INVENTAR UNA HISTORIA DEL ARTE



LUIS BARRAGÁN Escuela Argentina, 1914-2009 "INVENCIÓN PICTÓRICA" - Óleo sobre tela, mide 170 X 100 cm. Obra fechada "1994" y firmada al dorso por el artista. Expuesta en la muestra "Luis Barragán, Pinturas" realizada en la Galería Van Eyck, de Buenos Aires, del 17 de septiembre al 19 de octubre de 2002 y reproducida en la tapa del correspondiente catálogo. Esta obra será rematada por Subastas Roldán, de Buenos Aires, el próximo martes 13 de noviembre 

Por Luis Pérez Oramas - Curador de Arte Latinoamericano del MOMA


La de arte contemporáneo es una noción inestable, resbaladiza, porosa. Los museos que se la atribuyen existen en una aguda ambigüedad de tiempos: se consagran al arte producido durante las últimas 24 horas y también a aquel concebido en los últimos 45 años.
En realidad todo museo de arte debería estar destinado a ser un museo de arte contemporáneo. Todo museo es una instancia presente en la que se proyectan, gracias al halo de luz que emana de nuestros días, las sombras de objetos pasados –aun cuando fuesen hechos durante las últimas 24 horas– para hacerse así contemporáneos.
Entender la dimensión anacrónica del presente, la arqueología inmediata del estar-aquí, ahora; la densidad histórica de nuestro tiempo: tal es el desafío de lo contemporáneo. Ser contemporáneo es tener el coraje de enfrentar la oscuridad de nuestros días, creo recordar que ha dicho Giorgio Agamben. Lo que no debe ser el museo de arte contemporáneo es el promotor de un estilo internacional en el que se aplanen todos los relieves, se aclaren todas las sombras, se disimulen todas las estrías para hacernos creer que vivimos en un mundo global y sin historia. Sólo es global el mercado, y siempre en detrimento de la realidad.
Los museos de arte contemporáneo en América Latina son novedad. En realidad siempre existió una confusión: se llamó así, desde el inicio, a museos destinados a la investigación de nuestras modernidades. Museos de arte moderno –en San Pablo, Caracas, Bogotá, quizá en Bs. As.– usurparon el nombre del arte contemporáneo, y viceversa. Sucede, en reglas generales, que nuestras modernidades artísticas surgieron antes de que existiesen las narrativas históricas que pueden enmarcarlas. Nuestras modernidades precedieron a nuestra historia del arte, y cuando no fue así entonces la acompañaron en su surgimiento –incluso en México, donde la musealización de las culturas precolombinas es, de hecho, una de las escrituras de la modernidad.
Los museos son dispositivos de capitalización: allí se acumula y se inventa un capital simbólico; desde allí se refuerza la dimensión capital de un lugar, una ciudad, un acervo, un tiempo. Capitalizar el presente: tal sería una misión para el museo de arte contemporáneo: hacer(nos) ver, allí, en nuestro tiempo.
Finalmente, si en Europa los museos fueron el resultado de la historia del arte, en América Latina la precedieron. Existieron antes de que esta se haya constituido en disciplina autónoma, o antes de que hubiese alcanzado sanción académica o social suficiente, aún menos política. De allí una misión aún más exigente: inventar nuestra historia del arte, incesantemente.

Fuente texto nota: Revista Ñ Clarín

VARSOVIA LLENA DE ARTE UN VACÍO ENTRE MEDIANERAS

El arquitecto Jacub Szcesny tomó un "almohadón de aire" en Varsovia y construyó una casa que es probablemente la más angosta del mundo. Recupera el lugar como un homenaje a un escritor israelí.

