EL CURIOSO BESO DE PALERMO


Representa la hermandad de Suiza y Argentina en un monumento, donde dos mujeres se besan tomadas de la mano.
El curioso beso de Palermo
Por Eduardo Parise

Se inauguró el 7 de junio de 1914, en un día frío, junto al Tiro Federal que, por entonces, estaba en Palermo. Y aunque la instalación se vinculaba con el Primer Centenario de la Revolución de Mayo, el lugar tenía que ver con una tradición suiza: el tiro al blanco. Por eso el monumento estaba coronado con la “Esencia del tiro”, un símbolo patriótico suizo. Pero eso no era lo más llamativo. Lo que convocaba más miradas era la imagen que representaba el amor eterno de dos países, algo que hoy hasta resulta natural, pero que, en ese entonces era una verdadera osadía: dos mujeres desnudas, sentadas sobre un globo terráqueo y unidas por un beso.
Se lo conoce bajo el título de “Suiza y Argentina unidas sobre el mundo” y está en una plazoleta en medio de la avenida Dorrego, entre Figueroa Alcorta y Lugones. Es una gran mole de más de diez metros del altura, realizada en bronce y granito por Paul Amlehn (1867-1931) pesa más de 50 toneladas y llegó a Buenos Aires embalada en unas 70 cajas transportadas en el vapor Rheinfeld. Había sido encargada por la Sociedad Filantrópica Suiza, formada por residentes de ese lugar en la Argentina, para adherir a los festejos del Primer Centenario.
Es que los inmigrantes suizos conformaban una comunidad importante. Se estima que desde las primeras décadas del siglo XIX, hasta mediados del XX, medio millón de suizos vivían en la Argentina. Y la mayoría provenían de la zona del Ticino, de habla italiana. Entre ellos, dos cuyos apellidos dejarían huella en nuestra historia.
El primero era Carlos Enrique Pellegrini, padre de aquel vicepresidente que, entre 1890 y 1892, completó el período de gobierno del renunciante Miguel Juárez Celman. La otra era una nena de un año que había nacido en la aldea Sala Capriasca, el 29 de mayo de 1892. Se llamaba Alfonsina Storni, una mujer que tras residir con su familia en San Juan y en Rosario (en la ciudad santafesina, para marcar su independencia, trabajó hasta como costurera a domicilio y obrera en una fábrica textil) se convertiría en un símbolo del modernismo en las letras argentinas.
Pero volvamos al monumento. Cuando la sede del Tiro Federal se mudó hacia Núñez, fue desplazado unos cien metros hasta el lugar en el que se encuentra ahora, cerca del Club Alemán de Equitación. Bordeando el cantero que lleva hasta el pie de la obra están las 26 banderas de la Confederación Helvética, el nombre oficial que por razones históricas aún mantiene Suiza (estado federal desde 1848) en recuerdo de los helvetas, una de las muchas tribus celtas que habitaron su territorio antes de los romanos.
La unión de la madura Suiza con la joven Argentina, fundida en ese beso y en esas manos tomadas con amor, quedó como referencia de los homenajes que recibió nuestro país en los tiempos del Primer Centenario. Pero no fue el único regalo monumental que sirvió para engalanar a la Ciudad, conocida entonces como “la París de América del Sur”. De ese momento también están las obras obsequiadas por españoles, ingleses, estadounidenses, franceses, italianos, colombianos y hasta sirio-libaneses. Y también el monumento “La riqueza agropecuaria argentina”, un trabajo artístico del escultor Gustav Adolf Bredow. Lo donó la comunidad alemana y desde 1918 engalana la plaza que lleva el nombre de esa república, en Palermo. Pero esa es otra historia.

Fuente: clarin.com

MURIÓ JOHANNES HEESTERS,
EL ARTISTA MÁS VIEJO DEL MUNDO.


El actor y cantante de opereta holandés fue una figura controvertida por sus presuntos vínculos con el nazismo. Tenía 108 años.

El 16 de febrero de 2008 Johannes Heesters, el cantante, actor y figura emblemática en la opereta alemana Johannes Heesters, en Amersfoort, Holanda (Efe/ FREDRIK VON ERICHSEN).

El cantante de opereta y actor de origen holandés Johannes Heesters, considerado como el artista más viejo del mundo, según el Libro Guinness de los records, murió hoy a los 108 años en Alemania.
Figura controvertida, por presuntos vínculos pasados con el nazismo, pero al mismo tiempo admirado por su incombustible vitalidad, Heesters, pasó los últimos años de su vida en su casa en el sur de Alemania, con su esposa Simone, 45 años más joven que él.
Una semana antes de llegar a los 108 sufrió un desmayo y tuvo que ser ingresado en un hospital, lo que precipitó un sinfín de informaciones en los medios alemanes pronosticando un rápido final.
El artista, que desarrolló la mayor parte de su carrera en Alemania y que subió a escena alrededor de 9.000 veces, era conocido por su destacada participación en numerosas operetas, entre ellas "La viuda alegre", del compositor austro-húngaro Franz Lehár, donde interpretó uno de los roles principales.
Nacido el 5 de diciembre en 1903 en la ciudad holandesa de Amersfoort, debutó sobre un escenario a los 17 años en Amsterdam. Se hizo un nombre y cobró relevancia en la Alemania nazi, como intérprete de opereta y seductor.
Siguió en ese papel tras la Capitulación del Tercer Reich, como rostro y cuerpo danzante habitual en musicales ligeros, tanto en teatro como en televisión.
Su carrera se desarrolló en Alemania, ya que en Holanda se le boicoteó hasta hace apenas un par de años, por identificársele con el nazismo.
Un desliz, en 2005, calificando a Adolf Hitler de "gran tipo" en un programa de la televisión alemana y un juicio contra un historiador, que aseguraba que actuó en el campo de concentración de Dachau en 1941 para los soldados nazis, reavivaron su polémica vida.
"No canté en Dachau. Eso hubiera sido impensable. Intenté rebelarme, algo difícil con los nazis", dijo, años después.
La última aparición del artista fue en julio de 2010, con 106 años, cuando se subió al escenario de la Berliner Ensemble, el teatro que fundó Brecht.

