La red de caminos Inca llamado
'Qhapaq Ñan', que se extiende por seis países andinos, solicitará ser declarada
Patrimonio Cultural Mundial ante la Organización de la Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), informó el miércoles el ministerio
de Cultura de Perú.
La
red de caminos Inca llamado 'Qhapaq Ñan', que se extiende por seis
países andinos, solicitará ser declarada Patrimonio Cultural Mundial
ante la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia
y la Cultura (UNESCO), informó el miércoles el ministerio de Cultura de
Perú.
La postulación de Qhapaq Ñan, también llamado 'El camino del Señor' o
'El camino andino principal', será presentada en enero próximo a la
UNESCO para su reconocimiento mundial, asi como para garantizar su
protección y conservación, señaló a la prensa limeña Paloma Carcedo,
directora de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura peruano.
Carcedo explicó que el documento técnico que será entregado a la
UNESCO reunirá expedientes presentados por Perú, Bolivia, Ecuador,
Colombia, Chile y Argentina, países todos ellos involucrados en la red
de caminos Inca.
"Nunca antes se habían juntado seis países para una sola candidatura,
y esto se da porque el camino Inca llegaba a todos estos países",
señaló.
El Qhapaq Ñan constituía la carretera principal norte-sur del Imperio
Inca, impulsada en el siglo XV, que posibilitaba el control económico y
político. En esa época tenía unos 6.000 kilómetros de longitud y
llegaba desde lo que hoy es el sur de Colombia hasta la región del Maule
(centro-sur de Chile).
El camino permitía al emperador Inca el acceso a los pueblos de todo
el imperio, además del intercambio de diversos productos, la transmisión
de valores culturales, el acceso a los diferentes santuarios incaicos y
el desarrollo del comercio.
La solicitud que será presentada a la UNESCO comprende siete tramos
que se conservan y que suman un total de unos 1.200 kilómetros.
La ruta se encuentra entre los 2.000 y 5.000 metros de altura con
tramos que llegan a un ancho de 20 metros, conectando áreas pobladas,
zonas agrícolas, mineras y santuarios.
Fotógrafos
tomando imágenes de una obra del artista italiano Sandro Botticelli llamado
'Retrato ideal de una dama (¿Simonetta Vespucci?)', en la exhibición previa a
la inauguración de la muestra renacentista en el Metropolitan de Nueva York.
Cerca
de 160 retratos del renacimiento italiano, de Donatello a Bellini, se
exhiben en el Metropolitan Museum of Art (Met, Museo Metropolitano de
Arte) de Nueva York a partir de este miércoles, para celebrar las obras
europeas del siglo XV. Fue en esta época cuando por primera vez desde la antigüedad, se
pintaron, dibujaron o esculpieron retratos, con el objetivo de celebrar a
un príncipe, guerrero, inmortalizar los rasgos de una persona para las
generaciones futuras de su familia o plasmar la belleza de una mujer. La exposición es un recuento de 80 años de este arte del retrato, que
va de 1425 a 1506, y que pasa por Florencia, Venecia y la corte
italiana. La exposición, que incluye sublimes lienzos de Botticelli, es una
muestra de esta época en la que, en Venecia, se pasó del tradicional
retrato de perfil al de tres cuartos de perfil. Entre los artistas expuestos figuran Donatello, Filippo Lippi,
Botticelli, Verrocchio, Ghirlandaio (cuya obra 'Viejo con su nieto' fue
prestado por el museo del Louvre), Pisanello, Mantegna, Giovanni
Bellini, y Antonello da Messina. La exposición dedica un espacio importante a bustos de mármol y
bronce, otra forma artística del retrato, que ubicados a la altura de
los ojos y lejos de los muros, permiten al espectador apreciar todos los
detalles de la obra. Entre estos bustos, se encuentra un relicario del mártir Saint
Rossore, jefe de obras de Donatello, prestado por el museo San Matteo de
Pisa, así como un busto femenino de Desiderio da Settignano, prestado
por la Gemäldegalerie de Berlín. La exposición durará hasta el 18 de marzo de 2012.
El compositor y director de orquesta francés Pierre Boulez
dirige la Orquesta de París durante un concierto gratuito dentro de la Pirámide
del Louvre de la capital francesa, el martes 20 de diciembre
Unas
2.500 personas asistieron el martes a un concierto en el Museo del
Louvre dirigido por el compositor y director francés Pierre Boulez, con
un programa en el que figuraban 'Noche transfigurada' del austríaco
Arnold Schoenberg y 'Concierto para orquesta' del húngaro Bela Bartok.
Pierre Boulez, de 86 años, dirigió la Orquesta de París para este
concierto gratuito en un lugar excepcional, la pirámide de cristal que
sirve de entrada al Museo del Louvre. Los organizadores tuvieron que
rechazar espectadores.
