HOMENAJE A
FEDERICO MANUEL PERALTA RAMOS
1939-1992, EN SUS 70 AÑOS
TODO LO GORDO, A UN COSTADO





CUIDADO CON LA PINTURA

El Museo de Arte Moderno presenta una muestra antológica de Federico Peralta Ramos, insólito creador de los años sesenta. Aún cuando muchos lo recuerdan como un insólito personaje, casi de culto, producto de los míticos años sesenta, Federico Manuel Peralta Ramos es casi un desconocido como artista. Sin embargo, fue un creador que supo trabajar fuera de las corrientes principales. Su estética, de una simplicidad sin pretensiones, se convirtió en un implícito asalto a la cultura que se reconocía como seria. Por lo general, no participó en los grupos o acciones impulsados por los artistas de su generación, pero estuvo cerca de ellos. Con Marta Minujín, su gran amiga, compartió la intención de convertir el viejo arte en un nuevo "arte de vivir".
Federico Manuel Peralta Ramos coincidió desde sus comienzos con los propósitos de grupo Fluxus, un movimiento internacional de arte iconoclasta, integrado hacia 1960. En un manifiesto, George Maciunas, cabeza visible del colectivo, había anotado algunos principios que podría compartir Peralta Ramos: "Purgad el mundo de la cultura `intelectual´, profesional y comercializada; purgad el mundo de arte muerto, de imitaciones, de arte artificial, de arte abstracto, de arte ilusionista, de arte matemático. Promoved el arte vivo, el antiarte, promoved la realidad del no-arte que pueda ser captado por toda la gente, no sólo críticos, diletantes y profesionales".
La excelente exposición antológica de Peralta Ramos, que se presenta en el Museo de Arte Moderno con la curaduría de Clelia Taricco, recorre treinta años de su creación. A través de un centenar de trabajos, se puede seguir su producción, desde las primeras pinturas informalistas que mostró en la galería Rubbers en 1960 y 1961, hasta las escrituras de comienzos de los noventa.
Un artista diferente
Peralta Ramos adquirió repentina popularidad con la instalación (la denominación no existía en esa época) que presentó, en 1965, en el Premio Nacional de Instituto Di Tella, con el título Nosotros afuera . El conjunto estaba integrado por una gran pintura, un obelisco, y un enorme huevo de 4,50 metros de ancho x 2,60 metros de alto, realizado en yeso, con una estructura interior de madera y metal desplegado.
En 1967 expuso pinturas en la galería Vignes con el lema "Todo lo gordo a un costado"; era su quinta muestra personal.
Un año más tarde obtuvo la prestigiosa beca de la Fundación Guggenheim, dotada de seis mil dólares. Cuando recibió el primer envío de dinero, en febrero de 1969, lo invirtió en una gran cena para veinticinco personas (amigos y familiares), en el Hotel Alvear. Peralta Ramos, años después, afirmó que "en vez de `pintar´ una comida, di una comida". La cena fue el inicio de las acciones que realizó hasta sus últimos días, utilizando medios no artísticos y subrayando la tendencia a la diversión.
En esa vía puede interpretarse la compra de un toro reservado gran campeón, un charolais, que había hecho, en 1967, en un remate de la Sociedad Rural Argentina. El animal, que le fue adjudicado en 1.150.000 pesos, estaba destinado, según el artista, a su exhibición "como una obra de arte vivo". Por supuesto, la venta debió ser anulada. La acción, aunque no se cumplió en su totalidad, no deja de remitir a la exposición que dos años más tarde presentó Janis Kounellis (integrante del grupo Arte Povera italiano), en una galería de Roma, integrada por doce caballos vivos. Mucho después, en 1997, en la Documenta de Kassel, la alemana Rosemarie Troquel expuso un grupo familiar de cerdos.
En la década de los setenta, Peralta Ramos abandonó los medios tradicionales, como la pintura, para inclinarse por un tipo de creación siempre dotada de humor, concretada en ambientaciones, algunas veces acompañadas de performances, objetos y textos con breves frases manuscritas. En 1968 creó una "nueva religión", que bautizó "Gánica" ("ser gánico significa hacer siempre lo que uno tiene ganas"). En esa ocasión hizo imprimir un texto con los veintitrés preceptos de su religión: "A Dios hay que dejarlo tranquilo", "Perder tiempo", "No perder tiempo", "Vivir poéticamente", "Jugar con todo", "No endiosar nada", "Flotar", etcétera.
En 1971 expuso Cuidado con la pintura , una instalación compuesta por la frase escrita sobre papel y un trabuco de cerámica. Un año más tarde, en el Centro de Arte y Comunicación (CAYC), con el título El objeto es el sujeto , se exhibió a sí mismo "como si fuera" una obra de arte. En 1976, Antonio Berni lo invitó a participar en una muestra con el título "Creencias y supersticiones de siempre". El creador de Juanito Laguna presentó la conocida instalación La difunta Correa ; Peralta Ramos exhibió La tumba de Tutankamón , con una momia revivida que contestaba las preguntas de los visitantes.
Desde fines de los años setenta, abundan en la producción de Peralta Ramos las frases sobre papel o tela tensada en bastidores. Con grandes letras escribió, por ejemplo: "Para no ser un recuerdo hay que ser un re-loco"; "Soy como un boomerang que no quiso volver porque se encontró con Dios"; "Arte que me hiciste mal y sin embargo te quiero". Estas obras no dejan de recordar la poesía visual, que atiende tanto a la "forma" de la letra como al contenido de lo escrito.
En 1969, Peralta Ramos comenzó a colaborar en un programa de televisión de Tato Bores, donde, siempre vestido con un impecable traje azul de saco cruzado, realizaba una intervención, casi una performance . En 1970 grabó un disco, editado por Columbia Records, con dos temas de los que era autor: "Tengo algo adentro que se llama coso" y "Soy un pedazo de atmósfera". Muchas veces, en las bo"tes de moda, improvisaba pequeñas actuaciones, en las que casi nunca faltaba el recitado de "La hora de los magos", de Jorge de la Vega.
Federico Manuel Peralta Ramos nació en Mar del Plata en 1939 y murió el 30 de agosto de 1992. Su analista decía que no era loco sino psicodiferente. Antes que cualquier otra cosa, era un artista diferente que quería hacer, por diversos caminos, una obra simple, divertida, concentrada en insignificancias, sin valor comercial ni institucional. Alguna vez escribió, "El arte es hacer reír y pensar a la gente". Por ello, siempre se mantuvo alejado de toda forma de arte que pareciera complejo, intelectual, expresivo, inspirado y de valor comercial.
Jorge López Anaya

