TODOS QUIEREN SER ARQUITECTOS


Del aniversario del nacimiento del genial Le Corbusier a las reflexiones acerca de una profesión sobre la que muchos creen saber.

Le Corbusier. En el Borges lo homenajean con una muestra sobre su obra.

Por Miguel Jurado*

La semana pasada cumplió ciento veinte años Le Corbusier (bueno, “cumplió” es una forma de decir porque el famoso arquitecto suizo-francés murió en 1965). El asunto es que, el 6 de octubre, Le Corbusier hubiera cumplido años y en el Centro Cultural Borges se organizó una muestra homenaje que todavía sigue. Allí, entre vino y vino, Raquel (una señora de cincuenta y pico), me dijo sin sacar los ojos de una foto de la Casa Curutchet de La Plata: “¡Qué maravilla! ¡Cuánta creatividad! ¡Cómo me hubiera gustado ser arquitecta! Ahí caí en la cuenta que a mucha gente le pasa lo que a Raquel: tienen a la arquitectura como su vocación frustrada, fueron profesionales del diseño y la construcción en una vida pasada o quieren serlo en una vida futura. El asunto es que, quién más, quién menos, todos tienen en su corazón un pequeño arquitecto esperando la oportunidad para salir del closet.
La principal causa de la popularidad de la arquitectura es que, vista de afuera, parece una profesión divertida, pura creación del espíritu. Creo que la culpa de eso la tenemos los arquitectos que mostramos cierta suficiencia frente a nuestras propias obras. Lo cierto es que detrás de esa imagen de suficiencia implacable y optimismo todo terreno que mostramos los arquitectos, muchos sufrimos algunas cosas de la profesión.
Para empezar, frente a las opiniones de médicos y abogados, lo que diga un arquitecto siempre es discutible, sobre todo porque no hay ningún riesgo. A ningún paciente se le ocurriría pelearse con su doctor en medio de la operación, y menos que menos, con su abogado. Además, los fracasos de los arquitectos quedan a la vista de todo el mundo. El famoso estadounidense Frank Lloyd Wright decía: “Un médico puede enterrar sus errores, un arquitecto sólo puede aconsejar a sus clientes que planten una enredadera”.
En arquitectura, la relación cliente-profesional puede describirse como la de una pareja. El primer momento es el noviazgo, los clientes ven al arquitecto como si fuera un mago, todo lo que hace y dice es creativo, divino, sorprendente, genial. Después (casi siempre durante la obra) es la etapa del matrimonio. Los trucos del arquitecto se acaban, o lo que es peor, se repiten. El cliente ya le sacó la ficha y aunque todavía le parece un mago, sabe que la magia la hace con su plata. Así, la buena onda se termina rápido. Después viene el divorcio: la obra se termina y los dos están aliviados de que así sea. De vez en cuando se produce el reencuentro, y hasta hay reconciliaciones, siempre y cuando el arquitecto siga en su papel de simpático de tiempo completo. Otro estadounidense, Philips Johnson decía: “Los arquitectos somos como prostitutas de clase alta. Nosotros podemos rechazar algunos proyectos de la manera en que ellas pueden rechazar algunos clientes, pero los dos tenemos que decir que sí a alguien de vez en cuando si queremos permanecer en el negocio”. Sin embargo, yo no estoy de acuerdo, las prostitutas cobran por adelantado y a los arquitectos, muchas veces, nos cuesta demasiado cobrar por nuestros servicios. No por nada, el fallecido Mario Roberto Alvarez solía alentar a sus colegas diciendo: ”¿Usted quiere ganar plata con la arquitectura? ¡Olvídese!
Otro tema peliagudo de la profesión es que, como todos los clientes tienen un arquitecto en algún lugar del corazón, tienden a pensar que lo que hacés es fácil. “Haceme un dibujito de esos que hacen ustedes”, te dicen, y dan la primera señal de que el trabajo va a terminar mal. Por la misma razón, el cliente tiene tendencia a pensar que todo lo que sale bien se le ocurrió a él y los errores son del arquitecto.
En realidad, el problema de la arquitectura es que es una profesión hermosa, llena de posibilidades. Eso alienta a que la idealice mucha gente. Para empezar, estudiar arquitectura es como jugar a ser arquitectos, y con los mejores proyectos del mundo: en primer año proyectás casas y pequeños conjuntos de viviendas; en segundo, edificios; en tercero, centros culturales o grandes teatros; en cuarto, centros deportivos, y en quinto, pedazos enteros de ciudad. Pocas carreras suelen ser tan divertidas. El tema es que cuando salís de la facu hecho un titán hay pocos clientes para hacer un centro cultural. Resulta que los primeros trabajos son el garaje de una prima o la cocina de tu tía. Y claro, vos lo podés hacer pero te sentís como un cirujano al que le piden que corte un bifecito. Todo bien, el famoso alemán Mies van der Rohe decía: “No importa el qué, sino el cómo”. Es decir, no importa si es un garaje o una palacio, el tema es que lo hagas bien. Bueno, en eso estamos.