"He aquí dos obras, una de las cuales fue compuesta en 1899, es
decir, más que centenaria; pienso que si tengo algo que hacer es dar una
obra que no logra penetrar en el repertorio", declaró Boulez a la
emisora France Inter antes del concierto.
"He tratado de dar dos nombres que representan muy típicamente el
siglo XX musical", añadió al referirse a los dos compositores escogidos,
que forman parte de su repertorio predilecto como director de orquesta.
Pierre Boulez, que se impone desde hace 40 años como un director de
orquesta excepcional y exigente, solicitado en el mundo entero, había
obtenido ya un gran éxito al dirigir 'El pájaro de fuego' de Stravinsky
bajo la pirámide del Louvre en diciembre de 2008.
Unos turistas visitan las ruinas de Pompeya, en el sur de
Italia, el 27 de octubre de 2011. El derrumbe de un pilar de la célebre casa de
Loreio Tiburtinus multiplicó el jueves la alarma por ese conjunto único que
forma parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO
El
derrumbe de un pilar de la célebre casa de Loreio Tiburtinus en las
ruinas de Pompeya, cerca de Nápoles, multiplicó el jueves la alarma por
ese conjunto único que forma parte del Patrimonio Mundial de la
Humanidad de la UNESCO.
Un equipo de arqueólogos fue enviado al lugar para evaluar los daños,
pero el incidente no presenta ningún peligro para el público, según la
superintendencia para los bienes arqueológicos de Nápoles y Pompeya.
La casa atribuida a Loreio Tiburtino, pertenecía en realidad a
Octavius Quarto, una familia patricia y fue construida en el siglo II
antes de Cristo.
Lluvias y viento azotan en invierno las ruinas de Pompeya, entre los
parques arqueológicos más visitados en el mundo, el cual ha sufrido
graves daños en los últimos dos años debido al mal tiempo y a la falta
de un mantenimiento adecuado para un monumento tan delicado.
La residencia, una de las más bellas, con dormitorios decorados con
frescos, tiene un inmenso jardín e imitaba las villas urbanas de los
romanos.
El pilar que se derrumbó, de dos metros de altura y 40 centímetros de
ancho, se desprendió al parecer por el fuerte viento que azota desde
hace dos días esa región del sur de Italia.
Situada cerca de Nápoles, Pompeya fue sepultada por la violenta
erupción del Vesubio el 24 de agosto del año 79 y su descubrimiento en
1738 permitió tener un cuadro exacto de la vida romana durante el siglo
I. Desde 1997 está inscrita en la lista del Patrimonio Mundial de la
Humanidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Cerca de 150 'domus' o casas están en peligro en Pompeya, según fuentes oficiales italianas.
Representa la hermandad de Suiza y Argentina en un monumento, donde dos mujeres se besan tomadas de la mano.
El curioso beso de Palermo
Por Eduardo Parise
Se inauguró el 7 de junio de 1914, en un día frío, junto al Tiro
Federal que, por entonces, estaba en Palermo. Y aunque la instalación
se vinculaba con el Primer Centenario de la Revolución de Mayo, el lugar
tenía que ver con una tradición suiza: el tiro al blanco. Por eso el
monumento estaba coronado con la “Esencia del tiro”, un símbolo
patriótico suizo. Pero eso no era lo más llamativo. Lo que convocaba más
miradas era la imagen que representaba el amor eterno de dos países,
algo que hoy hasta resulta natural, pero que, en ese entonces era una
verdadera osadía: dos mujeres desnudas, sentadas sobre un globo
terráqueo y unidas por un beso.
Se lo conoce bajo el título de
“Suiza y Argentina unidas sobre el mundo” y está en una plazoleta en
medio de la avenida Dorrego, entre Figueroa Alcorta y Lugones. Es una
gran mole de más de diez metros del altura, realizada en bronce y
granito por Paul Amlehn (1867-1931) pesa más de 50 toneladas y llegó a
Buenos Aires embalada en unas 70 cajas transportadas en el vapor
Rheinfeld. Había sido encargada por la Sociedad Filantrópica Suiza,
formada por residentes de ese lugar en la Argentina, para adherir a los
festejos del Primer Centenario.
Es que los inmigrantes suizos
conformaban una comunidad importante. Se estima que desde las primeras
décadas del siglo XIX, hasta mediados del XX, medio millón de suizos
vivían en la Argentina. Y la mayoría provenían de la zona del Ticino, de
habla italiana. Entre ellos, dos cuyos apellidos dejarían huella en
nuestra historia.
