LUX LINDNER:
CON TIEMPO DE VIDEOJUEGO Y ESPIRITU DE CIENCIA FICCION

Inspirado en la “VuelVIlla” de Xul Solar y la “Ciudad Hidroespacial” de Gyula Kosice, el artista presenta un microfilm entre la batalla y la sublevación. Se puede ver hasta fines de marzo en el Espacio Digital del MAMBA.
Por Cristina Civale

La nueva obra de Lux Lindner que se exhibe hasta finales de marzo en el Espacio Digital del segundo subsuelo del MAMBA es inspiradora.
Ya desde su título produce curiosidad y atracción. Lindner decidió llamar a este film breve pero contundente Los descansos de pantalla se derrumbarán sobre tu cabeza, un modo de decirnos –tal vez– que lo que realmente nos demolerá es estar desconectados de algún dispositivo carente de pantalla. En este mundo cada vez más lleno de pantallas, cerrar los ojos ante ellas o despistarnos en su observación, podrían tener un efecto fatal. Tan fatal como cerrar los ojos o no mirar lo que él pone en una de ellas.
Lindner elige poner en su pantalla una simulación muy estimulante de un supuesto videojuego donde se encuentran en “lucha” dos diseños urbanos utópicos de artistas argentinos notables por su originalidad. Las ciudades que se confrontan son la VuelVilla de Xul Solar y La Ciudad Hidroespacial de Gyula Kosice.
Todo un mundo épico se abre en este microfilm, llamarlo así parece cosa de espías, es micro por su brevedad y también por su austeridad, una suerte de falta de recursos reconocida por el propio artista pero que aquí puede pensarse como una buena suerte porque funciona muy bien.

CONTIENDA. Dos diseños urbanos utópicos, la VuelVilla de Xul Solar y La Ciudad Hidroespacial de Gyula Kosice, se enfrentan en la obra de Lindner.
CONTIENDA. Dos diseños urbanos utópicos, la VuelVilla de Xul Solar y La Ciudad Hidroespacial de Gyula Kosice, se enfrentan en la obra de Lindner.
Entre las numerosas inquietudes de Lindner se encuentra el trabajo en 3D que es el que despliega en esta obra, un trabajo que afinó realizando un master en New York no hace tantos años.
Eligió para estrenar su obra, que abre un duelo en el arte argentino, un museo de prestigio vapuleado, pero el museo de arte moderno de la ciudad al fin, y no es un detalle. En las entrañas de donde deberían tener lugar las exhibiciones más importantes de la creación nacional, Lindner nos enrostra su obra. Para que pensemos como jugando qué tienen estos modelos no sólo de ciudad, sino también de producción de arte, de desafiante, de vencedor, de vital y único.
Aunque la obra se presenta como la simulación de un videojuego o, al menos, puede ser mirada como tal, Lindner confiesa a Ñ Digital: “No me siento muy afín a los videojuegos, me interesan más las películas épicas del siglo XX. Creo que los videojuegos cayeron demasiado pronto en la volteada que transformó la interactividad en una instancia mercachifle. El cine fue mercachifle y está desapareciendo en un escenario mercachifle, pero después de habernos dejado un Bergman, un Godard y otros. El videojuego no llegó a esas alturas”.
Desechado el videojuego como contenido pero no como procedimiento de trabajo, el artista se atreve a contarnos la gesta de Los descansos de pantalla se derrumbarán sobre tu cabeza, donde no se priva de hacer un llamado de atención a los creadores locales.

RECREACION. Notable por su originalidad, la Ciudad Hidroespacial de Gyula Kosice, por Lindner.
RECREACION. Notable por su originalidad, la Ciudad Hidroespacial de Gyula Kosice, por Lindner.

