UNA ARTISTA DE SU SIGLO

Retrospectiva. La figura de Raquel Forner se recorta en las obras y documentos exhibidos en el Muntref.
"El encuentro" de Raquel Forner. 1975, óleo sobre tela, 160 x 200 cm.

Por Marina Oybin

 

Raquel Forner: presagios e invenciones de la modernidad , en el Museo de la Universidad de Tres de Febrero (Muntref), reúne más de medio centenar de deslumbrantes pinturas, dibujos y grabados en los que Raquel Forner, una de las artistas más destacadas del arte argentino del siglo XX, desata su singular, potente, cosmogonía. Hay también un gabinete con documentación y libros de la biblioteca de la artista que evidencia diversidad de intereses e inquietudes pictóricas. La de Forner fue una mirada atenta tanto a los debates de la historia del arte como a los de su tiempo. Heterodoxa, inquieta, Forner transitó con comodidad por todos los ismos. Pasó por el surrealismo, deconstruyó la figuración con el expresionismo abstracto y el informalismo.
Los caballos huyen espantados, un templo se hunde rodeado de lava, las columnas antiguas se quiebran como ramas, los personajes femeninos, que evocan la pérdida de los sentidos, sufren enlazados por una macabra serpiente. Es “Presagios”, una pintura de 1931 basada en alegorías que Forner hizo cuando viajó a Italia. La posible erupción del volcán Vesubio queda en segundo plano: la imagen desoladora deviene una prefiguración del mundo contemporáneo, donde avanza sin pausa el fascismo.
“Mujeres del mundo” es una obra de la serie España , con eje en la Guerra Civil española. “La figura central es América, inclinada a la tierra con un haz de espigas. América está en paz, pero a ella llega el clamor del mundo”, señaló Forner sobre su obra. Con este lienzo, comenzó un ciclo de obras dramáticas en las que la artista puso el foco en la fragilidad y el dolor humanos. El interés por la guerra civil remite a su propia vida. Su padre era valenciano. Forner llegó a decir: “Comencé a pintar realmente cuando estalló la guerra en España”.
La retrospectiva, que no sigue un orden cronológico, incluye una serie de pinturas y dibujos sobre diálogos realizados en distintos períodos. Son intercambios imposibles. En “La conferencia”, la palabra está obturada por la condición inanimada de los personajes pétreos. “Forner está pensando los diálogos como continuidad de los conflictos humanos”, explica Diana Wechsler, curadora de la muestra.
En la sombría pintura “Amanecer”, de la serie El drama , entre ahorcados, calaveras, serpientes y cuerpos que emergen de la tierra seca, la figura que representa a la Humanidad ocupa el centro de la escena. Protege un manto con imágenes que aluden al trabajo y la familia. Cerca, acechan las figuras de la muerte, el hambre y el dictador. “A la derecha, los prisioneros, las víctimas, con las manos atadas. Detrás, los criminales de guerra caen en el abismo. Un ahorcado en el páramo y, en el fondo, paracaidistas, símbolo de la agresión, que se hunden en un lago tenebroso. Un espectáculo de verdad dantesco a pesar de lo promisorio del título”, señaló el crítico Guillermo Whitelow en su libro Raquel Forner.
"Estudio para el retablo del dolor" de Raquel Forner. 1943, lápiz sobre papel, 45 x 30 cm.
"Estudio para el retablo del dolor" de Raquel Forner. 1943, lápiz sobre papel, 45 x 30 cm.

En ese submundo con guiños a la tradición clásica que la artista despliega con exuberancia, hay enjuiciamientos, ahorcados, serpientes como engendros del mal y calaveras. Entre la destrucción, la mujer es símbolo de salvación. La sangre y la estética del fragmento irrumpen en las atroces escenas de su serie del dolor, ligada a la Segunda Guerra Mundial. “Esta corporeidad que Forner mantendrá a lo largo de sus primeras series confiere a sus personajes cierta majestad estatuaria”, escribió Whitelow.
Desde los años cincuenta, y hasta su muerte, Forner dio un cambio drástico en su producción: empezó a trabajar desde la gestualidad. Disparó sus maravillosas series del espacio: la serie de la Luna, de los Laberintos, de los Terráqueos, de los Mutantes. Buscó nuevos seres que habitaran un universo bello, alejado de la guerra, el desamor y la crisis de Occidente.
En una foto de la muestra se ve a la artista junto a la figura de un astronauta de la NASA. Raquel Forner saltó al vacío: se reinventó como artista. Con procedimientos ligados al surrealismo, creó personajes lúdicos, pura gestualidad y formas orgánicas. Para ella, la epopeya espacial ayudaría a humanizar al hombre que desató la destrucción en la Tierra. En ese mundo de colores fulgurantes, habitado por astroseres, astrominotauros, engendros de la astrofauna y lunas fulgurantes, también hubo sombras.
Prodigiosa capacidad de barajar y dar de nuevo la de Forner. Intensidad para volver a pensar sus propias creaciones. Libre, indómita, inclasificable, se definió a sí misma como “pintor” y se negó a que la llamaran pintora, en una época en que las mujeres de la alta sociedad se dedicaban a las naturalezas muertas.
Forner miró la realidad de su tiempo. Lo social nunca le pasó por el costado: disparó pesadillas y visiones apocalípticas. “Siempre traté de dar en mis cuadros algo más que una intención plástica. Hasta algunas de mis naturalezas muertas quisieron reflejar, en los momentos en que las componía, un sentido cósmico. Entonces la realidad no era tan apremiante. Luego vino a mí el clima del mundo. De ahí que haya necesitado renovarme, o más bien dicho, completarme. Es común oír hablar mal de la pintura anecdótica; yo misma lo haría, cuando en esa pintura no existe más que el tema sin dársele perdurabilidad plástica. (…) Como mujer y como pintora he tratado de unir al tema que más me angustia lo más puro de mis experiencias de artista. Mi lenguaje es el del arte, pero mi corazón es de la vida”, dijo la artista en una entrevista, en 1938.
Forner desató un universo de símbolos nutridos, intensos. “Siento un mundo de realidades metafísicas que escapan a mi inteligencia y quiero expresarlas con mi pintura. Un mundo de magia y misterio que aterra mi alma y quiero captarlo y liberarme por mi arte”, confesó.
Sus obras producen en el espectador un efecto hipnótico. Imposible olvidarse de las miserias inenarrables o de esas mujeres con sus sentidos adormecidos o muertos. Y, ya en su última etapa, del renacer de la humanidad. Porque, desde sus distintas series y personajes, desde los más doloridos hasta aquellos seres del futuro, Forner pone el foco en la condición humana. En sus pliegues más profundos, se hunde en heridas trágicas y anhelos de felicidad en otro mundo.

