LA CIUDAD POR ALDO SESSA

En Colección Fortabat

Una selección de imágenes del consagrado artista se verán a partir del jueves. Testimonio de cinco décadas del fotógrafo caminante que ama Buenos Aires


Por Daniel Merle / LA NACIÓN

No hay muchos antecedentes de un conjunto de fotografías de Buenos Aires como las que Aldo Sessa presentará a partir del jueves en la Colección Fortabat. A pocos días de la inauguración, Aldo recibió a adn en medio de las pruebas de impresión y mientras trabajaba junto con su hijo Luis y colaboradores más cercanos en los últimos detalles de su gran exhibición de 130 fotos y 500 más en proyecciones distribuidas por todas las salas.
"Ahora que ya estoy grande, me siento más melancólico. Estoy más enamorado de las pequeñas cosas. Ya estoy hecho. Puse en esta muestra las cosas que quiero. A Buenos Aires la amo entrañablemente."
Aldo Sessa es un caminante inveterado de la ciudad. Con sus cámaras cruzadas en bandolera, visita una y otra vez los espacios que alimentan sus obsesiones. Así como Giacometti persistió por años con la figura del "hombre que camina", Sessa tiene unos pocos centros de interés que fotografía incansablemente, fascinado por el lugar y por las posiblidades técnicas de la infinidad de cámaras que utiliza (aunque reconoce que la Leica sigue siendo "su cámara").
"En mis recorridos siempre tengo presente a Manucho Mujica Lainez, a Silvina Ocampo, al arquitecto Peña y a Vázquez, su sucesor en el Museo de la Ciudad. A mis amigos Makarius y Roberto Blanco. Gente que conocía los rincones de Buenos Aires son los que me acompañan."
El Obelisco, el Jardín Botánico, los jacarandáes, La Boca, el fútbol en la calle, el Teatro Colón, la Avenida de Mayo, la arquitectura reflejada en los charcos. Es un ejercicio interesante hacer una lectura en paralelo con estos mismos lugares fotografiados por Sara Facio y Alicia D'Amico en su ya mítico libro Buenos Aires, Buenos Aires . O con la mirada humorística y todavía casi inédita de Jorge Aguirre en su ensayo Allegro ma non troppo .
"Nunca recibí influencias de ningun fotógrafo de Buenos Aires. La única fotógrafa por la que siempre sentí una gran admiración fue Sara Facio", afirma."La conocí en LA NACION cuando tenía 18 años y hacía mi primer colaboración en el viejo rotograbado de los domingos. Fueron mis primeras fotos profesionales."
La verdadera influencia que lo volcó hacia la fotografía fue la de Lisl Steiner, la reconocida fotógrafa estadounidense de origen suizo que trabajó largas temporadas en la Argentina. "A Lisl Steiner la conocí cuando yo pintaba. Ella era fotógrafa de Time . Tomé ejemplo de su capacidad para simplificar. Siempre tenía opiniones reveladoras. ?Tenés que aprender a poner un pie en la puerta para que no se cierre', me decía siempre."

Puente, 1986.
Un ejemplo más lejano pero idéntico en el sentimiento hacia una ciudad es el libro Day of Paris de André Kertész, con diseño del gran Alexey Brodovitch, publicado por primera vez en 1945. Ese recorrido fotográfico por una ciudad saturada de melancolía, donde todavía el pasado era la referencia para la vida cotidiana, es el punto de ataque de Kertész, un extranjero que retrata una ciudad que ama.
"Yo le hice las últimas fotos en vida a André Kertész. Fui con mi Leica M3 y lo fotografié en la sala del Bellas Artes, en 1985. Esa retrospectiva suya me pareció maravillosa. Siempre lo admiré mucho. En palabras de Bresson, Kertész era más artístico. Bresson, más periodístico. Las mujeres en los sofás, los desnudos. Las Polaroids son maravillosas. Esos pequeños objetos, detalles que tanto me gustan. Cuando murió no tenía el enorme reconocimiento que tiene ahora."
Aldo Sessa camina Buenos Aires en solitario. Con cierta distancia. Con la misma curiosidad de Horacio Coppola, el fotógrafo callejero por excelencia. Con un ojo en el pasado y en sus obsesiones. Y con el otro puesto en la geometría, en el orden preciso que encuentra en todos los escenarios.

Planetario, 1987.
"Todo mi trabajo tiene un rigor estético que esta íntimamente vinculado con la mecánica de la cámara. No me niego a las posibilidades de la manipulación. Hace diez años comencé a utilizar artilugios con superposición de negativos. Lo hice para un libro nunca publicado con Ray Bradbury."
-¿Qué influencia tuvo tu formación como pintor en tu fotografía?
-Empecé a pintar a los siete años y mi primera exposición fue a los doce. La pintura te permite "ver" y, sobre todo, el color. Una vez que conocés los colores primarios y sus infinitas combinaciones en la tela hacés lo que vos querés. Lo mismo siento cuando encuadro una imagen con mi cámara. Elijo exactamente lo que quiero hacer. Se pueden usar todos los resortes de las nuevas tecnologías. Para mí, la veracidad siempre fue un tema muy cuestionable. Existe el fotorreportaje. El estilo de Bresson, por ejemplo. Pero me pregunto cuál es la veracidad de un retrato, de una naturaleza muerta. Desde el momento en que encuadrás, estás haciendo tu propia realidad. Cuando uso un gran angular estoy transmitiendo mi propia visión de las cosas. Ahora todo vale. No se puede dictar una norma de calidad. Lo que es importante es el resultado, la autenticidad del fotógrafo. Si lo que hacés es genial, el foco y la calidad es lo de menos.La fotografía es ahora un vehículo muy apetecible para los que quieren jugar un look artístico, o intentarlo. No hay un culto a la calidad. Hay menos orgullo en eso. Ser contemporáneo no es mostrar fotos de ayer nomás. En Estados Unidos consideran contemporáneo a todo lo hecho después de la Segunda Guerra Mundial. Contemporáneo es algo de tu siglo. ¿Cartier-Bresson es contemporáneo? Irving Penn, Richard Avedon, todos ellos son contemporáneos. La Bauhaus sigue influenciando a los artistas de hoy. Mis fotos del año 58 que voy a poner en la muestra son hoy modernas. El color de los hermanos Lumière de 1907 es hoy supermoderno. El píxel es el grano de la película con el que yo desarrollé mi trabajo. En la fotografía el relato se basa en la mirada sobre lo que es el pasado.

Remolque, 1980
-¿Está desapareciendo el fotógrafo callejero?
-Hay menos fotógrafos que recorren las calles. La mirada ahora está más puesta en lo decadente. Es como si todo el mundo hubiera descubierto la belleza en lo abandonado y lo destruido. Yo iba a La Boca a encontrar esas superficies oxidadas hace 30 años, esas que ahora están tan de moda. La calle está mucho más insegura. Pero cada vez que salgo del estudio con mi cámara, siempre vuelvo con algo. Voy a buscar esos íconos, de los arquitectos, de los actores, de los lugares que fueron y que ya no son más. Se puede trabajar con el pasado, el presente y el futuro. Es como una ola en la que te dejás llevar por tus sentimientos. Eso es lo que te hace disparar la cámara. Ésta es una exposición de amor por Buenos Aires. Todavía salgo a ver los jacarandáes cuando florecen, las tipas. Las tormentas de noviembre en el Rosedal. Vas queriendo todas las pequeñas cosas.
-¿Cómo ves el futuro de la fotografía argentina?
-Nueva fotografía argentina es lo que vemos colgado ahora en todas partes. La tendencia es lo cotidiano, hay nuevas reglas. Se va produciendo una decantación. El sistema digital es un filtro muy amplio. Miles de fotos circulan por teléfonos que mueren en alguna carpeta perdida en una computadora. El uno por ciento termina en una copia. Para mí, una impresión fotográfica es una joya. Los nuevos sistemas de impresión digital nos dan la posibilidad de perdurar. Cada vez veo más y más fotógrafos. Cosas bien y mal hechas, y me alegro profudamente con esta abundancia de ideas. Después de todo, la competencia termina donde comienza la excelencia. No importa por qué vía uno lo haga. Detrás de cualquier cámara siempre tiene que haber un artista con un corazón que late, un cerebro que piensa y la decisión de disparar. El arte es un campo que da para todo. Todos tenemos nuestra oportunidad. La fotografía no es conflictiva. Te gusta o no te gusta. En este tiempo uno puede confrontar con el público y saber casi de inmediato qué es lo que le llega. La gente puede expresar libremente lo que siente con respecto a tus fotos. Miles de veces nos paramos delante de un cuadro de un gran pintor y nos preguntamos: ¿lo estaré interpretando mal? ¿Tal vez yo soy un inculto? En la fotografía eso no pasa.

