EL MUSEO DEL HERMITAGE, ORGULLO RUSO


Visitantes de todo el mundo llegan hasta el gran Palacio de Invierno de San Petersburgo, atraídos por su colección de tres millones de obras de arte.

Se puede decir, sin miedo a equivocarse, que buena parte de la historia de Rusia está ligada a los 365 salones de este museo, distribuidos en seis edificios –construidos en los siglos XVIII y XIX por arquitectos italianos y rusos– ubicados en el centro de San Petersburgo, junto al río Neva. El más importante de todos los edificios es el Palacio de Invierno, la residencia de los zares desde la época de Pedro el Grande hasta la revolución rusa de 1917. Tres millones de obras de arte –reunidas por los zares desde 1764 y luego por el Estado ruso– esperan a los turistas dentro del Palacio de Invierno y los edificios que lo rodean, como el Viejo, el Nuevo y el Pequeño Hermitage, el Teatro Hermitage, el Palacio Menshikov, un ala del Estado Mayor del Ejército, el Museo de la Fábrica de Porcelana y el Centro de Restauración Staraya Derevnya.
Se trata de la mayor colección de pintura occidental en Europa, con cientos de obras de distintos países –incluye desde los maestros del Renacimiento hasta Picasso y las vanguardias del siglo XX– además de esculturas de la antigüedad griega, romana y egipcia. No faltan íconos bizantinos y joyas del tesoro zarista, como los espectaculares “huevos de Pascua” diseñados por Carl Fabergé, el joyero de los zares. Pero además están las piezas arqueológicas rusas de Siberia y el Cáucaso, el arte oriental de China, India, Irán, Indonesia y Siria. El director del Museo del Hermitage desde el año 1990, Mijail Piotrovsky, escribe en las páginas del catálogo que “el museo es inmenso, después de la primera visita uno se siente aplastado por la variedad de las impresiones que producen los tesoros que hay en él”. Por eso, lo recomendable para cualquier turista es ir despacio, informarse previamente y armar un itinerario propio, de acuerdo con los gustos personales. Es que el Hermitage es inagotable.
Un viajero puede pasarse días enteros delante de la colección de pinturas del Impresionismo francés o en las salas dedicadas a Matisse, Picasso, Kandinsky, Rembrandt, Rubens y tantos otros genios. Además, los palacios que dan forma al Hermitage son obras de arte por derecho propio: más de un viajero se sorprenderá ante las arañas de cristal y sus luces, los frescos de los techos de las salas, o los pisos, con un trabajo de marquetería que combina maderas finas.


Visiones inolvidables

Desde las ventanas del Hermitage hay vistas inolvidables hacia el río Neva, la fortaleza de San Pedro y San Pablo, las plazas imperiales o el edificio del Almirantazgo. Y no hay que olvidar las exposiciones itinerantes –colecciones que llegan al Hermitage desde otros museos del mundo– o las más de veinte exposiciones anuales que revisan el patrimonio propio del museo. Tantas opciones, a veces pueden forzar cambios de planes o itinerarios, por eso conviene tomar en cuenta algunos datos prácticos.
Es útil saber que el complejo de edificios del Hermitage está cerrado los días lunes. Funciona de martes a sábados en el horario de 10.30 a 18 y los domingos de 10.30 a 17, aunque el Palacio de Invierno cierra una hora antes. El ticket que permite una visita de dos días consecutivos cuesta 26 dólares; por un solo día el costo es de 18 dólares. Se pueden evitar las colas en la boletería al comprar los tickets por Internet (www.hermitagemuseum.org). Hay servicios de audioguías en español, inglés, alemán y francés. El museo tiene una gran cafetería y acceso a servicios de Internet.
No podía faltar la tienda de recuerdos del Hermitage: allí se venden guías y libros de arte –la guía oficial “The State Hermitage Guidebook” cuesta 30 dólares– además de reproducciones en gran tamaño de varias de las obras maestras de la colección, como “La virgen y el niño” de Leonardo da Vinci o “El joven del laúd” de Caravaggio.

