ATACAN UN CUADRO DE GAUGIN EN UN MUSEO DE WASHINGTON



En la obra aparecen dos haitianas con los pechos desnudos. Una mujer quiso descolgar el cuadro por la fuerza y a puñetazos. "Esto es diabólico", gritaba.

DOS MUJERES HAITIANAS. Así se llama el cuadro pintado por Gauguin en 1899.



No le gustó lo que vio y se abalanzó, a puñetazos. Así, una mujer atacó un cuadro del pintor francés Paul Gauguin que se expone en la Galería Nacional de Arte de Washington. El incidente, que generó un gran revuelo en el museo, no pasó a mayores gracias a la intervención de otro visitante y de los empleados de seguridad. "Esto es diabólico", gritaba la mujer mientras intentaba descolgar a la fuerza la obra "Dos mujeres haitianas" en la que se puede ver a dos polinésicas con sus pechos al desnudo. Según publicó la prensa local hoy, el incidente tuvo lugar el viernes en las salas donde la Galería Nacional de Arte exhibe una muestra itinerante de Paul Gauguin, y es el primero que se registra en esta galería en varias décadas. La mujer, que rápidamente fue inmovilizada y detenida, se sintió escandalizada frente al cuadro y, según una testigo, se abalanzó sobre el lienzo e intentó descolgarlo. Pero uno de los visitantes la detuvo ayudado por el personal de seguridad. Una vocera de la Galería Nacional, Deborah Ziska, indicó que el cuadro, que data de 1899 y pertenece a la época polinésica del impresionista francés, no sufrió daño alguno, al menos según la primera inspección realizada poco después del incidente. El cuadro fue cedido para esta exposición por el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York y forma parte de la exposición de 120 obras de este artista que integran la muestra "Gauguin: creador del mito" que se encuentra en la Galería Nacional hasta el 5 de junio. Esta mañana, fue retirado de la muestra y sometido a una serie de pruebas para evaluar daños en profundidad.



Por Washington. Agencias


Esto es diabólico!, gritó la dama frente a un cuadro de Gauguin, y se tomó la salvación por mano propia: unos pasos adelante y a tratar de sacar la obra de la pared. Terminó bien: otro visitante la frenó y la dama fue detenida. El incidente ocurrió el viernes en la Galería Nacional de Washington. El cuadro “diabólico” muestra a dos mujeres polinésicas con los pechos desnudos. Fue cedido para esta exposición por el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York y forma parte de la exposición de 120 obras de este artista que integran la muestra “Gauguin: creador del mito”, que se exhibe en esa institución hasta el 5 de junio. Una vocera de la Galería Nacional, Deborah Ziska, dijo que no hubo en la Galería Nacional un incidente similar en los últimos 20 años y que el cuadro, fechado en 1899 –pertenece a la época polinésica del impresionista francés– no sufrió ningún daño. De todos modos, ayer la obra fue retirada de la muestra para ser sometida a exámenes profundos. El saldo: la agresora fue detenida por los guardias de seguridad de la Galería y acusada de destrucción de propiedad e intento de robo. Y el cuadro, mientras tanto, está fuera de la vista del público. ¿Empate?



Fuente: clarin.com

CON LA FUERTE IMPRONTA DE LOS FENICIOS,
SEÑORES DEL MAR MEDITERRÁNEO



El mapa de Fenicia, con sus ciudades-estado independientes y hasta a veces rivales, marcadas con puntos colorados. Biblos, Sidón y Tiro, las principales.

Las rutas comerciales de los fenicios.
Sarcófago fenicio del siglo V a.C., de Palermo, Sicilia. Foto G. dall'Orto

Cabeza escultórica de hombre procedente de Cartago, Museo del Louvre.

Moneda fenicia.


La historia de esta pequeña cabra fenicia de hierro.

Fotografiada primero a contraluz y sin flash y después con.

