BORGES Y MANUCHO: EL AMOR POR BUENOS AIRES

Si hubieran nacido en Londres o en París, tal vez habrían encontrado todo hecho, pero no son ni Dickens ni Balzac, y aquí había mucho por hacer.
Dos grandes escritores de esta ciudad, en un diálogo con la pasión de la literatura.
Manuel Mujica Lainez y Jorge Luis Borges, 1980 . Foto Revista Somos

Por María Esther Vázquez / LA NACIÓN


Intervienen en este diálogo Jorge Luis Borges y Manuel Mujica Lainez. En él se analizan las diferencias entre el Buenos Aires actual y el de las décadas de 1920 y 1930, las ventajas y desventajas de ser argentino y hasta dónde el haber nacido en esta ciudad y el hecho de amarla han influido en la obra respectiva de los interlocutores.
María Esther Vázquez:- ¿Cómo era o cómo vieron ustedes esta Buenos Aires, que tan presente estuvo en la obra literaria de ambos?
Jorge Luis Borges:- Lo que yo recuerdo de aquellos años de mil novecientos veintitantos a 1930 es que había una pasión que ahora ha desaparecido: la pasión literaria y la pasión metafísica. Ahora lo único que parece interesar a la gente es la pasión política y la política partidaria. Y hay otro hecho: entonces nadie pensaba en el éxito.
Manuel Mujica Lainez:- Es muy cierto.
Borges:- Nosotros pensábamos mal de Arturo Cancela, que era muy buen escritor, porque sabíamos que se vendían sus libros y él le aseguró a mi padre que eso era una calumnia propalada por sus enemigos. Se pensaba que si un escritor vendía, no podía ser bueno y actualmente, no sólo se piensa en el éxito, sino que hasta se organiza. Hay eso que se llama promoción. Recuerdo un año que se vendieron treinta y siete ejemplares de un librejo mío. Historia de la eternidad; se lo conté a mi madre y ella me dijo: "Es imposible". Le mostré la factura y me creyó. En aquellos años lo conocí a Gerchunoff. Él me preguntó si yo escribía y, como le contesté afirmativamente, me pidió que le llevara algo a la nacion; yo le dije: "Mire, no creo que lo que escribo merezca ser publicado". Todo esto lo cuento para significar que había pasión literaria, que no tenía nada que ver con el hecho de que los libros se vendieran o no, o de que el autor fuera conocido o desconocido. Hoy parece que la gente está más interesada en su carrera o en su destino personal como escritor. Posiblemente yo exagere; nunca he tenido muchos amigos, aun ahora me trato con media docena de personas, no más, y evito, cuidadosamente, las comidas literarias. Pertenezco a la Academia Argentina de Letras y no voy nunca, pertenezco al Pen Club y no voy, me borré de la Sociedad Argentina de Escritores.
Vázquez:- Pertenezco al universo, pero no lo frecuento.
Mujica Lainez:- Con todo, Georgie, vos perteneciste a un grupo que se llamaba el grupo de Florida.
Borges:- El grupo de Florida fue una invención de Ernesto Palacio y Roberto Mariani. No hubo ni grupo Florida ni grupo Boedo. Eso se hizo porque se pensaba que convenía que en Buenos Aires hubiera vida literaria a la manera de París, que hubiera cenáculos. A mí me hablaron de los dos grupos y yo dije que prefería ser de Boedo, pero los organizadores me dijeron que ya me habían puesto en el de Florida. Total, no tenía importancia porque era una broma. Hubo escritores, como Arlt y Olivari, que pertenecían a los dos.
Vázquez:- Pese a que la obra de ustedes es tan diferente, ¿creen que por haber sido elaborada casi toda en Buenos Aires tiene determinadas características?
Mujica Lainez:- Lo único que pueden tener en común no depende de nosotros sino de nuestro origen. Es decir, tanto Borges como yo descendemos de una serie de personas que en una forma o en otra han contribuido a ser el país y esas personas que en el caso de él son héroes y en el mío son escritores [se interrumpe y dirigiéndose a Borges, dice: "Vos tenés a Lafinur"].
Borges:- Y vos la muerte de Varela en Montevideo.
Mujica Lainez.:- ¡Qué te parece!
Borges:- ¡Y un degollado! Casi nada, ¿no?
Mujica Lainez:- Bueno, esos que nosotros tenemos, que yo tengo a Varela, que vos tenés a Laprida, que yo tengo a Cané, que vos tenés a Suárez, gente que nos hemos repartido, en cierto modo.
Borges: -Y al cabo de cien años, tendremos los mismos antepasados, además de don Juan de Garay.
Vázquez: A Garay se lo reparten a medias.
Mujica Lainez:- Sí, claro. Bueno. Esos hombres han contribuido a hacer nuestras obras y eso es lo que nosotros tenemos en común. Aunque vos insistís demasiado en que sos pariente de Rosas, así como yo no dejo de señalar que soy descendiente de Florencio Varela. Eso nos pondría de pique, pero yo creo que no: somos dos unitarios.
Borges:- ¡Claro que soy unitario!
Mujica Lainez:- Es lo que hay que ser.
Borges:- No sé si te acordás cuando a mi madre le hicieron una operación, que pudo ser seria. Al sacarla en la camilla, ella quiso darme a entender que esa operación no era nada, que ella seguía siendo Leonor Acevedo, y entonces, con un hilo de voz, me dijo: "¡Salvaje unitaria!". Entonces me di cuenta de que todo estaba bien.
Mujica Lainez:- Tu madre era uno de los últimos seres admirables que yo he conocido.
Vázquez: ¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de haber nacido en una ciudad como ésta, tan alejada de Europa y de los Estados Unidos, pero a la que llegaban los exponentes más importantes de la cultura occidental?
Borges:- No sé si venían los exponentes, pero sí sus libros.
Mujica Lainez: -En la época paqueta venían ellos también. Venían por Amigos del Arte.
Borges:- Cierto. Recuerdo que Helena Udaondo me dijo que vendría Chesterton, que ella iba a recibirlo en su casa y que iba a invitarme. Yo me sentí triste, porque pensé: "¡Qué lástima que Chesterton, a quien yo veo como a un hombre mágico, esté aquí en Buenos Aires, conozca a personas que yo conozco y forme parte de esta vida nuestra! ¡Ojalá no venga!". Y efectivamente, no vino y se mantuvo en su condición mágica de un hombre que vivía en un Londres mágico.
Mujica Lainez:- Me parece que la ventaja, cuando hemos tratado los temas de Buenos Aires, es que estaba prácticamente todo por hacer. Si nosotros hubiéramos nacido en Londres o en París, habríamos encontrado todo hecho. Creo que Balzac y Dickens se habían ocupado bastante bien. Mientras que lo que había aquí, antes que nosotros (que conste que yo lo respeto).
Borges:- Pero era casero.
Mujica Lainez:- Claro. Así que se podían hacer cosas interesantes y hemos tratado de hacerlas.