* Editor adjunto de ARQ

Fuente: clarin.com

GOLPE MILLONARIO EN HOLANDA:
ROBAN OBRAS DE PICASSO, MATISSE Y MONET

Ocurrió ayer en el museo Kunsthal de Rotterdam. Se llevaron siete cuadros de autores reconocidos, valuados entre 150 y 200 millones de euros en total. Eran parte de una colección privada, que se exhibía por primera vez.

Buscando pistas. El museo ayer permaneció cerrado. Los ladrones habrían ingresado por una puerta lateral. /EFE

Por Fernando Soriano


No pasa sólo en las películas. Y aunque por el grado de prestigio (y valor en el mercado) de los artistas involucrados pareciera una misión imposible, no lo fue. Ocurrió y generó un estruendo en el mundo del arte: de un museo holandés se robaron ayer siete cuadros firmados por verdaderos maestros de la pintura, entre los que están Picasso, Matisse, Monet y Freud .
Se trata sin dudas de un robo multimillonario. Ocurrió en la madrugada de ayer en el Centro de Arte de Rotterdam (Museo Kunsthal). Los delincuentes aprovecharon la exposición que celebra los 20 años del lugar y que muestra la colección particular Tritón, entre cuyas obras contiene la de algunos de los pintores más conocidos del planeta. Para peor, sus propietarios, el matrimonio holandés Willem y Marijke Cordia, exponía su tesoro al público por primera vez .
Los lienzos que figuran como robados, según informó la policía holandesa, son: “Cabeza de arlequín”, que Pablo Picasso pintó en 1971, dos años antes de morir; “Mujer ante una ventana abierta”, de Paul Gauguin (1888); “Autorretrato”, de Meyer de Haan (entre 1889 y 1891); “El puente de Waterloo, Londres” y “El puente de Charing Cross, Londres”; de Claude Monet (ambas de 1901); “La lectora en blanco y amarillo”, de Henri Matisse (de 1919); y “Mujer con los ojos cerrados”, del alemán Lucian Freud (2002). Y de acuerdo con estimaciones tendrían en total un valor de entre 150 y 200 millones de euros .
La Policía local fue alertada ayer por una empresa de seguridad privada que detectó el aviso de las alarmas de la sala –diseñada por el reconocido arquitecto holandés Rem Koolhaas–. Pero cuando los efectivos llegaron al museo sólo quedaban los clavos que sostenían a los cuadros. “Fue una operación bien planificada”, dijeron las fuentes policiales, reconociendo, de alguna manera, la astucia, sutileza y guantes blancos de los ladrones.
El impacto para los organizadores y los dueños de las obras fue como una piña inesperada de Sergio Maravilla Martínez. Al punto que la directora del Kunsthal, Emily Ansenk, calificó el robo con una sola y definitiva palabra: “tremendo”. El presidente del consejo del museo Kunsthal, Wim van Krimpen, señaló que la colección está “muy bien documentada”, por lo que estimó muy poco probable que los cuadros puedan ser vendidos.
Como es extremadamente difícil vender una obra robada de semejante calibre y trascendencia, los investigadores creen que tal vez podría pedirse un rescate, y apuntan a la modalidad de “secuestro”, tal como lo explica Mario Gilardoni en su columna en esta misma página (ver “Son obras...” ).
Ayer el Kunsthal estuvo cerrado durante todo el día, mientras se hacían pericias referidas a la investigación, que enfocaban las claves del ingreso de los ladrones en el tejado y en una puerta lateral, que podrían haber sido rotos para entrar al museo.
Mientras tanto, los que no paran de lamentarse son los Cordia.
Su colección privada es una de las 200 más importantes del mundo . Para la muestra en Rotterdam fueron sido seleccionadas de ésta, 150 pinturas de su propiedad, entre las que se destacan, además de las ya nombradas, obras de Marcel Duchamp, Piet Mondriaan e Yves Klein.