El primero era Carlos Enrique Pellegrini, padre
de aquel vicepresidente que, entre 1890 y 1892, completó el período de
gobierno del renunciante Miguel Juárez Celman. La otra era una nena de
un año que había nacido en la aldea Sala Capriasca, el 29 de mayo de
1892. Se llamaba Alfonsina Storni, una mujer que tras residir con su
familia en San Juan y en Rosario (en la ciudad santafesina, para marcar
su independencia, trabajó hasta como costurera a domicilio y obrera en
una fábrica textil) se convertiría en un símbolo del modernismo en las
letras argentinas.
Pero volvamos al monumento. Cuando la sede del
Tiro Federal se mudó hacia Núñez, fue desplazado unos cien metros hasta
el lugar en el que se encuentra ahora, cerca del Club Alemán de
Equitación. Bordeando el cantero que lleva hasta el pie de la obra están
las 26 banderas de la Confederación Helvética, el nombre oficial que
por razones históricas aún mantiene Suiza (estado federal desde 1848) en
recuerdo de los helvetas, una de las muchas tribus celtas que habitaron
su territorio antes de los romanos.
La unión de la madura Suiza
con la joven Argentina, fundida en ese beso y en esas manos tomadas con
amor, quedó como referencia de los homenajes que recibió nuestro país en
los tiempos del Primer Centenario. Pero no fue el único regalo
monumental que sirvió para engalanar a la Ciudad, conocida entonces como
“la París de América del Sur”. De ese momento también están las obras
obsequiadas por españoles, ingleses, estadounidenses, franceses,
italianos, colombianos y hasta sirio-libaneses. Y también el monumento
“La riqueza agropecuaria argentina”, un trabajo artístico del escultor
Gustav Adolf Bredow. Lo donó la comunidad alemana y desde 1918 engalana
la plaza que lleva el nombre de esa república, en Palermo. Pero esa es
otra historia.
El actor y cantante de opereta holandés fue una figura controvertida
por sus presuntos vínculos con el nazismo.Tenía 108 años.
El 16 de febrero de 2008 Johannes
Heesters, el cantante, actor y figura emblemática en la opereta alemana
Johannes Heesters, en Amersfoort, Holanda (Efe/ FREDRIK VON ERICHSEN).
El
cantante de opereta y actor de origen holandés Johannes Heesters,
considerado como el artista más viejo del mundo, según el Libro Guinness
de los records, murió hoy a los 108 años en Alemania. Figura
controvertida, por presuntos vínculos pasados con el nazismo, pero al
mismo tiempo admirado por su incombustible vitalidad, Heesters, pasó
los últimos años de su vida en su casa en el sur de Alemania, con su
esposa Simone, 45 años más joven que él. Una semana antes de llegar a
los 108 sufrió un desmayo y tuvo que ser ingresado en un hospital, lo
que precipitó un sinfín de informaciones en los medios alemanes
pronosticando un rápido final. El artista, que desarrolló la mayor
parte de su carrera en Alemania y que subió a escena alrededor de 9.000
veces, era conocido por su destacada participación en numerosas
operetas, entre ellas "La viuda alegre", del compositor austro-húngaro
Franz Lehár, donde interpretó uno de los roles principales. Nacido
el 5 de diciembre en 1903 en la ciudad holandesa de Amersfoort, debutó
sobre un escenario a los 17 años en Amsterdam. Se hizo un nombre y cobró
relevancia en la Alemania nazi, como intérprete de opereta y seductor.
Siguió en ese papel tras la Capitulación del Tercer Reich, como rostro y
cuerpo danzante habitual en musicales ligeros, tanto en teatro como en
televisión. Su carrera se desarrolló en Alemania, ya que en Holanda
se le boicoteó hasta hace apenas un par de años, por identificársele con
el nazismo. Un desliz, en 2005, calificando a Adolf Hitler de "gran
tipo" en un programa de la televisión alemana y un juicio contra un
historiador, que aseguraba que actuó en el campo de concentración de
Dachau en 1941 para los soldados nazis, reavivaron su polémica vida. "No canté en Dachau. Eso hubiera sido impensable. Intenté rebelarme, algo difícil con los nazis", dijo, años después.
La última aparición del artista fue en julio de 2010, con 106 años,
cuando se subió al escenario de la Berliner Ensemble, el teatro que
fundó Brecht.
En medio de una crisis financiera global, y
movilizado por la realidad nacional, el mercado del arte argentino
cerró la temporada 2011 con un nuevo récord de ventas.
Silenciados
ya los ecos del último golpe de martillo en las tarimas porteñas, es
posible suministrar algunas cifras que, con sólida elocuencia, ilustran
sobre la muy positiva performance protagonizada por el arte argentino en
la temporada de subastas de obras y objetos de arte.