Fuente: clarin.com

UNA DEMANDA SIN TECHO




En medio de una crisis financiera global, y movilizado por la realidad nacional, el mercado del arte argentino cerró la temporada 2011 con un nuevo récord de ventas.



Silenciados ya los ecos del último golpe de martillo en las tarimas porteñas, es posible suministrar algunas cifras que, con sólida elocuencia, ilustran sobre la muy positiva performance protagonizada por el arte argentino en la temporada de subastas de obras y objetos de arte.
A lo largo del año que concluye, las instituciones y empresas que operan en este segmento del mercado realizaron unas 200 sesiones de subastas. En ellas se han vendido cerca de cinco mil obras de autores argentinos por un valor equivalente a los 21,2 millones de dólares.
Este volumen de ventas impacta si lo comparamos con los 17,6 millones logrados en las subastas de 2010. La diferencia entre ambas cifras concreta un incremento del 20,5%, sin duda impensado en los inicios de la temporada, y demuestra la capacidad del arte a la hora de captar capitales carentes de demasiadas opciones de inversión válidas. A no pensar en orígenes espurios de estos números. La aplicación que las casas operadoras tuvieron que hacer de las normas dictadas en enero pasado por la Unidad de Información Financiera convierte en leyenda urbana la creencia de que el mercado estaba vinculado al lavado de dinero.
A estos guarismos locales debemos adicionar los 4,5 millones de dólares registrados por la venta de 115 obras de artistas argentinos en las subastas de arte latinoamericano que Christie's y Sotheby's realizan en Manhattan.
El año mostró una demanda que se manifestó muy firme y sostenida cuando la oferta puso en plaza obras de real valor y trascendencia. Para éstas "no hubo techo". Pero, al mismo tiempo, esta misma demanda se expresó con cierta reticencia y mucha selectividad cuando las obras a la venta no poseían determinados niveles de excelencia. La oferta, alentada por los buenos resultados del último tramo del año 2010, abrió la presente temporada con propuestas acordes a la firmeza evidenciada por el sector de compradores. La venta en los remates porteños de nueve obras por valores superiores a los cien mil dólares, cuando en el año anterior habían sido sólo dos, expresan esta confianza a pesar de las cíclicas y reiteradas situaciones críticas que agitan la vida nacional, signada además, en el año que cerramos, por los avatares de un proceso electoral.
A la hora de elegir, los compradores, entre los que figuran coleccionistas e inversores, así como quienes conjugan en simultáneo ambos perfiles, evidenciaron un sano eclecticismo. Sus compras abarcaron desde pinturas que podríamos denominar "clásicas", como la austera imagen del Riachuelo creada por Víctor Cúnsolo que encabeza el ranking de ventas del año o los paisajes de Fernando Fader, hasta obras contemporáneas de artistas como Juan Melé, Nicolás García Uriburu, Leandro Erlich, Nicola Costantino o Marcelo Pombo, que han visto superar sus récords individuales en esta temporada.  

Mucha cautela, poco glamour

Al comenzar la temporada 2011, los mayores operadores del mercado habían dejado en el olvido el duro impacto y las prolongadas consecuencias de la crisis iniciada en septiembre de 2008. Los guarismos generales, así como los que miden los diversos rubros que componen el mercado, iban acomodándose y dejando algunos saldos positivos que permitían a los observadores ser optimistas. No obstante, la oferta mantuvo cierta cautela, y la temporada careció de convocatorias teñidas de ese glamour característico del ámbito internacional. Tal vez la excepción haya sido la venta de alhajas y pertenencias de Elizabeth Taylor.
El creciente protagonismo de China se ha consolidado en el año, no sólo alistando a sus coleccionistas en la primera fila de las salas del mundo, sino también proyectando sus empresas líderes hacia más allá de sus fronteras. Tanto Poldy Group como Guardian, las dos casas de subastas más importantes de Pekín, ya han abierto oficinas de representación en Manhattan, y no descartan una operación más activa en el futuro inmediato.
Con los resultados obtenidos entre enero y septiembre, el Mei Moses Art Index ha elaborado una proyección de incremento general para este año del 11,80%. Con su particular metodología de medición, apoyada en el índice financiero Standard & Poor's, M&M advierte en el rubro Impresionistas y Modernos un crecimiento del 17,3%; en los Antiguos Maestros y siglo XIX, del 7,2%, y en el arte oriental, un decisivo 24%. Para el arte contemporáneo, registra un reacomodamiento a la baja del 4,7% y para el arte latinoamericano, una relativa paridad, ya que establece un descenso de sólo un 1,1%.
Si bien la actual crisis de la eurozona puso un toque de alerta en las operaciones, el rol del arte como espacio de refugio de valor ha quedado, una vez más, plenamente validado.
21,2
millones de dólares
Fue lo recaudado este año en las subastas porteñas por la venta de cinco mil obras de artistas argentinos
20,5%
más que en 2010
Es el incremento registrado en 2011 en Buenos Aires, respecto de las subastas del año pasado
4,5
millones de dólares
Sumaron las ventas de 115 obras de artistas argentinos en las subastas de Christie's y Sotheby's en Manhattan.

