MUSEO DE INMIGRACIÓN:
SE RENUEVA UN SITIO CLAVE EN LA HISTORIA ARGENTINA

Funciona en el Hotel de Inmigrantes, donde se alojaron muchos de quienes llegaron al país entre 1880 y 1950.

El mar que nos trajo. El director, Aníbal Jozami (izq.) guiando una visita de prensa, ayer. /DIEGO WALDMANN

Por Mercedes Pérez Bergliaffa

 

Hoy es un día importante: todos los que alguna vez emigramos, todos los que descendemos de un inmigrante o fuimos y vinimos por el mundo, tendremos un lugar de última generación donde encontrar nuestras historias. Se trata del Museo de la Inmigración, ese espacio que funciona desde hace años en lo que fue el Hotel de Inmigrantes, en pleno centro de Buenos Aires pero escondido sobre la ribera del Río de la Plata.
Hoy inaugura una nueva etapa: aunque el museo ya existía, la Dirección Nacional de Migraciones firmó un convenio con la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) gracias al cual le cede la coordinación del museo por diez años. Al costado del Museo de la Inmigración, además, se inaugura hoy el Centro de Arte Contemporáneo de la UNTREF (CAC). Así, esta universidad abre nuevos espacios de exhibición y especializa los que ya tenía: su propio museo, en la localidad de Caseros, expondrá desde ahora sólo arte moderno (arte del Siglo XIX y primera mitad del XX). Lo que sea arte contemporáneo irá al nuevo centro cultural.
Los dos museos son espacios muy amplios, luminosos y grandes, que respetan la arquitectura higienista que tiene de por sí el Hotel de Inmigrantes (que está siendo restaurado por la UNTREF). Se ubican en el tercer piso del edificio, allí donde –entre 1880 y 1953– funcionó un dormitorio multitudinario para los inmigrantes pobres que llegaban en barco desde Europa, huyendo de las Guerras Mundiales, de la Guerra Civil Española o del Nazismo.
“El Museo de la Inmigración no plantea un recorrido cronológico sino nodos temáticos en torno a los cuales se desarrolla la exhibición, que va a ser permanente, aunque algunas de las piezas van a ir rotando”, explica a Clarín Diana Wechsler, subdirectora de los nuevos espacios. Los nodos son “Viaje”, “Arribo” e “Inserción y legado”. En el primer núcleo, salta a la vista la enorme maqueta de un barco holandés –el Tubantia– hundido durante la Primera Guerra Mundial para cobrar el seguro. Cuentan que venía hacia la Argentina lleno de oro: era el pago de las exportaciones de granos y carne que se hacían hacia Europa. Al costado de la maqueta están los posters que publicitaban en Italia la “nueva tierra prometida”. Cerca de allí, usted verá un mueble con cajones: los podrá abrir. Encontrará, por ejemplo, la historia de la familia Prikels, alemanes llegados a la Argentina alrededor de los años 20. Podrá ver sus documentos, sus fotos y el almacén-recreo que la familia abrió en Vélez Sarsfield.
Los Prikels. Se exhibe la historia de esta familia. Habrá otras./DIEGO WALDMANN
También abre hoy el “Archivo Chela”. “Fue creado en homenaje a Chela”, comenta el museólogo Martín Verlini, “una empleada de inmigraciones que durante décadas se dedicó, solitaria y pacientemente, a copiar los libros de los barcos”. En el pasado, antes de que la Aduana tuviera un listado de pasajeros de los barcos, este era el único registro de quienes llegaban al país.
“También vamos a hacer un ascensor exterior, una librería y un café. Estos movimientos costaron unos 2 millones de pesos”, comenta Aníbal Jozami, director de los dos museos y rector de la UNTREF.
Mientras, en el Centro de Arte Contemporáneo, hoy se inaugurará Miradas insobornables, una exposición con curaduría del alemán Alfons Hug, director del Instituto Goethe de Río de Janeiro. Son video-instalaciones de artistas de todas partes del mundo, desde China a Italia. Montadas en el espacio del Hotel, las grandes imágenes quedan envueltas en un clima extraño, surreal, melancólico.
Si visita el Museo, observe un plus: mientras recorre las muestras podrá ver, por las ventanas, de un lado el centro de Buenos Aires; del otro, el Río de la Plata. Y al frente del edificio, la ola inmigratoria más reciente: viene de Paraguay, Bolivia, Africa. Señores, ¡bienvenidos a Babel! Acá se expone su construcción.

