RECONSTRUYEN EL HUEVO DE CEMENTO
QUE ENTRÓ EN LA HISTORIA DEL ARTE

Una obra de Federico Peralta Ramos de 1965.
Es el centro de una muestra en el Malba.
"A través de cosas que son muy bobas te das cuenta de otras que no lo son", dice la curadora.
Modelo 2015. El huevo nuevo, en el MALBA.
      Modelo 2015. El huevo nuevo, en el MALBA.

Mercedes Pérez Bergliaffa


Cornalito tristeTelevisor a leñaEscenografía para recibir a la muerte Tesis para caballo regalado – es decir, sólo algunas de las cientos de frases que forman la obra de Eduardo Navarro (Buenos Aires, 1979)- son parte de La era metabólica, la exposición que inaugurará en el MALBA mañana. Las rodea el núcleo del proyecto: la reconstrucción de Nosotros afuera, el huevo-escultura gigante del artista Federico Peralta Ramos (Mar del Plata, 1939-Buenos Aires, 1992), un huevo que originalmente fue construido en 1965 y que tiene su propia historia.
Peralta Ramos presentó la obra para el Premio Di Tella: un enorme huevo de mampostería y yeso.  Lo construyó en la sala, a último momento, una cuadrilla de albañiles. La obra ganó el premio pero el huevo -así dice la leyenda- se rompió. Terminó destruyéndolo a mazazos.
¿Pero qué hace ahora un huevo gigantesco haciendo equilibrio precario sobre el piso del MALBA…? Lo explica la curadora de la exposición, la española Chus Martínez –actual directora del Instituto de Arte y Diseño de Basel, antes directora del Museo del Barrio de Nueva York, entre otros cargos-, quien propone en sus exposiciones mucho vuelo poético, ideas que parecen delirantes y deja de lado –hasta critica- la historiografía. Y tiene sentido: no es historiadora sino filósofa y curadora.
La curadora. Chus Martínez vincula el huevo de Peralta Ramos con Internet. /Lucía Merle
       La curadora. Chus Martínez vincula el huevo de Peralta Ramos con Internet. /Lucía Merle

En diálogo con Clarín, explica Martínez esta extraña muestra, que mezcla perros, huevos, un humor aparentemente "pavo", cornalitos y videos en torno a la idea de humanidad, Internet y predicción (“o de cómo Peralta Ramos predijo Internet en los 60”, según sostendrá la misma curadora). “En esta muestra, a través de cosas que son muy bobas te das cuenta de otras que no lo son. Se trata de la gran idiotez inteligente”, dice Martínez.
-¿De dónde sacó esta idea de trabajar en torno al huevo gigante de Peralta Ramos y al humor “bobo”?
-Yo ya venía trabajando en torno a lo que llaman el “sinsentido” y la idea del absurdo. Y me había dado cuenta que todo el mundo hablaba de la Modernidad, pero de una Modernidad central, esa de Londres, París y Nueva York, y de otras series de Modernidades en paralelo, pero ubicando a éstas siempre en una situación histórica un poco posterior.
-¿Esto de la “posición posterior” perturba?
-Y, siempre me molestó mucho esta tardanza, esta idea de que algunos “llegamos tarde”. “¡Hombre!”, pensé, “¡estamos contando mal las cosas!” Esta muestra se relaciona un poco con eso, y con tomar el trabajo de un artista argentino (el huevo de Peralta Ramos) y rodearlo de otras formas, de cómo otros artistas de todo el mundo comprenden la imaginación.

Huevo roto. Peralta Ramos, haciendo trizas su obra "Nosotros afuera".
       Huevo roto. Peralta Ramos, haciendo trizas su obra

-¿Por qué dice que Peralta Ramos predijo Internet?
-Con el hiperlink (inventando a mediados de lo 60) clickeás en una palabra y vas para adentro en otro tema. Con el huevo de Peralta Ramos pasa lo mismo: es como Internet, es poroso. Ubicada al lado del huevo está la obra de William Wegman, dos perros corriendo una pelota. Los perros siguen la pelota, en un comportamiento absolutamente controlable. Somos como los perros: si no te comportás como esperan que lo hagas, tenés que hacer yoga o te ponen uncoaching. Nunca hemos estado tan vigilados. El huevo, los perros e internet se relacionan con eso.
-¿Cómo actúa el huevo como hiperlink?
-Bueno, clickeás y te vas para adentro.
-Pero para ir dentro de un huevo hay que romperlo… ¿Van a romper el huevo al final?
-Se puede entrar al huevo por ósmosis, no es algo literal. Por otro lado, es como una metáfora de una máquina que funciona dentro de la máquina que ya es el huevo. Una tecnología que funciona dentro de otra tecnología, en esta obra.
-Peralta Ramos, en los 60, dijo que quería ser una nube…
-Sí, como las nubes de almacenamiento de los I-phone o Google.
Al final, sí: fue predicción



Fuente: clarin.com

2 comentarios:

  1. Cuanto más leo sobre aspectos referidos a ese mundillo naive y superfluo de ciertos tipos de arte, y sobre todo acerca de sus curadores (o groupies snobs y con demasiada verborragia) más me doy cuenta que viven en... digamos... una nube de pedos, como diría algún filósofo pasado de hidromiel!. Una posición envidiable por el resto de los mortales, que debemos contentarnos con llegar esa labor indigna que es el trabajo, con llegar a fin de mes, pagar impuestos y de vez en cuando, apreciar algún espectáculo artístico, previo pago de la entrada. ¡Qué envidiable es el sinsentido en el que viven algunos!

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  2. El artista es Federico no la curadora,suponer lo que penso el artista es muy infantil desde mi punto de vista.no me gusto nada esta nota de alguien tan importante como F.M.P.R ,dejen que las obras interactuen solas, sin interpretaciones, solo la del espectador.
    galo

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