EL ILUSTRADOR ARGENTINO LINIERS
LLEGÓ A LA TAPA DE THE NEW YORKER

La prestigiosa revista de EE.UU. eligió un dibujo del autor de Macanudo


Liniers, en la portada  Foto: LA NACION
Liniers, en la portada. Foto: LA NACIÓN

Por Franco Varise / LA NACIÓN


La última tapa de la prestigiosa revista norteamericana The New Yorker tiene algo familiar para los lectores argentinos. El ilustrador Ricardo Siri, más conocido como Liniers, fue el autor de la portada, un verdadero ícono de la gráfica periodística. El autor, que ya publicó el año pasado uno de sus libros en los Estados Unidos ( The Big Wet Ballon ), comenzó a ser conocido en algunos círculos de ese país donde este año se editarán otras obras suyas.
La revista The New Yorker se erigió desde sus inicios, en 1925, como un ejemplo de periodismo de calidad y, actualmente, tiene una tirada de más de un millón de ejemplares. Liniers, que desde hace diez años publica su tira cómica Macanudo en LA NACIÓN (la de ayer hace una sutil referencia al acontecimiento), es el segundo argentino en llegar a la tapa de The New Yorker. El primero fue el papa Francisco, en diciembre pasado, como personaje del año y retratado haciendo "angelitos" en la nieve por el ilustrador Barry Blitt.
El tema de la portada de Liniers explotó en las redes sociales. Y desde su cuenta en Twitter (@porliniers) el autor agradeció a cientos de seguidores que lo felicitaron. "Para los ilustradores, la tapa de The New Yorker es el Santo Grial de nuestro métier. Es algo que miramos siempre de lejos y sin ninguna ilusión de llegar a hacer nada en esa revista más que comprarla de vez en cuando. Así que la serie de situaciones que se fueron dando para que yo publique esta tapa fueron encaradas con una fuerte dosis de incredulidad", comentó a LA NACIÓN Liniers. Héroes del ilustrador argentino como Saul Steinberg, Sempé, Charles Addams, Art Spiegelman, Daniel Clowes, Mariscal, Barry Blitt y Robert Crumb pasaron por The New Yorker. Además de haber sido el hogar literario de J.D. Salinger, Philip Roth, Vladimir Nabokov, sólo por nombrar algunos escritores. "The New Yorker es el Barça si el Barça viniera siendo el Barça desde 1925", graficó Liniers.
Consultado acerca de cómo llegó su ilustración a la tapa explicó: "Hace un par de años me contactó Françoise Mouly, editora artística de The New Yorker para hacer un libro para su editorial para niños, Toon Books. En una reunión me pidió que le mandara bocetos. Hice varios sin mucha expectativa, pero uno le llamó la atención... lo trabajamos con su guía editorial y terminó en la tapa. Todavía no me lo creo".
 
Fuente: lanacion.com

BOHEMIA, NOSTALGIA Y LINDOS RECUERDOS EN LA PATAGONIA

LA SERENA
Bohemia, nostalgia y lindos recuerdos en la casa de la artista Sylvette Badessich.
La casa de Sylvette Badessich en el Cumelén Country Club, Villa La Angostura, Neuquén.

Todo fue inesperado. Mientras estábamos en Villa La Angostura nos contaron de una señora que pintaba retratos y que tenía una casa genial en el Cumelén Country Club. Como la recomendación venía de una buena fuente, partimos nomás.