Fuente: clarin.com

CONFIRMAN LA AUTENTICIDAD DE UN VAN GOGH DESCONOCIDO

Es un paisaje pintado en 1888 que había dejado insatisfecho al genio impresionista.
http://www.clarin.com/sociedad/Revelacion-Museo-Van-Gogh-AP_CLAIMA20130910_0036_14.jpg
Revelación. El director del Museo Van Gogh (izquierda) y un investigador (derecha) descubren la pintura. / AP
Ayer hubo aplausos en el Museo Van Gogh de Amsterdam. Fue cuando el director de la institución holandesa, Alex Rüger, anunció que el óleo que los expertos del museo habían investigado durante dos años era efectivamente obra de Vincent Van Gogh.
“Puesta del sol en Montmajour” es un paisaje con robles y arbustos en el que se adivinan las ruinas de una abadía en el horizonte. Según los expertos de la pinacoteca del museo Louis van Tilborgh y Teio Meedendorp, el estilo, la técnica, el color y el tipo de lienzo implementado confirman que se trata de un Van Gogh auténtico –el primer lienzo completo del artista que se descubre desde 1928–.
Hay más indicios: los especialistas aseguran que la obra es del verano de 1888, y el 4 de julio de ese año, Vincent le escribió una carta a su hermano Theo en la que describe una obra de las características de la presentada ayer: según el pintor, la obra presenta “un páramo pedregoso donde crecen pequeños robles trenzados”.
El cuadro tiene 93,3 centímetros de ancho y 73,3 de alto, lo que implica una obra relativamente grande dentro de la producción del genio del impresionismo, y según las dos cartas de 1888 en las que Van Gogh lo mencionó, no lo dejó satisfecho: era algo habitual en el holandés; lo mismo le pasaba con “La noche estrellada”. La pintura es de la época en la que el artista pintó otros cuadros florales, como “Los girasoles”, mientras residía en la localidad francesa de Arles.
Según detalló el Museo Van Gogh, el cuadro perteneció a la colección de Theo, que lo catalogó con el número 180 en su listado, número que coincide con el que figura en el reverso del lienzo. Se vendió en 1901. En 1908, lo adquirió un coleccionista noruego y pasó varios años en un altillo, hasta que sus dueños decidieron, en 1991, que el museo lo analizara aunque suponían que era una falsificación. En aquel momento, la institución sostuvo que no era un Van Gogh auténtico, pero ahora, y argumentando que las nuevas tecnologías permitieron mejores análisis, aseguran que se trata de una obra del autor de “La habitación”.
“En la historia de nuestro museo no había habido un descubrimiento de este calibre”, celebró Rüger, y anunció que desde el 24 de septiembre el público podrá ver la pintura recién descubierta.

Fuente: clarin.com

HALLAN UN MANUSCRITO DE BORGES CON EL ÚLTIMO PÁRRAFO DE UN CUENTO

Lo encontraron hace dos semanas en la Biblioteca Nacional, pero la noticia no trascendió hasta ayer.
De puño y letra. Las anotaciones aparecieron dentro de un ejemplar de la revista Sur que perteneció a Borges.
Por Julieta Roffo

