Fabio Manes, cinéfilo apasionado y conductor del ciclo de TV Filmoteca hasta poco antes de su muerte, solía decir que hay dos tipos de coleccionistas: el canuto, que guarda las cosas sólo para él, y el que siente placer por mostrar lo que tiene. Imposible saber aún qué tipo de coleccionista se quedará con el preciado objeto, pero es seguro que más de uno daría lo que no tiene por llevarlo a su casa. Es que en unos meses saldrá a subasta el célebre piano de la película Casablanca (1942), clásico eterno de Michael Curtiz protagonizado por Ingrid Bergman y Humphrey Bogart. Y creen que se pagará más de un millón de dólares por él.
Las talentosas manos de Sam, el personaje interpretado por Dooley Wilson, hacían que de ese pequeño piano vertical –blanco y negro en la pantalla, color salmón en la realidad– saliera una y otra vez la melodía de As Time Goes By en el bar de Rick, siempre lleno en los convulsionados tiempos de la Segunda Guerra. Una de las escenas más famosas de la película es aquella en la que Ilsa (Bergman) le pide a Sam que toque la canción.
El instrumento musical será la estrella de la subasta de más de 30 objetos utilizados en Casablanca que realizará la casa de remates Bonhams en Nueva York el 24 de noviembre. El evento, del que también participa Turner Classics Movies (TCM), fue convenientemente bautizado There’s no place like Hollywood (“No hay un lugar como Hollywood”).
Las puertas del café en el que Ilsa le pedía a Rick que ayude a su marido a escapar hacia Estados Unidos también se pondrán en venta, al igual que notas de rodaje y fotos dedicadas. Los lotes serán expuestos en Los Angeles y luego en Nueva York.
Todos provienen de una colección privada.
En Bonhams calculan que el piano podría rematarse en más de un millón de dólares. En 2012 se había subastado otro piano utilizado en el filme (el de la escena ambientada en París) en 602.500 dólares.
Casablanca es uno de los grandes clásicos de la historia del cine. Producida por la Warner Bros., la película estuvo nominada a ocho premios Oscar y se llevó tres (mejor película, director y guión). Muchos de sus diálogos –frases como “Siempre nos quedará París” o “El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos”– se hicieron célebres, e incluso se recuerdan palabras que jamás se pronuncian (ver Toda la culpa...). En 2012, a 70 años de su estreno, volvió a exhibirse en los cines de Argentina –aunque en versión digital, sin la irremplazable textura original del celuloide–, lo que sirvió para ratificar su condición de película inoxidable.
Fuente:clarin.com |
EL CÉLEBRE PIANO DE "CASABLANCA", A REMATE:
CREEN QUE PAGARÁN MÁS DE US$ 1 MILLÓN
En Nueva York Además rematarán otros 30 objetos del Filme con Ingrid Bergman y Humphrey Bogart.
XXV MUESTRA ANUAL DE FOTOPERIODISMO ARGENTINO
La exposición más importante en su tipo que se organiza en el país, se inauguraró el viernes 18 de Julio en el Palace de Glace, ubicado Posadas 1725, con más de 280 imágenes de reporteros gráficos de toda la Argentina.
Pablo Mac Donough de La Dolfina cae de su yegua durante un partido frente a la Natividad en el 120 Abierto Argentino de Polo. Foto: Emiliano Lasalvia, Agencia Télam |
Eusebio Velasque Quispe llora sobre el cajón de su padre, Edwin Velasque Huaman, asesinado por Sendero Luminoso junto a 17 campesinos en 1988 por supuesta colaboración con el Ejército Peruano. Foto: Rodrigo Abd, Agencia Télam |
Explosión por escape masivo de gas derrumbó un edificio completo en la ciudad de Rosario, afectando a otras cientos de viviendas. Foto: Ángel Amaya/Télam |
Fuente: clarin.com
SUMERGIDOS EN LA CIUDAD
Opinión
Casi ocultos, dentro del tejido urbano sobreviven edificios notables. Y hay otros que regresan por el reciclado.
Casi ocultos, dentro del tejido urbano sobreviven edificios notables. Y hay otros que regresan por el reciclado.
La ciudad avanza ineluctable. Y para hacerlo tiene múltiples
mecanismos. A veces como un magma se va fagocitando antiguas
construcciones. Otras, va clonando sus edificios que se multiplican en
una o varias manzanas. También hay procesos inversos: de reparación,
reciclaje o sustitución de tejidos obsoletos. Veamos algunos ejemplos.