El Museo del Hermitage, orgullo ruso.


Escenarios de la historia

La carga histórica que encierran estas paredes es fuerte. En 1927 Sergei Eisenstein filmó en el Hermitage algunas escenas de su película “Octubre”, a diez años de la toma del palacio por los bolcheviques. En 2001 el cineasta Alexander Sokurov filmó “El arca rusa” sin salir de las innumerables salas del Palacio de Invierno. Esas salas le bastaron como escenario para mostrar los sueños de Pedro el Grande, Catalina II y otros zares de la dinastía de los Romanov que pasearon por aquí durante distintas épocas, junto a filósofos como Diderot y Voltaire. Lo que nació como una colección privada de Catalina II luego de la compra de 225 cuadros al marchand Gotzkowski, no paró de crecer desde entonces. Ya en 1774 el catálogo de la galería de pintura del Hermitage anotaba dos mil obras. El barroco Palacio de Invierno diseñado por el italiano Francesco Rastrelli se incendió en 1837 y fue restaurado a todo lujo, con la escalera de honor, la sala del trono y la gran capilla. Por aquí se paseaban los embajadores y aristócratas. En 1914 con la Primera Guerra Mundial se abrió un hospital en el Palacio de Invierno, que fue también el escenario privilegiado de la revolución rusa de 1917. El nuevo Estado soviético hizo del Hermitage un museo estatal y vendió varios tesoros de la colección en la década de 1930 –ocasión aprovechada, entre otros, por la National Gallery de Washington– mientras los inmensos salones se abrían por primera vez al público. Con el ataque alemán a Rusia en 1941 la ciudad de San Petersburgo (que se llamaba entonces Leningrado) vivió su hora más trágica. Dos trenes blindados trasladaron parte de la colección del Hermitage hacia refugios en los Montes Urales poco antes del inicio del asedio alemán a la ciudad, que duró 900 días. Luego de la disolución de la Unión Soviética en 1991, el Hermitage fue restaurado y se lo actualizó tecnológicamente. Como siempre, también hoy la historia se hace sentir entre estas paredes.



Fuente: clarin.com


ETERNA CADENCIA / TRABAJO DE HORMIGA


La librería Eterna Cadencia se convirtió en un punto de encuentro.
Pablo Braun, su responsable, fundó también una editorial e impulsó el Festival internacional de literatura en Buenos Aires.

PABLO BRAUN - FOTO FLORENCIA COSIN

POR VICKY GUAZZONE DI PASSALACQUA

“Quise hacer una librería que me gustara a mí”, asegura Pablo Braun. Por eso decidió fundar Eterna Cadencia. Su gusto, al parecer, coincide con el de muchos lectores y escritores. Desde diciembre de 2005, la espléndida casona donde funciona la librería es un punto fuerte en la movida literaria porteña. Allí se realiza una amplia diversidad de charlas, conferencias, cursos y presentaciones.
Una vez que la librería se estableció como un punto de encuentro vinculado a la literatura, Braun quiso extender sus redes y fundó una editorial con el mismo nombre. Desde mediados de 2008, un equipo encabezado por Leonora Djament, quien tenía un cargo importante en el sello Norma, ha publicado libros de autores nóveles y consagrados a un promedio de 25 títulos por año.

¿Eterna Cadencia ocupó un lugar que estaba vacante en Buenos Aires?
El local llama la atención porque está en Palermo Viejo, un barrio singular, en un lindo edificio. Sin embargo, no es la única librería de este estilo en Buenos Aires. Admito que me esforcé para generar movimiento y dar forma a un espacio donde sucedieran cosas vinculadas a la cultura. Quizá eso le haya dado visibilidad.

Desde 2008, Eterna Cadencia es, además de una librería, una editorial. ¿Se hace difícil mantener un proyecto de ese tipo?
Resulta costoso hacerse un nombre en el mercado editorial y conseguir a buenos autores. Es cuestión de ser constante y profesional. Tratamos de ser cuidadosos en todos los aspectos, tanto en la producción de los libros como en el vínculo con la prensa y los lectores. Eso, de a poco, da sus frutos.