“Que la historia copie a la literatura es inconcebible...”, escribió Jorge Luis Borges en su cuento “Tema del traidor y del héroe”. Lo publicó primero en el número 112 de la mítica revista Sur, que salió a la calle en febrero de 1944. Algunos meses después, cuando se lanzó la primera edición de Ficciones, el cuento tenía, al final, un párrafo más. Y hace dos semanas, aunque la noticia se conoció ayer, dos investigadores de la Biblioteca Nacional encontraron el manuscrito de ese párrafo agregado por el autor para la versión definitiva de su texto.
El apunte, con la “inconfundible letrita de Borges”, según describió el director de la Biblioteca, Horacio González, fue encontrado justamente en el número 112 de la colección de Sur que había pertenecido al autor de El Aleph. Y apareció en medio de una investigación que los bibliotecarios Laura Rosato y Germán Alvarez encabezan para hallar tesoros borgeanos entre los estantes de la institución que el escritor dirigió durante 18 años. “Se buscan libros que presuntamente pudieron haber sido leídos por él, o que hayan pertenecido a su colección privada, que Borges donó de una manera incógnita”, explicó González en diálogo con Clarín. Libros de los años 20 y 30 de editoriales francesas o alemanas, cuenta, suelen ser la punta de un ovillo para toparse con sus anotaciones.
Según detalla González, y como no se trata del hallazgo de un texto inédito, el manuscrito ayuda sobre todo a conocer el modo en que Borges trabajaba: “Cada tachadura es significativa porque muestra que cada palabra es pensada, y es intuida”. La pieza, adelantó González, será exhibida en la Biblioteca, aunque todavía no está definido desde cuándo estará disponible para el público.
Tesoros. El escritor fue director de la Biblioteca durante 18 años. / DANI YAKO.
Alcanza con leer “Tema del traidor y del héroe”, esa historia en la que el protagonista es el revolucionario irlandés (ficticio) Fergus Kilpatrick, para que el hallazgo parezca prestidigitado por el mismísimo autor de Historia universal de la infamia. Es que en el cuento, Ryan, bisnieto de Fergus, “descubre en los archivos un artículo manuscrito”, según escribe Borges.
Ryan investiga el asesinato de su bisabuelo y se entera de que el mismo Fergus había sido señalado como un traidor a la causa que lo embanderaba como líder. Así que acepta su condena a muerte, y su teatralización: para que la rebelión no se evapore antes de triunfar, Fergus debe morir como un héroe, y para eso, lo obligan a recitar versos de La tragedia de Julio César, escritos por William Shakespeare. Lo que Ryan descubre es que Fergus Kilpatrick intercaló palabras de su autoría, mucho más dramáticas que las del propio Shakespeare.
Escribe Borges: “Ryan sospecha que el autor los intercaló para que una persona, en el porvenir, diera con la verdad”. Así que la pregunta queda abierta: tal vez haya una verdad sin descubrir en ese acto silencioso que Borges cometió, puede sospecharse, en 1944, hace casi setenta años. Tal vez, como dice González, sea simplemente un motivo para buscar otras anotaciones con su “inconfundible letrita”.
Tal vez, haya que desconfiar un poco de eso de que “que la historia copie a la literatura es inconcebible...”.

Fuente: clarin.com

HOMBRE COMPRA EN 613 PESOS UNA PINTURA
VALUADA EN MÁS DE 5 MILLONES

Robert  Darvell con la pintura de John Constable

Una pintura del tamaño de una postal, comprada como parte de un lote en una subasta por 46 dólares (unos 613 pesos) y guardada en un cajón durante una década Una pintura del tamaño de una postal, comprada como parte de un lote en una subasta por 46 dólares (unos 613 pesos) y guardada en un cajón durante una década, fue identificada como una obra del pintor John Constable y valuada en más de 390,000 dólares (unos 5.2 millones de pesos).
Robin Darvell compró una caja de cartón llena de objetos incluida la pequeña obra de arte, –la cual representa un escenario rural de árboles, un brillante cielo azul y una pradera–, durante una venta en Canterbury, en el sur de Inglaterra, hace más de 10 años.
Sólo una débil firma en la parte posterior de su marco dorado daba pista de su origen.
Pero cuando Darvell le pasó la pintura a su hijo Robert, Darvell junior decidió buscar la historia de la pintura hasta descubrir quién la pintó. Robert Darvell, de 45 años, director de una empresa de marketing de cine contactó al experto en falsificaciones, Curtis Dowling, del programa de televisión británico Treasure Detectives, quien se embarcó en un viaje de un año, al analizar la pintura, lienzo y firma para ayudar a resolver el misterio.
“Es una especie de sueño hecho realidad”, dijo Robert. “Estaba en la luna, pero también me impactó cuando descubrí qué pintura es realmente. Realmente no lo he asimilado”, confesó. “Es un hombre muy afortunado”, dijo el experto de arte, Dowling. “La mayoría de las personas asume que es demasiado bueno para ser verdad”, agregó.
“Cuando las personas compran objetos en subastas que se ven como si pudieran valer algo, todavía no creen que se alejan con una fortuna”, dijo.
Darvell y Dowling creen que Constable pintó la obra como regalo para su suegro. Se cree que nunca había estado en una muestra pública antes.
“Rob ciertamente no esperaba un milagro”, dijo Dowling. “Hay tantas pinturas convincentes forjadas que las personas asumirían que son falsas. Esas pinturas se pierden por muchas razones y la mayoría se ve como algo pero al final no resulta serlo”.
La pintura ahora está escondida en una bóveda para mantenerla segura. Darvell espera restaurarla antes de hablar con museos para exhibirla al público.
John Constable (1776-1837) fue un pintor inglés romántico, famoso por sus paisajes del campo inglés, particularmente escenas de su nativa Suffolk.
El año pasado, la pintura de Constable, The Lock, se convirtió en una de las pinturas británicas más costosas jamás vendidas, al recaudar 34.8 millones de dólares (464.1 millones de pesos) en una subasta en Christie’s en Londres.

