DESTACADA MUESTRA DE LA COLECCIÓN MUNIZ BARRETO

Será exhibida por primera vez y es una de las más numerosas del Museo de La Plata. Incluye partes de la colección arqueológica, diarios de viaje, mapas y otros objetos de documentación de gran valor histórico
Exhibición Arqueológica Muniz Barreto

La colección Muniz Barreto es una muestra exhaustiva de una vasta región cultural de nuestro país y una de las más numerosas del Museo, cuya importancia reside en el hecho de que sus piezas, exhibidas por primera vez, están acompañadas por una minuciosa documentación que incluye diarios de viaje, libretas de campo, cuadernos, cartas, mapas, fotografías y planos de sitios donde se realizaron las excavaciones arqueológicas.
La magnitud material de la colección, que incluye 12 mil piezas de alta calidad artística, sumada a la riqueza de la documentación que la acompaña, hace que se destaque como uno de los registros arqueológicos más minuciosos de la época en aspectos referentes a datos de excavación, tipos de tumbas, habitaciones y de las piezas asociadas.
Se inauguró ayer en la Sala Víctor de Pol del Museo de La Plata (Paseo del Bosque s/n) una exhibición con partes de esta colección que abarca un lapso temporal de envergadura calculado en 2.500 años, en los que se desarrollaron diversas culturas arqueológicas como las de Tafí, Ciénaga, Aguada, Belén y Santamaría.
Esta vasta compilación es el resultado excepcional de los trabajos de campo y relevamientos topográficos de sitios de ocupación prehispánicos y coloniales realizados por el Ingeniero Vladimiro Weiser durante la década de 1920 en las provincias de Jujuy, Tucumán y Catamarca.
El Arqueólogo Salvador Debenedetti fue el director general de las investigaciones y responsable de la clasificación y catalogación de los materiales hallados, mientras Weiser, Friedrich Wolters y otros miembros del equipo documentaban las actividades en el campo, elaborando mapas y planos de los sitios, en tanto que el dibujante Martín Jensen realizaba los bocetos complementarios.
Las campañas fueron patrocinadas y financiadas por Benjamín Muniz Barreto, un acaudalado estanciero de la provincia de Buenos Aires de origen brasileño, que dedicó su vida y fortuna a recuperar tesoros arqueológicos. La gran cantidad de piezas recolectadas durante estas expediciones lo impulsó a instalar un museo en la ciudad de Buenos Aires, con una serie de salas para exponer los materiales y lugares de estudio para sus investigadores.
Las expediciones fueron registradas en 1200 fotografías tomadas por Segundo Finizzola, documentando en forma más detallada las labores que se estaban realizando en las regiones circundantes y sitios donde se hallaban y los elementos que, por su fragilidad, excesivo peso o tamaño, no podían ser transportados.
Todos los sitios y los materiales están documentados exhaustivamente en treinta y nueve libretas de campo y cuadernos con diarios de viaje que contienen dibujos de los materiales en su posición de hallazgo, detalles de viviendas, paredes, cimientos, cámaras mortuorias, murallas defensivas y ochenta y dos planos de sitios arqueológicos.
Las libretas y apuntes, totalmente escritos a lápiz, muestran esquemas detallados de tumbas donde en ninguna pieza dejan de notarse según las posiciones en que se encontraron. Las hojas describen con perfección los relevamientos sobre terreno de las extensas poblaciones, realizadas con una exactitud que aún hoy asombra a los especialistas.
Dado el progreso e información logrados en técnicas y métodos de investigación arqueológica, estos minuciosos registros siguen conservando su valor por la exactitud, orden y detalle.
El trabajo esquemático de Weiser y el asesoramiento de Debenedetti son el reflejo de la ductilidad, vasta y profunda formación cultural e interés constante que caracterizó a los científicos de esa época, lo que permitió encarar los trabajos de investigación arqueológica de campo de una forma excepcional.
Enfermo ya, en sus últimos años de vida Benjamín Muniz Barreto ofreció parte de la colección al Museo de La Plata, en el cual ya se hallaba depositada desde 1931, muriendo en agosto de 1933.