Hace tres años, Jakub Szczesny, un arquitecto polaco, iba caminando por el viejo gueto judío de Varsovia cuando se topó con lo que luego describiría como "un atractivo almohadón de aire" entre un edificio de departamentos de la preguerra y un edificio de la posguerra de propiedad compartida. A Szczesny, que pertenece a un colectivo llamado Centrala, dedicado a la arquitectura experimental, se le ocurrió la alocada idea de construir una casa en el espacio increíblemente estrecho que había entre ellos. "Me enamoré de un espacio entre dos edificios de distintas épocas", dijo. "Decidí establecer un vínculo".
Szczesny, de 39 años, se puso a imaginar a un habitante ideal para la casa, y llegó a la conclusión de que sería Etgar Keret, un escritor israelí cuya reputación por producir colecciones de cuentos muy breves, como la última "Suddenly, a Knock on the Door", lo señalaba como alguien acostumbrado a trabajar dentro de parámetros muy limitados, y cuya herencia judía con raíces polacas ofrecía una conexión conmovedora con Varsovia. (De chico, durante la Segunda Guerra Mundial, la madre del autor contrabandeaba comida pasando puestos de control nazis apenas a unos pasos de donde Szczesny esperaba construir.) Cuando Keret, de 45 años, recibió una llamada del arquitecto, en un primer momento se quedó perplejo. "Este tipo con un acento muy polaco me dijo que quería hacer una casa proporcional a mis cuentos", dijo. "Parecía una broma".
De todos modos, Szczesny viajó a Tel Aviv, donde vive el autor para probarle que hablaba en serio. Y a Keret le gustó la idea de que su familia recobrara de alguna manera un hogar en Varsovia.
A mediados de octubre, después de más de un año de enredos burocráticos y problemas de ingeniería y con la ayuda crucial de una grúa despachada desde Alemania, la Casa Keret abrió sus puertas ­o su puerta. Con sólo 122 centímetros en su punto más ancho, y apenas 71 centímetros en su parte más angosta, es probablemente la casa más delgada del mundo.
"Era un conjunto fantástico de imposibilidades", dijo Szczesny refiriéndose a la planificación y al proyecto de construcción. "Nos daba un infarto tras otro".
Las palpitaciones empezaron cuando Szczesny tuvo que determinar quién sería el propietario de ese vacío atractivo entre edificios. Wola, el distrito que alberga la Casa Keret, controlaba el espacio y los funcionarios locales ayudaron al arquitecto a obtener la habilitación. Pero a continuación, las tuberías de calefacción municipal descubiertas debajo de la obra causaron meses de postergaciones y exigieron un rediseño.
El diseño final utiliza una estructura de acero liviano construida con módulos pequeños que se atornillan entre sí. Las empresas siderúrgicas locales, ocupadas en levantar centros comerciales, no tenían interés en esta tarea reducida y compleja, dijo Szczesny.
Tuvo que enfrentar además la dificultad de encontrar maquinaria que pudiera trabajar dentro de límites tan angostos. Finalmente, descubrió a una empresa dispuesta a construir la estructura y una grúa alemana para deslizar en el lugar.
¿Cómo es la Casa Keret por dentro? Es poco probable que albergue fiestas escandalosas. La kitchenette tiene 90 centímetros de ancho, con una pileta en miniatura y una puerta corrediza que oculta un baño comprimido como los de un avión. Al segundo piso se llega por una escalera de mano y tiene una cama cuyas dimensiones no son precisamente para entusiasmar a los huéspedes a quedarse a dormir. El área del living abajo es el lugar más exiguo de la casa con 89 centímetros de ancho.
No obstante, una persona claustrofóbica tal vez se consuele al descubrir que también tiene los techos altísimos y "recibe mucha luz del este" de una de las ventanas, dijo Szczesny. El arquitecto utilizó plástico semitransparente en el techo para dejar entrar más luz y crear una sensación de espacio.
Keret, que viajó a Varsovia para la inauguración, piensa en la casa como un equivalente doméstico de uno de sus cuentos: pequeña pero completa. "Es algo muy, muy compacto", dijo. "Pero tiene todo lo que una casa necesita".
El autor dijo que tiene pensado quedarse en la casa, al menos a pasar la noche. "Me parece apropiado tratar de crear en ella", agregó.
"La casa será un portal a todo tipo de iniciativas artísticas".
Según la ley polaca, la Casa Keret es muy pequeña para ser una vivienda. Ha sido clasificada como una instalación artística que será propiedad de la Fundación de Arte Polaca, a cargo de administrarla.
Szczesny y Keret piensan seleccionar artistas para llevar a cabo residencias de cinco a siete días.
El tocayo de la casa tiene una visión seria respecto de la diminuta vivienda. "Para mí es como una metáfora; expresa cómo mi familia recupera un lugar en Polonia", dijo Keret. "En este sitio donde mataron a mi familia, ahora habrá una casa llamada la Casa Keret".
Para él, al igual que la casa propiamente dicha "Somos como alguien que pudo hacerse un lugar". 

