AGATHA CHRISTIE LLEGA AL BRONCE EN LONDRES



¿Cuál podría ser la mejor escultura para recordar a un escritor? Un libro gigante en bronce con detalles de su legado. Este es el objeto con el que Agatha Christie será homenajeada en Londres a finales del 2012.
Aunque ya existe un busto de “la Reina del Crimen” en su pueblo natal de Torquay, esta escultura será la primera que se coloque en la capital inglesa con su efigie.La hará el escultor Ben Twiston-Davies, en el distrito teatral de la ciudad.
Este lugar fue escogido pensando en la contribución que Christie le hizo a las tablas: fue la primera mujer con tres obras puestas en escena de forma simultánea y su obra La Ratonera se representa desde 1952, lo que la convierte en la pieza teatral más representada con más de 24.500 funciones.
Una abertura en el centro del libro dejará ver un busto de la autora, con detalles que ilustran su vida en la tapa: sus personajes más conocidos; el detective Hércules Poirot y la señorita Marple; el Orient Express y una casa de campo. Además, la escultura tendrá una fila de lomos de libros más pequeños donde se colocarán los títulos de sus libros en diferentes idiomas, incluso en Braille.
“La idea es que a lo lejos la escultura se vea sencilla, pero una vez te acerques haya mucho más detalle,” dijo Twiston-Davies.
Christie rompió récords de ventas: se han vendido 4 billones de ejemplares de sus relatos de detectives, lo que la pone en el podio de los novelistas más vendidos. Y según la base de datos de traducciones de la UNESCO, su obra ha sido traducida a 103 idiomas. Fue enfermera durante la Primera Guerra Mundial y utilizó sus conocimientos de medicina para sus historias. Su primer matrimonio terminó cuando su marido le confió que amaba a otra: para avergonzarlo, Christie desapareció sin dejar rastro, lo que ocasionó una búsqueda que no tuvo tregua hasta que la encontraron 11 días después. El memorial será descubierto el 25 de noviembre, para marcar el 60° aniversario de La Ratonera . Un regalo digno para una reina.

Fuente: clarin.com

LA FUERZA POLÍTICA DE UN MONTÓN DE PAPAS

Con sus obras, Grippo habla de fundar una comunidad de cosechas y afectos.

Energía americana. Las papas, en el Malba. El tubérculo salvó del hambre al Viejo Continente. /david fernández
Por Mercedes Pérez Bergliaffa

“Los Anónimos, apilados en cajas insensibles, agrupados por series y números, engrosarán la corteza de la Tierra”, decía hace años el artista Víctor Grippo. Y llevó el poema a la escultura: una pequeña multitud de formas blancas, lustrosas y sin rasgos, parece ilustrar su vaticinio. Pasó hace años, cuando Grippo modeló, antes de morir, a estos seres que nacen de lo blanco y en lo blanco se mantienen. Preparados para no recibir nada. Sin actos de generosidad ni comunión. Si usted se acerca ahora al Museo MALBA los puede ver. Están parados, pequeños, al costado de la sala. Son de la muestra Víctor Grippo. Homenaje .
“La obra de Grippo es muy clara”, explica Marcelo Pacheco, curador en jefe del MALBA. Nos dice que aquí se puede construir Nación y Estado, pero no comunidad”. Por eso los Anónimos están aislados –en una vitrina– y no tienen manos, boca, oídos ni ojos; tampoco pies ni brazos. Son sólo torsos; y cabezas sin caras. Son, muchas veces, nosotros mismos.
Grippo (1936-2002) es un artista argentino histórico, reconocido por sus mesas y por sus obras creadas con papas, muchas de ellas conectadas a cables y electricidad . En la muestra del MALBA ellas también se pueden ver: allí están esos 400 kilos de tubérculos que forman la obra “Naturalizar al hombre, humanizar la Naturaleza o Energía vegetal”. Y también están la “Mesita del carpintero Bogado” y la “Mesa de albañil”.
“Grippo siempre hizo mesas relacionadas con los oficios ”, explica el curador, “pero estas son de 2001 y, a diferencia de sus mesas de los años ‘70, están contenidas en fanales de vidrio que el mismo artista dispuso”. Llama la atención la manera en que esas vitrinas están colocadas: demasiado próximas a las obras, parecieran ahogarlas. No contienen las obras sino que las presionan.
“Víctor había comprendido el valor de la papa –el tubérculo americano que terminó con las hambrunas de Europa– convertida en fuente inesperada de energía . También había encontrado la mesa de las emociones, del trabajo y el sacrifico, el comer y el planchar, el jugar y el encuentro familiar”, escribe en el catálogo el curador. “Envuelto en los ensueños y los desencuentros de su Buenos Aires, Grippo se preparaba para fundar una comunidad que hiciera de la Argentina una tierra de cosechas y de afectos, de lazos amorosos y de convivencias en libertad, lejos de sus luchas por domesticar lo diferente, lo desconocido, lo inadecuado. Grippo tenía fe en la redención.” –¿Pacheco, cuál es el sentido de mostrar a Grippo ahora?
–A 10 años de 2001, estamos de nuevo un poquito perdidos. Esta exhibición podría servir para pensar en nuestra capacidad de convivencia. Porque da la sensación de que siempre vivimos con una especie de enemigo, que es el otro… Y acá, Grippo propone otra cosa.
–¿Qué dice Grippo, con sus mesas de carpintero, sus papas acumuladas, sus Anónimos?
–Propone crear una comunidad solidaria. Ya lo había hecho después del colapso del ‘89, cuando la crisis de 2001 y a principios de los ‘70. Y ahora reaparece. Este es un buen momento para que Grippo se abra nuevamente a las preguntas.

