¿De qué cultura se puede hablar cuando se consienten estas matanzas por placer, como espectáculo? Aplaudimos a las Islas Canarias y a Cataluña, que han desterrado a las degradantes corridas. Y alentamos a todo el resto de España, a que se encolumne tras ellas, a que imite su ejemplo y haga lo mismo.
Manifestantes en contra del maltrato a los animales protestan en las afueras de la Plaza de Toros de La Macarena durante una de las corridas que forman parte del cartel taurino de la temporada de La Candelaria en Medellín.
Así queremos verlos. Los toros de lidia nos parecen verdaderos monumentos naturales a la belleza. Nadie tiene derecho a privarlos salvajemente de sus vidas y menos que menos como diversión, habiéndolos destrozado internamente y debilitado previamente para ponerlos en inferioridad de condiciones en esas luchas desiguales que son las corridas, "fiestas" de los más bajos y degradantes instintos del ser humano.