TODO LO GORDO A UN COSTADO

Acompañé a mi madre a la inauguración de "Todo lo Gordo a un Costado" en la Galería Vignes, en 1967. Fede había tomado partes mínimas de pinturas al óleo y las había ampliado miles de veces. El efecto visual que había conseguido era de grandes "chorizos" de materia coloreados, que se superponían y cruzaban los soportes que había usado de un borde a otro. Todo transcurría dentro de lo esperado hasta que, al poco rato de estar nosotros en la inauguración, empezaron a desprenderse grandes pedazos de materia y a caer pesadamente y a estallar contra el piso. Fede corría a conseguir un pegamento, a recoger los pedazos del piso, muchos se hicieron mil añicos, seguramente por ser de yeso, e iba pegándolos todo lo mejor que podía. El espectáculo era dantesco. La repentina necesidad de restaurar sus propias obras lo mantuvo inquieto e hiperactivo a este singular artista tan querido por nosotros y por mucha gente que lo conocía sólo de cruzárserlo en la calle, en los bares que frecuentaba o bien de verlo haciendo sus esperadas participaciones en el programa de Tato Bores los domingos a la noche.
P.L.B.

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FOTOS QUE HABLAN...
SILVINA OCAMPO
por PEPE FERNÁNDEZ,
el de la "Zamba para Pepe"
de María Elena Walsh




HOMENAJE A PEPE FERNÁNDEZ

Villa Ocampo rinde homenaje al célebre fotógrafo argentino Pepe Fernández (Buenos Aires, 1928 - París, 2006), con 11 retratos de escritores.
Su solo nombre, asociado durante más de cuarenta años a la ciudad en la que eligió vivir, París, se ha convertido en leyenda. No sólo porque María Elena Walsh le dedicó una de sus canciones más conmovedoras – “Zamba para Pepe” –, sino porque su personalidad singular atraía a todo aquel que lo conociera. De modesto profesor de piano en Ramos Mejía a fotógrafo célebre en París, su trayectoria es asombrosa y colorida como pocas. Infinidad de anécdotas (inverosímiles algunas, rigurosamente verídicas todas) tejieron su reputación de duende –del que algo tenía su menuda y movediza apariencia física–, de hombre generoso y hospitalario, capaz de albergar y orientar en el laberinto parisiense a los recién llegados inexpertos.
La llana simpatía de su trato, el sentido del humor (que no dejaba de ser punzante cuando la situación lo autorizaba), la auténtica admiración que expresaba ante el talento ajeno, le certeza y la originalidad de su juicio estético, le valieron la amistad de artistas y creadores de fama mundial, argentinos y extranjeros. La condición de corresponsal gráfico de la porteña Editorial Abril en Europa, le permitió conocer y tratar –y en muchos casos, trabar con ellas perdurable amistad– a algunas de las personalidades más importantes del mundo en el siglo XX. Las retrató con agudeza y elegancia, con la mirada inquisitiva y profunda de un verdadero “degustador de almas”. Entre los muchos oficios que Pepe desempeñó en su vida –profesor de piano en Ramos Mejía y director de fotonovelas en Buenos Aires; y, ya en París, encargado del guardarropa en una “boîte de nuit”, conserje de hotel, empleado en la Energía Atómica de Francia, etcétera–,el de fotógrafo fue el que más satisfacciones le dio. Baste decir que la foto de Borges, de pie sobre el pavimento estrellado del vestíbulo de L´Hôtel, en París, reproducida en el mundo entero, le pertenece, para reconocer su talento. En sus muchas, diversas actividades, Pepe desplegó siempre dos cualidades básicas: curiosidad y entusiasmo. Puntales de una vida intensa, apasionada, que en modo alguno ha terminado con su desaparición física.