En
la avenida Rivadavia, frente al parque homónimo, lucía hasta hace unos
años la fantástica fachada neoclásica del Club Italiano. Entre este
frente y la vereda, cerco de herrería mediante, había un jardín que daba
marco y perspectiva al emblemático y tradicional club de Caballito. Hoy
solo se ve el portal de acceso. El resto se lo comieron unos
gigantescos locales comerciales que lucen sobre la avenida.
SUSPENDIDA. La obra que proyectó Aisenson para darle marco al Palacio Roccatagliata en el barrio de Coghlan. |
En este mismo barrio, a metros del Cid Campeador, quedó sumergida la que llaman la casa más antigua de Caballito. Se trata de una casona de 1864 donde vivió el obispo de Avellaneda, Jerónimo Podestá, junto a su esposa Clelia Luro; y fue, a su vez, el sitio donde se gestó la Federación Latinoamericana de Sacerdotes Casados. Sobre Gaona 1367 solo se ve una puerta de reja y un pasillo que va al fondo. Un fondo que llega a un verdadero oasis urbano con árboles de gran porte. A ese pulmón verde da la galería con columnas de estilo de esta casona, declarada de Interés Cultural por la Legislatura porteña en 2004. Según cuenta Clelia Isasmendi, hija de Clelia Luro, se convertirá en un museo que más que un lugar para exhibir objetos quieren que funcione como un espacio de reflexión “para la discusión filosófica, religiosa y social”.
Otro
de estos especímenes tragados por la metrópolis lo descubrí hace un
tiempo yendo hacia el Norte. En la calle Galván 3463, inesperadamente
encontré que por detrás de una fachada austera, que alguien diría que es
“racionalista”, emergían pedazos de un edificio neoclásico. Es una
típica escuela con bandera, que como señala el escudo de su frente
pertenece al distrito escolar N° 15.
PALERMO. Un galpón, reciclado en vivienda y galería de arte (Amparo Bernabé). |
De este tipo de
construcciones tapadas por el crecimiento magmático de la ciudad habrá
miles. Y seguramente muchos lectores tendrán un caso para compartir y
contar. Pero hay otras que están ahí, a la vista, tratando de subsistir.
En Luis María Campos 1126 hay un petit hotel de
grandes dimensiones que quedó encajonado en medio de la manzana. A un
lado, una medianera alta y pelada; al otro, una torre de ladrillo visto
con ventanas que dan al predio de la casona; y al frente, un terreno de
gran valor inmobiliario. Los proyectistas pergeñaron construir un
edificio apoyado sobre la medianera y sobre elevado dos niveles y medio
de tal manera de poder espiar el imponente petit hotel desde la avenida.
Otro caso es el del Palacio Roccatagliata, entre las
avenidas Franklin Roosevelt y Ricardo Balbín, en Coghlan. En este
predio, donde vivían los propietarios de la emblemática Confitería del
Molino, un grupo de inversores lanzó la construcción de unos
departamentos con amenities que por ahora la Justicia porteña ordenó
suspender.
ENCAJONADO. Al petit hotel de Luis María Campos (ubicado al fondo) le agregarán un edificio de departamentos por delante. |
La propuesta de los arquitectos era armar un edificio en forma de “L” que tape la medianera vecina y le dé un mejor fondo al palacio de los Roccatagliata que será preservado. La estrategia, conceptualmente, parece perfecta. Una de las alas del nuevo edificio, con sus 13 pisos, tapa correcta y razonablemente la medianera. Pero la otra, que la duplica en altura, con sus 26 pisos parece desmesurada.
También
en la ciudad, como decía al principio, hay procesos de reparación. Y
algunas viejas construcciones aparentemente casi sin valor se toman sus
revanchas. Por caso, un gris y abandonado galpón en un corazón de
manzana de Palermo Viejo fue convertido en casa-estudio por la artista
plástica y psicóloga Diana Schufer. Un largo pasillo, un patio lleno de
plantas y aromas, y un galpón reciclado, todo blanco, ahora es la
vivienda de Diana. Quien, junto con su amiga Olga Martínez, los viernes y
sábados por la tarde, convierte el lugar en una magnífica galería de
arte.
* Editor General ARQ
Fuente: ARQ Clarín
Fuente: ARQ Clarín
RESTAURAN EN ROMA A LA CÉLEBRE FONTANA DI TREVI
Restauración de la Fontana di Trevi.
Gracias a la instalación de una pasarela transparente, los turistas podrán visitar la fuente durante los trabajos de restauración.