El nono, 1963.
-¿Qué sucede con la influencia de las nuevas tecnologías en el campo de la fotografía?
-La revolución ahora es más tecnológica que artística. Existen los buenos y los malos fotógrafos. Nadie se puede quedar en el arte con una sola opinión. Las fotos de uno no sirven. Sirven las de todos. Si todos estuviéramos más unidos de lo que estamos, nos podríamos ayudar mucho más. Yo soy un fotógrafo analógico. La mayor parte de mi trabajo la hice en el siglo XX. Me gusta el foco, la buena definición. Que la máquina responda a lo que uno quiere plasmar. Uso la cámara delicadamente. Cada vez que fotografío con una cámara digital, lo hago del modo convencional. Siempre uso una Leica M5 cargada con película Tri-x de Kodak. Para mí es como un violín. Me gusta el leve sonido del disparador de la Leica. O el diseño de la Plaubel Nikkor 6x7. La Widelux, porque abarcás 180 grados de visión sin que nadie se dé cuenta. Cada una tiene su particularidad. Siento un enorme amor por las máquinas. Me gusta descubrir sus posiblidades. Es un instrumento noble. Las cámaras son mis amigas.

Memoria de una amistad entrañable



 

Manuel Mujica Lainez y Aldo Sessa trabajaron juntos en libros extraordinarios como Letra e imagen de Buenos Aires. En la cita reproducida en esta página, Manucho celebra el talento de su amigo fotógrafo.
"Si no fuese jardinero, tendría que serlo aquí, porque ésta, que en la niebla de Palermo se esfuma, es la casita de los jardineros de ese lugar. Es una casita para gnomos que inventen las plantas; para hadas que perfumen las flores; para jardineros de parques encantados: una de las casas donde uno quisiera vivir. (He observado, a medida que dibujo arabescos de letras alrededor de las fotografías.) Las fotografías de Aldo Sessa son los sueños de la realidad".

Opinión

Una carrera es obra hecha
De fotógrafo a fotógrafo, una reflexión acerca del estilo y la huella abierta por Aldo Sessa.

Por Diego Ortiz Mugica / Para LA NACIÓN

Grete Stern, Horacio Copola, Pedro Luis Raota, Aldo Sessa... Son algunos de los responsables locales de que muchos de nosotros hoy tengamos la fotografía como pasión y profesión.

En primer lugar: ¡gracias por marcar "el camino", por "abrir la huella"!
Aldo es un apasionando, un amante de la cámara. No recuerdo, en el curso de toda mi vida, un encuentro con él en que no tuviera la cámara colgada del hombro.
Dicen que los maestros explican lo que saben pero enseñan lo que viven.
Si hay algo que aprendí de Aldo Sessa, es a trabajar, y también a entender que una carrera se hace a lo largo de los años.
Uno se "recibe" de fotógrafo cuando tiene una obra para mostrar. Y eso se hace con la suma de años: trabajando, buscando, cambiando la intención, corriendo la estaca.
Hoy, Aldo Sessa tiene una gran obra para mostrarnos, fruto de muchos años de búsqueda, inspiración y esfuerzo.
Para mí, ésta es su gran enseñanza.
Aldo:
Gracias por compartir tus imágenes con nosotros.
Gracias por enseñarnos a buscar.
Gracias por enseñarnos a no abandonar.
En definitiva, gracias por abrir la huella.
 
Fuente: ADN Cultura La Nación

¿PALMAS HÚMEDAS? AMA A MONET

Un académico alemán estudió con guantes sensores físicos qué atrae a los visitantes de los museos. Definió el estado de verse afectado por el arte como una sensación de inmersión en una obra.

Por Dorothy Spears

Lo poco o mucho que los visitantes de museos saben sobre arte cambia en muy escasa medida cómo se comportan frente a las obras exhibidas, según un estudio de un estudioso de la cultura alemán que midió electrónicamente qué elementos atraían la atención de los visitantes y cómo se veían afectados emocionalmente. El académico, Martin Tröndle, también constató que los visitantes solitarios normalmente pasaban más tiempo mirando las obras de arte y que experimentaban más emociones.
Tröndle y su grupo de trabajo equiparon a 576 voluntarios con un guante provisto de la función GPS para seguir su recorrido a través de las galerías del Kunstmuseum St. Gallen en Suiza durante dos meses desde junio de 2009.
Los sensores en los guantes midieron la evidencia física de reacciones emocionales, como las frecuencias cardíacas y el sudor de sus palmas. Posteriormente, se realizó un cuestionario a los voluntarios acerca de dónde habían permanecido más tiempo y los sentimientos que evocaban esas obras en particular.
Tröndle descubrió que aparentemente había escasa diferencia de vinculación entre los visitantes que tenían un conocimiento erudito del arte y "personas que son ingenieros y dentistas". Dijo que los artistas, los críticos y los directores de los museos suelen en general centrarse en una obra de la sala, mientras que los visitantes con una curiosidad y un interés moderados tienden a pasar de una obra a otra y a leer los paneles de texto. "Casi se podría decir que el conocimiento nos hace ignorantes", dijo.
El punto central del estudio de Tröndle fue una fascinación por las ambientaciones de los museos en general y una curiosidad acerca de la manera en que las disposiciones particulares de objetos de arte afectaban el comportamiento humano, dijo, hablando desde su despacho en la Universidad Zeppelin en el sur de Alemania, donde es profesor de gestión de las artes e investigación artística. Su estudio, financiado por la Fundación Científica Nacional Suiza, estableció por primera vez que "existe una correlación muy fuerte entre la experiencia estética y las funciones corporales", dijo.
Definió el estado de verse afectado por el arte como una sensación de inmersión en una obra, o de sentirse llamado por ésta, de lo cual extrajo la conclusión de que a un museo es mejor ir solo.
Estos momentos son fugaces y sutiles, dijo, agregando "Quien se comunica con una obra de arte no puede conversar al mismo tiempo con quienes lo/la acompañan", dijo.
Los visitantes tendieron a sentirse más estimulados por las esculturas que impedían su avance por las salas. "A la gente le gusta chocarse con el arte", dijo.
Algunos expertos son escépticos. "Esta tecnología es muy nueva y muy joven", dijo Paul C. Ha, director del List Visual Arts Center del Massachusetts Institute of Technology (M.I.T.). "Todavía no sabemos bien qué tenemos. Y, como es sabido, los datos pueden interpretarse de cualquier manera".
Bonnie Pitman, distinguida académica en residencia en la Escuela de Artes y Humanidades de la Universidad de Texas, Dallas, experta en el tema de las respuestas de los visitantes al arte, dijo: "No estoy segura de que tener más datos permita una comprensión mayor del conjunto muy complicado de factores que intervienen en la experiencia de las obras de arte".
En referencia a Tröndle y su convicción de que una frecuencia cardíaca elevada indica una experiencia más honda del arte, dijo: "Esos momentos trascendentes en que nos sumergimos en el color y la belleza de un Pissarro o un Sisley o un Monet ­esos momentos no necesariamente hacen aumentar la frecuencia cardíaca. Nos desaceleran".
Si se piensa en toda la atención que se presta últimamente a las exposiciones exitosas en los grandes museos "cabría suponer que nuestro futuro no es muy promisorio", dijo Ronald Wäspe, director del Kunstmuseum St.
Gallen, un museo más pequeño con una gama de pinturas y esculturas que datan desde la Edad Media hasta el presente.
La investigación indicó, para él, que "ahora tenemos una ventaja, porque vemos que, para una experiencia óptima del arte los museos deben ser pequeños, deben estar más vacíos y deben ser, en el sentido más positivo del término, un lugar de contemplación".