Son cuadros imposibles de comercializar

Por Mario Gilardoni Periodista*


Este tipo de obras, de artistas de primera línea, son imposibles de comercializar, porque se trata de cuadros conocidos que están documentados en los museos. La fantasía de la gente es que un coleccionista loco las manda a robar para mirarlas en solitario en su habitación a oscuras. No conozco ningún caso, y aunque siempre puede haber alguien medio chiflado, no es lo común. Este tipo de robos puede estar vinculado al narcotráfico. Para esta mafia, manejarse con dinero resulta complicado. Se han dado casos en los que la obra de arte –sobre todo si es importante– termina siendo una moneda de pago entre ellos (o para otras operaciones en negro). Mover 50 millones de dólares en un cuadrito no es lo mismo que moverlo en billetes de 10 y 20. También es posible que se trate de un robo para pedir rescate. Como estas obras están aseguradas, puede ocurrir que aparezca un extorsionador que pida a las aseguradoras un dinero a cambio de ahorrarse la plata que tendrían que pagar. Sería como un secuestro.

*Especialista en mercado de arte

Fuente: clarin.com

EL OJO MODERNO DE BUENOS AIRES

Sociedad
Horacio Coppola

En los años 30, con tecnología y estética nuevas, retrató esta ciudad y otras. Mostró un mundo que cambiaba.

París, los duros años 30. El cartel dice: “Tenga piedad de un ciego”.
Por Julieta Roffo


Hay tiempo hasta el 10 de noviembre para recorrer la antología de fotos de Horacio Coppola que se montó en la galería Jorge Mara para homenajear al artista fallecido el 18 de junio, a los 105 años. Y hay que apurarse: el año que viene, las fotos del artista volarán al norte, para exponerse en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Pero ahora están acá. Son 84 fotografías, entre postales de Buenos Aires y de París, Londres, Berlín y Río de Janeiro. Muchas de ellas, inéditas.
“Es un homenaje a un gran artista, uno de los mayores fotógrafos de Latinoamérica, para dar cuenta de la modernidad de su obra ”, explica en su galería Jorge Mara, que se ocupa de la obra de Coppola y de su primera mujer, la fotógrafa Grete Stern, desde el año 2000.
En las tomas se adivina el derrotero del artista. En 1931 viajó por primera vez a Europa y de allí trajo su cámara Leica, que revolucionaría su trabajo: la portabilidad de su nuevo equipo, estrenado en el barco de vuelta –desde el que retrató a marineros cariocas en su escala en Brasil– le iba a permitir ser un fotógrafo de la cotidianidad urbana.
Otra vez en Europa, en 1933, hace dos tipos de trabajos: en unos juega con las luces, las sombras y los contrastes para sus clases. En los otros hace retratos de la entreguerra : hombres durmiendo a la intemperie y mendigos pidiendo limosna en Londres y en París.
De vuelta en la Argentina, 1936 sería un año de recorridas porteñas, un poco por gusto, otro poco por trabajo, ya que Coppola había recibido el encargo de retratar la ciudad para la Municipalidad.

