La muestra, con piezas del singular museo de Asunción, busca zanjar la distinción clásica entre arte y artesanía.
Por Mercedes Perez Bergliaffa
Folklore y arte: ¿cuál es la diferencia? ¿La hay? La exposición
Tekoporã: Arte indígena y popular del Paraguay –que abre hoy en el
Museo Nacional de Bellas Artes– pone esta cuestión en primer plano. Son
más de 220 obras procedentes en su mayoría del Museo del Barro de
Asunción, a cargo no de los considerados artistas contemporáneos sino
de quienes algunos llaman artesanos (¿habrá alguna diferencia?). La
exposición se abre a la cultura popular y su relación con la alta
cultura. Su curador es el crítico paraguayo Ticio Escobar, fundador y
director de este singular e innovador museo de Paraguay.
Escobar
dice: “La cultura popular comprende las prácticas, discursos y figuras
particulares de sectores ubicados desfavorablemente en la escena
social, marginados del acceso a diversas instancias de decisión en
asuntos que involucran sus intereses”. El arte popular se relaciona con
los “sin-parte”, los excluidos de participación y representación en el
espacio donde se ejerce el poder, como, por ejemplo, los grandes
museos. Sin ir más lejos, el mismo MNBA no tiene más antecedente de
esta exposición que las salas de arte precolombino inauguradas en 2005 y
luego cerradas en 2010.
Pero ahora, con Tekoporã, las preguntas empiezan a rodar: ¿un arte popular (considerado por algunas personas artesanías) debería exponerse en un museo nacional de Bellas Artes? ¿Se trata de artistas o de artesanos, de arte contemporáneo o folklore? Estas preguntas se cuelan a través de toda la exposición que, desde el primer momento, ya con el mismo nombre, sienta una posición: Tekoporã es una palabra guaraní compuesta, en realidad, por dos palabras, Tekó (modo propio de ser) y porã (belleza, bien).
Pero ahora, con Tekoporã, las preguntas empiezan a rodar: ¿un arte popular (considerado por algunas personas artesanías) debería exponerse en un museo nacional de Bellas Artes? ¿Se trata de artistas o de artesanos, de arte contemporáneo o folklore? Estas preguntas se cuelan a través de toda la exposición que, desde el primer momento, ya con el mismo nombre, sienta una posición: Tekoporã es una palabra guaraní compuesta, en realidad, por dos palabras, Tekó (modo propio de ser) y porã (belleza, bien).
Tekoporã
nombra, entonces, algo así como el buen vivir colectivo, el convivir
con belleza. Es un ideal ético guaraní extendido entre las diversas
etnias, pero que también subraya –en la muestra– la expectativa de
vivir mejor que subsiste en los pueblos originarios pese a los
despojos. Las culturas populares no aíslan el momento estético: tampoco
despojan de belleza los objetos utilitarios, sino al contrario.
En la muestra se aprecian máscaras – usadas para los rituales, por los penitentes para cumplir una promesa pero también en la festividad de los santos patronos–, vírgenes y Cristos de síntesis entre la imaginería cristiana y la americana (extraña mezcla de esculturas misioneras jesuíticas y franciscanas, que luego dieron origen a las imágenes de los santos populares y mestizos, también expuestos), conviven junto a disfraces de yacaré hechos en madera –entran en ellos dos niños que los articulan–, vestuario plumario, testimonios de la Guerra Guasú (o “Guerra Grande”, la Guerra de la Triple Alianza), y esas magníficas coronas rituales de plumas: ellas iluminan la fuerza del chamán. Hay un corredor que une diferentes salas y presenta, de alguna manera–, la selva en medio del museo. Hay pinturas, una práctica transcultural de adopción reciente en distintas comunidades paraguayas. Y se expone también un espectacular traje ritual de la etnia ishir.
Hay una serie de esculturas talladas en madera con representaciones de la Virgen (Tupãs) y Dios (Ñanderú) desnudos y con sus genitales especialmente remarcados: son metáforas de la abundancia, en madera de cedro (un árbol que en la cultura guaraní tiene implicancias mítico-religiosas).
En la última parte de la exposición puede verse el “Cabichuí” (“Avispa”, en guaraní), el periódico editado desde las trincheras de la Guerra de la Triple Alianza, ilustrado por los soldados. A su lado, las vainas de bronce de las balas de mortero, tiradas durante la guerra, muestran dibujos grabados por los soldados. Mensajes amorosos, corazones, flores, lazos. A 150 años de la guerra, son el pedido de amor en medio de los cañones.
En la muestra se aprecian máscaras – usadas para los rituales, por los penitentes para cumplir una promesa pero también en la festividad de los santos patronos–, vírgenes y Cristos de síntesis entre la imaginería cristiana y la americana (extraña mezcla de esculturas misioneras jesuíticas y franciscanas, que luego dieron origen a las imágenes de los santos populares y mestizos, también expuestos), conviven junto a disfraces de yacaré hechos en madera –entran en ellos dos niños que los articulan–, vestuario plumario, testimonios de la Guerra Guasú (o “Guerra Grande”, la Guerra de la Triple Alianza), y esas magníficas coronas rituales de plumas: ellas iluminan la fuerza del chamán. Hay un corredor que une diferentes salas y presenta, de alguna manera–, la selva en medio del museo. Hay pinturas, una práctica transcultural de adopción reciente en distintas comunidades paraguayas. Y se expone también un espectacular traje ritual de la etnia ishir.
Hay una serie de esculturas talladas en madera con representaciones de la Virgen (Tupãs) y Dios (Ñanderú) desnudos y con sus genitales especialmente remarcados: son metáforas de la abundancia, en madera de cedro (un árbol que en la cultura guaraní tiene implicancias mítico-religiosas).
En la última parte de la exposición puede verse el “Cabichuí” (“Avispa”, en guaraní), el periódico editado desde las trincheras de la Guerra de la Triple Alianza, ilustrado por los soldados. A su lado, las vainas de bronce de las balas de mortero, tiradas durante la guerra, muestran dibujos grabados por los soldados. Mensajes amorosos, corazones, flores, lazos. A 150 años de la guerra, son el pedido de amor en medio de los cañones.
FICHA
Tekoporã: Arte indígena y popular del Paraguay
Dónde: MNBA (Av. Del Libertador 1473).
Cuándo: Hasta el 13/9. Martes a viernes, de 12.30 a 20. Sábados y domingos, de 9.30 a 20.
Entrada: Gratis. Más info: www.mnba.gob.ar
Cuándo: Hasta el 13/9. Martes a viernes, de 12.30 a 20. Sábados y domingos, de 9.30 a 20.
Entrada: Gratis. Más info: www.mnba.gob.ar
Fuente: Revista Ñ Clarín