Fuente: infonews.com

COLÓN: ARROGANCIA Y DESPRECIO POR LA HISTORIA

A pesar de la oposición de ONG, colectividades italianas y porteños orgullosos de su patrimonio, el grupo escultórico será trasladado de su emplazamiento original
La estatua de Colón, ahora yacente: símbolo de una gran injusticia  Foto: Archivo
La estatua de Colón, ahora yacente: símbolo de una gran injusticia. Archivo LN


Editorial I del diario La Nación, de Buenos Aires, 12 de marzo de 2014.

COLÓN: ARROGANCIA Y DESPRECIO POR LA HISTORIA

De nada valieron los recursos de amparo presentados ante la Justicia, ni la medida cautelar dictada por ésta, ni el reclamo unánime de las colectividades italianas y de tantos porteños interesados en la preservación de su patrimonio histórico y cultural. El monumento a Cristóbal Colón no sólo yace hoy completamente desguazado, en la plaza del mismo nombre, detrás de la Casa Rosada, sino que es el testimonio irrefutable de que se obedeció al capricho presidencial de quitarlo de su lugar original y, también, de la falta de transparencia en el manejo de la cosa pública tanto de parte del gobierno nacional como del de la ciudad de Buenos Aires.

Como ya se publicó en estas columnas editoriales, por un acuerdo hecho entre ambas administraciones en diciembre pasado, se le buscará al monumento del almirante algún otro emplazamiento en la ciudad -se discute todavía que pueda ser en una plaza de Recoleta o en Villa Lugano-, mientras que el lugar detrás de la Casa Rosada será ocupado por el monumento a Juana Azurduy donado por el gobierno de Bolivia.
La mayoría de las asociaciones de la comunidad italiana coinciden en rechazar la medida del traslado; ayer se hizo una reunión frente a la Pirámide de Mayo y se continuará con otras, con la intención de presentar finalmente un petitorio para que se prohíba el traslado del monumento y requerir su inmediata reconstrucción y puesta en pie en la plaza Colón.
Como se recordará, una de las razones esgrimidas en su momento por el gobierno nacional para comenzar las tareas de desmantelamiento del grupo escultórico fue que se trataba de trabajos de restauración y mantenimiento. Esto fue hecho contrariando lo aconsejado en los informes presentados por especialistas en preservación sobre el peligro de desmontar el monumento, que sufriría fisuras y otros daños.
Hoy, ante el hecho consumado del desguace ya completado, es válido preguntarse si aún puede sostenerse el engañoso argumento de que se podrá hacer el traslado a algún otro punto de la ciudad. Porque ¿cómo reconstruir la belleza de un monumento tan representativo de la cultura de la Argentina, forjada por dos pueblos unidos por lazos de sangre y por una historia de integración total a una nueva patria?
Es mucho lo que estaba y está en juego detrás de este verdadero atropello que una vez más se ha cometido contra las decisiones de la Justicia y ante los fundados reclamos que han ido presentando distintas ONG y las colectividades italianas. Quitar la estatua del descubridor de América es un gesto de arrogancia, por un lado; de profundo desconocimiento de la historia, por otro, y de enorme desprecio hacia los sentimientos de los ciudadanos de Buenos Aires para con su patrimonio, un símbolo de fraternidad que fue justamente fruto de una donación del pueblo de Italia en el Centenario de la Revolución de Mayo. Todo eso es lo que se ha destruido ahora y ante la vista de todos.

Fuente: lanacion.com

PROPONEN AL HÁBITO PORTEÑO DEL CAFE
COMO PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD

El Ministerio de Cultura de la Ciudad presentó ante la Unesco el pedido de declaración; el organismo supranacional hizo sugerencias; un comité especial resolverá sobre el tema en noviembre
El Gato Negro, en Corrientes al 1600, es uno de los bares notables donde campea el hábito del café entre amigos  Foto: LA NACION / Mariana Araujo
El Gato Negro, en Corrientes al 1600, es uno de los bares notables donde campea el hábito del café entre amigos. Foto: LA NACION / Mariana Araujo