La calle Florida en 1936. Luces, una librería, el estudio de fotos Witcomb.
Buenos Aires está bajo su lente : los tranvías, el flamante Obelisco, construido ese año, la vida nocturna de la avenida Corrientes, con sus vendedores ambulantes y las largas colas para ver Tiempos Modernos en el cine, los carteles luminosos conviviendo con almacenes de barrio en La Boca o un grupo chicos, guardapolvo mediante, yendo o volviendo de la escuela, en un barrio de techos bajos.
“Muchas de las personas que retrata están de espalda y eso crea un clima intrigante”, explica Mara: allí van dos mujeres paseando por el centro, un hombre que toma sol en la Plaza San Martín y, en una de sus fotos más reconocidas, otro que lee el diario La Prensa justo en la puerta de sus oficinas.
Otro rasgo del trabajo del artista –el menor de seis hermanos de una familia de buen pasar– fue trabajar temas similares a los que aparecían en las grandes ciudades del mundo: las vidrieras –de una quesería, de una casa de sombreros y, sobre todo, aquellas con maniquíes– atrajeron su lente. También las tomas en picada, desde cierta altura , como las que hizo en la calle Florida, con negocios de ropa, cafés y librerías. O las del transporte público y los carros que vendían fruta y verdura. Para Mara, “se trataba de un artista moderno , con tópicos que interesaban a los más grandes fotógrafos”.
Es otra Buenos Aires, la de las fotos, y asoma la de hoy, sin embargo. Es la obra de un artista que nutrió sus paseos con amigos como Jorge Luis Borges y Xul Solar, con quienes conversaba mientras miraban la ciudad y el mundo con un ojo distinto.

Fuente: clarin.com

EN UN ESPECTACULAR GOLPE.
ROBARON OBRAS DE PICASSO, MATISSE, MONET
Y OTROS AUTORES

Arte / Robo en el Kunsthal de Rotterdam

Ladrones ingresaron durante la noche en un museo holandés y se llevaron siete cuadros valuados en varias decenas de millones de dólares; sonaron las alarmas, pero cuando llegó la policía el atraco había concluido; creen que pedirán rescate.

ROTTERDAM.- Un espectacular robo de siete obras de arte de célebres pintores, entre los que se encuentran Picasso, Gauguin, Matisse y Monet, tuvo lugar ayer en el Museo Kunsthal, de la ciudad holandesa de Rotterdam, según confirmó la policía local.
Aunque no se preció el monto del botín con el que se alzaron los ladrones, se especula con que las obras tienen un valor de varias decenas de millones de dólares.
Entre los lienzos robados se encuentran Cabeza de Arlequín (1971), de Pablo Picasso; La lectora en blanco y amarillo (1919), de Henri Matisse; El puente de Waterloo, Londres (1901) y El puente de Charing Cross, Londres (1901), ambos de Claude Monet; Mujer ante una ventana abierta, la novia (1888), de Paul Gauguin; Autorretrato (1889-1891), de Meyer de Haan, y Mujer con ojos cerrados (2002), de Lucian Freud.

"Femme devant une fenêtre ouverte, dite la fiancée" de Paul Gauguin.  Foto: AFP
"Femme devant une fenêtre ouverte, dite la fiancée" de Paul Gauguin.  Foto: AFP
"El loco (cabeza de Arlequín)" de Pablo Picasso.  Foto: AFP
"Waterloo Bridge, London" de Claude Monet.  Foto: AFP
"La liseuse en Blanc et Jaune" de Henri Matisse.  Foto: AFP
"Woman with Eyes Closed" de Lucian Freud.  Foto: AFP
"Charing Cross Bridge, London" de Claude Monet.  Foto: AFP
"Autoportrait" de Meyer de Haan.  Foto: AFP

