En el mismo lote subastado en Nueva York, una obra de Alberto Giacometti se convirtió en la escultura más cara de la historia.
"Las mujeres de Argel", obra que el español pintó en 1955, superó la marca anterior, de un tríptico de Francis Bacon.
"Las mujeres de Argel", obra que el español pintó en 1955, superó la marca anterior, de un tríptico de Francis Bacon.
¡Vendido al ofertante
en 179 millones de dólares! Ayer, en la sede de la casa de remates
Christie’s en Nueva York, una obra de Pablo Picasso, Las mujeres de Argel (Versión “O”), rompió el récord histórico de subastas.
Es
sabido que el mercado de arte, como reserva de valor, maneja cifras muy
elevadas. Y sin embargo estas ventas, por descomunales, dan la vuelta
al mundo en minutos. Es que esta obra del gran malagueño, pintada en
1955, superó el récord anterior, el tríptico Tres estudios sobre Lucian Freud, de Francis Bacon, vendido por 142 millones en 2013.
La obra, de 114 por 156 cm, no fue la única protagonista de este remate, que recaudó en total 705 millones de dólares. El hombre que apunta,
una escultura del suizo Alberto Giacometti, se vendió por 141 millones
de dólares en el mismo lote, convirtiéndose en la escultura más cara de
la historia de las subastas, muy cerca de incluso superar la marca de
Bacon.
"El hombre que apunta" se vendió en 141 millones de dólares: mide 177 centímetros. |
Las mujeres de Argel presenta una escena de harén,
en la tradición del orientalismo pictórico europeo del siglo XIX. La
“Versión O” es la última de una serie de quince variantes (numeradas con
letras y todas ellas adquiridas por los coleccionistas Victor y Sally
Ganz al propio pintor en 1956). Homenajea a Henri Matisse, muerto en
noviembre de 1954 y, a la vez, se inspira de manera directa en una tela
del mismo título de Eugène Delacroix que atesora el Museo del Louvre.
Los biógrafos observan que en ella Picasso creía ver a Jacqueline Roque,
su última compañera. Según Loïc Gouzer, vicepresidente de Christie’s,
“es una obra a la altura de Guernica y de Las señoritas de Aviñón”.
Es, además, uno de los últimos Picassos de gran tamaño que aún
integraba una colección privada. La pintura había sido rematada en 1997
por 32 millones de dólares; así, en algo menos de veinte años sextuplicó
su valor.
El hombre que señala de Giacometti |
El hombre que apunta es una estatua de bronce de 177 cm
de la que solo existen seis moldes en el mundo. Batió el récord de otra
escultura del mismo artista suizo, El hombre que camina 1, vendida por 104 millones de dólares en 2010.
Los expertos definen El hombre que apunta
como el “Santo Grial” de las esculturas, según Gouzer, porque data “del
momento en que Giacometti se convirtió en Giacometti”. Nacido en Suiza
en 1901, cerca de la frontera italiana, el escultor vivió por años en el
barrio parisino de Montparnasse, donde estuvo cerca de vanguardistas
como Joan Miró y el propio Picasso. Aunque hasta 1940 Giacometti
concentró su arte en las cabezas, su figura comenzó a adelgazarse en un
desafío a su materia, el bronce. Una sutil coincidencia enlaza esta obra
al Picasso vendido: en 1954, en los últimos meses de vida de Matisse,
se le encomendó a Giacometti diseñar un medallón conmemorativo con su
imagen.
Tres estudios de Lucian Freud |
Subastas millonarias
Antes de que
Pablo Picasso rompiera el récord histórico de subastas, el podio le
pertenecía a Francis Bacon. En los últimos años, el mercado del arte
albergó remates millonarios: El grito, de Edvard Munch, se vendió en 2012 por casi 120 millones de dólares. Desnudo, hojas verdes y busto, de Picasso, fue vendido en 2010 por 106 millones de dólares, y la serigrafía Choque de auto plateado
de Andy Warhol se vendió por 105 millones de dólares en 2013. Por fuera
de las casas de remate las ventas son incluso más elevadas: en febrero
de este año, se pagaron casi 300 millones de dólares por un lienzo de
Paul Gauguin.
Los jugadores de cartas |