PRÓXIMO REENCUENTRO DE LAS GIOCONDAS





La Gioconda del Prado, éxito de visitas desde que fuera colgada en la pinacoteca española el 21 de febrero pasado, y la del Louvre se encontrarán pronto para una exhibición en París. 

GIOCONDAS. De izquierda a derecha, la original que está en el Louvre, la copia del pupilo antes y después de la restauración.

Por Mila Trenas

La Gioconda del Prado abandonará hoy las salas del museo madrileño para iniciar el camino que la llevará a reencontrarse con la Mona Lisa de Leonardo Da Vinci, en el Louvre de París. Después del reposo obligado por el que pasan las obras de arte tras ser descolgadas y una vez realizados los trámites y embalajes necesarios para su traslado a la capital francesa, la "gemela" de La Gioconda pasará a formar parte de la exposición "La última obra maestra de Leonardo da Vinci. Santa Ana", según informaron fuentes de la Pinacoteca española.
Durante su estancia en la sala 49 del museo del Prado, en la que ha estado colgada temporalmente desde el pasado 21 de febrero, la copia de la Mona Lisa se ha convertido en una de las obras más contempladas y que mayor interés ha despertado entre los visitantes y en los medios de comunicación de todo el mundo.
Esta expectación ha sorprendido incluso a los responsables del Prado que no pensaban que iban a tener tanta repercusión los trabajos realizados en la pintura, de la que se eliminó el repinte negro que cubría el fondo y se recuperó el paisaje original. Esta restauración, que se inició a raíz de que el Louvre solicitara el préstamo de la obra para su participación en la mencionada exposición, han permitido descubrir que la obra fue pintada por algún discípulo de Leonardo da Vinci que trabajaba en su taller al mismo tiempo que éste creaba la original.
La importancia del descubrimiento radica en que, al tratarse de una copia coetánea y perfectamente conservada, aporta una valiosa información tanto sobre el paisaje de fondo como sobre muchos detalles que rodean a la enigmática dama; como los adornos de la tela que cubre su pecho o el velo semitransparente que envuelve sus hombros. Además, los estudios confirman que la del Prado es la copia más antigua de la emblemática pintura y permiten ampliar el mejor conocimiento de la obra del Louvre. La copia, que tras su exhibición en París regresara al Prado, forma parte del museo desde su fundación en 1819 ya que procede de las colecciones reales españolas, germen de la institución.
Aunque se desconoce con exactitud la forma y fecha de su ingreso en las colecciones reales, probablemente se trate de la obra que aparecía ya en 1666 citada en el inventario del Alcázar de Madrid como un retrato femenino relacionado con Leonardo, según información del Prado. La exposición que el Louvre dedicará del 29 de marzo al 25 de julio a "La última obra maestra de Leonardo da Vinci. Santa Ana" será una de las más destacadas del museo francés durante este año.
Organizada con motivo de la restauración de Santa Ana de Leonardo, la muestra reunirá por primera vez toda la documentación ligada a esta obra y algunas versiones del cuadro realizadas en su taller que mostrarán, además, estados intermedios de ese ambicioso proyecto de los años de madurez del artista, que trabajó en él desde 1501 hasta su muerte, en 1519. La exposición se centrará también en las influencias que ejerció esta pintura de Leonardo en el arte europeo y, en particular, en Rafael y Miguel Angel.

Fuente: Revista Ñ Clarín / EFE

MUNDOS AJENOS Y EN LAS SOMBRAS






Cuando cae la noche y las luces de las ventanas son como pantallas de cine, Luján Candria “espía” la vida de la clase media porteña. 

LUMINARIA. Still de video digital, 2009/2010.
LUMINARIA. Still de video digital, 2009/2010.
HOGARES ENCENDIDOS. Foto digital, 28 x 36 cm.
HOGARES ENCENDIDOS. Foto digital, 28 x 36 cm.
MEDIANOCHE. Still de video digital, 2009.
MEDIANOCHE. Still de video digital, 2009.
Por Marina Oybin