¿Cómo selecciona una editorial a los autores que publica?
Buscamos autores que nos gusten o que sirvan para dar prestigio al catálogo. En ocasiones, los mismos escritores se acercan a nosotros. El mundo literario es una maraña enorme. Hay que hacer un trabajo de hormiga para encontrar cosas buenas. Tratamos de ofrecer una combinación de autores nuevos y consagrados.

¿Cuál es tu mirada sobre el horizonte literario actual?
No sé si soy un buen parámetro porque hasta hace cinco años no tenía mucho que ver con este mundo. Me parece que están surgiendo muchas cosas. Todos los días hay lecturas, presentaciones de libros, charlas… ¡Hasta tenemos un festival de literatura! Como en todos los ámbitos, hay cosas buenas y malas. Es importante registrar el movimiento; hay charlas a las que asisten sólo 20 personas, pero subimos la desgrabación a nuestro blog y la leen 200 personas más. Esa amplificación me parece interesante.

Fuiste uno de los impulsores del Festival Internacional de Literatura en Buenos Aires. En septiembre se realizó la segunda edición. ¿Qué balance podría hacerse?
Un balance muy positivo. Vinieron 5 mil personas a escuchar a gente que hablaba de libros… ¡Eso es increíble! Queremos que la próxima vez tenga más sedes y dure más días. También nos interesa involucrar a los escritores en tareas de carácter social, como lecturas en colegios o universidades. La idea es promover la lectura desde un lugar amable, no como una obligación.

¿Cuál es el futuro de los libros impresos?
Casi no tengo dudas de que, en diez años, el 50 % de los libros se venderá en versión digital. Los chicos nacen hoy con una computadora bajo el brazo. En breve, en vez de andar con una mochila llena de libros, van a llevar un iPad con textos cargados. Van a estar acostumbrados a eso y no vendrán a una librería. A mí me gusta mucho leer en papel, pero sé que en algún momento voy a tener que llevar los libros que publico al formato e-book. Como editor, lo voy a hacer, pero como librero seguiré vendiendo libros hasta que nadie quiera comprarlos.

Fuente: revistag7.com

ARTE SACRO, EN PUERTO MADERO



Abrió la XII Bienal
Hasta el 30 de enero, podrán verse 52 obras que conjugan arte y religión

Laura Casanovas
LA NACION

Durante siglos, el arte y la religión cristiana forjaron en Occidente una alianza que produjo obras maestras. Si bien luego separarían sus caminos, el encuentro de esos dos mundos queda fielmente reflejado en la XII Bienal de Arte Sacro, que abrió sus puertas en el Pabellón de las Bellas Artes de la Universidad Católica Argentina, en Puerto Madero.
La exposición presenta 52 pinturas de mediano y gran tamaño, entre las cuales se encuentran las que fueron premiadas por un jurado de consagrados artistas argentinos, integrado por Clorindo Testa, Josefina Robirosa y Eduardo Mac Entyre.
El primer premio correspondió a Silvina Lorena Mirasole, por su obra Vía Crucis ; el segundo, a José Alberto Marchi, por Tierra celeste ; el tercero, a Héctor Viola, por El mensajero de la luz , y el cuarto, a Marcela Baubeau de Secondigné, por Cave, cave, Deus videt . La bienal repartió más de 50.000 pesos en premios.
"Hoy más que nunca, tenemos que abrir caminos de diálogo, para superar todo individualismo y promover la belleza que nos aleja del hedonismo, al transportarnos al mundo de la trascendencia", señala en el catálogo de la exposición Raúl Roberto Trotz, presidente de la bienal.
El conjunto de obras seleccionadas presenta una variedad iconográfica que aborda distintas escenas de la vida de Jesús y de la historia del cristianismo. También los estilos son diversos, con propuestas tanto abstractas como figurativas de corte contemporáneo.
Mirasole, de 36 años, ganadora del primer premio de esta edición, comentó a La Nacion que, para esta bienal, trabajó especialmente en el tema del Vía Crucis.
"La idea es que, al ver la obra, hagas el recorrido de las 14 estaciones", afirmó la artista, que ya había participado en la bienal de 2004. Y definió el estilo abstracto de su obra premiada como "puntillismo neobarroco".
También se otorgaron menciones a Renée Pietrantonio, Juan Ranieri, Pablo Sergio Solari y Mario Vidal Lozano. La Bienal de Arte Sacro fue creada en 1986 por monseñor Vicente O. Vetrano y en sus doce ediciones ha logrado convocar a miles de artistas.
La muestra se podrá ver hasta el 30 de enero en Alicia Moreau de Justo 1300, planta baja, con entrada libre.