Fuente: Revista Ñ Clarín

LA NOCHE DE LOS MUSEOS MIRA AL SUR Y A PIAZZOLLA

La 9ª edición del clásico cultural estará dedicada al genial músico, a 20 años de su muerte. Y habrá una oferta especial entre La Boca y Puerto Madero. Mañana, de 20 a 3, se podrán recorrer 183 salas.

Buenos Aires volverá a lucir mañana lo mejor de su oferta cultural. Con la participación record de 183 espacios artísticos , se realizará la novena edición de La Noche de los Museos. Entre las muchas novedades, este año se destacarán dos: por un lado, gran parte de la programación estará orientada a recordar a Astor Piazzolla a 20 años de su muerto. Por el otro, se sumará al circuito de visitas gratuitas la Milla Cultural del Sur, un conjunto de 13 espacios con distintas propuestas , desde Puerto Madero a La Boca.
Las actividades comenzarán a las 20 en el Planetario y terminarán a las 3 de la mañana. El Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín, dirigido por Mauricio Wainrot, presentará “Las 8 estaciones”, con música de Antonio Vivaldi (Las 4 estaciones) más las cuatro estaciones compuestas por Piazzolla: Verano porteño, Otoño porteño, Invierno porteño y Primavera porteña. Luego habrá un documental sobre Piazzolla, una presentación del Quinteto de la Fundación Astor Piazzolla y para cerrar se presentará Escalandrum, la banda de jazz liderada por Daniel “Pipi” Piazzolla, nieto del genial bandoneonista.
Mientras, la gente podrá visitar gratis 183 museos y centros artísticos en 28 barrios . Se podrá viajar gratis en 85 líneas de colectivos, presentando un pase que se conseguirá con la folletería o ingresando a www.lanochedelosmuseos.gob.ar. Pero este año también se podrá viajar en bicicleta, porque el sistema público de Bicing funcionará entre las 20 y las 2 .
Además de disfrutar de las colecciones permanentes de los museos, la gente podrá apreciar otras actividades, tanto privadas como de artistas individuales y hasta del Gobierno nacional. Por ejemplo, el club River Plate ofrecerá por primera vez la posibilidad de visitar sin costo su museo , que queda en el estadio Monumental. También abrirá la Casa del Bicentenario, que depende de la Secretaría de Cultura de la Nación. Además, la automotriz Citröen organizará actividades propias junto al Planetario, y también se podrá visitar en Avenida de los Italianos al 800, en Costanera Sur, la actividad CUVO, en el cual habrá gente leyendo historias en distintos idiomas.
Otro de los destacados será la muestra “Impresiones eternas”, de grabados de Goya, que se exhibirá en el Museo Larreta, en Juramento 2291, donde a las 22 habrá un espectáculo de música española.
El año pasado participaron 650.000 personas , que visitaron 174 salas. Para este año se espera batir el record. “Nuevamente Buenos Aires vivirá una noche de fiesta del arte y la cultura. Estamos seguros de que volveremos a ver a vecinos y turistas adueñándose del espacio público y desplazándose con la expectativa de disfrutar de las múltiples actividades”, adelantó el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi.

Fuente: Revista Ñ Clarín

CON JOHN CAGE, MAR DEL PLATA INGRESA AL CALENDARIO MUNDIAL DE LAS VANGUARDIAS

Desde el jueves y hasta el domingo, un grupo de artistas llevará la obra del innovador estadounidense al gran público a través del Festival de Arte Contemporáneo John Cage “Rarísimo” durante el cual Playa Grande será escenario de una performance escénico-musical para 12 bocinas de 12 autos.