Fuente: Revista Ñ Clarín

CONTROL CONVERTIDO EN POESÍA


Interactividad a fondo, obras que dejan de existir cuando el espectador se aparta de ellas y no tienen a nadie a quien detectar. Arte que vive, que es mirado y mira.

Por Marina Oybin

Por estos días el Espacio Fundación Telefónica se transformó en una especie de panóptico con cámaras en vivo y sistemas de seguimiento computarizados. En Detectores, uno es observado y, al mismo tiempo, observa, escruta, da vida a las poderosas instalaciones de Rafael Lozano-Hemmer. Y si nadie las mira, las obras se apagan, dejan de existir.
“No se trata de una moralización sobre la condición orwelliana de nuestra sociedad, sino de pervertir y materializar en una forma poética o crítica los elementos de control que existen”, explica Lozano-Hemmer desde San Francisco, donde acaba de inaugurar en el MoMA “Frecuencia y Volumen”, una instalación en la que el espectador sintoniza radiofrecuencias con el cuerpo, y donde se exhibe, además, “Homografías”, una instalación con tubos fluorescentes que rotan con la presencia del público.
Detectores reúne una serie de obras de arte reactivo: son experiencias incompletas a las que el público viene a dar sentido. A cada paso uno activa grabaciones de video, esculturas cinéticas, animaciones algorítmicas y ambientes de luz. Ya de entrada, el espectador se topa con “Sabroseos” (el título original es Make-out, un juego de seducción, generalmente previo al sexo), una pantalla interactiva de alta resolución con sistema de vigilancia computarizado incorporado. De lejos, vemos un diseño geométrico, por momentos deviene cinético. Habrá que acercarse para que los sensores detecten nuestra presencia. Ahí nomás, las parejas se miran. Silencio. Luego, copa la pantalla un desfile inagotable de hasta 8.000 videoclips de besos en simultáneo (tomados de Internet). Hay besos famosos del cine, besos amorosos, apasionados, inolvidables, heterosexuales u homosexuales. Cada vez que nos desplazamos, como si fuera posible que se multiplicaran exponencialmente, la pantalla nos devuelve un nuevo beso. Seguimos caminando. La cámara ya no detecta la presencia y la mirada humana: los besos, entonces, desaparecen.

BIFURCACION. Computadora, Kinect, proyector, metal, motor, procesador Arduino, madera fumigada.

Lozano-Hemmer demuestra que la tecnología desata obras poéticas, bellas, que sacuden el corazón. “Bifurcación” es una instalación de la serie Shadow, donde las sombras proyectadas son reinterpretaciones del objeto en cuestión. En sala, una rama real cuelga de un hilo. Apenas  hay que soplarla para que en una pantalla la imagen del árbol de la que proviene empiece a rotar en la misma dirección. Se mueve una y otra vez: la misma frecuencia, el mismo ángulo de inclinación. La rama ausente ahora da vida al árbol.
Así como Duchamp encapsuló aire de París y Piero Manzoni puso su propio aliento en globos, Lozano-Hemmer es capaz de capturar un suspiro y reproducirlo ad eternum. El artista le pidió a la cantante cubana de boleros Omara Portuondo que respirara en una bolsa de papel. Acto seguido, a partir de ese intangible, creó “Ultimo suspiro”, una instalación diseñada para almacenar y hacer circular el suspiro de una persona. Sin respiro, la bolsa de papel se infla y desinfla. “Esta pieza pretende ser un retrato biométrico realizado a partir de tecnologías médicas que circulan el aliento entre un fuelle y una bolsa de papel al ritmo de la respiración promedio de un adulto en reposo: diez mil veces diarias, con 158 suspiros”, dice el artista.
Lozano-Hemmer cuenta que primero capturó el suspiro de su madre, pero después decidió quitarlo de la bolsa y del aparato: “En mi opinión únicamente hay que conservar el aliento de alguien que tenga una relevancia más general”. De esta serie, la obra más bella es la que le regaló a una pareja de amigos suyos: son sus suspiros, la respiración mezclada de ambos seguirá junta después de la muerte. ¿Quién se resiste a los frascos con aire y aroma del pasado?, ¿o a las bolsas de papel con deseos inconfesables y suspiros de amor eterno?
“Coincidencia sostenida”, una instalación interactiva con tubos de luz, luces infrarrojas y software, nos lleva a jugar como chicos. Apenas nos movemos, nuestras sombras se proyectan en la pared: parece que tuvieran vida propia, siguen ahí, superpuestas en extraño delay a pesar de nuestros movimientos.
SABROSEOS. Shadow Box 8. Pantalla interactiva de alta resolución con sistema de vigilancia incorporado.
SABROSEOS. Shadow Box 8. Pantalla interactiva de alta resolución con sistema de vigilancia incorporado.

Con un sistema de vigilancia computarizado y un software que modifica nuestra imagen, “Blow - up” transforma nuestra imagen: la expande, multiplica y deconstruye hasta volverla sólo forma y color. A unos pasos, como si se tratara de un sitio infernal, en la instalación interactiva “La medianoche del año”, en la pantalla brota de nuestros ojos un extraño humo. Denso, imparable. Y en “Tensión superficial”, ese ojo no nos deja de observar. Uno se mueve y la mirada de ese desconocido nos sigue sin tregua. Finalmente, hartos de esa gigantesca pupila inquisitoria, nos quedamos quietos. No hay caso: el ojo sigue mirándonos fijamente.
“Indice de corazonadas” funciona con huellas digitales, un fundamento de la biometría para la detección de individuos. La instalación toma esa tecnología y crea un ambiente conectivo, una especie de paisaje hecho con capturas de la piel que palpitan al ritmo cardíaco de los participantes. Apenas usted apoye el dedo en la máquina (con un sensor equipado con microscopio digital y sensor de frecuencia cardíaca) verá en pantalla que las huellas se vuelven imagen abstracta, bella, única, y al tiempo, irreconocible.

Pura textura y color.

En las obras de Lozano-Hemmer la tecnología palpita. El artista se zambulle en un desafío que parece imposible: capturar lo efímero e indeterminado. Logra, por ejemplo, que una rama ya seca dé nueva vida a un árbol o atrapa algo tan frágil e inasible como el suspiro de quien amamos. Pura alquimia.

FICHA
Rafael Lozano-Hemmer
Detectores

Lugar: Espacio Fundación Telefónica (Arenales 1540).
Fecha: hasta 19 de diciembre.
Horario: lunes a sábados, 14 a 20:30.
Entrada: gratis.


Fuente: Revista Ñ Clarín

ENTREGARON LOS PREMIOS KONEX

Se premió a las Artes Visuales. Los elegidos fueron el pintor León Ferrari y el arquitecto César Pelli, que se quedaron con el Konex de Brillante.

Dos indiscutibles se llevaron ayer el más importante de los Premios Konex. Se premiaba a las Artes Visuales y los elegidos fueron el pintor León Ferrari y el arquitecto César Pelli. Se quedaron con el Konex de Brillante. Al mediodía, Pelli había sido recibido por la presidenta Cristina Kirchner. Ferrari, operado, faltó al agasajo presidencial y también a la entrega.
El jurado que los eligió estuvo presidido por Luis Felipe Noé y compuesto por 20 especialistas, que tle dieron el Konex de Honor al artista Carmelo Arden Quin, que murió en 2010, y otorgaron menciones especiales por Trayectoria a Gyula Kosice, Quino, Marta Minujín, Josefina Robirosa y Clorindo Testa.
En total, fueron 100 premiados. Entre otros, recibieron sus distinciones Diana Dowek, Rogelio Polesello y Carlos Alonso. Los aplausos más fuertes se los robaron el padre de Mafalda, que le agradeció a su madre por dejarlo pintar en la mesa, y el recuerdo de Caloi. Al final, el hijo de Ferrari recibió el premio de su padre que lo mandó a decir, entre otras cosas, “que somos todos buenos”.

