UN TRÍPTICO DEL SIGLO XIV ROBADO
FUE DEVUELTO A ITALIA POR LOS EEUU



Una fotografía proporcionada por la oficina del fiscal federal muestra un tríptico del siglo XIV que fue robado en Italia y detectado décadas después en un museo de Kentucky el lunes 23 de mayo de 2011. La pintura será devuelta a las autoridades italianas. 

Foto AP/United States Attorney's Office

LA CRISIS FINANCIERA AFECTA
A LA ÓPERA Y AL BALLET DE NUEVA YORK




Esta foto de noviembre del 2009 proveída por la Ópera de la Ciudad de Nueva York muestra el interior del Teatro David H. Koch, en Nueva York, luego de su remodelación. La compañía, que comparte el teatro con el Ballet de la Ciudad de Nueva York, es un pilar de la cultura estadounidense que a lo largo de decenios ha montado atrevidas producciones y contribuido a las carreras de luminarias como Plácido Domingo, Renee Fleming y Beverly Sills. 
Pero está inmersa en una crisis financiera y laboral que amenaza su existencia. 

Foto AP/ City Opera, Jeff McCrum


El Lincoln Center for the Performing Arts, el centro por excelencia de las artes escénicas de Nueva York en una fotografía de archivo del 20 de mayo de 2010. La junta directiva de la Opera de Nueva York aprobó el viernes dejar su casa en el Lincoln Center, reducir el personal en la junta y su calendario de presentaciones mientras lucha por sobrevivir.

Foto: AP/Henny Ray Abrams, archivo

LA ARTISTA PLÁSTICA INGLESA
LEONORA CARRINGTON MURIÓ EN MÉXICO,
DONDE VIVÍA DESDE LA DÉCADA DE l940




La artista plástica inglesa Leonora Carrington, representante del movimiento surrealista que llegó a México huyendo del nazismo, murió en Ciudad de México a los 94 años, provocando consternación en el mundo cultural mexicano, que anunció un multitudinario homenaje para despedirla. 
Foto:emmanuel dunand/AFP


Un detalle de la pintura "Chiki Ton Pays" de la artista de origen británico Leonora Carrington durante una muestra de arte latinoamericano en la casa de subastas Sotheby's de Nueva York en una fotografía de archivo del 22 de mayo de 2009. Carrington, considerada una de las últimas surrealistas originales, murió a los 94 años la noche del 25 de mayo de 2011 en México, el país donde vivía desde la década de 1940.


La escultura "Dama y Zorro" de la británica Leonora Carrington en una exposición de su obra en el museo Estación Indianilla de Ciudad de México, el 14 de abril de 2011.
Foto:omar torres/AFP


Un hombre pasa frente a una escultura de la artista de origen británico Leonora Carrington en la Ciudad de México el viernes 15 de febrero de 2008. Carrington, considerada una de las últimas surrealistas originales, murió a los 94 años la noche del 25 de mayo de 2011 en México, el país donde vivía desde la década de 1940.


Familiares y amigos de la pintora y escultora de origen británico Leonora Carrington durante su entierro en la Ciudad de México el jueves 26 de mayo de 2011. Carrington, considerada una de las últimas surrealistas originales, murió a los 94 años la noche del 25 de mayo de 2011 en México, el país donde vivía desde la década de 1940.

ELEFANTES EN LA NATIONAL GALLERY



Unos modelos de bebés de elefante colocados en la escalera de acceso a The National Gallery, en Trafalgar Square, en el centro de Londres, el 4 de mayo de 2010. 

Foto:Ben Stansall/AFP

FRIDA X 2



Detalle de "Las dos Fridas" de la artista mexicana Frida Khalo, exhibido en Ciudad de México en junio de 2007. 

Foto:luis acosta/AFP

EN VENECIA,
EL ARTE DE HOY SE MIDE CON TINTORETTO
ENTRE JAZMINES Y YATES



La comparación con el pasado no ayuda a la curaduría, pero igual la Bienal es una fiesta.


IRONÍA. LA OBRA QUE SE PRESENTA EN EL PABELLÓN DE ESTADOS UNIDOS PARODIA DOS AFICIONES DE ESA NACIÓN: EL DEPORTE Y LA GUERRA.