Borges:- Y además tenemos una ventaja sobre los europeos y es que somos, podemos ser, buenos europeos y más europeos que ellos. Porque un italiano corre el hermoso peligro de ser solamente italiano y un inglés de ser inglés; en cambio, nosotros somos herederos de toda la cultura occidental, no tenemos por qué fijarnos en una región más que en otra. Somos lo que queremos y podemos ser. ¡Es una lástima que se haya perdido la hegemonía de Europa! Ahora estamos abandonados a dos países que han de parecerse muchísimo: Rusia y los Estados Unidos. Un bisabuelo mío, inglés, estuvo un año en los Estados Unidos y tuvo ocasión de cambiar unas palabras con un piel roja: "El único caballero que conocí en América!" -dijo. ¡Qué lástima esas dos guerras mundiales europeas! Ahora tenemos a Europa en segundo lugar, y en Europa está todo. Y está nuestro pasado, porque limitarnos al pasado sudamericano sería un poco miserable. Un poco pobre.
Vázquez:- ¿Cuáles son las desventajas?
Borges:- Son tan evidentes que mejor sería ni nombrarlas.
Mujica Lainez:- Voy a hablar egoístamente. Las desventajas para mí, que soy un hombre cuya obra está construida sobre la base del pasado, son que nuestro pasado es hermoso, es un pasado romántico, pero muy limitado. Si yo hubiera sido aunque fuera brasileño, el Imperio, esos reyes desterrados, los negros, el trópico. Todo eso me hubiera dado toda clase de temas. Pensá en la obra de ciertos escritores belgas que han tenido atrás a Flandes y que han hecho esos libros admirables. Yo, con envidia siempre. sin embargo, pensé, como vos, que nosotros éramos los herederos de esas culturas y por eso me di el lujo de escribir Bomarzo, El unicornio, libros de carácter universal, porque creí que tenía ese derecho.
Vázquez:- ¿Qué es lo mejor y lo peor de Buenos Aires?
Mujica Lainez:- Lo mejor de Buenos Aires es que nosotros estemos conversando en este momento.
Borges:- Es que lo mejor es la amistad, que todavía perdura en Buenos Aires y que es una pasión, un sentimiento que se ha perdido en otros países, como se ha perdido el sentido de la familia: parece que nadie tuviera parientes, ni amigos. No hay intimidad.
Mujica Lainez:- Es curioso. Nosotros, a través del tiempo hemos tenido una especie de amistad, me doy cuenta ahora.
Borges:- Desde luego. Una amistad muy importante para mí y una amistad que ha podido prescindir de la frecuentación. Pasamos años sin vernos, pero, de pronto, estoy en un sanatorio, donde me han operado, y Mujica Lainez está a mi lado. Eso es muy importante para mí. Además del placer de la lectura de tus libros.
Mujica Lainez: -El gran vínculo era tu madre. Yo la quería mucho y ella me quería.
Borges:- Sí, es verdad.
Vázquez: ¿Y qué es lo peor de Buenos Aires?
Borges:- Hay tantas cosas peores, que es difícil elegir.
Mujica Lainez:- No creo que entren en una página de la nacion. Tendrían que hacer un número especial.
Vázquez:- El amor que ustedes sienten por Buenos Aires, porque sienten amor, ¿no es cierto?
Borges:- A pesar de Buenos Aires, sí.
Mujica Lainez:- La prueba es que si no, nos hubiéramos ido. Nos hemos quedado siempre acá y casi todos los demás se han ido.
Borges:- Cierto. Me acuerdo que Carriego le decía a mi padre, de un modo un poco campanudo: "Aquí estamos, los dos entrerrianos". Y mi padre le contestaba: "Y, como todos los entrerrianos que pueden, estamos en Buenos Aires".
Vázquez:- Y ese amor tiene algo que ver con los elementos folklóricos: el Sur, el tango, los compadritos, los suburbios.
Borges:- Yo podría prescindir de esos elementos, pero los cuchilleros, ¡caramba!, ésos son un vicio mío.
Mujica Lainez:- Es una geografía tuya.
Borges:- Y posiblemente apócrifa.
Mujica Lainez:- Eso yo no lo he conocido. Siempre he sospechado que esos cuchilleros y esos suburbios y tal, eran anteriores a vos, eran cosas que vos habías oído.
Borges:- ¡Ah!, pero desde luego. Todo eso yo lo debo, no a lo que yo he experimentado, sino a las mentiras del viejo caudillo Paredes, a toda la gente que vi en su casa, que serían tan embusteros como él, y a conversaciones con comisarios, que también tienden a exagerar las cosas, y luego a algunos relatos de los Iberra, de Turdera, también de segunda mano; yo conocí a un primo hermano de los asesinos.
Vázquez:- ¿Y eso no es renegar de las fuentes?
Borges:- No, quizá convenga que las cosas lleguen así. Yo no me comparo con Homero, pero todo le puede haber llegado así.
Mujica Lainez:- Vos tuviste tus mitos y yo, ahora que pienso, también tuve los míos. Porque mi padre, que era un hombre tan especial, que era un clubman. Fijate que nunca, en mi vida entera, lo vi a mi padre vestirse en casa, tenía sus roperos en el Círculo de Armas. Ese hombre, cuando a mí me hablaba de chico de los hombres de su época, de Roca. Eso pasó a ser algo tan mítico como tus cuchilleros.
Borges:- Quizá convenga todo eso; el arte se hace con recuerdos personales y ajenos que llegan, al fin, a ser también personales. Como todo el pasado, como los clásicos.
Mujica Lainez:- Claro, vivimos devorando.
Borges:- Los recuerdos que uno tiene de El Quijote son los recuerdos del patio de la casa. Uno incorpora todo.
Vázquez: ¿A ustedes les gusta vivir en Buenos Aires? ¿Estarían más cómodos en otra ciudad?
Borges:- Quizá para extrañar, para querer a Buenos Aires, convenga estar lejos de ella. Estoy pensando en Joyce que no volvió nunca a Irlanda.
Mujica Lainez:- Henry James, Eliot. Yo sería muy feliz viviendo un tiempo en Venecia o en París.
Borges:- Yo también.
Mujica Lainez:- Pero tendría que volver, de eso no hay duda.
Borges:- Entonces, ¿tenemos el impulso centrífugo?
Mujica Lainez:- Sobre todo los jóvenes.
Borges:- Quizá porque deseamos volver a Europa, porque somos desterrados de algún modo.
Mujica Lainez:- Hay una virtud en los argentinos, que observé no acá, sino viajando, en el extranjero. Los argentinos son muy inteligentes. En Europa, por ejemplo, los he ido encontrando en puestos claves.
Vázquez:- Y haciendo las cosas más disparatadas.
Mujica Lainez:- Sí, por ejemplo, me acuerdo que en Israel hace muchos años, en un instituto donde se hacían estudios sobre tuberculosis, los principales médicos eran argentinos. En Egipto, en El Cairo, el segundo especialista en el Museo de Antigüedades Egipcias, era un argentino. Los directores más importantes de teatro, en París, son argentinos. Hay actores, hay directores.
Vázquez:- El que perfeccionó el traje de los astronautas es un argentino.
Mujica Lainez:- Es cierto. Creo que los argentinos son muy inteligentes. ¡Lástima es que no apliquen esa inteligencia a este país!

