Por Miguel Ángel García Vega
Una huella dactilar parcialmente conservada y su rastro de ADN podrían ayudar a recuperar un cuadro de Gustav Klimt robado hace 17 años en Italia.
La pintura, Retrato de una mujer (1916-1917),
es una de las obras (imagen de apertura) más buscadas por los
carabinieri. Se encuentra en los primeros puestos de su lista. La pieza fue robada de la galería de arte moderno Ricci Oddi, en la ciudad transalpina de Piacenza, en febrero de 1997, y desde entonces nada se conoce de su paradero. El robo fue de película. Bajo
la claraboya de la sala apareció el marco vacío. La obra había sido
desmontada. Por lo que se sospecha que los ladrones pudieron llevarse el
cuadro por el techo.
La institución estaba cerca de cerrar para ser remodelada y el Retrato de una mujer,
que había formado parte de la colección desde 1925, iba a ser el centro
de una muestra temporal en el ayuntamiento de la ciudad. El guarda que advirtió la desaparición de la obra se tomó su tiempo en dar la alarma. Pues sabía que el marco iba a ser enviado fuera para ser restaurado y por lo tanto la tela dejaría de exhibirse.
Pasados los años, precisamente el marco puede ser la clave para encontrar a los ladrones. Las nuevas técnicas de análisis de ADN han permitido detectar una huella dactilar parcial sobre la madera. En estos momentos, los carabinieri la cotejan con su lista de sospechosos. El caso puede estar cerca de resolverse.
Pero el arte ha dado para más en los últimos días, y nos deja temas importantes:
El Reino Unido consiente el expolio de su patrimonio
El Reino Unido ha puesto números al expolio consentido de su patrimonio artístico. Entre 2012 y 2013, el país ha perdido obras valoradas en 103 millones de libras (123 millones de euros), según el periódico The Guardian. Incluyendo piezas irremplazables, como la tela de 1901 de Picasso, Niño con paloma, que había estado en el territorio desde 1924, o el increíble dibujo de Rafael Cabeza de joven apóstol, uno de los bocetos para la Transfiguración, que
se encuentra en el Vaticano. Sin duda, el mejor dibujo de un maestro
del Renacimiento que albergaba una colección privada inglesa.
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El boceto 'Cabeza de joven
apóstol', de Rafael, se vendió por 29,7 millones de libras, unos 35
millones de euros. El Reino Unido no pudo evitar que saliera del país. |
El patrimonio británico enfrenta un problema tremendo.
Londres es junto con Nueva York el principal centro del mercado del
arte y, por lo tanto, no puede imponer condiciones muy restrictivas a la
compraventa de piezas si no quiere ver que el negocio se resiente. Esta
libertad comercial deja esos efectos.
El Reviewing Committee on The Export of Works of Art and Objects of Cultural Interest es el organismo público que permite o no la salida de las obras del país. El lastre es que solo puede prohibir de forma temporal esa marcha.
Generalmente tiene unos seis meses para conseguir comprar la obra, y la
mayoría de las veces a través de donaciones privadas y filántropos. Si
no se logran los fondos, como ocurre en muchas ocasiones, y más en
tiempo de crisis, la pieza sale.
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'Niño con Paloma', de Picasso, es
otra de las obras que ha perdido el patrimonio británico. Se remató en
venta privada por 50 millones de libras (59,6 millones de euros) al
emirato de Catar. |
Entre 2012 y abril de 2013 se rellenaron 12.089 formularios de exportación. El Reino Unido solo se hizo con seis obras. No
sorprende que Lord Inglewood, quien ha estado al frente del Comité de
Valoración, califique este expolio tácito de “pérdida nacional”.
Caravagio aterriza por primera vez en Asia
Con la protección de una estrella del rock ha aterrizado Caravaggio en Asia. El óleo del genio toscano Cena en Emaús aterrizaba estaba semana en Hong Kong. El cuadro, procedente de la Pinacoteca de Brera,
en Milán, ha llegado con guardia de seguridad propia y vigilado en todo
momento por Sandrina Bandera, la directora de la institución italiana.
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'Cena en Emaús', de Caravaggio, es desembalada por tres operarios a su llegada a Hong Kong. |
La tela, pintada en 1606, está valorada a efectos del seguro en 60 millones de euros y se mostrará en la Sociedad Asiática de Hong Kong dentro de la exposición Luz y sombras. Una institución relativamente modesta que lo ha recibido como un regalo de Navidad. De hecho, es la primera vez que Cena en Emaús, de quien la National Gallery de Londres alberga una versión anterior, se exhibe en Asia.
“La gente de Hong Kong todavía está intimidada por el arte; arte o cultura con “A” y “C” mayúsculas, incluso yo misma que procedo de una familia de clase trabajadora.
Pero el arte es una puerta abierta la Humanidad. Así que siento que con
esta pintura, si la gente viene a verla [se esperan más de 4.000
visitas], tendrá un conocimiento de la vida más profundo. Porque
lo que creo que hace la buena música o la buena pintura es abrir el
espíritu a las posibilidades”, reflexiona Alice Mong, directora
ejecutiva de la Sociedad Asiática de Hong Kong.
https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=PCydNyKlOV8
Sobre el autor
Periodista y modesto coleccionista de arte contemporáneo, Miguel Ángel García Vega
lleva más de 15 años escribiendo en EL PAÍS. A veces de finanzas, a
veces de sociedad, a veces de arte, pero siempre conectando la vida y
los números. Este blog quiere ser una piedra de Rosetta con el que
entender el universo de los bienes tangibles, que en ocasiones parece,
como el mundo, ancho y ajeno.
Fuente: elpais.com