SUBASTARON UN PICASSO



Imagen de la subasta de la obra del artista español Pablo Picasso 'La lectura', de 1932, el pasado martes 8 de febrero en la casa Sotheby's de Londres. Foto: Leon Neal/AFP


LONDRES (Reuters).- Una pintura de Pablo Picasso de su amante y modelo Marie-Thérèse Walter titulada La Lecture fue vendida en 40,7 millones de dólares en una subasta de la casa Sotheby's, por encima de las estimaciones previas.
La pintura, que estaba cotizada entre 19 y 29 millones de dólares, no era vista en Europa desde que se exhibió en 1932. Fue vendida a un postor telefónico anónimo.
No obstante, la subasta no generó el mismo entusiasmo que logró el remate del año pasado, cuando una estatua de Giacometti alcanzó un récord mundial 104,3 millones de dólares. Meses después, el principal rival de Sotheby's, Christie's, vendió la obra de Picasso Nu au Plateau de Sculpteu por 106,5 millones de dólares en Nueva York.

Fuente texto: lanacion.com


LAS VAQUITAS DE LA CULTURA


Las industrias culturales crecen a ritmo sostenido en el Producto Bruto Interno: ya representan el 3,5 por ciento del total, más que actividades tradicionales como la minería y la pesca

Las vaquitas de la cultura

Por María Gabriela Ensinck
Para LA NACION

En un principio, el concepto de "industria cultural", enunciado en la década del 40 por el filósofo alemán Theodor Adorno, tenía una connotación peyorativa. Para éste y otros teóricos de la Escuela de Fráncfort, el término encerraba en sí mismo una contradicción, ya que aludía a la reproducción en serie de un hecho u objeto que es en sí mismo único, como un concierto de música o una pintura al óleo. No obstante, a partir de la década del 80, comenzó a otorgarse particular importancia a este sector, que incluye desde la producción de libros, películas y CD de música hasta los espectáculos en vivo y las obras de arte; y a tratar de medir su impacto en las exportaciones, la economía y el empleo.
Actualmente, casi todos los países tienen, dentro de los organismos públicos de fomento a la cultura, un área de promoción de las industrias culturales. Algunos las consideran dentro del conjunto de las "industrias creativas" e incluyen el diseño, el desarrollo de software ,videojuegos y servicios conexos. Sin embargo, la cuenta satélite del PBI cultural argentino se circunscribe a los rubros audiovisual, editorial, musical, espectáculos y obras de arte.
En la Argentina, las industrias culturales representaron en 2009 -último dato disponible- el 3,5% del Producto Bruto Interno (PBI), es decir, unos 13.532 millones de pesos, según los cálculos del Sinca (Sistema de Información Cultural de la Argentina), de la Secretaría de Cultura de la Nación. Esta cifra, que supera la de actividades extractivas como la minería y la pesca, y alcanza la mitad de la de la industria de la construcción, viene en ascenso desde 2004, año en que comenzó a medirse la cuenta satélite de cultura dentro del PBI argentino, y crece a tasas superiores a las del conjunto de la economía nacional.
La participación de la cultura en el PBI nacional es alta si se la compara con otros países de América latina como Brasil (1,5%), Colombia y Chile (alrededor del 2%), y similar a la de algunos países europeos (España, 2,8%).
En 2009, el crecimiento de la economía argentina fue menor al 1% (0,8 según el Indec). Sin embargo, mientras otras actividades caían, las culturales crecieron un 8%. El fenómeno se explica por "cierta inercia positiva que viene de cuatro años de crecimiento consecutivo a tasas de dos dígitos", explica Natalia Calcagno, socióloga especialista en Metodología de la Investigación y coordinadora del Sinca. Por otra parte, "si bien los consumos culturales son elásticos al ingreso, y cuando la economía cae son los primeros en ajustarse, no desaparecen del todo". Cuando se reduce su poder adquisitivo, la gente compra menos diarios, libros y entradas al cine o al teatro. Pero no deja de leer y a lo mejor cambia los espectáculos pagos por otros gratuitos. "Esto lo vimos muy claro durante la crisis de 2001 y 2002", dice Calcagno.
"En este sentido, el año 2009 nos sirvió como variable de control, para saber si las actividades culturales crecían empujadas por la economía, o si en realidad está pasando algo con la cultura que la está llevando a una especie de boom ", señala la socióloga. Calcagno está convencida de que las cifras de la cultura del año 2010 (que se conocerán a mediados de este año, cuando se desglosen los datos del PBI) continuarán con esta tendencia positiva. "Algunos datos preliminares, como las ventas de libros, entradas de cine y asistencia a espectáculos musicales así lo sugieren."