bio

JORGE LUIS BORGES
Buenos Aires, 1899
Ginebra, 1986
A los 15 años viajó con su familia a Europa y cursó en Ginebra el bachillerato. Cuando regresó al país publicó su primer libro, Fervor de Buenos Aires (1923). Obtuvo el Premio Nacional de Literatura, el Formentor, dirigió la Biblioteca Nacional y fue distinguido con el premio Cervantes (1980). Su obra -Ficciones, El Aleph, El hacedor y varios volúmenes de poemas- se tradujo a 25 idiomas

MUJICA LAINEZ
Buenos Aires, 1910-1984
Escribió más de 20 libros, como Los ídolos, El viaje de los siete demonios y El escarabajo. Varias novelas y cuentos fueron llevados al cine y la TV, y Alberto Ginastera realizó una ópera a partir de Bomarzo. Recibió el Premio Nacional de Literatura y la Legión de Honor de Francia


Fuente textos: lanacion.com

GUILLERMO ROUX:
"QUISIERA LIBERARME DEL PASADO, YA NO SOY EL MISMO; QUISIERA SER CAPAZ DE REINVENTARME"

Charla íntima con el gran artista plástico que, a los 85 y después de unos años de quietud, hoy se muestra muy activo, libre, hilarante, dibujando con colores a toda orquesta
 Foto: Alejandro Guyot
Foto: Alejandro Guyot
Por Marís Paula Zacharías

Las calles de Martínez huelen a jazmín, a flor de azahar, a pasto húmedo. Pedalear hasta la casa del maestro Guillermo Roux, arrimar una vez más la silla junto a su sillón, es como renovar un ritual. El té frutal, el budín casero, las luces encendidas, las puertas cerradas, los gatos acomodados para dormir al arrullo de nuestras voces. El ejercicio del recuerdo es algo que venimos haciendo cada semana desde que comenzó el año, cuando empezamos a escribir sus memorias conversadas, a repasar cada pasaje de su vida. Pero hoy el encuentro es distinto. Para empezar, no estamos solos. Un fotógrafo pone performático a Roux, 85 años, pintor de caballete: se divierte pensando poses, juegos, pinta un ojo en un cartón y se lo pega en la frente, habla con una cabeza de utilería de su taller como si fuera un oráculo, toca una trompeta, se ríe, se pone serio... Una idea le sugiere la otra y así. El juego parece ser una parte importante de su vida. "A veces parezco más serio, pero siempre parto de un juego: dramático, triste, romántico, absurdo, contenido... Así la realidad no tiene límites. Si cada situación que vivo no se transforma en una sucesión de imágenes, música o palabras, no hay posibilidad de hacer nada, para mí."
-¿Pintar supone ese estado mental dispuesto a divertirse?
-Es liberador lo que siento. No me limita el pensamiento. Y así, cuando estoy dibujando o pintando, también se me puede ocurrir el sonido de una orquesta. Sobre todo con el color. No pienso en un rojo o un verde. Pienso, ¿y si acá sale un trombón? ¡Acá violines! Para los verdes, en general, evoco al perfume del pasto después de la lluvia, un olor que me atraía muchísimo en mi infancia. Todas las teorías del color siempre me parecieron absurdas. Si hay una armonía o relación es porque la hay, no porque yo la haya calculado.
Debería encontrar la actuación, pero no la encuentro exactamente: pienso mucho en la muerte. Pero al mismo tiempo, valoro muchísimo más el instante
-¿Cada vez más liberado?
-Va en aumento. Soy más libre. Hay tantas cosas que ya no me importan, aunque simulo que sí, porque uno aprende a convivir en sociedad. Internamente voy siguiendo mi camino. Pero ahora hay momentos que no son tan de broma. Debería encontrar la actuación, pero no la encuentro exactamente: pienso mucho en la muerte. Pero al mismo tiempo, valoro muchísimo más el instante. Y lo que me acontece, lo que veo, oigo y siento vale por mil. Lo que antes podía dejar pasar, hoy no: todo tiene una importancia. Todo tiene un sentido multiplicado. Veo una nube y me parece maravillosa. Es una nube, sí. Pero no va a haber otra.
-No como ésa.
-No. Habrá otras. Estoy mucho más atento a las estaciones. Voy sintiendo en el aire cuando se acerca el otoño o el verano. Percibo con mucha más fuerza el tiempo que pasa, la mañana y la noche. El dormir ahora tiene otro sentido. Hoy es una parte muy importante de la vida. Me gusta. Pero soy consciente de dormir. Lo disfruto. Aunque a veces estas ideas siguen a la noche y no puedo conciliar el sueño. Me vienen a la mente caras, figuras o cosas que alguna vez he visto. O no. Anoche apareció el perfil de un joven recostado y el perfil de una joven, y ella trataba de colocar el mentón en el tabique de la nariz de él. Trataba de que encajaran, y seguía dibujando el resto de la imagen.
Percibo con mucha más fuerza el tiempo que pasa, la mañana y la noche. El dormir ahora tiene otro sentido. Hoy es una parte muy importante de la vida. Me gusta. Pero soy consciente de dormir. Lo disfruto.
-Pero no lo dibujó.
-No, me entretuve pensándolo hasta que me dormí. Juegos así se me presentan a cada rato.
Las ocurrencias lo persiguen, incluso cuando lee el diario. Se siente interpelado por las fotografías. Por ejemplo, Jorge Capitanich gesticula y Roux siente que tiene en brazos una liebre muerta. Hace justicia al pintársela con pasteles. Se divierte mucho con ese ejercicio cotidiano. A Alejandra Gils Carbó , procuradora general de la Nación, le hace un pico largo, de pájaro.
-Abro el diario. Hay tragedias que no admiten más que asombro, dolor o angustia. Ahí miro lo que tengo que mirar. Pero para el otro 90 por ciento de personajes y situaciones, no leo los títulos. Primero miro las fotos. Después vuelvo al título. Veo si se corresponden. Me gustaría que no. Cambio la foto. O a veces cambio una palabra al título. Leer en serio el diario es un esfuerzo, y también lo hago. Pero veo la foto de Capitanich y digo: éste tiene una liebre muerta. Vaya a saber por qué. ¡Le queda tan bien! Ahora siempre va a tener a la liebre en brazos. Me divierto como loco.




Foto: Alejandro Guyot

-Con ese ánimo va a la juguetería a buscar a sus modelos.
-Nunca busco nada. Voy paseando la vista hasta que ¡tac! algo me agarró. Y no discuto más. Lo respeto. Obedezco. En realidad, me atrae todo. Por ejemplo, hay una vidriera de trajes de hombre que me tiene intrigado, pero no me dejan sacar fotos. Ya me echaron dos o tres veces. Todo perfectamente puesto. Hay también un negocio que vende vestidos de mujer, que quieren ser lujosos pero son kitsch. Pero hay un equilibrio entre el gusto de lo que usan las mujeres en la calle y cómo las viste el vidrierista. Un vestido de casamiento con lentejuelas mezclado con una blusa a florones, una diadema y la peluca con bucles. ¡Y la cara de los maniquíes! Yo lo quise conocer al hombre, saber de dónde partía, cómo componía, pero nunca me quiso recibir. Yo quería pedirle que me enseñe cómo hacer vidrieras.
-Además, ahora está jugando al correo con Carlos Alonso.
-Inauguramos el 27 de noviembre la exposición en la galería RO Art [Paraná 1158], con el resultado de esta experiencia muy enriquecedora que supuso más de un año de trabajo. Carlos hacía medio dibujo y me lo mandaba desde Unquillo. Yo tenía que responder en la otra mitad de la página. Fue un juego lindísimo.
-Éste ha sido un año muy activo.
-Estamos recordando mi vida, para el libro. Viajé. Pinté. Y también se está haciendo una película del mural Homenaje a Buenos Aires, que pinté para una torre de César Pelli, dirigida por Martín Serra. Está en edición. Cuenta la historia de ese mural, de lo que acontecía en Buenos Aires cuando lo pintaba en 2001, y de lo que fue esa zona alguna vez: pastizales y vacas. Describe cómo se fue transformando ese lugar desde el año 1929, en que yo nací, hasta hoy.
A veces un campanazo te llama la atención y, entonces, en cierta manera, agradecés la enfermedad y el dolor. Es muy difícil de decir. Pero la imposibilidad es una gran posibilidad para crecer y ser mejor
-Hace dos años usted no podía ni caminar. ¿Se imaginaba toda esta agenda?
-Jamás. Una noche dije se terminó todo. Estaba tapado de dolor. No pude dibujar, caminar, ni nada durante un año, por la depresión y el dolor. Pero recuerdo que una noche de insomnio me senté a la mesa y había una copa delante de mí. Me quedé absorto mirándola. Lo único que existía en el universo para mí era esa copa. Así que agarré un pedazo de papel y la dibujé, como si nunca la hubiese visto. Como si recién la estuviera descubriendo. Mi lápiz era tembloroso. Iba con cuidado con ese hallazgo arqueológico. Me pasé toda la noche con esa copa. Y fue el comienzo, porque después empecé a ver todo lo demás de diferente manera. Todo tenía que ser dibujado para conocerlo.
-Fue duro aquel trance.
-A veces un campanazo te llama la atención y, entonces, en cierta manera, agradecés la enfermedad y el dolor. Es muy difícil de decir. Pero la imposibilidad es una gran posibilidad para crecer y ser mejor. Hay un transcurrir que no está en nuestras manos que ni siquiera lo podemos entender. En realidad, no manejamos nada. Nos jugamos en algunas decisiones y creemos que podemos. ¿Podemos? Podemos un poquito. Pero decide la vida. Y lo más importante de este mundo es gratuito.
Una cuchara. Una cafetera. Cubiertos. Sartenes. Dibujando con carbonilla y de noche, fue saliendo de la postración que le dejó un esfuerzo sobrehumano: a los 82 años, había pintado para la Cámara de Diputados de Santa Fe el gran mural La Constitución guía al pueblo, de 3,45 x 6.51 metros. En el entusiasmo, no midió fuerzas. De a poco, con rehabilitación en una pileta a la que sigue yendo religiosamente todos los días, logró restablecer el sentido del equilibrio y recuperar la movilidad. Le quedó como secuela una larga serie de dibujos que mostró en el Museo Nacional de Arte Decorativo, naturalezas muertas monocromáticas. Pero ya recuperó el color, y aparecieron en sus dibujos el disparate, el asombro y la alegría. En un aparador, al lado de gruesos libros de arte y copas de cristal, acumula juguetitos. Pinta patos que se hacen pasar por cisnes, Minnie en escenarios inverosímiles, animalitos de plástico, una pareja de títeres, una Barbie voluptuosa y una Blancanieves de cotillón. Pero lo que más aparece en sus pinturas últimamente son hadas. Desnudas y con cara de fastidio salen de entre las hojas de un potus, duermen en el cajón de los cubiertos, se esconden detrás de un jarrón o bailan como ninfas.

