Es en el 145 aniversario del nacimiento de la escultora tucumana Dolores Candelaria Mora Vega que nació un 17 de noviembre de 1866. Fue además inventora, investigadora y urbanista, escritora y precursora de la cinematografía y la TV.
Sus desnudos fueron resistidos, y se vio a obligada a modificar
bocetos y maquetas, y a cubrir un poco más sus proyectos antes de
llevarlos a la piedra y hasta fue puesta en duda su moralidad.
En 1900 se le encargaron los bajorrelieves que adornarían el patio de la Casa Histórica en San Miguel de Tucumán.
Murió en Buenos Aires, el 7 de junio de 1936.
Un homenaje a Lola Mora fuera de fecha
El
doodle que Google utilizó hoy se realizó en homenaje al natalicio de la
artista argentina Dolores Candelaria Mora Vega, más conocida como Lola
Mora. Sin embargo, la verdadera fecha de nacimiento de la escultora
tucumana es el 22 de abril de 1867.
Según informa La Gaceta
de Tucumán, varias fuentes consultadas por el buscador indican que Lola
Mora nació el 17 de noviembre de 1866, de ahí el error que llevó a
realizar el diseño del doodle, logo de la página principal del buscador,
que se puede ver hoy.
El juez que investiga la muerte del Premio Nobel de
Literatura interrogó ayer a Manuel Araya. Ahora, esperan indagar a la
antigua enfermera del poeta. La versión oficial responsabiliza al cáncer de la muerte del escritor chileno.
PABLO NERUDA
El juez chileno que investiga las circunstancias de la muerte de Pablo Neruda interrogó a Manuel Araya, antiguo chófer del poeta, que asegura que el Premio Nobel de Literatura fue asesinado.
El juez de la Corte de Apelaciones de Santiago Mario Carroza tomó
declaración a Araya en un cuartel policial de la localidad costera de
San Antonio, a unos 100 kilómetros de la capital, según confirmó el
abogado Eduardo Contreras, que representa a la parte querellante.
Contreras no puede revelar el contenido del sumario porque es secreto, pero asegura que el martes habló con el chófer y éste le adelantó que iba a ratificar su versión.
El letrado señaló además que al parecer el juez también tenía previsto tomar declaración a la enfermera que cuidó a Neruda en su casa costera de Isla Negra, un auténtico museo
abierto hoy en día a las visitas y en cuyo jardín reposan los restos
del poeta junto a los de su tercera mujer, Matilde Urrutia.
Según el relato oficial de los hechos, aceptado por la familia de Neruda, el literato falleció en la clínica santiaguina Santa María debido a un avanzado cáncer de próstata el 23 de septiembre de 1973, doce días después del golpe de Estado que derrocó a su amigo el presidente Salvador Allende.
Sin embargo, Manuel Araya declaró en mayo en una entrevista a la revista mexicana Proceso que el poeta murió asesinado con una inyección que le aplicó un médico y no debido a un empeoramiento del cáncer que padecía.
Ante las dudas que surgieron en torno al caso, el Partido Comunista,
al que pertenecía Neruda, presentó a fines de ese mes una querella,
acogida por la Justicia, para investigar si el autor de Veinte poemas de amor y una canción desesperada fue asesinado.
Esta investigación coincide con el desarrollo de otras indagatorias
judiciales para esclarecer las muertes de dos ex presidentes chilenos, Salvador Allende y Eduardo Frei Montalva, y de un ex ministro, José Tohá, todos fallecidos durante la dictadura (1973-1990).
El caso de Salvador Allende fue investigado por el propio
juez Carroza, quien en julio confirmó, tras conocer un informe
científico y realizar varias pericias, que el mandatario se suicidó el
11 de septiembre de 1973durante el bombardeo a La Moneda (sede de Gobierno), tal como señalaba la versión más difundida sobre ese cruento episodio.
Arte en el subte / Se inaugurara la próxima semana.
Hecho sobre una obra del pintor cordobés, tendrá 12 metros de largo y dos de alto.
Pasan muchas cosas debajo del asfalto y las baldosas de Buenos Aires. Y algunas son bellísimas. Como el mural Saliendo, de Antonio Seguí, que a partir del próximo 24 se podrá ver en la estación Independencia de la línea E de subterráneos.