Por Mauricio Giambartolomei

PARÍS.- Viejo Tortoni, refugio fiel de la amistad junto al pocillo de café... La letra del tango Viejo Tortoni refleja el sentido que tiene para los porteños sentarse a tomar un café. Es amigos, encuentro, trabajo, amores, frustraciones, risas y lágrimas. Todo envuelto en el magnetismo abstracto que desprenden esos rincones de Buenos Aires y que los convierten en únicos, cada uno con su característica particular.
Quizás de esa frase de Héctor Negro, a la que le puso música Eladia Blázquez, surgió la iniciativa del Ministerio de Cultura que el fin de semana presentó ante la Unesco el proyecto para que el hábito de tomar café en bares y confiterías de la ciudad de Buenos Aires, un hábito que se conserva a medida que las generaciones pasan, casi como un gen de la porteñidad , sea declarado Patrimonio Intangible de la Humanidad.
En la ciudad de los cafés de Cortázar, Hemingway y Dalí, que también cuentan con su propia personalidad, se terminó de dar forma a esta iniciativa que comenzó hace un año, a más de 10.000 kilómetros, en la capital argentina. Iniciativa que puede volverse una realidad en noviembre próximo, cuando se reúna un comité de evaluación del órgano de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura que determinará si el pedido porteño cuenta con argumentos sólidos.
Si los miembros de la Unesco votan a favor, la costumbre argentina tendrá el mismo rótulo que hace un tiempo logró el tango.
"La inscripción no es el fin, sino el principio, porque se deben comprometer a seguir cultivando la práctica", apunta a LA NACION Lucía Iglesias Kuntz, del área de Relaciones Institucionales de la Unesco.
"La decisión es como la sanción de una ley. Buscamos destacar aquellas costumbres culturales de una comunidad que se transmiten a través de las generaciones. El espíritu de esta declaración es que lo intangible no se trata de algo único, sino de aquellas prácticas de una sociedad en particular", explicó.
Son dos las convenciones en las que se divide la Unesco. La del patrimonio tangible es la más antigua y, a su vez, tiene dos ramas: la cultural (que destaca museos y obras de arte) y la natural (la que se encarga, por ejemplo, de los parques nacionales, como el Perito Moreno). Por otro lado se encuentra la convención del patrimonio inmaterial, creada en 2003 gracias al impulso de países como Japón, Corea y Filipinas. Sus declaraciones apuntan a los rituales festivos y a las costumbres de las comunidades que antes no encontraban un lugar de promoción.
En América latina es algo novedoso, pero fue abriéndose paso en el continente. El candombe en Uruguay y el carnaval de frevo en el nordeste de Brasil son algunos de los ejemplos de declaración como patrimonio intangible de la humanidad. También lo son prácticas casi desconocidas en el cono Sur, como la pesca del camarón a caballo en Bélgica.
"Hay que ver el concepto del hábito, que involucra a la literatura y a la música, y no ver el lado físico. Cuántas veces nos decimos «¿tomamos un café y lo arreglamos?»", sostuvo el ministro Lombardi. "Eso queremos mostrar, y darle valor a toda la comunidad involucrada en el hábito del café, que le da un estilo, una identidad plural e importancia en su conjunto", agregó.

Paso a paso

La presentación, que se hizo bajo el título "Hábito cultural alrededor de tomar café en Buenos Aires", ingresó en la Unesco a través de su Secretaría de la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Material y Cultural. Un comité integrado por 28 miembros de la Unesco, presidida por el representante de Perú, comenzó a evaluar el expediente y realizó algunas sugerencias para ajustar el pedido, que deberá presentarse antes de que finalice marzo. En noviembre, la organización deberá emitir un Proyecto de Decisión en el que puede aceptar, rechazar o declarar insuficientes los argumentos que forman parte del proyecto.
"Hay que ajustar detalles de acuerdo a los nuevos parámetros de la Unesco", explicó Lombardi. "Acá no hablamos de bares notables o de sitios históricos. Eso es otra cosa. Lo que se debe mostrar son los hechos, las personas, los rasgos comunes que tiene el hábito de tomar café para que sea considerado único e irrepetible", enfatizó el ministro.
La declaración, si es favorable, no sólo representa un documento firmado. Cada seis años se debe presentar ante la Unesco un informe detallado de cómo continúa la práctica con el objetivo de que la divulgación de la costumbre no se detenga.
La presentación argentina incluye un plan de preservación para incluir, por ejemplo, bibliotecas en los cafés. "Cuanto más se trabaje para la presentación, más revitalizado estará el elemento en cuestión. Sirve todo el material previo para promocionar y fortalecer la costumbre", opinó Iglesias Kuntz.
El gobierno de la ciudad de Buenos Aires no logra ningún rédito económico con la presentación. No hay premios si se aprueba el proyecto. La ganancia es cultural y de exposición mundial. "Estaríamos en la vidriera internacional porque el hábito de tomar café sería incluido en el listado de patrimonio intangible de la humanidad, como ocurrió con el tango", concluyó Lombardi.