Son escenas robadas de ventanas de edificios cercanos. La cámara apunta, dispara y devuelve una imagen que es posible definir como voyeur estetizante. No hay intimidad brutal. Y hasta uno podría transformarse en voyeur ocasional, involuntario, diría alguien, ocultando ese deseo de mirar las ventanas ajenas que la cámara de Luján Candria viene a satisfacer.
Esas imágenes cotidianas, capturadas por la noche e iluminadas por luces frías o cálidas de la metrópolis, siempre teatrales, resultan hipnóticas: sugieren más de lo que muestran. Se apropian de un fragmento de vida que quedó expuesto.
En las diecinueve fotografías que integran la instalación “Hogares encendidos”, y que se exponen estos días en la galería Angel Guido Art Project, cada una de las cajas con fotos contiene leds que potencian esa luz que alguna vez fue real.
En esos recortes del paisaje urbano nocturno, lo narrativo pasa a segundo plano para poner en el centro de la escena a esa luz que esconde huellas, fragmentos, personajes fuera de foco. Con esos indicios, se desata el enigma y se arma la composición final. “Como en la pintura barroca, una fuente de claridad descubre algo que sucede en medio de la sombra: la fotografía se presenta entonces como epítome de aquel estilo que en el siglo XVII abandonó la esencia por el acontecimiento, la totalidad por la parte, el razonamiento lógico por la empatía emocional”, escribe Valeria González en el texto del catálogo. 
Con esculturas, pinturas, videos y fotografías, hace tiempo Luján Candria viene poniendo el foco en la luz, los reflejos y las transparencias. Se metió con objetos ensamblados y vidrio, siguió con tintas, aguadas y pinturas. Y ahora, esta última serie, cuenta, devino obsesión: no le alcanzó la vista desde su departamento de Zona Norte o la de su taller en Villa del Parque (los sitios desde donde filmó y tomó la mayoría de las fotografías), inevitablemente cada vez que iba a casas de amigos o a reuniones miraba las ventanas-cuadros de los edificios cercanos. 
Al recorrer la muestra es posible recordar ventanas bien diferentes a las de Candria, como la de “La casa de los inquilinos”, aquel collage con fotografías tomadas en distintos años y sitios donde Robert Doisneau nos acercó a la vida de los sectores populares: la pertenencia de clase determinaba la disposición espacial de las familias en un edificio de departamentos. Doisneau invita a espiar: cada ventana del collage contiene una foto de un hogar donde uno se topa con la intimidad de los inquilinos y de los encargados del edificio. Por ahí desfilan Claudio, el estibador, recostado, fumando en la cama de su pequeña habitación mientras contempla las paredes empapeladas con imágenes y dibujos de damas desnudas; Madame Lucienne, en el comedor junto a su familia (ella reconcentrada en la costura, su marido escuchando la radio, sólo el chico mira de frente a la cámara descubriendo al intrusivo fotógrafo); Monsieur Dassonville con su pato; el señor Salkhazanoff en un humilde altillo cuidando a sus tres bebés. Entre esas fotos, como contraste, Doisneau planta la de un elegantísimo consultorio médico (y vuelve a reforzar las diferencias al interior de la escena con un hombre de zapatos gastados y una dama  con visón).
En cambio, en las fotos de Candria, los personajes son más bien anecdóticos, acaso intercambiables. Los departamentos que captura –todos pisos altos, a la calle– condensan la tranquilidad nocturna de una clase media acomodada. Uno descubre un extraño ángulo que dibuja la luz, un cuarto en sombras con las persianas bajas que apenas dejan ver unas piernas, livings con decoraciones que parecen calcadas, ambientes que parecen calcados, parejas aferradas a la penumbra, figuras fuera de foco, difusas. La luz cálida o fría resulta enigmática; la vida de esos vecinos cercanos, gris, silenciosa. 
En “Luminaria más Luminaria nocturna”, un video digital en loop con sonido, la luz y la polis se vuelven pura abstracción y, al tiempo, extraña constelación. “En mi caso –dice Candria–, la edición forma parte del proceso creativo”. Las luces que iluminan la city se vuelven textura, larva, mariposa, vida efímera detenida. En la pared de enfrente, en “Medianoche” (un video digital con sonido también compuesto por la artista) el movimiento de la cámara y las luces evidencian una ciudad real. Es de noche, en ese microcosmos de hogares próximos donde habitan la luz y una inquietante serenidad.

FICHA
Luján Candria. Hogares encendidos


Lugar: Angel Guido Art Project, Suipacha 1217.
Fecha: hasta el 3O de marzo.
Horario: lunes a viernes, 12 a 20.
Entrada: gratis.


Fuente: Revista Ñ Clarín 

HABRÍAN HALLADO
UNA PINTURA PERDIDA DE DA VINCI





Se trata de "La Batalla de Anghiari". Pruebas realizadas recientemente en el Palazzo Vecchio de Florencia parecen respaldar la teoría de que la obra del genial artista estaría detrás de un mural de Vasari.