Raquel Forner básico


Nació en Buenos aires en 1902 y falleció en 1988.
Se graduó en la Academia Nacional de Bellas Artes. En Francia se vinculó al Grupo de París, integrado por Butler, Basaldúa, Bigatti, Berni y otros.
Fundó los Cursos Libres de Artes Plásticas junto a Guttero, Domínguez Neira y Bigatti, con quien se casó.
Sus obras integran las colecciones de importantes museos del mundo como el MoMA de Nueva York y el Museo de la NASA de Washington, donde realizó un mural para el nuevo edificio de la OEA en 1982.

FICHA
Raquel Forner
Presagios e invenciones de la modernidad
Lugar: MUNTREF, Valentin Gómez 4838, Caseros.
Fecha: Hasta el 15 de diciembre.
Horario: Lunes a domingos, 11 a 20.
Entrada: Gratis.

OTRO DA VINCI EN LA PARED

Encontraron en Milán un mural atribuido al pintor renacentista. Es una obra de carbón vegetal en la que el genio del Renacimiento trabajó entre abril y septiembre de 1498.
Detrás de las paredes, una vez más, apareció la mano de Leonardo Da Vinci. Esta vez el hallazgo fue en el Castillo Sforzesco, construido a mediados del siglo XV en lo que hoy es el casco histórico de la ciudad italiana de Milán. Durante la restauración de la Sala de los Tablones del castillo, los expertos encontraron en la torre noreste de la sala del primer piso un fragmento de mural hecho con carbón vegetal al que llamaron Monocromo y que ilustra la raíz de un árbol incrustada en una gran piedra. El año pasado habían hallado otro, en el Palazzo Vecchio de Florencia.
Según los restauradores, que viajaron de Florencia a Milán, el artista del Renacimiento trabajó en esa sala entre abril y septiembre de 1498, cuando formaba parte de la corte de Ludovico Sforza. En ese espacio, protegido de la humedad por los tablones, “Il Moro”, como llamaban a Ludovico por su tez oscura, recibía a huéspedes y embajadores, y por eso encargó a Leonardo que se ocupara de su decoración.
En 1499, las fuerzas francesas invadieron el Ducado de Milán y desplazaron a la familia Sforza del poder. Después, fue el imperio de los Habsburgo quien dominó esa área, y durante siglos, el castillo se transformó en un fuerte y la Sala de los Tablones, en establo.
Recién a fines del siglo XIX se removieron algunas capas de pintura y se descubrió que el trazo de Leonardo había estado allí: el techo de la sala, abovedado, estaba plagado de copas de árboles frutales que Da Vinci había pintado.
La aparición de este mural, que los investigadores florentinos buscaban hace dos años, costó trabajo: en promedio, el mural de Leonardo apareció debajo de siete capas de cal, pero en algunos sectores, las capas llegaron a ser trece.
Los expertos que trabajan en Milán estiman que la obra está sin terminar y que, aunque existe un “gran deterioro”, también “hay esperanza de recuperar parte sustancial de esa decoración original”. El trabajo que empezaron a hacer con bisturí y martillos ahora exige más delicadeza, por lo que usan raspadores ultrasónicos, productos químicos e instrumentos láser.
En www.saladelleassecastello.it pueden seguirse los trabajos en la Sala de los Tablones, cuyo costo está estimado en dos millones de euros y será financiado entre el Ayuntamiento de Milán y empresas privadas. La restauración tiene fecha límite: quieren exhibir la sala el 1 de mayo de 2015, cuando se inaugure la Exposición Universal de la que la ciudad italiana será la próxima sede.

Un genio con sueldo fijo


Por Ezequiel Martínez



Un experto en ingeniería militar. Así se “vendió” Leonardo ante el duque Ludovico Sforza para conseguir un sueldo fijo que le permitiera despreocuparse de vivir de los trabajos por encargo. Lo de pintor y escultor lo agregó como un talento accesorio para abultar su aviso clasificado. Así fue que entre fines de las décadas de 1480 y 1490, mientras en sus ratos libres inventaba armas sofisticadas o imposibles, el genio del Renacimiento pintó algunos de sus retratos más asombrosos, murales como el de “La última cena”, y amontonó centenares de papeles abarrotados de dibujos sobre anatomía, arquitectura o cocina, en una tormenta de pensamientos e intereses inagotables. Hace dos años pude ver muchos de estos trabajos en la exposición “Leonardo da Vinci: pintor en la corte de Milán” que tuvo lugar en la National Gallery de Londres. Por primera vez en 500 años se reunían obras y bocetos traídos de colecciones de todo el mundo que ponían en evidencia una de las etapas más productivas en la vida de Leonardo. El viento de los siglos había logrado el milagro.

Fuente: Revista Ñ Clarín

DANIEL BARENBOIM DEJA LA SCALA DE MILÁN

"Es el fin de una época", dijo el director de la ópera italiana
El director argentino-israelí Daniel Barenboim en acción.

