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OSLO LOGRA POR FIN UN ACUERDO PARA NUEVO MUSEO MUNCH
La municipalidad de Oslo anunció el martes un acuerdo, luego de años de tergiversaciones, para la construcción de un nuevo museo destinado a recibir la mayor colección de obras del pionero noruego del expresionismo, Edvard Munch |
Por Stephen Chernin
La municipalidad de Oslo anunció el martes un acuerdo, luego de años de tergiversaciones, para la construcción de un nuevo museo destinado a recibir la mayor colección de obras del pionero noruego del expresionismo, Edvard Munch.
La municipalidad de Oslo anunció el martes un acuerdo, luego de años de tergiversaciones, para la construcción de un nuevo museo destinado a recibir la mayor colección de obras del pionero noruego del expresionismo, Edvard Munch.
De acuerdo con un compromiso político que les garantiza una mayoría,
tres formaciones de derecha y de centro derecha y un partido de
izquierda se congregaron alrededor del proyecto llamado Lambda, un
edificio futurista situado en las orillas del fiordo de Oslo, cerca de
la nueva ópera.
La municipalidad de Oslo discutía desde hace varios años sobre el
lugar, el aspecto, el costo, e incluso sobre la necesidad de construir
un nuevo museo para albergar la obra que Munch (1863-1944) le legó y que
incluye en especial dos ejemplares de la obra maestra "El Grito".
La colección, que incluye unas 1.100 pinturas, 3.000 dibujos y 18.000
grabados, se encuentro por ahora en un viejo edificio de las afueras,
donde en 2004 hubo un robo espectacular de "El Grito" y "La Madona",
hallados dos años más tarde.
Luego de haber optado por un traslado en 2008, y un año más tarde por
el proyecto Lambda, la mayoría en torno al proyecto siguió bloqueada.
El bloqueo era tan incómodo que Noruega celebra este año el 150
aniversario del nacimiento de su pintor más famoso y que el actual museo
Munch vive graves dificultades presupuestarias.
Para salir del impasse, el gobierno noruego se mostró dispuesto a
participar en el financiamiento de un nuevo museo cuyo costo es
calculado en 215 millones de euros.
Según el compromiso anunciado el martes, los responsables políticos
pusieron en marcha a Lambda por medio de una rehabilitación cultural y
social del barrio relativamente pobre de Toeyen, donde está situado el
actual museo.
Si la solución despejó el horizonte para la colección Munch, podría
complicar la tarea de los tres partidos de derecha y de centro derecha
que dirigen a Oslo con una coalición minoritaria.
El futuro museo, edificio en vidrio con su parte superior inclinada
diseñado por el gabinete español Herreros Arquitectos, debería en
principio estar concluido en 2018.
Fuente: AFP
OTRAS FORMAS DEL RELATO
Las imágenes con las que Carlos Alonso recreó tres grandes obras de la literatura se exhiben en una muestra en Santiago del Estero.
UN ARTISTA, TRES LIBROS. Tres ilustraciones sin título de la serie de la Divina comedia de Dante.
Una bacanal de pasión que reúne sesenta fabulosas ilustraciones de La Divina Comedia, El matadero y Romances del Río Seco. Eso es Carlos Alonso ilustrador , la exposición que puede verse por estos días en el Centro Cultural del Bicentenario, en Santiago del Estero. Son obras que pertenecen a la Fundación Alon para las Artes, presidida por Jacobo Fiterman.
El Centro Cultural del Bicentenario es bello,
ultramoderno. Aquí funcionó la antigua Casa de Gobierno y, luego, hasta
hace pocos años, la Jefatura de policía. Conserva parte de la estructura
original neoclásica afrancesada. En una superficie de diez mil metros
cuadrados, el Centro Cultural reúne el Museo Histórico Dr. Orestes Di
Lullo, el Museo de Ciencias Antropológicas Hermanos Emilio y Duncan
Wagner, el Museo de Bellas Artes Ramón Gómez Cornet, y un salón de
exposiciones (actualmente, se exhibe el Premio Braque).
Alonso
ilustró Don Quijote de La Mancha , el Martín Fierro , Mademoiselle Fifi ,
de Guy de Maupassant; Romances del Río Seco , de Leopoldo Lugones y, de
Pablo Neruda, Veinte poemas de amor y una canción desesperada,
Crepusculario , El hondero entusiasta y Tercera residencia . Y sigue la
lista con más de treinta títulos. Para ser precisos, hay que decir que
Alonso más que ilustrar reactualiza los relatos con intensidad. Su
anclaje es el tiempo que le tocó vivir. Así como la tradición pictórica
le sirve para auscultar el presente, se mete con El matadero y la Divina
Comedia para contar el mundo actual. Es capaz de trasladar el infierno
dantesco a nuestros días y recordarnos que la violencia ensañada es
atemporal. En ese mundo de tripas y sangraza, carniceros y achureros
devienen torturadores.