Por Pablo E. Chacón

El Festival de Arte Contemporáneo John Cage Rarísimo desembarca este año en Mar del Plata. La idea de los organizadores y managers, que están trabajando en el emprendimiento hace ya casi un año, no sólo es presentar algunas de las piezas del innovador norteamericano al gran público, articuladas a interpretaciones de sus colegas Mauricio Kagel y Morton Feldman. También buscan ocupar diversos espacios del balneario con performances, instalaciones de videoarte, cine, conferencias, música experimental y obras de teatro, para las cuales están invitados artistas de diversas nacionalidades que trabajarán sin estancamientos de áreas con el fin de promover actividades y escuchas no tan habituales y situar a la ciudad en el calendario internacional de las vanguardias. En el sitio www.rarisimo.org pueden consultarse fechas y horarios. Está todo listo para empezar mañana y continuar hasta el domingo.
Martín Virgili, músico, productor y alma mater del proyecto le dice a Ñ que “Mar del Plata tiene la infraestructura, los espacios y el clima ideal tanto para actividades al aire libre como en espacios cerrados, y además una tradición de vanguardia en el campo de la música, el cine, los mass media, etcétera, que componen la viga maestra de la sociedad del espectáculo que caracteriza al mundo digital contemporáneo, sin perder de vista que Cage es un tipo menos escuchado que versionado y hablado. Pero poco estudiado e interpretado. Para entenderlo, que no es tan fácil, están invitados los especialistas Rafael Cippolini y Lux Lindner, que además traen algunas sorpresas”.
El otro espíritu del Festival, sin dudas, está encarnado en el diseñador gráfico Mario Gemin, un marplatense de proyección internacional, que trabajó en Barcelona junto a Yves Zummermann y América Sánchez; y que en la Argentina diseña libros para los artistas Jorge Macchi, Ana Gallardo y Matías Duville, entre otros. Gemin confirma los dichos de Virgili, y agrega que “es un lujo, una gracia, haber podido conectar con gente que –valiéndose de las nuevas tecnologías– supo recuperar el espíritu de vanguardia que alguna vez tuvo esta ciudad. Sería bueno no olvidar que por acá entró la bossa nova a la Argentina, que en su momento pasaron María Callas, Pier Paolo Pasolini, Witold Gombrowicz; que acá tuvieron sus casas de veraneo Victoria Ocampo y su hermana Silvina, esposa de Adolfo Bioy Casares; que Borges dio una de sus últimas conferencias en la Argentina en el Teatro Auditorium, que acá vivió una larga temporada Osvaldo Lamborghini, y que acaso gracias a todo eso, la universidad creció en oferta y matrículas. Pero es importante remarcar que la vanguardia musical estricta, estuvo ausente. Bien, ya no lo está”.
¿Y por qué un homenaje a Cage? Lo dice el manifiesto que se reparte estos días en la sede y en Buenos Aires, donde se están ensayando todavía algunas piezas:
“¿Por la contingencia que nos encuentra en su centenario? En buena medida sí. Pero también por la inspiración que su obra nos ofrece; sembrar la democracia en el reino del sonido y del ruido, es el inicio de un reordenamiento de la estética, más cerca de la igualdad, más humilde también. Después, para tener a tiro sus ideas, que quizás no sean tantas, y que nos animamos resumir en un intento por consubstanciarnos (a nosotros mismos y a nuestras creaciones) con el curso de la vida. Y por la felicidad que su legado perpetúa. Esto no sólo por sus obras: ¡cuántas veces vimos a Cage sonreír en una foto! ¿Una pose? Pensamos que no. Más bien el entendimiento que la alegría es una ética y una política. La obra de Cage es un respaldo: el arte es una gracia, como lo son los mares, las montañas y los pájaros”.
Cage, remasterizado, si se quiere, por ese inmenso poeta californiano, íntimo de Jack Kerouac, sobreviviente de una generación diezmada: Gary Snyder, casi la representación del comunismo de la naturaleza (o de la cultura de la naturaleza) en una ciudad de fuerte raigambre socialista.