Nos dice: “En la obra del MAMBA traté mas bien de inspirarme en películas blanco y negro donde barcos piratas se tiran cañonazos o naves espaciales de 1977 se disparan con cañones de fotones.
Siempre me interesó la ciencia ficción y me ha vuelto a interesar, estoy escribiendo historias y obras de teatro en ese género. Kosice y Xul me parecen utopistas importantes en el contexto de un arte que suele volar bajo como el nuestro. Mucho de nuestro arte es periodismo de aventura o ilustración de alguna moda política o artística del momento, pero falta la toma de distancia. En mi humilde entender, tanto Solar como Kosice intentaron algo en el sentido de una toma de distancia de una realidad determinada periodísticamente; lo que habría que ver es si esa distancia no fue tan grande que terminaron siendo ignorados demasiado tiempo y terminaron encapsulados como se hace con chistes crípticos e inofensivos. Cuando digo ‘arte como periodismo’ digo (Carlos) Gorriarena o Pablo Suárez, por ejemplo, un arte que busca comunicación y acuerdo con su espectador de modo muy enfático. Me parece que esto puede estar bien como válvula de escape en escenarios dictatoriales clásicos, pero en situaciones más institucionales representativas’ pierde su función”.

INSPIRACION. “No me siento muy afín a los videojuegos, creo que cayeron demasiado pronto en la volteada que transformó la interactividad en una instancia mercachifle".
INSPIRACION. “No me siento muy afín a los videojuegos, creo que cayeron demasiado pronto en la volteada que transformó la interactividad en una instancia mercachifle".
Pero no se quede en la crítica hacia la obra ajena, también es duro con él mismo, por lo que sus pensamientos hacia otros artistas no pierden legitimidad. Así afirma: “Admito que me hubiera gustado una relación más complicada y detallada entre ambos emprendimientos, el de Solar y Kosice, que una ‘batalla’ con un ‘ganador’, ahí sencillamente intervino el factor tiempo levándome sin proponérmelo yo al tempo del videogame. Igual aclaro que le tomé cierta antipatía a la Ciudad Hidroespacial a partir de un video que vi en la fundación Klemm donde una Ciudad Hidroespacial sobrevolaba Buenos Aires ‘sin cambiar nada abajo’, digamos... dos mundos seguían separados, la utopía no bajaba hasta nosotros. Ahí creo detectar un déficit salvífico, diríamos... La ‘comodidad’ de la Ciudad Hidroespacial me sublevó un poco”.
Y ese ser parece el estado de Lux Lindner, el de sublevación permanente, el de curiosidad insaciable, dotes que lo convierten en el artista prolífico, creador en numerosos soportes y sobre todo, en el creador dotado que en cada obra, nos demuestra que es.


Fuente: Revista Ñ Clarín


SUBASTARAN 125 OBRAS DE ANDY WARHOL EN INTERNET


NUEVA YORK, N.Y., Una amplia variedad de obras de Andy Warhol se subastarán por primera vez, sólo por internet, otorgándole a un público más amplio la oportunidad de adquirir una obra del maestro del pop art.
El remate de la casa Christie's se realizará entre el 26 de febrero y el 5 de marzo e incluirá unas 125 pinturas, dibujos, fotografías e impresiones del artista, con precios de venta estimados en entre 600 y 70.000 dólares.
La subasta se realiza en asociación con la Fundación Andy Warhol para las Artes Visuales, que decidió en 2012 vender todas las obras del artista que estaban en su posesión.
Las obras pueden verse en línea antes de la venta y los clientes podrán buscar, hacer ofertas y recibir actualizaciones instantáneas por correo electrónico o teléfono si su oferta es superada.


Fuente: LATAM: Reporte-tgp

BUENOS AIRES ART NOUVEAU


El estilo inspirado en las formas de la naturaleza, heredero del Jugendstil alemán, dejó en la trama de la ciudad ejemplos notables, joyas de la arquitectura impregnadas de espíritu porteño.




La "babelización" de Buenos Aires se acelera al iniciarse el siglo XX con récords de oleadas de inmigrantes que conforman dos tercios de su población. La cabeza de la potencia sudamericana que cruje de progreso viene redefiniendo su imagen con diversos estratos de eclecticismo derivados de adaptaciones y combinaciones de culturas arquitectónicas europeas. Es, sin duda, la apoteosis del eclecticismo desprejuiciado, casi arrogante, de un país adolescente y nuevo rico pero que comienza a crear propias expresiones de cultura como el tango orillero, la literatura celebratoria del esplendor efímero o de las raíces ambiguas de la argentinidad.
Por ese tiempo, como un fenómeno estacional de la cultura europea, se despliega el resplandor Art Nouveau que tiñe fugazmente la escena arquitectónica internacional. Los artificios del nuevo siglo, inspirados en las formas de la naturaleza, en la sensualidad, en la búsqueda de la síntesis entre arte e industria, en la reacción contra el academicismo reinante tienen especies estilísticas diferentes que crecen en distintas regiones: Sezession en Viena, Modernismo en Cataluña, Liberty en Italia, Jugendstil en Alemania, Art Nouveau propiamente dicho en Bélgica y Francia.