Escrito por Esteban Etcheverría entre 1838
y 1840 en su exilio en Montevideo, El matadero permaneció inédito por
mucho tiempo. Su escritura, el estilo naturalista, iba a contrapelo de
la época. Recién se publicó en 1871, veinte años después de la muerte de
su autor. Juan María Gutiérrez escribió una advertencia al lector que
evidencia la mirada sobre aquel cuento. Si bien caracteriza al escrito
como “una página histórica, un cuadro de costumbres y una protesta que
nos honra”, aclara que “estas páginas no fueron escritas para darse a la
prensa tal cual salieron de la pluma que las trazó, como lo prueban las
precipitaciones y el desnudo realismo con que están redactadas”.
De
ese submundo de la mazorca rosista, Alonso hará surgir estancieros
matarifes, clérigos, hombres desencajados de maldad que habitan nuestras
pampas. Allí la difunta esposa del Restaurador es patrona de los
carniceros. Ese sitio huele a sangraza reseca, a visceras y a carne y a
cebo. Allí los hombres se golpean a vejigazos o con bolas de carne.
Corre sangre. Se viola y se picanea para luego matar, rueda la cabeza de
un niño por impericia del enlazador. Los asuntos se resuelven a “verga y
tijera”. Todo es violencia alienada, verbal y física, al límite de lo
decible. Y los dibujos de Alonso, bellos, monstruosos, deslumbrantes,
dan una vuelta de tuerca, y lo dejan a uno entre las cuerdas.
Otras formas del relato |
En
1976, más de una década después de hacer la mayoría de los trabajos de
El matadero , señaló Alonso sobre su muestra Lo ganado y lo perdido :
“He tratado de reflejar todos esos personajes, todo ese mundo ligado a
una economía que también está ligada a una forma cultural. Allí estaban
desde la Sociedad Rural hasta las carnicerías, achicando los espacios,
mezclándolos casi con los mataderos (…) donde la anatomía humana y la
anatomía de la vaca, y la sangre de la vaca y la sangre del hombre están
a veces a un mismo nivel de mercado y de precio.” Y se metió con la
violencia ilimitada de ganaderos matarifes en “Hay que comer”, “Diván
vaca”, en el tríptico “Carne congelada”, “Carne fresca”, “Carne de
primera”.
Alonso mostró la maldad del matadero y, más tarde, la
de nuestra dictadura, al degradar los cuerpos a su forma más elemental
de puros colgajos de carne. “De repente caía un bofe sangriento sobre la
cabeza de alguno, que de allí pasaba a la de otro, hasta que algún
deforme mastín lo hacía buena presa, y una cuadrilla de otros, por si
estrujo o no estrujo, armaba una tremenda de gruñidos y mordiscones.
Alguna tía vieja salía furiosa en persecución de un muchacho que le
había embadurnado el rostro con sangre, y, acudiendo a sus gritos y
puteadas los compañeros del rapaz, la rodeaban y azuzaban como los
perros al toro y llovían sobre ella zoquetes de carne, bolas de
estiércol, con groseras carcajadas y gritos frecuentes (…)”.
Ahí
está el pobre infeliz unitario temblando de furia, de impotencia: “Sus
fuerzas se habían agotado. Inmediatamente quedó atado en cruz. Y
empezaron la obra de desnudarlo. Entonces un torrente de sangre brotó
borbolloneando de la boca y las narices del joven, y, extendiéndose
empezó a caer a chorros por entrambos lados de la mesa.” En Romances del
Río Seco , de Lugones, Alonso se mete con el paisaje: cuando irrumpe
con las manchas sus obras son pura potencia. La de los Lugones es una
historia trágica. Leopoldo se suicidó el 19 de febrero de 1938 en una
habitación de El Tropezón, un recreo del Tigre. Tomó un vaso de whisky
con cianuro. “No puedo terminar el libro sobre Roca. Basta”, decía en
una carta.
Romances del Río Seco , editado póstumamente, centrado
en el pueblo natal del autor, pone el foco en las luchas entre unitarios
y federales. “Y en la claridad serena/ le oían con sobresalto/ gritar:
‘¡Ramírez! ¡Ramírez!’/ sacudiendo un bulto en alto./ No sujetó hasta la
plaza/ esa disparada a fondo./Allá mismo, sin resuello, /cayó el alazán,
redondo/ El jinete decidido,/ de un tirón abrió el costal,/ y del pelo
alzó en el aire/ la cabeza federal.”
Otras formas del relato |
Algunos asocian el suicidio de Lugones a una pena de un amor oculto con una joven estudiante. Su hijo, Leopoldo Lugones, Polo, durante la presidencia de Alvear fue director del Reformatorio de Menores de Olivera. Fue procesado por el delito de corrupción y violación de menores. En el gobierno de Uriburu, fue nombrado comisario inspector de la Policía. Inventó la picana eléctrica. En el sótano de la antigua penitenciaría de la calle Las Heras, implementó una sala de interrogatorio y tortura. Susana Lugones, Pirí, hija de Polo y nieta de Leopoldo, militó en Montoneros. Acida, se presentaba: “Pirí Lugones, nieta del poeta, hija del torturador”. Ella murió en manos de los militares de la última dictadura. Su hijo se suicidó en Tigre.