Mi padre, que era médico ginecólogo-cirujano y obstetra, tenía una paciente que, tanto ella como su marido, eran arqueólogos. Eran extranjeros. No recuerdo bien de qué nacionalidad, pero me suena que eran europeos del Este. Ella, un día se enfermó seriamente y mi padre logró sacarla adelante y salvarle la vida. Años después, esta señora y su marido se volvían desde la Argentina a vivir a su país. Antes de partir, el matrimonio se presentó en el consultorio de mi padre a despedirse de él. Una vez que los tres quedaron a solas, la señora tomó la palabra, y con visible emoción, le dijo a mi padre que, en agradecimiento por haberle salvado la vida, quería que tuviese dos recuerdos de ella y su marido y le pidió que les aceptara lo que le iba a entregar, que eran sus tesoros más preciados, lo mejor que tenían y que significaba mucho para ellos, que tenía un gran valor afectivo. Fue entonces que sacó esta maravillosa cabrita fenicia de hierro que puede ser de alrededor de los 2.500 años antes de Cristo y un antiguo grabado inglés con la imagen del Puente de Llangollen, construido en el año 1345 sobre el Río Dee, en el noreste de Gales. La señora le contó a mi padre la historia de la cabrita. La habían encontrado excavando con su marido en yacimientos arqueológicos fenicios de Palestina. A modo de dije o amuleto, la cabrita colgaba del cuello del cadáver de una niña que calculaban que tenía unos 8 años de edad al momento de morir. El tiempo ha dejado su huella sobre el hierro, y tiene partes con diferentes coloridos y calidades: unas más rugosas y oxidadas y otras, más tersas y que podrían parecer más de cerámica o de madera estucada, que de hierro. Sobre el lomo, la cabra tiene una especie de oreja con un agujero por el que pasaba un collar de algo similar a un alambre o hilo metálico mediante el cual colgaba del cuello de la niña enterrada. Aparentemente se trata de la representación de una cabra macho, por el aspecto general y por el caracter que le imprimió quien lo hizo, por los caracteres distintivos que se le han remarcado: la cornamenta muy desarrollada, característica que sólo se da en los machos, por el gran tamaño de la cabeza, necesaria para sostener la gran cornamenta y por una pequeña protuberancia de forma triangular que aparece en la panza del animal (véase la primera de las 5 fotos, donde la cabra está fotografiada a contraluz y sin flash). Tanto me gusta esta pequeña figura, que muchas veces he pensado hacerla reproducir en oro o en plata. He hecho la prueba de colgar la figurita de un hilo o tanza y descubrí que, por ser su cabeza mucho más pesada que el cuerpo, la pequeña cabra se clava de trompa al hacerla pender. Su diseño, se podría decir que es sorprendentemente moderno. Al ver a esta pequeña obra de arte, no puedo evitar asociarla con las plásticas y atractivas cabras de metal que hizo ese creador multifacético e infinito que se llamó Pablo Picasso al ejercer como escultor. Y también me evoca a ciertas cosas de Dalí. La cabra es muy chica, ya que sus medidas son: altura máxima, de la parte superior de la cornamenta a la base: 3,5 cm – largo máximo, de hocico a cola: 3,8 cm – ancho en la cornamenta en su parte más ancha: 1,4 cm. Un tiempo antes de morir, mi padre, que sabía de mi fascinación con esta minúscula figura de hierro y con sus misterios, me la regaló. Esta pequeña maravilla ocupa un lugar de privilegio entre mis objetos preferidos, los que más quiero y de cuya presencia cercana y compañía disfruto. Me conmueve tenerla en mis manos y pensar que fue hecha hace unos 4.500 años. Y me pregunto cómo y por quién habrá sido hecha, con qué método y qué herramientas, también si habrá sido sólo un adorno colgando del cuello de la niña cuando ella todavía vivía o si no habrá sido un amuleto al que se le atribuían poderes especiales, mágicos o curativos... Como me pregunto de qué habrá muerto esa niña y si el collar con la cabra de hierro se lo habrán colgado quienes la enterraron, qué significado tendría la figura del macho cabrío dentro de las creencias de esa gente y un sinfín de etcéteras y dudas más ante los cuales carezco absolutamente de respuestas. Es que, en realidad, esta misteriosa, inquietante cabrita milenaria de hierro me abre muchos más interrogantes que los que me contesta o cierra. Son aquellos que muy seguido me llevan a coincidir con Sócrates en que sólo sé que no sé nada.

......................................................................................P. L. B.

El puente de Llangollen, construido en el año 1345 sobre el Río Dee, en el noreste de Gales, visto desde un andén de la estación de Llangollen.