Monumento a los españoles. Foto: Fabio Grementieri
La asimilación del estilo en estas tierras se inserta en un mecanismo similar al de cualquier corriente arquitectónica que llega aquí por esos años, alrededor de 1900. Sobre la base de un desprejuicio bien argentino se echaba mano a cualquier fuente de inspiración o modelo arquitectónico venido de Europa por cualquier medio. Por otra parte, las influencias se mezclaban a gusto del diseñador o del propietario, y en la materialización participaban profesionales, constructores y artesanos de distintas procedencias. La pasión por estar al día y, al mismo tiempo, fantasear con una tradición hacían que se tomaran todos los repertorios de ayer y de hoy. Así sucedió también con el Art Nouveau, que, con sus muchas cepas inmediatamente aclimatadas, conquistó sobre todo la edilicia privada aunque también se coló en algunas obras públicas.
En la Argentina, la afición por el Art Nouveau oscila entre la extravagancia y la presunción. Para la alta sociedad, es un divertimento de alcoba, casi a la manera del tango. Para los inmigrantes transformados en enriquecidos burgueses, es el traje de gala para demostrar su acelerada prosperidad. En muchísimos casos aparece como la hibridación entre tradición e innovación, el denominado eclecticismo modernista, de resultados ambiguos. En otros tantos acompaña estilos del repertorio del academicismo historicista y en particular se combina con el Luis XV, con el que forma un maridaje especial basado en la obsesión común por las formas curvas y la ornamentación opulenta.

Fachada del hotel Chile. Foto: Fabio Grementieri
En sus diversas versiones, el Art Nouveau se adhiere a las superficies exteriores e interiores de los edificios de distinta escala y función: desde la casa chorizo, pasando por el petit-hôtel,hasta llegar al edificio de renta para departamentos y oficinas, pero también en tiendas, teatros, hoteles y cines.
El método universal para construir modernismo se basaba en una composición de sustrato academicista o eventualmente pintoresquista, donde se combinaban originales aportes de variada procedencia en la definición de llenos y vacíos, de los detalles constructivos, de los elementos ornamentales, de la iluminación natural y artificial, o de las texturas, revestimientos o grafismos. La fórmula se completaba con el uso de los más diversos materiales (revoque, hierro, madera, vidrio, cerámica) para exacerbar líneas, texturas y colores. En Buenos Aires la mayoría de las obras se encuentran al oeste de la zona céntrica, en los barrios de Montserrat, San Cristóbal, y en las áreas de Congreso y Once, allí donde se asentaron las clases medias y la burguesía ascendente.
El Art Nouveau fue elegido por distintas colectividades inmigratorias para expresar su ascendencia a través de formas referenciales pero innovadoras, como en el caso del Club Español, fruto de un concurso ganado por el ingeniero holandés Enrique Folkers. Y también fue adoptado oficialmente por la Exposición Internacional del Centenario, esa megamuestra celebratoria del progreso argentino que se desarrolló en diversos sitios del área norte de la ciudad. La mayoría de los pabellones nacionales y extranjeros incorporaban el nuevo lenguaje decorativo en diversas versiones. El "sezessionismo" austríaco impregnaba la Plaza de Armas frente al hipódromo diseñada por Julián García Núñez para la representación española, donde desfiló la infanta en carruaje, y también teñía dos obras de Enrique Prins: el palacio con cúpula y brazos curvos consagrado a la Exposición Industrial junto al Rosedal y el Pabellón Frers en La Rural. En la sección de Comunicaciones y Transportes se lucían el estilo Liberty de los italianos en los portales de ingreso y en su propio pabellón. También en otros diseñados para provincias como Mendoza y Tucumán o el del Servicio Postal, único sobreviviente maltrecho de todo lo construido para los fastos del Centenario. En otros casos aparecían versiones telúricas del estilo como el relicario paraguayo de madera inspirado en obras de Horta o Guimard. Fue un festival efímero del nuevo estilo y la paradójica postal arquitectónica nacional de los festejos en el contexto de obras públicas que consagraban el clasicismo dieciochesco en manos de arquitectos Beaux Arts.

