DIPUTADOS RATIFICÓ EL CONVENIO
PARA TRASLADAR EL MONUMENTO A COLÓN
PARA TRASLADAR EL MONUMENTO A COLÓN
Tras un extenso debate, el Frente para la Victoria contó con el apoyo de Unión Pro para aprobar el acuerdo entre Nación y Ciudad luego de que la Justicia avalara el proceso. Férreo rechazo de la UCR, el massismo y el Frente Amplio UNEN.
El proyecto obtuvo 128 votos a favor, 63 en contra y nueve abstenciones. El Frente para la Victoria contó con el apoyo de Unión Pro pero no así de la UCR, el Frente Amplio UNEN y del massismo, que rechazaron el acuerdo entre el kirchnerismo y el macrismo, mientras que Compromiso Federal se abstuvo.
Con la ley, el grupo escultórico, que hoy se encuentra en el Parque Cristóbal Colón -ubicado detrás de Casa Rosada- será trasladado al Aeroparque porteño.
La titular de la Comisión de Cultura, Nanci Parrilli (FpV) recordó que “la decisión que tomó en su momento el Gobierno nacional de desmontar el monumento para su restauración y posterior traslado originó una serie de conflictos e idas y vueltas entre el Gobierno nacional y el de la Ciudad”.
El último fallo, de la sala V de la Cámara Nacional de Apelaciones, sostuvo que el Gobierno nacional realizó todas las medidas necesarias de conservación y preservación del monumento, con la supervisión de la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y de Lugares Históricos.
Por otra parte, Parrilli remarcó que con el traslado del grupo escultórico “no estamos anulando la historia, sino poniéndola en otro lugar y contándola desde otra perspectiva”.
El jefe del bloque macrista, Federico Pinedo, recordó que en su momento “nuestro partido se opuso, intervino la justicia” pero “el Gobierno desarmó el monumento de tal forma que da lástima verlo”.El rechazo más duro a la ley fue encabezado por el socialista Roy Cortina, precandidato a jefe de Gobierno porteño, quien denunció que este acuerdo es el fruto de la presión del Gobierno nacional” aunque también acusó al macrismo de “claudicar” en la causa.
El último fallo, de la sala V de la Cámara Nacional de Apelaciones, sostuvo que el Gobierno nacional realizó todas las medidas necesarias de conservación y preservación del monumento, con la supervisión de la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y de Lugares Históricos.
Por otra parte, Parrilli remarcó que con el traslado del grupo escultórico “no estamos anulando la historia, sino poniéndola en otro lugar y contándola desde otra perspectiva”.
El jefe del bloque macrista, Federico Pinedo, recordó que en su momento “nuestro partido se opuso, intervino la justicia” pero “el Gobierno desarmó el monumento de tal forma que da lástima verlo”.El rechazo más duro a la ley fue encabezado por el socialista Roy Cortina, precandidato a jefe de Gobierno porteño, quien denunció que este acuerdo es el fruto de la presión del Gobierno nacional” aunque también acusó al macrismo de “claudicar” en la causa.
Otro que cuestionó la ley y también dedicó críticas tanto al kirchnerismo como al macrismo fue Fernando Sánchez (CC-ARI), quien dijo que la presidenta de la Nación “dispuso de un bien que nadie duda que es propiedad de la Ciudad de Buenos Aires”, mientras que “el Pro tiene que estar decidido a defender lo que no defendió”.
Sánchez denunció un “atropello ilegal” del Gobierno nacional y agregó que “hay que hacer justicia con los que maltratan a nuestros hermanos aborígenes en el presente”, al referirse a la represión sobre la comunidad quom en Formosa.
Por su parte, Manuel Garrido (UCR) denunció que “la presidenta incurre en un exceso al pasar por encima del límite jurisdiccional”, y añadió que “todos los técnicos opinaron que el desmolde no es el mecanismo idóneo para la restauración”.
Sánchez denunció un “atropello ilegal” del Gobierno nacional y agregó que “hay que hacer justicia con los que maltratan a nuestros hermanos aborígenes en el presente”, al referirse a la represión sobre la comunidad quom en Formosa.
Por su parte, Manuel Garrido (UCR) denunció que “la presidenta incurre en un exceso al pasar por encima del límite jurisdiccional”, y añadió que “todos los técnicos opinaron que el desmolde no es el mecanismo idóneo para la restauración”.
El diputado Federico Pinedo, titular de la bancada del PRO. |
Carta de la Presidente de Basta de Demoler a Federico Pinedo, quien votó hoy el traslado del monumento a Colón.
Gracias, Diputado, por contestarme.