Cuando le encargaron las ilustraciones para la
Divina comedia, Alonso viajó a La Toscana para recorrer los paisajes y
escenarios del Dante. Luego, claro, volverá sobre la tortura y la
muerte. En ese viaje por los reinos de ultratumba, a veces el propio
Alonso deviene Lucifer monstruoso en un juego que incluye la viñeta de
cómic con figuras híper expresionistas. Espantado, Dante se tapa los
ojos ante la guerra, los campos de concentración, y el crimen racial:
“Il diabolico uomo bianco”, dice el texto de una de las ilustraciones. O
mira absorto a hombres y mujeres, mix de cómic y aire goyesco, que se
hunden en mar de lava carmín, perseguidos por bellos diablillos alados
que atacan con tridentes en constante suplicio. Locura, tormentos.
“Sobre los pies los intestinos vierte; /enseña el corazón, y el triste
saco/ que cuando traga en fetidez convierte./ Mientras le observo entre
el ambiente opaco/ me mira, y con las manos se abre el pecho:/ Ve a
Mahoma –diciendo–; así yo aplaco/ mi destrozo y dolor, y a corto
trecho,/ y con el cráneo hasta la nuca hendido, va Ali delante en
lágrimas deshecho (…)” El infierno de Alonso es terreno, se encarna en
el otro, aquí y ahora. Cuando ya no queda nada en pie, Lucifer se abre
el pecho y exhibe orgulloso las entrañas: “…Mira cómo me desgarro…”,
dispara con cruel ironía.
Tunuyán, Mendoza, 1929. Artista plástico
Alonso básico
Tunuyán, Mendoza, 1929. Artista plástico
Es uno de los artistas más importantes de la Argentina. Desde
1949 sus pinturas, acuarelas, tintas y grabados se exhiben en museos y
galerías del país y de Londres, Nueva York, Madrid, Florencia, Roma,
Milán, Viena, Tokio, Kyoto, entre otros sitios. Expone desde 2001 en RO
Galería de Arte. Desde finales de la década del sesenta venía siendo
víctima de la censura. En 1976 se exilia en Roma después de que su
muestra “Lo ganado y lo perdido” recibiera una amenaza de bomba. En 1977
desaparece su hija Paloma. En 1982 vuelve al país y poco después se
instala en Unquillo, Córdoba, donde actualmente vive y trabaja.
Fuente: Revista Ñ Clarín
EL ARTE DE OCULTAR EL BOTÍN
El mercado de arte es perfecto para el lavado de
dinero sucio. Funcionarios policiales aseguran que miles de obras de
arte valiosas están siendo utilizadas por los criminales para ocultar
ganancias ilícitas y transferir ilegalmente activos en todo el mundo.
Las autoridades secuestraron "Hannibal", de Jean-Michel Basquiat |
Por Patricia Cohen
The New York Times
The New York Times
Según la factura aérea pegada en el cajón que llegó desde
Londres al Aeropuerto Internacional Kennedy de Nueva York, en el
interior había una pintura no identificada por valor de 100 dólares.
Sólo más tarde los investigadores descubrieron que era del artista
estadounidense Jean-Michel Basquiat y que valía US$ 8 millones.
Según la policía, esta pintura, conocida como "Hannibal", entró a EE.UU. en 2007 como parte de un elaborado plan de un malversador de fondos públicos brasileños para lavar dinero. La incautación del cuadro fue una victoria en una causa multimillonaria en dólares por fraude y lavado de dinero con consecuencias para la economía contra Edemar Cid Ferreira, un ex banquero brasileño que convirtió parte de su botín en una colección de arte integrada por 12.000 obras.
Funcionarios policiales de Estados Unidos y otros lugares dicen que "Hannibal" es simplemente una entre miles de obras de arte valiosas que están siendo utilizadas por los criminales para ocultar ganancias ilícitas y transferir ilegalmente activos en todo el mundo. A raíz de que otras técnicas tradicionales de lavado de dinero son seguidas con mucha más atención, los contrabandistas, traficantes de drogas y de armas y otros van volcándose cada vez más al discreto mercado del arte, dicen los oficiales.
El Instituto de Basilea sobre Gobernanza, una organización investigadora sin fines de lucro con sede en Suiza, advirtió el año pasado acerca del volumen elevado de transacciones ilegales y sospechosas que rodeaban al arte.
Según la policía, esta pintura, conocida como "Hannibal", entró a EE.UU. en 2007 como parte de un elaborado plan de un malversador de fondos públicos brasileños para lavar dinero. La incautación del cuadro fue una victoria en una causa multimillonaria en dólares por fraude y lavado de dinero con consecuencias para la economía contra Edemar Cid Ferreira, un ex banquero brasileño que convirtió parte de su botín en una colección de arte integrada por 12.000 obras.