Fuente: clarin.com

UN TRAMO DE LA GRAN MURALLA CHINA
SE DERRUMBA POR LAS FUERTES LLUVIAS



Vista general de la sección de Jinshanling de la Gran Muralla China. EFE/Archivo



Pekín, 10 - Las fuertes lluvias que desde hace varios días azotan el norte de China causaron el derrumbe de un tramo de 36 metros de la Gran Muralla en la provincia de Hebei, que rodea Pekín, informaron hoy los medios oficiales.
El derrumbe afectó al tramo de Dajingmen, en la localidad de Zhangjiakou, construida durante la dinastía Ming (1368-1644) y que se encontraba en mal estado debido a la erosión.
También un almacén de reliquias del Museo Nacional en Pekín y otro salón de exhibiciones históricas en la provincia noroccidental china de Gansu han sufrido daños en las últimas semanas, debido a las lluvias torrenciales, que han causado inundaciones y derrumbamientos de tierra.
Desde el 21 de julio, cuando Pekín y sus alrededores sufrieron las peores tormentas en 60 años en la zona, han fallecido 112 personas y 21 siguen desaparecidas, mientras al sur del país se sufren los devastadores efectos del tifón "Haikui".

Fuente: EFE

EL MUSEO DE LUXOR, EGIPTO, EXPONE UN NUEVO SARCÓFAGO EGIPCIO DESCUBIERTO POR UN GRUPO DE INVESTIGADORES ESPAÑOLES

Entre ellos, de la US




SEVILLA, 7 - El Museo de Luxor, situado cerca del Río Nilo, en el centro de la ciudad de Luxor (Egipto) cuenta desde hace unas semanas con un nuevo ataúd de gran interés histórico. Esta pieza fue descubierta hace dos años por miembros del 'Proyecto Djehuty', en el que participan distintos expertos de la Universidad de Sevilla (US) junto a otros investigadores de toda España.
El Ataúd de Iqer es una pieza singular por la época a la que se adscribe, los inicios del Reino Medio, un momento agitado de la historia de Egipto, con el país saliendo de una de las crisis mas profundas de su historia. Su estilo es también muy singular: presenta una franja de decoración con un texto jeroglífico de rasgos rústicos, que bien podríamos calificar como "naif". El colorido está por otra parte muy bien preservado. En el interior del ataúd se encontró la momia del dueño del ataúd, que respondía al nombre de Iqer (que en egipcio quiere decir "El Excelente"), con un interesante ajuar compuesto por arcos, flechas, bastones y cerámicas.
El profesor del Departamento de Historia Antigua de la Universidad de Sevilla José Miguel Serrano, miembro de esta misión arqueológica desde hace más de una década, y codirector de la misma, afirma que se trata de una pieza "única y muy difícil de encontrar". En la actualidad sólo se han descubierto media docena de sarcófagos de valor similar al que ya se puede visitar en las vitrinas de la sala más importante del Museo de Luxor. "Nos sentimos muy orgullosos de este reconocimiento que nos ha brindado uno de los mejores museos de Egipto y seguimos trabajando porque estamos seguros de que aún queda mucho por descubrir".
En los últimos dos años, este grupo de expertos ha casi duplicado la superficie de excavación donde han hallado una serie de capillas funerarias y un depósito de cerámicas, también de tipo funerario, de los más grandes que se han encontrado hasta el momento. "Esto es un indicio claro de que esta zona contiene elementos muy interesantes e incluso, es probable, que hallemos nuevas tumbas que se sumarían a las cinco que ya hemos descubierto a lo largo de estos años de excavación", informa Serrano Delgado.
En el ámbito universitario, el profesor aprovecha para señalar la trascendencia de la biblioteca única de egiptología de la Universidad de Sevilla que registra más de mil volúmenes y en la que hoy día realizan trabajos de investigación especializados.
Serrano Delgado realizó sus estudios de Licenciatura (Historia) y de Doctorado (Historia Antigua) en la Universidad de Sevilla y se introdujo en la egiptología científica de la mano del Doctor Francisco J. Presedo Velo, uno de los pioneros de esta disciplina en el ámbito académico español.
Los temas en los que centra su investigación están enmarcados dentro del ámbito de la religión egipcia, fundamentalmente en a través de los textos y de los repertorios iconográficos. Sostiene una línea de investigación sobre las biografías funerarias, interesándose además por cuestiones de tipo historiográfico. En los últimos años, al hilo de su participación en el Proyecto Djehuty, se ha dedicado al estudio de los rituales funerarios del Reino Nuevo.
Desde hace más de veinticinco años sostiene una docencia continuada en lengua egipcia-sistema jeroglífico (Egipcio Medio y Neoegipcio) en la Universidad de Sevilla. Estos cursos, que con notable afluencia de público fueron pioneros en el ámbito nacional, tienen el formato de cursos de Extensión Universitaria, con la intención de hacerlos abiertos a todo el mundo. Finalmente, lleva a cabo una intensa labor de divulgación egiptológica por toda España, bien como conferenciante o publicista, y también traduciendo obras de relevancia para ponerlas al alcance del público español. 

