EL ENIGMA DE LOS RETRATOS DE BELGRANO:
¿CUÁL DE TODAS ES LA VERDADERA CARA DEL PRÓCER?


Una investigación indaga en la imagen del Manuel Belgrano que conocemos por pinturas y dibujos, pero que presentan rasgos completamente distintos entre sí
Una investigación indaga en la imagen del Manuel Belgrano que conocemos por pinturas y dibujos, pero que presentan rasgos completamente distintos entre sí


María Paula Zacharías


A dos siglos de la muerte de Manuel Belgrano la investigadora y académica del Conicet Laura Malosetti Costa se pregunta en cuál de todos los retratos del héroe está la verdadera cara, o la más parecida. "Nada más que hipótesis podemos construir acerca del significativo misterio alrededor de los retratos europeos de Belgrano. Ninguno está firmado ni fechado, ni fue exhibido ni se habló de ellos en vida de Belgrano. Todos los retratos conocidos, menos uno, hicieron su aparición después de la muerte del prócer", dice.
En una investigación escrita a pedido de Guillermo Scarabino, presidente de la Academia Nacional de Bellas Artes, y realizada en estos días sin poder visitar hemerotecas ni archivos ni museos, hace una pesquisa para resolver el enigma Belgrano. Parte de lo ya planteado por el historiador Tulio Halperin Donghi en su último ensayo, publicado en 2014, donde lo llama "héroe sin rostro" : "Las conjeturas de pintores e ilustradores se multiplican en retratos, láminas conmemorativas y estampillas. Solo tres de ellos fueron realizados en vida de Belgrano; sin embargo, presentan rasgos completamente distintos entre sí".
Entonces, ¿qué hay de "verdad" en los retratos que se vuelven símbolos colectivos de las naciones y de las ideas?, se pregunta Malosetti. De la iconografía belgraniana a lo largo del tiempo, que alimenta no solamente la imaginación escolar sino también documentos oficiales, papel moneda, estampillas y monumentos, hay varios trabajos revisados por la autora que documentan quiénes fueron sus autores, qué de su fisonomía puede conocerse a través de ellos, cuáles fueron hechos en vida del retratado, y muchos más textos que los comentan: "De qué color eran sus ojos, cuán refinadas eran sus facciones, qué tipo étnico podía adivinarse en ellas, si su refinamiento era una pose de dandy o revela algo de afeminamiento. en fin - explica Malosetti-. Muchas elucubraciones alrededor de una fisonomía esquiva, en busca saber algo más". Y, claro, hay más: "He leído decenas de conjeturas sobre sus retratos. Si efectivamente los encargó y posó, algo debió ocurrir por lo cual el artista no los firmó ni Belgrano los retiró ni se refirió a ellos nunca en su correspondencia o sus memorias".
Sin embargo, Belgrano fue, sin duda, un activo "fabricante de emblemas": hay evidencias de la importancia que le otorgaba a lucir escarapelas y enarbolar banderas. Pero a diferencia de otros líderes, hasta donde se sabe, no encargó ningún retrato luego de sus victorias en Salta y Tucumán. "Cada retrato de Belgrano encierra un enigma difícil de resolver hoy. Cada uno es fruto de un pacto entre quien lo encarga (a menudo el propio retratado) y el retratista en cuanto a tamaño, precio, apariencia, vestimenta, ambiente, inscripciones, y, sobre todo, respecto del logro de un parecido". Y ahí podría estar el problema: "Quién sabe qué inadecuación imaginó Belgrano en su figura o en su desempeño en el rol militar que tuvo que asumir tras su adhesión a la causa revolucionaria, para este silencio documental que se nos aparece como una evidente decisión de nuestro héroe de no exhibir, de no escribir, de no encargar o - al menos - no traer a su regreso de Londres ningún retrato suyo", dice Malosetti.
La autora es decana del Taller Instituto de Investigaciones sobre el Patrimonio Cultural -TAREA y por ahí parece que continuará la búsqueda. "Tal vez el único camino sería interrogar a las obras mismas: hacer estudios de sus pigmentos y de sus soportes, reflectografías para analizar las pinceladas y repintes, radiografías para encontrar rastros de su proceso de ejecución o firmas ocultas. trazar nuevas conjeturas". Continuará después del confinamiento. Por lo pronto, propone un recorrido por lo que se sabe de cinco imágenes que llegaron hasta hoy, y luego dejar el enigma en paz: "Tal vez deba pensarse como el resultado de una eficaz y discreta construcción de la memoria visual del prócer por parte de sucesivas generaciones de la familia Belgrano, que mantuvieron un celoso cuidado de su memoria, hasta llegar a Manuel Belgrano, su chozno nieto, quien dirige hoy el Instituto Nacional Belgraniano".


1. La extraña miniatura de Joseph Alexandre Boichard

   Miniatura sobre marfil, firmada por J. A. Boichard, sin fecha


Este retrato en miniatura sobre marfil, de 6.3 cm. de diámetro, está firmado a la derecha por J.A. Boichard, sin fecha. Al dorso tiene una leyenda: "Retrato del General Don Manuel Belgrano pintado en Europa en 1793 por J. A. Boichard". "No sabemos quién ni cuándo agregó ese texto al dorso del retrato, escrito, con toda evidencia, mucho más tarde ya que en 1793 el joven Manuel, de apenas 23 años, estaba muy lejos de ser General. Esa fecha, además, resulta altamente improbable", dice Malosetti, ya que Boichard solo estuvo activo entre 1808 y 1814, y el peinado y la vestimenta, por otra parte, no condicen con la fecha atribuida, según varios investigadores. "No podemos tener certeza, de hecho, de que el retratado sea en efecto Manuel Belgrano, salvo por la atribución de la familia", dice.