Funcionarios policiales de Estados Unidos y otros lugares dicen que "Hannibal" es simplemente una entre miles de obras de arte valiosas que están siendo utilizadas por los criminales para ocultar ganancias ilícitas y transferir ilegalmente activos en todo el mundo. A raíz de que otras técnicas tradicionales de lavado de dinero son seguidas con mucha más atención, los contrabandistas, traficantes de drogas y de armas y otros van volcándose cada vez más al discreto mercado del arte, dicen los oficiales.
El Instituto de Basilea sobre Gobernanza, una organización investigadora sin fines de lucro con sede en Suiza, advirtió el año pasado acerca del volumen elevado de transacciones ilegales y sospechosas que rodeaban al arte.
Cuesta imaginar una
actividad más hecha a medida para lavar dinero, con ventas millonarias
en dólares realizadas en secreto y prácticamente sin ninguna
supervisión. En términos prácticos, esto significa "tener una
transacción donde el vendedor figura como `colección privada’ y el
comprador figura como `colección privada’", dijo Sharon Cohen Levin,
responsable de la unidad de incautación de activos de la oficina de la
fiscalía de EE.UU.. en Manhattan. "En cualquier otra actividad, nadie
podría salir impune con algo así." Los gobiernos del mundo han tomado
medidas para poner al descubierto la actividad ilegal.
En febrero, por ejemplo, la Comisión Europea sancionó normas que exigen a las galerías informar sobre toda persona que pague por una obra de más de 7.500 euros en efectivo, y denunciar informes de transacciones sospechosas.
En febrero, por ejemplo, la Comisión Europea sancionó normas que exigen a las galerías informar sobre toda persona que pague por una obra de más de 7.500 euros en efectivo, y denunciar informes de transacciones sospechosas.
En un libro de próxima aparición, Money Laundering Through Art,
el juez brasileño que presidió el caso Ferreira, Fausto Martin De
Sanctis, sostiene que hace falta más regulación y argumenta que si
empresas como casinos y traficantes de piedras preciosas deben denunciar
actividades financieras sospechosas. Lo mismo deberían hacer quienes
comercian con obras de arte y las casas de subastas.
Tanto para los comerciantes como sus clientes el secreto es, no obstante, crucial en la mística y la práctica del mercado del arte. La Asociación de Marchands de Estados Unidos rechazó la idea misma de que utilizar el arte para lavar dinero sea un problema. En Newark, Nueva Jersey, los fiscales federales en una causa civil anunciaron recientemente la confiscación de casi US$ 16 millones en fotografías artísticas como parte de una estafa y un plan de lavado de dinero que para los fiscales fue elaborado por Philip Rivkin, un empresario de Texas.
Las 2.200 fotografías de maestros como Alfred Stieglitz, Edward Weston y Edward Steichen fueron pagadas, según los documentos presentados ante la justicia, con parte de los US$78 millones que Rivkin obtuvo estafando a petroleras como Shell, Exxon y Mobil, dicen las autoridades. Se cree que Rivkin, que no ha sido acusado de ningún delito, está en España y que arregló que las fotos le fueran enviadas allí.
En Nueva York, las víctimas de estafas de Marc Dreier, el abogado inhabilitado para ejercer la profesión, todavía están ante la justicia litigando por las obras que él compró con parte de los US$700 millones robados a fondos de cobertura y a inversores. Actualmente, 28 obras de artistas como Matisse, Warhol, Rothko y Damien Hirst están en manos del gobierno federal.
"Hannibal" también está en depósito. Esa obra de Basquiat de 1982 formaba parte de una colección espectacular que Ferreira reunió mientras estaba al frente del Banco Santos en Brasil.
Tanto para los comerciantes como sus clientes el secreto es, no obstante, crucial en la mística y la práctica del mercado del arte. La Asociación de Marchands de Estados Unidos rechazó la idea misma de que utilizar el arte para lavar dinero sea un problema. En Newark, Nueva Jersey, los fiscales federales en una causa civil anunciaron recientemente la confiscación de casi US$ 16 millones en fotografías artísticas como parte de una estafa y un plan de lavado de dinero que para los fiscales fue elaborado por Philip Rivkin, un empresario de Texas.
Las 2.200 fotografías de maestros como Alfred Stieglitz, Edward Weston y Edward Steichen fueron pagadas, según los documentos presentados ante la justicia, con parte de los US$78 millones que Rivkin obtuvo estafando a petroleras como Shell, Exxon y Mobil, dicen las autoridades. Se cree que Rivkin, que no ha sido acusado de ningún delito, está en España y que arregló que las fotos le fueran enviadas allí.
En Nueva York, las víctimas de estafas de Marc Dreier, el abogado inhabilitado para ejercer la profesión, todavía están ante la justicia litigando por las obras que él compró con parte de los US$700 millones robados a fondos de cobertura y a inversores. Actualmente, 28 obras de artistas como Matisse, Warhol, Rothko y Damien Hirst están en manos del gobierno federal.