Fuente: Europa Press

AFGANISTÁN RECUPERA PARTE DEL PATRIMONIO
QUE FUE EXPOLIADO EN AÑOS DE GUERRA


Objetos artísticos de la Edad de Bronce que forman parte de la colección de 843 reliquias arqueológicas expoliadas durante años de guerra en Afganistán y que, tras ser devueltas, se han instalado hoy en las vitrinas del Museo Nacional del país. EFEObjetos artísticos de la Edad de Bronce que forman parte de la colección de 843 reliquias arqueológicas expoliadas durante años de guerra en Afganistán y que, tras ser devueltas, se han instalado hoy en las vitrinas del Museo Nacional del país. EFE

Kabul, 5 - Un total de 843 reliquias arqueológicas expoliadas durante años de guerra fueron instaladas hoy en las vitrinas del Museo Nacional de Afganistán, en un acto oficial que contó con la presencia del cónsul británico en Kabul, Colin Corokin.
Los artefactos devueltos, en una operación que contó con el apoyo del British Museum, datan en algunos casos de 4.000 años de antigüedad e incluyen estatuas, hachas y monedas, que serán expuestas en una exhibición que estará abierta al público.
Entre las piezas figura un Buda de piedra de 1.800 años que fue robada del Museo y vendida en el mercado negro en Japón.


Objetos artísticos de la Edad de Bronce que forman parte de la colección de 843 reliquias arqueológicas expoliadas durante años de guerra en Afganistán y que, tras ser devueltas, se han instalado hoy en las vitrinas del Museo Nacional del país. EFEObjetos artísticos de la Edad de Bronce que forman parte de la colección de 843 reliquias arqueológicas expoliadas durante años de guerra en Afganistán y que, tras ser devueltas, se han instalado hoy en las vitrinas del Museo Nacional del país. EFE

"Teníamos registro de 21 objetos, mientras que el resto fueron robadas de sitios arqueológicos", explicó el director del Museo, Omara Khan Massodi, quien denunció que el expolio no hubiera sido posible sin la complicidad de "los señores de la guerra" afganos.
Los objetos fueron sacados de territorio afgano principalmente durante la guerra civil y vendidos en el mercado negro en Europa, Asia o América, pero en 2001, tras la caída del régimen talibán, las autoridades de algunos países comenzaron a devolverlos.
Algunos de los artículos robados fueron luego descubiertos en el Reino Unido, y, tras ser certificada su autenticidad por expertos del Museo británico, conservados en las dependencias de esa institución con vistas a devolverlos al país asiático.
Encrucijada geográfica entre Oriente Medio, Asia Central y el subcontinente indio, Afganistán ha sido históricamente escenario de civilizaciones míticas, como la del río Amu Daria, cuyo origen se remonta al siglo XIV antes de Cristo.

Fuente: EFE

AQUELLOS LIBROS QUE SE HICIERON UN LUGAR
EN LAS BELLAS ARTES

Exquisitos y de tiradas chicas, tuvieron su auge en los años 20.
Cierre. Colofón de Poemas de Safo, poetisa griega, en una versión de 1968.

