EL ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN TENDRÁ EDIFICIO PROPIO

MAQUETA. El Archivo General de la Nación contará por primera vez con un edificio especialmente construido para albergarlo, el cual comenzará a levantarse en febrero próximo en el predio que la ex cárcel de Caseros ocupa en el barrio de Parque Patricios. (Télam)

MAQUETA. El Archivo General de la Nación contará por primera vez con un edificio especialmente construido para albergarlo, el cual comenzará a levantarse en febrero próximo en el predio que la ex cárcel de Caseros ocupa en el barrio de Parque Patricios.

Foto:Télam

HALLAN RESTOS DE UNA CIUDAD DE LA ÉPOCA GRECORROMANA

En el noroeste de El Cairo.
Detalle. La exploración magnética detectó construcciones y un muro. /EFE
Detalle. La exploración magnética detectó construcciones y un muro. /EFE

Expertos italianos y egipcios descubrieron las ruinas de una ciudad que data de la época grecorromana en la provincia de Al Bahira, al noreste de El Cairo, según informó ayer el ministro egipcio de Antigüedades, Mamduh al Damati. A través de un comunicado, el funcionario explicó que los vestigios fueron hallados bajo una gran capa de limo en el área de Al Kom al Ahmar, a unos 25 kilómetros al sur del Rashid, un afluente del río Nilo.
La exploración magnética del lugar reveló que la zona contiene varias edificaciones rodeadas por un enorme muro de forma rectangular, que probablemente fueron dedicadas a usos administrativos y religiosos. Al Damati dijo que “este hallazgo tiene una importancia histórica, porque refleja la vida diaria de esa época”, entre el 343 a.C. al 395 d.C. Además, brinda “más detalles de la naturaleza arquitectónica de esas ciudades, ya que es un prototipo destacado del estilo helénico y romano”, según el ministro.
El miembro de la parte egipcia del equipo mixto, Mohamed Qanaui, explicó que las primeras investigaciones indican que la ciudad empezó a construirse en el Periodo Tardío faraónico (724-343 a.C.). Las excavaciones fueron efectuadas en conjunto por el Ministerio egipcio de Antigüedades y del Centro de Arqueología Italo-egipcio.

Fuente: clarin.com

SÁBAT MUESTRA SU GENIAL GALERÍA
DE PERSONAJES IMAGINARIOS

Abrió una exposición en Recoleta. “Borges y compañía” reúne una cincuentena de pinturas del eximio retratista rioplatense.
Borges. La única cara reconocible es la del autor de "El Aleph".
Ficciones. Sábat pintó a los hombres y mujeres inventados para esta exposición con óleo y agua sobre telas.
Ficciones. Sábat pintó a los hombres y mujeres inventados para esta exposición con óleo y agua sobre telas.
Inauguración. De izq. a der., el director del Recoleta, Mauricio Macri, "Menchi" Sábat y Hernán Lombardi. /CCR