Sobredosis de tevé

De todas las industrias culturales, la que presenta mayor dinamismo es la producción audiovisual. "La televisión, y sobre todo la exportación de formatos de programas, ha registrado un crecimiento asombroso durante los últimos años, desplazando la venta de ?enlatados' y actividades tradicionales como la exportación de libros", señala Calcagno. Este rubro, que incluye la venta de derechos para producir localmente el formato (idea, guión y servicios de adaptación), explica en parte el superávit en la exportación de servicios culturales.
Según un informe de la BBC de diciembre de 2009, la Argentina es el cuarto exportador mundial de contenidos televisivos, sólo superado por Gran Bretaña, Estados Unidos y Holanda. Los exitosos Pells , Casi ángeles y Rebelde Way (todos de Cris Morena Group) encabezan la lista de "los más vendidos" a mercados tan disímiles como España, Italia, Rusia, Turquía, México y Estados Unidos.
El auge de la industria nacional de contenidos televisivos tiene mucho que ver con la estructura de pequeñas productoras independientes creadas en los años 90 para tercerizar una tarea que hasta entonces correspondía a las emisoras de aire. "Lo que empezó como un parche para cuidar la caja de los canales y precarizar el empleo se convirtió en una oportunidad de crecimiento para la industria, que multiplicó fuentes de trabajo, mejoró su calidad y ganó mercados internacionales", apunta Claudio Martínez, fundador y director de El Oso Producciones ( Científicos Industria Argentina ) y ex director periodístico de América TV.
Con programas innovadores, de alta calidad y a un costo relativamente menor, las productoras comenzaron a ganar espacio y dejaron de ser artesanales para convertirse en pymes. Algunas dejaron de ser independientes y en los primeros años de esta década fueron compradas por los canales. Otras dejaron de ser argentinas para ser parte de conglomerados internacionales. En este proceso, el país pasó de importar latas y cintas a exportar contenidos.

Luz, cámara... ¡pochoclo!

Durante 2010 la venta de 38 millones de entradas de cine en todo el país generó ingresos por unos 680 millones, de pesos según datos de la consultora Ultracine. Esto representó un aumento del 13,8% en relación con 2009 (un año de considerable caída por la epidemia de gripe A durante junio-julio).
El mejor año de la década fue el 2004, cuando se vendieron casi 43 millones de entradas. Lejos, sin embargo, de los números de la década del 80, cuando asistían al cine unos 61,5 millones de espectadores anuales, en las 996 salas que había en el país. A principios de los años 90, la cantidad de salas se había reducido a 340 y los espectadores, a 15 millones, según consta en el libro Valor y símbolo: dos siglos de industrias culturales en la Argentina , editado por la Secretaría de Cultura de la Nación. Sin embargo, a partir del nuevo siglo, el modelo de negocios asociado con los multicines en shoppings y centros comerciales reanimó la apertura de salas que, aunque de menor capacidad, llegan a más de mil en la actualidad.
Un derrotero similar siguió la producción de películas nacionales en los últimos 20 años. De sólo ocho películas nacionales estrenadas en 1994, al año siguiente, como consecuencia de la entrada en vigencia de la ley nacional del cine, se pasó a rodar en el país 24 películas. En 2009 se produjeron en el país 45 largometrajes. Ése fue el año en que El secreto de sus ojos (ganadora del Oscar en 2010) rompió la taquilla y el cine nacional alcanzó su mayor cuota de mercado, con 5,3 millones de espectadores (uno de cada seis). La ciudad de Buenos Aires y la provincia de San Luis, al promover el cine como industria (y no como servicio), concentran la mayoría de las actividades de producción y rodaje de films nacionales.
En 2010, en tanto, se estrenaron 95 películas argentinas, 80 de las cuales no llevaron más de 10 mil espectadores. Sólo uno de cada 11 asistentes al cine optó por una película nacional. No obstante, fue un año de gran crecimiento en la facturación de las salas debido, por un lado, al aumento del precio de las entradas y, por el otro, a la explosión del cine 3D, que captó a un 18% de los espectadores y generó el 26% de la recaudación. El año pasado cerró con 112 salas habilitadas para proyectar películas tridimensionales y para fines de 2011 se espera superar las 200. La apertura de cada una requiere una inversión de unos 240.000 dólares, con lo que este año, las cadenas invertirán 22 millones de dólares para montar nuevas salas o transformar las convencionales en 3D.