Según anunció ayer Stéphane Lissner, superintendente y director artístico de la Scala de Milán, Daniel Barenboim dejará su puesto de director musical de la prestigiosa ópera el 1° de enero de 2015, dos años antes de la fecha prevista en su contrato.
Lissner, que dejará también la Scala en agosto del año próximo para asumir la dirección de la Ópera Nacional de París, hizo el anuncio en un encuentro con los sindicatos. Según los medios de comunicación italianos, el sucesor de Lissner, el austríaco Alexander Pereira, ya habría optado por el milanés Riccardo Chailly para suceder al maestro Barenboim, aunque la información no fue confirmada oficialmente.
Daniel Barenboim (que en 2014 volverá a subirse al escenario del Teatro Colón, primero junto a su entrañable amiga Martha Argerich y luego acompañado por la agrupación Les Luthiers), comunicó su decisión de abandonar antes de lo previsto la Ópera de Milán en carta a Lissner y al alcalde de Milán, Giuliano Pisapia, presidente de la Scala. "Es el fin de una época", afirmó Lissner.
Por su parte, Barenboim tiene otros proyectos, como la academia del Diván en Berlín con el arquitecto Frank Gehry, un centro para músicos creado durante la fundación en 1999, con su amigo Edward Said, de la orquesta West-Eastern Divan, compuesta por jóvenes músicos israelíes y árabes.
Antes de su salida del prestigioso teatro italiano, el maestro de 70 años (cumplirá 71 el 15 de noviembre) respetará todos los compromisos de 2014: dirigirá La novia del zar, de Rimski-Korsakov; Così fan tutte, de Mozart, y Simon Boccanegra, de Verdi, además de abrir la temporada 2014-2015 con Fidelio , única ópera de Beethoven.

Fuente texto: lanacion.com

FUNCIONARIOS JUDICIALES REVISARÁN EL MONUMENTO A COLÓN DESMONTADO

Patrimonio

Será el próximo jueves; los jueces quieren interiorizarse sobre los trabajos de restauración en curso; entidades civiles rechazan que la estatua se manipule o mude


Sh
El próximo jueves, funcionarios judiciales a cargo del amparo que impide el traslado del Monumento de Cristóbal Colón de la plaza situada detrás de la Casa Rosada visitarán el lugar junto con las partes en conflicto y técnicos en restauración de mármol.
Así lo decidió ayer la Sala V de la Cámara Federal en lo Contencioso Administrativo, que también ordenó al Estado nacional que entregue por escrito copia del proyecto previsto para refaccionar la escultura, supuestamente dañada.
La decisión se tomó luego de la audiencia que dirigió el presidente de la Sala V, Jorge Federico Alemany, de la que participaron representantes del Estado nacional, del gobierno porteño y de los promotores del amparo, la asociación Basta de Demoler, el Círculo Italiano y otras entidades de la comunidad italiana local.
Los diversos actores fueron acompañados por especialistas profesionales en restauración del mármol, material con el que el escultor Arnaldo Zocchi confeccionó la estatua, donada en 1910 por la colectividad italiana residente en nuestro país al celebrarse el centenario de la Revolución de Mayo.
Entre esos expertos se encontraba el prestigioso restaurador Domingo Tellechea, convocado por la Universidad de La Plata para dirigir los trabajos sobre el monumento que realiza un grupo de escultores y un equipo de la Facultad de Bellas Artes de esa casa de estudios.
Según relató a LA NACION Horacio Savoia, patrocinante de la Asociación Círculo Italiano, luego de la exposición de los interesados, el juez Alemany convocó a la visita al lugar para pasado mañana.
Cuando concurran, encontrarán a la figura de Colón recostada sobre el césped, junto a la base de la estatua. Como se recordará, a fines de junio la Casa Rosada envió una grúa a desmantelar la escultura, pues pretende reemplazarla por otra de Juana Azurduy.
El desmonte ocurrió pese a la existencia de una medida cautelar que lo impedía, emitida a pedido de las asociaciones Basta de Demoler y Salvemos las Estatuas, que habían acudido a la Justicia cuando la mudanza del monumento a Mar del Plata era sólo un rumor.
Las asociaciones habían argumentado que la estatua es un bien patrimonial de dominio público del gobierno porteño y, por lo tanto, el Poder Ejecutivo Nacional no podía apoderarse de ella y decidir unilateralmente el traslado.
La Justicia ordenó paralizar la manipulación de la escultura y, recientemente, la medida cautelar que frena su mudanza fue prorrogada hasta diciembre próximo. No obstante, se permitió el avance de las tareas de restauración.
Diversas apelaciones provocaron la elevación de la causa a la Sala V de la Cámara Federal en lo Contencioso Administrativo, integrada por el mencionado juez Alemany y sus colegas Guillermo Treacy y Pablo Gallegos Fedriani.
Otro de los especialistas que participaron ayer de la audiencia fue el arquitecto Marcelo Magadán, especialista en restauración de monumentos históricos. En mayo del año pasado, Magadán fue convocado por la Universidad Nacional de San Martín para que evaluara la conveniencia o no de desmontar y trasladar la escultura a Mar del Plata.
Su opinión y la del resto del equipo que intervino fue negativa. Actualmente, Magadán asesora a Basta de Demoler. Y, ayer, explicó ante el camarista Alemany que una estatua puede refaccionarse sin necesidad de desarticular sus partes.
En tanto, las asociaciones que promovieron el amparo recordaron que, más allá de estas cuestiones técnicas que la Cámara pretende desentrañar, las objeciones apuntan al aspecto jurídico detrás de la manipulación de la estatua.
"Es un bien donado por la colectividad italiana a la ciudad de Buenos Aires para ser emplazado en la plaza Colón. Es decir, no puede trasladarse y, si necesitara una restauración, debería encararla el gobierno porteño", dijo Savoia.
"El problema no es cómo hacer la restauración, sino que directamente no debía hacerse. No discutimos cómo hacerlo, el tema de fondo es jurídico: es la titularidad sobre el bien", coincidió María Carmen Arias Usandivaras, presidenta de Basta de Demoler.
Los amparistas coincidieron en que la restauración es una excusa para la remoción del monumento y su traslado. Ayer, sostuvieron, el subsecretario de Obras, Abel Fatala, que representó a la Casa Rosada en la audiencia, admitió que, finalizada la refacción, se pretende mudarlo a Mar del Plata..
 
Fuente: lanacion.com

BUENOS AIRES PHOTO
TRAE LA MEJOR FOTOGRAFÍA A LA CIUDAD

Cultura
Desde el viernes, el Centro Cultural Recoleta será escenario de una de las ferias de arte especializadas más importantes de América latina
Una imagen de Rodrigo Abd, en el Espacio LA NACIÓN.

