Leonard Lauder, empresario del rubro cosmético, cedió las
obras al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. "Es una colección
irrepetible", dijo el director de la institución.
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"Woman in an Armchair (Eva)", de
1913; del pintor malagueño Picasso |
Leonard Lauder, empresario norteamericano y gran coleccionista
de arte, realizó una donación de su colección de arte cubista valuada
en mil millones de dólares al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
"Es una colección irrepetible, el sueño de cualquier director de
museo, que pone al MET a la vanguardia del arte de comienzos del siglo
XX", afirmó Thomas P. Campbell, director de la institución.
La
colección que ahora pasará a formar parte del patrimonio del Museo
Metropolitano consta de 78 pinturas, dibujos y esculturas, que incluye
33 obras de Pablo Picasso, 17 de Georges Braque, 14 de Hervé Léger y
otras 14 de Juan Gris.
El filántropo norteamericano tiene una
fortuna valuada en 6.000 mil millones de dólares, y además colecciona
obras y objetos de arte desde hace más de cuatro décadas.
En
tanto, el MET ha comenzado a recibir las obras y planea exponerlas en
una muestra durante el otoño de 2014, según informa el diario The New
York Times. En la exposición podrá verse tobras como "The Oil Mill", de
1909; "The Fan (independent),de 1911; y "Woman in an Armchair (Eva)", de
1913; del pintor malagueño Picasso.
Lauder, de 79 años, es el
presidente de honor y heredero de la empresa de cosméticos fundada por
su madre, Estée Lauder, y no es la primera vez que realiza una
millonaria donación. Hace cinco años realizó otra donación, valuada en
108 millones de dólares, al Museo Whitney de NY.
Fuente: EFE
Metropolitan Museum of Art
Revolución cubista en Nueva York
Por Carol Vogel
En una de las donaciones más significativas en la historia del
Metropolitan Museum of Art (Met), el magnate de los cosméticos Leonard
A. Lauder prometió a la institución su colección de 78 pinturas, dibujos
y esculturas cubistas.
El tesoro de obras emblemáticas, que
incluye 33 Picasso, 17 Braque, 14 Léger y 14 trabajos de Gris, está
valuado en más de US$1.000 millones. Eleva a Lauder, que durante años ha
sido uno de los mecenas del arte más influyentes de la ciudad, a una
clase en la que se encuentran contribuyentes fundamentales del museo
como Michael C. Rockefeller, Walter Annenberg, Henry Osborne Havemeyer y
Robert Lehman.
Para los académicos, se trata de una de las
mejores colecciones del mundo, igualmente buena, si no mejor, que los
renombrados dibujos, pinturas y esculturas cubistas que se encuentran en
instituciones como el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo del
Hermitage en San Petersburgo y el Centro Pompidou en París. Cuentan, en
su conjunto, la historia de un movimiento que revolucionó el arte
Moderno y llenan un vacío flagrante en la colección del Met.
“De
un solo tirón, esto pone al Met a la vanguardia del arte de comienzos
del siglo XX”, dijo Thomas P. Campbell, director del Met. “Es una
colección imposible de reproducir, algo que los directores de museos
sólo pueden llegar a soñar”.
Y muchos lo hicieron. Las discusiones
entre Lauder y el Met se prolongaron durante años, primero con Philippe
de Montebello, su director durante mucho tiempo que se jubiló en 2008, y
más recientemente con Campbell. Si bien Lauder no quiso decir qué otras
instituciones habían intentado conseguir su colección, los funcionarios
del mundo museístico dijeron que la National Gallery of Art de
Washington fue una de ellas. No obstante, como neoyorquino consciente de
que su arte podía transformar radicalmente una de las instituciones más
históricas de la ciudad, consideró que el Met era el lugar más
adecuado.
“Cada vez que di algo a un museo, quise que fuera
transformador”, explicó Lauder. “No fue una guerra de ofertas. Fui a
golpear y la puerta se abrió fácilmente”.
Realiza su donación sin
restricciones, de modo que puede ser exhibida como los comisarios lo
dispongan. El Met ya está comenzando a recibir las obras, según
funcionarios de la entidad, para una exposición cuya inauguración está
prevista para 2014.
Lauder, de 80 años, también supervisó la
creación de un centro de investigación para el arte moderno en el Met,
respaldado por un fondo de US$22 millones que contribuyó a financiar
junto con fideicomisarios y simpatizantes del museo.
La colección,
que Lauder comenzó a formar hace más de 40 años, es producto del gusto y
de la oportunidad. “En aquel momento, había mucho todavía disponible,
porque nadie lo quería en realidad”, dijo. Y era relativamente barato
porque estaban de moda el Impresionismo y el Post-impresionismo. Explicó
que “No se puede reunir una buena colección si no se mantiene un
objetivo, una disciplina, una tenacidad y una voluntad de pagar más de
lo que uno puede permitirse. Desde el primer momento, decidí que la
formaría como una colección de museo”.
Por eso, una buena parte de
sus obras proviene de las colecciones más afamadas del mundo, como las
de Gertrude Stein, el banquero suizo Raoul La Roche y el historiador
británico de arte Douglas Cooper.
El término Cubismo apareció por
primera vez en la reseña de una exposición de 1908 en la galería
parisina de Daniel-Henry Kahnweiler, que presentó algunas de las
primeras obras cubistas. El Cubismo, que fue en un primer momento una
colaboración entre Picasso y Braque, pasó a ser un movimiento pionero
que redefinió los conceptos occidentales de espacio y tiempo, alto y
bajo. Estos dos artistas, junto con Fernand Léger y Juan Gris, tomaron
formas conocidas y las dieron vuelta, destruyendo la perspectiva
tradicional.
Desafiando la visión romántica de la pintura, los
artistas cubistas también comenzaron a incorporar cosas como cartón,
arena, aserrín, soga, madera, papel para empapelar, esténciles y trozos
de diario en sus pinturas, dibujos, collages y esculturas. Su trabajo
allanó el camino a la abstracción, que dominó el arte occidental durante
los siguientes 50 años.
La mayoría de las obras de la colección de Lauder tienen una significación histórica particular.
Molino de aceite, de Picasso, de 1909, fue la primera pintura cubista que se vio en Italia. Otra de sus obras, El abanico (L’Indépendant), de 1911, es una de las primeras obras en las que Picasso experimentó con la tipografía.
Plato de frutas y vaso de Braque, de 1912, es el primer collage cubista.
Mujer en un sillón (Eva) de Picasso, imagen de la amante de la artista en 1913-14, Eva Gouel, donde tradujo el cuerpo femenino a su lenguaje cubista.
La
colección de Lauder ocupará “el lugar de honor” en las galerías de arte
moderno y contemporáneo que serán remodeladas próximamente en el
edificio principal del Met. Lauder enfatizó que esta donación no
significa que no coleccionará más: “Seguiré comprando y sumando obras a
la colección del Met”, dijo. Y agregó: “Pero sólo si aparecen cosas
buenas”.
Fuente: clarin.com