¿PICASSO LE REGALÓ 271 OBRAS SUYAS?



PABLO PICASSO

Casi nada encaja en la historia del electricista que dice haber recibido de Pablo Picasso 271 obras magistrales de su primera época. Así lo cree Bernardo Laniado-Romero, que fue director del Museo Picasso de Málaga, y que califica de “improbable” y hasta “insólita” la versión de Pierre Le Guennec, un electricista jubilado que atribuye al artista el regalo de casi 300 pinturas que él tiene ahora en su poder. El electricista las habría guardado en su garaje durante 40 años y ahora desea venderlas.


PIERRE LE GUENNEC, EL EX ELECTRICISTA QUE DICE QUE PICASSO LE REGALÓ 271 OBRAS SUYAS.

Fuente texto: noticiasarteseleccion.com


NINA CAMPBELL
EN EL MUSEO NACIONAL DE ARTE DECORATIVO



NINA CAMPBELL

La reconocida diseñadora de interiores británica Nina Campbell dará una charla en el Museo Nacional de Arte Decorativo el próximo miércoles 16, a las 19. El valor de la entrada será de 100 pesos e incluirá una copa de champagne.

Por su parte, Lucía Warck-Meister, artista argentina residente en Nueva York y productora del festival anual Art in Odd Places, habló ayer en el Centro Cultural Recoleta sobre arte en espacios públicos.

Fuente: adn Cultura LA NACIÓN

ZAHI HAWASS RENUNCIA A SER MINISTRO
TRAS RECONOCER EL EXPOLIO GENERALIZADO
DE LOS PRINCIPALES SITIOS ARQUEOLÓGICOS DE EGIPTO




Zahi Hawass.
Mientras fue ministro con Mubarak, el ajuar funerario de Tutankamón dañado por los saqueadores podía restaurarse en cinco días y las momias destruidas en el Museo de El Cairo eran de escasa categoría. Ahora que se ve obligado a dimitir por graves cargos de connivencia con el viejo dictador, Zahi Hawass ha reconocido que valiosos centros arqueológicos de todo Egipto están siendo “atacados por criminales de forma sistemática" y que el patrimonio del país “se encuentra en serio peligro”.

Zahi Hawass en plena conferencia de prensa cuando afirmaba que el patrimonio arqueológico egipcio estaba totalmente bajo control.

Hawass, que durante los últimos diez años ha sido el máximo responsable de antigüedades, dice que se marcha porque no puede soportar el expolio de unos yacimientos que la Policía y el Ejército "no son capaces de proteger”. Dos semanas antes, él mismo aseguraba que todos los monumentos del país estaban a salvo.
Fuente texto: noticiasarteseleccion.com
Zahi Hawass examina la momia de Hatsheput, la faraona hombre, en el Museo Egipcio de El Cairo.

Foto National Geographic Magazine/Kenneth Garret

VARGAS LLOSA:
"LA SITUACIÓN QUE HAN CREADO
ME OBLIGA A HABLAR DE POLÍTICA"



El Nobel cuenta que pensaba abrir la Feria del Libro con un discurso literario. Pero el intento de veto lo hizo cambiar de idea.


UY, DIOS. PARECE DECIR EL GESTO DE VARGAS LLOSA. FUE EN MÉXICO, EN UNA CONFERENCIA SOBRE EDUCACION EL JUEVES.