Música digital

La industria discográfica está atravesando una fuerte crisis global por obra de la digitalización y la Argentina no escapa a este fenómeno. En la última década, el negocio de la música se dio vuelta. Antes los artistas hacían shows para promocionar sus discos y ahora hacen discos para promocionar sus shows. En este escenario, las discográficas independientes (de origen nacional) tienen más posibilidades de supervivencia al centrarse en la búsqueda y promoción de nuevos artistas (no tan afectados por la piratería) e integrar las nuevas tecnologías como herramientas de difusión y comercialización.
Durante 2009 se vendieron en el país unos 13,5 millones de unidades (principalmente CD), dos millones menos que en 2008. La venta on-line (legal) representó un 7% de esa cifra (internacionalmente se sitúa entre el 15 y el 40%), según datos de la Cámara de Productores de la Industria Fonográfica (Capif). Según el Laboratorio de Industrias Culturales de la Secretaría de Cultura, de las 129 discográficas existentes en el país, 107 funcionan en la ciudad de Buenos Aires. Unas 70 de ellas son independientes y representan un 23% del mercado.
La piratería se lleva más del 60% de la venta de CD y el 99% de las descargas vía Internet, según Capif. "Hoy se consume más música que nunca (la mayoría en formato digital), sólo que pocos pagan por ella. A su vez hay continuos entrecruzamientos entre las industrias creativas: videojuegos y películas llevan música, por ejemplo, y esto hace que crezca el mercado", señala el director de Industrias Creativas de la Ciudad Autónoma, Enrique Avogadro.
Escuchar música es desde hace décadas uno de los consumos culturales más frecuentes entre la población de todos los niveles de ingresos y sobre todo, entre los más jóvenes (93%, según la última Encuesta Nacional de Consumos Culturales, de 2006).




Artes y espectáculos

Según la Encuesta Nacional de Consumos Culturales, un 11% de la población concurre al menos una vez al año al teatro. Desde 2003, el número de espectadores teatrales en el circuito oficial y comercial se mantiene en 3 millones anuales.
Con siete teatros oficiales (entre los que se destacan el Colón y el Cervantes), 123 no oficiales, 25 salas comerciales y más de 400 espacios ligados al teatro independiente, Buenos Aires es, para Carlos Rottemberg, director de la Asociación Argentina de Empresarios de Teatros, "la cuarta ciudad en el mundo del teatro, sólo precedida por Londres, Nueva York y Madrid". El cálculo del productor teatral responde a la ecuación entre la cantidad de obras estrenadas, la disponibilidad de butacas y el número de asistentes. Buenos Aires tiene incluso más teatros que Nueva York, aunque menor cantidad de butacas y, por ende, de espectadores.
No obstante, si bien existe una gran concentración de la oferta teatral (como de otras actividades culturales) en la ciudad autónoma, otros centros urbanos ofrecen una buena cartelera (Villa Carlos Paz y Mar del Plata se destacan especialmente), gracias a las giras de los elencos por todo el país.
En cuanto a los museos, galerías y salas de arte, la situación es similar. La ciudad de Buenos Aires cuenta, entre públicos y privados, con más de un centenar de museos, a los que se suman unos 600 espacios de arte que incluyen muestras de dibujo, pintura, fotografía, grabado, performances e instalaciones. La Asociación Argentina de Galerías de Arte (AAGA) nuclea a 40 galeristas, y hay otros tantos que son independientes.
La asistencia a museos durante 2009 totalizó, según datos de la Dirección General de Museos, unas 864 mil personas, casi la mitad de ellas en la ciudad de Buenos Aires.
En los últimos años cobraron importancia las ferias como arteBA y Arteclásica, con creciente convocatoria de público y de ventas. La edición de arteBA 2010, por ejemplo, contó con más de 80 mil asistentes y se registraron ventas superiores a las del año anterior, con obras comercializadas por valores que oscilaron entre los 300 y los 25 mil dólares.

Fiestas y cultura popular

Asociada generalmente a una elite, la cultura se manifiesta de forma extendida y democrática en las fiestas y festivales populares. Según un relevamiento del Sinca, existen a lo largo del país más de 2700 celebraciones ligadas a temáticas religiosas, artísticas, folklóricas, productivas o cívicas. Grandes ciudades, pueblos pequeños, ricos, pobres, jóvenes y viejos; todos los argentinos tienen cada año una oportunidad para la celebración colectiva y la expresión de sus valores y tradiciones.
Según el relevamiento del Sinca, la categoría religiosa es la que presenta la mayor cantidad de celebraciones con un 36% del total. La figura más venerada es santa Rosa de Lima, seguida de lejos por el poco ortodoxo Gauchito Gil. Las festividades de tipo cívico (la fundación del pueblo, el día del inmigrante) representan el 32%, seguidas por las de índole productiva (Fiesta de la Flor, del Ternero o de la Papa), y finalmente los festivales folklóricos (7%).
Si se analiza la localización geográfica de estos festejos, en el norte del país predominan las celebraciones religiosas; en el centro, las productivas y en el sur, las fiestas cívicas. En cuanto a su distribución en el calendario, la mayoría se lleva a cabo en primavera y verano, lo que coincide con la temporada de receso escolar y constituye un factor potenciador del turismo.
"Las fiestas populares generan un movimiento económico importante aunque difícil de medir, salvo en aquellas multitudinarias, como los carnavales de Gualeguaychú, la Fiesta de la Vendimia o los festivales de Cosquín y Jesús María -apunta Calcagno-. Sin embargo, aun la fiesta más simple del patrono local genera ingresos al vendedor de estampitas, de gaseosas, al hotel o restaurante." Lo más importante es que son actividades culturales muy federales y se las encuentra en cada rincón de la Argentina.