Fuente: criteriohidalgo.com

REVÉS PARA EL GOBIERNO
LA JUSTICIA VOLVIÓ A PROHIBIR
QUE TRASLADEN EL MONUMENTO A COLÓN

Se prorrogó por otros tres meses la medida cautelar que ya había frenado la mudanza de la estatua. La Presidenta quiere llevarla a Mar del Plata y emplazar detrás de la Rosada otra de Juana Azurduy.
Acostada sobre una tarima. Así está la escultura desde el 29 de junio, cuando fue bajada de su pedestal. Los expertos dicen que corre serios riesgos de dañarse. /GUILLERMO RODRIGUEZ ADAMI
Por Nora Sánchez

Mientras el monumento a Colón sigue desmontado detrás de la Casa Rosada, ayer el Juzgado N° 12 en lo Contencioso Administrativo Federal prorrogó por tres meses la cautelar que impide su traslado. La medida vencía el 12 de este mes y, si no era renovada, el Gobierno nacional iba a tener vía libre para llevar la estatua a Mar del Plata.
El fallo fue dictado por la jueza subrogante María Cristina Carrión de Lorenzo, que extendió por tres meses más “y/o hasta que se decida la cuestión de fondo”, la resolución del 12 de Junio de 2013. Esa medida prohíbe al Ejecutivo “concretar cualquier acto que implique el traslado del monumento” y ordena que cualquier intervención sobre éste se realice en concurrencia con el Gobierno porteño.
La cuestión de fondo es si el monumento está bajo la órbita de la Ciudad o de la Nación y cuál de las dos jurisdicciones puede definir su destino.
Por lo pronto, la semana pasada la Legislatura porteña aprobó una ley que lo protege como “bien integrante del patrimonio de la Ciudad”.
Esto significa que cualquier decisión que lo afecte debe pasar por la Legislatura.
“No hay ninguna duda respecto de la propiedad del monumento a Colón: está inventariado en la Dirección de Paseos y en el Departamento de Monumentos y Obras de Arte de la Ciudad desde 1926. Estamos contentos con esta prórroga, porque le da más tiempo a la Justicia para estudiar la situación”, sostuvo María Carmen Arias Usandivaras, la abogada de la ONG Basta de Demoler, que presentó un amparo junto a otras ONG y la colectividad italiana.
La nueva decisión judicial también fue bien recibida por la colectividad italiana, que donó el monumento. “Para nosotros es muy esperanzadora, como también lo es la declaración del monumento como patrimonio cultural porteño”, subrayó Julio Croci, secretario de la Federación Calabresa.
Mientras la Justicia analiza el caso, el monumento sigue acostado sobre una tarima en la Plaza Colón. “Ya no están los andamios ni la grúa. Nunca hicieron nada para restaurarla. La sacaron y la dejaron ahí”, contó Arias Usandivaras. “Además, el Gobierno nacional nunca le dio concurrencia al Gobierno de la Ciudad, como ordenó la Justicia”, agregó Santiago Pusso, también de Basta de Demoler.
“El monumento está desarticulado y no se ve ningún trabajo de restauración –confirmó Croci–. Tampoco hubo comunicación del Poder Ejecutivo Nacional con la Ciudad para hacer un trabajo en conjunto. La estatua necesitaba una restauración, pero así como está se está deteriorando aún más ”.
El conflicto por la estatua comenzó en marzo, cuando Clarín hizo trascender las intenciones de la Casa Rosada de sacarla de su lugar original. Fue bajada de su pedestal el 29 de junio y se denunció a la Nación por no haber cumplido con la cautelar ahora prorrogada. Pero como la medida sí habilita la posibilidad de realizar tareas de conservación, la Justicia desestimó la denuncia. Pero nunca se vieron trabajos de restauración y la propia presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, siempre admitió que el plan era llevarlo a Mar del Plata y reemplazarlo por otro dedicado a Juana Azurduy.
“El problema con el monumento a Colón nace por la confusión que tiene la Presidenta entre la propiedad del Estado y su propiedad –afirmó ayer el ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Diego Santilli–. Ella cree que en la Argentina las cosas se pueden modificar de acuerdo a sus gustos y humores personales. Afortunadamente la Justicia está actuando para proteger el patrimonio del Estado, que en este caso en particular, además, es el del ciudadano porteño. No sé si la prioridad de la gente pase por la estatua de Colón. Seguramente no. Pero creo que se ha marcado un límite importante para frenar los arranques de ‘lo hago porque se me antoja’. Existe la ley y todos deben cumplirla. Y eso, incluye a la Presidenta”.