Ernesto Schoo


ZAMBA PARA PEPE

María Elena Walsh

Hace muchos años que te fuiste
y sin una lágrima te despedí.
Como el argentino de los tangos,
te quedaste solo en París
y ya lo canjeaste por neblina
al sol de tu país.

Hace muchos años que te quiero
y hace muchos más que te olvidas de mí.
Dicen que no vas a volver nunca
y tal vez yo no vuelva allí.
Te veré una noche por Corrientes
esquina Rivolí.
Cuando un amigo se va
nadie nos devolverá
todo el corazón que le prestamos,
tanta compartida soledad.
Un amigo nuevo no es lo mismo, Pepe,
nos quiere por la mitad.
Todo cambia desde que te fuiste,
ya los argentinos no somos así.
Estamos mirándonos por dentro
y olvidándonos de París.
De nuestras cenizas renacemos
humanos al morir.
Quedan pocos de los que decían
que en este país no se puede vivir.
Ya bajo las manos del escudo
el palito ha echado raíz
y un montón de efímeros laureles
supimos conseguir.


EDUARDO SÍVORI,
Escuela Argentina, 1847-1918
Acuarelas de la Colección de
ARTURO R. BULLRICH






Cinco acuarelas del gran pintor argentino que fue Eduardo Sívori, 1847-1918, que fueron de la colección de Arturo R. Bullrich y que fueron rematadas por la firma Bullrich, Gaona, Wernicke de Buenos Aires, en octubre de 2008.

LA CULTURA TIENE SU MERCADO ILEGAL


EL HERACLES ARQUERO DE ANTOINE BOURDELLE. LE HE PEDIDO AL GOBIERNO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES, EN CUYA JURISDICCIÓN ESTÁ ESTA ESCULTURA, QUE SE PONGA DE ACUERDO CON LA SECRETARÍA DE CULTURA DE LA PRESIDENCIA DE LA NACIÓN Y QUE SE LA GUARDE EN EL MUSEO NACIONAL DE BELLAS ARTES A FIN DE PRESERVARLA PARA LAS FUTURAS GENERACIONES.
Foto Julio R. Sosa
EL RELOJ QUE PERTENECIÓ A MANUEL BELGRANO, FUE ROBADO DEL MUSEO HISTÓRICO NACIONAL

















CUATRO TONELADAS DE FÓSILES FUERON REPATRIADOS EL AÑO PASADO
.









UNA LAPICERA DEL PRESIDENTE ORTIZ FUE ROBADA DE CASA DE GOBIERNO.