VIDEO

"La constitución guia al pueblo"
Mural de la Cámara de Diputados de Guillermo RouX

https://www.youtube.com/watch?v=p-iRPvLE_qE&feature=player_detailpage


-¿De dónde vienen esas hadas?
-De noche me siento en el jardín a tomar fresco y pasan como lucecitas. O las intuyo en las pelusitas que se ven en los rayos de sol. Pero el mundo de hoy mató a las hadas. O se escondieron esperando un tiempo mejor. Yo estoy atento. Hay todo un mundo maravilloso por descubrir. Acá. Todo está a mi alrededor.
-No hace falta viajar lejos para encontrar inspiración.
-No, la prueba está en que viajé a Madrid sólo para ver una exposición de mi hija Alejandra, maravillosa muestra, y para conocer a su familia española, y no fui a ningún museo. No dibujé tampoco.
He acumulado imágenes y sensaciones. Menos importante es la palabra para mí. Entre una mirada y todo un discurso, me quedo con la mirada.
-¿No trabaja de maestro?
-¡En absoluto! Lo que necesito es aprender. Es cierto que ya he aprendido muchas cosas. Tengo un oficio. Pero en este momento estoy alterando muchos de esos aprendizajes. Quisiera liberarme del pasado. Porque no soy el mismo. Quisiera ser capaz de reinventarme en mi totalidad. Me queda un alfabeto, un diccionario: pienso en un color como en un sabor o un sonido. He acumulado imágenes y sensaciones. Menos importante es la palabra para mí. Entre una mirada y todo un discurso, me quedo con la mirada.
-Siempre vuelve al cuerpo femenino.
-Es el tema básico, fundamental. Todo es la mujer. Aunque dibuje un árbol. La forma parte de ahí. La mujer es en su totalidad demasiado. Es mucho. Entonces, hay que centrarse en pedacitos. El hombro, por ejemplo. En la curva del hombro puedo pasar todo el tiempo que quiero, porque ahí están las colinas de un paisaje o el desierto del Sahara, con esas ondulaciones dulces, suaves y tan peligrosas. Los oasis. Últimamente me atraen las revistas de moda. Me gustan mucho. Me interesa observar el maquillaje: hace 50 años se ponían color en el cachete y ahora se lo ponen en la sien, casi, bajando hacia el pómulo. Nada ha superado a Egipto, de todas formas, a la boca dibujada de Nefertiti, ni a los ojos de Cleopatra.
Cuando toco una barrita de pastel o de carbonilla siento un infinito placer, una felicidad interna. Sólo al momento de tocarlo. A tal punto que tengo que dibujar cualquier cosita antes de irme a dormir. Cuando no puedo dormir, hago un dibujito.
-¿Cómo ve el arte actual?
-Arte es una palabra que me fastidia mucho últimamente. ¡Está tan usada! Parece que todo es arte. En esa jungla de equívocos no sabemos a estas alturas qué es arte. Hay muchas manifestaciones más o menos ingeniosas... sorprendentes. Pero, como en todos los tiempos, hay quien tiene más o menos capacidad. La gran mayoría, y voy a usar una palabra rara, son académicos de la manera esa. La repiten. Porque la Academia no es solamente dibujar un desnudo, una fruta, una flor, sino que es repetir una imagen o un gesto sin sentido porque sabemos que ese gesto es lo que se hace. Se puede pintar una naturaleza muerta y no ser académico. Depende de quién lo haga. Esto tiene que ver con la sociedad, que engendra el fruto que le corresponde. Simboliza su sentir. Creo que hay una falta de sentido de trascendencia, que vacía las cosas de contenido. Vivimos en una sociedad de consumo que prioriza el dinero. Por eso, más valdría exhibir dinero, que sería la expresión justa de nuestro momento.
-De hecho, en el último ArteBA fueron sensación unas bolas de cristal con un millón de dólares picado adentro.
-Eso es lo que es. Por eso, a mí no me gusta la palabra arte. Prefiero llamar a lo mío trabajos.
-¿Qué lo hace feliz?
-Cuando toco una barrita de pastel o de carbonilla siento un infinito placer, una felicidad interna. Sólo al momento de tocarlo. A tal punto que tengo que dibujar cualquier cosita antes de irme a dormir. Cuando no puedo dormir, hago un dibujito.

LA NACIÓN, un diario divertido

Roux se divierte mucho cuando lee el diario. Interpelado por las fotografías, deja el texto para el final. Reinterpreta las imágenes, las interviene. Así, el juez Griesa aparece con cofia y chupete, y un grupo de procesados por lavado de dinero se convierte en uno de ositos... "¡Qué lindo sería el diario así, con fotos que no tuvieran que ver con la realidad", suelta, y sigue imaginando realidades..


Fuente: lanacion.com

LA COLECCIÓN MALDITA DE GURLITT PODRÍA IR A SUIZA

Cornelius Gurlitt legó toda su colección al Museo de Bellas Artes de Berna, según anunció la institución suiza un día después de la muerte del famoso coleccionista alemán que poseía un tesoro incalculable de obras de arte, incluidas pinturas que habrían sido espoleadas por los nazis a los judíos.