Cuando llegamos nos recibió Sylvette Badessich, con sus ojos azules enormes, bien arreglada, aunque pasa la mayor parte del día en su casa (“no hay que perder la coquetería, cuando se es joven hay que gustar y de vieja no hay que disgustar”), donde tiene su taller, y una gran cantidad de historias y recuerdos.
Vanguardista por esencia, nos contó que su casa fue una de las primeras de este country, la construyó hace 50 años y ella misma fue la arquitecta, en una época en que las mujeres ni opinaban. Le costó que los peones la tomaran en serio, pero igual hizo y deshizo a su antojo y, adelantada como fue siempre, la diseñó como un loft, con una cocina completamente abierta, un gran living y, en otro nivel, un gran escritorio-taller, donde ella y su marido, Mariano Barilari, pasaban la mayor parte del tiempo pintando y leyendo.
El era un importante doctor argentino, el precursor de la medicina sicosomática, una disciplina común en estos días, pero absolutamente revolucionaria en esos tiempos. De hecho la casa la bautizaron La Serena, porque los dos eran muy estudiosos de todo lo espiritual, y decidieron proyectarla en la parte inferior del cerro, sin la vista más espectacular, “porque la contemplación puede ir en detrimento de la vida interior”, nos explica sabiamente cuando ve nuestras caras de asombro.
Mariano tenía 62 años cuando se conocieron y Sylvette 27. La edad nunca fue tema. Se casaron y decidieron cambiar de vida en 360 grados. Dejaron Buenos Aires y se fueron a vivir, junto a sus tres hijos, a Bariloche y luego a la casa de Villa La Angostura, que hasta entonces se usaba en los veranos. El dejó la medicina para dedicarse por completo a la pintura. Hasta hoy se pueden ver sus maravillosos cuadros colgados en los muros, parecidos a los de Monet, por su técnica impresionista y colores pasteles. Sylvette, en cambio, hace los paisajes más lindos en acuarela, casi todos inspirados en el lago, más bien en la luminosidad del lago. También hace esculturas en cemento y porcelana, ha hecho varias públicas en el pueblo de Villa La Angostura, y, sobre todo, retratos. Hasta el día de hoy, todos los veranos llegan a su casa niños y adultos para que ella los retrate. En dos sesiones el trabajo está listo. Y, como no le gusta perder el tiempo, cuando puede hace unos lindos marcos patinados con diferentes colores.
Desde que su casa estuvo lista el año 62, se transformó espontáneamente en una especie de sede cultural, en un pueblo donde vivía muy poca gente y no pasaba mucho. Este matrimonio encantador (Mariano murió a los 93 años) abrió sus puertas para conciertos, conferencias y exposiciones bastante importantes. Una vez incluso se hizo una muestra con obras de Picasso y también de Goya. “Muchas de las exhibiciones no eran muy valoradas entonces, pero todas fueron quedando en las vibraciones de la casa”. Hasta ahora todas las semanas va uno de sus amigos que toca cello y ella lo acompaña con el piano.
Lo de las vibraciones es en serio, aquí hay mucha magia y arte, y la personalidad de su dueña está impresa en todos sus rincones.

 
Fuente texto: Revista ED Nº 177, Mayo 2010.

DE FACTURA ARTESANAL

Mimí Bullrich dejó su vida cosmopolita de Buenos Aires para radicarse en este maravilloso bosque de Villa La Angostura.