Entre sus piezas señeras se interpretará, de la mano de la pianista argentina Haydée Schvartz y el multiinstrumentista y vocalista colombiano Rodolfo Acosta R., “Four Walls”, de 1944, un dispositivo compuesto en colaboración con el coréografo Merce Cunningham, cuyo ensayo este cronista tuvo oportunidad de ver, para su asombro y descubrimiento.
 “’Four Walls’ constituye un ejemplo de minimalismo. Y quizá más que eso. La propuesta es anticipatoria: un poco antes que el discurso minimal explotara en la obra de Riley, Reich y Glass, Cage ya había visto el blanco a la distancia. Arcaica y meditativa (sólo se utilizan las teclas “blancas” del piano), e interrumpida en el meridiano de su desarrollo por un solo vocal, esta pieza es parte del repertorio de composiciones que involucran al silencio como materia de construcción”, cuenta Virgili.
Otra de las piezas de Cage que se recreará será “Five”, con Acosta R. como invitado especial, seguido de una serie de composiciones en esa estela, interpretadas por el colombiano Guillermo Rendón para “Tremolo tremulante”; Acosta R. otra vez, haciendo “Laberinto”; el uruguayo Eduardo Fernández, concentrado en “A meditaton on ‘Sakura’”, y el colombiano Fabián Quiroga, en “Hilo natural”. Completará el set un ensamble de música contemporánea colombiana compuesto por los guitarristas Rubén Gómez, Daniel Forero, Alvaro Herrán y Germán Molano.
La conferencia a cuatro voces “Hacia dónde vamos y qué estamos haciendo”, que Cage escribió en 1961 para ser leída en un colegio de Nueva York, tomará una forma “libre”: presentada bajo el formato de cuatro textos simultáneos, con las voces jugando a manera de contrapunto, simultáneamente, individualmente, tal cual un formato de cámara, interpretado por Acosta R., Mariano Losi, Adriana de los Santos y Virgili.
La performance escénico-musical para 12 bocinas de 12 autos se dividirá en cuatro secciones: “Para doce automóviles”, de Mariano Losi; “Titilar de luciérnagas metálicas con ilusión de heraldo” (para doce autos en círculo), de Antonio Zimmerman; “Doce” de Rodolfo Acosta R.; y “Bocinata ficta”, de Sebastián Bauer. Esto es: doce autos en círculo, cuatro compositores, y una proclama que interroga al espacio público desde adentro. Será en Playa Grande, el día del cierre del Festival.
Antes, el miércoles, en la Plaza del Agua, se interpretará “Acción fugitiva para 111 bicicletas”, , de Kagel: una propuesta donde 111 ciclistas prepararon sus rodados con timbres o cornetas de modo tal que entre todos compongan una masa sonora inédita, basada en la sonata para piano número 32 en do menor opus 111 de Ludwig van Beethoven. La dirección será del colombiano Rodolfo Acosta Restrepo, y su asistente, Daniel Leguizamón.
Lux Lindner presentará “cAGE aGAINST THE machine” (catamac) como una producción del departamento de Artes Espaciotemporales del COMARGIN (Comisariado de la Argentinidad Inmanente) y la excusa, según el performer, “es John Cage, un fenómeno americano. Un Satie que se encuentra con Walt Whitman”. Lindner dice que “con catmac aspiramos a una obra autorregulada, sin fisuras, hermética, neomoderna y sin humor, finamente posdramática. La estructura no es evidente; es más como un árbol de ideas subordinado a ciertos factores de orden azaroso. Comprende un entramado de códigos de diferentes lenguajes que interaccionan: música, danza, dibujos, proyecciones audiovisuales, fragmentos de textos de Cage, Eric Satie, Marcel Duchamp y Federico Peralta Ramos.
El jueves habrá una conferencia de Rafael Cippolini, “Una modestia animal: lección narrativa en un acto y medio; Raúl Manrupe disertará sobre animación argentina. El viernes, Rodolfo Acosta, Daniel Leguizamón, el Cuarteto Atemporáneo y Elsa Justel pondrán en acto un “Conversatorio: Cage hoy”; y el sábado, Lindner, Schvartz, Gabriel Valverde y Leguizamón hablaran sobre la actualidad de Cage. Ese sábado se esperan algunas sorpresas, como el resto de los días.
En rigor, Mar del Plata será intervenida por un grupo de artistas que manejan saberes, técnicas y discursos heterogéneos pero que sin consentir a los caprichos del mercado no hacen de su condena más que un acto irónico que les permite aprovechar sus posibilidades.