Fuente: adn CULTURA La Nación

QUIEREN EXPROPIAR
LA CONFITERÍA DEL MOLINO
PARA PODER REABRIRLA





CONFITERÍA DEL MOLINO
El Gobierno de la Ciudad anunció que intentará reabrir la tradicional Confitería del Molino, de Rivadavia y Callao, lo que reclaman desde diversos sectores que impulsan la protección del patrimonio arquitectónico porteño. Está cerrada desde 1997.
El anuncio del Ministerio de Desarrollo Urbano se hizo un día antes de la manifestación que convocaron para hoy al mediodía un grupo de ONGS, frente a la confitería. Será para reclamar que no se deje caer la ley porteña que protege a los edificios construidos antes de 1941, que el bloque del PRO no trató en la Legislatura por decisión del Ejecutivo. Esa ley, que vence el 31 de diciembre, obliga a pedir autorización antes de demoler edificios de más de 70 años de antigüedad.
Según explicó a este diario el ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chain, el Ejecutivo enviará a la Legislatura un proyecto para que se utilice la figura del “privado expropiante”, previsto en la ley 238. Así, se haría un concurso público, en el que se presentarían proyectos para recuperar y reabrir la confitería. Una vez que se sepa quién es el ganador, la Legislatura deberían declarar al lugar “de utilidad pública” y autorizar a ese privado a actuar como “expropiante”, en reemplazo del Estado. Es decir que los dueños del local no podrían objetar la operación.
En la Legislatura porteña ya hubo en los últimos años varios proyectos de diputados de la oposición para que la Ciudad expropie la confitería, pero ninguno prosperó. Incluso en el Congreso Nacional se presentaron iniciativas para la recuperación de la confitería, que tampoco se concretaron.
Lo que durante muchos años trabó la reapertura de la confitería es que la propiedad estaba en complicado proceso de sucesión. Ahora, ante la consulta de este diario, Chain dijo que en el Gobierno no tienen información sobre quiénes son los dueños y cuál es la situación de la propiedad, pero afirmó que “la expropiación le pasa por arriba a los temas sucesorios”.

Fuente: clarin.com

PIDEN QUE SIGAN PROTEGIENDO
A LOS EDIFICIOS ANTERIORES A 1941



PROTEGIDA. UN OBRERO TRABAJA EN EL RECICLAJE DE UNA VIEJA VIVIENDA.
Varias ONGs dedicadas a la protección del patrimonio arquitectónico anunciaron que irán a la Justicia para intentar que se estiren los efectos de la ley que protege a los edificios porteños anteriores a 1941 . Además, convocaron para hoy a las 12 a una manifestación frente a la cerrada Confitería del Molino , que es un símbolo del deterioro del patrimonio urbano de la Ciudad.
Una ley que vence el próximo 31 de diciembre establece que todo el que pretenda demoler una construcción anterior a 1941 debe solicitar autorización al Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales (CAAP). Este organismo evalúa si el inmueble en cuestión tiene valor desde el punto de vista arquitectónico o histórico y en consecuencia decide si da o no la autorización.
Distintos bloques de la oposición en la Legislatura intentaron que la ley se prorrogara por otro año, pero el bloque del PRO, que es la primera minoría, rechazó que el tema fuera tratado en el recinto. Ayer, ante la consulta de Clarín , en el ministerio de Desarrollo Urbano no quisieron opinar sobre el tema.
“Impulsamos que la Justicia actúe, frente a la negativa del Ejecutivo a cumplir con su obligación constitucional de preservar el patrimonio de la Ciudad . Y decimos el Ejecutivo porque la orden a los legisladores macristas de no tratar la ley vino del Gobierno”, dijo Santiago Pusso, de Basta de Demoler, una de las organizaciones que presentarán la acción de amparo junto a Fundación Ciudad, Proteger Barracas, Salvar Floresta y SOS Caballito, entre otras.
También la Comisión Nacional de Monumentos y Lugares Históricos advirtió que los bienes arquitectónicos pueden “quedar librados a su destrucción por operaciones especulativas, produciéndose así un daño irreparable al rico patrimonio de nuestra Ciudad”.


Fuente: clarin.com

PICASSO LADO B:
ROBÓ, LO PESCARON, TRAICIONÓ
Y FUE EL REY DEL ARTE

La policía sospechaba de él y lo detuvo. Llegó a negar su amistad con el poeta Apollinaire.

DE PELÍCULA. EN EL RODAJE DE “LA BANDA DE PICASSO”: FERNANDO COLOMO, IGNACIO MATEOS (PICASSO), A SU LADO, EL COACH DE FRANCÉS, RAPHAËLLE AGOGUÉ (FERNANDE OLIVIER) Y PIERRE BÉNÉZIT (GUILLAUME APOLLINAIRE). 
Por Guido Carelli Lynch
Cuando Pablo Picasso tuvo que elegir entre su futuro de gloria o un gran amigo, no dudó: se quedó con la primera opción. La segunda posibilidad tenía –es cierto– algunas consecuencias indeseables, como la cárcel o la mismísima expulsión de Francia, que bien podría haber significado el final de su prometedora carrera. La policía francesa sospechaba que el creador del cubismo formaba parte de una banda internacional de traficantes de arte; no de cualquiera; sino de la que se quedó durante un buen tiempo con la obra más famosa y deseada de todas; la Mona Lisa, de Leonardo Da Vinci.
Las sospechas incluyeron la detención del poeta Guillaume Apollinaire en septiembre de 1911, un mes después de que la Gioconda desapareciera del Louvre y hasta un interrogatorio al futuro autor del Guernica. También existió un dramático careo entre los dos amigos en el que Picasso negó conocerlo. El pintor, que apenas había pasado los 30, vio a su amigo esposado y asustado, pasó dos días preso, pero no titubeó cuando los enfrentaron y le preguntaron si lo conocía. “Jamás lo he visto”, dijo.
Las conjeturas de la policía no eran del todo infundadas. Cuatro años antes, en 1907, el genio español y Apollinaire sí estuvieron implicados en otro golpe al museo. El belga Joseph Géry Pieret, amigo del poeta, robó dos antiguas estatuillas ibéricas que terminaron en la casa de Picasso, por el irrisorio precio de 50 francos. En 1911, Pieret robó una tercera pieza que luego devolvió a través del Jornal del París. Picasso utilizó las dos primeras piezas para plasmar Las señoritas de Avignon, que marcó tal vez un punto de inflexión en la historia de la pintura universal.
La verdadera trama de este embrollo pasó desapercibida hasta que Fernande Olivier, la modelo y por aquellos años amante de Picasso, publicó mucho años después, en 1933, el trasfondo de esta historia en su libro de memorias Picasso y sus amigos, prácticamente inhallable en la Argentina. “Fue ella quien contó que quisieron deshacerse de las obras y que Picasso era partidario de tirarlas al Sena, cosa que intentaron, pero al final no se atrevieron porque creyeron que los perseguían. Finalmente Apollinaire las vendió en forma anónima a través del Paris Jornal y entonces los pillaron”, explica el director de cine español Fernando Colomo, que se pasó buena parte de los últimos siete años investigando el naufragio de esa amistad. Lo dice, por teléfono, en Budapest, durante un alto en el rodaje de La banda Picasso, que se estrenará a mediados de 2012. “Se creyó que era una banda internacional porque era Gery Pieret era belga, Apollinaire tenía un pasaporte ruso (aunque había nacido en Italia) y Picasso era español.
Cuando desapareció la Mona Lisa, los diarios de la época sugirieron que la policía estaba tras los pasos de una banda que había llegado a la capital francesa para robar grandes obras de arte. “A Apollinaire le cambió la vida, porque para conseguir la nacionalidad francesa, tuvo que incorporarse como voluntario en la primera Guerra Mundial, en la que resultó herido. Como consecuencia de esas lesiones moriría dos años después, víctima de la gripe española. No es una simple anécdota”, dramatiza Colomo, que eligió hacer una película de ficción, “la única forma de llegar al fondo de la historia”.
Para el director, esta tragicomedia irónica y la trama policial son una excusa para hablar de una manera muy personal y libre del nacimiento del cubismo y del arte moderno en general. Aparecen personajes como Braque, como Matisse. “Quería hablar sobre Apollinaire y Picasso, sobre la traición, pero también quería hablar de los grupos de artistas, las amistades, los egos y sus rencillas”, insiste el realizador español.
El protagonista Picasso es antes que un héroe, un personaje lleno de contradicciones. “No queda muy bien porque es un personaje que –entre la amistad y el arte– elige ser el jefe del arte moderno. Ese episodio podría haber acabado con su carrera, porque Picasso y Apollinarie temían en realidad que los expulsaran de Francia”.
Recién sobre el final de su vida Picasso se animó a hablar de aquel incidente: “¿Se acuerdan del asunto en el que me vi envuelto cuando Apollinaire robó unas figuras del Louvre? Bien, ¡si miran las orejas de Las señoritas de Avignon reconocerán las orejas de estas piezas escultóricas”. Quienes también miren la película de Colomo verán además una amistad fracasada.