Habrían hallado una pintura perdida de Da Vinci

La pintura de Leonardo da Vinci, que data del siglo XVI, estaría ubicada en el muro oriental del Salón de los Quinientos, en el Palazzo Vecchio de la ciudad de Florencia, debajo del mural "La batalla de Marciano", de Giorgio Vasari.
Esta teoría pareció tomar impulso luego de nuevos pruebas realizadas a fines del año pasado mediante una sonda endoscópica insertada a través de la pared en la que está pintado el mural de Vasari.
La sonda, que tenía una cámara,permitió al equipo de investigadores liderados por el científico Maurizio Seracini ver lo que había detrás del Vasari y recoger muestras para  analizarlas.
La investigación fue llevada a cabo por la National Geographic Society y el Centro de Ciencias Interdisciplinarias para Arte, Arquitectura y Arqueología (CISA3) de la Universidad de California en San Diego (UCSD), en cooperación con la ciudad de Florencia. Las investigaciones realizadas en el Salón de los Quinientos del Palazzo Vecchio culminaron con la colaboración de La Superintendencia de Patrimonio Cultural de Florencia y el Opificio delle Pietre Dure, un centro estatal italiano de restauración artística con sede en Florencia.
Utilizando tecnología endoscópica provista por Olympus and Wolff, los investigadores pudieron mirar detrás del mural de Vasari y obtener muestras para ser analizadas. Los datos obtenidos del análisis químico, si bien no fueron concluyentes, sugieren la posibilidad de que la pintura del genial renacentista italiano, que se suponía se había destruido cuando se remodeló el Salón de los Quinientos a mediados del siglo XVI, podría todavía hallarse detrás del Vasari.
"Los datos son alentadores", manifestó Maurizio Seracini, becario de National Geographic y director fundador del UCSD CISA3. "Aunque todavía estamos en la etapa preliminar de la investigación y queda mucho trabajo por hacer para resolver este misterio, las pruebas sugieren que estamos buscando en el lugar correcto", agregó.
Seracini, ingeniero de profesión y uno de los especialistas más destacados del mundo en el campo del diagnóstico artístico, comenzó su búsqueda del mural hace más de treinta años.
En la década del setenta, notó las palabras "cerca trova" (el que busca encuentra) pintadas en el fresco de Vasari y creyó que era una clave del misterio de la obra perdida de Leonardo. A partir de entonces, Seracini llevó a cabo estudios con láser, térmicos y con radar en el salón y determinó la ubicación más probable del mural de Leonardo.
Cuando le dieron la oportunidad de llevar a cabo una investigación endoscópica a través del mural de Vasari, Seracini identificó catorce áreas a explorar. Luego de consultar a los especialistas del Opificio delle Pietre Dure, se eligieron seis puntos de entrada.
Estos puntos fueron elegidos por los restauradores del Opificio delle Pietre Dure en lugares en donde no hay pintura original de Vasari, que incluyen áreas rajadas o previamente restauradas, para que las perforaciones no dañaran el mural original de Vasari.
Los especialistas del Opificio delle Pietre Dure realizaron las perforaciones para que luego el equipo de Seracini introdujera las sondas con cámara para ver la pared de atrás y extraer muestras. El análisis de las muestras se realizó con instrumentos portátiles en el andamio, en el laboratorio Editeh con sede en Florencia y en Pontlab, un laboratorio privado de análisis de Pontedera.
"Dado que los puntos por los que ingresamos se hallaban en la periferia del área que queríamos explorar originalmente, los resultados obtenidos son muy alentadores", concluyó Seracini.


Fuente: infobae.com

PANORÁMICA,
LA RAVE DE LAS ARTES VISUALES





Del jueves al sábado se llevó a cabo la cuarta edición del festival audiovisual y cultura contemporánea. Para la apertura, en las nuevas instalaciones del Centro Cultural San Martín, una performance en vivo del colectivo francés Architecture 1024 apostó a la euforia. 