Fuente: Revista Ñ Clarín

ARQUITECTURA E IDEOLOGÍA EN BERLÍN:
UN EJERCICIO DE ARTE Y MEMORIA EN CLAVE PERSONAL



Antes de la construcción del muro, ambos regímenes en la ciudad dividida competían a través de sus edificios. Una muestra colectiva en la Casa de las culturas del mundo invitó a diez artistas contemporáneos a que pongan en cuestión este binomio en relación a sus historias personales.

La curadora de arte contemporáneo Valerie Smith organizó y planificó una exposición que reflexionara críticamente sobre el cruce entre arquitectura e ideología y tomó el edificio de esta Casa como punto de partida para hacer un aporte complejo sobre la arquitectura actual. Hacer una muestra sobre estos temas no es algo menor en Berlín donde la mayoría de los debates se cruzan con la memoria y, mientras en otros escenarios los debates arquitectónicos están relacionados con la economía, aquí se relacionan con el pasado que vive en cada rincón. A partir de esta iniciativa se invitó a diez artistas contemporáneos de todo el mundo, para que trabajaran y cuestionaran esta relación; tomando el edificio como punto de partida pero reflexionando sobre sus historias personales.
En la explanada de la Haus surgía la obra del arquitecto chino Wang Shu que acaba de recibir el premio Pritzker. El trabajo combinó maderas y tejas, y puso en debate la uniformidad con la que se construye hoy en China. Es decir, se edifica con los mismos criterios arquitectónicos que en Singapur, Nueva York o San Pablo en un momento de boom arquitectónico. Wang Shu sostiene que hay que recuperar tradiciones arquitectónicas locales, para construir de manera adecuada al lugar en que uno está trabajando. “Lo que hizo en el techo es algo que se hace con una técnica clásica de tejas yuxtapuestas, que son perfectas para frenar el agua de lluvia.

SHOW FLORAL. Fotografía tomada en 2007 en Pyongyang, durante un viaje de Brandlhuber Arno y sus estudiantes.
SHOW FLORAL. Fotografía tomada en 2007 en Pyongyang, durante un viaje de Brandlhuber Arno y sus estudiantes.
Es una instalación artística, un teatro hecho a partir de esas tejas. Es sólo una invitación estética a crear un foro, un espacio comunitario, un espacio social. Y él lo crea con sus propias tradiciones arquitectónicas. Toda una serie de trabajos reflexionan sobre las ambivalencias, las ambigüedades de invitar a un gran gesto político para la palabra libre, que después no se cumple,” explicó Silvia Fehrmann, jefa de comunicaciones de la Haus.
En una sala en penumbras, una buena cantidad de pantallas emitían imágenes que simulaban ser iguales pero no lo eran. Retrataban la duplicación de Berlín, es decir los edificios e iniciativas que se erigieron a un lado y otro del Muro y que se proponen como patrimonio cultural de la humanidad de la Unesco. De un lado y del otro de lo que fue el Muro quedaron tres óperas, dos zoológicos, dos salas de congresos, dos monumentos a la mujer que levantaba escombros después de la guerra, dos universidades... Todo nacido de la competencia entre ambos sistemas políticos. “Veintitrés años después de la caída del Muro estamos en condiciones de mirar sobre esa historia y darnos cuenta que la memoria histórica de Berlín se tiene que establecer en torno a las dos dimensiones de la memoria y no sobre la idea de que un sistema se impuso sobre el otro. Este es un proyecto estético y la idea es generar espacios de debate”, explica Fehrmann.
En el impactante auditorio de la Haus, una instalación acústica de Iñigo Mangiano-Ovalle invitaba al protagonismo del espectador a favor de la libertad de expresión. Se podía subir al escenario y hablar frente al micrófono y la particularidad era que el público no escuchaba lo que se decía. Los discursos quedaron registrados y guardados en la Web. Una especie de radio abierta jugaba con la idea de los programas que convocan a que los oyentes llamen y seleccionan las voces que van a emitir. Quedaba en evidencia que si bien hay una participación del oyente, en definitiva lo que existe es un sistema que decide cuál es la palabra que se emite, la opinión que se hace escuchar.

BAJO IMPACTO AMBIENTAL. Obra de Wang Shu, el arquitecto chino que recibió el Premio Pritzker 2012, el más prestigioso de la disciplina.
BAJO IMPACTO AMBIENTAL. Obra de Wang Shu, el arquitecto chino que recibió el Premio Pritzker 2012, el más prestigioso de la disciplina.
La artista portuguesa Ángela Ferreyra reconstruyó la historia de los edificios que colapsan a través de maquetas como, por ejemplo, la historia de un edificio en Maputo, Mozambique. Allí se construyó una torre para un hotel y durante las luchas por la independencia del país, los portugueses, antes de abandonar el territorio, llenaron las cañerías con hormigón y el edificio quedó inutilizado y debió ser demolido. La artista ha contado esta historia con un video.
También eligió el video el colectivo de arquitectos latinoamericanos Supersudaca. A través de varias pantallas, presentó desfiles de modas donde se exhibieron ropas de los países latinoamericanos. La idea de un guardarropa que explica simbólicmente, con imágenes y textos, el funcionamiento de las consultoras de riesgo internacionales que definen donde se puede construir o no al otorgar o no créditos tanto para hoteles como para escuelas. “El gesto tiene que ser pensar el mundo, repensando la posición local en relación con el afuera, no exponer el tercer mundo en el escenario, esa no es la intención”, concluye Fehrmann.
Esta muestra se interpreta cuando pone de relieve la importancia del edificio que fue un regalo del gobierno estadounidense a Berlín occidental en épocas de la Guerra Fría. A fines de los cincuenta, Berlín occidental y oriental –sin Muro todavía– competían por mostrar cuál era la ciudad más moderna y, a su vez, cuál era la sociedad más apta para traer prosperidad a los trabajadores. Entonces, se decide crear esta casa como un monumento para la libertad de expresión en Berlín occidental con un claro fin propagandístico de los Estados Unidos. Fue diseñada por el arquitecto norteamericano, Hugh Stubbins, que fuera discípulo de Walter Gropius. Stubbins hizo una especie de parábola hiperbólica, sobredimensionada con un gran auditorio para mil personas. El edificio está concebido como espacio para congresos, exposiciones y conciertos. En 1981, se quiebra el techo y en marzo de 1989 un grupo de activistas culturales la volvió a la vida y así nació como "Casa de las culturas del mundo".

Fuente: Revista Ñ Clarín

MENOS ANTICUARIOS AUNQUE UNA MAYOR OFERTA DE PIEZAS EN FERIARTE 2012


Detalle de varios relojes que se muestran en la 33 edición de la Feria de Arte y Antigüedades Feriarte 2009 en el Recinto Ferial IFEMA de Madrid. EFE/Archivo

Madrid, 14 - La edición número 36 de Feriarte abrirá sus puertas este año con menos anticuarios -alrededor de 90-, pero con un incremento en la oferta de objetos hasta superar los 18.000, según cifras divulgadas hoy por la organización.
La Feria de Arte y Antigüedades Feriarte será inaugurada el viernes por el Ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, y contará con las propuestas de reputados galeristas y anticuarios españoles e internacionales que pondrán a la venta piezas de distintas épocas y estilos, han explicado a Efe responsables de Ifema.
El número de piezas expuestas se incrementará en 3.000 más respecto a la edición del año pasado, aunque participarán alrededor de una treintena menos de expositores.
Como novedad, la organización pondrá en marcha una jornada de entrada gratuita el 20 de noviembre para promover el coleccionismo y fomentar las ventas de la feria.
Muebles, antigüedades clásicas, relojes, porcelanas, lámparas, plata, cristal, alfombras, tapices, arte africano, joyas, elementos arquitectónicos, instrumentos científicos o mapas antiguos, son algunos de los objetos que se pondrán a la venta.
Además, Feriarte reunirá una cuidada selección de pintura y artes plásticas de autores contemporáneos.
Nuevamente, la feria incluirá el recorrido "Piezas Favoritas", selección de objetos destacados por los propios galeristas y anticuarios que se mostrarán en los módulos expositivos con un distintivo identificativo.
La organización ha indicado que, en los días previos a la apertura de Feriarte, que se celebrará del 17 al 25 de noviembre, una comisión de expertos en distintas disciplinas del arte comprobará el valor de cada objeto, así como su autenticidad y estado de conservación.