Fuente: clarín.com



 
Giotto di Bondone (1267-1337), Basilique Assise, Legend of St Francis, 
Institution of the Crib at Greccio.



  MUY FELIZ NAVIDAD 

Y TODO LO MEJOR PARA EL 2012

Un abrazo,
                                           Pedro Baliña


ORHAN PAMUK:
VINE EN BUSCA DE LA CIUDAD DE BORGES,
PERO YA NO EXISTE



El escritor soñaba encontrar Buenos Aires tal como la pintó su admirado autor.
UNA VISITA A LA TIERRA DE LOS CUENTOS. PAMUK AYER, ANTES DE LA CONFERENCIA, EN EL MALBA. ALLÍ, UNA FOTO DE BORGES TOMADA POR ANNEMARIE HEINRICH.

Por Guido Carelli Lynch

El auditorio y el hall principal del Malba colmados no afectaron, ayer, la sinceridad del Premio Nobel turco Orhan Pamuk. “Debo confesar que yo pensé tanto en visitar esta ciudad y al final, ésta ha sido una visita nostálgica y desilusionante en un punto”, sentenció el autor, que hoy volaba de regreso a Nueva York, donde vive un semestre al año.Pamuk se va del país desilusionado y no importan las señoras que se peleaban para ganarse un lugar en la sala. Pero la culpa, en buena medida, la tiene el escritor, que vino a buscar la Buenos Aires de Borges. “Quería conocer la Buenos Aires de Borges y toda la gente a la que le expresé ese deseo me dijo que esa ciudad había desaparecido hace 50 años”. Mala suerte para el Nobel. “Buenos Aires me hizo acordar a una ciudad europea, pero también pude captar lo local, que tiene su aspecto pobre e internacional a la vez”, reflexionó. Prolijo, de pantalones azules, remera y saco negro; el Nobel escuchó la introducción y las preguntas de la escritora y periodista de  Matilde Sánchez sin levantar la mirada. Durante un rato se entretuvo con la lapicera, se desabrochó el reloj y lo apoyó sobre la mesa. A la hora de contestar, miraba a Sánchez; casi nunca al público. “Pamuk escribe a partir de un anhelo de clasicismo y de universalidad. Escribe con caligrafías de mosquito y tiene buen sentido del humor”, lo presentó la periodista.Algo de sentido del humor mostró cuando se refirió a La vida nueva, su novela más compleja. “Es un libro muy difícil y abstracto, si no quieren torturarse no hay que comprarlo”. También, cuando a una de las preguntas del público, sobre el final, contestó que la crítica literaria que prefiere es aquella que celebra sus libros.   Para no romper el hechizo prohibió que le hicieran preguntas sobre política. Sin embargo, no evitó referirse a la dicotomía entre Oriente y Occidente que atraviesa a su país. “El orientalismo es la dominación occidental, la invención de un oriente mítico. La tensión sobre si Turquía debe ser más occidental u oriental afecta las formas de nuestra ciudad”.Pero realmente se lo notó entusiasmado cuando tuvo que explicar su relación con la literatura, una cuestión que aborda en El novelista ingenuo y el sentimental, el libro de ensayos que lo trajo al país y también a Chile y Uruguay. “Quiero ser un novelista ingenuo, porque se puede ser juguetón e infantil en forma calculada. Hay que dejarse llevar por la fuerza de la historia, sentir que es buena. Hay que entregarse con una creencia mística en los poderes de la escritura: eso es la inocencia y la ingenuidad y todos deberían probarlas”, sentenció. Pamuk aconsejó no preocuparse demasiado por el poder de las palabras. “Sólo hay que estar seguro de ellas y eso redunda en la verdad. Hay algo trascendente, algo oscuro, escondido, secreto. ¿Cuál es el significado de la vida? Eso es lo que uno se pregunta cuando lee Anna Karenina. Eso es la profundidad de lo que se narra”, largó sin pausas antes de que lo envolviera un aplauso, tímido al principio. 

