Una persona logró entrar en el Museo de Arte Moderno de París y llevarse cinco obras
Nathalie Kantt
Para LA NACION
Según el alcalde de esta ciudad, Bertrand Delanoë, estas fallas técnica y humana explicarían el exitoso robo de cinco obras de arte ocurrido ayer, por un valor estimado en poco menos de 100 millones de euros, según datos de la municipalidad. Una primera evaluación de fuentes judiciales había estimado el perjuicio en 500 millones de euros.
Aquí ya lo denominan el "robo récord", y el hecho reabrió la polémica por la seguridad en los museos franceses. Según los investigadores, las filmaciones mostrarían a un solo hombre que, vestido de negro, rompió un candado y se introdujo por una de las ventanas de este edificio de estilo art déco construido a fines de los años 60 e inaugurado en 1961.
Según las obras que se denunciaron como desaparecidas, y analizando los planos del museo que figuran en su página web, el ladrón se habría dirigido primero a la sala 1, donde eligió pinturas de las épocas fauvista y cubista, como L?olivier près de l?Estaque, de Georges Braque, y Le pigeon aux petits pois, de Pablo Picasso, una obra estimada en 22 millones de euros. De la misma sala se llevó La pastorale, de Henri Matisse, y Nature morte aux chandeliers, de Fernand Léger. Luego fue hasta la sala ocho en busca del retrato La femme à l?éventail, de Amedeo Modigliani. Cortó los lienzos con un cortante, abandonó los marcos y se fue. Las cinco pinturas son parte de la colección permanente del museo.
Para el crítico de arte Jean-Marie Baron, los cuadros fueron elegidos de manera profesional. "No fue una selección aleatoria. Estas cinco pinturas están entre las joyas de la colección del museo. Quizá no todos los cuadros son conocidos por los visitantes, pero son pinturas sumamente importantes en el mundo del arte", aseguró Baron a La Nación.
Para este especialista, la reventa de estos cuadros será difícil a menos que se trate de un pedido de coleccionistas privados. "Estadísticamente los cuadros terminan volviendo al museo. Salvo que del otro lado del mundo, en China o en Kazakhstán, los estén esperando sin importar que hayan sido robados", dijo. Citado por el diario alemán Frankfurter Rundschau, el asegurador AXA confirmó que los cuadros no estaban asegurados.
REFORMAS INCOMPLETAS
Los visitantes que ayer se acercaban al museo se encontraban con dos papeles, pegados a las apuradas sobre las inmensas puertas en bronce, en los que se leía: "Por razones técnicas, el museo estará hoy cerrado al público". Canales de televisión de todo el mundo filmaban la escena.
Detrás, en el costado del edificio que da al Sena, los investigadores estuvieron por la mañana tomando las huellas de los marcos abandonados. Por la tarde, algunos responsables del museo, con radiotransmisores colgados de los pantalones y acompañados por agentes de seguridad y perros, inspeccionaron la zona. Parecían definir cómo sería la vigilancia del lugar durante la noche.
En un comunicado de prensa, el alcalde confirmó que el museo había constatado una falla en el funcionamiento de la alarma volumétrica el 30 de marzo y que ese mismo día había alertado a la empresa que se ocupa de la seguridad, pero que el arreglo no se había completado todavía.
Paradójicamente, el Museo de Arte Moderno estuvo cerrado entre 2004 y 2006 para actualizar sus medidas de seguridad y mejorar, por ejemplo, su sistema de detección de intrusos. Una reforma por la que la ciudad de París invirtió 15 millones de euros.
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