EL MISTERIO DE LA CREACIÓN ARTÍSTICA

Georges Braque, Escuela Francesa, 1882-1963, La mesa redonda, 1929

Por Daniel Muchnik / Para LA NACIÓN 




¿Hay alguna norma especial, un método único para poder crear? ¿ Forma parte de un ejercicio, hay que estar dotado de un genio único, vivir experiencias al límite? ¿ Hay que sufrir?
De este misterio se han ocupado muchos expertos y se ocupó ahora también el escritor Mason Currey en un libro que reactualiza la pregunta, Rituales Cotidianos. Cómo trabajan los artistas, Pero ninguno ha logrado dar con la fórmula ideal para llegar frente al papel, la tela o la piedra y transformarlos en objetos bellos, irrepetibles. No sirven ni los libros de autoayuda, ni los academicismos, ni las historias de vida, ni las autobiografías.
Hay quienes recurren a ciertas "ayudas especiales", pero tampoco son todos. Balzac, sumido en las deudas, trabajaba después de cenar, a la luz de las velas, a gran velocidad, acompañado de un jarrón de café a la espera de que el mensajero de la imprenta pasara a buscar sus escritos a las 6 de la mañana. Muchas veces se ataba a la silla para que el sueño no le ganara. Tampoco se valieron de estimulantes externos Víctor Hugo, Flaubert, Tolstoi, Chejov, Shostakovich. Eran pródigos en la escritura y el pentagrama, y no conocían impedimentos.
En cambio, Berlioz, enamoradísimo de una actriz pero rechazado en su pasión ingresó en un fumadero de opio durante varios días para olvidar . Después de ese trance escribió su insuperable "Sinfonía Fantástica". Lo acompañaron muchos más con el opio y la absenta, la bebida verde de efectos alucinógenos prohibida en el hemisferio norte a fines del siglo XIX. Tenía demasiados adictos, entre ellos Edgar Allan Poe, Arthur Rimbaud, Vincent Van Gogh . La droga les resultaba imprescindible para relajarse o pensar. Los grandes pintores impresionistas no buscaron ninguna inspiración más que en su alma. Fue el caso de Pisarro, Manet, Monet y Renoir. Los autores norteamericanos conocidos en la primera mitad del siglo XX como Scott Fitzgerald, Ernest Hemingway, William Faulkner, reclamaban altas dosis de alcohol. El mismo camino recorrido por el poeta Dylan Thomas y el austríaco Joseph Roth. La generación que llegó después de ellos apeló a estimulantes pesados, de alto riesgo.
Pero, ¿era y es necesario bordear el límite para poder crear? ¿ O el talento, la sabiduría innata barre todo obstáculo?
Hay escritores, pintores, escultores, que tuvieron una perseverancia extrema, cumplieron horarios, descansaron cuando debían. Un ejemplo paradigmático fue Thomas Mann
(1875-1955). Y otros como Stefan Zweig , Bertrand Russell, Hannah Arendt. No había para ellos más que esfuerzo, dedicación extrema junto con un mundo familiar que los ayudara en el emprendimiento. O ámbitos de estudio donde la constancia era un valor. Todo se reducía al talento innato personal, al amor comprometido por lo que se hacía.
Otros necesitaron el caos. El poeta W.H.Auden recurría a las anfetaminas. A la noche, antes de acostarse tomaba sedantes. Auden consideraba a la bencedrina como "un invento que ahorra trabajo" en la "cocina mental".
Jean-Paul Sartre escribía obsesivas seis horas diarias, pero no quería perderse ningún encuentro con colegas, en las que había abundantes comidas y bebidas, droga y cigarrillos. La desmesura formaba parte de su personalidad. Padecía de insomnio, y antes de entrar en colapso lo combatía con barbitúricos. Pero a la mañana apelaba a una mezcla de anfetaminas y aspirinas muy divulgada entre estudiantes e intelectuales parisienses.
Glenn Gould, un pianista canadiense genial, para muchos especialistas un intérprete irremplazable, era en su cotidanidad, un talento excéntrico, sin amigos. Practicaba de noche porque no le gustaba la luz del sol. Y siempre, antes y después de los ejercicios, ponía sus manos bajo la canilla de agua casi hirviendo mientras usaba un sedante poderoso.
El muy británico Somerset Maugham escribía con gran intensidad y facilidad. Aunque siempre reflexionaba antes largo tiempo sumergido en la bañera y bien acompañado de botellas de whisky. Pablo Picasso, que se acostaba tarde y se levantaba tarde, se encerraba en su estudio, absorto, desde el mediodía hasta la caída del sol. Nadie podía interrumpirlo. El mundo dejaba de existir.
Entre los rigurosamente metódicos, que respetan horarios, caminatas, lecturas y vida social, modélicos, apartados de adicciones fuertes aparecen Immanuel Kant, Sigmund Freud, Carl Jung, Richard Strauss, Henri Matisse, Benjamin Britten y Henry James. Encaraban todo con calma admirable, sin ansiedades, apartados de rituales obsesivos. Freud aprovechaba sus vacaciones, de tres largos meses, siempre en las montañas, para escribir su inmensa obra.
Son muy extraños, dispares y extremos los vínculos del hombre con la creación. Los caminos que eligieron para alcanzarla fue una proyección de sus personalidades, de sus limitaciones y frustraciones o de sus talentos. Lo fundamental es que quedaron sus obras, las que nos permiten seguir vivos y entender que la estética es lo que nos redime y nos hace más humanos.