De acuerdo con las primeras investigaciones, los ladrones se introdujeron en el museo de la ciudad holandesa durante la noche, entre las tres y las cuatro de la madrugada de ayer. Los guardias de seguridad del edificio llamaron a la policía tan pronto como comenzaron a sonar las alarmas antirrobo, pero cuando llegaron los agentes el atraco ya se había cometido y sólo encontraron las paredes con los espacios vacíos donde poco antes habían estado colgados los cuadros.
La policía holandesa no explicó, sin embargo, cómo entraron los ladrones en el museo y se limitó a afirmar que "el robo estuvo muy bien preparado".
Fuentes no oficiales, sin embargo, especularon ante la prensa con que los ladrones podrían haber ingresado en el museo a través del techo o de una puerta lateral, que era sometida a peritajes para comprobar si había sido violentada.
Además, los agentes especializados finalizaron a última hora de ayer la búsqueda de huellas dactilares que permitieran identificar a los autores del espectacular robo y analizarán ahora las tomas de las cámaras de vigilancia, según fuentes de la investigación.
Los siete cuadros robados pertenecen a la colección privada de arte moderno Triton, según confirmó a la prensa la vocera del museo, Mariette Maaskant.
El Kunsthal mostraba actualmente al público unas 150 obras de esa importante colección holandesa. La exposición, con la que se celebra el 20° aniversario de la fundación del museo, había abierto sus puertas el 7 del actual y en ella se exhibían obras de Picasso, Marcel Duchamp, Piet Mondrian, Monet, Vincent van Gogh, Freud y de otros consagrados autores, grandes ejemplos de impresionismo, expresionismo y otros movimientos artísticos modernos.
La colección Triton, propiedad de la familia holandesa Cordia, "se ha forjado una reputación internacional y comprende obras de los artistas más importantes y más influyentes de fines del siglo XIX a nuestros días", y ha tardado décadas en ser reunida, precisó el museo. De hecho, es una de las 200 colecciones privadas más importantes del mundo. Con obras fechadas entre 1860 y 1970, es gestionada a través de una fundación.
El museo Kunsthal, diseñado por el arquitecto holandés Rem Koolhaas, no posee una colección permanente propia y exhibe habitualmente diferentes tipos de arte, incluyendo fotografía, escultura, diseño y moda.

"Valor incalculable"

El mundo del arte reaccionó conmocionado al robo de los lienzos. "Los cuadros tienen un valor incalculable", afirmó el fundador y ex director del museo Kunsthal, Wim van Krimpen, en declaraciones a la televisión holandesa.
Expertos consideran que los cuadros robados son imposibles de vender. "Nadie querrá jamás tener que ver con algo así", dijo el director de la casa de subastas Christie's en Amsterdam, Jop Ubbens, a la agencia de noticias ANP.
"Lo más probable es que los cuadros hayan sido robados para cobrar un rescate", añadió. No obstante, ayer no se habían recibido llamadas con ese fin.
En un comunicado, el director del museo, Willem van Hassel, precisó que el museo permanecería cerrado durante los peritajes, los que podrían prolongarse hasta hoy.
El golpe de ayer en Rotterdam es el más espectacular desde que, en 2010, un audaz encapuchado se coló de noche por una ventana en el Museo de Arte Moderno de la Villa de París y, a golpe de cúter, se llevó Le pigeon aux petits pois, de Pablo Picasso; La pastorale, de Henri Matisse; L'olivier près de l'Estaque, de Georges Braque; La femme à l'éventail, de Amadeo Modigliani, y Nature morte aux chandeliers, de Fernand Léger, un impresionante botín valorado en 700 millones de dólares.
En ese momento no se encendió la alarma del museo ni los vigilantes se enteraron de nada.
En otro atraco cinematográfico, dos años antes tres ladrones armados irrumpieron en pleno horario de visitas en la Fundación Emil Bührle de Zurich. Como si de una película se tratara, los delincuentes obligaron a los presentes a arrojarse cuerpo a tierra y, ante sus ojos, sustrajeron cuatro cuadros de Cézanne, Van Gogh, Degas y Monet, valorados en al menos 150 millones de dólares.
El robo de ayer en Holanda se produjo justo cuando la fiscalía federal del sur de Nueva York anunció la recuperación de una pintura del artista estadounidense Roy Lichtenstein, Cable Eléctrico, que había desaparecido misteriosamente en 1970 y que ahora está valorada en aproximadamente 4 millones de dólares.
El cuadro fue devuelto ayer a la propietaria legítima, Barbara Bertozzi Castelli, viuda del galerista Leo Castelli, quien exhibió la pintura en su galería de Nueva York. La misteriosa desaparición de la pintura había ocurrido en febrero de 1970, cuando Castelli mandó limpiar la pintura al restaurador Daniel Goldreyer y poco después de que éste la recibiera la obra desapareció sin explicación, según señaló la fiscalía en un comunicado.