Fuente: EFE

UNA EXPOSICIÓN DE SOROLLA REIVINDICA EN VALENCIA A CLOTILDE, SU MUSA Y ESPOSA


Dos mujeres conversan ante los cuadros de Ignacio Zuloaga, "Mis primas" de 1903 (d), y de Joaquín Sorolla, "Mi mujer y mis hijas en el jardín" de 1910 en el Centre del Carme, que presenta la exposición "Zuloaga y Sorolla, artistas en una edad de plata", organizada por el Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana y la Institución Joaquín Sorolla de Investigación y Estudios.EFE


Valencia, 14 - El Museo de Bellas Artes San Pío V de Valencia indaga en la figura de la esposa de Joaquín Sorolla, Clotilde García del Castillo, como musa y modelo del artista valenciano, en la exposición "Clotilde de Sorolla". Veinte cuadros, veinticuatro dibujos y treinta y ocho fotografías, así como objetos personales de Clotilde García y cartas dirigidas al pintor, se reúnen en esta muestra, que podrá visitarse hasta el próximo 17 de febrero. Valencia es la segunda parada de esta exposición, que acogió hasta el pasado 14 de octubre el Museo Sorolla de Madrid, de donde procede la mayor parte de las obras y objetos exhibidos. Clotilde García del Castillo (Valencia, 1865-Madrid, 1929) fue "el pilar" en el que se apoyó Sorolla durante "toda su vida", pues fue su musa y modelo y fundó el museo que lleva el nombre del artista, según la comisaria de la exposición, Consuelo Luca de Tena. Para Consuelo Luca de Tena, la esposa del pintor "comprendió" que Sorolla "tenía que pintar", por lo que "dedicó su vida a quitarle cualquier obstáculo" que se lo impidiera y juntos formaban "un equipo realmente compenetrado". "Clotilde de Sorolla" se divide en cuatro secciones temáticas ordenadas cronológicamente: la primera se centra en los aspectos más íntimos; a continuación, se examina la figura de Clotilde como musa; después, como esposa de un Sorolla ya con prestigio internacional, y, finalmente, se repasan los años finales de la pareja. En la exposición pueden verse varios retratos o dibujos de Clotilde García, "una de las mujeres más retratadas", según la comisaria, leyendo, cosiendo o jugando con sus hijos. Los dibujos, casi todos inéditos, salen por primera vez del Museo Sorolla de Madrid tras haber sido restaurados para esta exposición. De los veinte lienzos que integran la muestra, dieciocho son fondos del Museo Sorolla, algunos se exponen por primera vez en Valencia, uno ha sido cedido por una coleccionista particular y el restante forma parte de los fondos del San Pío V.

Fuente: EFE

EL "PENACHO DE MOCTEZUMA" REAPARECE EN VIENA
RESTAURADO POR MÉXICO Y AUSTRIA


Un hombre da los últimos detalles al mostrador donde se expone una réplica del mítico penacho de Moctezuma, en el Museo del Templo Mayor en Ciudad de México. EFE/Archivo

Viena, 14 - Restaurado y estudiado a fondo por expertos mexicanos y austríacos, el legendario "Penacho de Moctezuma" reapareció hoy en público por primera vez desde 2004 con un nuevo nombre y una amplia investigación sobre su misteriosa historia.
La delicada cuestión de la propiedad del penacho ha pasado a un segundo plano para permitir una cooperación cultural y científica entre México y Austria, cuyos primeros resultados fueron presentados hoy en rueda de prensa en el citado museo.
"Para nosotros, lo primero es la conservación de la pieza. Estaba en muy mal estado, ahora está bien", explicó hoy a Efe en Viena Alfonso de María y Campos, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México.
"En segundo lugar, nos preocupaba la falta de investigación", añade el experto, uno de los coordinadores del proyecto, quien recordó que hacía más de cien años que no se efectuaba un amplio estudio científico sobre la supuesta corona del emperador azteca.
Persisten las dudas sobre su verdadero origen y por ello ha sido rebautizado: "El Penacho del México Antiguo" es ahora su nombre oficial, así como el título del libro donde se publican los resultados de las investigaciones.
Si perteneció o no a Moctezuma II Xocoyotzin, el último emperador azteca, si éste lo regaló al conquistador español Hernando Cortez, si era usado por sacerdotes en rituales religiosos..., aún quedan incógnitas por esclarecer en el futuro.
Pero las nuevas tecnologías han permitido un análisis detallado de la sofisticada fabricación de la pieza, mientras que su belleza y magnificencia se han recuperado, gracias a las modernas técnicas de restauración.
Plumas verdes de Quetzal, rojas del pájaro espátula, de color café del vaquero, otras turquesas y azules claras de aves no identificadas, están sofisticadamente montadas en un cuerpo principal, en forma de abanico, y otro central, trapezoidal ascendente, con dimensiones máximas de 178 por 130 centímetros.
"Las plumas eran de un gran valor, más que el oro. Eran otro ámbito de poder, de riqueza", destaca de María y Campos.
"Obviamente, Moctezuma no usaba penacho, pero eso no quiere decir que no fuera de él esta pieza", explica.
Recuerda que "en toda la historia de México, los grandes señores se vistieron con plumas" y que los objetos con plumas eran guardados como tesoros.
Y dice no tener dudas de que el penacho "sí es parte del tesoro de Moctezuma", convertido hoy en "un símbolo muy mexicano de poder".
Aunque México quiere que la corona de plumas vuelva a sus tierras originales, de momento lo que pide oficialmente es solo una concesión en préstamo por largo tiempo.
"Tenemos ahora el diagnóstico completo de la pieza", subrayó por su parte Lilia Rivero Weber, Coordinadora Nacional de Conservación de México, tras calificar de "histórico" el estudio completo del penacho y de su compleja técnica de manufactura.
Después de que Austria, temerosa de los daños que pueda sufrir en un transporte aéreo, rechazara una propuesta de llevarlo en avión a México, "estamos trabajando en una propuesta para un transporte probablemente vía marítima", explicó Rivero.
"Penacho: Suntuosidad & Pasión", es el título de la exposición en torno a esta corona, que en 1596 aparece inventariada en un legado del Archiduque Ferdinand II.
Para nosotros "hoy es un gran día de alegría", resaltó Sabine Haag, directora de los Museos de Historia del Arte, de Etnología y del Teatro de Viena, y recordó que el penacho ha estado medio siglo bajo la protección de esa colección de la dinastía de los Habsburgo.
Ello probablemente lo ha salvado de la destrucción o pérdida, como han sufrido otras preciosas piezas que los conquistadores de América llevaron a Europa, y hoy es el objeto más famoso del Museo de Etnología de la capital austríaca.
A partir de mañana, se puede admirar allí, en exposición permanente, junto a otras piezas provenientes de Mesoamérica, de los siglos XV y XVI.

Wanda Rudich.

Fuente: EFE

 

EL MUSEO METROPOLITANO REMEMORA
EL AMOR DE GEORGE BELLOWS POR NUEVA YORK


Reproducción fotográfica cedida de la obra "Rain on the River" del pintor George Bellows, que hace parte de las cien obras que se exponen en el Museo Metropolitano de Arte (Met), en Nueva York. EFE