Desde este viernes la ciudad será sede de una de las más importantes ferias de arte especializadas en fotografía que se realiza en América latina, Buenos Aires Photo, que reunirá en el Centro Cultural Recoleta a más de 30 galerías.

Además, se presentará la 8a. edición del Premio Petrobras Buenos Aires Photo, que este año será por invitación. El jurado que elegirá a los 25 participantes está conformado por Valeria González, Luis González Palma y Rodrigo Alonso. El premio se dará a conocer el jueves, a las 20, en el espacio de Petrobras y el ganador se llevará $ 25.000.

Una de las grandes atracciones será el Espacio LA NACION, que presentará en esta oportunidad una muestra de tres representantes destacados de la fotografía documental argentina con la curaduría de Daniel Merle: Alejandro Chaskielberg, Rodrigo Abd y Sebastián Szyd.

Pero este año esperan muchas novedades a los visitantes. Una de ellas será el programa denominado Petrobras Foto Libre, en el que el público podrá participar el sábado próximo llevando una foto que será exhibida en el contexto de esta iniciativa.

Por otra parte, los más chicos tendrán un espacio especialmente pensado para ellos: un concurso de fotografía en el que el eje central es "el aire libre", y en el que podrán participar niños de entre 6 y 12 años.

Además, American Express homenajeará a dos de los fotógrafos más importantes de la Argentina. Curada por Rodrigo Alonso y con la ciudad de Buenos Aires como tema central, una muestra conjunta de Sara Facio y Aldo Sessa repasará sus más de 50 años de trabajo en la fotografía.

En tanto, el Paseo de las Artes del Palacio Duhau - Park Hyatt Buenos Aires será nuevamente escenario de una de las exposiciones paralelas junto a la artista Andrea Juan. La muestra permanecerá abierta durante las 24 horas, los siete días de la semana, con acceso libre por avenida Alvear 1661.

También como en ediciones anteriores, Chandon comprará a puertas cerradas la primera obra de la feria, que luego incorporará a su colección de arte contemporáneo.

Sin dudas, uno de los clásicos de Buenos Aires Photo es el Espacio Joven OSDE NEO. Allí, nuevamente, el crítico Julio Sánchez presentará una selección de jóvenes fotógrafos emergentes. Mientras que el Espacio de Video Arte Rabobank transformará la sala 6 del Centro Cultural Recoleta en un espacio preparado para el video arte.

Entre las propuestas internacionales, en el Espacio Distrito Arcos, ubicado en la sala 12, se expondrá la obra del reconocido artista boliviano Gastón Ugalde.

Y la Fundación Deloitte presentará en su espacio una muestra con los artistas invitados Carola Rousso, Victoria Ruiz y Agustín Haehnel.

La feria contará, además, con propuestas especiales, entre las que se distinguen el espacio Stella Artois, que tendrá como invitado al artista Urko Suaya; la participación de Fundación Banco Ciudad, que presentará los ganadores históricos del premio Gente de mi Ciudad; la propuesta de la Feria de Libros de Fotos de Autor, que invita a editar libros personalizados de fotografía, y el Nano Festival de Fotografía, una propuesta joven y enriquecedora que propone la participación del público en su convocatoria "4 DÍAS en BA Photo" y la presentación de los mejores trabajos de las últimas dos ediciones del festival.

El valor de la entrada es de $ 50 (2x1 con Club LA NACION, American Express y Club Arte al Día).

Cuatro días a puro arte


Del 1° al 4 de noviembre, de 13 a 21, en Junín 1930

  • Fotografía documental
    El Espacio LA NACION presenta una muestra de Alejandro Chaskielberg, Rodrigo Abd y Sebastián Szyd, curada por Daniel Merle

  • Aldo Sessa y Sara Facio
    Estas figuras de la fotografía serán homenajeadas con una muestra conjunta que abarcará más de 50 años de trabajo

  • Premio Petrobras
    Este año participarán 25 artistas por invitación, y el ganador del premio, dotado de $ 25.000, se conocerá este jueves

  • Para chicos
    Un concurso pensado para niños de 6 a 12 años tendrá como temática "el aire libre"

  • La primera compra
    Como todos los años, Chandon adquirirá la primera obra de la feria, que pasará a integrar su colección de arte
Fuente: lanacion.com

ARTISTAS DE TODAS PARTES CREAN AQUÍ

Vienen de Israel, Bélgica y también de Tucumán. Exhiben sus obras en Recoleta y crean nuevas en San Telmo.
Montando. En Del Infinito, la impactante obra de la israelí Orit Hofshi.
Por Julia Villaro


Las series de palabras del chileno Rodrigo Canala, y los registros -visuales y sonoros- de movimientos sociales del rumano Dan Mihaltianu dejan inferir ciertas tendencias netamente conceptuales, mientras las superficies de madera y fórmica sutilmente trabajadas por la argentina Silvana Lacarra y las acuarelas de la suiza Magdalena Z’Graggen, aunque racionales y rigurosas, aportan una dimensión más sensorial, cruzada por la emoción. Ellos son cuatro de los dieciseis artistas llegados de lugares tan disímiles como Cardiff, Herzlyia y Tucumán para participar de la residencia URRA. Están mostrando sus obras en la Galería del Infinito, en Recoleta, poblada también por trabajos como los de la joven holandesa Doina Kraal –profundamente conceptual y de impacto visual a la vez-. Y metros separan ahora al correntino Jorge Miño, reconstruyendo espacios vertiginosos, de Anthony Shapland, el artista galés que señala el paso del tiempo a través de la luz, o de la brasileña Chiara Banfi, hablando en silencio de la música y haciendo del pentagrama una trama de recortes. Tal vez porque podía viajar enrollado en un tubo y pender simplemente de la pared con ganchos, trajo Orit Hofshi desde Israel su xilografía impresa a cuchara. O tal vez para que el nombre de la obra, Convergencia, funcione como evocación de lo que esta reunión de artistas puede llegar a producir en cada una de sus subjetividades.
Palabras, palabras, palabras. Del chileno Rodrigo Canala.