Libros y lectores

Si algo caracteriza a la industria editorial argentina es la presencia de numerosas editoriales independientes, que brindan una diversidad de títulos y autores única entre los mercados de habla hispana. De acuerdo con datos de la Cámara Argentina del Libro (CAL), en 2010 se publicaron unos 20.300 títulos (entre novedades y reediciones), con más de 75 millones de ejemplares. Esto significó para el sector una facturación superior a los mil millones de pesos.
Según la CAL, existen en el país unas 385 entidades cuya actividad principal es la publicación de libros. Sin embargo, el variopinto universo editorial incluye, además de las empresas propiamente editoras, instituciones académicas, organizaciones sociales y culturales y a los propios autores que financian y llevan a cabo su "autoedición".
La actividad editorial -y lo mismo ocurre con las librerías- se encuentra altamente concentrada en la ciudad de Buenos Aires. Y son los sellos internacionales, como el grupo español Planeta (adquirió Emecé en 2000) y Random House Mondadori (compró Sudamericana en 2001), los que manejan gran parte de la producción de libros en el país, al imponer una lógica de rotación permanente de novedades y, como ocurre en el cine, lanzamientos mundiales de los grandes autores. Esto deja en manos de las editoriales independientes la experimentación y publicación de los autores noveles locales, que antes estaba a cargo de las grandes editoriales de capitales argentinos.
Como ocurre en el resto del mundo, cada vez se editan más títulos con tiradas más pequeñas, y la brecha no hace sino ampliarse. Hay quienes alertan sobre una sobreoferta de libros que termina perjudicando a las editoriales pequeñas, ya que compiten por el mismo espacio en las librerías con los sellos transnacionales y su gran poder de promoción.
El advenimiento del e-book , que está ganando terreno en los mercados internacionales, es aún incipiente en el país, donde el 94% de los ejemplares se publican en papel y sólo 152 títulos se registraron en formato digital en 2009.
En cuanto al promedio de lectura, los argentinos dicen leer 4.6 libros al año. Entre quienes más leen están las mujeres, los menores de 35 años, los de nivel socioeconómico alto y los que residen en Buenos Aires y zonas del conurbano. El 70% de los lectores dice hacerlo por placer y en segundo término (aunque en primer lugar en el caso de los niños y adolescentes), por motivos de estudio.
La literatura local de ficción está, en volumen de ventas, por detrás de otros géneros como la investigación periodística, los ensayos y la autoayuda. Por cantidad de ejemplares publicados, el primer lugar lo ocupan los libros de ciencias sociales y humanidades; les siguen ensayos sobre otras disciplinas, la literatura nacional y extranjera, literatura infantil y juvenil y libros de arte, en ese orden.

Fuente: ADN Cultura LA NACIÓN


EN LA BOCA,
EL VIDEO-ARTE SE POTENCIA CON TEXTOS



Tres muestras en Proa dialogan entre sí en distintos soportes y reúnen a artistas de cuatro continentes. "Art in the Auditorium III", "Of Bridges and borders" y "Cortar y pegar".

ELODIE PONG. LA ARTISTA SUIZO–NORTEAMERICANA PROVOCA AL REVISAR ESTEREOTIPOS CON SUS TEXTOS Y VIDEOS.