Fuente: clarin.com 

POLÉMICA MUDANZA:
FRENARON POR LEY EL TRASLADO DEL MONUMENTO A COLÓN

Ahora para mudarlo se necesita autorización de la Legislatura, que ayer lo declaró patrimonio porteño. El Gobierno nacional quiere llevárselo para poner en su lugar una estatua de Juana Azurduy.
Sin grúas ni andamios. La estatua sigue tirada en la plaza detrás de la Rosada. Las grúas ya se fueron, y ayer tampoco se vieron los andamios alrededor del pedestal. /GUILLERMO RODRIGUEZ ADAMI

Por Romina Smith
 
Mientras espera que la Justicia decida de quién es y, sobre todo, quién puede decidir sobre su futuro y quién no, el monumento a Cristóbal Colón que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner quiere llevar a Mar del Plata ya tiene una ley que le da protección como “bien integrante del patrimonio de la Ciudad”. Ayer la Legislatura porteña aprobó una norma que lo pone en esa categoría. Así, la Nación tendría más impedimentos para llevarse a la escultura de la Plaza Colón, detrás de la Casa Rosada, donde espera acostada en el piso, desde el 29 de junio, una resolución que defina si vuelven a pararla o se la llevan para reemplazarla por otra figura de Juana Azurduy, la luchadora por la Independencia que la Nación quiere instalar en ese lugar.
A diferencia de lo que ocurrió en la audiencia pública del martes, también en la Legislatura, donde representantes de la comunidad italiana, las ONG que impulsaron el amparo que está frenando cualquier movimiento de la figura del genovés por lo menos hasta el 12 de septiembre, y legisladores y vecinos que se mostraron firmes en su postura para que Colón se quede en la plaza que lleva su nombre, la de ayer fue una movida rápida, que tuvo solo una oradora –María Elena Naddeo (FPP), integrante del interbloque kirchnerista– a favor de la intención presidencial. La ley, finalmente, se aprobó con 35 votos del PRO, de Proyecto Sur y de la Coalición Cívica, tuvo 14 abstenciones y ningún voto en contra: todo el interbloque del Frente para la Victoria y los diputados Claudio Palmeyro (SP) y Alejandro Bodart (MST) –que suele ser muy activo en los debates– prefirieron no definirse ante ninguna postura.
La ley había sido impulsada por los diputados Fernando Sánchez y Maximiliano Ferraro, y por la diputada Rocío Sánchez Andía (CC), y despachada en la Comisión de Cultura que encabeza Lía Rueda (PRO). Si bien la norma no frena la mudanza, sí pone un requisito más para evitarla: al ser nombrada parte del patrimonio porteño, cualquier decisión que recaiga sobre ella deberá pasar primero por la Legislatura.
“La Ciudad tiene distintas leyes para proteger su patrimonio. En este caso, se logró que cualquier acción sobre el monumento sea más dificultosa, incluso para moverlo o restaurarlo. Suma elementos a la cautelar que impulsaron las ONG Basta de Demoler y Salvemos las estatuas y que permite que el juez que resuelva de quién es el monumento y a quién pertenece la plaza tenga que valorar esta nueva restricción. El es, en definitiva, también el que tiene que aclarar cuál es el alcance del convenio que desde 2007 convierte en vulnerable ese espacio de la Ciudad”, explicó Sánchez en referencia al acuerdo entre Nación y Ciudad que estipula que la plaza Colón y lo que está en ella es responsabilidad de la Ciudad. Sin embargo, ese espacio permanece enrejado y cerrado y el monumento fue bajada sin permiso. Sánchez agregó: “Las leyes pesan, y si avanza en el plan de sacarlo la Nación podría estar en rebeldía ante una decisión judicial, porque todavía hay una cautelar”.
Durante la sesión, que duró menos de una hora, Naddeo fue la única que defendió la idea de llevar la escultura del genovés a Mar del Plata, incluso a pesar de que las asociaciones italianas de esa ciudad ya comunicaron su postura en contra. “Se confunde la autonomía de la Ciudad al olvidar que también este distrito es sede del Gobierno Nacional, al que le fue cedida la estatua”, disparó. Y dio por decidida la mudanza: “El monumento a Colón va a seguir estando al aire libre, restaurado, pero Azurduy merece una reivindicación, tenemos que pensar qué símbolos acompañan a la Casa Rosada y la Jefatura de Gobierno porteña”. Y Rueda fue firme: “Con esta ley queda claro que Colón pertenece a la Ciudad y debe estar en su lugar hasta que la Legislatura disponga lo contrario”. La pelea, judicializada, podría llegar a la Corte Suprema según advirtió Basta de demoler.