El Museo de Arte de Berna, heredero universal de la fabulosa colección de Cornelius Gurlitt. (Ex-press)
El Museo de Arte de Berna, heredero universal de la fabulosa colección de Cornelius Gurlitt.Foto Ex - press


“Esta noticia, absolutamente inesperada, causó una enorme sorpresa. El Sr. Gurlitt y el Museo de Arte no tuvieron nunca, en ningún momento, la menor relación”, subraya la dirección del museo en un comunicado.
Y agrega que el abogado de Cornelius Gurlitt, Christoph Edel, les informó este miércoles, vía telefónica y por escrito, que “el Sr. Cornelius Gurlitt instituyó como legatario universal a la fundación de derecho privado del Museo de Arte de Berna”.
El texto precisa que si bien el consejo de fundación y la dirección del establecimiento “experimentan un sentimiento de reconocimiento y de feliz sorpresa”, no pueden ocultar que ese notable legado les impone “una responsabilidad considerable y les plantea una serie de interrogantes espinosos, en particular de naturaleza jurídica y ética”.
En su comunicado, la dirección del Museo asienta su imposibilidad inmediata de posicionarse hasta no haber consultado “los documentos esenciales y establecer un primer contacto con las autoridades competentes”.

El hallazgo


Cornelius Gurlitt, quien murió como consecuencia de una padecimiento cardiaco, solía viajar frecuentemente a Suiza.
En septiembre de 2010, su comportamiento llamó la atención de los funcionarios de aduana alemanes. Llevaba 9.000 euros en efectivo. Gurlitt alegó que acababa de efectuar una transacción con la Galería Kornfeld en Berna. El caso levantó sospechas de evasión fiscal.
La Galería Kornfeld, casa de subastas en Berna, desmintió más tarde que Gurlitt hubiera acudido en septiembre de 2010. “El último negocio y contacto personal entre la Galería Kornfeld y Cornelius Gurlitt se remonta a 1990”.
Convencidas de que Gurlitt disponía de más ingresos que no había declarado, las autoridades ordenaron registrar su vivienda. Pero en lugar de dinero, hallaron 1.400 lienzos escondidos detrás de latas de conserva vacías apiladas desde el suelo hasta el techo y montañas de desechos.
Más de 200 obras, de un valor incalculable, eran objeto de una orden de búsqueda internacional emitida mucho antes.
La colección, cuyo valor supera los 1.230 millones de francos, habría sido reunida por el padre de Cornelius, el historiador de arte, Hildebrand Gurlitt.

Egon Schiele, ‘Retrato de Wally’ (1912). La obra fue a parar al Museo Leopold de Viena después de la guerra. El caso estalló en 1997 y contribuyó a la adopción de los Principios de Washington. ()
Egon Schiele, ‘Retrato de Wally’ (1912). La obra fue a parar al Museo Leopold de Viena después de la guerra. El caso estalló en 1997 y contribuyó a la adopción de los Principios de Washington.


La colección

Hildebrand Gurlitt habría adquirido las obras por muy poco dinero de familias judías que huían del país, o las había obtenido a través del proceso de confiscación que emprendieron los nazis para eliminar el arte “degenerado” en suelo germano. Y es que los nazis menospreciaban el arte contemporáneo.
Se ha dicho que la principal razón por la que las autoridades alemanas mantuvieron en secreto este hallazgo durante los últimos dos años y medio es una ley de 1938 que aprobaron los nazis para legalizar la confiscación de arte degenerado y que nunca fue revocada.
Aunque, en  teoría, Cornelius Gurlitt podría ser el propietario legítimo, en abril pasado, había concluido un acuerdo con el Estado alemán para la restitución de obras espoliadas, luego de las investigaciones pertinentes, en un lapso de un año.

Fuente:swissinfo.ch y agencias

LA ROYAL ACADEMY OF ARTS HOMENAJEA A ALLEN JONES

El arte de las mujeres-mueble y los pezones erectos de Allen Jones.

El artista británico, de 77 años, recibe el homenaje de la Royal Academy of Arts de Londres con una retrospectiva que abarca su tierna y polémica carrera.
Pinturas, esculturas en metal, madera y fibra, fotos y bocetos repasan la obra de una figura vital del arte del siglo XX al que las polémicas han dañado injustamente.


El arte de las mujeres-mueble y los pezones erectos de Allen Jones.El artista británico, de 77 años,  recibe el homenaje de la Royal Academy of Arts de Londres con una retrospectiva que abarca su tierna y polémica carrera.Pinturas, esculturas en metal, madera y fibra, fotos y bocetos repasan la obra de una figura vital del arte del siglo XX al que las polémicas han dañado injustamente.(Reuters)




El arte de las mujeres-mueble y los pezones erectos de Allen Jones.El artista británico, de 77 años,  recibe el homenaje de la Royal Academy of Arts de Londres con una retrospectiva que abarca su tierna y polémica carrera.Pinturas, esculturas en metal, madera y fibra, fotos y bocetos repasan la obra de una figura vital del arte del siglo XX al que las polémicas han dañado injustamente.(Reuters)




El arte de las mujeres-mueble y los pezones erectos de Allen Jones.El artista británico, de 77 años,  recibe el homenaje de la Royal Academy of Arts de Londres con una retrospectiva que abarca su tierna y polémica carrera. (Reuters)




El arte de las mujeres-mueble y los pezones erectos de Allen Jones.El artista británico, de 77 años,  recibe el homenaje de la Royal Academy of Arts de Londres con una retrospectiva que abarca su tierna y polémica carrera.Pinturas, esculturas en metal, madera y fibra, fotos y bocetos repasan la obra de una figura vital del arte del siglo XX al que las polémicas han dañado injustamente.(Reuters)




El arte de las mujeres-mueble y los pezones erectos de Allen Jones.El artista británico, de 77 años,  recibe el homenaje de la Royal Academy of Arts de Londres con una retrospectiva que abarca su tierna y polémica carrera.Pinturas, esculturas en metal, madera y fibra, fotos y bocetos repasan la obra de una figura vital del arte del siglo XX al que las polémicas han dañado injustamente.(Reuters)




El arte de las mujeres-mueble y los pezones erectos de Allen Jones.El artista británico, de 77 años,  recibe el homenaje de la Royal Academy of Arts de Londres con una retrospectiva que abarca su tierna y polémica carrera. (Reuters)
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El arte de las mujeres-mueble y los pezones erectos de Allen Jones.El artista británico, de 77 años,  recibe el homenaje de la Royal Academy of Arts de Londres con una retrospectiva que abarca su tierna y polémica carrera.Pinturas, esculturas en metal, madera y fibra, fotos y bocetos repasan la obra de una figura vital del arte del siglo XX al que las polémicas han dañado injustamente.(Reuters)



El arte de las mujeres-mueble y los pezones erectos de Allen Jones.El artista británico, de 77 años,  recibe el homenaje de la Royal Academy of Arts de Londres con una retrospectiva que abarca su tierna y polémica carrera.Pinturas, esculturas en metal, madera y fibra, fotos y bocetos repasan la obra de una figura vital del arte del siglo XX al que las polémicas han dañado injustamente.(Reuters)


Fotos: Reuters

MUDANZA DE UNA CASA HISTÓRICA EN CHICAGO

MUDANZA DE UNA CASA HISTORICA EN CHICAGO. Un equipo pesado traslada la Casa Harriet Rees, de tres pisos y 762 toneladas en Chicago, EE.UU. Construida en 1888, la llevan lentamente a una nueva ubicación en la histórica avenida de la ciudad de Prairie para hacer espacio para una reurbanización el martes 11 de noviembre de 2014. La casa fue encerrada en un marco de acero y se traslada en 32 plataformas rodantes motorizadas masivas de 600 pies.  Se calcula que tomará dos días a alrededor de 1 y medio km. por hora. (AP / Teresa Crawford)


Un equipo pesado traslada la Casa Harriet Rees, de tres pisos y 762 toneladas en Chicago, EE.UU. Construida en 1888, la llevan lentamente a una nueva ubicación en la histórica avenida de la ciudad de Prairie para hacer espacio para una reurbanización el martes 11 de noviembre de 2014. La casa fue encerrada en un marco de acero y se traslada en 32 plataformas rodantes motorizadas masivas de 600 pies. Se calcula que tomará dos días a alrededor de 1 y medio km. por hora.


