GRANDE EN EL CIELO,
AYER LA LUNA SE ACERCÓ
MÁS QUE NUNCA A LA TIERRA



Es un fenómeno que se da cada 18 años. Es porque, en su elipsis, la Luna llena atraviesa el punto más cercano al planeta. En la Capital salió ayer a las 19.

ROMANTICISMO. EN LA BOCA, UNA PAREJA DE PORTEÑOS APROVECHÓ EL ESPECTACULO NATURAL PARA BRINDAR.

SOLA. EL UNICO SATELITE NATURAL DE LA TIERRA ESTUVO A “SOLO” 356.577 KILOMETROS.

Por Candelaria Schamun

Súper Luna. Así se llama este fenómeno. Como si fuese un faro enorme que reinó en todo el Universo: así se vio ayer la Luna desde la Tierra. Un reflector gigante que iluminó el Obelisco, la ciudad y sus calles. Que provocó que miles de porteños se lanzaran a la Ciudad a disfrutar del espectáculo natural que su presencia provocaba. En rigor, millones de personas de todo el mundo –el fenómeno se vio desde la Antártida hasta Australia y Moscú– se detuvieron a contemplar esa postal. A las 19 de ayer, la Luna llena apareció colosal en el cielo argentino. Estaba a 356.577 kilómetros de la Tierra, el punto más cercano de los últimos 20 años. Este fenómeno se repite cada 18 años.
“La mayoría de los objetos que se encuentran en órbita alrededor de otro, lo hacen en órbitas elípticas. La Luna esta dentro de estos casos. En cada órbita elíptica alrededor de la Tierra, la Luna pasa por el apogeo, punto más lejano a la Tierra y por el perigeo, punto más cercano a la Tierra”, explicó a Clarín Gabriel Bengochea, doctor en Física y perteneciente al Instituto de Astronomía y Física del Espacio. “En esta oportunidad se combinaron dos cosas: una, que la Luna se aproximó al perigeo, y dos, que está en su fase de Luna llena”, agregó.
Las lunas llenas en el perigeo se repiten aproximadamente cada 18 años y suelen ser entre un 15% y un 30% más grandes y más brillantes que cuando suceden en el apogeo.
Las últimas súper Lunas (“supermoon”, como las bautizó una científica en Estados Unidos) fueron en 1955, 1974, 1992, y 2005. El 20 de enero de 1992 fue el día que más cerca estuvo. Esa noche la distancia que la separaba de la tierra eran tan solo 356.548 kilómetros. Se espera que el 14 de noviembre de 2016 se aproxime aún más: 356. 511 kilómetros.
Para los especialistas, la Luna llena no es una buena oportunidad para verla por telescopios porque, por el brillo, enceguece. Diego Travieso es un aficionado. Le encanta mirar la Luna. “El mejor momento para verla es cuando está en cuarto creciente. Ahí se ven los cráteres en detalle. Sé que para muchos hoy (por ayer) es un día especial, pero para mí no lo fue porque cuando está llena es complicado ver sus detalles”, precisó Traverso, quien forma parte del Club de Astronomía Ingeniero Félix Aguilar.
Como un péndulo que hipnotizó con su belleza, ayer la luna atrajo las miradas de todo el planeta. Se veía tan inmensa que daba la sensación de que se iba a caer del cielo. De que se iba a meter en las casas. O, como dijo un joven cuando caía la noche en San Telmo: “Está tan grande que si salís al balcón parece que te la vas a llevar por delante”.

Súper Luna y los sismos

Las súper Lunas anteriores se dieron en 1955, 1974, 1992, y 2005, años en los que, paradójicamente o no, también se observaron fenómenos naturales y situaciones climatológicas agresivas o excepcionales. Según el sitio especializado AcuuWeather, –uno de los más consultados de información sobre el clima–, no se puede descartar, aunque tampoco afirmar, que realmente exista una conexión directa entre las súper Lunas y los desastres climatológicos. La última de estas Lunas ocurrió el 10 enero de 2005, días después de un sismo de 9 grados que castigó a Indonesia, aunque en ese caso la Luna se encontraba en fase nueva y no llena.