Fuente: lanacion.com

EL ILUSTRADOR ARGENTINO LINIERS
LLEGÓ A LA TAPA DE THE NEW YORKER

La prestigiosa revista de EE.UU. eligió un dibujo del autor de Macanudo


Liniers, en la portada  Foto: LA NACION
Liniers, en la portada. Foto: LA NACIÓN

Por Franco Varise / LA NACIÓN


La última tapa de la prestigiosa revista norteamericana The New Yorker tiene algo familiar para los lectores argentinos. El ilustrador Ricardo Siri, más conocido como Liniers, fue el autor de la portada, un verdadero ícono de la gráfica periodística. El autor, que ya publicó el año pasado uno de sus libros en los Estados Unidos ( The Big Wet Ballon ), comenzó a ser conocido en algunos círculos de ese país donde este año se editarán otras obras suyas.
La revista The New Yorker se erigió desde sus inicios, en 1925, como un ejemplo de periodismo de calidad y, actualmente, tiene una tirada de más de un millón de ejemplares. Liniers, que desde hace diez años publica su tira cómica Macanudo en LA NACIÓN (la de ayer hace una sutil referencia al acontecimiento), es el segundo argentino en llegar a la tapa de The New Yorker. El primero fue el papa Francisco, en diciembre pasado, como personaje del año y retratado haciendo "angelitos" en la nieve por el ilustrador Barry Blitt.
El tema de la portada de Liniers explotó en las redes sociales. Y desde su cuenta en Twitter (@porliniers) el autor agradeció a cientos de seguidores que lo felicitaron. "Para los ilustradores, la tapa de The New Yorker es el Santo Grial de nuestro métier. Es algo que miramos siempre de lejos y sin ninguna ilusión de llegar a hacer nada en esa revista más que comprarla de vez en cuando. Así que la serie de situaciones que se fueron dando para que yo publique esta tapa fueron encaradas con una fuerte dosis de incredulidad", comentó a LA NACIÓN Liniers. Héroes del ilustrador argentino como Saul Steinberg, Sempé, Charles Addams, Art Spiegelman, Daniel Clowes, Mariscal, Barry Blitt y Robert Crumb pasaron por The New Yorker. Además de haber sido el hogar literario de J.D. Salinger, Philip Roth, Vladimir Nabokov, sólo por nombrar algunos escritores. "The New Yorker es el Barça si el Barça viniera siendo el Barça desde 1925", graficó Liniers.
Consultado acerca de cómo llegó su ilustración a la tapa explicó: "Hace un par de años me contactó Françoise Mouly, editora artística de The New Yorker para hacer un libro para su editorial para niños, Toon Books. En una reunión me pidió que le mandara bocetos. Hice varios sin mucha expectativa, pero uno le llamó la atención... lo trabajamos con su guía editorial y terminó en la tapa. Todavía no me lo creo".
 
Fuente: lanacion.com

BOHEMIA, NOSTALGIA Y LINDOS RECUERDOS EN LA PATAGONIA

LA SERENA
Bohemia, nostalgia y lindos recuerdos en la casa de la artista Sylvette Badessich.
La casa de Sylvette Badessich en el Cumelén Country Club, Villa La Angostura, Neuquén.

Todo fue inesperado. Mientras estábamos en Villa La Angostura nos contaron de una señora que pintaba retratos y que tenía una casa genial en el Cumelén Country Club. Como la recomendación venía de una buena fuente, partimos nomás.

