CUANDO EL ARTE ES UNA "ENFERMEDAD"
QUE NO CURA EL PASO DEL TIEMPO

Yoko Ono a los 79, Lucian Freud hasta los 88 y varios argentinos muestran que el genio sigue vivo.
Velitas. Los artistas Clorindo Testa y Gyula Kosice mandaron un mail comprometiéndose a cumplir los 100.
Yoko Ono acaba de cumplir setenta y nueve años. En junio viajará a Londres para inaugurar una retrospectiva, que mostrará lo que hace en estos momentos. “Mi trabajo mejora. Eso espero”, dice. “De lo contrario, ¿para qué hacerlo?” Ono, una entusiasta de Twitter –“es casi como un haiku, pero comprende a otros en un acto participativo”– se niega hasta a reconocer el concepto de edad. “Hay gente que es vieja a los dieciocho años y otra que es joven a los noventa. No se puede definir a la gente por lo que la sociedad determine como su edad. El tiempo es un concepto que crearon los seres humanos”.
No es la única que desafía la convención de que los artistas alcanzan su apogeo en la juventud o a la mediana edad y luego se van desvaneciendo. El 9 de febrero la National Portrait Gallery (NPG) de Londres inauguró su muestra de retratos de Lucian Freud en la que se exponen trabajos que éste realizó hasta su muerte, a los ochenta y ocho años, en julio de 2010. El crítico de arte Martin Gayford, cuyo retrato pintó Freud, dice que la muestra de la NPG corrobora que, en lugar de disminuir, las dotes del artista se intensificaron con la edad. “El nivel va subiendo de sala en sala hasta que se llega al final, donde parece estar en su mejor momento .
“Lucian pintó todos los días durante más de setenta años”, destaca Gayford. “Dedicó más tiempo que cualquier otro artista a tratar de pintar al óleo la carne, la piel y la vida humanas, por lo que acumuló una experiencia y capacidad de observación muy profundas. Si se conserva la energía, la ambición y el deseo de crear una nueva pintura al día siguiente, se mejora.” A los 76 años Woody Allen está nominado a un Oscar por Medianoche en París, y a los 78 Roman Polanski recibió una ola de elogios por su última película, Carnage. Mientras tanto, Leonard Cohen, que tiene 77 años, ocupa el segundo puesto en los charts de discos.
“Muchos de ellos vienen de la cultura joven revolucionaria de la posguerra”, dice Andrew Male, subeditor de la revista de cultura popular Mojo, que puso a Cohen en su última tapa. Si bien esa generación domina la cultura desde los años 50, a sus integrantes no siempre se les permitió envejecer bien. “Tuvieron una crisis en su tercera y cuarta década, los punks los atacaron y luego, en la década de 1980, se vieron obligados a incorporar percusión sintetizada en los discos.” Agrega que la cultura del iPod y las bajadas online hacen que ahora la gente escuche a artistas nuevos y viejos. “Quienes compran música se inclina por lo último, pero no excluye a los músicos que tienen 60, 70 y hasta más de 80 años. La idea punk del ‘fuera, abuelo’ ya no existe.” No todos piensan igual. En un ensayo en la revista Granta, el novelista John Barth (81) señala que la fuente de su inspiración se ha agotado. Lo discute Edmund White, de 92: “Barth tiene una posición económica muy holgada. Debería deshacerse de los escritorios, escribir en un tren y regalar todo el dinero. Así se vería obligado a escribir por dinero, como nos pasa a todos los demás, y de inmediato encontraría la inspiración necesaria.” El pintor David Hockney (74) ha reforzado su importancia para la era moderna al trabajar en iPads y en iPhones. “Los artistas plásticos tienen eso a su favor, dice White. “Siempre pueden usar nuevas técnicas para renovarse.” Ono piensa que el trabajo mantiene vivos a los artistas: “Da Vinci siempre fue bueno, pero en sus últimos años fue increíble. Lo mismo pasó con Picasso. Algunos artistas mayores se fueron rápido al sentir que ya habían trasmitido su mensaje y que podían irse, pero otros no sienten que ya hayan hecho suficiente y siguen viviendo.”