El famoso Patio Bullrich de Buenos Aires no siempre fue un exclusivo centro comercial, durante 121 años funcionó como una prestigiosa casa de remates, de una de las familias más importantes de Argentina. La conocida anticuaria Mimí Bullrich es una parte clave de ésta y muchas más historias relacionadas con al arte, las antigüedades y artesanía de ese país. Mimí Bullrich comenzó a trabajar en la casa de remates de su familia, fundada por su bisabuelo en 1867, cuando ésta cumplía cien años de aniversario. Era una experta en muebles y arte europeo, especialmente de los siglos XVIII y XIX y durante diez años se dedicó a organizar subastas y administrar la tienda, algún tiempo junto al chileno Domingo Edwards. Cuando se cerró la empresa familiar, siguió realizando tasaciones y colaborando con exposiciones relacionadas al tema de las antigüedades.
Siempre fue una mujer de avanzada. Ya en los años 70 vivía en Palermo Viejo, en Buenos Aires, y junto a su amiga Nelly Arrieta de Blaquier organizó la primera Feria de Anticuarios hecha en América, incluyendo Nueva York. Con el tiempo se fue inclinando más a la artesanía y hasta hoy es un referente en el tema. Ella fue la creadora de las Feria del Sol, de las que estuvo a cargo durante diez años, y que reunían importantes piezas artesanales de diferentes pueblos argentinos. En esa época comenzó a viajar mucho con su marido, el médico Ricardo Paz, juntos recorrían el país conociendo y contactando a personas que conservaran tradiciones antiguas. Por lo mismo después formó parte de la Fundación Desde América, dedicada al oficio indígena, y publicó numerosos libros. Cuando enviudó, esta mujer moderna y de ciudad, decidió dejar Buenos Aires e irse a vivir a Villa La Angostura. No fue tan rara la decisión. Toda su vida había venido a este pueblo, a su marido le gustaba pescar en el río Correntoso, y uno de sus hijos, María Paz, también había dejado la capital argentina hace unos años para instalarse junto a su marido, el economista Emilio Alvear, en un bosque del pueblo patagónico. Ellos también heredaron el interés por la artesanía de Mimí, hace años publicamos su showroom en la revista, El Ñirantal, donde venden las artesanías diseñadas por Emilio. En este mismo terreno, en medio del bosque de ñires, este hombre le construyó una casa a su suegra, utilizando la misma madera del lugar. Pero a diferencia de la mayoría de las casas de Angostura, Mimí pintó la suya color blanco y el techo con un lindo verde agua. Toda la decoración es en colores pasteles, muy simple, pero a la vez, distinta, refleja la personalidad y gustos de su dueña. En los muros hay tejidos indígenas, un poncho mapuche sobre el sofá blanco, muchos objetos precolombinos, colombianos, mexicanos y peltres del siglo XVIII y XIX, combinados con algunos muebles, adornos y cuadros antiguos europeos. La mesa de centro fue hecha por otro de sus hijos, Ricardo Paz, quién también se dedica a la artesanía en Santiago del Estero y tiene muy buena aceptación en Milán.
Como es Mimí, la vida en el lago no ha logrado bajar su ritmo. En su dormitorio tiene su escritorio y computador, desde donde trabaja, sigue escribiendo libros y, además, forma parte de un partido vecinal de Villa La Angostura.  


Fuente: ED Nº 177, Mayo 2010

LAS ENTIDADES ITALIANAS EXIGEN QUE SE RECONSTRUYA
A COLÓN EN SU LUGAR DE SIEMPRE

Las entidades italianas exigen que se reconstruya la estatua de Colón y se la reinstale en su lugar. (Néstor Sieira)Asociaciones italianas exigen una sentencia firme para evitar el traslado. La estatua fue desmontada y ahora está esparcida en el fondo de la casa Rosada.Con el desmantelamiento de Colón, el gobierno nacional dio el último paso para instalar en su lugar la escultura de Juana Azurduy que se está realizando en los talleres de la ex Esma.
Las entidades italianas exigen que se reconstruya la estatua de Colón y se la reinstale en su lugar. (Néstor Sieira)

Asociaciones italianas exigen una sentencia firme para evitar el traslado. La estatua fue desmontada y ahora está esparcida en el fondo de la casa Rosada. Con el desmantelamiento de Colón, el gobierno nacional dio el último paso para instalar en su lugar la escultura de Juana Azurduy que se está realizando en los talleres de la ex ESMA.

Las entidades italianas exigen que se reconstruya la estatua de Colón y se la reinstale en su lugar. (Gustavo Ortiz)Asociaciones italianas exigen una sentencia firme para evitar el traslado. La estatua fue desmontada y ahora está esparcida en el fondo de la casa Rosada.Con el desmantelamiento de Colón, el gobierno nacional dio el último paso para instalar en su lugar la escultura de Juana Azurduy que se está realizando en los talleres de la ex Esma.