Raquel San Martín
LA NACIÓN
Disimulados en el equipaje, escondidos entre objetos legítimamente exportables, robados entre otros bienes de una casa, ocultos entre la ropa de alguien que visita una biblioteca, los bienes culturales representan un renglón específico y valioso del tráfico ilícito de objetos.
Según datos de Interpol, hasta la mitad de 2008 se denunciaron en la Argentina 519 objetos robados, entre cuadros, libros antiguos, monedas y billetes, platería y fósiles, que pasaron a engrosar una industria que, a nivel mundial, moviliza unos 7000 millones de dólares cada año, y que está en el tercer lugar del ranking de mercados ilegales, después del tráfico de drogas y de armas.
La ciudad de Buenos Aires y la provincia son los lugares donde más robos de objetos culturales se denuncian (fueron el 66% en 2008; el 65% en 2007, y el 75% en 2006).
Las cifras de Interpol dicen que en 2007 se denunciaron en la Argentina 752 objetos robados, principalmente libros antiguos (36%), antigüedades (28%), cuadros (11%) y platería (10%). En 2006, fueron 888 objetos, mayormente grabados (66%), libros antiguos (11%) y objetos arqueológicos (7%). En el país, durante 2008, el tráfico ilegal de bienes movilizó más de 3 millones de dólares.
Interpol tiene datos hasta mediados del año pasado. "Es difícil hacer una proyección para la segunda parte del año en el robo de objetos culturales, porque no hay obligación de denunciarlo. Ahora aparece gente denunciando objetos que le robaron hace cinco años", dijo a LA NACION Marcelo El Haibe, responsable del área de Protección del Patrimonio Cultural de Interpol. "Hay más denuncias porque la gente se da cuenta de que tiene más chances de recuperarlos", analizó.
La búsqueda de estos bienes, que comienza con su publicación en Internet, puede tener recorridos cinematográficos, desde un mercado de pulgas porteño hasta una galería parisina. Así ocurrió, por ejemplo, con la recuperación, en 2005, de tres valiosos cuadros (de Renoir, Cézanne y Gauguin), que habían sido parte del botín robado en 1980 en el Museo Nacional de Bellas Artes, y que se rastrearon hasta París. En 2008, en tanto, se repatriaron cuatro toneladas de fósiles que habían sido halladas en febrero de 2006 en una feria de paleontología en Arizona.
Para "crear conciencia sobre la ilicitud del tráfico de bienes culturales", la Secretaría de Cultura de la Nación acaba de lanzar la segunda edición de una campaña, con carteles y afiches que se exhiben en 16 aeropuertos y 100 puestos de frontera, un video institucional que se emitirá por televisión, un sitio de Internet y una campaña que llegará por correo electrónico.
Los afiches utilizan 14 pares de imágenes que, por oposición, señalan los bienes históricos, arqueológicos y artísticos que hay que preservar. Este año se agregaron más imágenes, se les dio más peso a los bienes artísticos y se incorporaron obras recuperadas. La primera campaña se hizo desde el 15 de diciembre de 2006 y durante 2007.
Controles débiles
Lejos del mundo del arte o las antigüedades, el listado de bienes culturales en peligro incluye el patrimonio histórico y arqueológico que guardan iglesias, museos, yacimientos y la naturaleza. En el Sur hay más robos de restos paleontológicos; en el Norte, de restos arqueológicos; en Buenos Aires, Mendoza y Córdoba, de libros y obras de arte. La distinción no sólo se explica por la disponibilidad de esos bienes en cada lugar, sino por la debilidad de los controles en muchas zonas del interior.
"Hay muchos robos porque son bienes fáciles de disimular en un equipaje. Y también se esconden en el envío de grandes volúmenes de bienes lícitos. Los fósiles recuperados estaban en cajones con piedras legítimamente exportables", dijo el secretario de Cultura, José Nun.
Pesa también la poca conciencia social sobre el tema. "Hay zonas en la Patagonia en las que uno se pone a excavar y encuentra fósiles. Hay que tener conciencia de que es necesario declararlo." En ciertos lugares del país, afirmó, hay objetos valiosos que pueden comprarse por poco dinero. "El Estado debería intervenir más en el entrenamiento del personal aduanero. Si puede reconocer estos bienes, va a poder vigilar mejor lo que ocurre", dijo Nun.
La policía puede hacer una tipología de los autores de estos robos. "En cuadros y otros objetos de arte, suelen ser ladrones ocasionales que entran en una casa y se encuentran con eso", dijo El Haibe. "Por eso en los mercados de pulgas se suelen encontrar cosas interesantes", señaló.
Con los libros antiguos, se necesita más conocimiento. "Son ladrones especializados, porque saben lo que se roban", explicó.
Sin rastros
El reloj de Belgrano. El 30 de junio de 2007 desapareció un reloj de oro que perteneció a Manuel Belgrano, que se exponía en el Museo Histórico Nacional.
Robos exprés. En febrero de 2008, en menos de 24 horas, una momia indígena de 900 años de antigüedad y más de 400 monedas de oro y de plata fueron sustraídas en un museo de La Boca y en el Museo del Banco Nación, respectivamente.
A plena luz del día. Una lapicera que perteneció al presidente Roberto Ortiz desapareció de la Casa Rosada en agosto de 2008.
En la Justicia. Por estos tres robos, hay tres personas procesadas. Los objetos no aparecieron.
Cinematográfico. El 26 de julio de 2008, 15 obras de Berni fueron robadas cuando eran trasladadas en un camión. No hay novedades en la investigación.


Fuente: lanacion.com

UNA COLECCIÓN DE
CHANCHOS ALFILETEROS
EDUARDIANOS DE PLATA, ETC.
1901-1910








EL REY EDUARDO VII
DE GRAN BRETAÑA
E IRLANDA DEL NORTE,
A QUIEN DEBE SU NOMBRE
EL PERÍODO EDUARDIANO.