Nueva York, 13 - El pintor George Bellows, que a través de su obra se convirtió en un exhaustivo cronista de la sociedad neoyorquina, retratando cómo moría el siglo XIX y nacía la Modernidad, protagoniza una retrospectiva en la ciudad que constituyó la gran pasión de su vida.
"Bellows amaba Nueva York y ese amor lo expresó en todo lo que hizo. Esa pasión está presente en sus pinturas, en sus dibujos, en sus litografías", de las que 100 se exponen desde el jueves próximo al 18 de febrero de 2013 en el Museo Metropolitano de Arte (Met), según explicó hoy a Efe la comisaria de la exhibición, Barbara Weinberg, durante la presentación de la muestra.
Considerado como uno de los precursores del modernismo en EEUU, Bellows fue el primer gran pintor en retratar la sociedad industrial de masas de este país.
Desde los combates de boxeo que le hicieron célebre, hasta los retratos de su familia, pasando por paisajes urbanos y marítimos o por escenas de la Primera Guerra Mundial, la mirada de Bellows (1882-1925) se posó en toda la realidad que le circundaba, "haciéndola suya y característica", según Weinberg.
Este caudal de imágenes variopintas se ha reunido en la que es la retrospectiva más completa del artista desde 1966, y a través de la cual puede efectuarse un recorrido por su trabajo, que se mantuvo en constante evolución desde que Bellows llegó a Nueva York en 1904, "como tantos otros neoyorquinos, que proceden de otro sitio", bromeó Weinberg.
Nacido en Ohio, a cuya universidad asistió, el pintor se trasladó a la Gran Manzana antes de graduarse, con el propósito de estudiar arte con Robert Henri, uno de los profesores estadounidenses más influyentes de la época, a raíz de lo cual se convertiría en un miembro destacado de la escuela artística de Ashcan, un grupo inspirado por las enseñanzas de este maestro.
La "escuela de Ashcan" centró su actividad en tomar constancia de las realidades de la vida cotidiana, y Bellows se manifestó como el "más audaz y versátil" de sus condiscípulos, tanto en "los temas, como la paleta de color y las técnicas", según Weinberg.
El artista se volcó en retratar los pasatiempos contemporáneos de la sociedad del naciente siglo XX, como los combates de boxeo, partidos de polo y tenis, así como excursiones campestres, pero también las multitudes abigarradas de la gran ciudad y los paisajes marítimos o industriales de sus alrededores.

Reproducción fotográfica cedida de la obra "Tennis at Newport", del pintor George Bellows, que hace parte de las cien obras que se exponen en el Museo Metropolitano de Arte (Met), en Nueva York. EFE

"Bellows puso en su trabajo todo el entusiasmo de la ciudad, la energía de la nueva Nueva York", apuntó Weinberg, quien añadió que el pintor se trató de una "figura puente" que salvó la distancia que mediaba entre las dos culturas artísticas de la tradición y la modernidad.
"Tal vez eso es lo que hace tan atractiva su obra: podía exhibirse sin desentonar en una gran variedad de sitios, atraer tanto a los que buscaban la tradición como a los que perseguían la innovación y la modernidad, tanto en Europa como en Estados Unidos, y él lo sabía", añadió Weinberg.
Para lograrlo, Bellows estuvo permanentemente abierto a toda clase influencias, y se nutrió de fuentes tan variadas como Manet, Caravaggio o Velázquez, artistas cuyas obras contempló en el Met y otros museos, ya que jamás viajó fuera de Estados Unidos.
Sin embargo, esto no le impidió reflejar las atrocidades de la Primera Guerra Mundial en Europa valiéndose de las técnicas y la imaginería empleadas por Goya en sus "Desastres de la Guerra".
"La respuesta de Bellows al conflicto bélico tiene una calidad goyesca, pero no sólo en la brutalidad de las escenas, sino en la energía que emana de sus litografías y ceras", especificó Weinberg.
A pesar de todas estas influencias, la comisaria subrayó que Bellows hizo de ellas algo "nuevo y muy especial, reformándolo o combinándolo de otra manera", y exploró todos los campos, de lo que es prueba elocuente el que, frente a la crudeza de las imágenes de la guerra, recreara también plácidas escenas domésticas, muchas protagonizadas por su esposa y musa Emma.
Estos contrastes los explicó el propio autor al aconsejar "haz todo lo que pueda hacerse".
El artista murió prematuramente de una apendicitis, a los 43 años, y sus últimos trabajos apuntan, según el escritor Sherwood Anderson, a que Bellows murió "demasiado joven, cuando iba tras algo, algo tras lo que siempre fue".

Fuente: EFE

EL GUGGENHEIM SE DESPIDE DE BERLÍN
CON UNA MUESTRA DE CÉZANNE, CHAGALL Y MIRÓ


Una mujer observa la pintura "Proyecto del Pavimento de cerámica del Pla de l´Os" del artista catalán Joan Miró.

Berlín, 14 - El museo Guggenheim de Berlín, uno de los cinco de esa fundación estadounidense en todo el mundo, se despide de la capital alemana con una exposición de los "clásicos modernos" del XX, encabezados por Paul Cézanne, Marc Chagall y Joan Miró.
"Visions of Modernity" ("Visiones de la modernidad") es el título de la muestra, presentada hoy a los medios de comunicación y abierta al público desde mañana, jueves, hasta el 17 de febrero.
Será la última exhibición con el sello Guggenheim en Berlín, después de quince años de presencia en la capital alemana en colaboración con el Deutsche Bank, cuya sede de la céntrica Avenida Unter den Linden -Bajo los Tilos- ha alojado hasta ahora el museo.
La exposición se prolongará hasta mediados de febrero, a modo de transición hacia la nueva etapa de ese espacio, que se convertirá en sala de arte contemporáneo dirigida ahora en solitario por el Deutsche Bank, el líder de la banca privada alemana.
En Guggenheim berlinés abrió sus puertas en 1997, como un ejemplo único de cooperación entre un banco y la fundación estadounidense de esa familia de mecenas.
Desde entonces ha acogido unas sesenta muestras temporales, algunas de ellas procedentes de los fondos neoyorquinos y otras como producciones propias, con un cómputo de casi dos millones de visitantes.
Ambas partes anunciaron meses atrás el fin de la colaboración, de común acuerdo, para final del presente año, en el que vence el acuerdo entre la fundación y la entidad financiera.
La Fundación Guggenheim fue fundada por el coleccionista y mecenas estadounidense Solomon R. Guggenheim y además del de Nueva York, cuenta con museos en Venecia, Bilbao y en un futuro también en Abu Dabi.
El pasado mayo, se hundió definitivamente el proyecto de construir otro centro en Helsinki, al rechazar su consistorio la propuesta de su alcaldía de levantar en la capital finlandesa tal museo.

Fuente: EFE

MUJERES TACITURNAS, REFLEXIVAS Y HASTA AMENAZANTES EN LA OBRA DE DELIA CANCELA


La moda y el arte, una misma cosa. Cancela en su muestra. Trabajó con Saint Laurent y Kenzo./FERNANDO DE LA ORDEN
Por Lulia Villaro