LA ILUSTRACIÓN LLEGÓ AL eBOOK

Avance del libro electrónico
Las editoriales apuestan al color

Una de las páginas del libro para chicos Olivia va a Venecia, de Ian Falconer, tal como se ve en el iPad. Foto The New York Times

Julie Bosman
The New York Times

NUEVA YORK.- Millones de lectores en el mundo ya han adoptado los libros digitales en blanco y negro para poder leer novelas o no ficción, pero generalmente prefieren todavía el papel cuando se trata de obras con ilustraciones en color. Esa conducta podría cambiar en un futuro próximo.
Las editoriales están haciendo grandes progresos en la conversión de sus enormes bibliotecas de títulos ilustrados en libros electrónicos, con la esperanza de capitalizar la creciente popularidad del iPad Apple y del Nook Color y su capacidad de exhibir libros con fotografías e ilustraciones en color.
Apuntan a un mercado muy amplio y tentador, como son la literatura infantil, los libros de cocina o de arte fotográfico. Apple está a punto de dar un gran impulso a los libros ilustrados: recientemente presentó más de 100 títulos en su iBookstore.
Entre las obras incluidas hay libros infantiles, de cocina y de fotos. Estarán disponibles algunos de los libros ilustrados para chicos más populares de todos los tiempos, incluyendo algunos de la serie Olivia publicados por Simon & Schuster. Otros títulos son Ad Hoc at Home, un espléndido libro de cocina del chef Thomas Keller; Comienzos, de la fotógrafa Anne Geddes, y también En los Parques Nacionales, una colección fotográfica de Ansel Adams.
Los editores estaban ansiosos por vender libros ilustrados en formato digital, particularmente los destinados a los niños, ya que podrían convertirse en una significativa fuente de ganancias adicionales.
La editorial Simon & Schuster informó que sus libros ilustrados para niños, que forman parte de la lista de Apple, serán los primeros publicados en iBookstore.
Jon Anderson, editor de la división para niños de la editorial, dijo que la firma deseaba dar ese salto "desde que los libros electrónicos se hicieron posibles", pero que siempre habían existido limitaciones, dado que los libros eran en colores.
"Esto finalmente nos da la gran oportunidad de que los libros ilustrados se unan a la revolución del libro electrónico", dijo Anderson. "Nos ofrece una gran ocasión para ganar dinero con nuestros contenidos de una manera que antes no podíamos", añadió.
Anderson señaló que para principios de 2011 la empresa esperaba publicar eBooks ilustrados al mismo tiempo que las versiones en papel, que es la práctica estándar ahora en el caso de los cuentos y novelas en papel y sus contrapartes digitales.

Más variedad

El iPad y el Nook Color son dos de los dispositivos más nuevos que han abierto posibilidades a los editores que están convirtiendo sus libros ilustrados en eBooks, pero los expertos de la industria predicen que muy pronto habrá más variedad de dispositivos disponibles.
Muchos usuarios de iPad, que advirtieron el potencial del dispositivo para emplearlo como instrumento educativo, pidieron que haya mayor disponibilidad de libros digitales para niños.
Pero convertir los libros con pesadas imágenes al formato digital no ha sido sencillo. Los autores suelen comprobar ellos mismos, con cuidado, cómo aparece su obra en la pantalla, y los editores se han esforzado por reproducir la experiencia de leer un libro en papel.
Otros editores cuyos libros se exhibirán en el iBookstore son HarperCollins, Disney Publishing, Hachette Book Group, Macmillan y Workman Publishing, según dijo Apple.