Se trata de una obra del artista cordobés reproducida en
cerámica en los talleres de Metrovías, en el barrio de Once, y mide "12
metros de longitud por dos de altura", según dijo a LA NACION el autor,
en diálogo telefónico desde París, donde vive.
En la elaboración del mural, que llevó tres meses,
trabajaron los ceramistas Eugenia Castillo, Stella Maris Laboret,
Graciela González, Carlos Jordán, María Garriga y Teodolina García Cabo,
quienes se encargaron de la transcripción al lenguaje específico de la
cerámica horneada con esmaltes y pigmentos, y así copiaron en 600
cuadrados de 20 x 20 exactamente la obra elegida por Seguí, un paisaje
del subterráneo.
"Lo mío fue muy simple -señaló Seguí a LA NACION-: me
propusieron hacer este mural y me explicaron el largo del corredor donde
iba a estar. Entonces, busqué la serie sobre subterráneos que hice en
1990 y elegí uno que me gustó mucho, porque era como un espejo de la
gente que pasaba por ahí. Ya hice un mural así para una estación de
Lisboa, que es mucho más grande, pero se sabe que los portugueses tienen
una gran tradición ceramista."
El original, que sigue en manos de Seguí y que fue
comprado por Metrovías, tiene 50 cm x 1,50 m. Se trata de la primera
obra de ese tipo que el artista va a tener en Buenos Aires, según contó.
"Voy a ir a verlo pronto porque viajo muy seguido a la Argentina -dijo-
y me encanta que se siga manteniendo esa forma de arte. Acá, en París,
ahora se utiliza más la fotografía en los subterráneos, que son de una
perfección tremenda." Seguí, de 77 años, confiesa sin embargo que rara
vez utiliza el subte: "Prefiero andar por arriba, porque nunca estoy
excesivamente apurado".
"La realización de cada mural -dijo la ceramista Eugenia
Castillo- nos presenta siempre un nuevo desafío, porque tenemos que
interpretar el lenguaje particular de cada uno y trasladarlo a la
técnica cerámica. Tuvimos que entender cómo Seguí comprende la figura
humana, la gestualidad de cada una de ellas, para volcarla a la
cerámica."
Los expertos dijeron que a partir de la imagen que
reciben y el análisis del espacio donde va a ser emplazada la obra se
hace un cálculo de la cantidad de baldosas.
"Se hacen los primeros dibujos y se va dividiendo en
áreas. Dividimos la obra en cuadrículas. En este caso fueron seis áreas
de 100 cerámicas rotuladas, para poder ir trabajando más ordenadamente
en cada etapa del mural, en el armado y en la colocación final. Pasa a
ser un rompecabezas", afirmó Graciela Jordán.
Una de las etapas más importantes para la elaboración del
mural es cuando se hacen las pruebas de color para definir qué técnica
de tratamiento de superficie se va a elegir. "Tratamos -dijo Castillo-
de respetar la cuerda seca, que es una técnica tradicional que se
utilizó en los años 30. Después se fue dibujando, esmaltando y horneando
por partes hasta llegar a ver la obra terminada."
En cuanto a su producción, Seguí dijo que está trabajando
en un mural que va a adornar la entrada de la Universidad Nacional de
Córdoba, una obra en blanco y negro, "con pocas notas de color y que va a
tener que ver con la historia" de esa casa de altos estudios, una de
las más antiguas del país. La novedad es que lo va a hacer en forma de
"tira, como un cómic, y va a medir 60 metros de largo por tres de alto".
El nuevo mural de Antonio Seguí es la obra número 26 que
se incorpora a los subtes, que ya posee murales de Florencio Molina
Campos, Fernando Allievi, Andrés Compagnucci, Carlos Páez Vilaró,
Hermenegildo Sábat, Luis F. Benedit, Santiago García Sáenz, Horacio
Altuna, Josefina Robirosa, Luis Felipe Noé, Rogelio Polesello, Quino,
Pablo Siquier y Carlos Nine.
La teoría tiene 30 años y puede aplicarse en el espacio público porteño: un ambiente degradado invita a que sea empeorado.
EL PENSADOR. LA ESTATUA, EN CONGRESO, SUMÓ UN DAÑO TRAS OTRO.