Al fin y al cabo, estar con otros también puede implicar un viaje a la propia intimidad; sobre todo cuando, en palabras de Edmond Jabés –también artista y un poco errante- “el extranjero te permite ser tí mismo, al hacer de tí un extranjero”. Además, estarán compartiendo taller -hasta el 31 de este mes- en el barrio porteño de San Telmo.
“La experiencia de una residencia puede tener en un artista un efecto muy transformador, incluso curativo”, cuenta Melina Berkenwald, organizadora y directora de URRA, la residencia de artistas que el primero de octubre, inauguró en Buenos Aires su cuarta edición. URRA ya lleva cuatro años invitando artistas argentinos y del mundo a formar parte de su proyecto grupal. La idea, como la de la mayoría de las residencias, es simple: propiciar un espacio y un tiempo de calidad, en el cual cada artista pueda explorar sus propios proyectos, a la vez que intercambiar experiencias con el resto de los participantes: la mezcla de acentos, lenguajes y propuestas redunda en entusiasmo generalizado y el intercambio entre artistas jóvenes y de trayectoria sirve de inspiración mutua.
En proceso. El taller de la artista argentina Silvana Lacarra.

Corriendo el eje de los resultados –poco importa si al finalizar la residencia los trabajos están terminados o en proceso- hacia los efectos que la experiencia del intercambio siempre genera,  Berkenwald propone generar una “plataforma abierta de trabajo para que el artista haga lo que considere que tiene que hacer”. Y que la ciudad también resulte oxigenada por su visita.
Para agitar el avispero del arte local, URRA cuenta con tres actividades de acceso público y gratuito. Suerte de rito de inicio, un ciclo de charlas en el auditorio del Malba invitó el lunes 7 a los artistas a realizar un abordaje teórico sobre sus propias obras. En la recta final, el 29 el taller abrirá sus puertas para que el público visite a los artistas trabajando. Entre tanto, desde 9 y hasta el 25 puede verse en la galería Del infinito Arte una muestra con las obras que cada artista trajo, a modo de carta de presentación visual, desde casa y bajo el brazo. Tres formas diversas y complementarias de establecer contacto con el público porteño que parecen además operar marcando el tempo a la dinámica del mes.

Fuente: clarin.com

EL POMPIDOU DEDICA UNA DE SUS SALAS A GYULA KOSICE

Cultura
En el concurridísimo museo parisino, el artista argentino de origen húngaro, de 86 años, es uno de los protagonistas de una muestra de arte moderno

PARÍS.- En el quinto piso del Centro Georges Pompidou se respira ese aire de los días previos a una inauguración. Un técnico, subido a un elevador, posiciona el spot que ilumina la maqueta de un arquitecto indio, otro limpia unas vitrinas con guantes y los cinco conservadores del Museo Nacional de Arte Moderno hacen los últimos ajustes. Decenas de personas trabajando que se pierden y se reencuentran en los 5000 metros cuadrados y las más de 50 salas de esta planta dedicada al arte moderno. Allí se inauguró Modernités Plurielles, 1905-1970 (Modernidades plurales), una exposición que busca contar la historia del arte moderno de manera global. En una consagración para su carrera, una de esas salas estará dedicada exclusivamente al artista argentino Gyula Kosice (1924), cofundador del movimiento artístico Madí.
En este espacio desde donde puede contemplarse media París, está todo listo. Los neones de la escultura lumínica Madí (1946) están encendidos, dos shaped canvas están colgados y hay agua en la maqueta de la Ciudad hidroespacial (1947). Todos los que se detienen para observar cómo quedó el espacio parecen satisfechos. "Es una sala que todo el mundo adora. Es magnífica y extremadamente coherente", confiesa a LA NACION la conservadora Catherine Grenier, curadora de la muestra.
Cada 18 meses, el Pompidou renueva las obras de su colección permanente expuestas en el cuarto y el quinto piso. Estas dos plantas albergan entre 1500 y 2000 obras, pero el acervo del Pompidou supera las 90.000. Algunas están guardadas y otras son prestadas o están siendo restauradas.
La rotación permite mostrar más material y más artistas que forman parte de la colección del museo. La muestra que inauguró anteayer exhibe 1000 obras, 400 artistas y 47 nacionalidades. "Queremos mostrar que no hay una modernidad, sino varias. Cada vez que exponíamos la historia del arte moderno enfocada en las corrientes europeas, como el cubismo o el dadaísmo, muchos artistas quedaban afuera. Esta vez, queremos mostrar artistas del mundo entero. Reintegrar gente que fue excluida", precisa la curadora.
Kosice es uno de ellos. No es el único argentino, pero sólo él tiene una sala entera. Interesado por su trabajo, un equipo del museo viajó en 2011 a Buenos Aires y visitó al artista en su taller. Luego de ese encuentro, este poeta, filósofo y teórico, que vivió en París, decidió donar 13 de sus obras al Pompidou, que ya tenía otras dos. Las quince podrán verse ahora en la muestra y forman parte de la colección del museo.
"El movimiento Madí anticipó muchas cosas que luego se verían en otras corrientes. Fue extremadamente inventivo, y es un jalón del arte argentino. Kosice es uno de los fundadores de este arte concreto, y creador de una dimensión utópica colectiva. Además, vivió en Francia. El hecho de que nos haya donado una parte de sus creaciones es muy importante, y queremos homenajear ese gesto", explica Grenier.
Ferdinand Falk nació en Kosice cuando la ciudad todavía era húngara, y a los cuatro años emigró con su familia a la Argentina y creció en Almagro. Quedó huérfano a los 10 años y a los 16 eligió su nombre artístico. "No sólo fue un precursor en muchas áreas, como la interactividad o el uso de materiales como el neón o el agua, sino sobre todo un pensador de su arte y de su tiempo. Es el creador de un pensamiento filosófico, de un idioma poético y de una obra plástica, tres producciones volcadas a instaurar los fundamentos de una utopía autogeneradora que se basa en la fe de que es posible inventar el futuro dándole forma, de que el pensamiento poético y el científico pueden coexistir", explica la conservadora Camille Morineau.
En 1957, mientras representaba al movimiento Madí en la Bienal de San Pablo, Kosice obtuvo una beca de la embajada de Francia que le permitió residir un tiempo en París. En 1962, ya célebre y reconocido con el premio de escultura del Instituto Di Tella, se instaló con su familia en la capital francesa. Fue aquí donde dio forma a uno de sus proyectos más utópicos e innovadores: la Ciudad hidroespacial . En 1974, cuando expuso esta obra en el espacio Pierre Cardin, fue saludado unánimemente por la crítica. "Es creador de una verdadera identidad intelectual y artística argentina. Transformó Buenos Aires en centro neurálgico del renacimiento del arte en América latina", agrega Morineau.
La exposición también exhibe obras ópticas y cinéticas de Horacio García Rossi, Julio Le Parc y Martha Boto; fotos del chileno Sergio Larraín; arte conceptual con Margarita Paksa y León Ferrari, y una sala titulada "Indigenismo", con cuadros de Figari y José Antonio Terry.
Kosice llegó el fin de semana. Quizá la vista desde lo alto del Pompidou le inspire otra ciudad utópica.