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Las entidades italianas exigen que se reconstruya la estatua de Colón y se la reinstale en su lugar. (Néstor Sieira)


Las entidades italianas exigen que se reconstruya la estatua de Colón y se la reinstale en su lugar. (Néstor Sieira)Asociaciones italianas exigen una sentencia firme para evitar el traslado. La estatua fue desmontada y ahora está esparcida en el fondo de la casa Rosada.Con el desmantelamiento de Colón, el gobierno nacional dio el último paso para instalar en su lugar la escultura de Juana Azurduy que se está realizando en los talleres de la ex Esma.


Fuente: Clarín HD

HALLARON LOS RESTOS DE UN NAVÍO ESPAÑOL QUE SE HUNDIÓ EN 1765

Se trata del "Purísima Concepción". Es famoso porque su tripulación tuvo que construir otro barco para salvarse luego del naufragio.

http://www.clarin.com/sociedad/Tierra-Fuego-Puri-sima-Concepcion-Telam_CLAIMA20140306_0139_14.jpg
Un grupo de investigadores halló en la costa de Tierra del Fuego restos del naví­o español "La Purí­sima Concepción", hundido en 1765 y famoso porque su tripulación construyó otro barco para salvarse luego del naufragio. (Télam)
Un grupo de investigadores halló en la costa de Tierra del Fuego restos del navío español "La Purísima Concepción", hundido en 1765 y famoso porque su tripulación construyó otro barco para salvarse luego del naufragio.
El anuncio fue realizado ayer por autoridades provinciales y nacionales que forman parte del Programa Arqueológico Costa Atlántica, una iniciativa gestada en 2009 para relevar 200 kilómetros de la costa este fueguina, desde el sur de la ciudad de Río Grande hasta el Cabo San Diego.
La expedición, que recorrió a caballo la zona de Península Mitre, logró encontrar "fragmentos de madera, metal, restos de cerámica y vidrio", además de "las balas del cañón del barco", informó a la prensa la arqueóloga e investigadora Dolores Elkin, titular del Programa de Arqueología Subacuática del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano.
Elkin precisó que el material hallado será trasladado a Buenos Aires para ser sometido a distintos estudios y también se intercambiará información con especialistas españoles "antes de ser devuelto a la provincia, porque forma parte de su patrimonio histórico y cultural", señaló.
Según relataron los expertos, el "Purísima Concepción" había partido del Puerto de Cádiz con 193 personas a bordo, al mando del capitán Joseph Ostolaza, y tras su hundimiento en la zona de Caleta Falsa, en enero de 1765, la tripulación permaneció en tierra tres meses conviviendo con los nativos de la zona.
Los navegantes lograron construir otra embarcación con los restos de la hundida y madera de la zona, por lo que se considera que ese fue el primer barco construido en suelo fueguino.
Además, el 10 de enero del mismo año, el capellán Juan Álvarez celebró una misa que también es considerada la primera ceremonia de este tipo realizada en Tierra del Fuego.
El equipo de arqueólogos que recorrió la zona logró ubicar el sitio de otros doce naufragios que también serán estudiados en forma pormenorizada, y se inventariaron unos 400 sitios arqueológicos vinculados con pueblos originarios.
"No se hicieron excavaciones sino que se registraron e inventariaron las muestras que se encontraron a la vista y se tomaron fragmentos de esos materiales", explicó Elkin. Por su parte, el director del Programa Arqueológico Costa Atlántica, Martín Vázquez, subrayó que el sitio fue relevado por su historia rica en acontecimientos y porque permite "registros de alta visibilidad, que en otros lugares son más difíciles de hallar".
Vázquez remarcó el trabajo conjunto de instituciones como la Secretaría de Cultura de la provincial, el Museo del Fin del Mundo, el CONICET y la Secretaría de Cultura de la Nación.
De la expedición participaron también la investigadora Mónica Grosso, el arquitecto Crstian Murray y el profesor Christopher Underwood, de la Sociedad de Arqueología Naútica de Inglaterra e investigador de la Secretaría de Cultura de Nación.
A su vez, el secretario de Cultura de Tierra del Fuego, Sergio Araque, anunció que una vez que se realicen los informes con los resultados de los hallazgos, serán publicados en forma de libro por la Editora Cultural dependiente de la provincia.