POR Mercedes Pérez Bergliaffa, ESPECIAL PARA CLARIN

Todavía estoy aquí, en Saigón. Pero cuando estoy aquí, quiero estar allí. Y cuando estoy allí, sólo quiero volver a la jungla”, dice el personaje de la obra del libanés Jalal Toufic, uno de los trabajos exquisitos que pueden verse hasta el 6 de marzo en la Fundación Proa.
Es raro ver estas obras en Buenos Aires, ya que no se exponen con frecuencia en Sudamérica. Pero no son una sino tres, las muestras que se exhiben en Proa: Art in the Auditorium III (compuesta por videos experimentales de verdaderas estrellas del escenario internacional); Of Bridges and borders (“De puentes y fronteras”, obras interdisciplinarias de artistas internacionales contemporáneos), y Cortar y pegar (de artistas contemporáneos argentinos). Para contemplarlas durante horas, Proa acondicionó sus salas con pufs y sillas de todo tipo para sentarse a observar, a mirar. Especialmente en la planta baja, donde se exponen las video–obras de 9 artistas de China, Gran Bretaña, Chile, Turquía, Suiza, Nueva Zelanda y Noruega. Hoy Proa parece, más que una fundación de arte, varias salas de cine compiladas en una. Si decide ir, hágalo con tiempo, ya que es como ver varias películas juntas, unas tras otra, y siempre en el mismo espacio.
Muy recomendable es la poética “La leyenda de Ygg”, de la noruega Marthe Thorshaug. Basada en una leyenda sobre “los jinetes de la muerte”, las imágenes son planos–micro con muchísimo acercamiento a los detalles y de notable calidad. Así, las crines de los caballos, sus orejas, las luces que los iluminan por partes llevados a un tamaño de proyección gigante trasladan al espectador a una situación hipnótica y ajena.
Conviene observar la selección de trabajos del inglés Stephen Sutcliffe. “El jardín de Proserpina”, “Ven al puente” y “Te lo haremos saber”, son sólo algunas de sus obras expuestas. Creadas a partir del ensamble de fragmentos de películas viejas con bandas sonoras aparentemente inconexas, lo peculiar de la obra de Sutcliffe es que no utiliza sólo programas de video para realizarlas sino también otros programas visuales digitales, como por ejemplo, el photoshop. ¿El resultado? Una obra que excede lo estrictamente audiovisual y utiliza todos los recursos digitales disponibles. Y que tiene textos fuertes , que sólo se comprenden con las “nuevas” imágenes: “¡Lydia! ¡Qué carajo! ¡Usa medias rojas!”, comenta un protagonista.
En esta muestra de videos hay que prestar especial atención a los textos , porque algunos son bellos y otros, escandalosos; pero todos enganchan. Por ejemplo, “poseo el perturbador encanto de las cosas muertas que tienen una segunda oportunidad”, dice, vestida de oso panda, la protagonista de la obra de Elodie Pong. “De noche, todos los ruidos son más fuertes”, dice otra mujer en el video “Lucía, Luis y el lobo”.
Más allá de estas video–obras de Art in the Auditorium , usted no puede dejar de ver, en las otras salas de Proa, los trabajos “Una casa digestiva para un piso patera de Lavapiés”, de Josep-María Martin; y “Collages de Ur” de Thomas Hirschhorn, ambas obras dentro de Of Bridges and borders . Eso sí: la obra de Hirschhorn puede herir susceptibilidades, dado que muestra fotos de decapitados, heridos y ultrajados, de una manera ultra–real. Cada una va pegada a otra imagen de una modelo, como para acentuar el contraste.

Fuente: clarin.com

UN UNIVERSO
EN EL QUE BRILLAN EL ARTE CONCEPTUAL
Y LA GEOMETRÍA



En “Punto, línea y curva” se exhibe la obra de artistas locales y extranjeros, como Sol LeWitt.


DETALLE. UN DISEÑO DE BETO DE VOLDER.


Por Marina Oybin, ESPECIAL PARA CLARIN

Dibujos, esculturas, pinturas murales, objetos y videos de artistas locales y de Francia, EE.UU., Brasil, Grecia y República Checa copan desde el martes las salas 1 y 2 del C.C Borges (Viamonte y San Martín). Con excelente montaje, Punto, línea y curva sumerge en un universo donde, justamente, esos elementos son estrellas de la composición.
“Incluimos una treintena de artistas de la tradición de la abstracción geométrica y del arte conceptual, estableciendo diálogos y relaciones entre las obras”, dice a Clarín el crítico de arte francés Philippe Cyroulnik, director del Centro Regional de Arte Contemporáneo de Montbéliard (Francia). Cyroulnik, impulsor del arte argentino en Francia, viene recorriendo distintos talleres y galerías de nuestras pampas hace más de 20 años.
De Sol LeWitt (1928/2007, EE.UU.), uno de los máximos exponentes del arte minimalista y conceptual, se expone un dibujo mural de la colección Billarant (París). Como en muchos trabajos conceptuales, consiste en las indicaciones que el artista dejó por escrito para realizarla: se trata de una grilla con medidas variables (según la dimensión de la pared), y un diseño con colores primarios. “Lo extraño es que es la misma obra, pero nunca es el mismo dibujo porque en cada lugar la paredes y los diseños son distintos”, dice el curador. Y agrega: “Aquí LeWitt produjo un espacio en el que la geometría, con parámetros muy simples, puede producir una variación de la línea”. En este caso, se trata de una serie de 2 mil cuadrados de 10 x 10 cm. La estructura modular invita a acercarse, a descubrir los detalles de las líneas que parecen infinitas, obsesivas. Una joyita.
Del reconocido artista francés François Morellet, que integró con Le Parc y Vasarely el Grupo de Investigación de Arte Visual (GRAV), hay dos dibujos murales. Preste atención a la cruz en una de las paredes junto a la entrada: por efecto óptico da la impresión de desplazarse.