Cúpula del edificio ubicado en Paso y Viamonte. Foto: Fabio Grementieri
Edificio de departamentos ubicado en Hipólito Yrigoyen 2562. Foto: Fabio Grementieri

En el mundo Art Nouveau porteño descollaron cuatro maestros que hicieron obras particulares de gran originalidad, verdaderos monumentos que traspasan la frivolidad de un estilo o de una moda. El primero de ellos fue Julián García Núñez, quien estudió en Barcelona y recorrió el camino más afín a la innovación europea. Sus formas despojadas, el predominio de las rectilíneas y una policromía muy acotada presagian modernidades de posguerra. La ornamentación que despliega no está divorciada de la estructura. Ejecutada mediante diversos materiales, es un grafismo que expresa líneas de fuerza, provoca reverberaciones o realza la dinámica de la composición. Produjo edificios de alta calidad de diseño y factura, donde hasta el más mínimo detalle se inscribía dentro de la lógica del diseño total. Entre sus obras más importantes se cuentan el Hospital Español sobre la avenida Belgrano (casi todo demolido); el edificio de oficinas de Chacabuco 78 donde asombra el patio interior central coronado por una claraboya, surcado por la alta jaula del ascensor y orlado por balcones de piso translúcido; y varios edificios de departamentos donde recicla postales de Barcelona, Milán o Viena pero también de Tánger y Alger.
Otro de los maestros fue el italiano Virginio Colombo, que proyectó para connacionales enriquecidos que se dedicaron al comercio, la industria y la especulación inmobiliaria. A estos emprendedores les gustaba una arquitectura pensada para optimizar el uso de terrenos profundos, que permitían la multiplicación de unidades comerciales o de vivienda, con rasgos de ostentación y extravagancia, según los cánones académicos. La producción de Colombo es rica, variada y raramente pasa inadvertida en la escena urbana. Las frondosas fachadas de sus edificios aparecen como cascarones parlantes que inquietan no sólo por la flora, fauna y estatuaria que las pueblan sino también por los claroscuros realzados por diversas texturas y materiales. Esta parafernalia de imitaciones de piedra, granito y mármoles fue fruto de la habilidad de escuadrones de albañiles y "frentistas" italianos que plasmaron al pie de la letra los diseños del arquitecto. 

Hall del edificio de Chacabuco 78. Foto: Fabio Grementieri
El segundo del trío de capos italianos fue Francesco Gianotti, quien proveyó a Buenos Aires de dos obras cumbres: la galería Güemes y la Confitería del Molino. En ambas se combinan la alta tecnología del hormigón armado que permitía acrobacias volumétricas y espaciales, y la frondosidad preciosista y minuciosa de la ornamentación que sublimaba la experiencia sensorial. En el primer caso se trata de un edificio multifuncional, a la manera de un microcosmos urbano de carácter futurista, suerte de nave autosuficiente que incluía un teatro, un cabaret, dos restaurantes, pisos de vivienda y de oficina, galería con locales comerciales y terraza-mirador; todo ello servido por alardes técnicos inusitados para Buenos Aires. Por su parte, la Confitería del Molino, construida en tiempo récord, fue en realidad una ampliación de un edificio que resultó en una impresionante fachada orlada por una ampulosa marquesina y culminada en un torreón, ambos elementos cubiertos con vitrales iluminados desde adentro con luz eléctrica.
Cierra la trinidad italiana Mario Palanti, figura destacada no sólo por sus obras materializadas sino también por su reflexión teórica y su experimentación formal. Palanti intentó, en algunas de sus construcciones y en numerosos proyectos, desarrollar un estilo que fuera representativo de los nuevos tiempos signados por la metropolización y monumentalización. Dentro de una actitud conservadora, aparentemente antivanguardista, exploraría el camino que el expresionismo europeo libertario y de inspiración esotérica intentaba trazar en esa misma época. Gran "sintetizador", Palanti "remixó" diversos estilos decimonónicos: neorrenacimiento, neorrománico, neogótico. Pero además supo combinar el vértigo y la vibración tanto del barroco Piranesi como del futurista Sant'Elia. Su obra magna es el Pasaje Barolo (mellizo del Palacio Salvo en Montevideo).