2. El retrato de manuales y billetes



                                  Este cuadro emblemático, atribuido a Casimir Carbonnier, se encuentra en el                                                                  Museo Dámaso Arce de Olavarría Crédito: Museo Dámaso Arce de Olavarría



El retrato más difundido de Manuel Belgrano, reproducido, copiado por numerosos pintores y aceptado como el "verdadero rostro" del prócer, incluso utilizado en el papel moneda, "es un bello cuadro en el que Belgrano aparece elegante y en actitud meditativa, sentado en una silla estilo imperio, en un ambiente refinado y austero, con cortinados de terciopelo rojo y con sus piernas cruzadas enfundadas en pantalones amarillos, sosteniendo un objeto casi oculto en su mano (que ha sido identificado como un pastillero), sobre el muslo. A través de una ventana ubicada a su izquierda se despliega -en un cuadro dentro del cuadro- una escena de batalla en la que, además de la consabida palmera para indicar el ámbito sudamericano, se advierte muy pequeña una bandera argentina de solo dos bandas: una celeste y una blanca", describe Malosetti. Es una pintura al óleo sobre tela, de 130 x 110 cm., sin firma ni fecha, que perteneció a la familia Belgrano y fue adquirida a su bisnieto Néstor Belgrano en 1978 por el Banco de Olavarría. Actualmente se encuentra en el Museo Municipal de Artes Plásticas Dámaso Arce de esa ciudad y fue declarado patrimonio municipal en 1996. "Durante mucho tiempo se consideró obra de un retratista inglés anónimo, pero Adolfo Ribera encontró en el diario Argos de Buenos Aires la noticia de la llegada al puerto, desde Londres, de dos retratos de Manuel Belgrano el 10 de abril de 1822, uno de los cuales, indudablemente, es éste". Más de un siglo más tarde, fue atribuido por Mario Belgrano, descendiente e historiador del prócer, a un artista francés muy poco conocido, Casimir Carbonnier (1787-1873), a partir de un soneto anónimo que encontró en el archivo belgraniano del Museo Mitre, y que ha sido desde entonces transcripto innumerables veces para demostrar una autoría incierta. Son las facciones de Belgrano mismo,/ De aquel finado en la memoria vivo./ De mira allí la lid, al patriotismo,/ Y del General parece su esplendor/ Que brilla por Carbonier mucho mayor, rezan los versos finales. "En el retrato de nuestro prócer no hay atributo alguno que lo vincule con la actividad intelectual, la escena de la batalla de Salta a través de la ventana lo vincula sólo a su rol como militar, el cual contrasta no sólo con su vestimenta elegante sino -sobre todo- su enigmático gesto: su mirada no se dirige al espectador sino que, baja y sombría, podría interpretarse como de introspección o melancolía", analiza Malosetti.


3. El dibujo de Rugendas

                                        Este Belgrano en lápiz, según Rugendas, pertenece al acervo del Museo Histórico
                                        Provincial Julio Marc de Rosario Crédito: Museo MARC Rosario


Aquellos cuadros de los que hablaba el diario fueron discretamente atesorados. El mayor de ellos, por la hija de Belgrano, en cuya casa el pintor bávaro Johann Moritz Rugendas pudo verlo en 1845 y realizar a lápiz un dibujo del rostro que firmó y fechó en Buenos Aires, 30 de junio de 1845. Este extraordinario dibujo sobre papel, de 26,5 x 20,5 cm, pertenece al acervo del Museo Histórico Provincial de Rosario "Julio Marc".


4. Mirando al espectador

     En la Sala Guerrico del Museo Nacional de Bellas Artes cuelga este retrato de medio
     cuerpo que perteneció a Bernardino Rivadavia


El otro cuadro, más pequeño, llegado a Buenos Aires según el Argos en 1822, es un retrato de medio cuerpo en el que la pose aparece casi idéntica al anterior, aunque la mirada se dirige al espectador y se puede ver en la Sala Guerrico del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA). "Sabemos que perteneció a Bernardino Rivadavia y fue donado al MNBA en 1938. Puestos uno junto a otro, sin embargo, podría ponerse en duda que sean de la misma mano. El cuadro pequeño parece de mejor factura y el tratamiento del cabello, por ejemplo, difiere mucho en ambas telas. Esto también puede deberse a posibles repintes y diferentes condiciones de conservación", dice Malosetti. Por extensión también se le atribuyó este cuadro a Carbonnier. "Resulta probable que haya sido Bernardino Rivadavia quien persuadiera a Belgrano de la conveniencia o la necesidad de encargar un retrato suyo a un buen artista en Londres". Rivadavia había encargado el suyo y es probable que también haya sido él quien se ocupara de traerlos a Buenos Aires. "Prilidiano Pueyrredón, muchos años más tarde, hizo sendas versiones de ambos retratos atribuidos a Carbonnier, que pertenecieron al Club del Progreso y hoy están en el Jockey Club", indica Malosetti.
"Desconocemos la razón por la cual ninguno de los dos retratos está firmado ni la razón por la cual llegaron a Buenos Aires desde Europa dos años después de la muerte de Manuel Belgrano, ni el por qué de sus pobres condiciones de conservación y repintes encontrados cuando fueron analizados para su restauro. No podemos afirmar con certeza que son de la misma mano, ni quién los trajo ni quién los retiró inmediatamente de la vista pública. ¿Había posado nuestro héroe para el artista (o los artistas) que los había pintado? ¿Por qué no los trajo Belgrano a su regreso? Y si se hicieron o concluyeron después de su muerte, ¿quién los encargó? Por ahora, continúa el enigma", dice Malosetti.

El grabado de sus pompas fúnebres

    Dibujo de Pablo Núñez de Ibarra, único retrato hecho en Buenos Aires en
    vida de Belgrano

Un año después de la muerte de Belgrano se celebraron unas solemnes honras fúnebres. Según describió Bartolomé Mitre en el Epílogo de su Historia de Belgrano y la Independencia Argentina , el recinto estaba "tapizado de banderas con un retrato de Belgrano coronado de laurel." ¿Qué retrato?, se pregunta Malosetti. Seguramente, éste que conserva en el Museo Histórico Nacional y sus medidas son 15,1 x 15 cm. "Aún no habían llegado los que viajaron desde Londres en 1822. El único retrato hecho en Buenos Aires en vida de Belgrano fue el que realizó Pablo Núñez de Ibarra apenas un año antes de su muerte", explica. Correntino (1782-1862), de oficio platero, realizó un retrato rígido e inexpresivo, con poca pericia. "Es difícil discernir si tuvo el modelo a la vista, aunque el cabello, que parece algo canoso, podría ser un indicio de que Belgrano haya posado poco antes de morir para aquel platero con quien, como surge de una carta dirigida a él desde Tucumán en 1812, mantenía una larga amistad. Es el único retrato realizado en Buenos Aires en vida de Belgrano, muy poco antes de su muerte, y no sabemos qué opinión tuvo él de esa imagen suya, si posó para el artista, ni siquiera si alcanzó a verlo", señala Malosetti.