Para Cabandié, no va a Mar del Plata

“Pretendíamos que el monumento fuera trasladado a Mar del Plata pero no será así”. El diputado porteño Juan Cabandié, en campaña para llegar al Congreso Nacional, sorprendió con sus declaraciones a Radio Ciudad. Un rato antes, tras la sesión de la Legislatura en la que se abstuvo de votar, le había ratificado a Clarín: “Nuestra intención es poner a Juana Azurduy”.
Cuando estalló la polémica, Cabandié había dado una curiosa explicación sobre el plan para remover la escultura: “Nos preocupa que un monumento a Colón tan importante, como el que está atrás de la Casa Rosada, sea visto unos pocos segundos y por pocas personas mientras transitan con su auto o en medio de transporte público, porque después no hay posibilidad de verlo”.
En esa oportunidad, el legislador del Frente para la Victoria pareció no tener en cuenta que la escultura de Juana Azurduy, hecha gracias a una donación de 1 millón de dólares del Gobierno de Bolivia, estará en ese mismo lugar.

Fuente: clarin.com

APOSTAR POR EL ARTE:
CADA VEZ MÁS INVERSORES FINANCIAN A ARTISTAS

Por el cepo y la inflación, pequeños ahorristas deciden resguardar sus pesos convirtiéndose en mecenas de jóvenes pintores 


Ignacio Oroná tiene 31 años, es analista de sistemas y hace unos cinco meses decidió darle un curso impensado a su dinero.

Por el momento, le resulta difícil pensar en juntar lo que cuesta un departamento. Por eso, ahora, invierte en arte. Mejor dicho, ahorra en arte: se convirtió en mecenas de un artista. Todos los meses le hace una transferencia de unos 500 pesos y a fin de año recibirá una obra de Enrique Tazelaar, un joven pintor que lo deslumbró con sus colores.

"A fines del año pasado acompañé a un amigo a un evento. Yo creía que era un remate. Pero no, era el evento anual en el que los mecenas recibían las obras para las que habían aportado mensualmente. Me encantó la idea. Me pareció una manera genial de comprar arte y, a la vez, invertir", cuenta Ignacio.

Su caso es cada vez más común. Según surge de los números que se manejan en el mercado, el cepo y las restricciones cambiarias acercaron al mercado del arte a una gran cantidad de nuevos adeptos. Llegan interesados principalmente en la posibilidad de colocar su dinero en un bien que no se devalúe, no tenga gastos de mantenimiento y, eventualmente, permita hasta duplicar la inversión.

"Hoy, el 60% de los compradores son personas que no tienen en su haber más de una o dos obras y que conocen muy poco del tema", describe Ignacio Gutiérrez Zaldívar, de la galería de arte Zurbarán.

Sin embargo, comprar arte para invertir o incluso para ahorrar se ha convertido en una fantasía común, sobre todo para la clase media porteña. El perfil, dicen, es el del pequeño ahorrista, ese que compraba un departamento como inversión.

Las subastas de obras de arte se presentan particularmente atractivas. Augusto Giménez Zapiola es productor de cine. Nunca había comprado arte. Hace unos años adquirió su primera obra en arteBA, sorprendido al descubrir que el arte estaba más a su alcance de lo que había pensado. Compró una pintura de Felipe Giménez por 800 pesos. La quiso para colgar en su casa. Pero fue un camino de ida. "Era posible comprar arte a precios no delirantes", advirtió. A partir de entonces, lo intrigó la manera de conseguir obras de renombre, pero a precios accesibles. Su ojo de inversor lo llevó a participar por primera vez en una subasta: la del Museo Sívori. Sin ninguna experiencia previa, empezó a levantar la mano y en poco tiempo se hizo de más de 40 obras, desde un Alonso por el que pagó unos 10.000 pesos hasta un Cogorno, por 20.000. Ahora se prepara para participar del remate a beneficio que el museo realizará el próximo martes, a las 19, donde saldrán a la venta obras de grandes maestros, como Antonio Berni, León Ferrari, Leopoldo Presas, Libero Badii, Santiago Cogorno, Marta Minujín, Víctor Chab, Alberto Greco, Oscar Vaz, Onofrio Pacenza, y los más prestigiosos artistas contemporáneos, como Guillermo Roux, Adolgo Nigro, Juan Doffo, Blas Castagna, Silvina Benguria, Gustavo López Armentía, Alberto Bastón Díaz, Raúl Farcó, Jacques Bedel y Luis Wells, entre otros.