Por Ezequiel Alemian

Raoul Veroni nació en Milán en 1912, pero a los pocos meses su familia se trasladó a Tafí del Valle, Tucumán, donde vivió hasta su adolescencia. Después se fue a Buenos Aires para estudiar Bellas Artes. Grabador reconocido, tuvo su época de oro durante los años 40. En 1961, con un crédito del Fondo Nacional de las Artes, armó una imprenta artesanal en su casa. Murió en 1992. En 2007 su hijo Ral, artista plástico, abrió el taller familiar y comenzó a catalogar la obra más fascinante y menos conocida de su padre, la de editor de libros de bibliófilos.
Un libro de bibliófilo es un libro impreso en papel de excelente calidad, hecho por un maestro papelero, en una imprenta artesanal, cuidadosamente compuesto y exquisitamente ilustrado, con un colofón (los datos finales, de impresión) del que se ha hecho un arte en sí mismo. La tirada de los libros de bibliófilos es bajísima : apenas unas decenas de ejemplares. Son ejemplares de colección. Y se presentan “en rama”, sin encuadernar, respetando la tradición que dice que los coleccionistas tienen sus propios encuadernadores, que los cosen a su gusto.
Los libros de bibliófilos tuvieron su auge en la década del ‘20 en Europa, donde la aristocracia argentina pasaba largas temporadas. En 1929, se fundó en Buenos Aires la Sociedad de Bibliófilos, que cada año mandaba hacer un libro especial para repartir entre sus escasos socios. Los mismos escritores traían consigo de Europa el papel con el que querían hacer sus libros. Los financiaban y luego regalaban a los amigos. La bibliofilia comenzó a decaer en los años ‘60 y sufrió otro golpe a partir de los ‘80, cuando la imprenta de tipos móviles fue reemplazada por el offset.


Páginas-arte. Alguna de las piezas de Veroni que pueden verse. diego díaz.
El libro como arte: Raoul Veroni y las ediciones de bibliófilo es una muestra que inaugura mañana en el Museo del libro y de la Lengua y que repasa la obra de Veroni.
Veroni editó 80 libros de este tipo. Para algunos hizo los grabados; para la mayoría, lo hizo todo: compuso, ilustró, imprimió. Los veinticuatro ejemplares de Tres recuerdos del cielo , de Rafael Alberti, en 1943, fueron los primeros que hizo de manera íntegra. Editó a Enrique Banchs, a Ricardo Molinari, a Silvina Ocampo, a Jorge Calvetti, entre otros. También, traducciones de Poe, Keats, Shelley y Eliot. Rodolfo Wilcock, tradujo para él, el artista Alberto Greco, a los 19 años editó para bibliófilos su único libro: Fiesta .
“Había mucha interacción entre el poema y la edición, entre el artista, el imprentero y el poeta”, señala Ral Veroni, que hoy continúa y renueva la tradición de su padre: editó 50 ejemplares de una novela de César Aira, Los dos hombres , y 16 de un Libro de apuntes , de Daniel Santoro. “Mi padre era muy osado con los colores. Trabajaba con verdes, con rosas. Era una especie de pop de la bibliofilia”, agrega.
–¿Que se hagan pocos ejemplares y sean tan caros, no atenta contra la circulación de los textos?
–Son caros porque lleva mucho tiempo hacerlos y se usan materiales de calidad. Si el libro está bien hecho, más tarde o más temprano se encuentra con el lector.

Fuente: clarin.com

INSTANTÁNEAS DE LA RESISTENCIA Y LA MUERTE
EN EL SITIO DE LENINGRADO


Muestra fotográfica en el Centro Cultural Recoleta. Son imágenes tomadas durante los 900 días de asedio nazi. Sin comida ni combustible, hubo 700 mil muertos.
Por Mercedes Pérez Bergliaffa