Fuente: lanacion.com

EL TURISMO ASFIXIA A LA CAPILLA SIXTINA

El retraso en la renovación de los anticuados sistemas de ventilación plantea dudas sobre el daño causado por los más de 20.000 visitantes diarios.




El director de los Museos Vaticanos, Antonio Paolucci, no quiere hablar del estado de conservación de la Capilla Sixtina, y hasta cierto punto es lógico. Paolucci advirtió en 2010 que los sistemas de ventilación instalados en 1993 ya no daban abasto para proteger los frescos de Miguel Ángel, Botticcelli, Pinturicchio, Perugino o Signorelli de los más de 20.000 visitantes al día que incluyen la contemplación de El juicio finalen su visita a Roma. “Demasiada presión humana”, dijo.
En octubre de 2012, Paolucci fue más allá: “Si en el transcurso de 2013 no empieza a funcionar el nuevo sistema de climatización, cambio del aire, control de humedad y temperatura y retirada de polvo, se tendrán que limitar las visitas”. Una solución drástica que, por cierto, había negado él mismo un mes antes. Pero pasó 2013 y no se supo nada ni del nuevo sistema de ventilación ni de un eventual cupo. Hasta hace una semana —o sea, cuatro años después del primer mensaje de alarma—, Paolucci no había puesto fecha a la inauguración del nuevo sistema de climatización e iluminación; ahora se anuncia que será el próximo mes de octubre y, según el director de los Museos Vaticanos, permitirá además aumentar el acceso a la Capilla Sixtina de 700 a 2.000 personas al mismo tiempo. Los trabajadores se llevan las manos a la cabeza.
La nueva climatización permitirá que entren hasta 2.000 personas a la vez
Dos de los encargados de los Museos Vaticanos se hacían cruces esta semana ante la posibilidad de que pueda autorizarse la entrada de más visitantes en la Capilla Sixtina. “¡Pero fíjese cómo está de gente!”, exclamaba uno, “y eso que estamos en el pase nocturno y ya se han marchado los miles de turistas que proceden de los cruceros que atracan en el puerto de Civitavecchia”. No se trata solamente, añadía su colega, de la conservación del monumento, también de un asunto de seguridad: “Fíjese en la estrechez de los pasillos y de las escaleras por las que tiene que entrar la gente. Esto no es el MoMA de Nueva York, sino un palacio que no se construyó para museo. No es agradable ver cada día cómo la Capilla Sixtina, sin lugar a dudas uno de los lugares más bellos del mundo y del que nos sentimos orgullosos todos los que trabajamos aquí, se convierte en un sitio incómodo donde se agolpan cientos y cientos de turistas…”. La capilla fue mandada construir en 1484 por el papa Sixto IV, de ahí su nombre, y de aquella época proceden los frescos de las paredes laterales, obras de Botticelli o Perugino, pero fue el papa Julio II el que encargó a Miguel Ángel que pintara la bóveda.
Las preguntas que Antonio Paolucci, el director de los Museos Vaticanos, no ha estimado oportuno responder son muy simples. Si ya en 2012, a tenor de sus propias declaraciones, el sistema de ventilación estaba obsoleto y se necesitaba con urgencia uno nuevo, ¿por qué se ha esperado dos años, a un ritmo de más de seis millones de visitantes al año?, ¿por qué no se ha limitado el acceso para evitar daños a los frescos?, ¿se han producido estos daños?, ¿hasta qué punto el afán recaudatorio ha condicionado la sobreexposición de las obras de arte?