AUTOR BAJO CUSTODIA     

Quizás la vida Pamuk no hubiese cambiado tanto si un año antes de recibir el Nobel, en 2005, no hubiera reconocido públicamente la existencia del genocidio armenio y kurdo a manos de los turcos en 1915. “30 mil kurdos y un millón de armenios han sido asesinados en Turquía. Nadie se atreve a mencionarlo. Por eso yo lo digo”, señaló el escritor durante una entrevista con una revista suiza. Por esas expresiones fue demandado y después absuelto, acusado del delito de “insulto contra la identidad turca”. En 2009, la Corte Suprema turca hizo lugar al pedido de seis nacionalistas, que reclamaban al autor una compensación de 16 mil euros. Finalmente Pamuk fue obligado a pagar 3 mil. Ahora, en su país, siempre está custodiado por guardaespaldas.                                            

Fuente: clarin.com

ALUMNOS DE VILLA SOLDATI Y DE LONDRES, UNIDOS POR EL ARTE



Proyecto Turbinegeneration / Acuerdo entre la Fundación Proa y la Tate Gallery.
Compartieron actividades creativas y educativas online a través de una plataforma virtual.

Una treintena de chicos de Villa Soldati se transformaron por unas horas en pequeños artistas contemporáneos y compartieron sus creaciones con chicos ingleses. Fue posible gracias a un programa de la Tate Gallery de Londres, que tras un acuerdo con la Fundación Proa desembarcó en estas tierras con una primera experiencia de la mano del artista español Albert Potrony.
Los chicos realizaron una actividad vinculada al arte digital y el video en simultaneidad con alumnos de Inglaterra, con los que intercambiarán online sus archivos y sus experiencias.
La Fundación Proa, autora de la iniciativa, es la primera institución argentina en ser invitada a sumarse al programa educativo denominado Turbinegeneration, desarrollado por la Tate Gallery de Londres, una de las instituciones de arte contemporáneo más destacadas del mundo.
El programa apunta a promover el acercamiento de los estudiantes al arte contemporáneo, período poco frecuente en la educación artística, que suele estar más focalizada en la enseñanza -y la práctica- de lo clásico, lo antiguo y lo moderno. Busca además intercambiar experiencias con actores e instituciones culturales de todo el mundo, al tiempo que los chicos aprenden a manejar los lenguajes de la producción creativa.
Turbinegeneration conecta escuelas, galerías, instituciones culturales y artistas a través de una plataforma virtual. Es una red social "privada", a la que hay que suscribirse. El portal fue lanzado en octubre del año pasado y es patrocinado por la Unesco. Ya cuenta con más de 85.000 usuarios registrados en 143 países. Luego de su incorporación al programa, el departamento de Educación de Proa está formando la red local de Turbinegeneration. Se invitará a artistas jóvenes, instituciones culturales y a escuelas públicas, en especial de la zona sur de la ciudad.
"Queremos que sea un proyecto de todos. Para nosotros y para los chicos es una oportunidad única", dijo la directora del Departamento de Educación de Proa, Paulina Guarnieri, que destacó la posibilidad de un intercambio internacional con instituciones de primer nivel, para poder "reflexionar sobre nuestras realidades a partir del arte y conocer otras". 

CONEXIÓN 

El artista español Albert Potrony viajó especialmente a Buenos Aires para dar el puntapié de este lanzamiento y coordinar el taller con alumnos de la escuela primaria William Morris, en Villa Soldati.
"Lo más importante es que los chicos empiecen a tener una conexión con el arte contemporáneo a partir de la propia creación -explicó a LA NACION-. El segundo objetivo es la red de colaboración que nos permite crear y explorar juntos a partir de la plataforma web. Este proyecto se basa en el diálogo y la participación."
De la actividad participaron 32 chicos de quinto grado, además de sus docentes de plástica, inglés y computación. Como se trata de una propuesta multidisciplinaria, en la que los chicos además de hacer sus creaciones deben compartirlas con pares de Inglaterra, se requieren conocimientos en esas áreas.
El eje central de la propuesta de ayer fue "Mi espacio y mi tiempo". Los chicos realizaron acciones artísticas materializadas con objetos y dibujos que les permitieron pensar cómo es un día en sus vidas, qué sonidos escuchan, qué imágenes son más cotidianas y cuáles menos.
Potrony calificó de "fantástica" la experiencia en Villa Soldati. "Respondieron al reto de manera alucinante. Me voy muy contento", confesó. El artista español participó de la presentación formal del programa, a la que fueron invitados supervisores, directivos, docentes, así como artistas jóvenes e instituciones relacionadas con el arte para que se suman a la red. Estuvieron representantes del Malba, de Telefónica, miembros de los ministerios de Educación de la ciudad, la provincia y la Nación, además de artistas contemporáneos, como Fernanda Laguna y Leandro Tartaglia, directivos y docentes. 

Fuente: lanacion.com

"EL TIEMPO ES EL ÚNICO QUE PUEDE DEFINIR QUÉ ES EL ARTE"



Su primer cuadro lo vendió a los 40.
Más que artista, se considera un trabajador que no se condiciona al momento.
GUILLERMO ROUX. PINTOR. CON 82 AÑOS, DA CONSEJOS SOBRE CÓMO ENCARAR LA VIDA.