ARGENTINOS QUE NO PIERDEN LAS MAÑAS

Guido Carelli Lynch

El año pasado el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer cumplió 104 años. Enterados de la provecta edad de uno de los ideólogos de Brasilia y de su vigencia, el artista plástico Gyula Kosice (88) y el arquitecto Clorindo Testa (89) hicieron circular un mail en el que se comprometían “sin solemnidad -y en términos porveniristas- llegar a cumplir los 100 años de edad cada uno”. No están muy lejos.
Los artistas, músicos, actores, y escritores argentinos longevos tampoco pueden abandonar sus mañas creativas. León Ferrari, a los 87, ganó el León de Oro en Venecia y capitalizó un éxito, que no había explotado en más de seis décadas de trayectoria. “Estoy viejo y cansado”, declaró en 2008 a Página 12, antes de exponer en Rosario. Sin embargo, continuó produciendo obra y expuso una retrospectiva en el MoMA de Nueva York y en el Reina Sofía de España.
A los 78, el pintor Luis Felipe “Yuyo” Noé asegura que su deseo de pintar nunca merma. “El planteo fundamental sigue siendo el mismo: hablar del mundo que me rodea en los códigos actuales”, dice. Entre los poetas hay una selección de notables que pasan los 80. Entre ellos Juan Gelman y Hugo Gola. Para Leónidas Escudero (91), que en marzo presentará nuevo libro, no hay demasiados misterios: “uno va viviendo y no piensa en nada”, reflexionó en estas páginas en 2011. Noé sí tiene claro qué cosas cambian. “Los procedimientos en 50 años cambiaron tanto como mi cara, pero mi ideal era transcurrir el camino que aún sigo”.



Fuente: Revista Ñ Clarín

UN MAPA PARA SEGUIR A LA BAUHAUS





La guía unificada y definitiva de la Bauhaus, el movimiento artístico y arquitectónico alemán que sentó las bases del diseño industrial, fue completada y presentada en Berlín por varias instituciones herederas de una de las escuelas de arte más importantes del siglo XX.

La Bauhaus fue la escuela de diseño más influyente de los tiempos modernos, brilló entre 1919 a 1933.
La Bauhaus fue la escuela de diseño más influyente de los tiempos modernos, brilló entre 1919 a 1933. 