ERA HIJO DE LA LONGEVA
REINA VICTORIA.



Armé esta colección a partir de dos alfileteros eduardianos de plata sellada que su dueño recibió de su madre, anticuaria de profesión, hace unos diez años. La colección se diversificó y extendió a otros chanchos de metal no estrictamente de plata y tampoco alfileteros: hay uno que es tintero, varios que son sólo adornos, otro que es caja para botones con el chancho alfiletero "parado"arriba y otro que es una fosforera. Los hay parados, sentados, con base y sin, de plata sellada, de bronce, de peltre, de metal plateado, es de muy reciente formación: tiene sólo unos dos años. Cuenta hoy con unas treinta y cinco piezas conseguidas en la feria de San Pedro Telmo de Buenos Aires ó compradas a particulares y comerciantes de Gran Bretaña, Francia, Islas de Man, Wight y Guernsey, a través de remates de antigüedades y objetos de arte. Se halla en plena formación y creciendo a muy buen ritmo: se ha triplicado en cantidad de piezas desde fines de 2006.

P.L.B.
Fotos Lic. Diego Gaona.

El período eduardiano o la era eduardiana en el Reino Unido es el período que cubre el reinado de Eduardo VII, y se extiende desde 1901 a 1910. El fallecimiento de la reina Victoria en enero de 1901 y la sucesión de su hijo Eduardo, marcaron el inicio de un nuevo siglo y el final de la época victoriana. Aunque Victoria había rechazado a la sociedad, Eduardo era el líder de una élite a la moda que estableció un estilo influenciado por el arte y la moda de Europa continental, posiblemente debido a la afición de viajar del rey. La era estuvo marcada por cambios significantes en la política a medida que sectores de la sociedad que habían sido ampliamente excluidos del ejercicio del poder en el pasado como los obreros plebeyos y las mujeres, se volvieron cada vez más politizados. Frecuentemente el período se extiende más allá de la muerte de Eduardo en 1910, y llega a incluir el año del hundimiento del RMS Titanic en 1912, el inicio de la Primera Guerra Mundial en 1914, e inclusive el final de la guerra en 1918. La guerra selló el final del período a medida que el estilo de vida eduardiana, con su inherente desbalance de riqueza y poder, se volvieron altamente anacrónicos a la vista de una población sufriente que se enfrentaba a la guerra, y la era fue expuesta a los nuevos medios de comunicación que despreciaron las injusticias de la división de clases.

NOTA:
Sir Edward Elgar compuso la marcha Pompa y Circunstancia Nro.1, tan conocida hoy en día y que oficia como de un segundo himno nacional británico - Land of Hope and Glory -, especialmente para la coronación de Eduardo VII. La marcha da el ritmo exacto para el paso del rey con su capa de armiño y con todos los atributos del poder dentro de la Abadía de Westminster, el día de la coronación. Por eso mismo, la marcha se adecua tan bien para casamientos. Muchas novias la usan para entrar a la iglesia al casarse.

GRANDES ESCULTORES ARGENTINOS
JOSÉ FIORAVANTI, 1896 -1977


Monumento a la Bandera, Rosario, Provincia de Santa Fe.  La obra en su conjunto simboliza la nave de la Patria surcando las aguas del mar de la eternidad en procura de un destino glorioso. A través de los diferentes conjuntos escultóricos se representan valores económicos, espirituales, históricos, geográficos y telúricos de nuestra Nación.


José Fioravanti                                              Los célebres lobos marinos de la rambla del Casino de Mar del Plata,                                                                       junto a los cuales se han fotografiado tantos miles y miles de turistas.



La típica foto familiar para el recuerdo.

Los lobos marinos de Fioravanti se han convertido en el símbolo de Mar del Plata y figuran desde en logos de hoteles de turismo hasta packagings de los más variados productos regionales.Fueron esculpidos por Fioravanti en piedra caliza extraída de canteras locales.