Ha sido todo lamentable desde el inicio por parte del gobierno porteño pues, estando vigente la Ley 2862 del convenio entre la ciudad y el PEN podía haber recurrido a la Corte Suprema de Justicia para hacer valer los derechos de la ciudad y por ser el custodio de sus bienes patrimoniales.
La diputada Lía Rueda encabezó el año pasado la cruzada para evitar este traslado y apoyó el dictado de una ley para declararlo bien patrimonial de la CABA al monumento a Colón; bien que ya pertenecía a la Ciudad y estaba inventariado en el MOA.
Cuando logramos, con un amparo, la primera cautelar que prohibía su traslado, dos diputadas del PRO fueron agredidas por personal nacional.
El Ministerio de Espacio Público instaló una guardia en una entrada dela plaza para evitar que entraran o salieran grúas. Un día desaparecieron.
El Ministerio de Espacio Público instaló una guardia en una entrada dela plaza para evitar que entraran o salieran grúas. Un día desaparecieron.
Ellas son las mismas que ahora han presentado
(en la Legislatura de la CABA) este convenio como un hecho consumado, por disciplina partidaria.
Sepa que los amparos fueron contra los dos gobiernos y que la procuración de la CABA estuvo de acuerdocon los amparistas y solicitó al juzgado que se prohiba el traslado.
Cómo se puede dejar, tan rápido, de lado las convicciones y acompañar con su voto una acción en violación de la ley 5105/1907 y de la cautelar vigente.
No es un tema menor haber aprobado el convenio
No sabemos qué puede venir después.
Qué razón tiene la frase de Napoleón “Nada puede ir bien en un sistema político en el que las palabras contradicen los hechos".
Dra. María Carmen Arias Usandivaras
Una medida que costará 15 millones de pesos
Por Pablo Tomino / LA NACIÓN
Mientras desde el gobierno porteño aseguran que la restauración y la mudanza del monumento a Cristóbal Colón costará unos 15 millones de pesos, asociaciones de italianos irán a la Justicia por considerar "inconstitucional" la ley sancionada ayer por los diputados nacionales para trasladar la estatua a la Costanera Norte.
La escultura, que el 29 de junio del año pasado fue desmantelada detrás de la Casa Rosada por una decisión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, estará emplazada en el espigón Puerto Argentino, frente al aeroparque metropolitano.
"El gobierno nacional armó una carpa detrás de la Casa Rosada y comenzaron con los trabajos para restaurar el monumento. Por otra parte, nosotros estamos avanzando con los estudios de suelo del nuevo lugar de emplazamiento, donde deben construirse los nuevos pilotes. Los costos de la mudanza correrán por parte del gobierno nacional y el traslado se efectuaría dentro de dos o tres meses", dijo a LA NACIÓN Claudio Avruj, subsecretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la ciudad.
Según el funcionario porteño, comunidades de italianos en el país "están de acuerdo" con la mudanza del monumento, pero hay un fuerte rechazo de varias asociaciones de ese país. De hecho, Alejandro Marroco, representante legal de italianos que iniciaron la primera demanda, aseguró que irá a la Justicia porque la ley es inconstitucional.
"Claramente, se viola el artículo 41 de la Constitución Nacional. Un monumento no es simplemente un conjunto de bloques materiales, sino que es una unidad material-simbólico-cultural-histórica arraigada en un sitio específico. Si se lo arranca del sitio, siempre se lo está destruyendo, aunque hipotéticamente sus partes materiales puedan reconstruirse en otro lado. Por lo tanto, el traslado implica destrucción del patrimonio cultural, algo que está vedado por el artículo 41 de la Constitución Nacional y 27 y 32 de la Constitución local", dijo Marroco a LA NACIÓN.
Horacio Savoia, abogado del Círculo Italiano, explicó que "en la justicia federal hay una sentencia firme que impide el traslado de Colón. Los diputados no pueden soslayar esto. Y no se puede desconocer lo actuado en otros poderes. Haremos acciones legales contra esa aprobación porque planteamos la inconstitucionalidad de la norma". Y agregó: "Hoy es la República la que está tirada en el piso, no la estatua de Colón. Si se hubiera escuchado a la Justicia no se habría iniciado este proceso destructivo, que no tiene razón ni sentido".
Así las cosas, por ahora, nada parece impedir que el monumento a Colón termine en otro puerto, tras más de un año de naufragar en el olvido y la desidia.
Según una ley, le pertenece a la Ciudad.
Detrás de la Casa Rosada. Allí estaba el monumento a Colón, que la Presidenta decidió cambiar por otro a Juana Azurduy.