Por primera vez una guía de viaje persigue el gran recorrido del Bauhaus por las ciudades -de Weimar a Berlín o a Harvard- que recorrió de manos de sus fundadores, artistas de la talla de Walter Gropius, László Moholy-Nagy, Mies van der Rohe, Paul Klee, Marcel Breuer o Vasily Kandinsky.
La obra Guía de Viaje del Bauhaus. Weimar - Dessau - Berlín no requiere ni levantarse del sofá para penetrar en el mito de la "modernidad clásica" y recorrer cien de los puntos esenciales para la historia del movimiento, a lo largo de 300 páginas ilustradas. Ofrece incluso una aplicación para ser manejada desde un teléfono celular.
A los capítulos por época y sede se suman información de fondo y consejos prácticos: "Aquí se puede releer toda la Bauhaus aun sin viajar literalmente", dijo el director de la sede de Dessau, Philipp Oswalt. "Es toda una manera nueva de encarar la Bauhaus", agregó Friedricke Tappe-Hornbostel, de la Fundación Cultural de la Federación, que financia el proyecto.
La publicación conjunta y la necesaria combinación de imágenes, historia e informaciones demuestra que la cooperación entre las tres grandes instituciones de la escuela, en Weimar (Turingia), Dessau (Sajonia-Anhalt) y Berlín (donde está el archivo) se ha hecho realidad a partir de los actos del 90 aniversario de su nacimiento, conmemorado en 2009.
El Bauhaus Archivo-Museo Decorativo de Berlín, la Fundación Bauhaus de Dessau y la Fundación Clásica Bauhaus de Weimar son principales depositarias del legado.
Del 3 de mayo el 12 de agosto, la Barbican de Londres verá una prueba más de esta colaboración, con la mayor exposición en décadas, "Bauhaus: Art as Life", y en paralelo una Escuela de Verano en Dessau.
Aunque sólo duró de 1919 a 1933, y tres veces hubo de cambiar de lugar, la Bauhaus fue la escuela de diseño más influyente de los tiempos modernos y con ella buscaron Walter Gropius y Ludwig Mies van der Rohe demostrar que el Art Nouveau ya era viejo y que la sociedad de masas imponía otra política del gusto.
Fue un tiempo en que los arquitectos prefiguraban el arte. Walter Gropius empezó en 1919 con un famoso manifiesto por el que enviaba al artista de vuelta al taller: "El artista es sólo un artesano mejorado". Profesiones antes insospechadas, como el diseño industrial y gráfico nacieron y se repartieron por esas tres sedes, que en un tiempo brevísimo rediseñaron el espacio estético del siglo.
Gropius defendía que la arquitectura y el diseño reflejasen el cambio de una sociedad tecnocratizada, pero sus audacias no tuvieron gran acogida. Las superficies planas anunciadas por Adolf Loos en Viena, el cristal de Eiffel y la ventana alargada que estaba elaborando Le Corbussier desde "L'Esprit Nouveau", tienen en la Bauhaus su casa. A la Bauhaus se debe asimismo el concepto "interdisciplinar" y conciliador de técnica y arte.
Alumnos de esta escuela fueron Kandinsky, Moholy-Nagy, Lyonel Feininger, Oskar Schlemmer o Paul Klee, y la intención fundacional requería entender el edificio en su conjunto: como obra de arte completa, en su funcionalidad y estética, regresando a la creación basada en el trabajo de bocetos como en los viejos oficios aniquilados por la industrialización.
Tras de la derrota de la I Guerra Mundial, Gropius dio a luz el proyecto que llamó Staatliches Bauhaus (Escuela Estatal de la Construcción), un centro de diseño, arte y arquitectura que sería pionero en vertientes del arte insustituibles para explicar los códigos creativos de la arquitectura y el diseño del siglo XX.
Entonces Alemania era la capital mundial de la modernidad, concebida entre la cínica desestructuración social del cambio de régimen y el pánico, y atracción al tiempo, por el totalitarismo. La utopía y la dinámica artística fueron descalificadas como frías y maquinales, y tuvieron que irse de Weimar.
Sin embargo el constructor de aviones Hugo Junkers los defendió, acogió en Dessau y financió, antes de replicarse brevemente en Berlín y ser cerrada por el nuevo gobierno nacional-socialista. 


Fuente: Revista Ñ Clarín / Ramiro Villapadierna para Agencia DPA

CASI ANÓNIMOS, CON EL SELLO DE BENEDIT




Se exhiben en la Torre YPF piezas de Luis Benedit diseñador. Son trabajos “asépticos, casi anónimos”, como él quería, pero llevan paradójicamente la inconfundible impronta del artista.