Foto: AP / Teresa Crawford

UN BICORNIO DE NAPOLEÓN FUE SUBASTADO
POR 2.360 MILLONES DE DÓLARES

Un bicornio de Napoleón Bonaparte fue subastado en Fontainebleau, cerca de París, por 1.884 millones de euros (2.360 millones de dólares), según informó la casa Osenat.El sombrero superó con creces su valor estimado, que se situaba entre 300.000 y 400.000 euros. Fue adquirido por un postor surcoreano. Al parecer, el bicornio es uno de los 19 sombreros de Napoleón (1769-1821) que aún se conservan. (AP)

Un bicornio de Napoleón Bonaparte fue subastado en Fontainebleau, cerca de París, por 1.884 millones de euros (2.360 millones de dólares), según informó la casa Osenat.
El sombrero superó con creces su valor estimado, que se situaba entre 300.000 y 400.000 euros. Fue adquirido por un postor surcoreano.
Al parecer, el bicornio es uno de los 19 sombreros de Napoleón (1769-1821) que aún se conservan.


Foto: AP

GEORGIA O'KEEFFE
CONSIGUE EL RÉCORD DE MUJERES CON 44.405.000 DE DÓLARES

ARTE  Subasta

'Flor blanca', de 1932, triplicó la cifra de precio prevista
El lienzo adornó el comedor privado de George W. Bush en la Casa Blanca.

Una jequesa catarí y una americana marcan los récords de obras de hombres.
Georgia O’Keeffe, Jimson Weed/White Flower No. 1 (1932). Estimate $10/15 million, Sold for $44,405,000 at Sotheby's American Art sale on November 20, 2014. (Sotheby’s New York)
Georgia O’Keeffe, Jimson Weed/White Flower No. 1 (1932). Estimado de 10 a 15 millones de dólares.  Vendido en 44.405.000 de dólares en la subasta Arte de los EEUU de Sotheby’s del 20 de noviembre de 2014. (Sotheby’s New York)

Conxa Rodríguez - Londres


'Jimson Weed/White Flower, no 1', de 1932, es un óleo sobre lienzo de la artista americana Georgia O'Keeffe (1887-1986) que, a partir de ahora, acarrea el incentivo de ser también la obra de arte más cara pintada por una mujer. La cifra que le otorga ese mérito alcanza los 44,4 millones de dólares (31 millones de euros). El salto que ha dado Georgia respecto al récord anterior es considerable. Otra americana, Joan Mitchell (1925-1992) ostentaba con 11,9 millones de dólares (8,3 millones de euros), el precio más alto pagado hasta ahora.

La venta de la flor blanca tuvo lugar en Sotheby's el jueves pasado en una subasta en la que pronto se detectó gran fervor por la flor puesto que siete compradores se enzarzaron aumentando el precio, tasado en unos 10 o 15 millones de dólares (de 7 a 10 millones de euros). El litigio entre dos engrescados comprados acabó con la adjudicación de la imagen por el triple de lo previsto a Lisa Dennison, de Sotheby's, que cogida al teléfono pujaba de parte de un desconocido comprador y nuevo propietario de la obra.

La revalorización de la flor ha provocado regocijo en el museo que lleva el nombre de la artista en Santa Fe, Nuevo México (EEUU), quienes sacaron a la venta el lienzo para alimentar el fondo de adquisiciones. Durante seis años de la Presidencia de George W. Bush la flor adornó el comedor privado del presidente en la Casa Blanca. Perteneció durante años a Anita, hermana de la artista, y fue adquirido por el museo en 1994 por 1 millón de dólares (700.000 euros). El preciado óleo mide 122 cm de alto por 102 de ancho y es una de las muchas flores que pintó la artista.
El museo que lleva el nombre de Georgia O'Keeffe dispone de un fondo de 1.149 obras de ella. El equipo directivo de la institución aduce que la colección permanente contiene vacíos y huecos en la historia de la artista. En cambio, dispone de abundancia de flores como la vendida. ¿Qué diría Georgia de su propia hazaña? En cierta ocasión dijo: "Si puedo pintar una flor a gran escala, no se podrá ignorar su belleza". Lo que no se ignorará tampoco a partir de ahora es el precio de esa flor blanca.

Aunque el precio del arte de mujeres acaba de dar un brinco, la cifra de 31 millones de euros es modesta comparada con las que han dado otras mujeres por obras de hombres; desde los 192 millones de euros que pagó una princesa catarí por 'Los jugadores de cartas', de Paul Cezánne, la obra más cara de la historia; hasta los 99.5 millones de euros que otorgó Elaine Pascal Wynn, ex esposa del magnate de los casinos Steve Wynn, por 'Tríptico para estudio de Lucian Freud', de Francis Bacon, la obra más cara vendida en subasta.


Fuente. elmundo.es

UNA CELEBRACIÓN DEL TALENTO ARGENTINO
QUE SE AFINCÓ EN PARÍS

La vida de 27 artistas argentinos que cruzaron el Atlántico.
Personalidades como Sara Facio, Gino Bogani y Marcos Zimmermann estuvieron presentes en el Palacio Ortiz Basualdo.



Los magníficos salones del Palacio Ortiz Basualdo desbordaron anoche de elegantes invitados: artistas, empresarios, editores, funcionarios y periodistas se dieron cita en la Embajada de Francia en Buenos Airs para asistir a la presentación del libro Talentos argentinos en París, de la periodista Danielle Raymond y el fotógrafo Eric Sander.La obra presenta la experiencia de 27 argentinos provenientes de distintas profesiones que se instalaron en París. Entre esos “talentos” de exportación están el actor y director Alfredo Arias, la investigadora científica Norma Sánchez, el artista plástico Julio Le Parc, el compositor Eduardo Makaroff, el director de teatro Jorge Lavelli, el coreógrafo Coco Días, el pintor Antonio Seguí, y el psicoanalista Juan David Nasio. También el pintor Rubén Alterio, el arquitecto Pablo Katz, la escritora Alicia Dujovne Ortiz, el cardiocirujano Juan Carlos Chachques, el músico Juan José Mosalini, la poeta Silvia Barón Supervielle, la actriz Marilú Marini, el empresario Carlos Abboud, el plástico Martín Reyna, la diseñadora Mercedes Robirosa y el fallecido artista Luis Tomasello.
“Me alegra que Francia siga siendo un lugar de elección para muchos argentinos” que “son hijos adoptivos de nuestro país y no dejan de ser argentinos”, señaló el embajador francés Jean Michel Casa. “Hay una importante densidad de intercambio cultural entre Francia y Argentina”, agregó.
Entre los asistentes a la presentación estaban Sara Facio, Carlos Corach, María Casado de Santamarina, Cristina Carliste, Cecilia Zuberbuhler, Jorge Tarditti, Jean Louis Larivière, Gino Bogani, Fabio Grementieri, Marcos Zimmermann, Fini Travers de Braun, Patricia Giovampaola, Inés de Lafuente y Claudio Estenato.
Danielle Raymond, francesa y ex corresponsal de Editorial Atlántida en París, y el fotógrafo francés Eric Sander son los autores que trabajaron durante dos años para seleccionar, interrogar, describir y retratar a estos 27 de los numerosos argentinos que viven y desarrollan su talento en Francia.