"Hannibal" también está en depósito. Esa obra de Basquiat de 1982 formaba parte de una colección espectacular que Ferreira reunió mientras estaba al frente del Banco Santos en Brasil.
En
2004, el imperio financiero de Ferreira, edificado en parte con fondos
malversados, se derrumbó, dejando deudas por US$1.000 millones. En 2006,
un tribunal de San Pablo lo condenó a 21 años de cárcel por fraude
bancario, evasión fiscal y lavado de dinero, una sentencia que él está
apelando. Antes de su arresto, no obstante, se sacaron de contrabando de
Brasil obras de arte por un valor superior a los US$30 millones,
propiedad de Ferreira y su esposa, Marcia, dijo el juez De Sanctis.
Según documentos judiciales, "Hannibal" fue adquirido por US$ 1 millón en 2004 por una empresa panameña llamada Broadening-Info Enterprises, que posteriormente trató de vender la pintura por US$ 5 millones.
Dado que las mercaderías valuadas en menos de 200 dólares pueden ingresar en EE.UU. sin documentación de aduana, tasa o impuesto, "Hannibal", con un valor declarado de US$ 100, recibió autorización de ingreso antes de que el avión aterrizara.
Philip Byler, abogado de Broadening en Nueva York, dijo que las facturas inexactas fueron simplemente un intento poco lúcido para ahorrarse las tasas de importación del marchand que contrató Broadening. "No fue con la intención de hacer contrabando", dijo. También cuestionó la denuncia de la policía brasileña diciendo que "Hannibal" fue adquirido legalmente a una empresa que es propiedad de la esposa de Ferreira. Byler dijo que Broadening apelará la incautación.
Según documentos judiciales, "Hannibal" fue adquirido por US$ 1 millón en 2004 por una empresa panameña llamada Broadening-Info Enterprises, que posteriormente trató de vender la pintura por US$ 5 millones.
Dado que las mercaderías valuadas en menos de 200 dólares pueden ingresar en EE.UU. sin documentación de aduana, tasa o impuesto, "Hannibal", con un valor declarado de US$ 100, recibió autorización de ingreso antes de que el avión aterrizara.
Philip Byler, abogado de Broadening en Nueva York, dijo que las facturas inexactas fueron simplemente un intento poco lúcido para ahorrarse las tasas de importación del marchand que contrató Broadening. "No fue con la intención de hacer contrabando", dijo. También cuestionó la denuncia de la policía brasileña diciendo que "Hannibal" fue adquirido legalmente a una empresa que es propiedad de la esposa de Ferreira. Byler dijo que Broadening apelará la incautación.
Fuente: Revista Ñ Clarín
UNA RUPTURA QUE CUMPLE CIEN AÑOS
Artistas suizos y argentinos celebran un siglo de abstracción geométrica con obras que muestran qué caminos recorre hoy la geometría en el arte.
Panorama de la muestra en la Fundación OSDE.
Por Laura Casanovas
Aunque la obra se exhibió por primera vez en el año 1915, fue según sus propias palabras en 1913 que Kazimir Malevich concibió su famosa pintura “Cuadrado negro sobre fondo blanco”. Con esa obra, el artista abandonaba la representación figurativa y narrativa característica del arte occidental. No era el único que planteaba una nueva concepción artística. Lo acompañaban el neoplasticismo de Mondrian, el constructivismo de Tatlin, entre otras propuestas que dieron origen a un lenguaje de vanguardia de grandes y fructíferas consecuencias: la abstracción geométrica. El cuadrado negro del creador del suprematismo tuvo el poder de convertirse en un ícono condensador de esta revolucionaria corriente, hija de la modernidad. Por eso, su mención constituye el punto de partida de la muestra Geometría: desvíos y desmesuras, en el Espacio de Arte de la Fundación Osde, para celebrar un siglo de abstracción geométrica. Y lo hace de la mejor manera para captar la enorme vitalidad de este lenguaje: a través de las obras de 22 artistas contemporáneos argentinos y suizos.
Con el tiempo,
algunos rasgos característicos del inicio del movimiento se perdieron y
otros se ganaron. Uno de los cambios más evidentes es que los artistas
contemporáneos, a diferencia de sus predecesores de principios del siglo
pasado, no buscan transformar el mundo, sino ampliar la experiencia
estética. “Para los artistas geométricos de hoy no se trata, por
supuesto, de salvaguardar las ambiciones (plurales) del arte del pasado,
sino simplemente de incrementar el campo de la experiencia estética. Y
luego de un siglo no podemos sino constatar, con alegría, hasta qué
punto se ha ampliado efectivamente la gama de posibilidades creadoras”,
escribe la historiadora del arte suiza Danielle Perret, curadora de la
exposición.
Como movimiento de vanguardia, la abstracción
geométrica planteó la ruptura con el pasado. En cambio, los artistas en
la actualidad vuelven su mirada al pasado como “referencia de calidad”
–sostiene Perret– y por medio de múltiples estrategias de apropiación y
desviación.