Por Cristina Civale

La invitación decía expresa y literalmente: "IMPORTANTE: Para asistir a la presentación de Euphorie previamente deberán retirarse las entradas 2 horas antes del show. Capacidad limitada". Y así fue: desde las 6 de la tarde del miércoles 7, la performance estaba prevista para la 8 de la noche, comenzaron a llegar sin histeria y sin solución de continuidad todos aquellos que quisieron asistir a la apertura de lujo que ofreció la cuarta edición de Panorámica, un festival que desde hace cuatro años presenta durante tres días un programa de performances en directo, con artistas de la escena audiovisual nacional e internacional. Explica Martín Borini, uno de sus creadores: "Los orígenes de Panorámica se encuentran en la fórmula 'música e imágenes', impulsada en los últimos años por VJs y DJs, a los que se  sumaron artistas de diferentes disciplinas que van de la mano con el desarrollo de software y hardware específico para esta actividad artística que está ganando presencia en escenarios, festivales, centros de arte y diversas obras que hacen a nuestra cultura contemporánea".
Creado y dirigido por Borini junto a Wili Peloche con el auspicio del Espacio Fundación Telefónica y de la Embajada de Francia, en esta, su cuarta edición, sumaron un día más y un espacio de excepción para la apertura. Las nuevas instalaciones del Centro Cultural San Martín cobijaron el espectáculo Euphorie del colectivo francés Architecture 1024, creador del show de ilusionismo que duró cuarenta minutos, un espectáculo multimedia donde en vivo y a través de la técnica de video mapping se dibujaban con luz  (¿con luz?) sobre cinco pantallas gigantes líneas, círculos y enajenantes diseños postpsicodélicos. En tanto, también en vivo y a la vez, música electrónica acompañó los dibujos hipnóticos realizados in situ por el colectivo francés. Entre las pantallas ubicadas una tras otra, dando un sensación de infinito, se veían a dos técnicos-actores-artistas- y, en el medio del público, apenas se atisbaban otros dos que manejaban una discreta consola. Lo cierto es que en este evento mágico, que posibilitan las nuevas tecnologías, intervinieron para la actuación en vivo exactamente 19 personas, distribuidas entre un público tupido que colmó la sala con capacidad para 200 personas y dejó afuera a una cincuentena que mansamente aceptó su destino de exclusión.
El público presenció la adrenalina destilada por la luces, los videos camuflados y la música que latía con fuerza con una quietud inusual. En la oscuridad de la sala, donde eran castigados los que hacían luz con sus teléfonos celulares, todo invitada al baile, al movimiento, a sacudirse y a ulular –sí ulular–  de euforia anfetamínica ante la propuesta de Euphorie. Esta mansedumbre, que contenía pasión y estupefacción por lo que se estaba viviendo, habla de un público acostumbrado a percibir con agudeza y con la intención de descubrir el artificio de lo que iba sucediendo. Pasión intelectual más que visceral.
Los cuarenta minutos exactos que duró la performance se duplicaron en la sensación de los que asistimos y tuvimos que contener el movimiento natural que dictaba nuestro cuerpo. Algunos somos viscerales.
Euphorie –a pesar de su exactitud y excelencia– no logró transmitir la euforia necesaria para producir el sacudón de los cuerpos, esa acción que allí hubiese sido, quizá políticamente incorrecta pero qué bien hubiese venido.
El festival continuó del jueves al sábado y, además de brindar cada noche, a las 8 en punto ahora en el Espacio Fundación Telefónica de Arenales al 1500, un nuevo espectáculo de live streaming, ofrece por las tardes talleres, conferencias e intercambio entre artistas a través de un programa de live sets, donde se manifiestan las técnicas, tendencias, inquietudes y experimentos de una generación en constante evolución en su relación con los medios artísticos contemporáneos.
El 8 de marzo se destacó la intervención del legendario artista argentino Claudio Caldini, no sólo leyenda en estas pampas por sus investigaciones en los nuevos medios sino también por sus creaciones a la altura y más de estas investigaciones. Antes de empezar su set le contó su proyecto de experimentación para esta nueva edición de Panorámica: "Se trata de un trabajo nuevo, una variación sobre Fantasmas Cromáticos, que estuve preparando durante el año pasado, una performance sobre la omnipresencia del automóvil en la ciudad, una realidad que se ha vuelto una pesadilla. Estoy investigando los sistemas primitivos de producción de imagen fotográfica y cinematográfica en color, a partir de película en blanco y negro, no para reproducir el color real sino para descomponerlo. Alan Courtis está trabajando el sonido que se asocia a la imagen en la operación en vivo de los instrumentos sobre cintas magnéticas y en la transferencia en directo de lo analógico a lo digital".  Así es, el argentino Alan Courtis es el socio esencial del legendario Caldini en esta apuesta más que ambiciosa.
No es teatro, no es música, no es vj con dj, no es sólo live streaming: es Panorámica, en busca de un nombre aún inhallable para nombrar los cambios que las nuevas tecnologías aportan al mundo de las artes visuales.