Los presidentes Charles De Gaulle y Arturo Illia firmaron acuerdos bilaterales en 1964. / ARCHIVO CLARIN
Los presidentes Charles De Gaulle y Arturo Illia firmaron acuerdos bilaterales en 1964.
/ ARCHIVO CLARIN

No sólo los entrevistaron sino que también los mostraron en sus casas, en sus trabajos o talleres, en su mundo privado. La obra, de 176 páginas, fue editada en Buenos Aires por Ediciones Larivière. En marzo, el libro había sido presentado en la Maison de la Amerique Latine, en París.
Raymmond asegura que “el calor humano, la solidaridad y la creatividad de los argentinos” la motivaron para llevar a cabo esta obra.
En el prólogo, el ex embajador en Francia, Juan Archibaldo Lanús, explica la solidez de los lazos franco-argentinos. “Francia es parte del mapa imaginario de los argentinos. Para los argentinos, París fue la Meca de la cultura y Francia el estadío superior de la civilización. Este libro cuenta y muestra la experiencia de muchos argentinos provenientes de distintos horizontes profesionales que han decidido instalarse en Francia, atraídos por la calidad humana de sus habitantes y por los múltiples logros” de este país”.


Fuente: clarin.com

STEPHAN ERZIA Y EL TESORO ARGENTINO

Stephan Erzia
Marta Armero

Esta es una historia que comienza en 1927. A pesar de que en ese año no había relaciones diplomáticas entre Rusia y la Argentina, el escultor Stephan Erzia llegó al país por una invitación especial del presidente Marcelo T. De Alvear, a quien había conocido cuando éste era embajador en París.

Erzia arribó a Buenos Aires con el reconocimiento y la fama ganada en Europa, donde había sido calificado como “el Rodin ruso”, pero aquí se despojó de todo ese prestigio para abrirse al movimiento artístico que bullía en la ciudad y descubrir nuevos materiales, que le permitieron llevar su obra más allá. Rápidamente se integró a la vida cultural y artística de Buenos Aires formando parte de la peña Pacha Camac, donde conoció al pintor Benito Quinquela Martín.

Victor Fernández, curador del museo que lleva el nombre del célebre autor de las imágenes del puerto de La Boca, afirma que a los cinco años de su llegada Erzia ya empezó a formar parte muy activa de la peña de Boedo, promoviendo actividades de todo tipo.

 “Aunque a Erzia lo definen como un solitario rodeado de 50 gatos, también se dice que tenía una vida social muy interesante formando parte de las peñas”, sostiene el curador.


Biografía

Stephan Erzia nació en 1876 en la localidad de Báyevo, que actualmente se encuentra en la República de Mordovia (Rusia).

En 1926 organizó una exposición personal en París que tuvo mucho éxito. Recibió la invitación de organizar una muestra en Montevideo. A partir de 1927 se instaló en la Argentina, donde vivió y trabajó hasta 1950.

En 1951 volvió a la URSS. Murió en 1959 con la convicción de sentirse también argentino: “Yo soy bien ruso y bien argentino. Y quiero a este país que me ha dado su hospitalidad y me ha brindado el material más hermoso que pude obtener para mi trabajo”, reconoció el artista.

Sus vínculos artísticos se expandieron más allá de la Capital Federal, como cuenta la directora del Museo Municipal de Bellas Artes de Tandil (Mumbat) en el libro “El escultor ruso Erzia y la Argentina”.

El artista se vinculó con muchas personalidades, entre otras, con quien fuera luego su mecenas por un año, el tandilense Antonio Santamarina. Es a partir de ahí que tres piezas del escultor llegan a este museo. La donación de Erzia consistió en tres cabezas, tituladas “Mi hermana”, “Hombre” y “Tristeza”, cuya fundición en bronce fue realizada en el taller de Hugo Canpagnola, de la Capital Federal y costeada por la Sociedad Estímulo de Bellas Artes de Tandil.

Las cabezas reproducen obras modeladas durante el periodo europeo del escultor. Que Erzia se integrara tan bien en un mundo tan distinto al suyo tiene mucho sentido para Víctor Fernández. “La Argentina en ese momento era una plaza interesante, un mercado a descubrir con coleccionistas bastante fuertes, sin olvidar que era el período de entreguerras y éste era un lugar apacible para el desarrollo de su obra”, afirma.


Bella y fuerte como el hierro



Pero además de las relaciones personales y artísticas que generó en la Argentina, Stephan Erzia descubrió un nuevo material con el que desarrollaría buena parte de su intervención escultórica: el quebracho, utilizado como combustible para las calderas y que sólo se encuentra en la selva del Chaco.

Una madera que ofrece unas características especiales por su forma y dureza y sobre la que Erzia llegó a decir: “Es bella como un metal, es fuerte y dulce como el hierro”. “Con este material se encontró casualmente a través de unos carros madereros que andaban por la ribera”, relata Víctor Fernández. “Él andaba paseando y se cayó una de esas maderas.

Al tomarla advirtió un peso muy particular y termina ofreciendo un montón de plata por el carro completo”. Lo que descubrió al tocarla por primera vez es que “ese era el material que andaba buscando para su obra. Además de la resistencia, el peso, la dureza, está el tema de la forma. El era capaz de entregarse y advertir en esas formas caprichosas una escultura”.

En 1936 Erzia programó un viaje a la provincia de Chaco a donde llegó con una carta para Carlos Schenone, capataz de la forestal, en la que un directivo de la empresa maderera le solicitaba que facilitara al escultor las piezas de quebracho según la forma que él quería.

Entre ellos se estableció una buena amistad y Erzia animó a Schenone a que desarrollara sus dotes escultóricas. Según Fernández, en su recorrido por la selva chaqueña buscaba sobre todo las formas y las raíces. “Estaba muy vinculado con la naturaleza y eso le hacía tener una empatía con los ritmos y las formas naturales.

En muchas de sus esculturas apenas están intervenidos los accidentes y las formas caprichosas de las raíces del quebracho”, señala. Del Chaco no sólo se llevó cuatro vagones de tren de madera de quebracho con los que se movía cada vez que se mudaba de casa. Allí también se contactó con otro grupo artístico, “El Fogón de los Arrieros”, donde quedó la obra "Cabeza de mujer" realizada en 1940.

La urna de Horacio Quiroga


Otro de sus trabajos más destacados es la escultura que sirve como urna para las cenizas del escritor Horacio Quiroga. Para Hugo Libardi, encargado del Museo Horacio Quiroga, en Salto (Uruguay), “uno de los deseos de Quiroga era que cuando muriera su cuerpo fuera cremado y sus cenizas esparcidas en la selva misionera.

Como sus familiares y amigos añoraban su regreso a Salto, resolvieron buscar algo que fuera simbólico y por eso decidieron hacer la urna en algarrobo y así se lo pidieron a Erzia”.

Además de la carga simbólica de la pieza, su proceso de creación denota la forma casi obsesiva con la que trabajaba el escultor. “Erzia estuvo 24 horas trabajando en esta pieza. Arrancó a las 9 del 19 de febrero del 37, el día que apareció muerto Quiroga, y con el cuerpo presente la esculpió.

Al día siguiente retiraron el cuerpo para la cremación y continuó trabajando hasta el mediodía”, cuenta Libardi. La leyenda dice que no sólo las cenizas quedaron en el viejo caserón que alberga el museo, y que el fantasma de Quiroga se pasea por sus salones. Por desacuerdos con el gobierno uruguayo de turno, que tenía que hacerse cargo de los costos, la escultura de Erzia nunca se pagó y, según Libardi, “parece que Erzia tampoco se esforzó por cobrar el trabajo”.Pero esta era otra de las características del escultor, su desapego al dinero.

Cuando en 1946 se restablecieron las relaciones entre Rusia y la Argentina, Erzia le hizo saber al nuevo embajador su deseo de volver a casa. Según Fernández, el retorno a Rusia de Erzia en 1950 hizo que el mundo artístico argentino “sintiera que se perdía algo muy importante y todos los diarios se hicieron eco de la noticia, con narraciones muy sentidas”.