Fuente: lanacion.com


EL FUTURO DE LAS FERIAS DE ARTE SERÁ "HÍBRIDO", SEGÚN ART BASEL


En una charla virtual organizada por arteBA, Noah Horowitz anticipó un escenario que combinará lo físico y lo virtual
En una charla virtual organizada por arteBA, Noah Horowitz anticipó un escenario que combinará lo físico y lo virtual Crédito: Gentileza Art Basel


Celina Chatruc


"Va a ser híbrido: una interacción entre el mundo digital y presencial que será muy beneficiosa". Con ese optimismo se refirió al futuro de las ferias de arte Noah Horowitz, director para las Américas y miembro del Comité Ejecutivo de Art Basel la más importante del mundo , al referirse a las consecuencias de la crisis global provocada por la pandemia del coronavirus.
"La tecnología llegó para quedarse, no es algo secundario. Va a transformar todas las áreas de la vida. Lo digital tendrá un papel más importante", agregó durante una charla pública y virtual con Alec Oxenford , coleccionista y miembro de arteBA Fundación , en la cual señaló que está creciendo el consumo online .
Sin embargo, defendió a su vez la importancia de la presencia física ante la obra y el contacto directo con artistas, coleccionistas, curadores y galeristas . "Esto se está produciendo en tiempo real. Toda la información está cambiando día a día, como la mentalidad de nuestros clientes. El hecho de que podamos brindar un entorno seguro no quiere decir que la gente se vaya a animar a viajar", aclaró, con precaución.


Alec Oxenford dirige las entrevistas del nuevo ciclo Open Forum Livestream, impulsado por arteBA con figuras líderes del medio artístico local e internacional para evaluar el presente y futuro de las ferias de arte
Alec Oxenford dirige las entrevistas del nuevo ciclo Open Forum Livestream, impulsado por arteBA con figuras líderes del medio artístico local e internacional para evaluar el presente y futuro de las ferias de arte. Fuente: Archivo



Se inició así el ciclo Open Forum Livestream , impulsado por arteBA con figuras líderes del medio artístico local e internacional para evaluar el presente y futuro de las ferias de arte. Continuará durante este mes los viernes a las 12 con inscripción previa en arteba.org .
Una forma de crear redes para evaluar un contexto tan incierto que Art Basel se vio obligada a cancelar días atrás su edición física de Basilea, tras haberla postergado inicialmente de junio a septiembre. Ya había sido la primera feria en cancelar este año su edición física de Hong Kong como consecuencia de la expansión del coronavirus; con rápidos reflejos la reemplazó por una edición virtual , titulada Online Viewing Rooms (OVR). La edición de Art Basel Miami, prevista para diciembre, por ahora sigue en pie, mientras que arteBA quedó en suspenso hasta nuevo aviso tras haber realizado una edición online en la plataforma Artsy .
Toda la atención está puesta ahora en la segunda edición de OVR, que abrirá al público el viernes próximo -tras dos días de visitas VIP- con 281 galerías de 35 países de América, Europa, Asia, África y Medio Oriente . Sumará charlas en vivo, visitas guiadas por curadores, visitas a talleres y performances.
"No cobramos a las galerías por participar. Estamos explorando qué podemos hacer para apoyarlas en estos momentos difíciles", aclaró Horowitz, que reconoció sus propias dificultades familiares para atravesar la cuarentena con niños pequeños en su hogar de Brooklyn. "Es un momento que nadie va a olvidar y que quedará plasmado por generaciones. En un año espero que todos podamos volver a hacer lo que hacíamos habitualmente", agregó.
Además de mostrarse confiado en los niveles de calidad que garantizan el éxito de Art Basel en pleno cambio de hábitos de los consumidores, cada vez más familiarizados con el consumo online, Horowitz volvió a demostrar su optimismo al recordar que "el gran arte se produce en momentos de dificultad extrema". "Tengo confianza en que los artistas están haciendo cosas extraordinarias y que habrá mucha producción", opinó.
En ese sentido, Oxenford recordó que las grandes crisis de la humanidad fueron "puntos de inflexión" en la historia del arte. "La gripe española de 1818/19 cambió todo -dijo a LA NACION-. Con el florecimiento del dadaísmo, el cubismo y la Bauhaus, con sus muebles más fáciles de higienizar. Todo se transformó".
¿Cómo se transformará arteBA? "Nos imaginamos una feria offline con un canal online apoyando -adelantó Oxenford-. Con un layout más abierto, que facilite el distanciamiento social, y probablemente testeos, herramientas de higiene, etcétera. Todo puede cambiar y todo está por definirse en función de la evolución del Covid , no podemos descartar ningún escenario todavía". En principio, sin embargo, todo apunta hacia un futuro acorde con la palabra que parece definir el nuevo paradigma: "híbrido".




Fuente: lanacion.com

REMATARÁN
UNO DE LOS ÚLTIMOS RETRATOS DE REMBRANDT EN MANOS PRIVADAS


La obra será subastada en Sotheby's de Londres el 28 de julio, con un valor estimado entre 15, 2 y 20,3 millones de dólares
La obra será subastada en Sotheby's de Londres el 28 de julio, con un valor estimado entre 15, 2 y 20,3 millones de dólares Crédito: Gentileza Sotheby's


Celina Chatruc


El gran fotógrafo del rostro humano". Así definió el crítico Robert Hughes a Rembrandt van Rijn , el artista holandés que fue enterrado en una tumba sin nombre, tras haberlo perdido todo . A tres siglos y medio de su muerte, sin embargo, uno de sus últimos autorretratos que quedan en manos privadas -y el "único con probabilidades de salir al mercado"- será rematado en Sotheby's de Londres el 28 de julio, con un valor estimado entre 15, 2 y 20,3 millones de dólares.
"Ningún rostro de un artista es tan reconocible como el de Rembrandt", dice la casa de subastas sobre el hombre que dejó unos 80 autorretratos, varios de los cuales integran la imperdible 
muestra que puede recorrerse en forma virtual en 360º en el madrileño museo Thyssen-Bornemisza . Podría objetarse que quizás sea otro pintor holandés, Vincent Van Gogh , quien ocupe ese puesto.