Fachada del petit-hôtel de Paraguay 1328. Foto: Fabio Grementieri
s masas exteriores así como también en los espacios interiores. El lenguaje arquitectónico del edificio es difícil de inscribir en un estilo o escuela precisa. Representa un importante intento de conjugar distintas trazas de la tradición arquitectónica europea medieval con modernas técnicas constructivas a la manera estadounidense y rasgos de carácter rioplatense. Calificado por su autor como "rascacielos latino", el Barolo es representativo de una actitud arquitectónica impregnada de prefiguraciones oníricas, de gestos únicos y de ideales heroicos, dentro del espíritu del Risorgimento italiano en camino hacia su desenlace fascista. En la búsqueda de una nueva arquitectura, superadora de las tensiones a las que había llegado el eclecticismo historicista, el edificio es una pieza única que demuestra la posibilidad de aunar creatividad y respeto por el entorno.
El Art Nouveau porteño se prolonga hasta principios de la década de 1920, cuando comienzan a despuntar otros expresionismos: el neocolonial y el Art Déco. El contexto europeo fue bien diferente del argentino. Allí el nuevo estilo buscaba romper con la tradición, enancado en un desarrollo industrial que se incrementaba aceleradamente. Aquí, en cambio, dominaba el puro impulso de proyectarse hacia adelante, hacia la modernidad. La riqueza de la producción local en su conjunto proviene de ese afán pero también de la apropiación de mConcebido a partir de un programa que preveía distintos usos, la plasticidad reina en laúltiples aportes que la transforma en un Art Nouveau eclecticista y paneuropeo, paradójicamente plural dentro de una corriente que ensalzaba la singularidad.

Fachada del Palacio de los Pavos Reales. Foto: Fabio Grementieri
Interior del petit-hôtel de Azcuénaga 1075. Foto: Fabio Grementieri
Galería Güemes. Foto: Fabio Grementieri
Bóveda de Rufina Cambaceres. Foto: Fabio Grementieri

  • 1905
    Palacio de los Lirios
    (Av. Rivadia 2031) Arq.: E.S. Rodríguez Ortega

  • 1906
    Hospital español (Av. Belgrano 2975) Arq.: Julián García Nuñez

  • 1907
    Farmacia suiza (Maipú y Tucumán) Arq.: Louis Dubois

  • 1908
    Club Español (B. de Yrigoyen 172) Arq.: Enrique Folkers; Tienda Gath & Chaves (Florida y Sarmiento) Arq.: F. Fleury Tronquoy

  • 1910
    Hotel Centenario (Av. de Mayo 769) Arq.: Oskar Razenhofer

  • 1912
    Edificio del Bazar Dos Mundos (Av. Callao y Sarmiento) Arqs.: Emilio Hugue y Vicente Colmegna

  • 1913
    Sociedad "Unione Operai Italiani" (Perón 1368) Arq.: Virginio Colombo (

  • 1914
    Yacht Club (Dársea Norte) Arq.:Eduardo Le Monnier; Edificio Otto Wulff (Av. Belgrano y Perú) Arq.; Morten Ronnow

  • 1915
    Palacio de los Pavos Reales (Rivadavia 3222) Arq.: Virginio Colombo

  • 1916
    Confitería del Molino (Callao y Rivadavia) Arq.: Franceso Gianotti

  • 1917
    Palacio Grimaldi (Corrientes 2548) Arq.: Virginio Colombo

  • 1919
    Pasaje Barolo (Av. de Mayo 1370) Arq.: Mario Palanti



  • Fuente: ADN Cultura La Nación

BELGICA RECLAMA A FRANCIA POR UNA OBRA DE RUBENS SUSTRAIDA EN EL SIGLO XVIII

El gobierno de la Federación de Bruselas-Valonia reclamó a las autoridades francesas que les sea restituido la obra del pintor flamenco Pedro Pablo Rubens "El triunfo de Judas Macabeo", sustraída por las fuerzas revolucionarias galas en 1794.