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En las páginas del diario Independiente se decía: “¡Los bosques de quebracho del Chaco se quedarán huérfanos sin su héroe!” Y es que el escultor ruso “logró afianzar vínculos entre lo propio y lo foráneo, en un diálogo entre tradición e innovación.”


Acá dejó un proyecto truncado: tallar una montaña en la Cordillera. “En el 44 le aprobaron un proyecto de tallar a San Martín y O’Higgins, los héroes de la Independencia, pero nunca se realizó” , cuenta Fernández.


Stephan Erzia murió Rusia diez años después con la convicción que sentirse también argentino: “yo soy buen ruso y buen argentino. Y quiero a este país que me ha dado su hospitalidad y me ha brindado el material más hermoso que pude obtener para mi trabajo.”


Fuente: lanacion.com

VILLA OCAMPO, EN EL REGISTRO DE LA MEMORIA

Patrimonio
Su archivo formará parte de la red de documentación mundial de la Unesco



Por María Elena Polack / LA NACIÓN


El centro de documentación de Villa Ocampo fue incorporado ayer oficialmente al Registro Memoria del Mundo de la Unesco para América Latina y el Caribe y formará parte de la red de documentación cultural e histórica que puede ser consultada por investigadores y público.
Ese reconocimiento al valor de la memoria colectiva de la sociedad de la región forma parte de la nueva etapa de la vida cultural de la casona de Victoria Ocampo, en Beccar, que prevé una mayor actividad cultural para el próximo año. Ayer por la tarde, la Fundación Sur, a cargo de esa porción del patrimonio de la escritora argentina, recibió un reconocimiento especial por la tarea que lleva adelante.
La responsable de la Unesco para América Latina y el Caribe, Lidia Brito, anunció ayer la programación del año próximo y confirmó que Villa Ocampo seguirá a cargo de Fréderic Vacheron, especialista de Programa Cultura para el Cono Sur de ese organismo internacional.
Aunque no ocupará despacho de manera permanente en Villa Ocampo, desde lo formal Vacheron será el sucesor de Nicolás Helft, que dirigió el centro cultural durante 11 años decisivos para su restauración y puesta en valor. Helft se retiró en mayo último cuando la Unesco sufrió un severo recorte presupuestario, que implicó una redefinición de más de 300 puestos clave.
Brito y Vacheron brindaron ayer en Buenos Aires una conferencia en la que esbozaron una multiplicidad de proyectos para concretar durante el año próximo. La intención es que Villa Ocampo sea un faro de promoción cultural, de desarrollo y de igualdad de género.
Por ese motivo es que por estas horas se realiza allí un seminario sobre género y cultura, y habrá un homenaje a Mercedes Sosa, cuya gráfica de su último disco se realizó en Villa Ocampo.
Tras confirmar que se mantendrán los lazos actuales con la Asociación Amigos de la casa y con la Fundación Sur, custodia del legado de Victoria Ocampo, y el papel como coordinadora de Silvana Mazalán, Brito impulsó varios proyectos, entre los que se destacaron los bautizados Ombú, Colmenar y Pilares.
Todos requerirán financiamiento extra, ya que en la actualidad para el funcionamiento anual de Villa Ocampo se destinan 250.000 dólares. Brito y Vacheron estimaron que se necesitará un presupuesto extra de casi el mismo monto que el oficial.
Por eso no brindó detalles puntuales del proyecto Pilares, por el que se buscará becar y apoyar el acceso a la producción cultural de grupos en situación de vulnerabilidad. El programa Colmenar procurará convertirse en un laboratorio de ideas para intentar anticipar tendencias culturales emergentes y con capacidad de formular diagnósticos y recomendaciones en ese rubro.
El programa Ombú se enfocará en cursos de capacitación para elaborar nuevos enfoques de los desafíos regionales sobre gestión, conservación y promoción del patrimonio.


Fuente: lanacion.com

ARTE IBEROAMERICANO:
GRAN COLECCIÓN DE MAESTROS ARTESANOS

En los Museos José Hernández e Isaac Fernández Blanco.
Una muestra con dos sedes reúne 1.600 piezas de más de 400 artistas.
El árbol de la vida. Obra del mexicano Oscar Soteno, en barro modelado policromado. Edgar Espinoza Ulloa.

Bárbara Álvarez Plá

 
“Un gran maestro se diferencia del resto de los artesanos porque plasma sobre sus piezas una chispa de genialidad, creatividad y maestría en el manejo de las técnicas. Su trabajo sobresale por encima del de los demás miembros de su comunidad”, afirma Cándida Fernández, la curadora de la muestra Grandes Maestros del Arte Popular Iberoamericano. Colección Fondo Cultural Banamex, que hasta enero se puede ver en dos sedes: El Museo José Hernández y en el Museo Issac Fernández Blanco.
Se trata del resultado de un proyecto que, tras tener gran éxito en México, donde se gestó, llevó a Fernández Calderón a viajar por toda latinoamérica, entre 2007 y 2010, en busca de eso: maestros artesanos. “Visité personalmente a casi el 80% de los artistas”, asegura la curadora. Y así nació esta muestra itinerante que reúne unas 1600 piezas, de 300 especialidades (barro, metales, madera, fibras vegetales, piedra, papel, textiles), de un universo de 450 grandes maestros: están representadas más de 50 etnias y más de 260 poblaciones. Las piezas, además, cubren tres funciones claramente definidas: el uso cotidiano, el ritual ceremonial y el decorativo. “Se trata de una expresión de cada país y al mismo tiempo de cada uno de los pueblos que representan”, aclara la curadora, que se muestra además sorprendida de que con tan sencillos materiales puedan crearse obras de tamaña plasticidad.
Así, a medida que uno recorre la muestra, se encuentra tinajas y floreros policromados de Perú, Honduras o Nicaragua; árboles de la vida mexicanos; esculturas de barro venidas de Paraguay; candelabros de plata fundida de Argentina; anillos y aros de oro llegados de España; canastas de fibra de palma chunga de Panamá; sobreros de tiras de caña de Colombia; mantas bolivianas tejidas con hilo; ponchos mapuche tejidos en Argentina, las fajas de Chile o el tejido jipijapa procedente de Ecuador, entre muchísimas otras piezas, todas originales y únicas: “el artesano nunca más repite”, explicó Fernández. El criterio para elegir las piezas, según explicó Andrea Acevedo, coordinadora de prensa de Fomento Cultural Banamex fue “fundamentalmente estético, pero también fue importante la técnica en la selección. Sólo hay que recorrer los talleres de los artesanos para darte cuenta de quién sobresale”.
“La idea de este proyecto es fue recuperar las técnicas ancestrales que se han ido perdiendo, rescatar las tradiciones, porque es lo que le da identidad a los pueblos, por eso no debemos dejar que desaparezca”, explicó Acevedo sobre esta muestra, que antes de llegar a Buenos Aires estuvo ya en España, Colombia, Brasil y que después de acá viajará a los Estados Unidos.
Y no sólo en viajes y muestras se quedó el proyecto, las responsables explicaron que además, apoyan a estos maestros artesanos con infraestructura, “y les damos capacitación en lo que se refiere a la administración, para que por desconocimiento no malvendan su arte”.
Recorrer bien esta muestra lleva tiempo, pero será tiempo ganado al olvido. Un acto por la recuperación de las técnicas propias de la región.


Fuente: clarin.com

MARAVILLOSO HALLAZGO EN TURQUÍA


Excavaron este maravilloso piso griego de mosaicos muy bien conservado en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria.

Fuente: Tickld