 
José Fioravanti nació en Buenos Aires en 1896 y murió en la misma ciudad en 1977. Autodidacto, se inició muy joven en el arte, concurriendo luego a algunos talleres particulares. Expuso por primera vez en 1912, a los 16 años de edad, presentándose en el Salón Nacional. A los 23 años, consiguió el Primer Premio en el Salón Nacional con su obra Mi hermana María (1919). En 1924 viajó a recorrer Europa, expuso en el Museo de Arte Moderno de Madrid y en el Museo de Luxemburgo de París. Regresó a la Argentina en 1927, realizando dos exposiciones individuales en Buenos Aires. En 1929 viajó por segunda vez a Europa, residiendo en París hasta 1935. De esta época son las obras Vieja vasca y el grupo escultórico de mármol El tributo. De su visión romántica y profunda de la vida merecen destacarse Resurrexit y Ariel caído. A partir de 1935 se instaló en Buenos Aires, donde retomó la amistad con sus antiguos compañeros, entre ellos Alfredo Bigatti, con el que realizó importantes y significativas esculturas.Fue designado profesor en la Escuela Superior de Bellas Artes. En 1936 Fioravanti obtuvo el Gran Premio del Salón Nacional con Mujer con libro, retrato de la que fue su esposa, la pintora Ludvilla Feodorounam. Realizó también un busto del pintor Antonio Pedone. Años más tarde, en 1958, recibió la medalla de oro que anualmente concede el Consejo Internacional de Buenos Aires a la labor de un artista plástico. Entre sus obras emplazadas en Buenos Aires figuran: Monumento a Avellaneda, Monumento a Roque Sáenz Peña (Diagonal Norte y Florida), Monumento a Roosvelt, Monumento a Simón Bolívar (Parque Rivadavia). Su obra cumbre es el Monumento a la Bandera, grandiosa obra emplazada en las barrancas del Río Paraná, en la ciudad de Rosario, hecha en colaboración con Alfredo Bigatti y los arquitectos Ángel F. Guido y Alejandro Bustillo. Puede verse obra suya en un gran número de museos de España, Francia, Luxemburgo, Italia y Estados Unidos.

Monumento a la Bandera, Madre Patria.


Escultor monumental prolífico, es escasa la bibliografía que profundiza en su obra. Tal vez sea uno de los escultores con mayor incidencia en el imaginario de la iconografía popular, pero a quien casi nadie conoce, de cuya obra casi nadie habló y cuyas obras han sido maltratadas o directamente robadas sin que a nadie llamara la atención. La obra de Fioravanti es permeable a un análisis evolutivo tanto desde el punto de vista del tratamiento arquitectónico de los soportes (basamentos, pedestales y muros) como desde el análisis formal de las esculturas de bulto y relieves, ya que en todos sus monumentos aparece la tríada: soporte arquitectónico / esculturas / relieves. Desde el punto de vista del tratamiento arquitectónico, sus primeros monumentos se presentan como una masa compacta sobre la cual se ubican las figuras y relieves. El caso ejemplar es el Monumento a Nicolás Avellaneda, concebido su soporte como una pirámide escalonada de tipo egipcio o, si se quiere, de un zigurat mesopotámico en cuyos diversos niveles se van ubicando los personajes y relieves.
Monumento a la Bandera, Los Andes.

A medida que avanza en su carrera, los monumentos “montaña” se van transformando en monumentos oradados con espacios interiores para ser recorridos como en el caso de los monumentos a Bolívar y a Roosevelt, en donde la montaña vertical da paso a una plataforma horizontal apta para la circulación humana. Un análisis formal de sus primeros monumentos de la década del ‘30 y ‘40, muestra al artista bajo una doble influencia –arcaica y vanguardista a la vez– que lo distancia de la escultura academicista ecléctica. Por un lado, exhibe una influencia arcaizante, tal vez consecuencia de su paso e interés por Egipto; por otro lado, sus figuras humanas se pueden relacionar con las propuestas innovadoras de Aristide Maillol.
Monumento a la Bandera, Río Paraná.

En esta etapa sus retratos recibieron la calificación de “esencialistas” (Rodríguez, 1963:18), ya que los retratos de estas obras aparecen en actitud hierática y con algunos rasgos fisonómicos “esenciales” que permiten identificar a la escultura con el personaje representado, como en los casos de los monumentos a Avellaneda, Sáenz Peña, y Bolívar. A medida de que su carrera avanza, incorpora el bronce como material (en sus inicios la piedra era su material predilecto) para la realización de las esculturas y aplica rasgos psicológicos y realistas en el tratamiento de los retratos como en el caso de los monumentos a Roosevelt y a Mujica Láinez.



Monumento a la Bandera, El Norte, relieve.