Silvina Gómez
Martín Bravo
Diario La Nación, domingo 10 de agosto de 2014
Publicado en edición impresa
Editorial II
COLÓN, UN FINAL HUMILLANTE
La desdichada historia del Monumento a Colón parece haber alcanzado un final humillante, por cierto, tanto para la memoria del Gran Almirante como para los derechos de los ciudadanos de Buenos Aires, y también de los integrantes de las distintas colectividades italianas, sobre el patrimonio arquitectónico y cultural de su ciudad. En efecto, con el aval, el miércoles último, de la Cámara de Diputados, quedó ratificado por el Congreso el convenio firmado entre el gobierno nacional y el porteño para restaurar y trasladar el grupo escultórico a su nuevo emplazamiento, frente al Aeroparque.
Pero esto no es todo. La presidenta Cristina Kirchner firmó un decreto por el cual se declara lugar histórico nacional al "conjunto urbano constituido por la Casa Rosada, el Museo del Bicentenario, la plaza Colón y la Reja Federal", además de encomendar a la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos que los inscriba en el Registro Catastral y de la Propiedad. Un intento de legitimar definitivamente el caprichoso reemplazo del monumento a Colón por el dedicado a Juana Azurduy, un regalo del gobierno de Bolivia que se emplazará pronto en el lugar.
Fueron 128 los votos positivos (del Frente para la Victoria, sus aliados y Pro), contra 62 negativos y 9 abstenciones, los que decidieron el futuro del monumento. Algunas de las razones esgrimidas para el desplazamiento rozaron lo ridículo: que una mole de 26 metros de altura "pone en riesgo la estructura de la ex aduana Taylor", sobre la cual estaba erigida, y que dejar a Colón en ese lugar (detrás de la Casa Rosada) hubiera sido una contradicción con la historia que desde 2003 se está recuperando y que "ubica a Colón en otro sitio".
Ahora comienza una nueva etapa. Los costos de la restauración y la mudanza del monumento son calculados por el gobierno porteño en 15 millones de pesos (de los de la mudanza se haría cargo el gobierno nacional), y se calcula que todo el proceso insumirá entre dos y tres meses. Por su parte, las asociaciones de la colectividad italiana que se oponen al convenio irán a la Justicia, ya que consideran, y con razón, "inconstitucional" la ley sancionada, porque "claramente se viola el artículo 41 de la Constitución" que se refiere a la destrucción del patrimonio cultural, además de que no se puede desconocer que hay una sentencia en la justicia federal que impide el mencionado traslado.
Una vez más, el kirchnerismo ha logrado otro de sus típicos "triunfos ideológicos" con engaños y distorsiones históricas. Aunque el Monumento a Colón logre ser restaurado y se complete su traslado, lo que no se podrá recuperar ya es su valor simbólico: fue la donación de una de las comunidades más importantes de la Argentina, en agradecimiento por haber encontrado en esta tierra la paz y la felicidad que no gozaban en la propia.
Fuentes varias
"El gobierno nacional armó una carpa detrás de la Casa Rosada y comenzaron con los trabajos para restaurar el monumento. Por otra parte, nosotros estamos avanzando con los estudios de suelo del nuevo lugar de emplazamiento, donde deben construirse los nuevos pilotes. Los costos de la mudanza correrán por parte del gobierno nacional y el traslado se efectuaría dentro de dos o tres meses", dijo a LA NACIÓN Claudio Avruj, subsecretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la ciudad.
Según el funcionario porteño, comunidades de italianos en el país "están de acuerdo" con la mudanza del monumento, pero hay un fuerte rechazo de varias asociaciones de ese país. De hecho, Alejandro Marroco, representante legal de italianos que iniciaron la primera demanda, aseguró que irá a la Justicia porque la ley es inconstitucional.
"Claramente, se viola el artículo 41 de la Constitución Nacional. Un monumento no es simplemente un conjunto de bloques materiales, sino que es una unidad material-simbólico-cultural-histórica arraigada en un sitio específico. Si se lo arranca del sitio, siempre se lo está destruyendo, aunque hipotéticamente sus partes materiales puedan reconstruirse en otro lado. Por lo tanto, el traslado implica destrucción del patrimonio cultural, algo que está vedado por el artículo 41 de la Constitución Nacional y 27 y 32 de la Constitución local", dijo Marroco a LA NACIÓN.
Horacio Savoia, abogado del Círculo Italiano, explicó que "en la justicia federal hay una sentencia firme que impide el traslado de Colón. Los diputados no pueden soslayar esto. Y no se puede desconocer lo actuado en otros poderes. Haremos acciones legales contra esa aprobación porque planteamos la inconstitucionalidad de la norma". Y agregó: "Hoy es la República la que está tirada en el piso, no la estatua de Colón. Si se hubiera escuchado a la Justicia no se habría iniciado este proceso destructivo, que no tiene razón ni sentido".