Fuente: clarín.com

SE ABRIÓ AL PÚBLICO TEFAF,
LA FERIA DE ARTE MÁS IMPORTANTE DEL MUNDO




Primero fueron los grandes coleccionistas y directores de museos los que pudieron recorrer sus pasillos entre copas de champán y canapés de caviar. Ahora, The European Fine Art Fair (TEFAF) es ya accesible a cualquier aficionado al Arte que pueda pagar los 55 euros que cuesta la entrada al Palacio de Congresos de Maastricht, Holanda. La pieza estrella de esta edición es un Rembrandt de 33,5 millones de euros.

Fuente: noticiasarteseleccion.com

ARTE / MUESTRAS - CARNE DE DIVÁN



Vida y obra de Louise Bourgeois, genial escultora fallecida el año último, se mezclan como nunca en una gran exposición que inaugura mañana la Fundación Proa

Louise Bourgeois, Arco de Histeria, 1993, cortesía Cheim and Reid, Galerie Karsten Greve y Galerie Hauser and Wirth, bronce pulido, 83,8 x101,6 x 58,4 cm. Photo: Allen Finkelman

Por Julio Sánchez
Para LA NACIÓN

Fue un excepcional ejemplo de "carne de diván". Se llamaba Louise Bourgeois, y en Palermo hubiera sido la paciente mimada de los analistas. Murió como una heroína del arte del siglo XX, en mayo de 2010. Una muerte esperada para una mujer casi centenaria (le faltaban unos meses para cumplir 99), postergada por mucho tiempo y reconocida después de cumplir los 70. Nació el día de Navidad, en 1911, en el seno de una familia parisina culta y acomodada, aunque como artista se desarrolló en Estados Unidos, a tal punto que en 1993 representó a ese país en la Bienal de Venecia. Causa gracia y cierta ternura escuchar sus entrevistas en YouTube, en las que afirma con escasa sonrisa y abundante acento francés que se siente absolutamente américaine. Su formación se arraiga en la Francia más clásica: de niña escuchaba las fábulas de La Fontaine, y de joven se confesaba lectora apasionada de Molière y Sartre; además, escribió su tesis sobre Pascal.
Gran parte de su vida transcurrió en Nueva York: se casó con Robert Goldwater, un historiador del arte egresado de Harvard y en 1955 adoptó la ciudadanía estadounidense. Cuando comenzó a crear sus Celdas, en los años 90, admitió que sólo lo podría haber hecho en Nueva York: "En las veredas se encuentra toda clase de artículos para el hogar, como si un departamento entero hubiera sido puesto ahí. Uno quiere salvar esas cosas porque son tan maravillosas. En Francia no es así, no se encuentra nada en las calles, no hubiera tenido la libertad de crear estas obras ahí". Se la conoce como escultora, aunque antes incursionó en el dibujo y la pintura. Fue valorizada en forma tardía. En 1982 el MoMA de Nueva York organizó una muestra retrospectiva, la primera de una mujer en este museo, debido en parte al auge de los estudios de género, los mismos que rescataron a Frida Kahlo de la sombra de Diego Rivera y a Ana Mendieta, encerrada en el casillero subalterno de "latinoamericana". Eran tiempos de revisión feminista y Louise, con esa mezcla de admiración y conmiseración que despiertan los viejos, comenzó a recorrer un camino de reconocimiento en los museos prestigiosos del mundo.