Monumento ‘Canto a la Argentina’ de Rubén Darío, Plaza Rubén Darío, Avenida del Libertador y  Austria, Buenos Aires
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El Pegaso rampante de Rubén Darío
El que equivocadamente la gente llama "Monumento a Rubén Darío", obra del gran se llama en realidad  "Monumento a Canto a la Argentina" de Rubén Darío". 
Es el monumento que Fioravanti hizo a ese largo poema dedicado por Rubén Darío a la Argentina y no a su autor como tal. Este monumento dedicado a "Canto a la Argentina" de Rubén Darío, poeta nicaragüense iniciador del modernismo literario hispanoamericano, que asimismo dedicó, por encargo del diario La Nación, una composición "Canto a la Argentina"en coincidencia con el Centenario de la Revolución de Mayo de1810. Este extenso poema (con más de 1.000 versos, es el más largo de los que escribió el autor), destaca el carácter de tierra de acogida para inmigrantes de todo el mundo de nuestro país, y enaltece, como símbolos de su prosperidad, a la Pampa, a Buenos Aires y al Río de la Plata. 
En una línea similar está su poema, "Oda a Mitre", dedicado al prócer argentino Bartolomé Mitre.El monumento representa en el bronce los conjuros fantásticos que enlazan y señalan el espíritu Argentino, su territorio Pampeano, Buenos Aires y el Río de la Plata como gigantescos símbolos de prosperidad y testimonio. El símbolo más característico de la poesía de Darío es el cisne, identificado con el Modernismo hasta el punto de que cuando el poeta mexicano Enrique González Martínez quiso derogar esta estética lo hizo con un poema en el que exhortaba a "torcerle el cuello al cisne". La presencia del cisne es obsesiva en la obra de Darío, desde Prosas profanas, donde el autor le dedica los poemas "Blasón" y "El cisne", hasta Cantos de vida y esperanza, una de cuyas secciones se titula también "Los cisnes". Salinas explica la connotación erótica del cisne, en relación con el mito, al que Darío se refiere en varias ocasiones, de Júpiter y Leda. Sin embargo, se trata de un símbolo ambivalente, que en ocasiones funciona como emblema de la belleza y otras simboliza al propio poeta.

Esta es la estrofa que se lee en la parte posterior del monumento de Fioravanti:


                                                  ¡Argentina tu día a llegado!
                                                  ¡Buenos Aires amada ciudad!
                                                  El Pegaso de estrellas herrado
                                                  Sobre ti vuela en vuelo inspirado
                                                  Oíd mortales, el grito sagrado:
                                                  ¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!





El "Monumento a Canto a la Argentina de Rubén Darío", cuando todavía estaba junto a la Biblioteca Nacional. 




     Monumento a Roque Sáenz Peña, Diagonal Norte y Florida, Buenos Aires
.




                                   Monumento a Roque Sáenz Peña, Diagonal Norte y Florida, Buenos Aires.


Escultura. El monumento ha sido realizado en piedra Mar del Plata, la figura del eminente hombre público, en actitud sedente, con sus manos, apoyando sobre un libro, representa al hombre de estado. Completan el monumento, dos grupos escultóricos, uno de los cuales representa La Acogida, estando constituído por un desnudo femenino y un niño. El otro grupo esta representado por un hombre, con la espada y la tabla de la Ley significa "El Voto Obligado". En la parte posterior, de este monumento, completando la arquitectura de la base, se encuentra una fuente vertedero, que encuadra un relieve de un desnudo femenino, que representa la idea de Roque Saenz Peña, de América para la Humanidad. La Comisión Ejecutiva del Monumento del Dr. Roque Saenz Peña, fue la encargada de la erección del mismo, cuyo gasto fue cubierto por suscripción popular, fijándose la plazoleta formada por la intersección de la Diagonal Norte y las calles Florida y Bartolomé Mitre, para su ubicación de acuerdo con lo dispuesto por Ley N° 11.229, promulgada el 04/10/1923. Se dió posesión del terreno a la Comisión Ejecutiva para su ubicación en el lugar actual, por Resolución del 16/07/1936.
                       Monumento a Simón Bolívar, Parque Rivadavia, barrio de Caballito, Buenos Aires. 


Escultura.Este monumento esta contituído por tres piezas de mampostería, enchapadas en mármol travertino nacional, representando un arco de triunfo, encontrándose en su friso, la leyenda: " A Simón Bolvar, la Nación Argentina ", sobre el centro del fuste, en sus laterales, se hallan dos relieves, que simbolizan " El Juramento " y " La Entrevista de Guayaquil ". En el centro y hacia el frente de la obra arquitectónica se encuentra la figura del prócer, realizada en bronce, sobre una base de mampostería, enchapada en mármol traventino nacional. Sobre los extremos, y en una misma línea, se hallan dos desnudos, que representan " La Inspiración " y " La Gloria ". El Poder Ejecutivo Decreta bajo el N° 50.465, el 23/10/1934 una Ley designando a una Comisión Nacional de Homenaje a Simón Bolívar, presidida por el General Esteban Vaccarazza, teniendo por finalidad realizar una suscripción popular.

Monumento a Simón Bolívar, Parque Rivadavia, Caballito, Buenos Aires.

Altorelieve, cemento, 2,30 X 7,00 metros, Teatro San Martín, hall del segundo piso, Buenos Aires.