Fuente: Revista Ñ Clarín

CASAS DE SUBASTAS Y GALERÍAS
COMPITEN AHORA POR LAS OBRAS

Se desvanecen los límites tradicionales en el mundo del arte: Sotheby’s y Christie’s incursionan en la venta desde hace años. Pero hace poco ambas casas de subastas han inaugurado sus propias galerías de venta privada en sus sedes de Nueva York.

Por CAROL VOGEL - The New York Times

En el ala sur del segundo piso de Sotheby’s en Nueva York hay un espacio blanco que bien podría ser una galería de un barrio vanguardista. Este espacio inaugurado hace un año se llama S2 y es lo que los funcionarios de la casa de subastas llaman su "galería de exposición de ventas".
Una reciente mañana, Vladimir Restoin Roitfeld, de veintisiete años, se encontraba en medio del S2 y explicaba "Hue and Cry", la muestra de arte abstracto que organizó para el espacio.
A su alrededor había pinturas y esculturas tanto de nombres impuestos como de artistas más jóvenes. Los precios de los trabajos oscilan entre 20.000 y 500.000 dólares, dijo Roitfeld al hablar sobre una decena de trabajos que vendió.
Para preparar la muestra, Roitfeld visitó decenas de talleres de artistas y mantuvo reuniones con galeristas. "Nunca tuve un problema", explicó, cuando se le preguntó si alguno de los artistas había puesto reparos a exponer en una casa de subastas, el tipo de plataforma comercial que los artistas solían evitar.
Las convenciones tradicionales que alguna vez definieron el mundo del arte parecen haberse evaporado. Los gigantes de subastas Sotheby’s y Christie’s ahora dirigen galerías de arte internas y venden cada vez más arte de forma privada.
Las fundaciones también adoptan nuevos rumbos. La Fundación Andy Warhol para las Artes Visuales lleva años vendiendo sus trabajos de Warhol. Lo que queda se encuentra en manos de Christie’s para que se lo subaste. La Fundación Robert Rauschenberg utilizó un viejo depósito de Nueva York para presentar la muestra "We the People", que puede visitarse hasta el 9 de noviembre.
"Los límites tradicionales han cambiado en todos los ámbitos del mundo del arte", dijo William F. Ru-precht, el CEO de Sotheby’s.
"Nuestros clientes se desplazan mucho más. Además de viajar, también utilizan la Web".
En el mundo de los museos, ser un proveedor de información ha pasado a ser una prioridad, sobre todo en momentos en que los museos se convierten en editoriales online. El Metropolitan Museum of Art de Nueva York presentó hace poco MetPublications, un recurso que permite a los usuarios acceder a más de 600 catálogos, publicaciones y boletines del museo, que incluye unos 140 libros agotados.
Lo que sigue es una mirada a la forma en que se han desvanecido los límites en el mundo del arte.

Más allá del martillo

Las ventas privadas se han convertido en el sector de crecimiento más rápido del ámbito de las subastas. "Hasta hace poco, nos limitábamos a esperar que algo se subastara", dijo Marc Porter, presidente de Christie’s Américas.
Sotheby’s y Christie’s incursionan en la venta desde hace años. Pero hace poco ambas casas de subastas han inaugurado sus propias galerías de venta privada en sus sedes de Nueva York. Christie’s planea abrir otras en Londres y Hong Kong. Sotheby’s presenta muestras S2 en Los Angeles y Hong Kong. Funcionarios de Sotheby’s y Christie’s dicen que consideran el ámbito de ventas privadas como una extensión natural de su actividad central.

Galerías: no sólo ventas

"Retrospectiva" era antes una palabra que se asociaba con exposiciones de museos, pero también la usan las galerías comerciales.
Una muestra en las Acquavella Galleries de Nueva York llamada "Wayne Thiebaud: A Retrospective" (puede verse hasta fin de noviembre) presenta el trabajo del artista de noventa y un años. Hay imágenes de sus característicos chupetines y pasteles de crema.
También pueden verse pinturas, dibujos y grabados de la década de 1950 hasta el presente. Muchos trabajos proceden del taller del artista y de la familia, pero también hay préstamos de siete museos.
La muestra hace pensar en muchas otras exposiciones serias que se presentan en Nueva York y otros centros de arte como Londres y París. A diferencia de los museos, las galerías son más chicas y ágiles.

Museos: editoriales

Poco después de finalizada una muestra, por lo general su catálogo queda relegado a la tumba de los libros agotados. Por otra parte, como las colecciones permanentes de los museos crecen, tener información actualizada y detallada para ofrecer al público se ha vuelto imposible, por lo menos en la forma de una publicación impresa. Ahora los museos se convierten sus propias editoriales online.
El Metropolitan Museum of Art y otros museos pusieron online catálogos agotados, y materiales relacionados como reseñas, ilustraciones y publicaciones. El Museo del Condado de Los Angeles tiene en su sitio web un "salón de lectura" que pone a disposición de los visitantes libros agotados.
Michael Govan, director del museo, señaló: "En 2013 tendremos 20.000 imágenes de alta resolución online, todas gratis, de modo tal que cualquiera pueda usarlas para un trabajo académico o para ponerlas en una remera". 

Fuente: Revista Ñ Clarín

GIACOMETTI: LA OBSESIÓN DEL VACÍO

Desplegadas en cuatro salas de Proa, con un diseño de montaje impecable, más de 140 obras hablan de la relación que tenía con el espacio una de las grandes figuras del arte del siglo XX.