El cuadrado, esa forma emblemática de la abstracción
geométrica, sigue vigente, como también la monocromía. Así lo atestiguan
las pinturas de Marcelo Boullosa. En tanto, las diez pequeñas piezas
rectangulares negras, de Andrés Sobrino, ven interrumpida su monocromía
por sutiles líneas rectas que las atraviesan, conformando una forma
poética y lúdica. Algunas obras son más ortodoxas respecto de los
planteos pioneros y otras proponen un mayor grado de desvío.
Ana Lizaso. “Engranajes con círculo blanco”, 2009. Chapa de hierro, pintura nitrosintética 70 x 200 x 0,9 cm. |
También están las que rinden un explícito homenaje, como la del artista conceptual Horacio Zabala. “Las obras completas de Mondrian” es el título de uno de sus trabajos que, como explica Perret, retoma bajo la forma de un libro de varios volúmenes los famosos colores primarios del artista holandés.
Otras características de la producción
contemporánea son el diálogo con el espacio real y con distintos
materiales, que se produce de múltiples maneras. Las líneas y los
ángulos rectos de las pinturas de Verónica Di Toro se proyectan hacia el
exterior de las mismas. Y las blancas columnas de línea ondulada del
suizo Jürg Stäuble modifican radicalmente el espacio, a la vez que su
elegancia visual contrasta con el telgopor que les da forma. No hay que
olvidar la importancia del minimalismo, de la década del 60, heredero
también de la abstracción geométrica, que expandió la relación con el
espacio real e introdujo materiales industriales. Varias de las obras de
esta muestra son deudoras, en algún aspecto, de dicho movimiento. Las
características obras de Carola Zech con imanes y formas geométricas de
variado cromatismo, y las de Román Vitali realizadas con cuentas de
acrílicos de colores, fagocitan el espacio arquitectónico de la sala de
exposiciones al encontrarse, respectivamente, sobre dos columnas. En
tanto, el suizo Beat Zoderer intervino la cúpula del Espacio de Arte a
través de una propuesta de formas y colores bidimensionales que entablan
relaciones.
Posiblemente uno de los rasgos más sobresalientes de
varias de las obras expuestas es su capacidad para estimular la
imaginación del espectador. Las esculturas monocromas blancas y negras
de Beto de Volder, de líneas curvas, nos remiten a una arquitectura
fantástica. La instalación de Daniel Joglar con aros y varillas de
madera y aluminio pareciera conformar un colorido y lúdico cosmos. Y al
dirigir la mirada hacia las piezas de Irene Banchero, la imaginación se
regodea con una gran cantidad de asociaciones con formas orgánicas,
inorgánicas, posibles, imposibles, y de sentimientos que abarcan desde
la poesía y la nostalgia hasta la belleza más intrigante. Otra de las
particularidades de la producción actual es la importancia otorgada a la
subjetividad.
Las obras de Banchero, además, atesoran un trabajo
minucioso, paciente y complejo. Esta característica del proceso creativo
se extiende a casi todas las obras, en mayor o menor grado, y las
emparenta con los pioneros de la abstracción geométrica. También es
posible asociar algunas obras entre sí por la labor empleada para lograr
su forma. Un ejemplo es el del calado, que encontramos tanto en la obra
de Marcelo Villegas como en la construcción monocroma blanca de Ana
Lizaso, quien logra tramas que interactúan con la luz a partir del
calado de la madera.
Fabián Burgos. “Rotación doble sobre Max Bill”, 2012. Oleo s/tela, 180 x 180 cm. |
No es casual que la muestra vincule a
artistas argentinos y suizos. Perret recuerda que “el contacto y los
intercambios entre argentinos y suizos fueron muy constructivos en la
época de los movimientos militantes del arte concreto”. Por ejemplo, Max
Bill, mencionado en el primer número de la revista argentina Arte
Concreto Invención , en 1946, invitó al argentino Tomás Maldonado como
profesor a la Escuela Superior de Diseño, en Ulm. El surgimiento del
arte concreto argentino –opuesto a toda forma de realismo–, a partir de
la publicación del único número de Arturo, en 1944, implicó una muy
importante renovación plástica en el arte local, en sintonía con la
abstracción geométrica.
El desarrollo de la ciudad fue clave para
los artistas modernos y sigue siendo un punto de referencia fuerte para
muchos hoy en día, como Pablo Siquier, que ha desarrollado una pintura
con una estética muy personal de complejas formas geométricas con
reminiscencias a motivos arquitectónicos y tramas urbanas. También el
suizo Gian Paolo Minelli recurre a la ciudad para fotografiarla
enfatizando líneas, ángulos, entre otras características geométricas de
los objetos capturados por su mirada, sin dejar de lado preocupaciones
sociales.
Completan la muestra interesantes obras de Alejandra
Barreda, Jimena Fuertes, Davide Cascio, Cristina Tomsig, Mara Facchin,
Fabián Burgos y Stéphane Ducret.