Por Laura Casanovas
 
Solía preguntarse dónde se encontraba ese límite a partir del cual una pieza pasa de ser un diseño sólo utilitario a ser, además, una obra de arte. Y se respondía que era muy difícil precisarlo. Ambas, pregunta y respuesta, se convertían en un vital estímulo a partir del cual Benedit creaba.
Lo atestiguan sus trabajos y reconocida trayectoria, que concluyó al morir en abril del año pasado, cuando preparaba una exposición que lo mostraría en su faceta de diseñador. Había elegido como eje conceptual de la exposición esa indagación sobre el límite indefinido entre arte, diseño y arquitectura, disciplinas en las que trabajó por igual a lo largo de su vida.
Esa muestra es Luis F. Benedit, Diseñador , que se presenta en el marco del programa Arte en la Torre, de la Fundación YPF, y conserva varias de las ideas proyectadas por el artista, a la vez que lleva la marca del homenaje debido a su partida, a los 73 años.
Fernando Farina, curador de la muestra, fue testigo del gran interés del artista en este proyecto. Si bien la desazón que produjo su muerte hizo pensar que no tenía sentido continuar sin él, se decidió finalmente a concretar la exposición al recordar el entusiasmo que le generaba, y con la colaboración de su familia. Nunca había exhibido sólo sus objetos de diseño.
La idea original era mostrar varios diseños nuevos de distintos tipos, especialmente producidos para esta ocasión. Debido a su muerte, se hicieron sólo dos de ellos: los refinados “Sillones YPF” y las tres mesas circulares de diversas maderas, cuyas patas llevan en el extremo inferior la forma del dedo pulgar del artista en bronce niquelado. El resto de las 50 piezas exhibidas entre sillas, sillones, mesas, cómodas, cajoneras, cuchillos, lámparas, banquetas, entre otras, pertenecen a coleccionistas y familiares del artista.
Benedit decía que un diseño “bien concebido es aséptico, estético y casi anónimo”. Si bien pensaba cada objeto en función del contexto, en la muestra, al ver las piezas sobre tarimas, por momentos olvidamos por completo su utilidad y nos adentramos en la claridad y elegancia de sus líneas, colores y texturas.
“Fue un innovador nato en la creación de estilos de muebles y en la práctica, decorando infinidad de lugares como hoteles, oficinas y demás”, escribió Patricia Rizzo en su texto para el catálogo de la exposición, donde recordó que para el artista no había “diferencia en la contemplación de un fragmento de asta de ciervo o en la línea ergonómica de una Ferrari (…)”.
Entre los objetos exhibidos, los cuchillos, las sillas realizadas con huesos, los espejos grabados con imágenes de caballos o la “cómoda Gaucho” remiten al interés de Benedit por la tradición gauchesca, el ámbito rural y la búsqueda de una memoria cultural y regional, que encontramos también en su producción plástica. Este vínculo databa de la infancia, cuando pasaba los veranos en el campo de su padre en Entre Ríos.
Las libretas de apuntes de ideas, las maquetas y los dibujos permiten apreciar el proceso creativo del artista. “Se le ocurrían cuatro cosas a la vez, por eso quisimos también mostrar la usina creativa que era”, comentó Farina, quien remarcó la concepción integral que tenía del diseño al pensar cada pieza de manera completa y no dejar de lado ningún detalle. En este sentido, Benedit explicaba que las cosas que imaginaba estaban planeadas totalmente en su cabeza.
A la vez, tenía en cuenta lo emocional: “Quisiera un nuevo diseño con identidad crítica, cualidades emocionales (…)”, escribió en 1989, en uno de sus tantos cuadernos. Frente a sus objetos surge una emoción tal vez debida a su belleza, al cuidado en los detalles, a los materiales elegidos, a sus formas o, seguramente, a todo eso a la vez.
La presente muestra se erige en un merecido homenaje a un artista fundamental del país, que sin duda supo cautivar y sorprender con sus trabajos, pasión y creatividad hasta el final.

Fuente: Revista Ñ Clarín

REVIVEN UNA PLANTA
QUE HABÍA DESAPARECIDO HACE 32.000 AÑOS





Aunque debe ser confirmado, abriría la puerta a la regeneración de especies extinguidas.