La obra, creada en 1635 por el maestro barroco por encargo del arzobispo de Tournai, lució en origen en la catedral de esta ciudad del noreste de Bélgica hasta la Revolución Francesa, informa Efe.
"El triunfo de Judas Macabeo" forma parte de un díptico junto al lienzo "La entrega de las almas al purgatorio", del mismo autor y que fue restituida a Bélgica tras el Tratado de Viena, en 1815.
El ministro-presidente de Bruselas-Valonia, Rudy Demotte, reclamó  por escrito la restitución al ministerio de Cultura francés, tras una votación por unanimidad de ese gobierno regional.
En 2011, el exministro de Cultura belga y senador reformista Richard Miller ya pidió por primera vez a Francia la devolución de la obra de Rubens.
Francia alega que el cuadro de Rubens es patrimonio nacional francés y se encuentra en depósito en el Museo de Bellas Artes de Nantes.
"No queremos hacer un casus belli. Se trata de una demanda de cortesía", señaló Demotte al diario Le Soir.
El político belga recordó que la Unesco creó en 1978 una comisión intergubernamental para promover el retorno de las obras de arte a sus países de origen.
Aunque las decisiones de esta comisión no son vinculantes, sí ha dado sus frutos y por ejemplo en 1983 Italia restituyó 120.000 objetos precolombinos a Ecuador.
Miller, por su parte, consideró que se trata de "un asunto sensible" y dio otros argumentos de Francia para no restituir la obra a sus vecinos del norte, como el que en el momento en que la obra llegó a Francia no existiera el Estado belga.
"Ese argumento no es aceptable porque Francia institucionalizó como Estado francés todo lo que antes era Imperio Napoleónico. Quizá no existía Bélgica pero sí la catedral de Tournai, la misma que sigue en pie ahora", explicó.
Sobre el argumento que la obra esté en un museo en mejores condiciones de conservación que las que tendría si volviera a la catedral, el exministro de Cultura belga dijo que, si la obra es restituida, el Gobierno de Valonia-Bruselas tomará todas las medidas necesarias para que el retablo tenga una excelente conservación.

"La entrega de las almas al purgatorio"
"La entrega de las almas al purgatorio"




Fuente: Telam

NUEVAS CAMPANAS PARA NOTRE-DAME


Campanas nuevas para la catedral de Notre-Dame. Foto: AP

PARÍS.- La catedral de Notre-Dame de París recibió ayer las nueve campanas nuevas procedentes de la fundición Cornille-Havard, en el noroeste de Francia, como parte del lavado de cara con motivo del 850° aniversario del templo, que se celebra este año. Hacia las 15.30 locales, la campana mayor de la catedral, "Emmanuel", izada en 1686 y única superviviente de la Revolución Francesa, comenzó a tañer en la torre Sur a la espera de la llegada de sus nuevas hermanas, que serán bendecidas mañana por el arzobispo de París, el cardenal Vingt-Trois. "Marie", de más de seis toneladas, fue la primera en hacer su aparición en la plaza al pie del templo, a bordo del camión que la transportaba, como al resto del convoy, desde la región francesa donde está emplazada la fundición, Villedieu-les-Poêles, en el noroeste de Francia.


Fuente: lanacion.com

EL VATICANO PONE SUS MANUSCRITOS EN LA WEB

Es un ambicioso proyecto de digitalización de más de 80.000 documentos que comenzó a fines de 2011. Ya están en red los primeros 256.

VATICANO. Joyas de siglos y siglos.
Eruditos y esforzados medievalistas de todo el mundo, que peregrinaban a Roma para poder estudiar los antiguos códices, cartas y manuscritos encerrados en la Biblioteca de los Papas tendrán ahora, al alcance de un clic, los documentos a los que antes tanto les había costado acceder. Y no solo ellos. Cualquier persona que se inscriba en el sitio de la Biblioteca Apostólica Vaticana, www.vaticanlibrary.va puede consultar libremente en internet uno de los más preciosos patrimonios libreros del mundo. El proyecto de digitalización de documentos ya puso en red los primeros 256 documentos aunque su objetivo es más ambicioso: “Abarcará los 80.000 manuscritos en los depósitos”, dijo recientemente monseñor Cesare Pasini, prefecto de la Biblioteca Vaticana, quien anunció que los archivos ocuparán un total de 4,5 millones de gigas.
El proyecto, que llevará varios años, comenzó a fines de 2011 y prevé el uso de tecnologías de la NASA para digitalizar los documentos. “Muchos de los manuscritos que ya están on line proceden de la Biblioteca de Heidelberg, por un acuerdo con la Biblioteca Vaticana”, agregó Pasini. Otros proyectos, como uno con la Biblioteca de Oxford. ampliarán la propuesta.