Fuente: lanacion.com

“¿Cómo se explica que un animal metido en formol valga 15 millones de dólares?”

Por María Laura Avignolo

Entrevista a Gyula Kosice. Por María Laura Avignolo y Nöel Smart.
Cuarenta años después, regresó a París. Un café en el Deux Magots donde conversó con Jean Paul Sartre, Zara o Le Corbousier. Un vistazo a la galería Denise Rene,que le dió el excepcional reconocimiento internacional, o un paseo curioso por Montmartre, donde vivía, pero ni una pizca de melancolía. Gyula Kosice es uno de los grandes artistas plásticos argentinos, que a una edad que no quiere reconocer porque es un “porvenirista”, sigue siendo un niño que se divierte con sus obras y sólo piensa en lo que va a llegar y no en el pasado. Él prefiere trascender como un anticipador. Un visionario que puso movimiento al agua en sus obras, que uso el neón 40 años antes que los americanos, el pensador de la hidroescultura .Un filósofo que creo MADI, el movimiento de arte abstracto y vanguardia en Argentina, con el que inició su pensamiento poético y su obra plástica como consecuencia.
Hoy es Francia quien le rinde homenaje a este precursor del “porvenir”, su gran teoría, poesía y filosofía del arte. Trece de sus obras y sus famosas esculturas hídricas serán parte de la colección permanente del Centro Pompidou. La sala 37 de la extraordinaria exposición global “Modernites Plurielles” 1905-1970 la muestra ahora en todo su esplendor. Allí están una maqueta de su Ciudad Hidroespacial, que articula el arte con la tecnología y la ciencia. Una metáfora tan actual en un mundo superpoblado. Royi, su obra en madera articulada, donde incorpora la movilidad y participación del público, y Una Gota de agua acunada a toda velocidad, la primera de sus obras cinéticas. Otras 20 obras de coleccionistas privados se mostraron en la embajada argentina, donde celebraron su llegada con una fiesta en su honor, con dulces en forma de esferas azules y blancas como las de Kosice, piano, champagne y tangos.

Con casi 90 años, Gyula Kosice, que fue reconocido internacionalmente en París en 1948 y vivió aquí siete años, volvió en 2013, después de haber decidido desarrollar su vida artística en Argentina, con su francés, su curiosidad, su rebeldía, y su coquetería intactos.

En una charla con Clarín explicó sus transparencias, sus metáforas, su filosofía, y como consecuencia, su arte. Ese que ha reunido en su propio museo personal en la calle Humahuaca, que quiere que trascienda al menos por 50 años más, en manos de sus hijas y sus nietos.

Usted ha vuelto a París después de 40 años. ¿Quiere ver a los amigos, recorrer la ciudad o lo que usted quiere es tener una buena crítica?
Yo diría que soy muy ambicioso. Todo lo que yo pensaba de París desde Buenos Aires se ha cumplido. Hay un eje indestructible entre las dos ciudades para mí. Para mí es París Buenos Aires-Buenos Aires París. Con respecto a mis amigos que ya no están, no puedo hacer nada por ellos.
¿Quiere ver el París que usted vivió o, como en su obra, el nuevo París?
Lo que estoy viendo en París es un incremento de los boliches, de los negocios. Mucha gente joven pululando por todas partes. Es un París joven. Dentro de todo, no están los viejos chotos. Están en el cielo.

¿Por qué decidió donar algunas de sus obras al centro Pompidou, que va a hacer de ellas parte de su colección permanente?
Yo he decidido donar una parte grande de mis obras al Pompidou porque, al ser una colección permanente, se justificaba ese gesto de mi parte. Es lo menos que podía hacer.

¿Sintió durante estos años que Argentina estaba demasiado lejos para su arte de vanguardia? ¿O Argentina es un país fácil para crear?

Argentina, como una de las ciudades multitudinarias en cuanto a su población y actos culturales, es como cualquier otro país para ejercer la vanguardia. Lo que pasa es que no la han tomado en serio. Ha habido un retroceso en el arte internacional. ¿Como se explica que un animal metido en formol valga 15 millones de dólares o más? No sé la cifra. Es increíble.

Usted habla de Damian Hirst
Si. Horrendo.

Cuando usted creó Madi en Argentina, cuando publicó Arturo, ¿había una Argentina más vanguardista para el arte?
No. El ambiente se construye con los valores culturales de cada país y nosotros tenemos de sobra para ejercer la vanguardia. Yo tomé la punta porque no había otro en ese momento. Pero eso no invalida la calidad de la Argentina.

En su arte ¿Hay un contacto con la realidad o sólo con su imaginación?
Yo empecé a formularme si la palabra “porvenirismo” podría entrar en el diccionario francés. No lo vi. Por eso he escrito un libro sobre la filosofía porvenirista. Lo que está por venir. Mi mejor obra no es la última sino la que estoy por hacer.

¿Antes que nada es un teórico, un filósofo? ¿Usted se volvió un artista para justificar sus teorías?
No. Yo no traté de justificar mis teorías solamente, sino que hice un panorama, casi visual de todas artes anteriores a mí. Y después elegí mi propio concepto de lo que debía de ser. Y cuando hablo de porvenirismo, es lo que está por venir. En una palabra, en muchas cosas he tratado de corregir al avanzar. Es muy difícil.