Fuente: Revista Ñ Clarín

LAS 167 OSAMENTAS
ENCONTRADAS EN MÉXICO,
DATAN DE ÉPOCAS PREHISPÁNICAS




Restos humanos y animales prehistóricos encontrados en un sitio arqueológico cerca de la Ciudad México. Arqueólogos mexicanos determinaron que las 167 osamentas encontradas en el estado de Chiapas (sureste), frontera con Guatemala, datan de periodos prehispánicos, informó el sábado en la noche el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)

Por Arturo López

Arqueólogos mexicanos determinaron que las 167 osamentas encontradas en el Estado de Chiapas (sureste del país), frontera con Guatemala, datan de períodos prehispánicos, informó el sábado por la noche el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
"El hallazgo presenta características de un cementerio prehispánico de finales del Clásico Tardío y principios del Posclásico (700-800 a 1100-1200 D.C.)", dijo Emiliano Gallaga, delegado del INAH en Tuxtla Gutiérrez, la capital de Chiapas.
"Los cráneos presentan diversas deformidades causadas por costumbres de la época", añadió Gallaga. También fueron encontrados fémures, tibias, mandíbulas y maxilares.
El hallazgo, reportado por la fiscalía estatal el viernes, se realizó a la entrada de una cueva en la Ranchería Nuevo Ojo de Agua en el municipio de Frontera Comalapa, de casi 17.000 habitantes.
Versiones periodísticas señalan que el hallazgo fue hecho por un ranchero que buscaba a una de sus vacas extraviadas.
En el lugar los antropólogos y peritos de la fiscalía estatal encontraron diversas piezas de barro de origen prehispánico y algunas joyas.

Fuente: AFP

LA LEYENDA DEL ARROYO MALDONADO





Histórico. El Maldonado antes de ser entubado, a principio del siglo XX.
Por Eduardo Parise 

Nadie puede discutir que el arroyo Maldonado es tan porteño como la Plaza de Mayo. Es que en su curso de más de veinte kilómetros, atraviesa diez barrios de la Ciudad: Versalles, Liniers, Villa Luro, Vélez Sarsfield, Floresta, Villa Santa Rita, Villa Mitre, Caballito, Villa Crespo y Palermo, para terminar en el ancho Río de la Plata.
Ahora, salvo cuando desborda y complica la vida de muchos, el arroyo está oculto debajo de la avenida Juan B. Justo y su continuación, la avenida Intendente Bullrich. Pero desde 1929, cuando se empezaron los trabajos, el Maldonado dejó atrás aquella imagen campera que lo había acompañado, para quedar entubado, primero bajo tierra y, desde 1936, debajo del asfalto de la zigzagueante traza de las avenidas. El entubamiento estuvo a cargo de la empresa Siemmens Schukert, contratada por Obras Sanitarias de la Nación.
Esa es la historia más reciente del famoso y más grande arroyo soterrado que tiene la Ciudad. Pero el Maldonado es conocido desde mucho antes. Tanto, que su nombre tiene origen en una de esas leyendas que, a lo largo de los años, corren de boca en boca. Es la que cuenta datos de la vida de “la Maldonado”, una de las mujeres que llegó con la expedición de Pedro de Mendoza, que el 3 de febrero de 1536 hizo la primera fundación de Buenos Aires, una precaria edificación que duraría apenas hasta 1541. Según la historia, aquella mujer se había embarcado en San Lúcar de Barrameda, desde donde zarpó la expedición en agosto de 1535. Era una más entre aquellas pocas pioneras –como María Dávila (esposa de Mendoza), Isabel de Guevara, Ana de Arrieta o Elvira Pineda– que se animaban a la aventura de cruzar el gran océano y oficiar de asistentes, obreras, enfermeras o amantes.
La suerte de aquella gente no fue la mejor: rodeados de nativos decepcionados por el trato de los españoles, el hambre y las enfermedades minaron la vida en la precaria ciudad. Fue en esa circunstancia que “la Maldonado” cruzó la empalizada de la aldea (algo prohibido) y se internó en el campo en busca de comida. Cuentan que, agotada, se refugió en una cueva cercana a aquel arroyo y que allí encontró a una puma a punto de parir. Y dicen que la mujer ayudó a aquel animal en el parto, que se presentaba difícil. Desde enconches, la fiera agradecida le proveía comida a la mujer que convivía con ella. Eso hizo que hasta los aborígenes la respetaran.
Sin embargo, la leyenda agrega que un día los españoles de la aldea la capturaron, la juzgaron y la condenaron a muerte, dejándola atada a un árbol en medio del campo, para que animales y alimañas terminaran con su vida. Aquello no ocurrió: “la Maldonado” fue rescatada y protegida por la puma a la que había ayudado. Unos cuentan que ante eso Mendoza le otorgó el perdón y la mujer volvió a la aldea. Otros, que su final se pierde en aquel terreno donde está el arroyo que lleva su nombre.
Con toda su carga dramática, la leyenda se mantiene intacta y cada tanto aparece en los relatos que hablan del Maldonado y su fama. Lo mismo pasa con otros aspectos que recuerdan lugares, hechos y protagonistas junto a ese arroyo rebelde que alguna vez fue uno de los límites naturales de la Ciudad. Es lo que pasa con la mala fama que supo tener el viejo café La Paloma, que estaba en el cruce de aquel curso de agua con la avenida Santa Fe, donde hoy hay una gran pinturería. En aquel recinto no sólo recalaron grandes de la génesis del tango como Eduardo Arolas, Tito Rocatagliata, Juan Maglio o Agustín Bardi. Cuentan que no sólo había música y mujeres de vida licenciosa: también hablan de algunas ratas que invadían el lugar y exageran mintiendo con ese jocoso mito de que hasta solían prenderse en algún bailongo. Pero esa es otra historia.