Al cumplirse un siglo de la
aparición de la geometría abstracta, luego de recorrer la presente
muestra, pensamos en la celebración de las formas, de los colores, del
espacio, de las texturas, de la imaginación. Rasgos posibles por un
movimiento que sentó las bases de su propia expansión y cambio, llegando
a los atractivos y consistentes desvíos y desmesuras contemporáneos.
FICHA
Geometría: desvíos y desmesuras.
LUGAR: Espacio de Arte de la Fundación Osde,
Suipacha 658
FECHA: Hasta el 6 de julio
HORARIO: lunes a sAbadoS, 12 a 20
Entrada: gratis
Fuente: Revista Ñ Clarín
LUGAR: Espacio de Arte de la Fundación Osde,
Suipacha 658
FECHA: Hasta el 6 de julio
HORARIO: lunes a sAbadoS, 12 a 20
Entrada: gratis
Fuente: Revista Ñ Clarín
LOS PUPILOS DEL COLEGIO JESUITA
Por Laura Ramos
En su librito de memorias Viaje alrededor de mi infancia ,
editado en 1956, con sus deliciosos detalles Delfina Bunge no habla
tanto de ella cuanto de la vida doméstica de la aristocracia en la
Buenos Aires de fines del siglo XIX. En el año 1884 o 1885 la familia
Bunge Arteaga estaba instalada, como era su costumbre, en la chacra Los
Eucaliptos que la familia tenía en las Lomas de San Isidro, para los
niños una llanura tan vasta y desolada como la pampa. Durante una de las
silenciosas siestas en la chacra, los siete hermanitos Bunge comandados
por el mayor, Carlos Octavio, de once años, y por Augusto, de diez, se
escaparon de la vigilancia de padres y niñeras para rumbear hacia la
laguna. Cargaban con una mesa, la embarcación elegida para la navegación
del menor, Eduardito, de un año y medio, y de algunas provisiones
robadas en la despensa. Al frente iba Carlos Octavio, lo seguían Augusto
y Roberto cargando la mesa-barco donde “el Nene” iba masticando
ciruelas bajo un toldo improvisado, bajo el podio marchaba Delfinita y a
ambos lados Alejandro y Julia. Las niñas llevaban melenas castaño claro
y vestidos blancos; los niños pelo al ras y pantalones cortos. La nave
naufragó, pero como buen cuento de hadas de la clase dirigente
argentina, fue rescatada al anochecer por una vecina benévola que les
dio leche caliente y los llevó en brazos a su casa.
Los Bunge
provenían de la ciudad de Unna, en Westfalia, un linaje germano que
llegó a Buenos Aires en 1827 con Carlos Augusto Bunge, y también del
linaje patricio de los Peña y los Lezica, monárquicos disidentes de la
revolución de Mayo, señalan Cárdenas y Paya en La familia de Octavio Bunge
. El primer recuerdo de Delfina de la casa de Tacuarí, baldosas rojas,
patios, fue el de la muerte de “mamá Luisa”, su abuela materna Arteaga.
Delfinita observaba una taza de café con leche a medio llenar y, con el
rabillo del ojo, a su madre, que lloraba mientras se ataba el cordón de
un zapato. La morena Secundina, “criada”, como se decía entonces, de
mamá Luisa, le había puesto en las manos unas medias caladas de hilo
rojo, y tal vez fue este adminículo, o el hecho de verla a menudo, que
hizo que recordara más a Secundina que a su abuela, que la siguió
mirando fijamente muchos años desde el retrato con una mantilla de
encaje que colgaba en su casa.
Al cumplir trece y catorce años los
dos hermanos mayores fueron enviados, en calidad de pupilos, al colegio
de los jesuitas El Salvador. Pero tras dos semanas interno, Carlos
Octavio, que ya había demostrado un temperamento extremadamente
sensible, se fugó del pensionado. Iracundo, despojado de todo
sentimentalismo, su padre le impuso el peor castigo imaginable para un
niño: lo mandó a la Escuela Naval de Diamante, en Entre Ríos. Si el
régimen de los jesuitas resultó intolerable para un joven de emotividad
singular, la vida militar y el destierro de su familia, según contaba a
sus hermanos en sus cartas, le produjo espanto y dolor.
Mientras
los hermanos pasaban por esa severa iniciación al mundo que era el
colegio pupilo, las hermanas y los hermanitos menores exploraban la
quinta El Paraíso: un amplio corredor de baldosas rojas, los jazmines
del país y las rosas cultivadas por el padre (“las mejores rosas de San
Isidro”, decía Delfina) y unas enormes parcelas otorgadas a cada uno de
los hijos, donde cada niño podía cultivar lo que deseara. La parcela de
Augusto, célebre en el pequeño universo de su casa, era terreno de
excéntricos experimentos botánicos: una barranca de césped, un lago, una
cascada y árboles frutales. Cierta vez logró que una ciruela alcanzara
proporciones inverosímiles sumergida en un balde con agua azucarada y
suspendida de una rama. Otra, cultivó un durazno con propiedades
mágicas: mientras su madre lo pelaba por fuera, por dentro se veía
cortado en pequeños trozos simétricos. Esta afición por los experimentos
botánicos provenía de su abuelo Karl August Bunge, que había cultivado
ciento cincuenta clases distintas de duraznos en su quinta de Buenos
Aires.