Bourgeois en La Boca

La Fundación Proa se pliega a estos homenajes con una megamuestra, Louise Bourgeois: el retorno de lo reprimido (desde mañana hasta el 19 de junio) realizada en colaboración con el Studio Louise Bourgeois, y que se presentará más tarde en el Instituto Tomie Ohtake de San Pablo y en el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro. El curador es Philip Larratt-Smith, que trabajó en el archivo de la artista desde 2003. Su asistente de toda la vida, Jerry Gorovoy, descubrió en 2004 dos cajas metálicas con aproximadamente mil páginas sueltas que contenían anotaciones sobre su vida y obra, cartas, diarios, anotaciones de trabajo, etcétera. El catálogo de esta muestra recoge -además de ensayos a cargo de especialistas muy prestigiosos como Donald Kuspit, Elizabeth Bronfen, Mignon Nixon, Juliet Mitchell y otros- una selección inédita de los centenares de notas y papeles que Bourgeois escribió en el largo proceso de su psicoanálisis.

Louise Bourgeois

Cuando se ven las fotos del espectacular caserón que la familia Bourgeois tenía en Choisy-le-roi, en las afueras de París, uno se imagina una vida aristocrática, protocolar y cómoda. Era más o menos así, pero con más desdichas que dichas. Louise tenía un padre que se llamaba Louis, que fue reclutado para combatir en la Primera Guerra Mundial. Su mujer, Josephine, ya estaba criando a dos hijos, Louise y Pierre. Monsieur Bourgeois volvió sano y salvo de la guerra, no así su hermano Desiré, que dejó viuda y con dos hijos a su mujer. Todos los Bourgeois vivían juntos en una casa que tenía un taller de restauración de tapices. La joven Louise ayudaba; a ella le encargaban rehacer los pies desgastados por el arrastre, y con su hábil aguja de tapicera les arrancaba el sexo a las figuras masculinas porque las familias pudorosas lo querían así. Ella no tiraba nada y logró una pequeña colección de penes de angelitos.
Doscientos millones de la población mundial murieron entre 1918 y 1920 a causa de una influenza virus A del subtipo H1N1, conocida como gripe española, la peor pandemia de la historia. Su madre cayó enferma y Louise se vio obligada a cuidarla. Ahí empezó a desmoronarse la vie en rose.
El padre instaló en su casa a Sadie, la profesora de inglés; miss Sadie se convertiría en su amante. En los años treinta Louise estudió matemáticas, física y química por correspondencia, luego ingresó en la Sorbona para estudiar ciencias exactas. La madre muere, Louise sufre, se deprime, deja los números y comienza a frecuentar talleres y escuelas de arte.
Fernand Léger fue uno de sus maestros y André Breton tenía su galería Gradita en el mismo edificio en el que ella alquiló su primer departamento. Ella también fue galerista; vendía litografías y pinturas de Delacroix, Matisse, Redon y Bonnard, entre otros. En su galería conoció a Robert Goldwater, un especialista en arte primitivo que la sedujo, se casó con ella y la llevó a Nueva York, todo en el mismo año, 1938. En 1939 vuelven a Francia, adoptan un niño de tres años y en 1940, un 4 de julio colmado de globos tricolores, nace Jean-Louis, el primer hijo de ambos.
Ella tenía 36 años cuando expuso por segunda vez (dos años antes había debutado en una individual) en Nueva York, 17 pinturas en las que aparecía su imagen de Mujer-casa. En 1949, muestra sus esculturas en madera y desde entonces se dedica de lleno al volumen. La familia Goldwater-Bourgeois vuelve a Francia con una beca. En 1951, el padre muere, Louise sufre, se deprime y comienza a psicoanalizarse. Lo hace desde 1952 hasta 1967, aunque continúa viendo a su terapeuta hasta su muerte en 1985. Recién a fines de los años sesenta su obra se hace sexualmente más explícita. Gran parte de su producción se nutre de sus recuerdos de infancia, de sus conflictos internos y de la relación con sus padres.
Como sucede con todos los artistas del siglo, no hay material que se le escape, desde el mármol y el bronce hasta las instalaciones y esculturas blandas en tela. Recibió halagos y premios no sólo de instituciones artísticas sino de jefes de Estado (Clinton y Sarkozy, entre otros) y pedidos de esculturas públicas y monumentales de todo el orbe.
Louise se atrevió como nadie a exteriorizar sus propios conflictos. Joseph Beuys, el gran artista-chamán alemán, decía que el verdadero artista era aquel que mostraba sus heridas. Louise cumplió con este requisito en abundancia.
Ficha. Louise Bourgeois: el retorno de lo reprimido en Fundación Proa (Av. Pedro de Mendoza 1929), desde mañana a las 18 hasta el 19 de junio.