(Télam)

Fuente: clarin.com 

MONUMENTO ES MEMORIA

Los elementos estatutarios dan significado al espacio público y también a nuestras vidas. Pero en la Ciudad de Buenos Aires la mayoría está deteriorado por el vandalismo y la falta de mantenimiento.
Para revertir esta situación, la primera medida es educar en las escuelas acerca de su valor.

MONUMENTO. El traslado de la estatua de Colón, un debate que aún continúa (Pepe Mateos).
Por Martha Levisman y Sonia Berjman*
Especial para ARQ



Un monumento es un elemento de la naturaleza o de la cultura cuya significación se ha constituido en la representación simbólica de una sociedad. Desde las Cataratas del Iguazú a la Novena Sinfonía de Beethoven, desde la Torre Eiffel al Quijote (incluidos en la Lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO), todos representan las distintas culturas y momentos de la historia de la civilización. Hoy queremos llamar la atención hacia aquellas obras que conviven con nosotros, que nos parecen estáticas y mudas pero que nos hablan con otros lenguajes y acompañan nuestra cotidianeidad marcando nuestros caminos por la ciudad: las obras escultóricas que dan significado al espacio público y, por ende, un valor extra a nuestras vidas.
Por medio de sus valores estéticos y de emplazamiento urbano, sus voces nos cuentan nuestra historia, enaltecen a quienes fueron los héroes de distintas épocas, nos relatan las hazañas épicas o el acto de amor maternal; en fin, nos recuerdan que el arte embellece no solamente el espacio sino el alma.
Monumentos y esculturas representan la cultura de la sociedad en que vivimos y acumulan la historia del país. Confeccionados por las manos de artistas plásticos extranjeros y locales, tienen un valor económico que se suma al artístico: monumento es documento histórico, identidad, patrimonio.
Tan sólo en la Ciudad de Buenos Aires tenemos unos dos mil elementos estatuarios en las calles y plazas y la gran mayoría se encuentra con algún grado de deterioro causado por el vandalismo y la falta de adecuado mantenimiento.
¿Cuáles son las causas de este estado de cosas? La falta de educación de la población, la ignorancia y falta de acción gubernamental, el no castigo a los ladrones de bronce, la permisividad hacia los grafiteros… Nuestra propuesta es empezar por construir un inventario razonado de lo existente (no se cuida lo que no se conoce), dotar de personal especializado, instrumentos y materiales apropiados a los organismos competentes, vigilar y castigar (sí… a pesar de Foucault) a quienes transgreden las leyes y depredan lo que es de todos; intensificar la búsqueda de esculturas robadas con los especialistas de Interpol... Pero lo primero es la educación hacia el significado de las esculturas o estatuas que la Argentina tiene la suerte de poseer, de gran calidad y cantidad en todo el territorio del país.
Desde los primeros niveles educativos, en los colegios públicos y privados debieran existir salas con exposiciones didácticas mostrando maquetas y fotografías de los monumentos y sus significados. Allí debe difundirse qué representan las piezas en los países en los que se originaron, porqué fueron compradas o donadas, por qué se colocaron en un determinado sitio de la ciudad y no en otro.