Por Ana Maria Battistozzi

Giacometti ha llegado a ser escultor porque tiene la obsesión del vacío”, escribió Sartre en Derriére le miroir en 1957. “Es escultor porque lleva su vacío a la manera que un caracol porta su caparazón, porque quiere darlo a conocer en todas sus facetas y dimensiones. Y tan pronto puede vérsele acomodado con ese destierro minúsculo que le acompaña permanentemente, como horrorizado ante él”….
Cuando Sartre escribió este ensayo ambos llevaban más de década y media compartiendo una reflexión desesperada que intentaba situarlos ante la realidad de la guerra primero y cuando ésta acabó los enfrentaba a lo que dejó. Una realidad habitada por seres que, como los de Giacometti, marchaban acompañados pero en profunda soledad. Sartre decía que Giacometti había expulsado todo lo que abundaba en los cuadros y esculturas. Aún así, para el escultor no era suficiente. No lo era para alcanzar la “verdad” imposible que perseguía en esas figuritas de límites espaciales imprecisos y vacíos enormes. “El hueco está en el centro de lo sólido y lo sólido se deshace en lo que ni siquiera es aire, en lo que es, simplemente, existencia”, interpretó Sartre con una agudeza imposible de replicar.
Diez años antes de su muerte en 1966, la obra de Giacometti había llegado así al momento esencial de todas las búsquedas que inició tempranamente en Suiza junto a su padre y su hermano Diego, dos figuras imprescindibles tanto en su formación como en su derrotero profesional. Presentar y reflejar la trayectoria de este artista es de algún modo hacer pie en los momentos más radicales del arte del siglo veinte. Es lo que la exhibición de Proa hace a través de 140 obras que vienen de la Fundación Alberto y Anette Giacometti en un despliegue infrecuente para estas geografías.
Especialmente seleccionado por la especialista en el artista, Véronique Wiesinger, para un recorrido latinoamericano que abarcó San Pablo y Río de Janeiro, el conjunto incluye pinturas, dibujos y esculturas, disciplinas absolutamente complementarias y necesarias en cada una de las búsquedas de Giacometti.
Todas ellas se desgranan en cuatro salas con un diseño de montaje impecable. Desde los primeros momentos en que la influencia de Cézanne y, sobre todo la del cubismo, es notable el deslumbramiento que le produjo el arte africano. Como bien observa Wiesinger le llega de manera tardía en los años 20 pero sin embargo contribuyó al giro absolutamente original que le imprimió a su obra. A este momento pertenecen piezas icónicas de esos años como La Pareja y Mujer cuchara, ambas de 1927.
Estas obras, que fueron presentadas en el Salón de las Tullerías y marcaron la primera aparición pública de real importancia en la trayectoria de Giacometti, ocupan un lugar de privilegio en el ingreso. La poderosa energía totémica de ambas preparan al visitante para las reflexiones que lo ocuparán y lo aproximarán al surrealismo y sobre todo, al pensamiento mágico que plasmará en una inédita representación de lo humano.
Vinculada a esta reflexión un sector se concentra en la cabeza, un tema que convirtió prácticamente en una obsesión. “No pienso en el interior de una persona ni en su personalidad”, confesó en una entrevista. “Es preciso representar lo que se ve y no lo que se siente”, expresó dando por tierra con cualquier carga subjetivista.
Así, su padre, su hermano Diego, su esposa Anette, pero también Simone de Beauvoir, Sartre e Isaku Yanaihara, el filósofo que tradujo a Sartre al japonés y fue uno de sus modelos favoritos, fueron víctimas de ese empeño. Sus bustos en bronce, yesos intervenidos en color y lápiz y pintura dan cuenta de esa ambición de objetivar en extremo a sus sujetos.
El paso por el surrealismo, que fue tan problemático como fructífero influyó en esculturas como la Boule suspendue (Bola suspendida), en la que Giacometti recurre por primera vez a la “jaula”, que le permite delimitar un espacio onírico de representación como el de la “Nariz” de 1947.
El espacio de la representación es sin duda otra de las cuestiones centrales en su obra y la relación de la figura con él es lo que lo define y le da escala. Sean esas diminutas figuras que caben en una caja de fósforos, las figuritas femeninas en un pedestal o los hombres que marchan. “Toda la escultura que parte del espacio como existente es falsa, el espacio es ilusión de espacio”, afirmó.
Otra de las cuestiones de gran interés que aporta esta exhibición, tiene que ver con los vínculos que Giacometti llegó a entablar en distintos momentos con coleccionistas argentinos. El primero surge no bien el visitante traspone la primera sala en la muestra de Proa a partir de Cabeza que mira. El delgado yeso de 1929, apenas intervenido por las leves marcas en lápiz que solía deslizar el artista en algunos de sus trabajos, perteneció a Elvira de Alvear. Esa pieza temprana y clave en el interés que despertó Giacometti en el París de los años veinte, fue adquirida por la entonces joven coleccionista argentina, en la Galería Jeanne Boucher. El dato –según consigna la investigadora italiana Braschi–fue registrado por el propio Giacometti en anotaciones personales a mediados de los años 30. Poeta y escritora, Elvira de Alvear, era sobrina de Carlos María de Alvear, a quien Bourdelle, maestro de Giacometti había realizado el monumento ecuestre que se encuentra en Recoleta. Braschi recuerda que a Giacometti le encantaba que uno de sus primeros coleccionistas fuera justamente descendiente de un prócer latinoamericano a quien su maestro le había dedicado un monumento. Elvira de Alvear era amiga de Borges y frecuentaba un destacado círculo se intelectuales latinoamericanos en París del que participaron Vicente Huidobro, Miguel Angel Asturias y Rafael Alberti entre otros. Muchos de ellos colaboraron con Imán, la revista que dirigió en 1931, sostenía económicamente y tenía como secretario de redacción a Alejo Carpentier. Entre sus colaboradores se contaban Xul Solar y Hans Arp, Robert Desnos y John Dos Passos, algunos de los notables que hicieron de París una fiesta. Pero el grupo estaba vinculado también a Michel Leiris y Georges Bataille, promotores de Documents, la revista que en 1929 publicó el primer artículo sobre Giacometti en Francia. Ese año la crisis económica eclipsó la rutilante estadía parisina de Elvira de Alvear y la obligó a regresar a la Argentina.
Pero no se interrumpieron allí los vínculos de Giacometti con el coleccionismo argentino. Un nuevo capítulo giró alrededor de Jean-Michel Frank, decorador de moda. Durante años Giacometti realizó muebles y objetos de decoración para él. En tanto Frank, a su vez, entabló una relación comercial con los hermanos Ignacio y Ricardo Pirovano a través de Comte, la sociedad que importaba el exquisito mobiliario modernista europeo que se puso de moda entre las elites porteñas entre los años 30 y 40. Por esa vía indirecta Giacometti volvió a vincularse con Argentina. Y así sus piezas de diseño ingresaron a varias colecciones locales, como las de Murature, Alejandro Santamarina y sobre todo la de Jorge Born y Matilde Born para cuya casa de San Isidro diseñó especialmente las bellas chimeneas, luminarias y ménsulas, que se exhiben en esta exposición.