Su famosa araña en el Guggenheim de Bilbao

adn MAMÁ

Una enorme araña de 9 metros de altura, 10 de ancho y 22.000 kilos dará la bienvenida a quienes vayan a visitar la muestra de Louise Bourgeois. Esta araña paseandera ya estuvo en la Tate Gallery de Londres (2007), en el Museo Guggenheim de Nueva York (2008) y, antes, en el Guggenheim de Bilbao (1999), y es la mayor de la serie de esculturas de arañas. La misma artista la definió de esta manera: "La araña es una oda a mi madre. Ella era mi mejor amiga. Como una araña, mi madre era una tejedora. Mi familia tenía un negocio de restauración de tapices y mi madre estaba a cargo del taller. Como las arañas, mi madre era muy inteligente. Las arañas son presencias amistosas que se alimentan de mosquitos. Todos sabemos que los mosquitos propagan enfermedades y, por lo tanto, son indeseables. Así, las arañas son útiles y protectoras, al igual que mi madre".


Bourgeois por Bourgeois

El amor y la muerte

Desde pequeña asocié el acto sexual con la muerte. Mis padres se juraban amor continuamente. Y eso a mí me resultaba muy extraño porque mi padre era una persona promiscua que le era infiel a mi madre cada vez que podía y mi madre lo sabía. Ése era un rasgo muy peculiar de mi padre, porque este hombre promiscuo que se acostaba con medio mundo tenía por ideal la historia de Píramo y Tisbe. Pensaba que si él moría su esposa ya no querría vivir, aunque no estoy muy segura de que eso funcionara en el sentido inverso. A mi madre no le gustaban mucho esas tonterías pero mi padre decía cosas como: "¡Te quiero tanto que si te murieras yo también me moriría!" El día anterior tenía marcas de lápiz de labios en la cara. Mi padre siempre tenía la cara manchada de lápiz de labios. Las declaraciones de amor siempre tenían que ver con la muerte. Mis padres concebían el amor como algo diferente del sexo.

Los artistas

Hay muchísimos artistas, pero la mayoría son muy poco interesantes, porque la expresión personal no puede ser un fin en sí mismo o, mejor dicho, la expresión personal puede ser un fin en sí mismo pero no es interesante. Millones de personas toman el desayuno por la mañana, pero es muy difícil lograr que el desayuno sea interesante, desde un punto de vista objetivo. Trabajo muy duro y sin embargo nunca -¡nunca!- consigo que la gente entienda lo que quiero decir. Quiero que entiendan que la tenacidad es una virtud y un fin en sí mismo. Más aún, deberían entender que quiero equiparar el sexo al asesinato, el sexo a la muerte. Pero nunca entenderán el problema de esta ecuación. Debería ser menos dura conmigo misma. No debería seguir persiguiendo el misterio, pero el misterio está siempre ahí y sigo aspirando a resolverlo.

El matrimonio y los hijos

El matrimonio funcionó. Correcto. Pero Robert no quería tener hijos. Solía decir: "Ya me tienes a mí". Se molestó bastante con la idea. Pero después, cuando llegaron los niños, fui yo la que perdí el interés y él se hizo cargo del cuidado de los niños. Era un padre muy afectuoso. Los hombres son extraños. Se supone que era yo la que sería más dulce con los niños pero no fue así, él era más dulce con ellos que yo. En realidad no hace falta tener hijos. Dios sabe que el mundo no necesita más niños.