Fuente texto: Revista Ñ Clarín

 

LA RESTAURACION DE LA CAPILLA SIXTINA REVELA CENSURA

Los censores ocultaron con vestidos y sombras algunos desnudos que actualmente han quedado tal como eran al principio, entre otros elementos de los frescos del artista.

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Detalles. La mano de Adán, por ejemplo, no era la originalmente pintada por Miguel Ángel, sino que correspondía a otro pintor que dibujó el famoso dedo del primer hombre que trata de unirse al de Dios, después de producirse un fractura en la bóveda de la capilla. (Foto: Archivo. )

La restauración de los frescos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina del Vaticano permitió descubrir elementos pictóricos originales del artista que estaban ocultos debido a rehabilitaciones y a censuras posteriores, explicó hoy su restaurador, Gianluigi Colalucci.
La mano de Adán, por ejemplo, no era la originalmente pintada por Miguel Ángel, sino que correspondía a otro pintor que dibujó el famoso dedo del primer hombre que trata de unirse al de Dios, después de producirse un fractura en la bóveda de la capilla, señaló Colalucci durante una conferencia ofrecida hoy en Las Palmas de Gran Canaria (Islas Canarias, España).
Como estaba tapado por suciedad parecía que ese dedo formaba un conjunto pictórico original, pero al limpiarlo, se descubrió que fue una aportación posterior, añadió el experto.
La restauración evidenció también la censura que las pinturas de Miguel Ángel sufrieron en los siglos XVI y XVIII tras el Concilio de Trento, que ocultó con vestidos y sombras algunos desnudos, y que actualmente han quedado tal como eran al principio.
"La visión del Juicio Final que tenía Miguel Ángel era de alguna forma herética y chocaba con la tradición de la época, lo que llevó a los censores a reformar la obra", señaló su restaurador.
Colalucci se refirió a la polémica suscitada por las obras de restauración de la Capilla Sixtina, terminada en 1994, y cómo muchos criticaron la viveza de los colores resultantes.
Asimismo, mencionó la precisión en la delimitación de los personajes obtenida, que ha permitido comprobar "la textura de porcelana" de algunas figuras, así como la reproducción de algunos elementos y técnicas pictóricos ya utilizados por Miguel Ángel en sus obras escultóricas.
Destacó también cómo el maestro florentino logró una gran precisión de la figura de Cristo gracias a una técnica similar a la fotográfica, mediante la cual resalta su cabeza con un foco de luz situado detrás de ella, mientras que la de la Virgen que está a su lado aparece menos definida y como desenfocada.
Otras figuras las pintó con puntos, con una técnica que más tarde desarrollaría el puntillismo, indicó Colalucci.
La Capilla Sixtina fue construida en 1484 para el papa Sixto IV, a quien le debe el nombre, pero fue Julio II quien encargó a Miguel Ángel su decoración (1508-1512).
El papa Julio II inauguró con una solemne misa los frescos en el día de las Vísperas de la Festividad de Todos los Santos, el 31 de octubre de 1512.
La relación entre Julio II y Miguel Ángel fue tormentosa; el gran maestro dudó antes de aceptar el encargo pues se consideraba escultor y no pintor, pero empezó a trabajar en 1508 con una obsesión apasionada, despreciando cualquier ayuda.
La capilla tiene 20 metros de altura, y Miguel Ángel trabajó sobre un andamio que colgaba en las alturas durante cuatro años, con un esfuerzo físico y artístico descomunal y en medio de grandes trifulcas con el papa Julio II que le conminaba a que acabara el trabajo.
Los frescos representan nueve escenas del libro del Génesis como "Creación de la luz", el "Pecado Original" y el "Diluvio Universal".
A pesar de su descontento por ser un pintor empleado del Vaticano, Miguel Ángel regresó casi 20 años después, con 59 años, para acometer otra pintura en la Capilla Sixtina a petición de Clemente VII, quien el encargó el Juicio Final en la pared del altar y que terminó en 1541.
Por otra parte, Colalucci afirmó que la restauración del Ecce Homo pintado en uno de los muros de la iglesia del Santuario de Misericordia de la localidad de Borja (norte de España) "es un error grave", ya que, "no es una restauración, es otra cosa, es algo que se pintó por encima del original".


Fuente: eluniversal.com.mx