“No saben lo que era. Cosas terribles pasaban todos los días. Algunas personas se volvían locas del hambre. Y la práctica de ocultar a los muertos en algún lugar de la casa, para poder usar sus cartas de ración y así obtener más comida, era común... No saben lo que era… Había tantas personas muriendo por todos lados, que las autoridades no podían trasladar sus cuerpos… Ibamos esquivándolos por la calle, sin fuerzas para levantarlos… Deberían de haberlos visto, en febrero de 1942... ¡Díos mío…! Mi peso bajó de 70 kilos a 40, en cuatro meses.” El testimonio es de Anna Andreievna, la manager del hotel Astoria de Leningrado –ahora San Petersburgo–. Sobreviviente, ella es una de las voces que en las últimas décadas están reconstruyendo la historia de ese período trágico, vivido por el pueblo ruso durante la Segunda Guerra Mundial: el sitio de Leningrado.
Fueron 900 días de hambre y frío, 900 días de una ciudad sitiada por los ejércitos alemanes. Debido a ello, murieron en Leningrado –una ciudad de entonces 3 millones de habitantes–, 700 mil personas. Bajo las órdenes de Hitler, los alemanes no permitían que la comida ni el combustible llegaran a un pueblo que estaba sufriendo un invierno duro: más de 40 grados bajo cero. Al principio, las raciones de pan eran de 300, 250 y 150 gramos. Luego, ni eso. Más tarde, palomas, ratas, harinas creadas con conchas marinas y aserrín no alcanzaron. Los casos de canibalismo empezaron a aparecer junto con el mercado ilegal de carne y grasa humana, y la quema de muebles y bibliotecas legendarias –como la Biblioteca de Leningrado– para poder calentarse. Nada alcanzó.
Esto aparece de repente con toda su furia cuando el espectador entra en esta muestra de fotos del Centro Cultural Recoleta (Junín 1930). Una vez allí dentro, no hay más palabras: allí, la memoria se hace imagen. Y el Sitio de Leningrado aparece con toda su crudeza, con esta exhibición de fotografías del Archivo Estatal de Cine, Fotografía y Sonido de San Petersburgo. Realizadas en blanco y negro, exponen cuerpos fantasmales, tirando de una soga, llevando como pueden a los muertos. Figuras con baldes de lata, buscando agua en las tuberías estalladas. La ciudad destruida, las vigas de hierro dobladas, y el humo de las bombas flotando en las calles. Hombres sosteniendo su ración de comida (entra en media mano). Y personas en las fábricas, en sus puestos de trabajo. A muchas las ataban a sogas, para que pudieran sostenerse. Así morían.
Clarín habló con la curadora rusa de la exposición, Irina Chmyreva, profesora de la Universidad Estatal de Moscú e investigadora de la Academia Rusa de Bellas Artes.
–Irina, ¿estas fotografías estuvieron prohibidas en algún momento en Rusia?
–Sólo algunas no fueron publicadas. Pero no fue por razones ideológicas, sino porque mostraban cadáveres. Fue durante la era soviética (1922-1991), cuando todo estaba bajo censura. Aun así, el concepto ideológico de estas fotos coincidía con el de los gobiernos.
–Durante el Sitio de Leningrado, ¿sus habitantes tenían contacto con estas imágenes?
–No, el gobierno no quiso mostrar estas fotos en Leningrado en esa época. Sí las mostró en el resto de la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS.
–¿Qué posibilitó la muerte de Stalin, en relación a la circulación de estas fotografías?
–Una vez que él murió, los archivos se abrieron y las imágenes comenzaron a circular en publicaciones, medios masivos y libros. Sin embargo, todo comenzó a salir plenamente a la luz con la Perestroika, a fines de los 80 y principios de los 90, cuando la URSS colapsó. Ese fue el proceso de redescubrimiento de nuestra historia, aunque las investigaciones profundas recién comenzaron en los años 2000.

Abandonar el pasado es perder el futuro


Por Patricia Kolesnicov - pkolesnicov@clarin.com


Si Neruda llamaba “Venid a ver la sangre por las calles”, en la Guerra de España, cabe imaginarse que la sangre no corría: se congelaba en Leningrado. Todo golpea en la muestra sobre Leningrado; el frío, el detalle de cuántos gramos de pan hay por día para cada uno, señoras de pollera y pañuelo barriendo cadáveres y hojas.
Todo golpea pero una imagen sorprende: gente, gente común, de esa helada y muerta de hambre, protegiendo una estatua. La rodean, la cubren de piedras. Le hacen un colchón de piedras contra el bombardeo nazi.
Es un beneficio mutuo: esas estatuas, esa identidad, siglos de una historia que incluye el primer Estado obrero del mundo, también calientan el cuerpo.
Y eso lo saben todos, lo saben los talibanes cuando destruyen budas y lo saben –¿se olvidaron?– los europeos.
Sitiada por la crisis, Italia deja que se le caigan las piedras al Coliseo romano y su reparación, librada a la buena voluntad y buen pasar de un empresario de zapatos. Su presupuesto de Cultura bajó de 2.300 millones de euros en 2001 a 1.400. En Grecia pasa más o menos lo mismo.
Aunque la revolución rusa no fue un colchón de rosas, quizás esa defensa de los monumentos hable de una apuesta. Porque abandonar el pasado, ¿no es dar por perdido el futuro?

Fuente: Revista Ñ Clarín