Precio

Los precios de los libros digitales con imágenes coincidirán en general con el precio de sus versiones en papel, de aproximadamente 20 dólares.
Algunos de los libros lanzados recientemente para dispositivos Apple como el iPad son exclusivos del iBookstore, mientras que otros pueden conseguirse a través de diversos minoristas digitales. Pero algunas posibilidades, incluyendo la de ver dos páginas consecutivas como una imagen ininterrumpida, no existen en otras aplicaciones de lectura como el Kindle y el Nook aptos para Apple.
Los libros disponibles en el Nook Store pueden leerse en el Nook Color, un lector electrónico que Barnes & Noble comenzó a vender en octubre por 249 dólares.
Los títulos publicados por la editorial HarperCollins, incluyendo los libros de las series Amelia Bedelia y Fancy Nancy, han estado disponibles para el Nook Color desde hace alrededor de un mes. Son los primeros libros ilustrados que la editorial ofrece en formato digital.
Algunos editores también han tenido éxito en el espacio digital convirtiendo los libros en aplicaciones aptas para dispositivos móviles. Disney Publishing informó que ha alcanzado el millón de descargas de sus libros, protagonizados por Winnie the Pooh, las princesas de Disney y los personajes de la película Toy Story.

Traducción de Mirta Rosenberg

EN LA ARGENTINA

* En alza . Si se consideran las restricciones de costos y dispositivos disponibles, el crecimiento de los libros electrónicos ha sido importante. En 2009 se registraron alrededor de 160 libros con formato eBook, mientras que 2010 se cierra con aproximadamente 500 títulos, según datos del Registro de ISBN -Cámara Argentina del Libro (CAL)-. En ese organismo, consideran que no hay un boom local, pero sí un mercado en expansión.

* Porcentaje. "Para algunos analistas, es probable que, aun tomando las proyecciones más optimistas, el eBook no exceda en la próxima década el 30% del total del mercado [mundial]", señala el especialista Roberto Igarza, quien elaboró para la CAL un estudio sobre la irrupción del libro digital en el sector editorial.

Fuente: lanacion.com

BIOY CASARES TENDRÁ SU PROPIA CALLE
EN LA RECOLETA



Proyecto en la legislatura porteña

Bioy Casares en su casa de Posadas 1650, y Eduardo Schiaffino.

Adolfo Bioy Casares, el notable escritor, cuyas recorridas por la ciudad de Buenos Aires fueron fuente de inspiración para muchos de sus cuentos y novelas, tendrá ahora un nuevo homenaje: un tramo de una calle porteña llevará su nombre.
Se trata de una de las dos cuadras de la calle Eduardo Schiaffino, en el barrio de la Recoleta. El resto de esa arteria, que desemboca en la plaza San Martín de Tours, mantendrá el nombre original.
"Adolfo veía esa calle desde las ventanas de la casa donde vivió en los años 60, en Posadas 1650", dijo ayer la escritora, María Esther Vázquez, al finalizar la audiencia pública en la que se comunicó el proyecto del diputado Raúl Puy que promueve el cambio de nombre de parte de la calle Schiaffino.
"Además, Bioy nació a dos cuadras de esta calle", agregó Puy, en diálogo con La Nacion. El legislador, del Partido Socialista y presidente de la Comisión de Cultura de la Legislatura porteña, propuso el cambio de nombre como un homenaje al autor de La invención de Morel, al que admira desde su adolescencia.
El proyecto fue presentado por Puy durante 2009. "Tuve que esperar a que se cumplan los diez años desde el fallecimiento para poder presentarlo, pero lo hicimos y fue apoyado sin problemas", dijo Puy. Bioy Casares nació en 1914 y murió en 1999.
Aprobado por unanimidad por los demás legisladores, el proyecto volverá a ser debatido durante 2011 para su confirmación, al no haberse presentado objeciones durante la audiencia de ayer.
"Consideramos muy atinado darle el nombre de una calle a Bioy, y sobre todo si es de Recoleta, por donde él circuló mucho", dijo Emiliano Penelas, director del centro cultural y biblioteca popular Carlos Sánchez Viamonte, de la que Puy es socio honorario.

Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo en su casa de Posadas 1650.

Fuente: lanacion.com


CON FIESTA EN LA CALLE,
REABRIÓ EL MUSEO DE ARTE MODERNO



Luces y ritmo en el renovado edificio de San Telmo. Así el Gobierno porteño celebró la restauración de la fachada del MAMba y la apertura de dos nuevas salas tras cinco años de cierre por obras. El público disfrutó de muestras de grandes artistas. Luces y ritmo en el renovado edificio de San Telmo.

La celebración afuera.

Por Nora Sánchez

Con el corte de cinta y el aplauso de la gente que se sumó, ayer volvió a la vida tras cinco años el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, MAMbA. El edificio de San Juan 350, dependiente del Ministerio de Cultura porteño, fue reinaugurado con una ceremonia y dos muestras y tuvo su momento cumbre con una fiesta de luces y música en la calle, luego del cierre por remodelación y ampliación durante la gestión Ibarra, que abarcó 3.000 m2.
El acto fue presidido por el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, junto al ministro de Cultura, Hernán Lombardi. Mientras Macri presentaba el espacio, haciendo una comparación con otros pares del mundo como el MoMA o el Pompidou, fue insultado. Un hombre le gritó “facho”. El jefe de Gobierno le respondió que su actitud era la contracara de lo que se estaba viviendo. “Clamo por la paz y la convivencia”, expresó. “Acá estamos inaugurando un museo de arte y a unas pocas cuadras vemos la otra cara de la moneda: la violencia”, sobre los incidentes en Constitución (ver El País ).
Luego, funcionarios, vecinos y curiosos pudieron redescubrir el MAMbA (creado en 1956 por el crítico Rafael Squirru y con más de 7.000 obras de arte argentino de los siglos XX y XXI). En la de planta baja, de 380 m2, recorrieron la muestra “Narrativas Inciertas”, un reflejo del arte local de los últimos 20 años con dibujos, objetos, pinturas y videos de artistas como Max Gómez Canle o Incola Costantino.
Mientras, en la sala de 488 m2 del primer piso la gente pudo visitar “El imaginario de Ignacio Pirovano”, un panorama del arte abstracto con obras de la Colección Pirovano y también del patrimonio del MAMbA.
Una de las primeras en entrar fue la artista Marta Minujín, que dijo: “Nunca debimos haber perdido este museo, no puede ser que una Ciudad como esta no tenga un museo de arte moderno, verlo ahora es too much , muy bueno”, agregó. Mientras el público recorría este MAMbA que durante más de 30 años funcionó en varios lugares hasta que en 1989 fue instalado en su sede actual, se vio a otras personalidades, como el empresario automotriz Cristiano Rattazzi, Cristiano Rattazzi, presidente de las Asociación de Amigos del Museo. “Siempre estuvimos esperando este momento, y hoy se reabre un tercio: ojalá que no pasen otros cinco años para abrirlo la obra que falta”, declaró.
La renovación presentada ayer también alcanzó al acceso por la avenida San Juan. En el hall habilitaron una boletería, un guardarropa y una tienda del museo. También instalaron ascensores, una escalera escultórica y otra contra incendio. Acondicionaron un depósito para embalaje de obras de arte y restauraron la fachada original. En el primer piso, hicieron baños para el público y en planta baja, para los visitantes con movilidad reducida. Además, renovaron el equipamiento y la infraestructura. Las obras estuvieron a cargo del Ministerio de Cultura y del de Desarrollo Urbano.
Precisamente el ministro Lombardi tuvo una frase justa para la ocasión: “Esta es la flor nueva del viejo romance que mantienen los porteños con la cultura”. Mientras se preparaba el show de luz y sonido de la compañía de teatro Ojalá!, dirigida por Pichón Baldinú, un vecino de San Telmo, Eduardo, contó: “Vi cosas muy lindas en este museo cuando estaba abierto, y espero que el nuevo MAMbA sea un espacio democrático para los artistas que no están de moda pero vienen trabajando desde hace mucho”.
Y estalló la fiesta en la calle. El show fue como si la fachada del edificio “hablara”, mediante luces audiorrítmicas desde el interior, que asomaban por distintas ventanas de los dos pisos superiores del edificio y se iban iluminando. Fue un gran cierre de vanguardia digno de semejante museo.