 Fuente: clarin.com

EL LOUVRE,
PRIMER MUSEO INTELIGENTE DE EUROPA




A través de un sistema de administración inteligente, la institución puede proteger y preservar las obras de arte sin la necesidad de cerrar sus puertas.

El Louvre, primer museo inteligente de Europa

IBM y el Museo del Louvre en París están trabajando para preservar y proteger las instalaciones y obras de arte. El personal del museo manejaba manualmente más de 65.000 tareas de reparación y mantenimiento por año, pero ahora a través un software de gestión, se logró optimizar los procesos, se mejoró la eficacia y la atención a los visitantes, así como también se administran y operan todas las instalaciones en tiempo real.
Creado en el siglo XVIII, el Louvre alberga miles de objetos y artefactos que abarcan de la prehistoria al año 1848, entre ellos, la pintura más famosa, La Mona Lisa. Se trata de uno de los museos más grandes del mundo ya que su infraestructura cubre más de 60.385 metros cuadrados.
Antes, el personal administraba la reparación de sus instalaciones y el trabajo de mantenimiento en papel con cientos de proveedores. Al ser uno de los museos más concurrido de Europa, con un récord de 8.8 millones de visitantes en 2011, el Louvre tiene como objetivo mantener la mayoría de sus galerías abiertas todos los días. Para cumplir esta misión y administrar más de 65.000 visitas de reparación, el museo necesitaba racionalizar y hacer más eficiente su mantenimiento correctivo y preventivo, para lo cual se requería una herramienta computarizada de gestión que le permitiera concentrarse en las áreas foco.
A través de SQLI, asociado de negocio de IBM, se realizó una actualización del software para crear una única base de datos de información y repositorio compartido para el personal del museo. Esto permite visualizar procesos que incluyen planificación inicial, limpieza, mantenimiento y disposición de sistemas de salas de instalaciones, tales como aire acondicionado, calefacción, ascensores, luces de cada sala o galería, y el sistema de trabas para más de 2.500 puertas; además de aportar la reducción de los costos de mantenimiento y el consumo de energía.
El sistema de administración de Louvre ahora puede sumar datos de sistemas individuales dentro del museo y ofrece al personal y los proveedores información en tiempo real sobre cada activo. Proporciona una visión predictiva del desempeño y confiabilidad de los equipos y sistemas de instalaciones. Esto permite al personal del museo determinar mejor qué activos deben ser reparados o reemplazados, detallando también la cantidad de activos existentes y su registro histórico de mantenimiento. También correlacionó las tareas con los contratistas disponibles, estimó y obtuvo la aprobación de costos, estableció prioridades e inició actividades de mantenimiento en todo el museo y cada una de sus galerías.

Fuente: infobae.com