ECOS DE GARDEL EN UNA PIEZA VACÍA


ESTUDIO. LA HABITACION DEL EDIFICIO DEL GRAN SPLENDID DONDE GRABABA GARDEL

Por Eduardo Parise

Al lugar se llega por una escalera corta que tiene una pequeña pero sólida baranda de hierro. Es una especie de altillo de 5 metros de ancho por 25 de largo. De un lado, unos ventanales rematan la parte superior de la habitación y la llenan de luz. Del otro, hay una simple pared con dos puertitas en cada extremo que llevan a la vieja “parrilla” de luces sobre el escenario de lo que fue el cine-teatro. El piso es de pinotea y se mantiene intacto. A los ojos, el lugar está vacío. Pero si uno lo mira mejor se da cuenta que todavía Carlos Gardel sigue en ese lugar poniéndole la magia de su voz a alguna de las cientos de grabaciones que hizo allí y que, por suerte, aún lo sobreviven. La habitación está en la parte superior de lo que fue el Grand Splendid, un ícono de la cultura y el espectáculo porteño. Hoy, ese edificio de la avenida Santa Fe 1860, inaugurado en mayo de 1919, aún se luce como la mayor librería de Sudamérica y una de las mejores del mundo. Pero el objetivo de hoy es aquel recinto donde grababa Gardel, lamentablemente sin acceso para el público. En 1917 el dúo que Gardel integraba con José Razzano empezó a grabar sus temas en un pequeño galpón que se usaba como depósito de las películas del sello Pathé, cerca de lo que hoy es el cruce de Perón y Callao. El dueño de aquel local era Mordechai David Glücksmann (1875-1946), un inmigrante austríaco que había llegado a Buenos Aires con apenas 15 años y para entonces se había convertido en representante de aquel sello. Glücksmann, a quien todos conocían como Max, era un empresario que sabía mirar el futuro con mucha claridad. Así que al ver que esa incipiente industria discográfica y el mundo del espectáculo tenían mucho campo en el país, se lanzó a construir aquel edificio de la avenida Santa Fe, una zona a la que denominaban “el Saint Germain porteño”, en alusión a aquel barrio de la bohemia parisina. Y después de aquellas primeras cincuenta grabaciones realizadas en 1917, dos años más tarde estaba inaugurando ese majestuoso edificio diseñado por los arquitectos Peró y Torres Armengol y construido por los arquitectos Pizoney y Falcope. En el lugar todavía se luce una espectacular cúpula que pintó el maestro italiano Nazareno Orlandi. Detrás de esa cúpula está la sala, ahora vacía, en la que Gardel empezó a grabar en 1920. Lo hacía para el sello Nacional Odeón (hoy EMI) que Glücksmann tenía instalado allí. Y tanto era el entusiasmo del empresario con el cantor que hasta llegó a rebajarle el derecho de elaboración que por cada faz del disco pagaban los intérpretes. En lugar de 15 centavos, Gardel pagaría 10. Aquello permitía bajar el precio de venta al público y, por supuesto, vender más discos. Cuenta la leyenda que en ese lugar, el propio Glucksmann le enseñó a Gardel la forma de darle más potencia a su voz en las grabaciones. Le explicó que poniéndose detrás de una silla y tomándose con sus manos del respaldo, expandiría su caja torácica. Tal vez sea sólo una leyenda. Lo cierto es que esas grabaciones son verdaderas joyas de la música popular. También cuentan otros que, cuando apretaba el sol, aquella habitación era bastante calurosa. Y que algunos vieron al Morocho grabar algunos temas vistiendo sólo calzoncillo y camiseta, algo casi inimaginable para un artista como Gardel que hacía de la elegancia un culto. Esos mismos son lo que recuerdan que una tarde de 1924, allí Gardel debía ensayar para una transmisión de Radio Splendid, que también se hacía desde ese edificio. Y que hasta allí llegó una mujer (la historia le adjudica nacionalidad francesa y el nombre Ivonne) que estaba obsesionada con el cantor y vivía persiguiéndolo. Entonces, para escapar del asedio, el hombre decidió esconderse en un pequeño montacargas ubicado debajo del escenario. La mujer después fue desalojada del lugar pero Gardel no pudo ensayar. Igual, la transmisión radial se hizo a la noche sin problemas, para lucimiento del artista. Pero esa es otra historia.


Fuente: clarin.com

Nota:

Mordechai David 'Max' Glücksmann fue también el camarógrafo de "Amalia", el primer largometraje argentino, sobre la novela homónima de José Mármol, que fue estrenado en el Teatro Colón de Buenos Aires, en 1914. La puesta en escena, el guión, la adaptación y la dirección fueron del dramaturgo Enrique García Velloso.
En la película participan integrantes de la sociedad porteña de entonces en calidad de actores y los espectadores también fueron representantes de la burguesía local, quienes se integran al espectáculo como a un juego.