Los valores de representación no cambian o se aggiornan, sino que es la evolución de los conocimientos lo que permite múltiples interpretaciones, motivo por el que los docentes de las escuelas debieran estar capacitados a enseñar como comprender el mensaje de la historia de la cultura.
Cada una de las estatuas que nos acompañan es un objeto indispensable de análisis e investigación, desde la estética hasta la tecnología de su producción.
Nuestro panorama actual es lamentable. Tan sólo nombraremos unos pocos casos: Canto al Trabajo intrusado y con familias viviendo bajo él, Monumento a la Cordialidad Rioplatense con peligro de colapso, Monumento a España con sectores faltantes, el Segador sin brazo derecho y sin guadaña, los Ciervos del Rosedal casi huéspedes a perpetuidad en el MOA (Monumentos y Obras de Arte), lo mismo que Alberdi y Castelli (Plaza Constitución) y ahora también el Intendente Alvear (Recoleta); ya no tenemos más al Niño y la Gallina de Plaza San Martín ni al Águila de Plaza Grecia, ni hablemos del Tótem de Plaza Canadá serruchado por orden del Ministro de Cultura y lo último … ¡adiós al Cristóbal Colón por caprichos presidenciales!
El mayor ejemplo actual de lo que no debe hacerse es el desmantelamiento -para su traslado- del monumento de Cristóbal Colón, que fue un regalo de la comunidad italiana inmigrante en la Argentina, la que ha dejado indelebles e importantísimas huellas de su cultura en nuestra tierra.
El Monumento a la Bandera de Rosario, proyecto de Bustillo-Guido, es un conjunto que obedece a un proyecto homogéneo ubicado en el sitio donde Manuel Belgrano presentó la Bandera Nacional. Sin embargo, hace pocos años se agregaron obras dispersas que la artista jujeña Lola Mora había creado para su propio proyecto de monumento, las que se ubicaron en un espejo de agua alterando el entorno del conjunto monumental original ganador del concurso, sumado a la falta de mantenimiento (se pueden ver las figuras inmersas en agua turbia con nidos de hornero que graciosamente se albergan en cuellos y brazos de las figuras).
Cuando voces profesionales solicitan acciones concretas de salvaguarda, como el traslado de El Pensador de Rodin a las escalinatas del edificio del Congreso Nacional, algunos trasnochados políticos rechazan de plano la idea por mezquinas razones de comité. Y mandan hacer copias de las esculturas de Lola Mora ubicadas en Jujuy como malísimo ejemplo de falso histórico y a un costo millonario. Mientras, el reciente cerco de blindex colocado a El Pensador de Rodin ya está astillado por piedrazos.
Finalmente, nuestro grupo ¡Salvemos las estatuas! ha sido alcanzado por el vandalismo de las ideas de uno de sus integrantes, y disuelto. Pero seguimos trabajando y pronto crearemos un nuevo grupo que dé forma a nuestros deseos de defender las obras de arte público que nos representan y que la sociedad debe aprender a cuidar.
Mientras tanto proponemos que el sitio de la estatua de Colón, ahora desmontada, pase a ser un nuevo monumento: la “Ruina arqueológica en representación del descubrimiento de América”, ya que en eso se ha convertido y será muy difícil –si no imposible– olvidar la imagen de Colón volando por los aires hacia su destierro más allá de los mares que lo trajeron al Nuevo Mundo; y este será desde ahora nuestro nuevo símbolo.