Esas 95 obras se exhiben en el museo y algunas de ellas saldrán a subasta sin base y al mejor postor. El resto de los lotes arrancará con una base que resulta entre un 20 y 30 por ciento menor que el valor del mercado.

"Las artes plásticas siguen alentando a nuevos coleccionistas a adquirir obras como forma de inversión. Un cuadro o una escultura de firma no sólo representan un objeto estético, sino una opción redituable a largo plazo, y a la que hoy se puede acceder en pesos argentinos", apunta la vicepresidenta de la Asociación de Amigos del Museo Sívori, Lys Grimaldi.

El mercado del arte mueve unos 1000 millones de pesos al año. Según la Asociación Argentina de Galerías de Arte, desde 2011 se incrementó 35% la cantidad de obras vendidas. En abril, mayo y junio últimos, las subastas de arte han movido unos 36 millones de pesos, según la revista Trastienda. Se subastaron 1331 obras, a un valor promedio de 30.000 pesos cada una. Las más recientes fueron la de Make-A-Wish, a beneficio, y la del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, hace tres semanas. No soy tan joven como para saberlo todo , una acuarela sobre papel realizada por el grupo Mondongo, se vendió en 37.000 pesos. En total, se comercializaron obras por 700.000 pesos. Claro que la franja de los nuevos compradores, aquellos que se acercan al arte como inversión, se planta mucho antes. En los 5000. Tal vez en los diez. La ilusión siempre está puesta en la posibilidad de capitalizar la inversión. Comprar barato y vender caro, en dólares. Y allí es donde los nuevos compradores apuestan a los llamados "artistas emergentes". Pero para que esto ocurra hay que conocer el paño.

"Hay mucha gente que tiene ganas de meterse, pero que no es usualmente conocedora y lo considera una eventual rentabilidad. La mayor retribución que da el arte es la satisfacción de tenerla. Después, si se puede vender bien, mucho mejor", sintetiza Gonzalo Vidal, que dirige una consultora dedicada a asesorar a compradores de arte.

"Lo que se potenció mucho es la compra solitaria en los remates. La mayoría son jóvenes que gastan hasta 15.000 pesos. Mucha gente entra a las subastas sin ningún conocimiento. Apuestan a los artistas emergentes, pero hay que saber que el arte es buena inversión pero la rentabilidad es a largo plazo. Para que esas obras valgan tienen que pasar entre diez y treinta años", apunta.

"El arte como inversión tiene una gran rentabilidad. Sube un 12% anual acumulativo. Nada tiene ese retorno. El arte argentino tiene precios bajísimos y gran calidad. Pero para tomarlo como inversión hay que comprar con audacia y vender con paciencia", dice Gutiérrez Zaldívar.

Comprar arte en cuotas como forma de capitalizar un ahorro es una de las tendencias que se consolidan en Zurbarán, porque como dice su director lo que falta en el mercado es financiación. "Creció el interés por este sistema de compra -explica-. Se firma un contrato de comodato y cuando el interesado termina de pagar las doce cuotas se hace el de propiedad.".

Del editor: qué significa.
Ante la falta de certezas que ofrece hoy la economía argentina, los inversores buscan nuevos territorios para sus ahorros.