Otros robos célebres

Golpes que asombraron al mundo del arte
  • EDVARD MUNCH
    El grito
    Año del robo:
    2004
    Cómo fue: dos personas sustrajeron a plena luz del día dos obras del artista en Oslo: El grito y Madonna. Dos años después aparecieron.
  • AMADEO MODIGLIANI
    La mujer con abanico
    Año del robo:
    2010
    Cómo fue: un encapuchado se introdujo de noche en el Museo de Arte Moderno de la ciudad de París y con un cúter se robó éste y otros cuadros.
  • LEONARDO DA VINCI
    Mona Lisa
    Año del robo:
    1911
    Cómo fue: fue sustraído del Museo del Louvre por un empleado. Lo hallaron dos años después.
Del editor: qué significa
Aunque la seguridad en los museos mejora gracias a la tecnología, en los últimos años, en coincidencia con la crisis en Europa, se cometieron grandes golpes.
Agencias AP, Reuters y DPA .


Fuente: lanacion.com

EL GUGGENHEIM CUMPLE QUINCE AÑOS
COMO SÍMBOLO DE LA TRANSFORMACIÓN DE BILBAO


Fotografía a vista de pájaro del Museo Guggenheim de Bilbao, junto a la ría de Bilbao. EFE/Archivo

Bilbao, 14 - El museo Guggenheim de Bilbao cumple el próximo jueves día 18 quince años de existencia, un periodo en el que el edificio diseñado por Frank Gehry se ha convertido en un icono de la arquitectura y en el símbolo de la transformación urbana de la capital vizcaína.
Bilbao era a primeros de los noventa una ciudad que se recuperaba de una durísima reconversión industrial. Habían caído los grandes altos hornos y Vizcaya necesitaba orientar el futuro de su economía.
La idea de levantar un museo Guggenheim en Bilbao -en Europa solo había uno en Venecia- se le ocurrió al Gobierno vasco que presidía entonces Jose Antonio Ardanza y a su consejero de Cultura, Joseba Arregi, apoyados desde la Diputación vizcaína.
Tuvieron que vencer bastantes reticencias, la primera, que costó veinte mil millones de pesetas de la época, 120 millones de euros. La segunda, que en una sociedad gris y fabril pocos veían el arte contemporáneo como un revulsivo económico.
El compromiso para construir el edificio se firmó el febrero del 1992 en Nueva York. El arquitecto elegido fue Frank Gehry.
Desde que fue inaugurado el 18 de octubre de 1998, su diseño exterior de curvas y titanio se convirtió en una obra de arte en sí misma con un éxito arrollador.
En su interior, dividido en tres pisos, el protagonismo es para el limpio y altísimo atrio y para la sala principal que alberga de manera permanente la "Serpiente" y el resto de enormes y torcidas planchas metálicas de Richard Serra.
La "Serpiente", formada por tres chapas de acero curvas y paralelas de 30 metros de anchura por cuatro de altura, en cuyo interior juegan niños y mayores, es quizás la obra artística más importante del museo.
Además, cuenta en su colección permanente con obras de Mark Rhotko, Willem de Koneing o Anselm Kiefer, pero sin duda, lo más atractivo del centro, edificio aparte, son sus exposiciones temporales.
La muestra inaugural, en 1997, trajo a Europa lo mejor del Guggenheim de Nueva York, con obras de las vanguardias del XX como Picasso, Matisse o Mondrian y figuras del arte contemporáneo como Bacon o Jackson Pollock.
Desde entonces las exposiciones temporales del museo han combinado las muestras ortodoxas dentro del arte contemporáneo, con exposiciones de Rauschenberg, Cristina Iglesias, Chillida o Mark Rothko, con otras criticadas por los puristas pero con una popularidad indiscutible.
Entre estas últimas han destacado las dedicadas a los vestidos de Armani, a las motocicletas o a la historia del arte chino.
Sea por la arquitectura o por el arte, lo cierto es que el museo de Bilbao ha recibido durante todos esos años un millón de visitantes anuales, con plena regularidad.
Tal riada de gente, muchísimos extranjeros, ha concedido a Bilbao una enorme proyección internacional, a la vez que la propia ciudad transformaba su urbanismo y abría su mente con la invasión de turistas.
También ha habido en estos años algunas noticias negativas, la primera, que el museo no se libró del terrorismo de ETA: la banda asesinó a un ertzaina, Txema Aguirre, que lo custodiaba unos días antes de su inauguración. La plaza que da acceso al museo lleva hoy su nombre.
El resto de polémicas han salpicado de vez en cuando a un museo que solo ha tenido un director, Juan Ignacio Vidarte. Las más destacadas fueron la condena a tres años de su director económico, Roberto Cearsolo, por un desfalco, y una operación financiera con la que el museo intentó especular con el cambio euro-dólar, pero salió mal y supuso unas pérdidas de seis millones de euros.
En los últimos años, al llegar los socialistas al Gobierno vasco, ha habido tensiones con la Diputación de Bizkaia por la reclamación socialista de participar en la gestión del centro.
Pero el éxito ha sido que todo el mundo ha querido repetir el modelo "Bilbao", incluidos los propios vizcaínos: hace tres años se presentó un proyecto para construir un segundo Guggenheim en la reserva de la biosfera de Urdaibai, a unos cincuenta kilómetros de Bilbao, una idea aparcada de momento.