Por Juan Cruz Ruiz, Periodista y escritor español - Diálogo

Mario Vargas Llosa pensó, cuando supo que habían propuesto vetarle como conferenciante de honor en la Feria del Libro de Buenos Aires, que esas noticias eran una broma. Poco después, cuando ya supo que era cierto, que habían hecho esa propuesta, y que esa propuesta había venido de la Biblioteca Nacional, nada menos, sí fue víctima de una broma: un periodista desaforado había usurpado desde Italia su identidad para decir, en Facebook, sistema que Vargas desconoce, que ni por asomo pensaba renunciar a su derecho a hablar en ese extraordinario foro de Buenos Aires.
La verdad es que el delincuente italiano usurpó su identidad pero calcó sus intenciones. Este viernes, recién despertado en México, donde le halló el epicentro de la polémica argentina sobre su figura y la Feria, el Nobel de 2010 dijo que, en efecto, ahí iba a estar, diciendo lo que tendría que decir.
Pero, claro, ahora no diría tan solo lo que pensaba decir antes de que algunos incendiaran su figura en la plaza pública. Estará, por supuesto, y ahora ya no será el mismo que iba a hablar, probablemente, como ha hecho tantas veces, de libros, de Borges (que es para él un símbolo de los libros), de Lugones, de Cortázar, de Sarmiento…, de la ingente materia literaria que él y cualquiera que haya leído asocia con Argentina en general y con Buenos Aires muy en particular.
Despierto, digo, “porque en esta casa siempre nos levantamos temprano”, como dice Patricia, su mujer. Mario sonaba desencantado, “con una cierta tristeza, sí”, aunque ha visto, al mismo tiempo, “que otras voces contradecían esa intolerancia, esa intransigencia y, en última instancia, ese fanatismo”. Entristecido, y sorprendido. “Sobre todo porque esa actitud haya sido encabezada por el director de la Biblioteca Nacional; que sea él quien pida un veto, una censura, con unos argumentos nacionalistas tan pequeñitos, tan estrechos, es desmoralizador”.
Eso “no está a la altura de lo que es la cultura argentina”. Mario Vargas Llosa ha escrito resmas enteras de textos sobre algunos de aquellos personajes sobre los que se edifica el conocimiento exterior de la cultura argentina de los últimos siglos; y, por supuesto, también ha escrito contra el Gobierno actual, y contra gobiernos pasados, como la ominosa dictadura, que también le vetó. Desde ese puesto de vigilancia intelectual y literaria, y también política, asistió perplejo ante la propuesta de veto.
“Aparte de política, de discrepancias ideológicas, me sorprendió y me entristeció mucho porque parece que daba la razón a muchas de las críticas que yo he hecho. Pero el veto no me parecía concebible en Argentina”, comenta.
Aunque el veto no era una novedad para él; fue vetado en Perú, su país, cuando escribió La ciudad y los perros, cuyos ejemplares fueron quemados en público; Fujimori lo proscribió como ciudadano, y en la propia Argentina fue tachado por la censura… militar. En una conversación con Soledad Gallego-Díaz, de El País, recordó este último incidente, y desde México volvió a hablar de ello este viernes: “Recordé inmediatamente que la única vez que había sido censurado en Argentina fue con la dictadura de Videla. Me prohibió Pantaleón y las visitadoras y La tía Julia y el escribidor. Tengo un decreto absolutamente maravilloso firmado por el general Harguindey, el que era ministro del Interior, explicando las razones, diciendo que yo había ofendido al ser argentino…”.
Mario Vargas Llosa pensaba que esa pulsión que le llevaba a Harguindey a defender “el ser argentino” había acabado al llegar la democracia. “Pero los argumentos del señor González y de los intelectuales kirchneristas de esta asociación, que no sé cómo se llama, son muy semejantes a los utilizados por el general Harguindey”.
Como ha escrito tanto sobre Buenos Aires y los libros, y la Feria del Libro es central en esta polémica, los lectores de Vargas Llosa recordamos de inmediato, cuando se abrió este melón desabrido, un texto suyo sobre la Biblioteca Miguel Cané, donde trabajó Borges, y donde por cierto está ahora el legado de Tomás Eloy Martínez… Ese era un homenaje a los libros, a la memoria de Borges y a la devoción argentina por la cultura literaria. Eso recordamos. ¿Y él mismo qué recordó? “Yo además me acordé de que la Biblioteca Nacional argentina ha tenido como directores a Jorge Luis Borges, a Leopoldo Lugones… Es decir, a la mejor tradición argentina, grandes creadores que, aparte de sus ideas políticas, yo creo que jamás hubieran pedido censuras o vetos contra escritores que no pensaban como ellos”.