Así las cosas, por ahora, nada parece impedir que el monumento a Colón termine en otro puerto, tras más de un año de naufragar en el olvido y la desidia.
Por decreto, el Gobierno se adueñó de la Plaza Colón
Según una ley, le pertenece a la Ciudad.
Detrás de la Casa Rosada. Allí estaba el monumento a Colón, que la Presidenta decidió cambiar por otro a Juana Azurduy.
En obra. La vista de la plaza desde la Rosada. Allí estará, pronto, la figura de Juana Azurduy. /GUSTAVO ORTIZ |
Mientras avanzan los trabajos para la construcción del pedestal que sostendrá la figura de Juana Azurduy –donde estuvo 93 años la estatua de Colón– la Presidenta firmó un decreto que declara lugar histórico nacional al “conjunto urbano constituido por la Casa Rosada, el Museo del Bicentenario, la Plaza Colón y la Reja Federal (sic)”. Además, encomendó a la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos que los inscriba en el Registro Catastral y de la Propiedad.
El decreto –número 1137–fue publicado en el Boletín Oficial. Así, Cristina Fernández de Kirchner busca darle un marco legal a una decisión tomada en marzo de 2013, cuando ordenó desmantelar el monumento a Cristóbal Colón y reemplazarlo por el de la heroína boliviana. En tanto, tras un acuerdo que llegó después de algunas polémicas, desde el FPV y el Pro, en la Legislatura y en el Congreso, impulsaron diferentes leyes con el mismo fin (ver aparte).
“¿Quién puede tener alguna duda de que la plaza pertenece a la Ciudad? Desde el punto de vista jurídico, simplemente se quieren quedar con la plaza”, evaluó el abogado Alejandro Marrocco, que representa a un grupo de asociaciones italianas que se opone a la mudanza del monumento. Incluso cuestiona la legalidad ante el pedido de la presidenta de anotar los cambios en el Registro Catastral: “Son modificaciones que deberían pasar por la Legislatura porteña. Hay un conflicto de jurisdicción muy claro.
El jefe de Gobierno debería intervenir porque estas acciones pueden sentar precedentes”, reclamó Marrocco, quien además impulsa un amparo para que la plaza sea reabierta al público.
El conflicto en relación al monumento y a la plaza se remonta a 2005, cuando Presidencia decidió enrejarla. En 2007, después de las quejas porque no se podía acceder al lugar, el entonces jefe de Gobierno Jorge Telerman firmó un acuerdo en el que Nación se comprometía a abrirla al público. En 2008 Mauricio Macri ratificó el convenio, pero la plaza nunca se abrió.
Es más, según el decreto firmado ahora por la Presidenta, la reja perimetral tiene nombre: Reja Federal, porque posee los escudos de todas las provincias y el de la Ciudad, que desde 1996 es autónoma; justamente ese año se le transfirieron a la Ciudad todos los espacios públicos y monumentos que están en su distrito.
Según el decreto, se hallaron debajo de la plaza restos de lo que fuera el antiguo fuerte de Buenos Aires y de la Aduana Taylor.
El convenio lo habían firmado los gobiernos de la Nación y la Ciudad. Votaron a favor los legisladores del PRO y del kirchnerismo. Desde algunos bloques opositores lo cuestionaron con dureza.
El decreto –número 1137–fue publicado en el Boletín Oficial. Así, Cristina Fernández de Kirchner busca darle un marco legal a una decisión tomada en marzo de 2013, cuando ordenó desmantelar el monumento a Cristóbal Colón y reemplazarlo por el de la heroína boliviana. En tanto, tras un acuerdo que llegó después de algunas polémicas, desde el FPV y el Pro, en la Legislatura y en el Congreso, impulsaron diferentes leyes con el mismo fin (ver aparte).
“¿Quién puede tener alguna duda de que la plaza pertenece a la Ciudad? Desde el punto de vista jurídico, simplemente se quieren quedar con la plaza”, evaluó el abogado Alejandro Marrocco, que representa a un grupo de asociaciones italianas que se opone a la mudanza del monumento. Incluso cuestiona la legalidad ante el pedido de la presidenta de anotar los cambios en el Registro Catastral: “Son modificaciones que deberían pasar por la Legislatura porteña. Hay un conflicto de jurisdicción muy claro.
El jefe de Gobierno debería intervenir porque estas acciones pueden sentar precedentes”, reclamó Marrocco, quien además impulsa un amparo para que la plaza sea reabierta al público.
