La muestra fotográfica "San Petersburgo, la ciudad
de las noches blancas", con fotos de Dimitry Timofeev y Sergey
Bogomiako, se puede ver desde ayer y hasta el 25 en Buenos Aires en la
Casa de la Cultura.
Pensar en San Petersburgo remite a las grandes obras de la literatura rusa: allí vivió la Anna Karenina
de Tolstoi y también fue el escenario elegido por Dostoievski para los
largos paseos de Rodion Raskolnikov, el protagonista de Crimen y Castigo,
a través de cuyos ojos vimos una de las mejores acuarela de la ciudad.
La ocasión de ver la que fue la capital del imperio Ruso hasta que Lenin
decidió, tras la Revolución, el paso de la capital a Moscú, está ahora
en Buenos Aires, a través de la muestra fotográfica San Petersburgo, la ciudad de las noches blancas,
que –con fotos de Dimitry Timofeev, y Sergey Bogomiako– se puede ver
desde ayer y hasta el 25 en la Casa de la Cultura (Av. De Mayo 575).
Más
de 30 imágenes muestran zonas emblemáticas de una ciudad que hoy es una
de las más grandes de Europa, además de un destacado centro cultural de
Occidente.
SAN PETERSBURGO. Una ciudad de cielos ambiguos, largos nevados y grandiosas catedrales. |
Cuenta Timofeev que en 2010 vino a Buenos Aires y con
las fotos que tomó de la ciudad hizo una muestra que fue muy exitosa en
su ciudad, y entonces pensó: “¿Por qué no sacar fotos de mi ciudad y
llevarlas a Buenos Aires?”. Comenzó así este proyecto, que fue avalado
rápidamente por las embajadas de los dos países.
Las fotos
muestran una ciudad de cielos ambiguos, lagos nevados y grandiosas
catedrales, y lo hacen bajo la luz de sus llamadas “noches blancas”,
esas que en las que los atardeceres no llegan a su fin y la oscuridad
nunca llega a ser completa. Difuminados en esa tonalidad de azules,
rojos, luces artificiales y nieblas van desfilando edificios como el
Monumento a Pedro I, fundador de la ciudad, el malecón de la
Universidad, o el Puente Lononosov, entre otros, que nos acercan una
ciudad que parece callada bajo el frío.
Fuente: Revista Ñ Clarín