Fuente:clarin.com

HALLAN UNA NUEVA RAMA DE LA FAMILIA HUMANA


Restos de un dedo y una muela de juicio descubiertos en una cueva de Siberia serían de homínidos "primos" de los neandertales

Carl Zimmer
The New York Times


NUEVA YORK.- Un equipo internacional de científicos identificó restos de homínidos de una cueva de Siberia como primos de los neandertales que vivieron en Asia hacia entre 400.000 y 50.000 años atrás y que se habrían cruzado con los ancestros de los actuales habitantes de Nueva Guinea.
En la cueva de Denisova, ellos dejaron el hueso de un dedo y una muela de juicio. De estos escasos restos fósiles se pudo conocer el genoma completo de aquellos antiguos habitantes de Asia.
Los resultados del análisis de ese ADN, publicados ayer en Nature, revelan que el genoma de los habitantes de Nueva Guinea posee un 4,8% del ADN de los homínidos de Denisova. Los científicos proponen que los ancestros de los neandertales y los homínidos de Denisova aparecieron en Africa hace medio millón de años. Los neandertales se extendieron hacia el Oeste hasta Europa, mientras que los homínidos de Denisova lo hicieron hacia el Este y, hace unos 50.000 años, se cruzaron con los humanos que emigraron de Africa a lo largo de la costa del sur de Asia, y les dejaron algo de su ADN.
La investigación fue dirigida por Svante Paabo, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Alemania. Con su equipo, desarrolló métodos para rescatar fragmentos de ADN antiguo de restos fósiles.
En mayo, el equipo publicó el genoma completo del Neandertal y concluyó que los humanos y los neandertales descendían de ancestros comunes de unos 600.000 años atrás. Halló también que un 2,5% del genoma Neandertal era más parecido al ADN de los habitantes de Europa y Asia que al de los africanos.
El año pasado, el equipo del doctor Anatoli Derevianko, de la Academia Rusa de Ciencias, que explora cuevas en Siberia, le envió a Pääbo un fragmento del hueso de un dedo hallado en la cueva de Denisova. Para Derevianko, el fósil de unos 50.000 años de antigüedad habría pertenecido a uno de los primeros habitantes humanos de Siberia.
El equipo de Paabo aisló una porción de ADN de la mitocondria ósea y descubrió que el ADN del fósil de Denisova era significativamente diferente del de los humanos y los neandertales. "Fue un gran shock; eran grupos distintos", dijo Paabo.
Entonces, el equipo reunió todo el ADN del dedo, secuenció el genoma y envió la información a un equipo de la Escuela de Medicina de Harvard y del Instituto Broad de Cambridge, para compararla con otras especies: el hueso pertenecía a una rama que se había separado de los ancestros de los neandertales hacía 400.000 años. Paabo la bautizó "denisovanos".
Luego, el genetista Nick Patterson, del Instituto Broad, comparó el genoma de los homínidos con los de cinco personas de Sudáfrica, Nigeria, China, Francia y Papúa-Nueva Guinea. Una parte del genoma "denisovano" incluía partes del ADN de Nueva Guinea. Ahora, el equipo tratará de conocer el aspecto de esos homínidos si encuentra restos fósiles de un cráneo o un esqueleto completo
.

Fuente:lanacion.com