La pintura lo muestra vestido de manera formal, con un cuello blanco y un sombrero negro, algo atípico en sus autorretratos. "Tal vez eligió vestirse así como una suerte de carta de presentación, para sugerir que era igual a los clientes que retrataba", dice la casa de subastas
La pintura lo muestra vestido de manera formal, con un cuello blanco y un sombrero negro, algo atípico en sus autorretratos. "Tal vez eligió vestirse así como una suerte de carta de presentación, para sugerir que era igual a los clientes que retrataba", dice la casa de subastasCrédito: Gentileza Sothebys

Si bien la mayoría de las obras legadas por Rembrandt pertenecen a las colecciones de los principales museos del mundo -como 
La ronda nocturna , retrato de mosqueteros que integra la colección permanente del Rijksmuseum - según Sotheby's quedan tres en manos privadas. Una de ellas, vendida en Sotheby's de Londres en 2003, pertenece a la colección Leiden de Nueva York, y otra está en préstamo a largo plazo en la Galería Nacional de Escocia.
La que se rematará ahora es la más antigua de las tres: de pequeñas dimensiones, fue pintada en 1632, cuando el artista tenía 26 años. Acababa de radicarse en Ámsterdam y pintó entonces una de sus obras más famosas: La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp , propiedad del museo Mauritshuis de La Haya.

"Es probable que haya pintado este autorretrato sensible y portátil para enviarlo a la lejana Leeuwarden, para probar a los desconfiados parientes de su futura mujer que este elegante pretendiente sería un marido próspero y apropiado", arriesga Sothebys
"Es probable que haya pintado este autorretrato sensible y portátil para enviarlo a la lejana Leeuwarden, para probar a los desconfiados parientes de su futura mujer que este elegante pretendiente sería un marido próspero y apropiado", arriesga Sothebys Crédito: Gentileza Sothebys

La pintura lo muestra vestido de manera formal, con un cuello blanco y un sombrero negro, algo atípico en sus autorretratos. "Tal vez eligió vestirse así como una suerte de carta de presentación, para sugerir que era igual a los clientes que retrataba", dice el comunicado difundido por Sotheby's.

Otra teoría, sin embargo, es arriesgada por la casa de subastas: señala que fue pintada en el momento en que Rembrandt cortejaba a su gran musa y futura mujer, Saskia van Uylenburgh, y "es probable que haya pintado este autorretrato sensible y portátil para enviarlo a la lejana Leeuwarden, para probar a sus desconfiados parientes que este elegante pretendiente sería un marido próspero y apropiado".

El autorretrato que se subastará fue pintado en 1632, cuando el artista tenía 26 años. Acababa de radicarse en Ámsterdam y pintó entonces una de sus obras más famosas: La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp
El autorretrato que se subastará fue pintado en 1632, cuando el artista tenía 26 años. Acababa de radicarse en Ámsterdam y pintó entonces una de sus obras más famosas: La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp. Crédito: Gentileza Sothebys


Cuando lo enterraron en Ámsterdam en 1669, a los 63 años y en una tumba sin nombre, Rembrandt van Rijn había perdido todo. Vio morir a cuatro hijos, a su esposa y a su amante, además de verse obligado a vender su casa, su taller de grabado, su colección de antigüedades y la mayoría de sus pinturas para pagar deudas. Con el mismo talento que demostró para retratar las emociones ajenas supo reflejar también su propio dolor en los últimos autorretratos, cada vez más sombríos.
En 2009, el retrato de un hombre pintado por Rembrandt en 1658 fue vendido en Christie's de Nueva York por 33,2 millones de dólares , lo que marcó un récord para su legado en subastas.


Fuente: lanacion.com

LAS ÚLTIMAS OBRAS QUE PINTÓ RAFAEL,
RESTAURADAS, EN LA APERTURA DE LOS MUSEOS VATICANOS


Barbara Jatta, directora de los Museos Vaticanos, frente a una de las paredes del Salón de Constantino, donde gracias a una restauración descubrieron dos pinturas al óleo de Rafael
Barbara Jatta, directora de los Museos Vaticanos, frente a una de las paredes del Salón de Constantino, donde gracias a una restauración descubrieron dos pinturas al óleo de Rafael Fuente: AFP


Elisabetta Piqué

ROMA.- Visitar los Museos Vaticanos vacíos, sin gente, es una experiencia única. Si la pandemia tuvo efectos positivos, uno fue éste. Después de casi tres meses de cierre debido al coronavirus , los Museos Vaticanos se preparaban para su reapertura , que tuvo lugar hoy, junto a las de otros sitios emblemáticos como el Coliseo . Todos con estrictas medidas de seguridad: barbijo y reserva obligatorios, control de temperatura, alcohol en gel y medición de temperatura.

Detalle de la figura alegórica de la Justicia, que investigadores del Vaticano confirmaron que fue realizada por Rafael antes de su muerte prematura, a los 37 años
Detalle de la figura alegórica de la Justicia, que investigadores del Vaticano confirmaron que fue realizada por Rafael antes de su muerte prematura, a los 37 años Crédito: Governatorato SCV-Direzione Musei Vaticani



Junto a un reducido grupo de periodistas, acompañados por un guía excepcional, Alessandro Conforti e incluso por su directora, Barbara Jatta, La Nación pudo recorrer los 6 kilómetros con la espectacular Capilla Sixtina , la galería de los Mapas, la pinacoteca y demás. Una experiencia inolvidable, que incluyó el adelanto que los Museos Vaticanos le reservaron a los visitantes: las últimas obras de Rafael, recién restauradas. Se trata de las alegorías de la Justicia y de la Amistad (Comitas), pintadas al óleo entre los frescos del Salón de Constantino, adyacente a las famosas estancias.