Para los expertos, hay que tomar recaudos para no equivocarse


Cuáles son las obras que tienen mayores posibilidades de reventa en el mercado




Qué hay que tener en cuenta a la hora de invertir los ahorros en arte. Desde la Asociación Argentina de Galerías de Arte aconsejan que lo primero por considerar es la autenticidad de la obra. Y para ello aconseja la compra en lugares oficiales y con garantía.
Si se trata de una obra con más de cien años, hay que tener en cuenta que cuanto más conocida sea esa pintura, mayor será, obviamente, su valor. En ese caso, la procedencia también será importante. No es lo mismo tener una obra que perteneció a Marcelo T. de Alvear que otra de origen desconocido.
Si se trata de grandes maestros, hay algunos nombres que mandan en el mercado. A saber, entre los artistas ya fallecidos, Quinquela Martín, Fader, Berni, Pettoruti, Molina Campos, Soldi, Quirós, entre otros. Entre los contemporáneos, los especialistas marcan algunos nombres como Nicolás García Uriburu, Rómulo Macció, Guillermo Roux, Juan Lascano, Ernesto Bertani, Mario Pérez, y la lista sigue.
"Esos son los artistas que pide el mercado. Adquirir una obra de ellos siempre será una buena inversión", dice Ignacio Gutiérrez Zaldívar.
Pero también hay artistas más jóvenes por quienes sería una buena idea apostar, agrega: "Agustín Viñas, un hiperrealista de 37 años; Sol Halabi, cordobesa, de 33 años, y Natalia Sánchez Valdemoros, mendocina, de 32 años".
Comprar íconos de artistas asegurará un gran valor de reventa. Así, cuando alguien compra una obra de García Uriburu, si tiene un ombú vale más que si no los tiene. Del mismo modo cómo los Quinquela de La Boca valen más que aquellos que pintó en Córdoba. Aunque Juan Lascano pinte los mejores paisajes de la Patagonia, en sus obras la gente busca los bodegones.
Claro que comprar clásicos es más sencillo. La inversión será grande. Es difícil equivocarse y la rentabilidad será menor. En cambio, si uno va a inclinarse por artistas emergentes, la inversión será menor y el riesgo mayor. También la posibilidad de duplicar o triplicar la inversión.
Algunos especialistas recomiendan mirar la trayectoria. Si esos artistas obtuvieron premios o si obtuvieron becas de las grandes escuelas. Aunque éste no es un factor definitivo. Molina Campos el único premio que obtuvo fue un quinto puesto en un concurso del diario Clarín, por ejemplo. A Pettoruti lo rechazaban en todos los salones. El único premio que obtuvo Berni fue en la Bienal de Venecia.
Hay colores que tienen mayor poder de magnetismo que otros. Así, por ejemplo, según apunta Gonzalo Vital, consultor de arte, las obras en tonos azules cotizan mejor que las marrones. Aunque esto sólo contribuye a alimentar el mito de que los nuevos compradores de arte, por desconocimiento, compran por colores.

Una forma de preservar el dinero


  • Quiénes invierten en arte
    Generalmente son jóvenes porteños que en otros tiempos hubieran adquirido un pequeño departamento como forma de inversión. Ahora, ante las dificultades para acceder a una vivienda, se inclinan por obras de arte

  • Cuáles son las modalidades
    Muchos asisten a las múltiples subastas que se realizan en la ciudad y allí adquieren obras. Por lo general pujan, en promedio, hasta los 5000 pesos. Otros deciden financiar a un artista joven

  • Cuánto se invierte
    Los nuevos mecenas destinan entre 500 y 800 pesos mensuales para financiar a un artista, y éste, a fin de año, les entrega una obra con capacidad de reventa

  • Cuánto más arte se vende
    De acuerdo con la Asociación Argentina de Galerías de Arte, desde el año 2011 se incrementó un 35 por ciento la cantidad de obras vendidas en el país

  • Cuáles son los artistas consagrados más requeridos
    Entre los contemporáneos los especialistas mencionan a Nicolás García Uriburu, Rómulo Macció, Guillermo Roux, Juan Lascano y Ernesto Bertani, entre otros. También varios artistas fallecidos cotizan muy bien: Berni, Pettoruti, Quirós, Soldi, Molina Campos, Quinquela Martín, etc

Obras para todos los gustos y bolsillos


  • El Centro Cultural Recoleta será el anfitrión de EGGO 2013, la feria de arte contemporáneo (ex Expotrastienda) que organiza la Asociación Argentina de Galerías de Arte para promover el coleccionismo para todos los presupuestos económicos.

  • El 70 por ciento de las obras que se ofrecerán entre el 6 y el 9 del mes próximo costará desde $ 1000 hasta $ 25.000. Y, por primera vez, los precios estarán a la vista del público.

  • En Junín 1930, la feria albergará unas 50 galerías de arte con más de 350 artistas plásticos. Entre las sorpresas de la edición 2013, se cuentan el proyecto Galerías Recientes y el Espacio Peisa. Ambas iniciativas procuran impulsar la difusión de artistas jóvenes de todo el país.
Fuente: lanacion.com