Roberto Cubero

Fuente: EFE

LAS PIEDRAS HABLAN EN
"LA HISTORIA DEL MUNDO EN CIEN OBJETOS"

Fotografía cedida por el British Museum de la monumental estatua de Ramsés II, que forma parte de "La historia del mundo en 100 objetos". EFE

Redacción Cultura - Desde un canto tallado usado en África hace dos millones de años hasta una lámpara solar de 2010, el director del British Museum, Neil MacGregor, recorre la evolución de la "familia humana" en "La historia del mundo en 100 objetos", un excepcional viaje caleidoscópico por el tiempo y las civilizaciones.
"Los objetos nos obligan a reconocer con humildad que, desde que nuestros antepasados dejaran África para poblar el mundo, hemos cambiado muy poco", afirma MacGregor (Glasgow, 1946), al frente desde hace una década del Britihs Museum, institución que lleva más de 250 años coleccionando cosas de todo el planeta.
Un centenar de esos objetos fueron escogidos por el personal del museo y por la cadena BBC para un programa emitido en 2010 por Radio 4, con el mismo título: "La historia del mundo en 100 objetos".
Las reglas las estableció el director de la emisora, Mark Damazer, y eran claras: los objetos tenían que abarcar el mundo entero y abordar todos los aspectos posibles de la experiencia humana y de las sociedades, tanto de los ricos como de los humildes.
El volumen publicado ahora en español por la editorial Debate es el registro por escrito de aquella experiencia radiofónica emitida para todo el planeta y que se apoyó en fotografías de los objetos abordados, disponibles en la web del programa durante todo 2010.
El lector transita ahora por 800 páginas en las que MacGregor le toma de la mano y le guía por la historia de la humanidad de manera didáctica, amena, lúdica y global, porque, como él dice, las cosas no solo "hablan" sino que también contienen "poesía", ya que desde que el mundo es mundo los seres humanos han tenido "las mismas necesidades y preocupaciones, temores y esperanzas".
Su objetivo no es ofrecer una mera descripción de esos objetos excepcionales sino mostrar su significado, su transcendencia, descifrar sus mensajes, porque, como recuerda MacGregor, "la escritura es uno de los logros más tardíos de la humanidad".
De hecho, subraya, "más del 95 por ciento del conjunto de la historia de la humanidad solo puede narrarse en piedra, ya que, aparte de los restos humanos y de animales, los objetos de piedra son lo único que sobrevive".
Para muchas culturas, si se quiere saber aunque solo sea un mínimo sobre ellas, esa es la única forma de hacerlo. Es el caso, por ejemplo, de la cultura mochica de Perú, que sobrevive solo a través del registro arqueológico y está presente en el libro con una vasija de arcilla en forma de guerrero del año 100-700 d.C.
Y es que, según MacGregor, la historia solo ha tratado bien a algunas culturas americanas, como los aztecas, incas o mayas.