El conflicto en relación al monumento y a la plaza se remonta a 2005, cuando Presidencia decidió enrejarla. En 2007, después de las quejas porque no se podía acceder al lugar, el entonces jefe de Gobierno Jorge Telerman firmó un acuerdo en el que Nación se comprometía a abrirla al público. En 2008 Mauricio Macri ratificó el convenio, pero la plaza nunca se abrió.
Es más, según el decreto firmado ahora por la Presidenta, la reja perimetral tiene nombre: Reja Federal, porque posee los escudos de todas las provincias y el de la Ciudad, que desde 1996 es autónoma; justamente ese año se le transfirieron a la Ciudad todos los espacios públicos y monumentos que están en su distrito.
Según el decreto, se hallaron debajo de la plaza restos de lo que fuera el antiguo fuerte de Buenos Aires y de la Aduana Taylor.
Con polémica y cruces, Diputados ratificó el acuerdo por el traslado del monumento a Colón
El convenio lo habían firmado los gobiernos de la Nación y la Ciudad. Votaron a favor los legisladores del PRO y del kirchnerismo. Desde algunos bloques opositores lo cuestionaron con dureza.
Colón, acostado. Así yace el monumento que irá a Costanera. / G R ADRAST |
Luego de un debate con momentos ásperos y acusaciones cruzadas, la Cámara de Diputados ratificó el convenio entre el Gobierno Nacional y el de la Ciudad para restaurar y trasladar el monumento a Cristóbal Colón, que será ubicado frente al Aeroparque. El Frente para la Victoria, sus aliados y el PRO avalaron el acuerdo (128 votos), mientras que el radicalismo, la Coalición Cívica y el massismo lo rechazaron (63). Parte de los legisladores del Frente Amplio UNEN y de otros bloques opositores se abstuvieron.
“Dejar el monumento en ese lugar hubiera sido una contradicción. No estamos anulando la historia, estamos poniendo las cosas en otro lugar y contándolas desde otra perspectiva. Mi abuela decía zapatero a tus zapatos y a nosotros como legisladores nos toca aprobar este convenio en el que dos Estados a través de sus Poderes Ejecutivos se han puesto de acuerdo”, inició el debate Nanci Parrilli, una de las miembros informantes del kirchnerismo. El convenio se suscribió el 26 de marzo, con las firmas del jefe de Gabinete del Gobierno Nacional, Jorge Capitanich, y su par porteño Horacio Rodríguez Larreta.
“Si fuera por nosotros nunca estaríamos tratando este tema. Esta actitud infantil de decir que la historia de la Argentina vendría a ser pueblos originarios contra pueblos europeos no obedece a la realidad y nos parece una visión reaccionaria”, marcó distancia Federico Pinedo -jefe del bloque del PRO- pese al voto a favor, y cuestionó el abandono del monumento: “Da lástima verlo, destruido, tirado por el piso, en 20 pedazos...” Desde la Coalición Cívica lanzaron fuertes críticas para los dos espacios. “La barbarie es la ignorancia de la cultura. El Gobierno de la Nación y el de la Ciudad repiten la matriz colonial de idénticos o eliminados. ¿Por qué se desconoce la comunidad italiana y a los inmigrantes? Yo vi como el peronismo usa a los indígenas para el voto. Y lo que no puede explicar el PRO es por qué sigue votando con La Cámpora todos los días y se presenta como opositor al Gobierno”, lanzó Elisa Carrió, pese a sus coqueteos con el macrismo de cara a 2015. Fernando Sánchez, uno de sus diputados de mayor confianza, también había sido duro en su discurso: “Así como la Presidenta encontró un día como enemigo al campo, otro a la Iglesia, y ahora cita a Francisco, dijo ‘necesito confrontar con alguien que fue protagonista de su tiempo’. Es un atentado a la democracia cultural”, aseguró, y también disparó contra el PRO: “¿Qué les van a decir a los ciudadanos que les dieron su voto? Tampoco defendieron a la Ciudad cuando le entregaron los impuestos y el negocio del juego a Cristóbal López”.
“Lamento que el Congreso vote esto. La Presidenta incurre en un exceso al pasar por encima del límite jurisdiccional. Todos los técnicos opinaron que el desmolde no es el mecanismo idóneo para la restauración”, se sumó a las críticas el radical Manuel Garrido. Roy Cortina, del socialismo, también alzó la voz para rechazarlo: “Este acuerdo es fruto de la presión, el Gobierno de la Ciudad claudicó ante la prepotencia del Gobierno Nacional”.