PorMiguel Jurado *
* Editor Adjunto Arq
Te la voy a hacer fácil”, me dijo el Gallego que siempre
explica las cosas difíciles con pedagogía de barrio. “Si no se repara
pronto un ventana rota en un edificio, enseguida, la gente empieza a
romper otras. Y no es que la gente sea mala, que lo es y bastante, es
que un ambiente degradado invita a que sea empeorado”, me explicó
mientras apuraba su primer cortado. “Ojo que esto no lo inventé yo, ni
es nuevo –siguió–. Hace como 30 años un par de gringos, James Q. Wilson y
George Kelling esbozaron la teoría de las Ventanas Rotas, que es lo que
te conté. Claro que ellos la usaron para explicar el aumento de los
crímenes en los barrios y yo la estoy usando para ver si te convenzo de
que mantener los barrios lindos y cuidados es la primera iniciativa
política que necesita la Ciudad”.
Quise decirle que estaba de acuerdo pero el Gallego tenía todo su speech
armado y siguió. “Si no crees que esta teoría funciona, te cuento que
en 1969 un tal Philip Zimbardo, psicólogo, hizo un experimento.
Estacionó un automóvil sin patente y con el capot levantado en una calle
del Bronx, Nueva York; y otro auto igual, en una calle de Palo Alto,
California. Es decir, un barrio cutre y otro bien concheto ¿Entendés?”.
Asentí con la cabeza y el Galle siguió: “El auto del Bronx comenzó a ser
saqueado en menos de diez minutos y el de Palo Alto quedó intacto. Pero
Zimbardo no se quedó contento con eso, fue y le rompió un vidrio al
coche del barrio rico y ¿sabés qué? También lo saquearon. Conclusión: un
auto con una ventana rota es un auto que a nadie le importa, y por
tanto, se le puede saquear”.
Aproveché que mi amigo respiraba para
intentar meter un bocadillo pero no me dio tiempo. “La gente buena y
respetuosa, querido amigo, se convierte en saqueadora sólo cuando se
puede. Ahora, traslada eso a la Ciudad. Si un barrio, una cuadra o una
plaza comienzan a sufrir el deterioro del tiempo o del maltrato, entra
en un circuito vicioso del que no podrás salir ¿Sabés cuál es la
solución?”. Traté de contestarle cualquier cosa sólo para aprovechar la
oportunidad de hablar un poquito pero él mismo se contestó: “Arreglar
los espacios públicos apenas empiezan a estropearse ya sea por el uso o
por el mal trato que le da la gente. Las manifestaciones más comunes del
comienzo del deterioro son las ventanas rotas de los edificios
abandonados y los graffiti en las paredes”. Pensé en le frente de mi
casa y me reproché no haber tapado el tsunami de pintadas que tiene.
“Para los yankies –continuo el Gallego– el tema es mucho más profundo y
está ligado al crimen. Ellos dicen que la teoría de las Ventanas Rotas
acaba con el prejuicio de que el delito está ligado a la mala educación,
a la falta de oportunidades y otras hipótesis. Para Wilson y Kelling,
sus estudios mostraron que el delincuente no es un autómata que no puede
dejar de cometer delitos, sino que es sensible al entorno y delinque
donde y cuando siente que está permitido”.
Me quedé pensando en
que los espacios públicos son la Ciudad misma, que cuando son lindos, la
ciudad es linda; cuando son seguros, la Ciudad es segura y cuando están
limpios, la Ciudad es limpia. Recordé los trabajos de Medellín,
Colombia; donde el municipio construyó calles, plazas, bibliotecas,
escuelas y puentes en los barrios más pobres, todo con la mejor calidad y
un diseño que recorre las mejores revistas de arquitectura. Imaginé
lugares como la Estación Constitución o el barrio de Once transformados
en la “joya” de Buenos Aires y paré ahí. El Gallego ya estaba hablando
de la villa 1-11-14 y de llevar la cancha de San Lorenzo a Avenida La
Plata. Estaba claro que esa tarde no iba a tener ninguna oportunidad de
decir algo.
Realizada por el alemán Andreas Gursky en 1999 en el río
Rin, la imagen fue subastada por la firma Christie's de Nueva York. Un
comprador anónimo la convirtió en la más cara del mundo.