A lo largo del año que concluye, las instituciones y
empresas que operan en este segmento del mercado realizaron unas 200
sesiones de subastas. En ellas se han vendido cerca de cinco mil obras
de autores argentinos por un valor equivalente a los 21,2 millones de
dólares.
Este volumen de ventas impacta si lo comparamos con los
17,6 millones logrados en las subastas de 2010. La diferencia entre
ambas cifras concreta un incremento del 20,5%, sin duda impensado en los
inicios de la temporada, y demuestra la capacidad del arte a la hora de
captar capitales carentes de demasiadas opciones de inversión válidas. A
no pensar en orígenes espurios de estos números. La aplicación que las
casas operadoras tuvieron que hacer de las normas dictadas en enero
pasado por la Unidad de Información Financiera convierte en leyenda
urbana la creencia de que el mercado estaba vinculado al lavado de
dinero.
A estos guarismos locales debemos adicionar los 4,5
millones de dólares registrados por la venta de 115 obras de artistas
argentinos en las subastas de arte latinoamericano que Christie's y
Sotheby's realizan en Manhattan.
El año mostró una demanda que se manifestó muy firme y
sostenida cuando la oferta puso en plaza obras de real valor y
trascendencia. Para éstas "no hubo techo". Pero, al mismo tiempo, esta
misma demanda se expresó con cierta reticencia y mucha selectividad
cuando las obras a la venta no poseían determinados niveles de
excelencia. La oferta, alentada por los buenos resultados del último
tramo del año 2010, abrió la presente temporada con propuestas acordes a
la firmeza evidenciada por el sector de compradores. La venta en los
remates porteños de nueve obras por valores superiores a los cien mil
dólares, cuando en el año anterior habían sido sólo dos, expresan esta
confianza a pesar de las cíclicas y reiteradas situaciones críticas que
agitan la vida nacional, signada además, en el año que cerramos, por los
avatares de un proceso electoral.
A la hora de elegir, los compradores, entre los que
figuran coleccionistas e inversores, así como quienes conjugan en
simultáneo ambos perfiles, evidenciaron un sano eclecticismo. Sus
compras abarcaron desde pinturas que podríamos denominar "clásicas",
como la austera imagen del Riachuelo creada por Víctor Cúnsolo que
encabeza el ranking de ventas del año o los paisajes de Fernando Fader,
hasta obras contemporáneas de artistas como Juan Melé, Nicolás García
Uriburu, Leandro Erlich, Nicola Costantino o Marcelo Pombo, que han
visto superar sus récords individuales en esta temporada.
Mucha cautela, poco glamour
Al comenzar la temporada 2011, los mayores operadores del
mercado habían dejado en el olvido el duro impacto y las prolongadas
consecuencias de la crisis iniciada en septiembre de 2008. Los guarismos
generales, así como los que miden los diversos rubros que componen el
mercado, iban acomodándose y dejando algunos saldos positivos que
permitían a los observadores ser optimistas. No obstante, la oferta
mantuvo cierta cautela, y la temporada careció de convocatorias teñidas
de ese glamour característico del ámbito internacional. Tal vez la
excepción haya sido la venta de alhajas y pertenencias de Elizabeth
Taylor.
El creciente protagonismo de China se ha consolidado en
el año, no sólo alistando a sus coleccionistas en la primera fila de las
salas del mundo, sino también proyectando sus empresas líderes hacia
más allá de sus fronteras. Tanto Poldy Group como Guardian, las dos
casas de subastas más importantes de Pekín, ya han abierto oficinas de
representación en Manhattan, y no descartan una operación más activa en
el futuro inmediato.
Con los resultados obtenidos entre enero y septiembre,
el Mei Moses Art Index ha elaborado una proyección de incremento general
para este año del 11,80%. Con su particular metodología de medición,
apoyada en el índice financiero Standard & Poor's, M&M advierte
en el rubro Impresionistas y Modernos un crecimiento del 17,3%; en los
Antiguos Maestros y siglo XIX, del 7,2%, y en el arte oriental, un
decisivo 24%. Para el arte contemporáneo, registra un reacomodamiento a
la baja del 4,7% y para el arte latinoamericano, una relativa paridad,
ya que establece un descenso de sólo un 1,1%.
Si bien la actual crisis de la eurozona puso un toque de
alerta en las operaciones, el rol del arte como espacio de refugio de
valor ha quedado, una vez más, plenamente validado.
21,2
millones de dólares
Fue lo recaudado este año en las subastas porteñas por la venta de cinco mil obras de artistas argentinos
20,5%
más que en 2010
Es el incremento registrado en 2011 en Buenos Aires, respecto de las subastas del año pasado
4,5
millones de dólares
Sumaron las ventas de 115 obras de artistas argentinos en las subastas de Christie's y Sotheby's en Manhattan.