FICHA
Alberto Giacometti

Lugar: Fundación Proa (Av. Pedro de Mendoza 1929).
Fecha: hasta el 9 de enero.
Horario: martes a domingos, 11 a 19.
Entrada: $12.


Fuente texto: Revista Ñ Clarín


ENCONTRARON UNAS CERÁMICAS DE PICASSO
PERDIDAS 40 AÑOS

Las había donado el Partido Comunista Francés a un museo de una ex república soviética.
Unas cerámicas de Picasso que habían caído en el olvido fueron halladas de casualidad en las reservas del museo de arte de Tashkent, en Uzbekistán, unos 40 años después de haber sido donadas a esta ex república soviética de Asia central por el Partido Comunista Francés.
"Estábamos en busca de porcelanas rusas en las reservas para instalarlas en la sala consagrada a la Vanguardia rusa. Y de repente dimos con estas cerámicas de Picasso", relató una de las organizadoras de la exposición, Gulchehra Ajunova.
La colección se expondrá hasta enero y comprende platos de postre, bandejas decorativas y jarras en los que están representados los motivos preferidos del célebre pintor, entre ellos una paloma, el rostro de una mujer y la cabeza de un toro.
Pablo Picasso se había lanzado a la cerámica en los años 40 y creó centenares de objetos en el taller Madoura, en Vallauris (sur de Francia). Estas piezas las donó Nadia Leger --la mujer del célebre pintor francés y amigo de Picasso Fernand Léger-- en nombre del Instituto Maurice Thorez del Partido Comunista francés.

AFP

Fuente:Revista Ñ Clarín