De una entrevista de Donald Kuspit, con traducción de Graciela Speranza

Fuente textos: adn Cultura LA NACIÓN


EL LUGAR DONDE EL VACÍO SE COME



Francés, se instaló en Buenos Aires a fines de 2004. Y la recorre con una mirada particular.

AUTORRETRATO. “SOY FOTOGRAFO, INTERPRETE, PROFESOR, ETC...”

Por Nicolas Boher

Tal vez pueda resumir en tres palabras mi vertiginoso encuentro con la ciudad: una catástrofe irrefutable. Llegué justo después de la tragedia de Cromañón, cargado de las pequeñas mitologías sobre aquel extraño apéndice de Occidente: encontré un lugar y un tiempo donde los lugares y los tiempos se confunden, una cosmo(a)gonía pasional y afín, cuyo gran sentido de la derrota no deja de abarcar el máximo fervor.
Recuerdo bien haber contemplado con asombro el modesto pizarrón que proponía sandwiches de vacío: el genio argentino, cuya principal característica consiste en ignorarse, había desfigurado la metafísica hasta convertir el vacío en un sandwich.
Me malcrié con personajes truculentos del Bajo, entre las trillas de Victorino y aquella vereda de la calle San Martín. Siempre me han gustado los puertos, el sentido trágico y la melancolía exultante: Nápoles y Lisboa, las promesas y las ruinas. Tal vez sea Buenos Aires el amor más grande de mi vida y el principio de mi desesperanza. Acá ya no se trata de triunfar: todos somos oro y basura, todos somos un asilo de contingencias.
Viví primero en La Boca, cerca de la Torre del Fantasma (edificio con fama de embrujos en Wenceslao Villafañe y Almirante Brown), en una casa milagrosa que me prestó una amiga pintora. Ahora estoy en pleno Congreso, a pasos del café Los Angelitos. De Buenos Aires siempre me fascinó el centro, por su caleidoscopio arquitectónico, sus cúpulas y sus fantasías, su incapacidad de reposo y el vitalismo que encuentro en sus amenazas. El barrio es otra cultura, otro metabolismo, como el principio de la llanura. Me seducen Barracas, Almagro, La Boca, San Telmo, Monserrat, Parque Patricios y Agronomía. No soy palermitano para nada, Barrio Norte a lo mejor me deprime y a Belgrano creo haber ido una sola vez.
Buenos Aires tiene kioscos abiertos durante 25 horas donde se venden chocolates shakespearianos (Hamlet), aguas existencialistas (Ser) y puchos relativamente baratos. Buenos Aires tiene la Sala Lugones, los sesos de Hermann, el Club Atlético Huracán, intelectuales febriles, tacheros incongruentes y travestis por doquier. Buenos Aires tiene noches eléctricas y enormes cucarachas, matambre tiernizado y de repente granizo, el Indio Solari y unas ricas tartas de ricota. Buenos Aires tiene buen cine (Rejtman, Martel, Alonso, Piñeiro) y una formidable capacidad de improvisación. Buenos Aires está acostumbrada al mito y al derrumbe, Buenos Aires tiene mucha humedad y mucha soledad: exagera porque necesita consuelo.
Ah, me olvidaba de la plaza San Martín, de los arroyos enterrados, del deambular incierto de la gente, del gran río color de león, del culto rioplatense de la amistad, de la calle Esmeralda, de las letras de neón rosado del Club Gricel, de las vistas alucinantes desde el Barolo, de las cajeras chinas que se pintan las uñas de celeste y blanco, del Florida Garden, del Bar El Chino, del Fernet, del Malbec y de la Hesperidina, de los jacarandás y de la lenta latinoamericanización de las conciencias. Me olvidaba del himno a la medianoche, de la roja de Elizondo, del jardín en la calle Chile, de aquella tumba en Chacarita donde reposa un tal Angel Descalzo, de las omnipresentes ausencias, de las entrañas y del frenesí.
Me olvidaba, nací el 26 de julio del 1981, fecha aniversario de la muerte de Eva Perón, cerca de Metz, capital de la provincia de Lorena. Una provincia agroindustrial al límite con Alemania, castigada por las guerras y las invasiones, que recibió muchos inmigrantes en el siglo XX a raíz del desarrollo de su industria, hoy extinguida. A los 18 años me escapé a París para estudiar ciencias humanas. En aquel colegio pegado al Pantheon habré leído a Borges por primera vez. Me olvidaba de medir las consecuencias.
Y la ciudad, ahora, es como un plano de mis humillaciones y fracasos.