MADI. DE PARIS AL MUNDO
¿Qué recuerdos tiene de esa exposición de Realites Nouvelles en 1948 por la que es conocido internacionalmente e impone el arte argentino de vanguardia?
En 1948 fue mi primer viaje a París para ver y montar la exposición en “Realites Nouvelles”. Eso significó para mi la intromisión y el agregado de postulados distintos a los que se proponía Madi. Y Madi proponía Rothfuss, un pintor uruguayo, que había hecho una nota en Arturo que se llamaba El Cuadro, un problema de la practica actual. Y nosotros empezamos a hacer lo que el había anticipado. El marco irregular o el marco con formas en el cual, dónde terminaba el color, había que poner el marco. Significaba un adelanto tremendo. Porque casi siempre se habla de la pintura y se enmarca en el angulo recto, en los 90 grados y queda ahí. Nosotros liberamos el concepto de ventana. No existió más.

El Madi estaba vinculado a lo que pasaba en el mundo. Era la posguerra, la consolidación del comunismo
Pero al mismo tiempo había rupturas muy significativas, que proyectaron al arte a una dimensión completamente inesperada.

En los 40 usted fue uno de los fundadores y probablemente una de las más destacadas de Madi pero en los 60 el grupo se desintegra de a poco. ¿Qué sentimiento tuvo frente a esta desaparición? ¿Qué significó en su vida Madi y al mismo tiempo, el fin de ese grupo para usted?

-No hubo un fin total jamás y no lo va a haber porque va a haber gente que va a retomar los conceptos creativos del momento de Madi. Pero la gente ni sabe de donde viene MADI.

MADI: Materialismo dialéctico, ¿No?
¡¡Es mentiraaaa!!
Ah, cuénteme
Eso es una mentira tremenda, que le ha hecho mal al grupo, desde que hizo esa división. Madi viene de “Madrid-No Pasaran” de los republicanos españoles. Y eso significó que yo adopté Madi porque fonéticamente sonaba como algo que no tenia ninguna relación con nada. Con ningún grupo, ningún movimiento político. Era solamente una designación fonética para agrupar a los que intervinieron en el grupo.

¿Y así nace el Diccionario?
Sí. El diccionario nace como una necesidad, como todas las cosas importantes. Hubo un diccionario Madi, con palabras inventadas completamente. Pero es tener una relación en sí misma. Se consumían en si mismas.

Cuando Madi se desintegra, ¿Cómo eran esas diferencias entre ustedes?
La mayor parte se debía a situaciones personales. Cada uno quería ser un líder de todos. A mi me toco manejar la parte mas importante y que sobrevivió a todas esas polémicas, que no las quiero nombrar. La verdad que no vale la pena.

¿Pudieron seguir amigos o fue un experimento?
Hubo más que nada una amistad lejana, que empezó a nublarse de repente.


EL AGUA COMO FORMA DE VIDA
¿Por qué elige el agua, la iridiscencia como forma de expresión?
No es una forma de expresión solamente. Es una forma de vida. Yo nací en Hungría. Mis padres tomaron un barco que tardo 32 días de travesía y yo lo que veía en todo ese tiempo, asomado a la borda del barco, era agua y agua. Permanentemente agua. ¿Será que eso, retroactivamente pensando, me ha influido? Yo lo utilizo con un aireador para que le de vida.

Ustedes estaban escapando de Hungría. ¿Estaban en la pre guerra?
Mis padres pensaron que no era bueno permanecer en un país que iba a entrar en guerra. ¡¡¡Cosa que sucedió!!!.

En el ano 1958 en la galería Denis René presenta sus esculturas de agua. ¿Cómo es la evolución de esas obras hasta el presente?
Fueron presentadas en la primera exposición que se llamo Arte Madi Internacional. Después fue una obra personal mía. Ese rol protagónico, yo lo lleve hasta sus ultimas consecuencias, con bombas de agua, con radiadores. Usé la tecnología del momento.

¿Cómo consigue interactuar el arte, con la tecnología, con la mecánica? De alguna manera sus obras parecen obras de ingeniería.
No creo que sea así. Lo que prevalece de todo eso es que se sabe que está pero no se ve. Lo que prevalece es el resultado final.

“SENTI-MENTAL”
¿Cómo consigue esas técnicas? ¿Tuvo que estudiar óptica, mecánica?
No, absolutamente. Si yo construí obras que tengan esa dimensión acuosa es porque yo había dicho en la revista Arturo que “el hombre no debe terminar en la tierra. Y empecé a hacer las primeras maquetas de la Ciudad Hidroespacial. Ese es el origen. Yo tenía que justificar esa frase y tenia que sentirla y salir de mi mismo. Para mi , el arte es la vida y estoy dialogando permanentemente con el arte. Ahora mismo, en esta entrevista, estoy pensando que frase podría ser un impacto constante para decir lo que siento y lo que soy. A lo mejor soy un sentimental en eso. Senti-mental. Sentir y pensar. Hacer es vida y vida es arte.

La Ciudad Hidroespacial tiene al mismo tiempo una enorme actualidad
Va a tenerla dentro de 20 años también. Resulta que la gente cree que es una utopía. Pero en la Ciudad Hidroespacial hay que pensar lo siguiente: el espacio no ha sido ocupado. Es ocupado por los aviones que van de ciudad a ciudad. Pero el espacio en sí no esta ocupado. Hemos ocupado ciudades, mares, todo. Pero no hemos colonizado el espacio. Y crear un hábitat es crear una forma posible. El fenómeno poblacional es tan rápido que dentro de 20 años vamos a tener 50 millones de chinos más. Y ¿dónde los vamos a poner? Los vamos a llevar a la Argentina?. No, los vamos a mandar al espacio.

No es una utopía
No, absolutamente.

Es el futuro
No. Es el porvenir.

LOS CHICOS COMO ESPECTADORES

Si se observan sus esculturas de madera, se percibe que Leonardo da Vinci lo inspiro a usted.
Completamente. Pero no en la pintura, que nunca me intereso, ni siquiera ahora. A mí me interesaron de Leonardo los fabulosos dibujos que había hecho en esa época en el renacimiento. La necesidad de crear un prototipo para poder volar, el submarino, los puentes articulados para pasar de un río a otro. Ha inventado y después, todo se convirtió en realidad.