“Dejar el monumento en ese lugar hubiera sido una contradicción. No estamos anulando la historia, estamos poniendo las cosas en otro lugar y contándolas desde otra perspectiva. Mi abuela decía zapatero a tus zapatos y a nosotros como legisladores nos toca aprobar este convenio en el que dos Estados a través de sus Poderes Ejecutivos se han puesto de acuerdo”, inició el debate Nanci Parrilli, una de las miembros informantes del kirchnerismo. El convenio se suscribió el 26 de marzo, con las firmas del jefe de Gabinete del Gobierno Nacional, Jorge Capitanich, y su par porteño Horacio Rodríguez Larreta.
“Si fuera por nosotros nunca estaríamos tratando este tema. Esta actitud infantil de decir que la historia de la Argentina vendría a ser pueblos originarios contra pueblos europeos no obedece a la realidad y nos parece una visión reaccionaria”, marcó distancia Federico Pinedo -jefe del bloque del PRO- pese al voto a favor, y cuestionó el abandono del monumento: “Da lástima verlo, destruido, tirado por el piso, en 20 pedazos...” Desde la Coalición Cívica lanzaron fuertes críticas para los dos espacios. “La barbarie es la ignorancia de la cultura. El Gobierno de la Nación y el de la Ciudad repiten la matriz colonial de idénticos o eliminados. ¿Por qué se desconoce la comunidad italiana y a los inmigrantes? Yo vi como el peronismo usa a los indígenas para el voto. Y lo que no puede explicar el PRO es por qué sigue votando con La Cámpora todos los días y se presenta como opositor al Gobierno”, lanzó Elisa Carrió, pese a sus coqueteos con el macrismo de cara a 2015. Fernando Sánchez, uno de sus diputados de mayor confianza, también había sido duro en su discurso: “Así como la Presidenta encontró un día como enemigo al campo, otro a la Iglesia, y ahora cita a Francisco, dijo ‘necesito confrontar con alguien que fue protagonista de su tiempo’. Es un atentado a la democracia cultural”, aseguró, y también disparó contra el PRO: “¿Qué les van a decir a los ciudadanos que les dieron su voto? Tampoco defendieron a la Ciudad cuando le entregaron los impuestos y el negocio del juego a Cristóbal López”.
“Lamento que el Congreso vote esto. La Presidenta incurre en un exceso al pasar por encima del límite jurisdiccional. Todos los técnicos opinaron que el desmolde no es el mecanismo idóneo para la restauración”, se sumó a las críticas el radical Manuel Garrido. Roy Cortina, del socialismo, también alzó la voz para rechazarlo: “Este acuerdo es fruto de la presión, el Gobierno de la Ciudad claudicó ante la prepotencia del Gobierno Nacional”.
¿Por qué Juana Azurduy?
Por Rolando Hanglin / Para LA NACIÓN
Los
argentinos no sabemos quién fue Álvarez Thomas, o el Sr. Billinghurst,
o Juana Manso, o Tomás Guido. Son calles, simplemente. O estaciones del
ferrocarril.
No podemos ignorar, claro, que Cristóbal Colón
descubrió América. O se topó con ella, por error. Nunca supo que se
trataba de un nuevo continente: más bien un grupo de islas vecinas de
Cipango y Catay, o sea China y Japón. Enviado por los reyes de España,
al mando de tres carabelas llamadas la Pinta, la Niña y la Santa María,
desembarcó el 12 de octubre de 1492 en la isla de Santo Domingo, hoy
repartida entre Haití y la República Dominicana. Los españoles siempre
creyeron encontrarse en las Indias, que se suponían ubicadas al Oriente
de España, y no al Occidente, cruzando el Atlántico.
En fin, ya
sabemos que el gran navegante (tal vez judío portugués, tal vez genovés)
se llamaba en realidad Cristóforo Colombo. Perdura como un emblema de
Italia y su impronta histórica. Italia es nuestra segunda madre patria,
por la abrumadora cantidad de inmigrantes italianos que poblaron nuestra
tierra y dieron forma a nuestra cultura. Fueron italianos Manuel
Belgrano, Juan José Castelli, el coronel Nicolás Levalle (prohombre de
la Campaña del Desierto, nacido en Liguria) Carlos Pellegrini, Arturo
Humberto Illia, Arturo Frondizi, Ernesto Sabato, Juan Manuel Fangio,
Nicolino Locche, Alfredo Di Stéfano y una variedad impresionante de
personajes nacionales. Más que nacionales: folklóricos. Por ejemplo, el
celebrado narrador de temas criollos don Luis Landriscina, y sería
redundante mencionar a Soledad Pastorutti, Darío Grandinetti o Guillermo
Francella. Es obvio que la mitad de los argentinos portan apellido
italiano.