Cuando llegamos nos recibió Sylvette Badessich, con sus ojos azules enormes, bien arreglada, aunque pasa la mayor parte del día en su casa (“no hay que perder la coquetería, cuando se es joven hay que gustar y de vieja no hay que disgustar”), donde tiene su taller, y una gran cantidad de historias y recuerdos.
Vanguardista por esencia, nos contó que su casa fue una de las primeras de este country, la construyó hace 50 años y ella misma fue la arquitecta, en una época en que las mujeres ni opinaban. Le costó que los peones la tomaran en serio, pero igual hizo y deshizo a su antojo y, adelantada como fue siempre, la diseñó como un loft, con una cocina completamente abierta, un gran living y, en otro nivel, un gran escritorio-taller, donde ella y su marido, Mariano Barilari, pasaban la mayor parte del tiempo pintando y leyendo.
El era un importante doctor argentino, el precursor de la medicina sicosomática, una disciplina común en estos días, pero absolutamente revolucionaria en esos tiempos. De hecho la casa la bautizaron La Serena, porque los dos eran muy estudiosos de todo lo espiritual, y decidieron proyectarla en la parte inferior del cerro, sin la vista más espectacular, “porque la contemplación puede ir en detrimento de la vida interior”, nos explica sabiamente cuando ve nuestras caras de asombro.
Mariano tenía 62 años cuando se conocieron y Sylvette 27. La edad nunca fue tema. Se casaron y decidieron cambiar de vida en 360 grados. Dejaron Buenos Aires y se fueron a vivir, junto a sus tres hijos, a Bariloche y luego a la casa de Villa La Angostura, que hasta entonces se usaba en los veranos. El dejó la medicina para dedicarse por completo a la pintura. Hasta hoy se pueden ver sus maravillosos cuadros colgados en los muros, parecidos a los de Monet, por su técnica impresionista y colores pasteles. Sylvette, en cambio, hace los paisajes más lindos en acuarela, casi todos inspirados en el lago, más bien en la luminosidad del lago. También hace esculturas en cemento y porcelana, ha hecho varias públicas en el pueblo de Villa La Angostura, y, sobre todo, retratos. Hasta el día de hoy, todos los veranos llegan a su casa niños y adultos para que ella los retrate. En dos sesiones el trabajo está listo. Y, como no le gusta perder el tiempo, cuando puede hace unos lindos marcos patinados con diferentes colores.
Desde que su casa estuvo lista el año 62, se transformó espontáneamente en una especie de sede cultural, en un pueblo donde vivía muy poca gente y no pasaba mucho. Este matrimonio encantador (Mariano murió a los 93 años) abrió sus puertas para conciertos, conferencias y exposiciones bastante importantes. Una vez incluso se hizo una muestra con obras de Picasso y también de Goya. “Muchas de las exhibiciones no eran muy valoradas entonces, pero todas fueron quedando en las vibraciones de la casa”. Hasta ahora todas las semanas va uno de sus amigos que toca cello y ella lo acompaña con el piano.
Lo de las vibraciones es en serio, aquí hay mucha magia y arte, y la personalidad de su dueña está impresa en todos sus rincones.

 
Fuente texto: Revista ED Nº 177, Mayo 2010.

DE FACTURA ARTESANAL

Mimí Bullrich dejó su vida cosmopolita de Buenos Aires para radicarse en este maravilloso bosque de Villa La Angostura.