El altorelieve del Teatro San Martín, de noche, en semipenumbra
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Monumento a Franklin Delano Roosevelt, Plaza Seeber, Palermo, Buenos Aires.
El monumento a Roosevelt presenta unos cambios importantes respecto a sus retratos anteriores. En primer lugar pareciera acercarse al retrato de tipo psicológico impresionista propio de Rodin, y se aleja de sus propuestas primigenias de retratos “esencialistas” arcaicos. Roosevelt le presentó al artista un problema nuevo respecto a los personajes anteriores de sus monumentos. Y es que Roosevelt había sido fotografiado y filmado muchas veces frente al escaso archivo de imágenes de los personajes del siglo XIX tratados por el escultor. Roosevelt fue uno de los protagonistas de la Segunda Guerra Mundial cuya imagen se difundió por los medios de comunicación masiva. Fioravanti tuvo que tomar en cuenta la popularidad del personaje “mediático” y, a la vez que desarrolló cierta fidelidad realista al modelo, por otro lado no compitió en verosimilitud con los medios audiovisuales. Evitó así caer así en el efecto facsimilar e ingenuo del retrato hiperrealista. Fioravanti aprovechó las limitaciones físicas de Roosevelt, que se vio obligado a trasladarse en silla de ruedas durante los acontecimientos políticos que le dieron mayor visibilidad, y ubicó al político sedente en el centro de la escena, en contraste con las alegorías de pie que se sitúan a ambos laterales, enfatizando la jerarquía política del líder que permanece en su silla como en un trono.


La alegoría de la libertad en el monumento a Roosevelt

El monumento a Roosevelt está conformado por una plataforma de mármol travertino a la veta casi a nivel del suelo de donde surgen tres pedestales independientes en el que se ubican respectivamente tres figuras humanas en bronce. En el centro, el retrato sedente del líder y a ambos laterales, las dos alegorías en esculturas de bulto. Además, en las caras laterales y el lado posterior del pedestal del homenajeado, se ubican relieves alegóricos. La figura masculina de las alegorías es una estatua titulada “Combate contra el mal” que es, en realidad, una original alegoría de la fatalidad. En este caso, a diferencia de la tradición de la historia de la escultura que representa la alegoría de la fatalidad en la figura de una serpiente que vence a los justos, aquí aparece la alegoría de la fatalidad vencida encarnada en una serpiente decapitada por la potente imagen de la figura masculina. Tal vez represente el fascismo vencido en la Segunda Guerra Mundial por las fuerzas aliadas comandadas por el ex presidente. Tanto la figura masculina como la serpiente también pueden ser tomadas como una alegoría de la guerra. La figura femenina recibe el título de “Libertad de religión” y la podemos tomar como una alegoría de la libertad. Frente a la figura severa con la que Bourdelle presentó a la libertad en su monumento a Alvear, aquí la alegoría aparece representada por una mujer estilizada de gran erotismo y movimiento aunque de esquemático tratamiento del rostro. Como contraste frente a la alegoría masculina que se eleva del otro lado de Roosevelt, en lugar de portar una serpiente vencida, muestra una paloma a punto de levantar vuelo. Aquí la alegoría de la libertad también puede ser tomada como representación de la paz. De este modo, la estructura del monumento presentaría una conformación simétrica: al lado izquierdo de Roosevelt, la alegoría de la trilogía democracia/libertad/paz, y del lado derecho la alegoría de la trilogía fascismo/fatalidad/guerra.

                                       Monumento a Nicolás Avellaneda, Plaza Jardines de Invierno, Palermo.

Este impactante Monumento a Nicolás Avellaneda, se construyó en homenaje a este presidente argentino, oriundo de la Provincia de Tucumán, quien gobernara nuestra Nación desde el año 1874 hasta el año 1880. Este monumento fue esculpido en mármol y se levanta sobre un enorme basamento de piedra. Sus dimensiones son muy grandes y al estar colocado entre tanto verde, se destaca por el color cobrizo pálido, que lo hace aparecer imponente. En la cima del grupo escultórico se alza la figura de Avellaneda, de pie y mirando al horizonte.


Monumento a Nicolás Avellaneda, Parque Tres de Febrero, Palermo.

Consta además de cuatro bellísimas figuras femeninas de fantástica factura, que miran hacia los cuatro puntos cardinales. Rodeando a esas figuras se admiran relieves que representan los diferentes procesos acaecidos durante el Proceso de Federalización de Buenos Aires. Esta fabulosa obra fue realizada por Fioravanti en el año 1935. Nicolás Avellaneda (1836-1885) fue un notable político argentino, presidente de nuestra República. Durante su mandato se terminó la conquista de la Patagonia y se federalizó la Ciudad de Buenos Aires.


Homenaje a Beethoven, Plaza Lavalle, Buenos Aires. Donación de la Asociación Wagneriana.