La planta revivida, S. stenophylla. Foto: NYT

Por Nicholas Wade / The New York Times

NUEVA YORK.- Un equipo de científicos rusos habrían regenerado plantas a partir de la fruta de una pequeña flor ártica que había muerto hace 32.000 años. La fruta había sido almacenada por una ardilla en su guarida de la tundra, en el nordeste de Siberia, y se mantuvo permanentemente congelada hasta que fue descubierta por los investigadores, hace pocos años.
Esta sería, lejos, la más antigua planta cultivada a partir de tejido ancestral. El récord actual lo tiene una palmera cultivada a partir de una semilla de 2000 años de antigüedad que fue recuperada de la fortaleza de Masada, en Israel.
Las semillas y ciertas células vegetales pueden durar mucho tiempo si se encuentran en las condiciones adecuadas, pero muchos presuntos ejemplos de gran longevidad resultaron errados cuando se los examinó detalladamente. Los biólogos tienden a ser un tanto escépticos ante este anuncio hasta que sea confirmado por un equipo independiente. Anuncios previos sobre trigo cultivado a partir de semillas halladas en las tumbas de faraones fueron luego desmentidos.
A pesar de indicios poco prometedores, el nuevo trabajo fue confirmado por datación por radiocarbono.
Al principio, una línea de investigación similar en el campo de ADN antiguo fue desacreditada después de que se hubiera anunciado erróneamente la regeneración de ADN de dinosaurios, pero luego mejores técnicas produjeron resultados espectaculares, como la reconstrucción del genoma Neandertal.
El nuevo informe surgió de un trabajo liderado por Svetlana Yashina y David Gilichinsky, del Centro de Investigaciones de la Academia Rusia de Ciencias, en Pushchino, cerca de Moscú, y se publicó ayer en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences .
"Es un avance sorprendente -dijo Grant Zazula, del Programa de Paleontología Yukon, en Canadá-. No dudo de que es una afirmación legítima." Fue precisamente Zazula quien mostró que semillas aparentemente antiguas descubiertas en una mina de oro de Yukon eran en realidad modernas.
Sin embargo, el extraordinario anuncio de los rusos probablemente origine muchos pedidos de pruebas. "Está más allá de las fronteras de lo que podríamos esperar", dijo Alastair Murdoch, experto en viabilidad de semillas de la Universidad de Reading, en Gran Bretaña.
Cuando las semillas de amapola se mantienen a una temperatura de -7 grados, la temperatura en la que los rusos afirmaron haber encontrado sus flores, después de sólo 160 años apenas el 2% de las semillas serán capaces de germinar, subrayó Murdoch.
Los científicos rusos excavaron antiguos nidos de ardillas que habían quedado expuestos en las riveras del curso inferior del río Kolyma, un área atestada de mamuts y rinocerontes lanudos durante la última era glacial.
Poco después de haber sido excavados, los nidos fueron sellados por tierra arrastrada por el viento, enterrados debajo de 38 metros de sedimentos y congelados permanentemente a -7 grados.
Algunas de las cámaras de almacenamiento de estos nidos contienen más de 600.000 semillas y frutas. Muchas de ellas son de especies que se parecen a una planta que todavía existe, la Silene stenophylla .
Primero, los científicos rusos trataron de hacer germinar las semillas, pero fallaron. Entonces, tomaron células de la placenta, el órgano de la fruta que produce las semillas, las descongelaron y las multiplicaron en cápsulas de Petri hasta que produjeron la planta entera.
Muchas plantas pueden ser propagadas a partir de una única célula adulta, y este procedimiento de clonación funcionó con tres de las placentas, informaron los científicos. El ciento por ciento de las semillas de estos antiguos ejemplares germinaron.
Si el trabajo resulta correcto, posiblemente otras especies sepultadas en el hielo ártico podrían revivirse, incluyendo plantas que se habrían extinguido hace mucho tiempo.