Todo el enorme aporte de Italia a la República Argentina
está sintetizado en la persona de Cristóbal Colón. Que figura también
en la raíz de todos los países del continente, desde los Estados Unidos
(donde hay un Estado que se llama Columbia) hasta la propia nación
colombiana con capital en Bogotá. Pero de todas las naciones americanas,
incluso por encima de USA, Brasil y Uruguay, la nuestra se lleva la
palma de la "italianidad", por cantidad y calidad de inmigrantes.
¿A
qué viene, entonces, la imagen del Gran Almirante derribado, remendado y
tal vez confinado a un punto secundario de esta capital, cuando antes
vigilaba la Casa Rosada?
Parece ser que existe la idea de sustituir ese monumento por otro, consagrado a Juana Azurduy. ¿Quién era ella?
Juana
Azurduy de Padilla fue una patriota nacida en Chuquisaca (hoy Bolivia)
el 8 de marzo de 1781. En aquel entonces, Chuquisaca (antes conocida
como La Plata, ahora Sucre) era una importante sede administrativa y
arzobispal del Virreinato. Albergaba a la Audiencia de Charcas. Tenía,
pues, sus propios tribunales, su Universidad y allí cerca, en Potosí,
las valiosas minas. Conviene aclarar que en el Virreinato había sólo dos
universidades: Chuquisaca y Córdoba. Las ideas liberales germinaron
primeramente en Chuquisaca, donde estudiaron célebres doctores
revolucionarios como Bernardo de Monteagudo, Mariano Moreno, Juan José
Paso, Tomás de Anchorena, José Ignacio Gorriti, José Darregueira, Pedro
José de Agrelo y otros. "El descontento popular descendió de las clases
altas y fue a las multitudes por boca de los agitadores, que eran unos
cuantos doctores y jóvenes estudiantes de buena familia y comerciantes
de crédito", dice el Diccionario Histórico Argentino de Piccirilli,
Romay y Gianello. Entre 1808 y 1809 se desarrolló una fuerte movida
"carlotista", es decir, partidaria de la princesa Carlota Joaquina de
Borbón y Braganza, casada con el Emperador del Brasil, que había
manifestado en agosto de 1808 sus derechos a la corona española mientras
el Rey Fernando VII y su padre, don Carlos IV, estuvieran cautivos de
Napoleón. Las autoridades reprimieron estas inquietudes. Que precedieron
en un año a nuestro 25 de mayo. Buenos Aires no tenía entonces, ni por
las tapas, la distinción y riqueza de Chuquisaca: sólo era una ciudad
puerto sin un puerto verdadero, inferior a Montevideo y destinada a
funcionar como eje del movimiento revolucionario, tal vez precisamente
porque pertenecía a la periferia del imperio español.
La señora
Petrona Azurduy, de origen vasco, quiso que su hija Juana fuese monja, y
la internó en un convento. Pero la chica resultó inadecuada para la
vida conventual. La propia madre la retiró al poco tiempo. Juana se casó
en 1805 con Manuel Asencio Padilla, nacido en Chayanta, actual Bolivia,
militar de carrera. Tuvieron seis hijos. Tanto uno como otro
pertenecían a la élite altoperuana, según se deduce de las carreras que
sus padres habían elegido para ellos. Padilla se enroló en la causa de
la Revolución de Mayo (era nacido en 1773, de manera que en Mayo había
cumplido los 27 años) participando de los combates de Tucumán y Salta.
Derrotado con el Ejército de Belgrano en Vilcapugio y Ayohuma, Padilla
pasó a encabezar una guerra de guerrillas, con un batallón de indígenas,
y después de una larga sucesión de victorias y derrotas fue aprisionado
el 16 de septiembre de 1816, en el encuentro de la Laguna, departamento
de Villar.
Ese día, Juana Azurduy es herida y su marido Padilla,
al verla en peligro de muerte, vuelve a rescatarla. Ella queda libre
pero él resulta capturado. El coronel español Javier Aguilera, esa misma
tarde, lo ejecuta de un pistoletazo y le corta la cabeza para exhibirla
en una pica. Como escarmiento.
