Fue inaugurada el 24 de mayo de 1916.
Renombrada como Monumental, sufre el deterioro. No anda su ascensor y no se puede acceder al mirador del sexto piso. Trabajan para que los vecinos puedan recorrerla.
De abajo. La torre, de estilo renacentista, es Monumento Histórico Nacional. Foto: Emiliana Miguelez |
Silvia Gómez
"¿No es maravillosa la Ciudad desde acá
arriba?", pregunta Omar Bevacqua. Es una pregunta retórica, porque sabe
que la respuesta es sí. Es el cuidador de la Torre de los Ingleses; mejor dicho, la Torre Monumental, tal su verdadero nombre. Apoyado sobre las rejas profusamente decoradas del balcón
que la circunda, señala la costa de Uruguay en el horizonte, los techos de
pizarra negra en la cúpula de la estación del Ferrocarril Mitre, el
coronamiento de la torre Bencich en calle Arroyo, la Plaza San Martín y el
Kavanagh. La melodía de las campanas que
marcan la hora, lo despiertan de esta ensoñación que provoca
Buenos Aires desde las alturas. La torre, donada por los residentes ingleses en
el país, cumple 100 años el martes. Será una buena oportunidad para acercarse a
conocerla.
Por ahora, sólo está
habilitada la planta baja donde se puede recorrer una modesta exposición de
fotos antiguas y escuchar las
campanadas desde las entrañas de la torre. No es un sonido
potente, pero se escucha cómo baja a través del corazón de la torre, como en
una letanía.
Es que el ascensor que lleva hasta el mirador del sexto piso no funciona hace un tiempo, aunque tiene su propia historia. El original fue donado por el Príncipe de Gales, unos diez años después de la inauguración de la torre. En 1984, después dela Guerra
de Malvinas, vandalizaron el lugar, quemaron las puertas
de ingreso y colocaron una bomba. La detonación incendió el
interior de la torre, el mobiliario y destruyó el ascensor. En 1999 se encargó
una gran obra de restauración de la torre y se colocó uno nuevo. Como no anda,
se usa como depósito.
Para subir, el personal de la torre utiliza unas escaleras delgadas, de hierro, también originales, que se parecen a la de los barcos. Clarínhizo el recorrido y comprobó que si bien el sitio se encuentra limpio, es evidente que necesita mucho más que una mano de pintura: del basamento original casi no quedan balaustradas y de las cuatro fuentes que había en cada esquina, ninguna funciona.
Es que el ascensor que lleva hasta el mirador del sexto piso no funciona hace un tiempo, aunque tiene su propia historia. El original fue donado por el Príncipe de Gales, unos diez años después de la inauguración de la torre. En 1984, después de
Para subir, el personal de la torre utiliza unas escaleras delgadas, de hierro, también originales, que se parecen a la de los barcos. Clarínhizo el recorrido y comprobó que si bien el sitio se encuentra limpio, es evidente que necesita mucho más que una mano de pintura: del basamento original casi no quedan balaustradas y de las cuatro fuentes que había en cada esquina, ninguna funciona.
Originalmente la torre
perteneció a un departamento de relojes de la Ciudad , que ya no existe; luego se la transfirió
a Turismo y después a la
Dirección General de Museos. Y desde hace 15 días depende
directamente del Museo de la
Ciudad. Su director, Ricardo Pinal Villanueva, apunta a recuperar el lugar para los vecinos.
"La Ciudad
se merece tener un mirador como éste; que los vecinos puedan contemplar a
Buenos Aires desde las alturas. Hasta que se construyo el Obelisco, fue un
ícono de aquella Buenos Aires y queremos que vuelva a serlo", le dijo a Clarín.
Como muchos otros monumentos enla
Ciudad -el de Cristóbal Colón que ahora se encuentra
desmontado frente al Aeroparque o el de los Españoles, en Sarmiento y
Libertador-, estas obras forman parte importante del acervo arquitectónico que
distingue a Buenos Aires; y fueron donadas por las comunidades extranjeras que
entre fines del 1800 y principios del 1900 ayudaron a construir la Ciudad. Además de
ser el cuidador de la torre, Omar es un guía experto, conoce todos los secretos del edificio y. lo más importante, sabe transmitir
su amor por este Monumento Histórico Nacional, de estilo Renacentista.
Como muchos otros monumentos en
Fuente: clarin.com