* Martha Levisman es arquitecta (UBA) y miembro de ICAM-Confederación Internacional de Museos de Arquitectura). Sonia Berjman es doctora en Artes (UBA-Sorbona).

Fuente: ARQ Clarín

VARIACIONES CROMÁTICAS

Arte / Rojo(s) en tensión
Por Daniel Gigena / La Nación

Segunda muestra antológico-cromática en menos de un año, Rojo(s), en Jorge Mara-La Ruche, exhibe cuarenta obras de trece artistas contemporáneos. Poco tiempo atrás, con Blanco, la galería había rendido tributo al color de las vanguardias rusas de principios de siglo XX, símbolo de la abstracción y de la "desfiguración" en el arte moderno. Ahora, las afinidades y tensiones, variaciones y discontinuidades de la tonalidad del coraje y de la pasión, tanto como de la violencia y el poder, se articulan en una muestra en la que sobresalen las trayectorias de dos artistas legendarios: Kveta Pacovská (Praga, 1928) y César Paternosto (La Plata, 1931).
Al comienzo, los trabajos calados de Fidel Sclavo -similares a cajas de música si éstas tuvieran sólo dos dimensiones- se enfrentan amigablemente a los collages de Macaparana sobre tablas rojas. Ya se ha señalado la influencia de la notación musical en las obras de ambos artistas, tramadas en un ajustado vaivén de moderación y vehemencia. En otra unidad conformada por dos mujeres -las míticas Ana Sacerdote y Sarah Grilo- se advierte el momento, históricamente irrepetible, de cierta geometría poética en procedimientos armónicos, donde la verdad reemplaza los acentos irónicos y la sensibilidad, los gestos narcisistas. Desatendidas por la crítica y el público mientras desarrollaban sus obras complejas y elegantes, Sacerdote y Grilo infundieron lirismo a sus abstracciones, aquí en la muestra paradójicamente bajo el dominio de volúmenes amortiguados de rojo.
Juan Lecuona y Carlos Arnaiz, con una obra de mediana dimensión cada uno, aportan desde sus estilos bien definidos esbozos de figuraciones botánicas, florales, humanas. En capas de color, con pinceladas espesas o raspamientos para definir nervaduras en la tela, el color adquiere en sus trabajos un viso aparentemente decorativo, desmentido por la continuidad (no sin distingos) de un proyecto plástico. Se puede sumar a este universo, quizá por la utilización del grabado sobre el óleo (que Lecuona aplica sin grandilocuencia), un trabajo cobrizo del madrileño Antonio Fernández-Muro que ha envejecido un poco más que las obras que lo rodean. Las pequeñas piezas de Carmelo Arden Quin, que conservan la movilidad y el desplazamiento del plano (a la manera de un Xul Solar sin estridencias ni esoterismos), cierran un segmento histórico de Rojo(s).



Composición libre, Macaparana, técnica mixta sobre tabla, 2009
Composición libre, Macaparana, técnica mixta sobre tabla, 2009

De otros dos artistas españoles -Adolfo Estrada y Gustavo Torner- la muestra ofrece dos obras paradigmáticas. De Estrada, uno de sus clásicos trabajos de papel sobre papel artesanal, donde los planos adquieren un significado místico, no representativo, como espejos de una divinidad ausente para siempre. La sola presencia de la obra de Gustavo Torner (Cuenca, 1925), que en los años 70 fue, junto con Gerardo Rueda y Fernando Zóbel, la punta de lanza del arte moderno en la España franquista, justifica la visita a la galería de Mara. En esa pieza, donde conviven con dureza distintos materiales (piedra, chapa, madera), el rojo adquiere una carga política, de lucha y de rebeldía. Hay también una obra de Eduardo Stupía en la que el color asoma a la manera de rastros de fuegos artificiales, entre la salva de trazos en blanco y negro del artista favorito de la casa.
Con ocho obras cada uno, los por siempre jóvenes Paternosto y Pacovská -inconfundibles en su manera de (des)componer los planos con agresividad o con recogimiento- despliegan unidades de sentido características. El "vía crucis" de los trabajos de Pacovská (ilustradora de libros para niños y diseñadora gráfica, además de pintora), con sus pinceladas que parecen resueltas de una sola vez y con el rojo cadmio intransferible, cuya temperatura se eleva sobre un vacuo fondo blanco, transmite una electricidad atípica. Abrochadas, cosidas o adheridas con cinta, como si fueran folios rescatados de la barbarie, las obras de esta artista (que este año tendrá en el mismo espacio una muestra individual) figuran una transición ágil de lo arcaico a lo ultramoderno.
Precursor en señalar la influencia del arte amerindio en la producción contemporánea, Paternosto amalgama figuras geométricas y tonos de rojo, escarlata u ocre en sus innovaciones formales. Mediante un sistema de marcos, crea una reflexión tanto mental como óptica para graficar lo que tal vez sea, para el artista platense que investigó tanto las posibilidades del blanco como del color exclusivo de la muestra en cuestión, el objeto central de la abstracción: el acto de mirar.

Fuente: ADN Cultura La Nación