Fuente: lanacion.com

AI WEIWEI
HABLA DE CORRUPCIÓN "OMNIPRESENTE"
Y "REPRESIÓN DRACONIANA" EN CHINA





Un visitante observando una de las obras expuestas del artista chino Ai Weiwei, en el Museo Jeu de Paume de París, el lunes 20 de febrero. La primera retrospectiva del disidente chino en Francia, 'Entrelacs', se podrá visitar desde este martes hasta el 29 de abril próximo, pero no cuenta con la presencia del artista, confinado en Pekín.

Por Patrick Kovarik

El artista chino Ai Weiwei, que expone por primera vez sus fotos en París, denunció que la corrupción es "omnipresente en China" y que la represión "se ha vuelto draconiana" en el país asiático.
En una entrevista al diario Libération, que le dedica toda la portada de su edición de este martes, Weiwei responde libremente a las preguntas del periódico.
La corrupción "es omnipresente en China, puesto que es el país de la opacidad". "En tiempos de Mao, la prevaricación prácticamente no existía porque el riesgo de que te atrapasen era muy importante", aseguró.
"Esta perversión llegó con las reformas a inicios de los años 1980, cuando (el ex presidente chino) Deng Xiaoping declaró que hacía falta 'dejar enriquecerse primero a una parte de la población'. Este principio, que es contrario a los preceptos comunistas, se ha convertido en la ideología dominante en estos treinta últimos años", explicó.
"Los sobornos, el tráfico de influencia, las malversaciones han invadido todo el sistema, que no está controlado por el público", agregó.
En cuanto a la gente, los chinos "seguro que querrían salir a la calle a protestar, pero la represión policial se ha vuelto draconiana", denunció.
Según el artista, "las presiones y el control son asfixiantes", incluso para él. "Ahora, uno puede ser encarcelado bajo cualquier pretexto", criticó.
Weiwei desea un "'glasnost' a la Mijail Gorbachov", el último dirigente de la Unión Soviética. "Gorbachov es un sabio que comprendió que la manía del secreto es el cáncer que carcome a los países comunistas, porque permite la corrupción y el abuso del poder".
Para obtener esta entrevista, el periodista de Libération explicó que se negó a ceder a las exigencias de las autoridades chinas: enviar las preguntas por adelantado y evitar cualquier referencia política.
Weiwei recibió al autor de la entrevista en su taller de las afueras de Pekín y se mostró de acuerdo "para hablar de todo".
Acusado de "fraude fiscal" y de pornografía, Weiwei fue detenido en secreto durante 81 días, posteriormente liberado bajo fianza, a la espera de un proceso, y condenado a pagar una multa de 15,22 millones de yuanes (1,7 millones de euros)


Fuente: AFP

LA "MELODÍA INFINITA" DE DEBUSSY
SUENA EN PARIS A 150 AÑOS DE SU NACIMIENTO






Imagen cedida por el museo d 'Orsay del "Retrato de Ivonne Lerolle bajo tres aspectos" (1987), de Mauris Denis, incluido en la exposición "Debussy, la Música y las Artes" sobre las obras de los pintores que inspiraron a Claude Debussy y que acogen los museos parisinos d' Orsay y de l' Orangerie, en homenaje al compositor francés en el 150 aniversario de su nacimiento.



Imagen cedida del cuadro de Gustav Klimt, "Rosales bajo los árboles" (1905), incluido en la exposición "Debussy, la Música y las Artes" sobre las obras de los pintores que inspiraron a Claude Debussy y que acogen los museos parisinos d' Orsay y de l' Orangerie, en homenaje al compositor francés en el 150 aniversario de su nacimiento. 

Fotos: EFE/ Patrice Schmidt/Museo d' Orsay

Fuente: EFE

EL PRADO
EXPONE LA 'GEMELA' DE LA GIOCONDA






Un hombre haciendo una foto a la copia 'gemela' de la famosa obra 'La Gioconda', del artista italiano Leonardo Da Vinci, este martes en el Museo del Prado de Madrid, donde ha sido expuesta al público por primera vez.