A Vargas Llosa, que se ha pasado la vida contando cómo ve la vida, la suya, la de otros, la de su país, la de otros países, y que se ha pasado la vida discutiendo (sin ponerse de acuerdo) consigo mismo, le pareció “maravilloso el argumento de que un escritor no puede venir a meter la nariz en cuestiones nacionales. Entonces no habría ninguna posibilidad de escribir ni de opinar sobre nada ni nadie con ese argumento tan pequeño”.
Por otra parte, Tomás Eloy Martínez, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges… se han pasado la vida entrometiéndose, por así decirlo, en la vida extranjera. “¡Si una de las cosas más interesantes de la cultura argentina ha sido la universalidad! Los escritores argentinos se han pasado la vida metiendo las narices en el mundo entero”.
¿Él se imaginaba que algo así podría ocurrir? “No. Sobre todo pensaba que en Argentina esto ya no era posible. ¡Pero, fíjate, es posible! Y lo extraordinario es que no ha sido uno, sino un grupo, no sé cuántos, ni sé tampoco las credenciales intelectuales que tienen. Pero que haya un grupo que pida vetos y censuras sobre sus colegas porque no piensan como ellos me parece de la peor tradición latinoamericana de la que estamos tratando de librarnos y me confirma en mis ideas a favor de la democracia, del liberalismo… De la tolerancia, básicamente”.
Le discuten, no es raro; le han discutido siempre, hasta cuando estaban de acuerdo con él; y no es raro, le dije, porque él mismo se ha pasado la vida discutiendo con todos, incluso consigo mismo. “Absolutamente”, dice, “pero es que eso es bueno. Que haya diálogo, comunicación, discrepancia, es muy bueno y muy sano. Básicamente es lo que es la democracia. En lugar de matarse y apalearse, discutir, cambiar ideas en lugar de piedras y palos. Pero claramente hay un espíritu piquetero que no acaba de desaparecer y que incluso contamina a cierto medio intelectual”.
La propia presidenta intervino para que no prosperara el veto. El Nobel dice: “Le agradezco a la señora Kirchner su intervención y me da la impresión de que es más lúcida que los intelectuales que la apoyan”.
Entonces, ¿qué va a pasar? Va a ir, claro, y va a hablar, por supuesto. ¿Para hablar de política? ¿Para hablar de qué? “Lo último que se me hubiera ocurrido es ir a inaugurar la Feria del Libro para hacer política. No era lo propio, lo adecuado. Sé que hay un sitio para cada cosa. Ahora ellos han creado una situación muy difícil porque sería un terrible escamoteo que yo no hablara de mis posiciones y mis ideas cuando me querían prohibir que lo hiciera… Es una cuestión de dignidad, de coherencia, y sería una frustración para quienes quieran escucharme que no me dé por enterado de lo que han dicho, de las acusaciones que me han hecho y, además, de las etiquetas que me han colocado”.
Muchas veces ha sido agitado desde el patio de butacas de conferencias. En algunos de esos escenarios estuve con él, como editor, acompañándolo. ¿Le intimidan estas situaciones? “No, no me intimidan porque desde muy joven, por desgracia, he estado metido en controversias y generalmente en medios donde la racionalidad muchas veces desaparece. Con la pasión dialéctica surge inmediatamente esa tradición que gravita sobre nosotros con tanta fuerza, que es la de la violencia: acallar, destruir, silenciar… Una tradición muy arraigada”.
Ahí lo tendrán; discutirán con él, y él discutirá, también, hasta consigo mismo. Lo ha hecho toda la vida. Está acostumbrado.


Fuente: clarin.com


INSTÁNEAS DEL SAN TELMO NO ANTICUARIO



En los alrededores de la ya célebre Feria de San Pedro Telmo, en el barrio de San Telmo, se puede ver de todo: hasta lo más insospechado. La fauna, los personajes, los oficios, las situaciones... He aquí unas imágenes de algunas cosas que también pueden verse los domingos, pero, aunque giran alrededor de las actividades de la feria y de los anticuarios de sus alrededores, poco tienen que ver con cosas viejas o antigüedades.

Las lindas estructuras de hierro y vidrio del Mercado de San Telmo, casi seguramente de origen inglés, donde hoy en día se puede encontrar de todo: baratijas, cosas nuevas, viejas y antiguas surtidas, amén de carnes, pescados, pollos, chivitos, corderos, lácteos, frutas y verduras, etc., etc.. Y también ropa nueva y usada, un par de medias flamantes, bijouterie o un ramo de flores plásticas con chocantes colores fluorescentes y olor a perfume rancio.

Tentadoras frutas, verduras, hortalizas, exquisitos orejones, derivados y "accesorios" llegados desde lejanos lugares del interior del país y también desde otros remotos, exóticos y paradisíacos del planeta.