De esa temporada en la quinta Delfina conserva sus primeros
recuerdos místicos. En un solitario callejón de pinos en el que apenas
entraban algunos rayos de sol, con el arrullo de las torcazas, único
sonido en la tranquilidad de la siesta casi provinciana que aletargaba a
patricios y plebeyos, tuvo su primera noción, si no de Dios, al menos
de lo que podríamos llamar hoy el alma inmortal.
En 1890 ya hacía
cuatro años que veraneaban en El Paraíso, ubicada también en San Isidro,
frente a la Catedral y a una cuadra del paseo de los Ombúes. Al
estallar la revolución del Parque contra Juárez Celman, los Bunge
tuvieron que dejar su casa de la calle Tacuarí para instalarse en la
quinta, donde nunca habían pasado un invierno. La revolución, esta vez,
rozó de algún modo, un modo amable, con aroma a jazmín, a una familia
patricia.
Fuente: clarin.com
RECURSO DE AMPARO
CONTRA LAS OBRAS EN LA CALLE BOLÍVAR
La entidad Basta de Demoler objetó la nivelación de calzadas y aceras prevista, ya que alterará el paisaje cultural
Nivelación de calles y veredas propuesta por el GCBA |
Por Ángeles Castro/LA NACIÓN
Fuente: lanacion.com
La asociación civil Basta de Demoler presentó un
recurso de amparo para impedir el avance de la obra de puesta en valor
de la calle Bolívar, por considerar que viola la normativa que rige al
casco histórico, catalogado como APH1, así como la ley de empedrado.
Según surge del texto del amparo, esa entidad defensora
del patrimonio cultural edilicio porteño objeta principalmente que la
calzada y la acera de la calle Bolívar sea nivelada, tal como lo prevé
el Ministerio de Desarrollo Urbano.
Considera que esa modificación atenta contra la
conservación de la historia y la arquitectura coloniales, además de
alterar "un valor fundamental del patrimonio como es la autenticidad,
que permite apreciar los rasgos principales que identifican a un objeto,
zona o paisaje".
En ese sentido, recuerda que la ley N°65 establece
"expresamente que el empedrado de vías circundantes a sitios históricos
se debe conservar y se reemplazará, si fuere necesario, por el mismo
material".
La obra que acaba de comenzar sobre Bolívar, entre
Diagonal Sur y Belgrano, al nivelar la calzada con la vereda no mantiene
el adoquinado original ni lo reemplaza por otro similar. Como los
trabajos serían violatorios de la normativa vigente y destruirían el
patrimonio de ese rincón porteño, Basta de Demoler solicitó a la
Justicia que frene cautelarmente la obra y, además, dicte una medida de
no innovar hasta que se resuelva el fondo de la cuestión.
"Solicitamos se deje sin efecto las modificaciones ya
empezadas y se restaure con los adoquines faltantes. Siendo evidente que
el patrimonio cultural expresa una «forma de herencia que debe ser
salvaguardada y entregada a las generaciones futuras» se solicita,
además, la medida cautelar de no innovar para que el gobierno de la
ciudad no otorgue ningún permiso de destrucción y para que vuestra
señoría impida, en forma urgente y expedita, un nuevo golpe al
patrimonio urbano y cultural de la ciudad".
El recurso, en principio, quedó en manos del juez en lo
contencioso administrativo porteño N°23, Francisco Ferrer. Pero podría
próximamente cambiar de manos. Sucede que los argumentos de Basta de
Demoler contra la nivelación de la calle Bolívar reproducen los ya
esgrimidos por la entidad en otro amparo, cuando el gobierno porteño
intentó realizar una obra semejante sobre la calle Defensa.
Ese expediente fue impulsado por el juez en lo
contencioso administrativo N°8, Osvaldo Otheguy, y le dio la razón a los
defensores del patrimonio. En su nueva presentación, Basta de Demoler
pidió conexidad en las causas y el consecuente envío del nuevo amparo al
mismo juzgado.
Al presentar la obra de puesta en valor, el Ministerio
de Desarrollo Urbano explicó que estaba dando cumplimiento a la ley 3643
que dispuso la peatonalización de Bolívar, con un "diseño
particularizado, reparación de veredas, colocación de rampas, farolas e
integración de equipamiento urbano". Según Basta de Demoler, nada de eso
implica nivelar calzada y acera.
Consultados sobre el amparo interpuesto por la entidad,
fuentes del Ministerio de Desarrollo Urbano dijeron a LA NACION que no
recibieron ninguna notificación al respecto y reiteraron que la reforma
fue "aprobada por la Legislatura por amplia mayoría y cuenta con la
aprobación vecinal".
Santiago Pusso, de Basta de Demoler, admitió que los
vecinos respaldan las obras, pero que las mismas constituyen un ataque
al patrimonio histórico cultural.
Fuente: lanacion.com
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