Una de las espléndidas salas de la Pinacoteca del los Museos Vaticanos
Una de las espléndidas salas de la Pinacoteca del los Museos Vaticanos Crédito: Governatorato SCV-Direzione Musei Vaticani

Jatta contó que, en verdad, la idea era desvelar este descubrimiento durante un convenio internacional que iba a tener lugar el 20 de abril pasado, en coincidencia con la serie de homenajes por los 500 años del maestro de Urbino (1483-1520). "Esto no fue posible porque tuvimos que cerrar por la pandemia y ahora, con la reapertura, tenemos un motivo más para hacer venir a los romanos, a los italianos y cuando vuelvan, los extranjeros", dijo la directora, que detalló que un equipo de restauradores e investigadores del Vaticano, desde 2015, limpió y puso a nuevo tres de las cuatro paredes de este espectacular salón. Fue en 1517, en el momento culminante de su período de doce años en Roma, que Rafael recibió de León X el encargo de decorar el Aula Pontificum Superior, la sala utilizada para los banquetes, las recepciones de los embajadores y las autoridades políticas: la cuarta y más grande de las salas del apartamento de representación, en el segundo piso del Palacio Apostólico. Sus dimensiones, en efecto, son imponentes: 18 metros de largo por 12 metros de ancho, y una altura de unos 13 metros.

Otra de las salas de los Museos Vaticanos que reabrieron sus puertas al público después de un cierre de casi tres meses
Otra de las salas de los Museos Vaticanos que reabrieron sus puertas al público después de un cierre de casi tres meses Crédito: Governatorato SCV-Direzione Musei Vaticani


"Desde el inicio este salón fue concebido por el papa Julio II y después por León X y Clemente VII, como el aula de las audiencias, la más pública y política y por eso su programa iconográfico es distinto que el de las estancias, que tienen un valor más íntimo y refinado. En las cuatro paredes se cuentan las historias de Constantino el grande, el primer emperador romano que se convirtió al cristianismo, sobre unos falsos tapices. Por un lado está la visión de la cruz para ganar la batalla en Ponte Milvio, cuando decide convertirse al cristianismo, la escena del bautismo en el baptisterio lateranense y en la cuarta pared, aún no restaurada, está la donación de Constantino", explicó Jatta.

En ese momento Rafael, hombre curioso y artista que además, según subrayó, era un "gran manager" y trabajaba con un equipo, al margen de preparar en cartones la representación iconográfica, decidió probar una técnica nueva de óleo sobre muro. "¿Por qué? Porque también era un pintor de caballete extraordinario, piensen en sus madonnas", contó Jatta, que precisó que utilizó para ello un material llamado "brea griega", que tuvo que pegar con clavos como base para pintar encima, clavos que fueron hallados en la restauración, debajo de las figuras de la Justicia y la Alegría.

La restauración que revela el último Rafael, una figura alegórica femenina, en una de las paredes del Salón de Constantino de los Museos Vaticanos Crédito: Governatorato SCV-Direzione Musei Vaticani

Pero el experimento de Rafael terminó abruptamente con su prematura muerte, a los 37 años, que dejó a toda Roma de luto y atónita. Por eso la decoración del Salón fue completada luego en fresco por Giulio Romano, Giovanni Francesco Penni y otros colaboradores de su equipo. "Sus alumnos no querían continuar con una técnica que no manejaban, tenían miedo. Pero no hay duda de que la Justicia y la Alegría son de la mano de Rafael. En el pasado, los expertos como Vasari no tenían los medios para afirmarlo, pero nosotros hoy lo podemos decir. Son dos figuras del último Rafael, que muere imprevistamente el 6 de abril de 1520 después de cuatro días de fiebre", evocó Jatta. "Y uno piensa, por Dios, fiebre, el coronavirus... En este momento pensamos de todo y justo cuando teníamos que celebrar el convenio que debía desvelar esto tuvimos la pandemia y no pudo hacerse... Por ahí es la némesis de Rafael", bromeó.

También reabrieron al público las Villas Pontificias de Castel Gandolfo
También reabrieron al público las Villas Pontificias de Castel Gandolfo Crédito: Governatorato SCV-Direzione Musei Vaticani

En la reapertura marcada por esta estupenda revelación, los Museos Vaticanos recibieron la visita de unas 1600 personas. Muy pocas comparadas con las 27.000 que solía recibir cada día en tiempos pre-Covid, pero seguramente una maravillosa señal de renacimiento.


Con barbijo, nuevas distancias reglamentarias y demás condiciones de seguridad, unas 1600 personas visitaron hoy los Museos Vaticanos; habitualmente atrae 27 mil por día
Con barbijo, nuevas distancias reglamentarias y demás condiciones de seguridad, unas 1600 personas visitaron hoy los Museos Vaticanos; habitualmente atrae 27 mil por día: Fuente: Reuters

Fuente: lanacion.com

210 ANIVERSARIO DE LA REVOLUCIÓN DE MAYO








El pianista Horacio Lavandera ejecuta nuestro Himno Nacional en el mismo instrumento en el que se lo tocó por primera vez en la Historia.


NINÍ MARSHALL:
"MI VIDA ES LA DE UNA SEÑORA DE SU CASA QUE SE HIZO LA GRACIOSA"


Se cumplieron 24 años de la muerte de la dama del humor argentino, la Chaplin con polleras, creadora de inolvidables personajes.


El 1 de junio de 1903 nace en el barrio de Caballito, Marina Esther Traveso, nuestra querida y recordada Niní Marshall, actriz,
guionista y comediante​. Hija de Pedro Traveso y María Ángela Pérez, inmigrantes asturianos.


Desde los cuatro años demostró su interés por la actuación y a los cinco hizo su primera presentación en el Centro Asturiano de Buenos Aires. En su niñez estudió danzas españolas, pintura, dibujo, canto, piano e idiomas como francés, alemán e inglés que hablaba a la perfección. Lideró Los Arribeños del Norte, una pandilla de niños que representaba pequeñas obras teatrales en el sótano de la casa de un tío.


