toparon con un tesoro arqueológico . Especialistas israelíes descubrieron una antiguo templo a las afueras de Jerusalén que aporta nueva y valiosa información sobre el período más temprano de la monarquía de Judea, hace más de 2.500 años , y sobre el culto en el templo de la ciudad santa.
El hallazgo se realizó durante una operación de rescate de la Dirección de Antigüedades de Israel junto a las obras de una nueva autopista que conectará Tel Aviv con Jerusalén, al lado del poblado de Motza. En el lugar aparecieron extraordinarios artefactos de hace unos 2.750 años.
“El edificio ritual en Tel Motza es un hallazgo inusual y sorprendente , sobre todo porque casi no hay restos de este tipo de edificios de la época del Primer Templo”, indicaron los arqueólogos responsables, Anna Eirikh, Hamudi Kalaily y Shua Kisilevitz. Entre los objetos aparecieron pequeñas figuras de hombres de cerámica , uno de ellos con barba, cuyo significado se desconoce.
El yacimiento de la antigua Motza, mencionada en el Libro de Josué del Antiguo Testamento , fue excavado en varias ocasiones debido a las continuas ampliaciones de la autopista, y está considerado uno de los de mayor importancia alrededor de Jerusalén.
Sin embargo, el nuevo descubrimiento de figuras antropomórficas requiere una extensa investigación que en principio revela la influencia que sobre ese antiguo poblado tenían comunidades costeras, a pesar de su proximidad a la ciudad santa. Algunos vestigios parecen demostrar que los judíos de esa época conservaron determinadas prácticas religiosas idolátrica paralelamente a la práctica dominante del judaísmo.

Fuente: clarin.com