Por Ana María Battistozzi
Venecia ENVIADA ESPECIAL 


Si en cada edición el título elegido por el director artístico resulta lo suficientemente ambiguo como para acoger la amplia variedad de expresiones que se ofrecen dentro del ámbito de la muestra, Iluminaciones, el elegido este año por la curadora Suiza Bice Curiger, propone también atravesar la historia del arte.
La luz, que simbólicamente supo representar ya revelación, aparición o reverberancia atmosférica, ha sido el gran tema del arte a través de los siglos; desde los mosaicos bizantinos al americano James Turrell, que tiene su museo en Salta; y desde los pintores venecianos a Turner y los impresionistas.
No debiera extrañar entonces que como punto de partida de la muestra veneciana se haya elegido tres soberbios cuadros de Tintoretto: “La última cena”, una obra que suele estar en la iglesia de San Giorgio el Maggiore y por la que es preciso pagar una moneda para poder verla. También están “La Transfiguración de San Marcos” y “La Creación de los animales”, ambas del Museo de la Academia, que se despliegan en la gran sala primera del Pabellón de Italia  en el espacio central de Giardini, que la edición pasada ocupó el tucumano Tomás Saraceno.
Con este  pasado debe medirse el arte de hoy  en Venecia y, la verdad, no sale del todo bien parado a juzgar por muchas de las piezas que eligió la curadora suiza Bice Curiger: lucen desangeladas y  hasta decorativas ante la radicalidad de las telas del Tintoretto, que  le valieron  una interdicción de casi dos décadas en su tiempo.
No ocurre esto en este presente donde lo nuevo es en sí mismo norma y se festeja todo glamour más allá que finalmente no lo sea y se tribute más al pasado de lo que se admite. Más aún: muchas de las obras que aquí se exponen ya fueron vistas con anterioridad. Es el caso de la obra de Artur Barrio en el Pabellón de Brasil, que ya se vio en la Bienal de San Pablo,  la del italiano Maurizzio Cattelan, que se vio en esta misma Bienal en el 1997 y la “Ascensión”  de Anish Kapoor, que fue adaptada con escasa fortuna para San Giorgio el Maggiore ya que su delicado dispositivo de luz vapor no llegó a funcionar en la previa inaugural.
Con todo, Venecia –más allá de evaluaciones críticas que seguramente reclamarán una cierta perspectiva– es en sí misma una espectáculo multimedia que entrevera el embriagante aroma de jazmines, tilos  y magnolias  de los Giardini di Castello con el  arte contemporáneo, performances callejeras, elegantes fiestas de corporaciones y casas de moda que encienden  “a giorno” los grandes palazzos sobre el Gran Canal, la presencia militante de los Indignados madrileños y monumentales yates, como el Luna del magnate ruso Roman  Abramovich  que ocupa una cuadra de muelle entre los Giardini y el Arsenale.
Entre un punto y otro, los visitantes, mareados por la abundancia y el calor,  se desplazan en este gran bazar buscando la recomendación  precisa para no perderse nada de valía aquí o allá, incluido todo lo disperso por la ciudad en una muestra que se expande cada vez más.
Para recomendar: la obra de la americana Cindy Sherman, la de la china Son Dong, que desplegó en el Arsenal restos de muebles de familias de Pekín con un fuerte olor a naftalina, la de Franz West, que obtuvo el León de Oro, y el Pabellón de Alemania, que obtuvo el premio al mejor pabellón, dedicado a Christoph Schlingensie, un artista fundamental del grupo Fluxus muerto en agosto de 2010. Y  también los Pabellones de Francia, que exhiben un monumental trabajo de Christian Boltanski, quien a fin de año hará un trabajo en Argentina convocado por la UNTREF.
Uno de los más comentados fue el pabellón americano, que mostró trabajos de la pareja Jennifer Alora (americana) y Guillermo Clazadilla (cubano), que ironizan sobre la afición americana por los deportes y la guerra: un tanque de guerra patas para arriba y sobre el un hombre haciendo cinta. Otro que siempre despierta polémica es el Pabellón de Italia, que esta vez presentó una obra con el provocativo título “L’ arte non é Cossa Nostra”, de Cesare Inzerillo. Incluye el Museo de la Mafia y datos de crímenes desde 1860.
Esta es una bienal donde las nacionalidades aparecen difusas. No obstante, se sumaron nuevas naciones: hay 89 países contra los 77 presentes 2009. Entre ellos, varios emergentes:  India, Arabia Saudita, Bangladesh y Cuba, que participa por primera vez.

Fuente:clarin.com

EL ENVÍO ARGENTINO
RECIBIÓ DOS PRESTIGIOSOS PREMIOS



El escultor y su equipo se bancaron las dificultades y lograron el interés internacional.

 
DOS TITULOS. “EL ASESINO DE TU HERENCIA” O “AHORA ESTARE CON MI HIJO”.
Elegir un artista que represente a la Argentina en un ámbito como éste no es sencillo. Y no porque en nuestro país falten artistas cuyo trabajo pudiera merecer tal distinción. Ocurre que una bienal tiene códigos muy precisos que deben ser tenidos en cuenta si se pretende que el envío tenga alguna visibilidad.
Hay un formato y una escala “bienal” que no cualquiera alcanza en nuestro país; sencillamente porque las condiciones de producción muchas veces no están dadas y los artistas deben hacerse cargo personalmente de los riesgos de la experimentación a cierta escala.
En otros países hay un coleccionismo o fundaciones públicas y privadas  que por lo general apoyan estos procesos.  Por suerte en la era de la globalización esto ha dejado ser un límite e para los jóvenes artistas.
Especialmente para aquellos que, como el rosarino Adrián Villar Rojas, tienen claro desde muy jóvenes que no sólo quieren expresarse a través de una obra sino también construir una carrera abriéndose paso fuera del país a partir de sus capacidades de expresión. Estas cuestiones fueron tenidas en cuentas por Rodrigo Alonso al elegirlo para esta ocasión y no se equivocó. El joven y su equipo no sólo tuvieron el temple para bancarse las dificultades prácticas y financieras que implicó llevar a cabo una obra como la que concibió, sino que además el resultado logró despertar el interés internacional que persiguió.   El día jueves, la obra “El Asesino de tu herencia” o “Ahora estaré con mi hijo”, los dos títulos con que se la conoció,  apareció publicada en El Corriere della  Sera.  Además, los días de la previa,  Hans Ulrico Obrist –curador de la galería Serpentine en Londres– se se la pasó acercando curadores y staff de museos para que la vieran.
El hecho de que estuviera en el Arsenal y no en cualquier otro lugar de Venecia sin duda ayudó. Pero lo cierto es que el viernes, después que la presidenta pasara por el lugar de su presentación,  el artista no pudo acompañarla en el acto de firma del comodato del pabellón porque recibía el Premio Benesse que otorga la corporación de ese nombre  y el de la Fundación Museo Naoshima Fututake de Japón.
Un premio para grandes obras  dirigido a crear un espacio en el que el “potencial del arte contemporáneo dialogue con la naturaleza”. Artistas como el danés Olafur Eliasson y el chino Cai-Guo-Qiang, lo obtuvieron antes. Más que auspicioso.

Fuente: clarin.com