Por Einat Rozenwasser

Como dicen los reos de la esquina, la risa va por los barrios”, larga Guillermo Roux. Y se ríe. Son “los muchachos” con los que comparte mesa en el bar que está en diagonal a la estación Martínez del Mitre. “Cuando salgo a caminar voy para allá. El otro día llegaba con cara de complicaciones y uno me dice: ‘Pibe, te voy a enseñar cómo es la vida, no le des tanta vuelta. Suena la campana de largada, todos salen, hay un pelotón que se adelanta, otros que quedan más atrás, y al final está la llegada. Cuando la ves, si podés, poné la fusta adelante y estirá el cogote. Y si no podés, tranquilo, también vas a llegar. Todos llegan”, sigue.
Si no fuera por el énfasis que le puso unos pocos minutos atrás a eso de que había que borrar por completo el concepto de “gran artista” se podría hablar de sus pinturas, sus premios, sus distinciones. “Si empezamos con eso, empezamos mal. Lo que hay es un trabajador que tiene un oficio. A veces lo hace mejor y otras peor. Si después en algún momento sale algo que se llama arte, mejor. Pero es una categoría que no le pertenece al autor, lo dice alguien que viene de afuera”, define.
Roux pasó los últimos tres años preparando un enorme mural para la legislatura de la provincia de Santa Fe. No es el primero. Sus trazos también están en las Galerías Pacífico, en el hotel Hyatt y en el lobby de la torre que César Pelli diseñó para el ex BankBoston, en Catalinas Norte (“muestra lo que había ahí cuando yo tenía 17 ó 18 años, vacas, inmigrantes, los prostíbulos de la Recova y donde ahora está el Sheraton un parque de diversiones que se llamaba el Parque Japonés, con música, juegos y mucha gente dando vueltas”).
“Pintar es estar dentro de uno mismo, despojarse absolutamente”, dice. Eso, y salirse de los intereses que representa el mercado. “Cuando el mercado manda empieza el desastre”, apunta.
Roux vivió siempre de su oficio, pero vendió su primer cuadro a los 40 años. Antes fue maestro de dibujo, hizo viñetas e ilustraciones y otras tantas cosas. “El oficio tiene de todo. Habrá cosas menos espectaculares, más anónimas, más difíciles, pero hay que hacer todo lo mejor que se pueda, ese es el secreto. Alguien podrá hablar de arte pero, ¿quién lo dice? ¿quién clasifica? ¿por qué? El tiempo es el único que puede definirlo, lo demás son macanas”, sostiene.
Le decían que lo suyo no era “lo que buscaba el mercado”, y siguió adelante defendiendo la vocación de hacer lo que le diera la gana. “Cuando empecé el arte era abstracto o figurativo, el enfrentamiento entre el capitalismo de los Estados Unidos y el proletariado soviético que quería conquistar el mundo. ¿Y si no entrabas en una ni en otra qué pasaba? A veces te toca el medio y si perdés ese medio te perdés a vos mismo y ¿de qué te sirve? La pregunta es si tenés que condicionar el yo profundo al vaivén de las circunstancias. Tengo 82 años y he visto cambiar las circunstancias unas 70 veces. Si hubiera cambiado esas 70 veces no sería yo”, avanza. Se trata de resistir, que todo cambia y todo vuelve. “De otra manera, uno nunca vuelve igual”, concede.
El punto es desterrar la negativa. “El ‘no’ es lo que está afuera, lo que no sos. Dentro de lo que sos todo es sí. Parece simple, pero no lo es tanto. Es tu sintonía y hay que defenderla. Y no esperar premios. Viene la buena, agradecido al cielo. Después vendrá la mala. Como la risa: cuando está en un barrio, en el otro lloran. Pero vuelve, nada es definitivo. La cuestión es así: un durazno tiene la carne y el carozo. Podés pinchar la carne, cortarla, hacer lo que quieras. Pero al carozo no lo toques, es la semilla, lo planto y nace otro durazno”, compara. Y, claro, si te gusta, tenés que bancarte la pelusa.

Fuente: clarin.com

SUPERAMOS LAS 220.000 VISITAS
A NUESTRO BLOG
DESDE TODAS PARTES DEL MUNDO




  Pedro Figari, Escuela Uruguaya, 1861-1938 
"Pericón Nacional"- óleo sobre cartón.
52,5 x 82,5 cm

En el día de hoy, 15 de diciembre de 2011, hemos superado las 220.000 visitas a nuestro blog desde todas partes del Mundo.
Saludamos con ese motivo a todos quienes nos visitan y les agradecemos que nos lean y consulten.
Su fidelidad nos estimula, obliga y compromete a seguir cada día tratando de superarnos, consiguiendo más y mejor material - textos e imágenes - y a cuidar de manera muy especial la parte visual de nuestro blog.
Pedro L. Baliña........................
www.puesta-en-valor.com................

SUBASTAN EL ÚNICO PREMIO OSCAR
QUE ORSON WELLES GANÓ EN SU VIDA




La estatuilla que el director obtuvo en 1942 por El Ciudadano salió hoy a subasta, y se recibirán ofertas hasta la próxima semana. 
El precio ya se ubica por encima de u$s 60 mil. 



Subastan el único premio Oscar que Orson Welles ganó en su vida

El Oscar que Orson Welles ganó en 1942 por El ciudadano (Citizen Kane) salió a subasta online, informó la casa de remates californiana Nate D. Sanders en Los Angeles en su página web.
La estatuaestá manchada sólo en unos pocos sitios, pero en general "está en un muy buen estado", indicó la casa de subastas, e informó que la oferta, que finalizará en una semana, está por encima de los 60 mil dólares, consignó la agencia alemana DPA.
El actor, director y autor Welles (1915-1985) recibió durante su carrera sólo un Oscar y un premio de honor de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas.
Con 25 años, Welles escribió como coautor el guión de El ciudadano, dirigió la película e interpretó el papel principal. El filme fue nominado en nueve categorías y Wells ganó el Oscar por el mejor guión original.

Fuente: infobae.com

BUENOS AIRES INSIDER

 