Fuente: clarin.com


SUPERAMOS LAS 80.000 VISITAS
A NUESTRO BLOG
DESDE TODAS PARTES DEL MUNDO


Palustres conmemorativos victorianos de plata sellada y marfil tallado. Eran usados por diferentes personalidades en la colocación de piedras fundamentales de edificios importantes o significativos.
Colección privada, Buenos Aires, Argentina.


En el día de ayer, 17 de marzo de 2011, hemos superado las 80.000 visitas a nuestro blog desde todas partes del Mundo.

Saludamos con ese motivo a todos quienes nos visitan y les agradecemos que nos lean y consulten.

Su fidelidad nos estimula, obliga y compromete a seguir cada día tratando de superarnos, consiguiendo más y mejor material - textos e imágenes - y a cuidar de manera muy especial la parte visual de nuestro blog.

 
Pedro L. Baliña................................
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NUESTRO BLOG SELECCIONADO
PARA INTEGRAR LA RED DEL
CENTRO CULTURAL BORGES





Nuestro blog ha sido seleccionado por el Centro Cultural Borges para integrar su red de blogs sobre diferentes disciplinas relacionadas con las artes, a los efectos de facilitar más y nuevos accesos a la información y a los artistas.

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DE TOULOUSE - LAUTREC A PICASSO:
EL MALBA FESTEJA SUS 10 AÑOS DE VIDA



Obras de los siglos XVIII y XIX / No se exponían desde hace tres décadas.
Se inauguró ayer una exhibición de 85 trabajos realizados en papel por grandes artistas.



Uno de los grabados, bajo la mirada de expertos y visitantes.

Julieta Molina
LA NACIÓN

Para una institución privada dedicada al arte, cumplir diez años de vida no sólo es motivo de alegría y orgullo. También es la confirmación de que sus propuestas culturales han encontrado como respuesta un público tan ávido como exigente.
El Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) cumple este año una década de vida, y para celebrarlo realizará cuatro grandes exposiciones. Hoy, a las 19, se inaugura la primera de ellas: Papeles modernos, de Toulouse-Lautrec a Picasso.
Con la curaduría de Angel Navarro, la muestra con la cual la Fundación Constantini comienza sus festejos es una selección de ochenta y cinco trabajos en papel, realizados por artistas europeos de fines del siglo XVIII y la primera mitad del XIX.
Las obras pertenecen al Museo Nacional de Bellas Artes y muchas de ellas no eran exhibidas desde hacía tres décadas. Todas pertenecen al gabinete de dibujos y estampas, creado en 1896, pero actualmente cerrado.
La exposición marca además el puntapié inicial de una alianza entre el Malba, LA NACIÓN y Telefé. Como parte de esa iniciativa, por la cual LA NACIÓN se desempeñará como media partner del Malba, se realizará durante el año y en el auditorio del museo el "Ciclo de adn .cultura", que cubrirá un amplio espectro de manifestaciones culturales.
La muestra artística inaugurada ayer, que cuenta con el apoyo de Citi, incluye, además de obras de Henri de Toulouse-Lautrec y Pablo Picasso, trabajos de Auguste Rodin, Henri Matisse, Marc Chagall, James Ensor, Georges Rouault, Honoré Daumier, Amedeo Modigliani, Georges Braque, Käthe Kollwitz y Paul Klee, entre otros.
"Elegimos estos siglos porque los trabajos en papel de esa época, en general, están poco estudiados y, fundamentalmente, porque estos artistas son el umbral de los contemporáneos, que los miran a ellos", detalló a LA NACIÓN Angel Navarro.
"Desde tiempos lejanos, el papel ha sido el gran compañero de los artistas; para esbozar la primera idea de una gran obra o como elemento fundamental de una pieza definitiva", afirmó el curador.
"La muestra está organizada por el rol del papel. Primero, por el uso que los artistas le dan -todos en algún momento lo utilizan- y después como medio de difusión, cuando a partir del siglo XIX su fabricación fue más sencilla, más económica y se agrandó el tamaño de las hojas, antes tan pequeñas y caras que los artistas utilizaban el derecho y el revés de la hoja", añadió.
Con siete ejes temáticos, la muestra incluye estudios, desnudos, la figura individual y en grupos, retratos, la elocuencia de la imagen, los paisajes urbanos y el papel como medio de difusión.