Curiosamente, se la confunde con una heroína indígena, cuando en realidad fue una señora de gran clase. La mujer de Padilla, doña Juana Azurduy, fue compañera de guerra de su esposo, caso excepcional en aquellos tiempos. Las familias de distinción no educaban a sus hijas más que en tocar el piano, coser, bordar, las primeras letras y el catecismo. Curiosamente, se la confunde con una heroína indígena, cuando en realidad fue una señora de gran clase, como Mariquita Sánchez de Thompson, de ideas avanzadas para su tiempo y, en el caso de Juana, un insólito coraje combativo. Resultó herida varias veces, encabezó tropas, perdió hijos y marido, y se desempeñó como brillante lugarteniente de Manuel Asencio Padilla. Fue recomendada por Manuel Belgrano y Martín Güemes. Se le otorgó el grado de teniente coronel, con uso de uniforme, por cuenta del director supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, el 13 de agosto de 1816. Decreto firmado por don Juan Martín de Pueyrredón. Juana vivió muchos años en Salta y luego regresó a Chuquisaca, en 1825. Allí murió el 25 de mayo de 1862, asistida por su hija Luisa.
No existe ninguna oposición entre Juana Padilla y Cristóbal Colón.
En
realidad...Si Cristóbal Colón no hubiera llegado a América, no habrían
existido ni Juana Azurduy ni Mariano Moreno, Saavedra, Belgrano, San
Martín, Rosas, Urquiza, Roca, Mitre o Yrigoyen. Ni tampoco los
estancieros del grupo de Anchorena o Alzaga Unzué, ni los escritores
angloargentinos como Guillermo Enrique Hudson, Rodolfo J. Walsh o
Eduardo Wilde. Ni Borges, ni Sabato, ni Falú.
Más aún: si no
hubieran llegado los españoles a tierra americana, los araucanos no
habría cruzado los Andes para cazar ganado cimarrón en las pampas. Pues
aquellos inmensos rebaños que engordaban sin dueño en la llanura...se
los había olvidado don Pedro de Mendoza. En, fin, son especulaciones
contrafácticas.
Todos descendemos del almirante Colón. Un respeto.
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Diario La Nación, domingo 10 de agosto de 2014
Publicado en edición impresa
Editorial II
COLÓN, UN FINAL HUMILLANTE
La desdichada historia del Monumento a Colón parece haber alcanzado un final humillante, por cierto, tanto para la memoria del Gran Almirante como para los derechos de los ciudadanos de Buenos Aires, y también de los integrantes de las distintas colectividades italianas, sobre el patrimonio arquitectónico y cultural de su ciudad. En efecto, con el aval, el miércoles último, de la Cámara de Diputados, quedó ratificado por el Congreso el convenio firmado entre el gobierno nacional y el porteño para restaurar y trasladar el grupo escultórico a su nuevo emplazamiento, frente al Aeroparque.
Pero esto no es todo. La presidenta Cristina Kirchner firmó un decreto por el cual se declara lugar histórico nacional al "conjunto urbano constituido por la Casa Rosada, el Museo del Bicentenario, la plaza Colón y la Reja Federal", además de encomendar a la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos que los inscriba en el Registro Catastral y de la Propiedad. Un intento de legitimar definitivamente el caprichoso reemplazo del monumento a Colón por el dedicado a Juana Azurduy, un regalo del gobierno de Bolivia que se emplazará pronto en el lugar.
Fueron 128 los votos positivos (del Frente para la Victoria, sus aliados y Pro), contra 62 negativos y 9 abstenciones, los que decidieron el futuro del monumento. Algunas de las razones esgrimidas para el desplazamiento rozaron lo ridículo: que una mole de 26 metros de altura "pone en riesgo la estructura de la ex aduana Taylor", sobre la cual estaba erigida, y que dejar a Colón en ese lugar (detrás de la Casa Rosada) hubiera sido una contradicción con la historia que desde 2003 se está recuperando y que "ubica a Colón en otro sitio".
Ahora comienza una nueva etapa. Los costos de la restauración y la mudanza del monumento son calculados por el gobierno porteño en 15 millones de pesos (de los de la mudanza se haría cargo el gobierno nacional), y se calcula que todo el proceso insumirá entre dos y tres meses. Por su parte, las asociaciones de la colectividad italiana que se oponen al convenio irán a la Justicia, ya que consideran, y con razón, "inconstitucional" la ley sancionada, porque "claramente se viola el artículo 41 de la Constitución" que se refiere a la destrucción del patrimonio cultural, además de que no se puede desconocer que hay una sentencia en la justicia federal que impide el mencionado traslado.
Una vez más, el kirchnerismo ha logrado otro de sus típicos "triunfos ideológicos" con engaños y distorsiones históricas. Aunque el Monumento a Colón logre ser restaurado y se complete su traslado, lo que no se podrá recuperar ya es su valor simbólico: fue la donación de una de las comunidades más importantes de la Argentina, en agradecimiento por haber encontrado en esta tierra la paz y la felicidad que no gozaban en la propia.
Fuentes varias