Delia Cancela dibuja mujeres. Las primeras que encontramos al entrar en Galería Van Riel están solas: comparten con nosotros un momento de su intimidad, de introspección doméstica. Puertas adentro de casa, están detenidas, miran sin observar: su entorno de objetos familiares nos permite entenderlas como nuestras contemporáneas. Más adelante hay una segunda serie de dibujos. Damas antiguas, acaso abuelas de las de los primeros cuadros, estas mujeres son noche, bosque; sus cabelleras se confunden con el follaje de los árboles que las circundan; parecen vivir el amor y el desamor de una forma diferente: las primeras reflexionan; las segundas se desangran. Las mujeres de Cancela atraviesan todo el espectro de emociones: las hay tranquilas, taciturnas, nostálgicas e incluso amenazantes. En el medio de esta exploración emocional, la artista –que además de ser un referente del pop argentino y de la psicodelia del Instituto Di Tella en los ‘60, tiene tanto en el campo de la plástica como en el de la moda una trayectoria internacional– se permitió enamorarse: estas obras son también confesión de su amor por el color, por la pintura y por un artista tan íntimo y psicodélico como ella, a su manera: Pierre Bonnard (1867-1947). Esto es la muestra “Te odio, te amo-Te amo, te odio (y cómo llego a amarte a pesar de todo)”, que está presentando la artista –Las obras son por momentos apacibles pero también inquietantes… ¿Por qué esta tensión?
–Cuando dijiste apacible me acordé inmediatamente –riéndome porque yo no dejo de tener humor a pesar de todo, ahí está la risa, la vuelta de tuerca– de una película francesa que se llama La vie est un long fleuve tranquille (La vida es un largo río tranquilo). Justamente la película no es un fleuve tranquile y la vida es eso, lo que me lleva a esto es la vida… Yo amo la calma pero no soy una persona calma, amo la armonía pero no soy una persona armónica… Todos vivimos un poco así y eso es lo que me lleva. En esta muestra hay dos series. Trabajé todos estos años sobre la mujer y la condición femenina; en la primera serie tomé las mujeres en el siglo XIX , son como ilustraciones de mujeres que están o sufrientes o majestuosas pero nunca están como tienen que estar. Trabajé hasta el año pasado así y estaba muy embalada. Y en el medio me pasó algo: entré en una historia como de amor hacia el dibujo, la pintura, el arte y hacia (Pierre) Bonnard. Este amor a Bonnard empezó como este amor que tengo hacia la pintura. Entré en su mundo y me di cuenta de que era mi mundo también. El mundo de Bonnard es como un mundo de tiempo detenido. Su pintura está detenida. Yo también soy así. En los dibujos de la segunda serie están integrados todos los Bonnard en los que yo me inspiré, pero en I-pads, en computadoras, porque eso es el mundo de ahora… él los hubiese puesto también… –¿Qué le devuelve su experiencia en el diseño de modas y el contacto con la tela a la hora de concebir estas imágenes?
–Uno no tiene por qué encerrarse en una categoría y a mí la moda me emociona. Cuando trabajé haciendo ropa lo hice como artista. Lo que hago es trabajar con la imagen, no con la ropa. La creación de una colección es trabajar con la imagen total. Lo mismo que hacés con la pintura. Yo trabajo sobre telas, dibujo sobre telas en vez de papel. Lo que sí, en estos últimos trabajos no me interesó nada qué llevaban puestos mis modelos. Mis modelos fueron la gente que me rodeaba: así como Bonnard trabajaba con su mujer, yo trabajé con mis asistentes, con mis gatos y mis objetos. Quise ver cómo podía trasmitir en el dibujo mi amor hacia el color y la pintura. Creo que lo logré bastante bien, estoy contenta.
–Usted ha sido parte, en los años ‘60, de las experiencias del Instituto Di Tella, ¿qué persiste en sus obras y en sus búsquedas actuales de esos años?
–Hay un manifiesto que se llama “Nosotros amamos” que escribimos para uno de los premios Di Tella, ahí hablamos de lo que nosotros amábamos en ese momento y ahí está todo: hablamos del pelo, del color, de las camisas con flores, con rayas, de la moda, de Alicia en el país de las maravillas, y al final dice: “amamos los boy boys, los girl boys, las girl girls…” y es todo un juego de palabras donde decimos de alguna manera que estamos abiertos. Eso es lo que yo guardo. Para mí han sido muy importantes los años londinenses. Muy importantes. Los años de acá fueron el kindergarden , como un comienzo, yo era muy joven, muy tímida. Hay obras muy interesantes de acá, la instalación que hicimos con Pablo (Mesejean) Love and Life a mí me parece fantástica, estas cosas (señala una obra ubicada a sus espaldas, en la cual el dibujo cobra cuerpo y se continúa en la pared como un objeto) vienen de las pinturas que hacíamos, que salían del cuadro… Las cosas siguen, yo no creo que uno cambie, se va transformando pero no deviene otra persona. Todo lo que entra en “la computadora” está ahí, podés limpiarla, hacer todo lo que quieras, pero queda, ¿no? Te marca... Walter Benjamín decía “vivir es dejar rastros”. Y dejás y también te quedan…

Fuente: clarin.com

SOTHEBY'S VENDIÓ MÁS QUE NUNCA



Ya no es tan novedoso que una casa de remates supere el récord previo de artistas como Picasso, Warhol o Van Gogh. Sin embargo, esta vez el número es exorbitante: el martes, en Nueva York, Sotheby’s logró la mayor subasta de su historia, al vender obras por un total de 375.149.000 dólares, por un lote por el que estimaban obtener entre 277 y 374 millones de dólares, y con el que la casa supera los 1.000 millones en ventas durante 2012.
La punta de lanza fue el cuadro Rojo y azul , del artista abstracto Mark Rothko, vendido por 75,1 millones de dólares, que aún así no batió el récord del pintor letón, de 86,9 millones de dólares.
Jackson Pollock también protagonizó la jornada: su obra Número 4, 1951 se remató por 40,4 millones, superando el récord del artista, de 23 millones. Y, para completar, se vendieron pinturas de Andy Warhol y Francis Bacon. Ante el fin de año, el balance parece holgadamente positivo.

Fuente texto: clarin.com

YALE DEVUELVE A PERÚ
EL ÚLTIMO LOTE DE PIEZAS DE MACHU PICCHU


Este objeto pertenece a la primera entrega de la universidad estadounidense al país de origen del yacimiento, en un proceso que acabó el lunes con el último lote de piezas dado.

Por Ernesto Benavides

La universidad estadounidense de Yale devolvió este lunes a Perú el último lote de piezas de la ciudadela incaica de Machu Picchu, que mantenía desde hace más de un siglo, informó el ministerio de Cultura peruano.
El cargamento, que llegó a la ciudad surandina de Cusco, está compuesto por 35.000 fragmentos de cerámicas y piedras no 'museables' que se depositarán en la Casa Concha, un museo especialmente acondicionado que alberga otros dos lotes de piezas enviados por Yale el año pasado.
Blanca Alva Guerrero, directora de Fiscalización y Control del Ministerio de Cultura, subrayó en Cusco que con este envío se cumple el acuerdo de traslado establecido entre el gobierno peruano y la universidad estadounidense, señaló la agencia oficial Andina.
Dos representantes de Yale llegaron también a Cusco, quienes harán la entrega oficial de las piezas.
El primer lote conformado por piezas 'museables' llegó a finales de marzo de 2011 y el segundo lote se concretó en diciembre del mismo año, informó la funcionaria del ministerio de Cultura.
Las piezas forman parte de un total de unos 40.000 objetos que extrajo el explorador estadounidense Hiram Bingham de Machu Picchu y entregó a Yale hace un siglo en calidad de préstamo.
La ciudadela de Machu Picchu, que se ubica en la ceja de selva de Cusco, fue dada a conocer a la comunidad internacional por Bingham en julio de 1911. La edificación incaica ya había sido descubierta por el hacendado peruano Agustín Lizárraga nueve años antes, en julio de 1902, según historiadores.


Fuente: AFP

UNA COLECCIÓN DE WARHOLSUBASTADA EN NUEVA YORK
OBTIENE 17 MILLONES DE DÓLARES



La subasta de 354 obras del famoso artista pop Andy Warhol en Nueva York logró recaudar 17,07 millones de dólares, anunció la casa de remates Christie's.

Por Emmanuel Dunand

La subasta de 354 obras del famoso artista pop Andy Warhol en Nueva York logró recaudar 17,07 millones de dólares, anunció la casa de remates Christie's.
La venta de fotos y grabados el lunes por la noche fue realizada por la Fundación Andy Warhol, que prevé varias nuevas ventas en los próximos meses, algunas de ellas sólo por internet, a comienzos del próximo mes de febrero.
Algunas de las obras vendidas no habían sido mostradas nunca antes al público.
El lunes en Manhattan se subastaron en total 354 trabajos del artista, comenzando por 'Endangered species: San Francisco silverspot', que fue vendida por 1,26 millones de dólares cuando se encontraba en un precio estimado de entre 1 y 1,5 millones en la preventa.
'Endagered apecies: Bighorn Ram', cuyo precio de salida se había estimado en entre 700.000 y un millón de dólares, fue vendida por 842.500 dólares. La obra 'Jackie', en cambio, dobló las previsiones al ser subastada por 626.500 dólares, precisó Christie's

La Andy Warhol Foundation for the Visual Arts anunció en septiembre que iba a poner a la venta su colección a lo largo de varios años para impulsar su capacidad de becas y designó la casa de remates Christie's como su socio a largo plazo. Algunos de los trabajos del artista serán donados a museos.
"El lanzamiento de las ventas de la Fundación Warhol fue acogida con entusiasmo globalmente por parte de coleccionistas establecidos y de nuevos coleccionistas en China, Rusia, la Unión Europea, Oriente Medio y las Américas", se congratuló tras la venta Amy Cappellazzo, responsable de arte contemporáneo en Christie's.
La Fundación Warhol, creada en 1987 tras la muerte del artista (1928-1987) y según lo establecido en su testamento, tiene como misión hacer "avanzar las artes visuales". La venta de la obras responde a la necesidad de llevar a cabo su misión. "La comunidad artística lo necesita más que nunca", explicó.