Una obra de Picasso.

Joyas

Integran esta exposición joyas del patrimonio histórico mundial, como dibujos de 1900 realizados por Picasso para ilustrar un libro de Honoré Balzac; un estudio de Giorgio De Chirico que incluye un figurín de un centímetro de altura; tres estudios de desnudos de Rodin de 1900; un Picasso abstracto que lleva a la mínima expresión los rasgos de su mujer; un paisaje urbano del escritor Federico García Lorca y muchas otras obras.
Pueden verse bocetos con un nivel de detalle impactante, como uno de Mario Sironi. Según explicó el curador: "Frente al avance del coleccionismo, los dibujos/bocetos pasaron a ser obras de arte en sí mismas". La selección de trabajos permite también observar en las figuras la búsqueda de los artistas por crear un clima, transmitir una sensación o la psicología de su personaje, detalló Navarro. Un ejemplo claro de este ejercicio es la obra de Au mont de Pietat, de 1850, que muestra el profundo abatimiento de una mujer que empeña sus objetos personales en el Monte Piedad, en un dibujo que carece de contexto casi por completo.
Se destacan obras como Bañista , de José Antonio Ramón Parra Menchón, realizada en tinta y témpera en 1960; Maternidad, de Käthe Schmidt Kollwitz, y un autorretrato de la misma artista de perfil, donde se observa un gesto triste de una mujer que ha perdido a un hijo y un nieto en la Primera y Segunda Guerra Mundial; un dibujo de Chagall de 1925, Mujer en el campo , donde puede verse a su mujer en gran tamaño y, casi imperceptibles, él y su hija en la parte inferior del papel.
La muestra contiene dibujos y grabados de gran calidad y poco exhibidos en la región: "En América latina, las generaciones anteriores no tenían interés en las obras de arte realizadas en papel, pero últimamente esta industria se ha revitalizado mucho", afirmó Navarro.

MUESTRA EN EL GRAND PALAIS

PARIS (EFE).- Del encuentro fortuito a la amistad y el flechazo, la exposición Aimé Césaire, Lam, Picasso abrió ayer al público en el Grand Palais de la capital francesa. La muestra revela la fructífera relación mantenida por el poeta martiniqués, el gran pintor cubano y el maestro español. La serie de obras presentadas es el resultado de esos encuentros clave.

PARA AGENDAR

85
Dibujos y grabados

Son obras en papel de artistas europeos del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX

Inauguración . Hoy a las 19 en la sala 5 del Malba, en Figueroa Alcorta 3415, con entrada libre y gratuita.

Entradas . La muestra podrá visitarse hasta el 23 de mayo, de jueves a lunes y feriados, de 12 a 20 y los miércoles hasta las 21. La entrada tiene un valor de $ 22; para docentes, estudiantes y jubilados, $ 11.

Socios . Los 450.000 socios del Club LA NACIÓN podrán acceder al beneficio del 2x1 en las entradas y descuentos en el Gift Shop. También habrá material editorial en el restaurante del museo.