TRADICIÓN. EN LA OBRA DE DANIEL JOGLAR.

Hay también dibujos del artista francés Al Martin, una pintura mural de Philippe Compagnon (que viajo a Buenos Aires para hacer la obra in situ), y dibujos murales de François Perrodin y Jean Gabriel Coignet (que enviaron los diseños al curador).
Del escultor checo Vladimir Skoda, cuyas obras con imanes, mercurio y metal ponen el foco en el cosmos, la materia y la energía, se puede ver una serie de dibujos que acercan a una geometría cósmica.

La muestra incluye recientes poesías visuales de León Ferrari, donde atrae el ritmo de su bella “escritura” abstracta, y “radiografías de obra” de Raúl Lozza: estudios donde el artista analiza cómo el entramado de las líneas de sus obras crea nuevas formas. De Enio Iommi, pionero del arte concreto en el país –en los años 40 integró la Asociación de Arte Concreto-Invención con Tomás Maldonado, Alfredo Hlito, Raúl Lozza y Manuel Espinosa– hay dos esculturas de alambre de acero, madera y mármol que evidencian la tensión que es capaz de ejercer una línea en el espacio, y que “dialogan” con una escultura de Elena Dahn.
A no perderse la maravillosa obra con objetos y una pintura mural de Roberto Elía: un planteo bien analítico sobre el punto, la línea, el círculo, la esfera y sus proyecciones en el plano y en el espacio, en un trabajo que el curador define “como un juego estético y filosófico”.
Hay obras de Eduardo Stupía, Juan José Cambre, Mirtha Dermisache, Graciela Hasper, Andrés Sobrino (con cintas de colores que ocupan las paredes y el piso), Daniel Joglar y Verónica Di Toro (pinturas con elementos del optical art). Hay más: obras hechas a partir de gráficos de barras, de Mariana Cerviño, y un inolvidable diseño con goma pegada en la pared, de Beto De Volder. Muy bueno el video “Faber”, de Vassili Salpitis, que se pregunta qué hace un artista cuando no sabe qué crear, y “Verso reverso”, de Julio Villani.

Fuente: clarin.com

ENTRE VARÓN Y MUJER:
EL SECRETO ESTARÍA EN SUS OJOS



Investigadores italianos dicen haber resuelto el misterio. Aseguran que el retrato mezcla rasgos de “El Salai”, un amante de Da Vinci, y de una mujer.

MONA LISA.

SAN JUAN BAUTISTA. “EL SALAI” ES EL MODELO.

PARECIDOS. VINCETI LOS HALLA EN LA NARIZ Y LA BOCA.