RECORD: "Rhein II",
de Andreas Gursky, dejó atrás a "Untitled", de Cindy Sherman, por la
que se pagó 3,9 millones de dólares. (AP)
¿Cuánto vale una foto de tu colección? ¿Cuánto valen los
recuerdos que se disparan cada vez que las ves? Seguramente, si te
animaste a ponerles precio, no hayas imaginado una cifra cercana a los 4,3 millones de dólares que pagó un coleccionista por una instantánea panorámica del río Rin tomada por el alemán Andreas Gursky.
"Rhein II",
tal como se denominó la imagen subastada en la firma Christie's de
Nueva York, tuvo un precio base de de entre 2,5 y 3,5 millones de
dólares, y fue finalmente adquirida por 4.338.500 dólares. De este modo,
se convirtió en la foto más cara del mundo. Previamente, el mayor
precio pagado por una fotografía fue de 3,9 millones, por "Untitled" de Cindy Sherman. Curiosamente, Sherman le había arrebatado el récord al propio Gursky, quien en 2007 vendió su instantánea "99 Cent II Diptychon" por 3,35 millones de dólares en Sotheby's.
¿Qué
tiene la foto para justificar semejante desembolso? Según Christie's,
la fotografía "es una obra maestra de escala e ícono del aura del autor"
en la que Gursky "evoca lo sublime con una perfección pasmosa de color y líneas a través de la invocación de un paisaje aparentemente natural".
En
color montada sobre plexiglás, la imagen fue tomada en 1999 y forma
parte de una serie de seis, una de las cuales está en manos de un
coleccionista privado En tanto, las otras cuatro restantes están
expuestas en el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, la Tate
Modern de Londres, el Museo de Arte Moderno de Múnich (Alemania) y la
Galería Glenstone en Potomac (Maryland, EEUU). Gursky, uno de
los fotógrafos más cotizados del momento, se destaca por sus imágenes
de grandes obras arquitectónicas y panorámicas de paisajes en color,
habitualmente a vista de pájaro.
A partir del 17 de noviembre, la obra abandonará la Biblioteca Real de Turín, donde permanece conservado celosamente, para ser disfrutado por quienes visiten la muestra Leonardo: El genio y el mito, en Roma
AP
"Autorretrato" de Leonardo da Vinci se expondrá, por primera vez para el público, el próximo día 17 en el Palacio Real de Turín, como "colofón al aniversario de los 150 años de Unidad de Italia", según informó ayer el profesor Andrea Scaringella. Esta obra será la pieza fundamental de la muestra "Leonardo: El genio y el mito", en la que se mostrarán otros 18 dibujos del maestro toscano, junto a trabajos atribuidos a sus discípulos y otros contemporáneos con las que se intentará demostrar la influencia que Leonardo ejerció en el arte. "Esta muestra concluye las celebraciones por los 150 años dela Unidad de Italia, y consideramos que era la ocasión propicia para exponer este autorretrato de Leonardo, que está considerado el símbolo del genio
italiano", dijo. Scaringella calificó la exposición de "muy importante" porque será la primera vez que el "Autorretrato" de Leonardo, fechado en 1515,abandone la Biblioteca Real de Turín, donde permanece conservado celosamente, para ser expuesto públicamente "en una gran muestra".
El profesor refirió que el montaje de la exposición corre a cargo del director artístico y premio Oscar Dante Ferretti, quien construyó máquinas imaginadas por el humanista italiano y que servirán de espacio para albergar las obras que se exhibirán en la muestra. La fragilidad del "Autorretrato" obligó a preservarlo en una vitrina especial y trasladarlo bajo severas medidas de seguridad al Palacio Real de Turín, según informó el diario italiano "La Stampa". "La obra ha sido asegurada en 50 millones de euros y ya hemos recibido unas 20.000 reservas de personas interesadas en visitarla", comentó el profesor. Al final de la muestra, que concluirá el próximo 29 de enero, el retrato será trasladado a Roma para "su estudio a fondo, ponerlo sobre seguro e intentar entender sus secretos".
La escultura Bailarines, creada en 2007 por el colombiano
Fernando Botero y valuada en casi 2 millones de dólares, será uno de los
ítems destacados de la subasta de arte latinoamericano que hará hoy
Christie’s en Nueva York. Además habrá obras de Alfredo Ramos, Rufino
Tamayo y Diego Rivera.