Pero en su escultura Royi hay algo de Leonardo da Vinci
Ahí empieza. Todo el cinetismo argentino empieza con Royi. También es el origen de las luces que hicieron los americanos con el neón,después de 20 años de que lo había hecho yo. Yo soy un anticipador y lo digo con todas las letras porque sino entraría en una onda de pura hipocresía.

¿Cómo es la interacción entre el espectador y sus obras y como quiere usted que sea?
Yo recibo chicos pre escolares que vienen a visitar mi museo. Y un chico me dice: “¿Y esto para qué sirve?”. Es una hermosa pregunta. Y yo le digo: “Decime, ¿a vos te gusta?”.Sí, a mí me gusta”, me responde . “¿Te sentís bien cuando lo ves?” Sí, me siento bien”. “Bueno, sirve para eso”, le respondo.

Los chicos son el futuro, son un desafío a su obra
Porque dicen la verdad.

¿Cómo es la interacción entre usted y los chicos?
Los chicos van porque se maravillan. Y se que dentro de 15 o 20 años van a recordar la visita. El impacto va a ser tremendo porque han vistos formas y luces que se apagan, se encienden, se mueven. Tienen una significación muy especial, más para un niño.


UN POETA DEL PLEXIGLAS

¿Hay una diferencia en su estatus de teórico, de filósofo, de escritor y se artista o para usted es una misma línea creativa?

Es una misma línea de batalla, que es la vanguardia.

¿Usted es un poeta que se volvió escultor?
Yo asimilé la poesía y la reenvío a la obra y la obra en sí misma, esta impregnada de poesía.

¿Sigue escribiendo?
Sí, sigo escribiendo. En este momento escribo. Mi ultimo libro es 500 lugares para vivir y cada lugar es inventado. Yo mismo me asombro. Uno de los lugares que me gusta es un lugar para tener ganas. Cada uno lo tiene que elegir. El azar corregido.

Usted dijo que “La teoría es el comandante y la practica es el soldado”
Sí. Sin una teoría que se base en la inspiración, no va. Debe haber un motivo que, siendo formulada ya, en teoría tenga la suficiente capacidad táctica de poder hacerse realidad.

¿Por qué usted decide usar el neón antes que los americanos, el plexiglás, los espejos en sus obras?

La decisión de utilizar diferentes posibilidades de creación son muchas, variadas y las he usado porque eran emisiones de mi ser.

¿Y el plexiglás?
No lo abandono nunca. Es mi material preferido. Con eso hago las obras. Básicamente es un trasfondo que se convierte en presencia en la medida que los dos trabajan con cierta sincronía.

¿Y las ilusiones ópticas?
No son ilusiones. Son realidades. Desde el momento en que están, no son más ilusiones.

¿Cómo llego a esa síntesis?

Si yo le quería dar marcha al agua en una forma de movimiento y allí llega el arte cinético, debería darle marcha con un simple aireador. No es tanto la tecnología. La mayoría es la imaginación.


En su obra no hay racionalidad. Hay una porción lúdica extraordinaria. Maestro, ¿Hay un niño adentro suyo?
Seguramente lo habrá.

¿Eso que significa en un artista?
Significa que no abandona sus raíces, sus recuerdos y su adaptación al momento en que esta viviendo.

¿Usted prefiere ser considerado un visionario o que le reconozcan su originalidad?
Yo prefiero que me reconozcan. Y de ahí parte cualquier adjetivación. Pero, evidentemente, estando en la vanguardia las polémicas se acentúan más.


¿Cree que todavía es un artista polémico?
Lo seré siempre.

Si usted tuviera que reconocer entre sus pares a los grandes plásticos argentinos, ¿A quienes consideraría?
No tengo opción. No veo en el panorama actual.


PARIS BY GYULA


Cuando estuvo en París, se encontró con gente que ha pasado a la historia en cada una de sus ocupaciones. Le Corbusier, Sartre, Zara. ¿Usted puede recordar esos encuentros?
Yo recuerdo que Sartre vivía a la vuelta del café Deux Magots. Me encontré con Sartre y él me dijo: “Usted es muy joven”.Y lo era y lo seguiré siendo. Pero con el agregado que tengo que corregir algunas cosas todavía. “Hay que comprometerse con la sociedad en que uno vive, con la gente que esta en un momento histórico y hay que dar la cara políticamente”, me dijo. Yo no la di porque él se convirtió al marxismo y yo me convertí al socialismo. Era una gran diferencia en esos días. Enorme.

¿Y con Alberto Giacometti?

Fue genial. Yo lo retrucaba porque, siendo él un alargador de sus personajes inventados, daba la impresión de que se había olvidado las rodillas. Y así me pasó con Le Corbousier. El hacía una arquitectura funcional, pero en la parte plástica era un desastre. Hacía una abstracción, ni siquiera geométrica, deformada, un expresionismo a la manera de Le Corbousier. El que me impacto muchísimo fue Tristán Zara, que era un poeta que tenia sentido del humor. Me interesó mucho.

Usted hablo de “Basta de la melancolía” ¿Es difícil decir esto cuando uno vive en Buenos Aires?.
No es difícil. Porque si yo lo dije, lo puede hacer cualquiera. Yo no dije basta. Yo dije: “Ninguna melancolía”.Creación. Presencia de la obra. Ninguna copia. Ninguna representación sino presentación. Ninguna cosa del ser humano, del paisaje, sino una cosa de cada uno que es transacción.

¿Usted cree que perdió una oportunidad no quedándose en París?
No, la gané. La gané porque he vuelto después de caso 40 años y me encuentro con un París renovado y sobre todo veo mucha juventud.
¿Tiene usted discípulos, maestro?
-No. Para enseñar soy un desastre. Lo he intentado pero no sirvo. Vivo de lo que vendo. Hay obras que son invendibles porque son parte del patrimonio grande. Yo tengo un museo en planta baja y un primer piso en mi taller. Ahí están albergadas las obras que no quiero vender. Quiero que mis hijas y mis nietos transmitan el mensaje que estoy dando ahora y que se ocupen de que no se vendan las obras. Que perduren solamente 50 años. Me conformo.

Fuente: clarín.com