Última noticia de la dama más mediática del Renacimiento , la “Mona Lisa”, de Leonardo Da Vinci. Según una investigación del Comité Nacional italiano para la Valoración de Bienes Históricos, esconde en sus pupilas las iniciales “L” y “S” , que corresponderían a quienes inspiraron al artista italiano: el que habría sido amante durante media vida del autor renacentista, conocido como “El Salai” y Lisa Gherardini, mujer del comerciante Francesco del Giocondo, aunque también se mencionó la posibilidad de que apunte al propio Leonardo o a la mujer de Ludovico El Moro, que el artista veía pasar a diario mientras pintaba “La última cena”.
Pero la hipótesis más fuerte para explicar la “L” evoca a Gherardini. El presidente del comité, Silvano Vinceti, aseguró que decir que La Gioconda es Gherardini sería “una verdad a medias”, pues la enigmática obra de Leonardo incorpora también rasgos de “El Salai”. De hecho, los cuadros en los que el italiano utilizó a su amante como modelo lo reflejan como un personaje “ambiguo y extremadamente andrógino ”, con rasgos “muy similares” a los que presenta la “Mona Lisa”. El Salai, cuyo verdadero nombre era Gian Giacomo Caprotti, empezó a los 16 años a trabajar con el artista y permaneció a su lado durante 25 años siendo su amante, según una hipótesis con mucho consenso entre los historiadores del arte. Vinceti destaca el gran parecido entre los rasgos de las caras de los protagonistas del San Juan Bautista y El Angel Encarnado con la nariz y la boca de la “Mona Lisa”.
Además, la investigación también ha revelado que el genio italiano pintó el número 72 bajo uno de los arcos del puente que aparece al lado de la Gioconda en el cuadro. La presencia de este número, según Vinceti, “no puede ser casual”, ya que se trata de una cifra “mágica”, ligada a numerosas tradiciones religiosas y místicas muy en boga en la época.
La Cábala, por ejemplo, indica que el nombre de Dios está formado por 72 letras. Por su parte, el 2 es una cifra a la que históricamente se relaciona con la armonía entre el género masculino y el femenino, una fusión entre el hombre (El Salai) y la mujer (Gherardini), que podría haber desembocado en la enigmática Mona Lisa.
Vinceti, que reconoció que probablemente exista un “verdadero código Da Vinci” , también quiso llamar la atención sobre el resultado de la suma 7 + 2, que es 9 y simboliza la “iniciación, o sea la divinidad que se manifiesta al hombre que la representa. Leonardo compara así la figura del pintor con la de un ser casi mitad divino, que es capaz de reflejar la realidad creada por Dios en un cuadro”.
Todos estos descubrimientos sobre la personalidad del genio Da Vinci hacen que se considere a La Gioconda, “un testamento vital” de la última etapa de Leonardo Da Vinci, de la que los investigadores dicen que probablemente fuera la más mística del artista.
“Revela las dimensiones filosófica, esotérica, teológica y religiosa del último período de la vida de Leonardo Da Vinci, quizá ése sea el gran secreto de La Gioconda y la respuesta de por qué este cuadro le era tan caro y lo acompañó hasta la muerte”, afirmó Silvano.
Sobre la elección de un puente para acompañar a la figura principal de la obra, la investigación aseguró que se trata de un elemento simbólico que siempre se ha asociado a la muerte, pero también al retorno al vientre materno. Por ello, Silvano indicó que eligiendo el puente como elemento decorativo del paisaje Da Vinci pretendía hacer un guiño a la maternidad y su significado.
El Comité Nacional italiano para la Valoración de Bienes Históricos explicó que la investigación que han llevado a cabo se centró en el análisis de reproducciones digitales de gran calidad y en la reconstrucción de la vida y el pensamiento del genio italiano.
Pero el Louvre, propietario de la “Mona Lisa”, tiene sus dudas.
Consultado por la agencia AFP, el Museo señaló que “el cuadro fue sometido a todos los análisis de laboratorio posibles en 2004 y 2009.
No se ha encontrado ninguna inscripción en estos exámenes ”.
Vinceti respondió que “están realmente ciegos” y se ofreció a ir al Louvre y colaborar con el estudio de La Gioconda. No se sabe si el Museo aceptará o no. Por ahora, seguirá el misterio.

Fuente:clarin.com

MISTERIOSA SUBVERSIÓN DE UN ARTISTA



AL GATO Y AL RATON. Aleksei Plutser-Sarno se oculta luego de ofender a los líderes.

POR ELLEN BARRY - The New York Times

Se ha tornado dificultoso localizar a Aleksei Plutser-Sarno. Cuando un operativo policial cercó a Voina, el colectivo de arte ruso radical al que pertenece, Plutser-Sarno dejó de usar celulares, ahora recurre a Skype y a veces, a cartas entregadas en mano por intermediarios.
Trata de no pasar dos noches seguidas en el mismo lugar, y complota distracciones de todo tipo ­una vez concedió entrevistas diciendo que estaba en Estonia mientras subía entradas a un blog desde Tel Aviv, otro lugar en el que no estaba.
Voina, que significa guerra, lleva tres años jugando al gato y al ratón con las autoridades policiales, montando acciones callejeras que fueron de lo críptico (arrojar gatos vivos a cajeros de McDonald’s) a lo monumental (un pene de 64 metros pintado en un puente levadizo de San Petersburgo, de tal manera que se elevaba señalando las oficinas del FSB, el servicio de seguridad).
En septiembre, Voina lanzó su proyecto más audaz: "Revolución en el palacio", que consistía en correr hasta autos de policía estacionados y volcarlos ­un comentario sobre la corrupción policial, según explicó el grupo.
Las autoridades rusas han presentado nuevos cargos con la intención de silenciar al grupo. Dos de sus líderes están detenidos, con sentencias de hasta siete años; un tercero teme perder la custodia de su hijo.
A los 48 años, Plutser-Sarno ha pasado gran parte de su carrera siendo centro de la atención pública; es autor de un diccionario de varios volúmenes de obscenidades rusas, y condujo "El cuadrado negro", un malicioso programa periodístico por televisión.
Esa vida, no obstante, terminó.
Dijo que los investigadores lo amenazaron con acusarlo de organizar una banda criminal, lo cual podría traer aparejada una sentencia de hasta 20 años. David Riff, crítico de arte de Moscú, dijo que los arrestos han dañado en forma permanente al grupo de artistas cuyo principal atractivo radica en los escapes reiterados y en algunos casos temerarios.
Cuando le preguntaron si el estilo de vida clandestino le pesaba, Plutser-Sarno sonrió. Le gusta mucho.
Fue el disgusto lo que impulsó a Voina, dijo. Hacia mediados de la última década, la expresión radical prácticamente había desaparecido de la vida pública. Los actos opositores eran marginales. Los artistas ganaban ingresos cómodos en las galerías, avalados por multimillonarios conectados con el Gobierno.
"Son gente que viaja constantemente a Occidente, obtiene becas, participa en conferencias, lee informes sobre la revolución y el marxismo y las difíciles condiciones de la clase trabajadora en Rusia", dijo Plutser-Sarno.
Se juntó con Oleg Vorotnikov, fundador de Voina, que desde entonces está detenido. El grupo organizó una orgía en el Museo estatal de Biología, considerándolo un comentario sobre la campaña que llevó a Dmitri A. Medvédev al poder.
El mundo artístico de Moscú respondió fríamente.
En cambio YouTube, LiveJournal y Twitter permitieron que Voina llegara a jóvenes rusos que compartieron el sentido del humor del grupo y la bronca hacia la policía. Sus proyectos se volvieron más arriesgados. El juego terminó, no obstante, el 14 de enero, cuando un juez en San Petersburgo extendió la detención previa a juicio para Vorotnikov y Leonid Nikolayev, otro de los líderes de Voina.
En cuanto a Plutser-Sarno, no aparece por ninguna parte.