Buenos Aires Insider


Ten years or so ago, on our first trip to Buenos Aires, we were greeted at Ezeiza International Airport by Sr. Pedro Baliña and his hired driver. Strangely enough, neither myself, my partner nor Pedro recall the exact details of how this meeting had been organized.
Pedro, a Fine Arts professor, would act as our cultural attaché for the duration of our stay. Although he disapproved of the accommodations we had chosen in Palermo Soho he kept this to himself, at least for a day or two. Nearly every morning he would phone and ask what he could show us, where he could take us and always make suggestions about the centerpiece of our outings: food. He gave us the lay of the land, shared some of his favorite museums, introduced us to a few antique dealers and instructed us on the proper way to order food, coffee, wine and ice cream in his fair city—really the essentials. On days we elected to wander the neighborhoods of B.A. independently he warned us about the “thieves” and “gypsies” that lurked in some doorways. He also tutored us on the finer points of choosing the right taxi to ensure that we arrived at our destination un-kidnapped! All in all, by the end of 10 days we felt like we had only scratched the gritty surface of Buenos Aires, and we were already making plans to return.
Two years later, on Christmas Eve, we returned to B.A., again greeted at EZE by Sr. Baliña. Just for some context …. Pedro is a larger-than-life, bear-like figure always dressed neatly in corduroys, button-down shirts, loafers, sunglasses and usually a fedora. I guess you’d call it “Porteño preppy.” He swaggers his streets, booms and bosses his way through cafes, always has an opinion and is never shy about expressing it. He is descended from a family dating to the 16th century. Maybe this explains the swagger. He is also generous with his time, knowledgeable about all subjects historical and cultural, and kind and caring.
We have now visited Buenos Aires a total of four times. Each trip we carve out time to be with Sr. Baliña. He has been instrumental in peeling back the layers of B.A. for us like an onion. One visit to Bs. As. centered around the celebration of a friend’s 60th birthday. A flurry of pre-arrival planning and logistics emails resulted in our hotel rooms filled with flowers (white and fragrant varieties only), artisanal chocolates and Argentine wines (based on each guest’s preference). He was a maniac with the details, the right man for the job. This guy could handle any A-list diva’s demands.
Because of Pedro, we have seen things and shared experiences that most travelers only dream of. We have visited the studio of the famous Argentine photographer Aldo Sessa, been invited for sherry with an elegant Argentine lady at her Embassy Row penthouse loaded with museum-quality antiques and Fortuny-upholstered walls, ridden horses with gauchos in the Pampas, eaten mountains of bife de chorizo steak, wrapped ourselves in his family’s heirloom ponchos at an estancia, purchased paintings at a small auction house, watched a family of silversmiths fashion a cymbidium orchid of pure sterling and lunched in the hushed dining room at the very exclusive, very private Jockey Club de Buenos Aires. We have peeked behind the curtain of this extraordinary city.
The sum of the days we’ve spent in B.A. over the years, thanks to our lovely friend and cultural attaché, are the stuff that travel memories, journals and photo albums are made of. We remain grateful that whenever and wherever we travel we’ve been fortunate to cultivate lasting relationships like the one we’ve forged with Sr. Baliña. Returning to Buenos Aires and getting reacquainted with this city, and of course Pedro, is on our short list for 2012.
Not to miss:
  • Barrio San Telmo’s Sunday Antique Market (and freak show)
  • Retiro Railway Station, a cast iron Frenchy/Edwardian architectural confection
  • Bife de lomo (filet mignon) or bife de chorizo (rump steak) salted liberally and grilled
  • A stroll through Plaza San Martin
  • Exploring the fashion and design stores that thrive in Palermo Soho
  • Savoring dulce de leche anything
  • Crossing the River Plate on a ferry to visit Colonia del Sacramento, Uruguay—maybe the laziest and prettiest little colonial town in South America

Fuente:  www.wisecrackerluggage.com

EL RESCATE DEL ARTE ITALIANO

 

La primera muestra de la sala renovada da visibilidad a una valiosa parte del patrimonio del museo que permanecía casi en el olvido. 

Por Ana María Batitistozzi

Desde que inauguró en 1960, el llamado “Pabellón de exposiciones temporarias” alojó mayormente exhibiciones integradas por piezas que no formaban parte de su colección. Incluso llegó a mostrar conjuntos como Huésped, que en 2009 vino del MUSAC (Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León) y planteó una deliberada tensión con su patrimonio.
Pero en esta ocasión –por una razón que quizás haya que rastrear en la intención de dar visibilidad a capítulos recientemente revalorizados por las investigaciones plasmadas en el catálogo razonado que se publicó el año pasado– se eligió destacar la presencia del arte italiano, estudiado en profundidad hace poco por la especialista Silvestra Bietoletti. La decisión implica un giro en la historia de la institución, que siempre se caracterizó por privilegiar al arte francés. Importa además porque Italia fue una gran referencia para la formación artística de nuestro país. No sólo porque Florencia y Roma fueron destinos fundamentales para los becarios argentinos que desde la presidencia de Mitre se dirigieron allí por la alta estima que gozaba su tradición artística, sino además porque la enseñanza artística durante el siglo XIX estuvo en buena parte a cargo de maestros italianos como Cayetano Descalzi, Fiorini o Baldassare Verazzi. Si a eso sumamos que la colección de Adriano Rossi –piedra basal junto a la de Guerrico del patrimonio del MNBA– reflejó un especial interés por la pintura italiana, podemos darnos idea del valor de este rescate.
El recorrido que propuso el curador Roberto Amigo pone el acento en la variedad de rasgos estilísticos de las diferentes escuelas regionales de Nápoles, Milán, Turín, Venecia y Roma, de donde provienen figuras como Doménico Morelli, napolitano cultor de un verismo místico muy en boga hacia fin de siglo, autor de la pintura “El ángel de la muerte”, que ocupa un lugar central frente al acceso a la sala. También el veneciano Ettore Tito, que pintó el impactante “Descendimiento”, que donó al museo la Comunidad italiana en 1923; el milanés Emilio Longoni, que indaga los pormenores de la luz en sintonía con las búsquedas impresionistas o el romano Giulio Sartorio, que pintó Malaria, obra clave en los debates que surgieron alrededor de Roma designada capital de Italia. Buena parte de la selección está impregnada de las discusiones que sucedieron a la unificación italiana. Dos estéticas contrapuestas habitan los retratos ecuestres de Garibaldi y Vittorio Emanuele II, pintados por el napolitano Filippo Palizzi. Pero la irrupción del siglo XX aporta también sus vicisitudes reflejadas en las inquietantes imágenes de De Chirico, Sironi, Carrá y el famoso “retorno al orden” que tuvo su correlato en la pintura argentina de los años 30 y 40. Por su parte, Modigliani ha sido sustraído de la tradición francesa en la que habitualmente se lo considera y se lo ha ligado al manierismo de Pontormo y Parmigianino.
A partir de todo esto, el curador desliza también una reflexión sobre el gusto del coleccionismo público y privado argentino y su devenir, desde las adquisiciones oficiales de Eduardo Schiaffino y el Centenario, desde Rossi a los Larco, padre e hijo, y Torcuato Di Tella.