Fotografía cedida por el British Museum de la Copa Warren, encontrada hace 2.000 años en Battir, cerca de Jerusalén, en la que se esculpe una escena de sexo entre hombres y que forma parte de "La historia del mundo en 100 objetos". EFE

Pero además, la conquista española de los aztecas, por ejemplo, ocultó a los ojos de la posteridad la conquista azteca del pueblo huasteca, del que ha sobrevivido algo de su cultura material, como la escultura de una diosa procedente de lo que hoy es el norte de México, pero que hacia el año 1400 era el pueblo huasteca.
De la cultura maya, el libro recoge una estatua del dios del maíz hallada en Copán, Honduras, así como el relieve de una sangría real, procedente de Yaxchilán (Chiapas), en México.
De México, el director del British Museum también retiene una estatuilla de mosaico turquesa que representa una serpiente bicéfala del imperio azteca, cuya cultura fue en su mayor parte destruida durante la conquista y su pueblo diezmado por enfermedades.
De este país también procede un cinturón de piedra de juego de pelota ceremonial, afición común en Centroamérica.
Y de los incas, escoge una estatuilla de una llama de oro, hallada en Perú, para hablar de este pueblo que hace 500 años, antes de la llegada de los españoles, creó el mayor imperio del mundo.
Y es que además de bellos, los objetos que han sobrevivido al tiempo tienen significado y cuentan historias.
Historias de cómo monedas españolas (reales de a ocho), acuñadas en Potosí (Bolivia) explican los orígenes de una moneda global, "la primera auténticamente mundial", subraya MacGregor, que recuerda que nació en 1570 y predominó hasta bien entrado el siglo XIX.
O del enorme proceso de ingeniería y logística que se puso en marcha para construir la monumental estatua de Ramsés II, encontrada en Tebas, cerca de Luxor, en Egipto, y que pone de relieve no solo la grandeza de este faraón sino su capacidad para la propaganda.
Pero también nos hablan de la vida cotidiana y de la intimidad, como la Copa Warren, encontrada hace 2.000 años en Battir, cerca de Jerusalén, y en la que se esculpe una escena de sexo entre hombres.
Pero la primera representación de una pareja practicando el sexo que se conserva es una estatuilla de los amantes de Ain Sakhri, encontrada en Uadi Jareitun, Judea, cerca de Belén, del 9000 a.C.
Entre esos amantes y la escultura "El Beso", de Rodin, hay 11.000 años de historia humana, pero MacGregor, a quien le conmueve la delicadeza de ese pequeño guijarro esculpido, piensa que muestra que "no" ha habido "demasiados cambios en el deseo humano".

Catalina Guerrero


Fuente:EFE

PERÚ ENVÍA A SUIZA 160 PIEZAS
DE CULTURAS PREHISPÁNICAS PARA EXPOSICIÓN


Perú autorizó la salida a Suiza de 160 piezas arqueológicas de culturas incaicas, que datan de hace más de 1.000 años, para ser exhibidas en una exposición denominada "Chavín: la llegada de los dioses a los Andes", según una norma publicada este jueves en la gaceta oficial.


Por Ernesto Benavides

Perú autorizó la salida a Suiza de 160 piezas arqueológicas de culturas incaicas, que datan de hace más de 1.000 años, para ser exhibidas en una exposición denominada "Chavín: la llegada de los dioses a los Andes", según una norma publicada este jueves en la gaceta oficial.
Las piezas arqueológicas son auténticas y serán expuestas del 24 de noviembre al 10 de marzo de 2013, en el museo Rietberg de Zurich considerado el único museo de arte para culturas extraeuropeas en Suiza, señala la norma.
Entre las piezas que será enviados al museo se encuentran seis coronas de metal, cabezas clavas (representaciones líticas del Dios jaguar, típicas de la cultura Chavín), decenas de cerámicas en forma de botellas, cántaros, platos, orejeras y textiles.
La norma señala que el ministerio de Cultura adoptará las medidas para verificar el estado de conservación y autenticidad de las piezas al retornar al Perú dentro de los 15 días calendario siguientes al término de la muestra.
Las piezas arqueológicas pertenecen a las culturas Chavín, Paracas, Mochica y son de propiedad de nueve museos peruanos.

Fuente: AFP