Una copia de la 'Mona Lisa', realizada al mismo tiempo que el célebre Leonardo Da Vinci pintaba la original, este martes presentada al público en el Museo del Prado de Madrid.


Por Elodie Cuzin

Tiene la misma sonrisa enigmática que el original: es la Mona Lisa del Museo del Prado, una copia de la obra de arte de Leonardo da Vinci realizada codo con codo con el maestro por un desconocido artista, que, como su 'gemela', atrajo a multitudes este martes durante su presentación en Madrid.
Es "la versión más importante de la Gioconda de las conocidas hasta el momento", explicó ante un auditorio de apasionados Ana González Mozo, investigadora del Gabinete de Documentación Técnica del Museo del Prado.
Esta 'Mona Lisa' figuraba en el inventario del célebre museo español desde su apertura en 1819 y jamás había sido expuesta, porque "parecía otra copia más de Leonardo", añadió.
Hasta que un profundo trabajo de investigación, encargado por el museo del Louvre a principios de 2010, seguido de una delicada restauración, permitió descubrir que los dos cuadros habían sido pintados codo a codo por el maestro y un alumno, de quien se ignora la identidad.
"La posición de los dedos, delicadamente posados sobre el puño, los retoques aportados al velo, al escote... Todas esas 'dudas' se encuentran en una y otra tela", precisó Mozo.
"Cada una de las correcciones se repiten", explicó la investigadora. "Un copista tradicional copia lo que ve", añadió.
Superpuestas, las imágenes revelan además que las dos Mona Lisa tienen prácticamente la misma talla.
Hay una diferencia singular entre las dos Mona Lisa: la Gioconda de Leonardo da Vinci tiene el rostro más fino y amarillento por capas de pintura oxidada y no tiene cejas.
Al fondo de las dos 'gemelas' aparece un paisaje de montaña, que, en la tela madrileña, fue escondido en el siglo XVIII por un fondo opaco.
Durante más de cinco meses, el equipo de restauración del Prado se afanó en abrir "una ventana que quedó cerrada durante dos siglos", explicó la restauradora del cuadro, Almudena Sánchez.
Uno de los pocos cuadros atribuidos con certeza a Leonardo da Vinci, el retrato de la Mona Lisa, es una pintura al óleo realizada sobre un panel de madera entre 1503 y 1506. Representa un busto, probablemente el de la florentina Mona Lisa de Giocondo.
Como una copia, la versión madrileña de la Mona Lisa "más bien se pintó a la vez, introduciendo los mismos cambios", destacó este martes Gabriele Finaldi, director adjunto de Conservación e Investigación del Museo del Prado.
"Es como si el pintor de este cuadro estuviera trabajando en el caballete que flanqueaba el del maestro", describió, y calificó la copia del Prado de 'gemela' de la Gioconda francesa.
Aunque se trata de una hermana menor ingrata.
Mientras que Leonardo da Vinci se plegaba a la técnica del 'Sfumato', difuminando partes del paisaje al fondo de su Gioconda, el pintor de la copia del Prado "era un pintor preciso y relamido en su ejecución", añadió.
Se ignora aún la identidad de este aplicado discípulo.
Pero para Miguel Falomir, jefe del departamento de la pintura italiana de antes del siglo XVIII en el Prado, podría tratarse de Salaï (1480-1524) o de Francesco Melzi (1491-1572/73), "los alumnos más cercanos al maestro, herederos de su obra".
A pesar de su inferioridad técnica, la Mona Lisa del Prado era difícil de ver este martes, rodeada de curiosos en la sala donde reinará durante tres semanas.
Seguidamente se sumará temporalmente a su 'gemela' en el Louvre, a partir del 26 de marzo, para una exposición.
Su restauración ya ofrece una "serie de datos y de pistas para un mejor conocimiento del cuadro del Louvre", destacó el martes Gabriele Finaldi.
"Estamos al principio de un proceso más amplio de investigación", concluyó.


Fuente: AFP