Fotos: AFP PHOTO / FILIPPO MONTEFORTE
Fuente: ARQ Clarín
Gracias a la instalación de una pasarela transparente, los turistas podrán visitar la fuente durante los trabajos de restauración.
Fotos: AFP PHOTO / FILIPPO MONTEFORTE
Fuente: ARQ Clarín
CUANDO SOLTAR LA IMAGINACIÓN
TAMBIÉN ES COSA DE GRANDES
Desde hoy, “El museo de los mundos imaginarios” en el MAR. El Museo de Mar del Plata recibe obras de Kosice, Grippo, Trilnick y Erlich, entre otros.
|
Susana Reinoso
Lo mejor que le puede pasar a un artista plástico es dejar a los visitantes con la boca abierta. Y lo mejor de un museo es estar vivo. En El museo de los mundos imaginarios, la muestra que inaugura hoy en el MAR (Museo de Arte Contemporáneo), que abrió sus puertas en diciembre de 2013, hay un concepto que lo atraviesa todo: lo lúdico. Xul Solar, Edgardo Giménez, Libero Badii, Marcos López, Leandro Erlich, Carlos Trilnick, Gyula Kosice, Víctor Grippo, Raquel Forner, Res, Liliana Porter y Leónidas Gambartes, entre otros, conviven con prodigios de Hernán Soriano, Provisorio Permanente, Marcela Cabutti, Alejandro Gabriel, Eduardo Basualdo, Mariano Giraud y Alfio Demestre, Erica Bohm y Silvia Rivas, entre los artistas más jóvenes. La instalación de Edgardo Giménez, titulada Torre de Babel, propone subirse a escaleras que parecen tocar al cielo, pero en realidad “no conducen a ningún destino”, dice el artista. Cabutti creó su propio mar con un barco incluido y un perro que mira con añoranza. La obra ¡Mira cuántos barcos navegan aún!
Lo mejor que le puede pasar a un artista plástico es dejar a los visitantes con la boca abierta. Y lo mejor de un museo es estar vivo. En El museo de los mundos imaginarios, la muestra que inaugura hoy en el MAR (Museo de Arte Contemporáneo), que abrió sus puertas en diciembre de 2013, hay un concepto que lo atraviesa todo: lo lúdico. Xul Solar, Edgardo Giménez, Libero Badii, Marcos López, Leandro Erlich, Carlos Trilnick, Gyula Kosice, Víctor Grippo, Raquel Forner, Res, Liliana Porter y Leónidas Gambartes, entre otros, conviven con prodigios de Hernán Soriano, Provisorio Permanente, Marcela Cabutti, Alejandro Gabriel, Eduardo Basualdo, Mariano Giraud y Alfio Demestre, Erica Bohm y Silvia Rivas, entre los artistas más jóvenes. La instalación de Edgardo Giménez, titulada Torre de Babel, propone subirse a escaleras que parecen tocar al cielo, pero en realidad “no conducen a ningún destino”, dice el artista. Cabutti creó su propio mar con un barco incluido y un perro que mira con añoranza. La obra ¡Mira cuántos barcos navegan aún!
,
tomada de un relato de Murakami, le surgió luego de que se le inundó la
casa. Gordin se inclinó por dos miniaturas: una biblioteca (Días sin episodios) y una fábrica de juguetes (El triángulo mágico). Provisorio Permanente exhibe “Alguien llama”, inspirada en una escena de El mago de Oz; Hernán Soriano (de ese colectivo artístico) presenta en solitario Cartas de lluvia, un prodigio de imaginación. Como también lo es el video de tres minutos de Alejandro Gabriel, Pilki Pilki,
un personaje en 3D que visita el MAR. Con excepción de la instalación
de Giménez, unas miniaturas de Víctor Grippo y algunas otras que lucen
diferentes en este nuevo escenario son obras que el público puede haber
visto, pero que cruzadas con esa idea luminosa de jugar y aprender
reevaluando lo lúdico adquieren otro significado.
En esta segunda
muestra, que se extenderá hasta diciembre, “el Museo mantiene la idea
de rescatar los momentos más luminosos del país; Borges forma parte de
ello, aunque esta exposición no es sobre la obra borgeana, sino sobre lo
que la imaginación de los artistas nos propone”, expresó, Jorge
Telerman, presidente del Instituto Cultural de la provincia de Buenos
Aires. El curador Rodrigo Alonso dijo que en algunos casos hay una libre
asociación con El libro de los seres imaginarios, del argentino más universal, pero en otras la poética de Borges está más presente. María Kodama aportó su granito: Performance
se titula el video en el que aparece Mick Jagger, de los Rolling
Stones, recitando a Borges. ¿Pequeña concesión politica? Hay una pared
dedicada a El Eternauta, de Oesterheld.”Pero este –dice Telerman– es el
verdadero”.