              Vivienda de la calle Defensa 219, en la que vivió Nini durante su infancia. Actualmente es sede del Museo de la Ciudad.


    De Mitzy e Yvonne D’Arcy a Niní Marshall

    Antes de llegar a ser Niní Marshall, por los años 30, fue Mitzy, una crítica de programas en la revista Sintonía e Yvonne D' Arcy, cancionista internacional, en una serie de programas radiales.


    Su apodo "Niní" surge de "Marinina", el nombre con el que su familia la llamaba de pequeña. Su apellido une la primera sílaba del nombre y el apellido de su marido (Marcelo Salcedo) al que se le agregó una «h» y una «l» formando Marshall.


                                  Niní con Juan Carlos Thorry

    Sus dotes para la comedia la llevaron a participar como actriz y formar un dúo cómico con el actor Juan Carlos Thorry . Su popularidad fue en aumento y se convirtió en actriz protagónica y guionista en la película Mujeres que trabajan (1938) comenzando así su imparable carrera cinematográfica.

    Sus personajes

    Minuciosa observadora de la realidad creó personajes reflejos de la inmigración europea del siglo XXI que mostraban, un tanto exageradas, características de las distintas clases sociales.
    Catita, una mujer típica de conventillo proveniente de una familia italiana, nace en 1937 a partir de la dupla con Juan Carlos Thorry en Radio El Mundo. Saludaba con su particular “As noche Thorry. As noches muchachos”, “Catalina Pizzafrola, a sus pieses… Desde hoy, una amiga más" iniciando un repertorio de audacias idiomáticas que se convirtió en un éxito arrollador. La voz fue el gran instrumento de Niní. Reconstruía el habla del barrio, reescribiendo la descendiente de inmigrantes italianos con una dosis de cholulismo, ingenuidad y malicia. Entre la voz y el cuerpo Catita lograba un tono inconfundible, característico, un intercambio permanente con el público.



    Cándida Loureiro Ramallada, una empleada doméstica gallega que se expresaba de manera errónea, fue creada por Niní en el año 1934 para el programa “El chalet de Pipita” en Radio Municipal. La conductora vislumbró sus dotes para la comedia y le ofreció interpretar a una mucama. El personaje fue llevado al cine en los films Cándida (1939), Los celos de Cándida (1940) y Cándida millonaria (1941). Cándida aglutinó los sueños, penuria, deseos y tristezas de los inmigrantes.




    Muchos otros personajes fueron creados por Niní como Doña Pola, estereotipo de la colectividad judía; Mónica Bedoya Hueyo de Picos Pardos Sunsuet Crostón, típica mujer de clase alta y superficial; Niña Jovita, una solterona pasada de moda; Gladys Minerva Pedantoni, la alumna más aplicada de la clase; doña Caterina, la abuela italiana de Catita que hablaba en cocoliche, Don Cosme, un italiano de voz ronca, Lupe, una joven sufrida y maltratada por su esposo, Belarmina Cueio, una joven provinciana y empleada doméstica de la Niña Jovita, Loli, una actriz y cupletista pasada de moda, Mingo, el hermano travieso de Catita y Bárbara Mc Adam, una mujer refinada y extravagante estereotipo de la clase alta mexicana.
    Niní explicaba: “Creo mis personajes observando a la gente, prestando atención a los pequeños defectos que pueden causar risa. Voy a la peluquería y paro la oreja para ver que hablan los clientes. Las mujeres están en los secadores y deben gritar para escucharse. A gritos cuentan la vida y milagros de todo el barrio. Yo caricaturizo lo que allí se dice. En los transportes públicos me pongo los anteojos negros y doy una vuelta para escuchar a la gente. Parece mentira lo indiscretos que son. Otra fuente muy jugosa es la placita Vicente López frente a mi casa; ahí espío a las mucamitas con sus novios y obtengo expresiones, dichos y situaciones que causan gracia”.


    Catita prohibida por “deformar el idioma”

    A partir de la Revolución del 43 se creó el Consejo Superior de las Transmisiones Radiotelefónicas. La primera resolución fue presentar una lista de palabras y locuciones mal empleadas en el lenguaje corriente que debían «proscribirse de la radiofonía». Niní, al finalizar uno de sus programas en Radio Splendid, se despidió diciendo: "Hasta el viernes... si nos dejan"». No pudo volver a presentarse en radio. Recibió un comunicado que expresaba que la prohibición había sido llevada a cabo «porque sus personajes deformaban el idioma al pueblo argentino, que no tiene capacidad de discernir».
    La voz de Catita pierde su ambiente por excelencia, la radio. Continúa en el cine pero, aunque Niní tenía control sobre sus parlamentos, los libretos de las películas nunca tradujeron el tipo de humor radial que caracterizó a Catita.


    Radio, cine, teatro y televisión

    50 años de carrera profesional marcaron su trayectoria. Radio, teatro, cine y televisión. Intervino en 38 películas, mayormente comedias (28 en Argentina, 9 en México y 1 en España).


    Filmografía:

    Argentina

    Algunas de sus películas argentinas más emblemáticas son
    Mujeres que trabajan (1938), Cándida (1939), Hay que educar a Niní (1940), Yo quiero ser bataclana (1941), Orquesta de señoritas (1941), Cándida, la mujer del año (1943), Carmen (1943), Buenos Aires canta (1947), Catita es una dama (1956), Cleopatra era Cándida (1964), Ya tiene comisario el pueblo (1967), La novela de un joven pobre (1968), ¡Qué linda es mi familia! (1980).

       "Hay que educar a Nini"- Nini Marshall. Mirtha y Silvia Legrand


    México


    En los años de su exilio en México participó de los films
    Una gallega en México (1949), Una gallega baila mambo (1950), La alegre casada (1950), Mi campeón (1951), Los enredos de una gallega (1951), Amor de locura (1952), Reportaje (1953), Dios los cría (1953), Una gallega en La Habana (1955).