Fuente: Revista Ñ Clarín

PREMIAN EN ESPAÑA A ELENA PONIATOWSKA



PONIATOWSKA. LA ESCRITORA MEXICANA GANO POR SU NOVELA “LEONORA”

Leonora , la novela biográfica que narra la vida de la pintora Leonora Carrington, convirtió ayer a la periodista y narradora mexicana Elena Poniatowska en la nueva ganadora del prestigioso premio Biblioteca Breve, que otorga cada año en Barcelona la editorial Seix Barral.
“En un escenario cosmopolita y con recursos verbales magistrales, la autora construye una figura femenina turbadora en la que se encarnan los sueños y las pesadillas del siglo XX”, concluyó el jurado, integrado por la escritora española Rosa Montero y Elena Ramírez, directora de la editorial, entre otros.
La obra, que se lanzará el 22 de febrero en España y en junio en la Argentina, se sitúa en el París de entreguerras. En aquella época, Carrington vivió un romance feroz con el pintor Max Ernst a la vez que coincidió con Salvador Dalí, Pablo Picasso y Marcel Duchamp en plena revolución surrealista en la capital francesa.
“ Leonora no es sólo un acto de amor sino también un homenaje a la vida y a la obra de una mujer que ha hechizado a México con sus colores y sus palabras”, sostuvo Poniatowska, que mantuvo varias entrevistas con Carrington. La artista vive hace décadas en la capital mexicana y tiene 93 años.
La importancia de lo femenino, destacada por el jurado, es algo central en la obra tanto de ficción como periodística de Poniatowska. Tal vez por eso dedicó el premio “a las mujeres mexicanas que están viviendo tiempos de agresión”.
Su compatriota Carlos Fuentes, también ganador del Biblioteca Breve, celebró alguna vez “su contribución para darle a la mujer un papel central en nuestra sociedad”. Esa misma sociedad reconoció a esta autora nacida en París en 1932 en el seno de la familia real polaca, pero que desarrolló toda su carrera en México. En 1978 su país le otorgó el Premio Nacional de Periodismo y, en 2007, inauguró el Premio Iberoamericano de Novela que lleva su nombre.
La autora de La piel del cielo , novela que le valió el Premio Alfaguara en 2001, recibirá 30 mil euros por su nuevo galardón, que tiene especial importancia para las letras latinoamericanas y que el año pasado ganó el argentino Guillermo Saccomanno.
Es que en 1962 lo ganó el peruano Mario Vargas Llosa, último Premio Nobel, por su obra La ciudad y los perros . Ese reconocimiento y el lanzamiento de Rayuela , de Julio Cortázar, en 1963, marcaron el inicio del llamado “boom latinoamericano”, a partir del cual las letras regionales se introdujeron en forma masiva en el mercado editorial europeo, a través de nuevas temáticas y estilos.
A Vargas Llosa le siguieron el cubano Guillermo Cabrera Infante, que obtuvo el Biblioteca Breve en 1964, y Fuentes en 1967. Mucho después de aquel boom, el premio invita esta vez a Poniatowska a que continúe su expansión a ambos lados del Atlántico.

Fuente: clarin.com