El famoso Patio Bullrich de Buenos Aires no siempre fue un exclusivo centro comercial, durante 121 años funcionó como una prestigiosa casa de remates, de una de las familias más importantes de Argentina. La conocida anticuaria Mimí Bullrich es una parte clave de ésta y muchas más historias relacionadas con al arte, las antigüedades y artesanía de ese país. Mimí Bullrich comenzó a trabajar en la casa de remates de su familia, fundada por su bisabuelo en 1867, cuando ésta cumplía cien años de aniversario. Era una experta en muebles y arte europeo, especialmente de los siglos XVIII y XIX y durante diez años se dedicó a organizar subastas y administrar la tienda, algún tiempo junto al chileno Domingo Edwards. Cuando se cerró la empresa familiar, siguió realizando tasaciones y colaborando con exposiciones relacionadas al tema de las antigüedades.
Siempre fue una mujer de avanzada. Ya en los años 70 vivía en Palermo Viejo, en Buenos Aires, y junto a su amiga Nelly Arrieta de Blaquier organizó la primera Feria de Anticuarios hecha en América, incluyendo Nueva York. Con el tiempo se fue inclinando más a la artesanía y hasta hoy es un referente en el tema. Ella fue la creadora de las Feria del Sol, de las que estuvo a cargo durante diez años, y que reunían importantes piezas artesanales de diferentes pueblos argentinos. En esa época comenzó a viajar mucho con su marido, el médico Ricardo Paz, juntos recorrían el país conociendo y contactando a personas que conservaran tradiciones antiguas. Por lo mismo después formó parte de la Fundación Desde América, dedicada al oficio indígena, y publicó numerosos libros. Cuando enviudó, esta mujer moderna y de ciudad, decidió dejar Buenos Aires e irse a vivir a Villa La Angostura. No fue tan rara la decisión. Toda su vida había venido a este pueblo, a su marido le gustaba pescar en el río Correntoso, y uno de sus hijos, María Paz, también había dejado la capital argentina hace unos años para instalarse junto a su marido, el economista Emilio Alvear, en un bosque del pueblo patagónico. Ellos también heredaron el interés por la artesanía de Mimí, hace años publicamos su showroom en la revista, El Ñirantal, donde venden las artesanías diseñadas por Emilio. En este mismo terreno, en medio del bosque de ñires, este hombre le construyó una casa a su suegra, utilizando la misma madera del lugar. Pero a diferencia de la mayoría de las casas de Angostura, Mimí pintó la suya color blanco y el techo con un lindo verde agua. Toda la decoración es en colores pasteles, muy simple, pero a la vez, distinta, refleja la personalidad y gustos de su dueña. En los muros hay tejidos indígenas, un poncho mapuche sobre el sofá blanco, muchos objetos precolombinos, colombianos, mexicanos y peltres del siglo XVIII y XIX, combinados con algunos muebles, adornos y cuadros antiguos europeos. La mesa de centro fue hecha por otro de sus hijos, Ricardo Paz, quién también se dedica a la artesanía en Santiago del Estero y tiene muy buena aceptación en Milán.
Como es Mimí, la vida en el lago no ha logrado bajar su ritmo. En su dormitorio tiene su escritorio y computador, desde donde trabaja, sigue escribiendo libros y, además, forma parte de un partido vecinal de Villa La Angostura.  


Fuente: ED Nº 177, Mayo 2010

LAS ENTIDADES ITALIANAS EXIGEN QUE SE RECONSTRUYA
A COLÓN EN SU LUGAR DE SIEMPRE

Las entidades italianas exigen que se reconstruya la estatua de Colón y se la reinstale en su lugar. (Néstor Sieira)Asociaciones italianas exigen una sentencia firme para evitar el traslado. La estatua fue desmontada y ahora está esparcida en el fondo de la casa Rosada.Con el desmantelamiento de Colón, el gobierno nacional dio el último paso para instalar en su lugar la escultura de Juana Azurduy que se está realizando en los talleres de la ex Esma.
Las entidades italianas exigen que se reconstruya la estatua de Colón y se la reinstale en su lugar. (Néstor Sieira)

Asociaciones italianas exigen una sentencia firme para evitar el traslado. La estatua fue desmontada y ahora está esparcida en el fondo de la casa Rosada. Con el desmantelamiento de Colón, el gobierno nacional dio el último paso para instalar en su lugar la escultura de Juana Azurduy que se está realizando en los talleres de la ex ESMA.

Las entidades italianas exigen que se reconstruya la estatua de Colón y se la reinstale en su lugar. (Gustavo Ortiz)Asociaciones italianas exigen una sentencia firme para evitar el traslado. La estatua fue desmontada y ahora está esparcida en el fondo de la casa Rosada.Con el desmantelamiento de Colón, el gobierno nacional dio el último paso para instalar en su lugar la escultura de Juana Azurduy que se está realizando en los talleres de la ex Esma.

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Las entidades italianas exigen que se reconstruya la estatua de Colón y se la reinstale en su lugar. (Néstor Sieira)


Las entidades italianas exigen que se reconstruya la estatua de Colón y se la reinstale en su lugar. (Néstor Sieira)Asociaciones italianas exigen una sentencia firme para evitar el traslado. La estatua fue desmontada y ahora está esparcida en el fondo de la casa Rosada.Con el desmantelamiento de Colón, el gobierno nacional dio el último paso para instalar en su lugar la escultura de Juana Azurduy que se está realizando en los talleres de la ex Esma.


Fuente: Clarín HD