De vaca, de oveja, de cabra, de búfala... la lista de precios de una quesería con gran variedad de tipos, formas y valores de quesos, con nombres que delatan, a pesar de alguna involuntaria falta de ortografía, un mayoritario origen francés e italiano.

Toda la seductora voluptuosidad y el atractivo colorido de las frutas, propias y ajenas. De cerca y de lejos. Y también concentrados, salsas y derivados envasados. Todo ahí nomás, entrando por los ojos y al alcance de la mano.

Un pálido y acalorado Carlos Gardel, de funyi y lengue como corresponde, se baja de su pedestal de estatua viviente para distenderse y descansar con la excusa de la visita de su amigo, seguramente mucho más rockero que tanguero.

Sin duda alguna, a la nota de color natural por excelencia dentro de este lugar tan peculiar y lleno de historias de otros tiempos, la aportan las cuidadas fruterías, con la calidad, variedad y la geométrica disposición de sus excelentes mercancías.

...................................................................................................Fotos y textos: P. L. B.

"BORGES ES COMO UN ACRÓBATA CHINO"



Jorge Luis Borges y Jean Coromines, en el acto de su investidura como Doctor Honoris Causa en la Sorbonne, el 4 de febrero de 1978.
Por Pekín. EFE

Soy un gran aficionado a Borges, para mí es como una droga ”, señaló A Yi, un joven y consagrado escritor chino, durante el diálogo “Intrigas Literarias”, que mantuvo con el argentino Guillermo Martínez en la sede del Instituto Cervantes de Pekín.
La influencia de Borges en la novela policial llega, literalmente, hasta China, según reconocieron en el coloquio Martínez y A Yi. “Cuando estaba aprendiendo a escribir ficción, leí mucho sobre Borges y sobre la literatura latinoamericana, dijo Yi, nacido en 1976. El escritor, ex policía, resume su trabajo anterior en los cuentos cortos de Historias grises o El pájaro me vio , dos grandes éxitos de ventas en su país.
Parte de la obra de Borges fue traducida al chino: El Aleph y Ficciones, por ejemplo. Y textos en los que el laberinto aparece de forma recurrente, como en los cuentos “El jardín de los senderos que se bifurcan” o “La biblioteca de Babel”. “Me parece que Borges es como un acróbata chino, con todos esos elementos en el aire. Traté de distanciarme de él para crear mi propio estilo, pero incluso hoy cuando encuentro un libro suyo no puedo evitar comprarlo”, contó A Yi, quien además confesó su fascinación por los laberintos en la obra de Borges. La influencia borgeana llegó a otros escritores como Yu Hua (Hangzhou, 1960), uno de los más conocidos autores contemporáneos chinos.
Por su parte, Martínez dijo a la agencia EFE que los lectores toman sus novelas como policiales “sin detenerse en detalle en las teorías filosóficas o matemáticas que aparecen en ellas”. De hecho, el escritor, y también matemático, visita China para promocionar la traducción de su novela La muerte lenta de Luciana B. Para él, “hay muchos escritores argentinos que sienten la figura de Borges como un peso. En mi caso es un desafío que hay que superar en la literatura argentina”.

Fuente texto: clarin.com


Placa conmemorativa sobre el frente de 13 de la Rue des Beaux Arts, Paris, Francia.


EL COLORIDO DE LOS TEXTILES TRADICIONALES




Imagen en la que aparecen vestidos tradicionales de Oriente Medio, en París. La imagen de la mujer de Oriente Medio vestida de negro por razones de tradición o religión salta en añicos en una exposición en París donde el modista Christian Lacroix invita a descubrir el vibrante colorido de los trajes tradicionales de esa región. Son llamativos los puntos de contacto con textiles tradicionales, viejos y antiguos de la Argentina, Perú, Bolivia.

Imagen de febrero pasado en la que aparece un vestido palestino de inicios del siglo XX, en París. La imagen de la mujer de Oriente Medio vestida de negro por razones de tradición o religión salta en añicos en una exposición en París donde el modista Christian Lacroix invita a descubrir el vibrante colorido de los trajes tradicionales de esa región.

Fotos: pierre verdy/AFP