Fuente: clarin.com
Fuente: clarin.com
IMPRESIONANTE:
SACARON VARIOS MILLONES DE DÓLARES DEL MAR
En las profundidades
Una empresa de exploración submarina recuperó 13.500 monedas de oro y plata, pepitas y lingotes de oro de un buque hundido en 1857, cerca de la costa de Carolina del Sur (EE.UU.). Estiman que equivale a unos cuantos millones de dólares.
El buque de la empresa de exploración submarina Odyssey
La empresa estadounidense Odyssey anunció hoy
que ha recuperado 13.500 monedas de oro y plata, pepitas y lingotes de
oro y joyas del buque SS Central America, cuyos restos se encuentran a
unos 27 kilómetros de la costa de Carolina del Sur (EE.UU.).
La compañía de exploración submarina, con sede en Tampa (costa oeste de Florida), llegó en abril pasado a un acuerdo para llevar a cabo la "excavación arqueológica y recuperación de los restos de un valioso cargamento de oro" que transportaba el citado buque. Recovery Limited Partnership tiene "los derechos exclusivos" para la recuperación del pecio del SS Central America, garantizado por un tribunal de Virginia. El inventario de los artefactos recuperados incluye "lingotes y pepitas de oro, una gran variedad de monedas de oro de 20, 10, 5 y 2,5 dólares", entre otros valiosos objetos, informa la agencia EFE. La variedad y la calidad de las monedas que se han recuperado es "simplemente impresionante", comentó Bob Evans, jefe del equipo de científicos de RLP. Así, se han encontrado "espectaculares monedas de 20 dólares de águilas dobles", pero lo sorprendente es la "gran variedad" de monedas que datan desde 1823 hasta 1857, agregó Evans. La prensa estadounidense estima que el tesoro vale "unos cuantos millones de dólares", aunque es muy difícil saberlo con precisión. Fuente: clarin.com |
ARTE. NOSTALGIA E INCERTIDUMBRE
La XIV Bienal de Arquitectura de Venecia.
Esta edición, dirigida por el holandés Rem Koolhaas, indaga la diferencia entre la uniformidad y la densificación de las ciudades actuales y la diversidad y la armonía que reinaban cien años atrás.
Esta edición, dirigida por el holandés Rem Koolhaas, indaga la diferencia entre la uniformidad y la densificación de las ciudades actuales y la diversidad y la armonía que reinaban cien años atrás.
Los megacruceros que navegan por el Canal Grande transforman a Venecia en un inesperado set de filmación Foto: LA NACION / Alicia de Arteaga |
Por Fabio Grementieri
La potente y frágil Venecia, siempre invadida por el turismo, ha sido tomada este año por una nueva Bienal de Arquitectura. La primera se realizó en 1979 y contribuyó a la apoteosis del posmodernismo con la puesta en escena de la Strada Novissima, una calle armada por fachadas inspiradas en estilos del pasado realizadas por los arquitectos estrella del momento. Este año sólo reina un astro, el director Rem Koolhaas, el famoso diseñador nacido en Holanda, criado en Indonesia, formado en Nueva York, fascinado con Asia y de imponente trayectoria internacional.
Del país de los pólderes cultivables y del culto a la vivienda desembarca como zar de la bienal arquitectónica más importante, instalada en una ciudad archipiélago plagada de templos y palacios. Su propuesta no es presentar lo último de la moda, que es casi todo igual según sus propias palabras. Pretende indagar lo que pasó con la arquitectura en el último siglo, concentrándose en sus productos: edificios y ciudades. Y plantea la pregunta sobre cómo se ha llegado a los actuales resultados de uniformidad, densificación y ruptura, bien contrastantes con la diversidad, armonía y contextualismo de las urbes de un siglo atrás. De manera provocativa, Koolhaas abre el debate con imágenes de arquitectura alrededor del mundo en 1914, características de culturas nacionales, y las compara con otras de los polos urbanos desarrollados en estos últimos años: angustiantemente indiferenciados y prolijamente hostiles.