MAS INFORMACIÓN: La tradición del arte. Italia en la colección del MNBA, 1860-1945

Fuente: Revista Ñ Clarín

ART BASEL:
EL NEGOCIO LE GANA AL ACTIVISMO

 

Una fiesta del arte en Miami Beach se vuelve conservadora.

La artista Jen DeNike presentó una performance en la playa.
"Vespa", obra en técnica mixta de Mark Handforth.


POR KAREN ROSENBERG - The New York Times

MIAMI BEACH --¿La edición de este año de Art Basel Miami sería un espectáculo privado o público? Me lo preguntaba mientras me dirigía hacia ese ritual del mundo del arte de una semana dando vueltas mirando, mostrándose y coqueteando con el poder, que lleva ya una década.
Ciertamente, son los coleccionistas más importantes los que dominan la agenda, los que animan el recinto de ventas y presiden lo que a veces son lúdicas exhibiciones de privilegio.
Sin embargo, quienes eligen como principal actividad ver arte tienen muchas más opciones a su alcance. Una de las más importantes es la feria propiamente dicha, que creció hasta incluir a unos 260 expositores internacionales y un programa completo de escultura al aire libre, video y arte en vivo.
No se puede negar que este evento ha revitalizado la cultura de Miami en los últimos 10 años.
(Tanto el Miami Art Museum como el MoCA North Miami tienen nuevos edificios en curso, y el distrito de Wynwood está lleno de galerías, talleres y arte callejero.) Nadie parecía preocupado por las protestas o por la eurozona en la presentación previa de la feria para invitados V.I.P. en el Centro de Convenciones de Miami Beach.
La obra presentada, sin embargo, resultó más conservadora que en años anteriores.
Abundaron las selecciones de primer nivel, como por ejemplo un elegante despliegue de esculturas de Calder y Miró (en Helly Nahmad) y una exposición un poco acartonada pero gratificante de Modigliani, Soutine y otros artistas de la Escuela de París (en Galerie Thomas). Los que buscaban una atmósfera más de fiesta podían encontrarla en Mary Boone, donde enormes textos murales de Barbara Kruger gritaban "El dinero hace dinero" y otras expresiones sobre el tema del lucro obsceno. Cruzando el pasillo.
L&M tenía un stand igualmente elegante empapelado con vacas de Warhol y decorado con una amplia selección de sus dibujos.
Muchos otros expositores se volcaron al tamaño para hacer una declaración. Edward Tyler Nahmen dedicó su stand a "Khurasan Gate Variation III", una obra de Frank Stella de unos 3,50 metros de largo, de 1968.
El mensaje, en líneas generales, fue "Estamos acá para hacer negocios", no "¿Qué significa todo esto?" Sólo unos pocos marchands, como Peter Blum, dispararon contra el entorno de la feria.
En su stand, dos pinturas de una serie llamada "Bankrupt Banks", del grupo de artistas daneses Superflex, atrajeron más de una vez las miradas con sus destacados logos empresariales.
Algunos de los despliegues más ambiciosos se vieron en la sección "Art Nova", donde las restricciones oficiales ­solamente obras realizadas en los tres últimos años y no más de dos o tres artistas por expositor- fomentaron, al parecer, la creatividad.
La pequeñez de los stands no fue impedimento para Untitled, que albergaba una atractiva maraña de pintura, fotografía y placa de yeso de Brendan Fowler y Matthew Chambers, ni para Overduin and Kite, dominado por la alianza que hace Dianna Molzan de delicados pasteles y formalismo enérgico.
La única verdadera decepción en el centro de convenciones fue, no obstante, "Art Positions", la sección dedicada a artistas y galerías emergentes. Buena parte de las obras parecían sumisas y carentes de originalidad, con la excepción de "Banana Market/ Art Market" de Paulo Nazareth, una camioneta Volkswagen con una pila enorme de bananas.
Por su parte, Theaster Gates y Emily Sundblad confirmaron, él en sus esculturas y ella en sus pinturas, que son más excitantes como intérpretes que como realizadores de objetos.
La feria New Art Dealers Gates, en el Hotel Deauville, parecía ser un lugar más saludable para el talento joven (y algunos no tan jóvenes; Leo Koenig exponía fotos de Sigmar Polke.) Se vio mucha pintura, en su mayor parte bastante buena aunque no particularmente arriesgada.
Pero la escultura, el video y la performance también tuvieron sus momentos. El stand de Sean Bluechel con cerámicas tipo cacto fue un éxito, al igual que la reluciente instalación de video abstracto de Tom Thayer (en Eleven Rivington). Y On Stellar Rays presentó fotos nuevas de la retrospectiva actual de MoMA PS1 del artista de performance Clifford Owens.
Y para los que buscaban una verdadera experiencia de museo, la exposición de Faith Ringgold del Miami Art Museum presentó su serie de los años 1960 "American People" ­una exploración temeraria y franca de la época de la lucha por los derechos civiles. Si alguien había pasado demasiado tiempo entre los trofeos brillantes del centro de convenciones, "Die" la obra tamaño mural, con su fondo gris sereno y la escena de tiroteo rojo candente, se lo hacía saber.
La exposición en la Rubell Family Collection también prometía un diálogo nacional, dentro de la línea de la muestra de Rubells de 2009 "30 Americans" (actualmente en la Corcoran Gallery de Washington). Pero el título "American Exuberance" resultó ser un gancho para las últimas adquisiciones. Sólo el salón de columnas y pórticos pintados en dorado y cubiertos de basura, con su aire "Últimos días de Pompeya", atravesaba la charla entre cócteles.
Con ese espíritu se lleva a cabo la mini-feria renegada SEVEN, donde la entrada es gratis, y las galerías comparten espacio en un "muro de salón". Allí, una máquina expendedora de la artista Jennifer Dalton entregaba pulseras como las que se utilizan para poder cruzar las cuerdas de terciopelo. Decían "Lo que dice esto no importa".

Fuente: Revista Ñ Clarín