Fuente: AFP


UNA EPIDEMIA, UN MONUMENTO


En donde en 1871 estaba el cementerio, se recuerda a las víctimas de la fiebre amarilla.


Parque Ameghino. Bajo el verde de Parque Patricios quedó sepultada una historia trágica que dejó unos 14.000 muertos. / JUAN JOSE TRAVERSO
Por Eduardo Parise

El monumento está en la gran plaza Ameghino, en Parque Patricios, a metros de la avenida Caseros y frente a la vieja cárcel. Y no es una casualidad. Porque en ese parque, hoy con mucho verde, quedó sepultada parte de una historia trágica: la brutal epidemia de fiebre amarilla que mató a más de 14.000 habitantes de ese Buenos Aires.
Ocurrió en 1871 y resultó devastadora. Napas contaminadas, poca provisión de agua potable, hacinamiento en algunas zonas, la contaminación que provocaban los saladeros y el calor agobiante fueron el caldo de cultivo propicio para que aquello pasara.
Los historiadores empiezan a registrar los primeros casos a fines de enero de 1871. En febrero habían muerto unas 300 personas. En marzo ya era incontrolable: morían cien personas cada 24 horas. Y como había sólo unos 50 coches fúnebres, muchos ataúdes quedaban en las esquinas esperando el traslado al cementerio del Sur, justamente donde está el actual Parque Ameghino. Aquel predio había sido comprado por la Municipalidad en diciembre de 1867.
Ante este desborde, el gobierno porteño decidió comprar siete hectáreas en la zona de la “chacrita de los colegiales”. Fue el primer cementerio del Oeste y ocupó lo que ahora es el Parque Los Andes, entre las calles Dorrego, Guzmán, Jorge Newbery y Corrientes. El actual cementerio de Chacarita, a unos metros de aquel, recién se habilitaría en 1886.
Pero volvamos al cementerio del Sur y al monumento que recuerda a aquellas víctimas. En esa obra hecha en mármol (se le adjudica al escultor Juan Ferrari) se sintetiza algo de lo que significó aquella tragedia. Por ejemplo, en uno de sus laterales, tallada sobre el mármol, hay una representación de la imagen que Juan Manuel Blanes pintó en un óleo y tituló “Episodio de la fiebre amarilla”. En aquella escena dramática se ve a unos médicos entrando a una habitación donde hay una mujer muerta y su bebé llorando junto al cadáver.
También hay listados con los nombres de sacerdotes, farmacéuticos, asistentes de la Comisión de Higiene y médicos que murieron contagiados mientras auxiliaban a las víctimas. Entre ellos está Francisco Javier Muñiz, el médico cuyo nombre lleva el Hospital de Infectología que hoy funciona sobre la calle Uspallata, frente al parque. Una frase grabada sobre el monumento rinde homenaje a aquellos héroes: “El sacrificio del hombre por la Humanidad es un deber y una virtud que los pueblos cultos estiman y agradecen”.
La epidemia de 1871 generó pánico y mucha gente decidió escapar de la Ciudad, algo que sugirieron y practicaron algunas autoridades. Pero hubo otros que también hicieron todo lo posible por ayudar. Ese fue el caso del ingeniero Augusto Ringuelet, presidente de la empresa Ferrocarril del Oeste. Como los cadáveres se amontonaban y no había carros para llevarlos hasta aquel nuevo cementerio, decidió instalar vías a lo largo de la avenida Corrientes. La obra costó más de dos millones pesos y se hizo en tiempo récord: menos de 30 días.
Se lo conoció como “el tren de los muertos”. Salía desde el cruce de la actual Jean Jaures (entonces se llamaba Bermejo) y tenía dos paradas: en Medrano y en Scalabrini Ortiz (conocida entonces como la calle del ministro inglés, por George Canning). Aquel tren cargado de cadáveres era tirado por la vieja locomotora “La Porteña” que todavía prestaba servicio. Los cuerpos eran dejados en unos galpones vecinos a la zona de Corrientes y Dorrego y luego enterrados en el cementerio. Cuentan que el maquinista de aquel tren era el ingeniero John Allan y dicen que después de realizar varios viajes también se contagió y fue otra víctima de la fiebre amarilla. Pero esa es otra historia.

Fuente: clarin.com

MÉXICO DONA 51 ESTAMPAS Y UNA ESCULTURA
DE LEONORA CARRINGTON AL BELLAS ARTES



Por Mercedes Ezquiaga

El Museo Nacional de Bellas Artes anunció la incorporación a su colección de un conjunto de piezas donadas a la Argentina por el gobierno de México, integrado por 51 estampas y una escultura de bronce de la surrealista Leonora Carrington.
Este conjunto de piezas fue realizado especialmente en 2010 en el marco del proyecto “Estampas, Independencia y Revolución”, con motivo del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexicana, dos acontecimientos centrales en la historia del país azteca.
Una litografía de Francisco Castro Leñero, un fotograbado de Joy Laville, una aguatinta de Andrés Gloria Vázquez y un huecograbado de Boris Viskin son algunos de los papeles que se exhibieron hoy para la prensa, aunque por ahora no serán expuestos al público debido a las tareas de remodelación que lleva adelante el museo.
La donación quedó oficializada con un apretón de manos entre el director del museo, Guillermo Alonso y el embajador de México, Francisco del Río, quienes hablaron de “amistad fraternal” y “país amigo” en una acotada ceremonia para la prensa.
Alonso se refirió a esta donación como un “evento extraordinario en la vida del museo” y como “un momento destinado a trascender en su historia institucional” mientras que el embajador mexicano, por su parte, señaló el “orgullo de que el Bellas Artes sea depositario de este acto creativo” de su país.
Las obras ofrecidas por el Museo Nacional de la Estampa de México (MUNAE) -dependiente del Instituto Nacional de Bellas Artes- reflexionan sobre la revolución y el bicentenario mexicanos, pero también sobre el principio esencial que les dio origen: la lucha por la libertad.
Participan artistas de diversas generaciones desde Adolfo Mexiac y Arturo García Bustos -vanguardistas de la primera mitad del siglo XX- hasta Demián Flores y Alejandro Pérez Cruz, representantes de una corriente plástica “transcultural”, por mencionar algunos.
Otros artistas que conforman la donación son Francisco Castro Leñero, Cisco Jiménez, Boris Viskin, Rubén Maya, Andrés Vázquez Gloria, Luís López Loza, Eloy Tarcisio, Helen Escobedo, Moriyama Terumi, Roger von Gunten, Joy Lavilla, Manuel Felguerez, Alejandro Santiago, Luís Ricaurte y Per Anderson.
Esta iniciativa hace hincapié en la capacidad expresiva de la estampa para incidir en la sociedad, generar cambios, establecer vínculos y estimular la reflexión, sin contar que siempre fue una disciplina acompañada de un fuerte compromiso social.
Múltiples instituciones y talleres a lo largo de la geografía mexicana colaboraron con el proyecto, produjeron las placas y realizaron impresiones, trabajando directamente con los artistas.
Algunos de esos talleres de artes gráficas, son herederos de los históricos talleres en los que hace más de cien años, se producían grabados con dramáticas escenas de la Revolución, se criticaba al poder y se forjaba igualmente, una estética definitoria de lo que sería el arte moderno mexicano.
En total, se realizaron 100 carpetas de idénticas características, cada una integrada por 51 estampas en tres formatos de obra que los artistas eligieron (uno por cada artista seleccionado) numeradas y firmadas, además del vaciado de la obra “Sculture/Vulturel” de Carrington.
De las carpetas realizadas, aproximadamente la mitad se obsequiaron a colecciones públicas internacionales de diversas naciones con las que el Estado Mexicano mantiene relaciones diplomáticas, para promover y difundir el arte mexicano.
Como culminación de este proyecto se realizaron en 2010 exposiciones tanto en el Museo Nacional de la Estampa (MUNAE) como en las sedes donde se produjo la obra artística.
Asimismo, el MUNAE organizó mesas de trabajo, conferencias y talleres con la participación de los artistas convocados, investigadores y críticos, que reflexionaron sobre el papel de la estampa en la producción artística contemporánea.

Fuente: Télam