Koolhaas sostiene que todas las torres vidriadas del mundo son hoy similares y no pueden ser identificadas en términos de arquitectura nacional. Son hijas de la ingeniería y del diseño, ramas hipertrofiadas que se nutren casi exclusivamente de la tecnología y del marketing en una globalización "empoderada" por las finanzas transnacionales.
El curador se pregunta si se encontrará antídoto contra esta generalización implacable y postula que la mirada sobre la sociedad actual debe ser un primer paso crítico. Koolhaas parece intentar ser el "curador-gurú" de una enfermedad, la de la arquitectura del último medio siglo. Y lo intenta con esta bienal anatómica y epidemiológica denominada Fundamentals, compuesta por tres secciones: Elements of Architecture, Absorbing Modernity y Monditalia. La primera es catálogo, gabinete de curiosidades, disección de la anatomía de la arquitectura en la que se muestra la "evolución" de sus elementos esenciales: ventana, techo, pared, escalera, rampa? Elementos como respuestas a necesidades y funciones básicas del construir. El vocabulario universal que parece haberse quedado sin gramática, ergo, sin lenguaje. La segunda sección busca retratar cómo los distintos países "absorbieron" la modernidad en el último siglo o, mejor dicho, cómo la modernidad transformó la arquitectura, especialmente en la segunda mitad del siglo XX. Cada presentación se hace de manera diversa, desde la retrospectiva panorámica hasta el relato de experimentos o episodios destacados y originales. La tercera sección muestra la (casi eterna) circunstancia italiana de complejidades y contradicciones como ejemplo condensado de la situación universal actual. En ese collage de italianidad se intenta por primera vez reunir los festivales concurrentes de danza, teatro, cine y música con la arquitectura.
Koolhaas sostiene que quería proponer más una herramienta o un vehículo de investigación que una muestra. Y lo logra, pero más con una mirada de científico o de naturalista que de historiador o crítico. Con su habitual talento provocador, publicitario y efectista, propuso un show muy teórico, porque si mostrara la práctica sería tan aburrida como las ciudades que se construyen actualmente?
Absobing Modernity, la presentación de Koolhaas que contrasta la arquitectura actual con la de cien años atrás Foto: Gentileza Bienal de Venecia |
En esta bienal hay más preguntas que respuestas, aunque el curador afirma con resignación que el trabajo del arquitecto ha quedado reducido a un territorio periférico y bidimensional: los dos centímetros de espesor de las actuales fachadas-cortinas, el styling del packaging, el diseño del envase como marca. El resto del quehacer arquitectónico está en manos de los proveedores de insumos tecnológicos, las computadoras, los developers y el marketing. El antiguo director ya no comanda y, como en el cine, todo lo dominan los efectos especiales.
Resulta curioso que los protagonistas del último medio siglo de arquitectura, aquellos mentores de la angustiante situación actual, parecen extrañar los resultados de la arquitectura tradicional y lamentarse de los valores perdidos. Entre ellos, la escala y las proporciones, la composición y el manejo del lenguaje, el espacio como materia de trabajo primigenia. Pero también el valor de la historia como referencia o inspiración profunda. No como mercado de motivos del pasado fetichizados y transformados en commodities "marketinizadas" y comercializadas. Sino a la manera de todo lo que aprendieron y reelaboraron los maestros de la primera mitad del siglo XX, cuando aún la enseñanza de la arquitectura abrevaba en la historia aunque fuera para enfrentarla, nunca para transgredirla.
Es que el pasado, a la par de dar confianza y certezas, siempre estimula y provoca. Será por eso que Koolhaas -quien curiosamente mira al pasado en esta bienal- dice que la preservación del pasado nos está sobrepasando, que hay una obsesión que paraliza a los arquitectos y que todo se ha vuelto preservable. La realidad parece ser otra, ya que asistimos por un lado a una "disneylandización" de las ciudades históricas y a una "singapurización" del urbanismo contemporáneo. En ambos casos no hay lugar para la superposición de estratos ni para los claroscuros. Se imponen la eficacia autoritaria y la perfección angustiante.
La tensión, la sorpresa y la angustia retratadas en la bienal parecen sintetizarse en una imagen impactante. La de los megacruceros que navegan por el Canal Grande como cápsulas exploratorias, transformando la ciudad histórica en un inesperado set de filmación. La tecnología está creando naves para el aire, el agua y la tierra que se alejan perversamente de la cultura y de la naturaleza, dos esencias que retruenan tanto en la historia como en la ecología y que modificarán el camino aparentemente consolidado en el último siglo.
Fuente: adn Cultura La Nación
Fuente: adn Cultura La Nación
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