    España


    Yo no soy la Mata-Hari (1949)
    María Elena Walsh la definió como «Nuestra Cervanta” porque «solo un prodigioso dominio del idioma le permitió a Niní descalabrarlo, travestirlo y lanzarlo a las efímeras ondas del éter»


    Al cumplir 90 años expresó “La vida me ha dado muchas cosas, sobre todo el amor de la gente que es lo que yo más agradezco. Lo dije y lo diré hasta el cansancio: Mi vida no es más que la de una señora de su casa que se hizo la graciosa. Así quiero que me sientan y así quiero que me recuerden”.
    La última aparición pública de Marshall ocurrió en diciembre de 1995 cuando, visiblemente débil y frágil, asistió al Teatro Nacional Cervantes para acompañar a su amiga Libertad Lamarque en el homenaje que le brindó la Secretaría  de Cultura de la Nación



    Fuente consultada: Libro "Cine Argentino-Historia y Clasicismo-1933/1956) de Claudio España. Editado por Fondo Nacional de las Artes"




    Fuente: Ministerio de Cultura de la República Argentina

"UNA CATÁSTROFE ES TAMBIÉN UNA NUEVA OPORTUNIDAD":
SALVÓ SU VIDA PORQUE PERDIÓ UN TREN Y SE CONVIRTIÓ EN MILLONARIO




John D. Rockefeller no llegó a subir a un tren que descarriló y donde muy pocos pasajeros sobrevivieron. tres años después del fatal accidente fundó la Standard Oil, la mayor empresa petrolera de la historia. Murió el 23 de mayo de 1937, tenía 98 años y había sido el hombre más rico de la Tierra.
John D. Rockefeller (1839-1937) fue el gran magnate del petróleo (Granger/Shutterstock)
   John D. Rockefeller (1839-1937) fue el gran magnate del petróleo (Granger/Shutterstock)

Alfredo Serra

La historia del protagonista de esta nota puede resumirse en un número: más de 800.000 millones de dólares. Calculados, según la inflación de los Estados Unidos, a hoy, mayo de 2020.
Pero podría ser cero. No existir…, si no hubiera perdido el tren de Cleveland a Nueva York, el 18 de diciembre de 1867, por pocos minutos: los que tardó el cochero que lo llevaba a la estación en limpiar una de las herraduras de su caballo.
Porque ese tren descarriló, y muy pocos pasajeros salvaron su vida… El episodio le dictó una de sus máximas: “Una catástrofe es también una nueva oportunidad”. Firmado: John D. Rockefeller. La "D" corresponde a “Davison”.
Y el nombre completo corresponde al hombre más rico del mundo. El Rey del Petróleo.
¿Cómo llegó a serlo? En principio, llegando al mundo en Richford, Nueva York, el 8 de julio de 1839, hijo del matrimonio de William Avery y Eliza Rockefeller. Familia de clase media, con sangre de inmigrantes alemanes de religión judía, y franceses que hicieron pie en los Estados Unidos en 1733.
De William todo puede decirse, menos que fue un esposo y padre modelo. Infiel y aventurero, desaparecía por largo tiempo, y aparecía sin aviso, con un cargamento de regalos para Eliza y para sus seis hijos.
Su oficio: impostor. Cabalgaba rumbo a las reservas indígenas y les vendía chucherías al doble o triple de precio, y su bolsillo creció mucho más cuando vendía pueblo por pueblo un brebaje misterioso que, según él, era infalible para curar el cáncer… Una vocación comercial que John D. heredó precozmente: en la escuela primaria –ya enamorado de los números– juntaba piedras, las pintaba, las vendía entre sus compañeros, y guardaba el dinero en un frasco azul: “Fue mi primera caja fuerte”, recordó muchos años después, cuando nadaba en millones…

John Davison Rockefeller camina junto a su hijo John D. Jr cerca de 1910 en Nueva York (Everett/Shutterstock )
                   John Davison Rockefeller camina junto a su hijo John D. Jr cerca de 1910 en Nueva York (Everett/Shutterstock)


Piedra a piedra, pincelada a pincelada, ahorró 50 dólares –en esos años, una suma respetable–, y los usó para prestárselos, al 7 por ciento de interés, a un amigo de su padre acogotado por las deudas. Episodio que le dictó otra de sus famosas máximas: “No trabaje por el dinero, deje que el dinero trabaje por usted”.
En esa época, niño aún, inauguró una libreta que llamó “Registro A”, donde anotó cada uno de sus pequeños pasos financieros: un nombre que conservó hasta su retiro, en 1911… pero con muchos tomos: nada menos que el arrasador huracán de su imperio petrolero. Standard Oil. El mayor del planeta.
A los 16 años, ya contador y siempre obsesionado por los números, empezó a trabajar en una empresa de comercio de granos, de sol a sol (“Nunca me importaron los horarios”), llegó a ganar 600 dólares por año –era 1857–, y cuando le negaron un aumento de 200, que sin duda merecía, renunció y se lanzó a la aventura del negocio propio.
Su capital en ese momento: 800 dólares. Pero le faltaban 1.000 para crear su primera empresa de corretaje de granos. Se los prestó su padre... a un 10 por ciento de interés anual hasta que alcanzara la mayoría de edad. El vendedor de baratijas a los indios y de absurdas pócimas contra el cáncer… era un Rockefeller en estado puro.
Fundó con un socio la firma Clark & Rockefeller, ganó 4.000 dólares el primer año, 16.000 el segundo…, pero eterno disconforme, y luego de una inversión en la importación de café, olió algo también oscuro, denso y llamado a cambiar el mundo: Su Majestad el petróleo.
Su primer cuartel general: Cleveland. Ciudad que hacia 1861 era una de las más modernas y ricas del país, y sede de enormes industrias. “No tardé en entender –contó muchas veces, ya Gran Emperador del Oro Negro– que ese combustible sería la mayor fuente de energía del mundo”.
El año 1862 fue su primera llave: con sus ahorros levantó su primera refinería. En poco tiempo compró otras. Y no paró hasta tener casi todas las de la ciudad: El Dorado con el que vanamente soñaban los descubridores y conquistadores de tierras desde el siglo XV.