Vea "AMALIA, DE ENRIQUE GARCÍA VELLOSO, EL PRIMER LARGOMETRAJE ARGENTINO", asiento hecho en este blog con fecha 16 de agosto de 2010.

http://puesta-en-valor.blogspot.com.ar/2015/02/amalia-de-enrique-garcia-velloso-el.html


MUEBLES CURIOSOS:
LA 'EXERCISE CHAIR' Ó 'CHAMBER HORSE'





Las Exercise Chairs (Sillas de Ejercicio) de caoba, como la que muestra la foto, fueron llamados a veces Chamber Horses (Caballos de Cámara), ya que los usuarios, al rebotar hacia arriba y hacia abajo, ejercitaban sus piernas en una forma similar a cuando se anda a caballo. Son el equivalente antiguo de las bicicletas fijas para ejercicios que se ven en los interiores modernos. Se las publicita a partir de 1740, y hay evidencias de que todavía se las utiliza en 1803, cuando el diseñador Thomas Sheraton ilustra uno en el Catálogo ilustrado de su gabinete-fabricante y del Tapicero. Desde 1740 se las construye a partir de varias capas de placas de metal separadas por resortes, aunque éstos no fueron utilizados en la tapicería de sillones hasta la década de 1830.

Nota:

Las dos columnas altas frontales de la silla, deben haber servido para que las personas se tomaran para no caerse mientras se ejercitaban.



Propietario: Victoria and Albert Museum, Londres.

Lugar de origen: Inglaterra

Época: 1790 - 1820

Artista / Fabricante: Desconocido

Materiales y técnicas: Caoba, tapizada con género de crin de caballo y con cuero

Procedencia: Legada por el Tte. Cnel. G. B. Croft-Lyon

Número de Inventario: W.70-1926

Ubicación: En la Reserva.


ASOCIACIÓN AMIGOS DEL
MUSEO NACIONAL DE BELLAS ARTES:
DEJA SU CARGO NELLY ARRIETA DE BLAQUIER



NELLY ARRIETA DE BLAQUIER AL SER HOMENAJEADA POR LA FRICK COLLECTION.

Después de 34 años como presidenta de la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes, la señora Nelly Arrieta de Blaquier decidió dar un paso al costado, según informó la institución en un comunicado. Arrieta de Blaquier dio a conocer su decisión de alejarse del cargo en la última reunión de la comisión directiva de la entidad, en cuyo transcurso propuso para el cargo de presidente al doctor Julio César Crivelli, quien integra la comisión directiva como vocal. En el comunicado se señala que, luego de la sorpresa por la decisión de la señora de Blaquier, la renuncia fue aprobada con un cerrado aplauso de los asistentes y en la próxima reunión de comisión directiva, cuando se realice la distribución de cargos, se confirmará a Crivelli como presidente de la Asociación Amigos. Si bien deja la presidencia, Arrieta de Blaquier seguirá integrando la comisión directiva como vocal y el Consejo Consultivo del Museo Nacional de Bellas Artes, como representante de la Asociación Amigos. Este año, Arrieta de Blaquier cumplirá 50 años como miembro de la comisión directiva.


Fuente texto: lanacion.com


FREDERIC CHOPIN: SUS CARTAS DE JUVENTUD




El sobre de una carta escrita por el pianista polaco Frederic Chopin a sus padres y hermanas en Francia en 1847 enviada a Varsovia, en una fotografía proporcionada por el Museo Chopin el 24 de marzo de 2011. Una colección de cartas de Chopin sobre sus primeros años de vida fueron presentadas por el museo Chopin de Varsovia más de 60 años después de que se perdieran.


Una de las seis cartas escritas por el pianista polaco Frederic Chopin a sus padres y hermanas enviada a Varsovia entre 1845-48 en el Museo Frederic Chopin en Varsovia el jueves 24 de marzo de 2011. Una colección de cartas de Chopin sobre sus primeros años de vida, fueron presentadas por el Museo Chopin de Varsovia más de 60 años después de que se perdieran.

Fotos: Museo Frederic Chopin, Varsovia.



DEL INAGOTABLE MÉXICO ARQUEOLÓGICO




Figura maya pre-hispánica hallada en un sarcófago de entre los años 840-900 dC en una presentación en la zona arquelógica de 'Tonina', en Ocosingo, en Cuiapas, México, en enero de 2010.

Foto: Moysés Zúñiga/AFP