Y por eso tendrán que pasar un mes “con las masas”.
En problemas. El artista chino Ai Weiwei, en una foto de 2012. Estuvo preso y no puede salir del país.
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Beijing. EFE y AP
Los artistas chinos
tendrán que ir al campo o a las minas para “conseguir inspiración”, una
medida que trae reminiscencias de la Revolución Cultural y que se
enmarca en la campaña del presidente, Xi Jinping, para que el arte
“sirva al socialismo”. Un comunicado de la Administración de Prensa,
Publicaciones, Cine, Radio y Televisión decretó que los artistas chinos
tendrán que pasar “al menos un mes” en comunidades rurales o en zonas de
producción minera, como parte de una campaña que, a tenor de la
institución de la que parte, parece dirigida a actores y directores de
la pequeña y la gran pantalla.
Dentro de esta iniciativa, la
administración, que también se encarga de aplicar la censura audiovisual
en el país, enviará además a equipos de rodaje completos a distintas
zonas rurales de China para que “convivan con las masas” y creen cinco
películas y series de televisión con temáticas dictadas por el Gobierno.
Por otro lado, un centenar de periodistas, presentadores y directores
de programas televisivos serán llevados a trabajar a zonas habitadas por
minorías étnicas, a las fronteras o “áreas que contribuyeron a la
victoria en la revolución”. La iniciativa no ha gustado a la comunidad
artística nacional, que la considera “una mala noticia” no solo para
ellos, sino para el “pueblo”, en palabras de un fotógrafo chino
consultado por Efe que prefirió no identificarse. La orden se emite dos
meses después de que el presidente Xi destacara en un discurso a las
élites culturales chinas que éstas deben cambiar su actual modo de
trabajo, ya que –según él– están demasiado obsesionadas en ganar dinero.
Xi
señaló entonces, en un muy comentado discurso ante destacados
escritores, artistas plásticos y audiovisuales celebrado en el Gran
Palacio del Pueblo de Beijing, que no deben ser “esclavos del mercado” y
su trabajo no ha de seguir “el olor del dinero”. La administración
estatal señaló que las medidas ahora dictadas, que espera aplicar a
largo plazo, “ayudarán a que los artistas se formen un correcto punto de
vista en el arte y creen más obras maestras”.
Todo ello
recuerda, aunque por ahora sin las terribles consecuencias de entonces, a
la Revolución Cultural (1966-76), cuando miles de artistas fueron
enviados al campo para “reeducarse”, como parte del masivo experimento
social en el que 17 millones de jóvenes urbanos fueron llevados a zonas
rurales de China. Muchos de ellos pasaron años viviendo en duras
condiciones y fallecieron víctimas del hambre o las enfermedades, aunque
no hay cifras oficiales sobre éste ni otros efectos de la caótica
Revolución Cultural. Ya en la guerra civil China, Mao Tse Tung
recomendó, en un famoso discurso pronunciado en 1942 en la base
revolucionaria de Yanan (donde compartió cuartel con el padre del actual
presidente Xi, el general Xi Zhongxun), que los artistas viajaran al
campo para inspirarse.
Para el presidente Xi, quien ha recuperado
en sus discursos y en la estética del régimen elementos del maoísmo, el
arte en China se ha vuelto excesivamente comercial y debe recuperar su
función social, pero eso sí, al lado del Partido Comunista. Además el
arte chino actual “está lleno de vulgaridad y lujuria”, señaló Xi
Jinping en su discurso de octubre, una opinión que se enmarca en la
creencia, en el seno del régimen, de que los artistas nacionales que se
han enriquecido llevan una vida disipada y corrupta, en la que es
habitual, por ejemplo, el consumo de drogas. A la campaña anticorrupción
que el presidente Xi ha desplegado contra los altos cargos políticos le
ha acompañado otra similar contra los artistas, que se han traducido en
decenas de detenciones, especialmente de actores y directores de cine.
A
raíz de estas detenciones, el Gobierno chino prohibió a las
televisiones y otros medios del país que emitieran canciones, películas y
otras producciones de artistas implicados en casos de drogas o
prostitución. Una situación que tiene como caso paradigmático al
polémico Ai Weiwei, “enfant terrible” de la élite cultural china que
pasó varios meses encarcelado por fraude fiscal y tiene prohibido salir
del país.
Fuente: clarin.com
Fuente: clarin.com