Su golpe de nocaut fue, en 1870, la creación de la Standard Oil: una empresa-monstruo que en poco tiempo refinó una cuarta parte… ¡de toda la producción petrolera del país! (Everett/Shutterstock)
Su golpe de nocaut fue, en 1870, la creación de la Standard Oil: una empresa-monstruo que en poco tiempo refinó una cuarta parte… ¡de toda la producción petrolera del país! (Everett/Shutterstock)


Pero, ¿qué clase de hombre era? Inteligente. Ojo de águila y olfato de perro cazador para los negocios. Insaciable: toda ganancia –hasta las siderales– le parecía poco. Religioso hasta la médula. Republicano en política. Ahorrativo hasta lo increíble: la misma ropa siempre, almuerzo en los restaurantes más baratos, y –según testigos–, “las propinas más miserables jamás conocidas”.
Se casó con Laura Celestia Spelman, una profesora de Nueva York, para toda su vida, y tuvieron cinco hijos: Elizabeth, Alice, Alta, Edith y John D., que dejó este mundo en 1960. Una prole cuyos nietos y bisnietos, hasta hoy, mantuvieron encendida la antorcha del poder y del dinero, a diferencia de otras poderosas familias que apenas dejaron huella.

Como dándole la razón a su dicho “todas las catástrofes son una oportunidad”, la feroz Guerra Civil Norteamericana fue la última llave que le abrió la más impenetrable de las puertas: lograr, en ese río sangriento y revuelto, convertir la mera extracción de petróleo en un pulpo de varios tentáculos: refinarlo, transportarlo –a pesar de la furia Cornelius Vanderbilt, dueño de los ferrocarriles que hacían ese trabajo– y controlar su marcha hasta el último punto del mapa del negocio.

                                        "El que trabaja todo el día, no tiene tiempo para ganar dinero", decía Rockefeller
                                        (Granger/Shutterstock)


Su golpe de nocaut fue, en 1870, la creación de la Standard Oil: una empresa-monstruo que en poco tiempo refinó una cuarta parte… ¡de toda la producción petrolera del país! Antes, con un impresionante gancho de derecha: compró 22 de las 25 refinerías de Cleveland (la prensa llamó a esa operación “la conquista de una ciudad”), obligó a sus competidores a vender o asociarse con él, y hacia 1878 (apenas 8 años después de su nacimiento), la Standart Oil controlaba ¡el 90 por ciento de todas las refinerías del país! De costa a costa. De Norte a Sur. Y más tarde, a través de una segunda y colosal empresa (Standard Oil Trust), extenderse hasta casi medio mundo.
Pero el dueño absoluto del titánico imperio tropezó con las leyes: empezaba a tener peso la reglamentación de la libre competencia entre empresas, y el todopoderoso zar fue acusado de monopolio. Detonó entonces una frase que irritó a los jueces:
-La competencia es un pecado. Por eso la elimino…
Pero dos tribunales, la Suprema Corte de Ohio y el máximo tribunal de la Nación, fallaron contra él: para la Justicia, su imperio era un monopolio (por lo tanto, ilegal), y ordenó su disolución. John D. apeló sin éxito, ganó tiempo, y en 1899 dividió al gigante invencible… en 37 corporaciones, conservó el 30 por ciento de las acciones de todas ellas, y su familia, el resto. Corolario: la nave de su fortuna eludió todos los icebergs legales sin un rasguño. Tenía apenas 50 años, y era el hombre más rico de la Tierra.
Regándola con sus máximas:
-El que trabaja todo el día, no tiene tiempo para ganar dinero.
-¿Mi mayor placer? Ver cada noche las ganancias que desde la mañana me produjeron mis inversiones.
-Puedes rendir cuentas por cada millón ganado…, menos por el primero.
-La mayor virtud es la capacidad de tratar con la gente. Yo pago más por esa capacidad que cualquier otro hombre bajo el sol.


En 1911 renunció a la presidencia de su inmenso imperio y se mudó a su casa en Ormond Beach, Florida. Allí murió el 23 de mayo de 1937. Tenía 98 años (Granger/Shutterstock)
En 1911 renunció a la presidencia de su inmenso imperio y se mudó a su casa en Ormond Beach, Florida. Allí murió el 23 de mayo de 1937. Tenía 98 años (Granger/Shutterstock)


Estaba listo para seguir avanzando, pero su salud se resquebrajó severamente. Su estómago era un caos, perdió el pelo, su cuerpo se achicó y se encorvó. Parecía un hombre veinte años mayor. Apenas podía mantenerse en pie.
En 1911 renunció a la presidencia de su inmenso imperio y se mudó a su casa en Ormond Beach, Florida. Allí murió el 23 de mayo de 1937. Tenía 98 años. Fue sepultado en el Lake View Cementery, Cleveland.
La ciudad desde la cual llegó a la cumbre… después de ganar, niño todavía, 50 dólares vendiendo piedras pintadas en la escuela.
Post scriptum:
A pesar de que el lugar común suele mencionarlo como “el hombre más admirado… y más odiado de los Estados Unidos”: un impiadoso, implacable, despiadado barón de la industria, etcétera… John Davison Rockefeller donó casi toda su fortuna a obras de beneficencia, y dejó un asombroso legado cultural: la Universidad de Chicago (cuna de 87 premios Nobel), la Universidad Rockefeller de Nueva York, el Lincoln Center, fundaciones para el progreso de la educación, la medicina y la investigación científica, y un prodigio arquitectónico como el Rockefeller Center –que no llegó a ver: murió antes de la inauguración–. Un complejo de 19 edificios comerciales, que cubre 22 acres entre las calles 48 y 51: acaso el escudo de Nueva York, la ciudad mágica por excelencia de los tiempos modernos. Si a los hombres se los conoce por sus obras (precepto bíblico), ese hombre también fue el mismo al que tantos denostaron. Y todavía hoy, aunque muy tenues, lo alcanzan esos ecos… Poco importa: que cada uno ponga en la balanza las pesas que quiera. Pero, se incline hacia el Mal o hacia el Bien, nada borrará lo maravillosamente bien hecho.




Fuente: infobae.com