Breve historia

La primera misa en la capilla se celebró el 15 de agosto de 1483.
Originalmente se llamaba Cappella magna, y se rebautizó en homenaje al papa Sixto IV, que ordenó su restauración entre 1473 y 1481.
El papa Julio II ordena a Miguel Ángel decorar la bóveda, pintura que hizo entre 1508 y 1512. Miguel Ángel pintó El juicio final entre 1536 y 1541 para los papas Clemente VII y Pablo III.
Desde su oficina de prensa, siempre de forma muy gentil, aseguran que ni Paolucci ni ningún otro experto autorizado se pronunciarán sobre estos asuntos hasta que la nueva climatización sea inaugurada el próximo mes de octubre. Una fecha que también ponen en duda los trabajadores de los Museos. Todavía no se han iniciado los trabajos en el interior de la Capilla Sixtina y solo una grúa amarilla instalada en el exterior da señales de los preparativos. “Hace mucho tiempo”, confirma uno de los trabajadores —sin autorización para hacer declaraciones—, “que el sistema de climatización no funciona bien. Hay días que esto parece una nevera y otras un horno, independientemente de los turistas que haya dentro en ese momento”.
La primera alarma seria se remonta a 2010. A través de un artículo en l’Osservatore romano, Antonio Paolucci explicó que los residuos dejados por los turistas —polvo, aliento, sudor, cabello, caspa, hilos de lana, fibras sintéticas— estaban poniendo en peligro los frescos de los siglos XV y XVI. Durante aquel verano, 30 restauradores emplearon 20 noches en retirar “cantidades ingentes de materia y polvo” y constataron algunas señales de deterioro. Como explicó en su momento Gianluigi Colalucci, responsable de la última restauración de la Capilla Sixtina en 1994, “el polvo es lo más difícil de controlar, se deposita y con la humedad se fija”. Un problema que tendría que ayudar a resolver el nuevo sistema de climatización encargado a la firma Carrier.
Según el profesor y académico de Bellas Artes Rodolfo Papa, la solución debe ser de carácter tecnológico, porque es imposible cerrar las puertas al público. “El problema no es sólo de la Capilla Sixtina”, explica, “sino de una mentalidad consumista que nos lleva a todos a viajar a todos los sitios para verlo todo. Aunque ni entendamos ni nos interese. Hay quien ha salido de los Museos Vaticanos asegurando haber visto La Gioconda”.
(EL PAÍS).

Fuente: Misionescuatro | Cultura

EL ARTE DEL CAMINANTE:
O CÓMO CIMENTAR ESCULTURAS EN UN PAISAJE SILVESTRE

Pasado mañana se inaugura "Mendoza Walking", una muestra que evoca la travesía por Cuyo del artista británico Richard Long, uno de los principales exponentes del land art en la escena internacional.


Son las once de la mañana y un silencio místico se apodera del Faena Arts Center: alguien duerme en un mattress de yoga. Sobre el mármol de Carrara, Richard Long -el artista británico quizá más radical e innovador de la posguerra- descansa custodiado por la materia con la que cimienta una de sus obras épicas: cientos de bolsas con corteza de pino misionero. Es su intervalo ritual antes de culminar la instalación site specific que evoca, junto a un descomunal mural de barro aplicado gestualmente con sus manos sobre la pared y varios registros documentales, los 17 días de solitaria caminata por Tupungato y el Cordón del Plata, que emprendió hace dos años.
Hace una semana que llegó a Buenos Aires y, en este lapso, en jornadas extenuantes, representó la otra dimensión- la conceptual- de su viaje. "Mendoza Walking", que se inaugurará pasado mañana, será su primera exhibición en Buenos Aires. Una forma de compartir aquella travesía contemplativa.
Primero hay que entender que el arte de Long consiste, ante todo, en el acto mismo de caminar, en dejar una huella en la inmensidad del paisaje. La cadencia, dimensión temporal y espacial de ese derrotero sirven de excusa para una exploración radical en el arte sobre el escenario natural: cada una de sus pisadas junto a su intervención azarosa en el terreno -al desplazar rocas que encuentra in situ o dibujar con ellas ascéticas formas geométricas, por ejemplo- construyen una nueva gramática escultórica. Long utiliza figuras arquetípicas: círculos, líneas, cruces, cúmulos, formas de extrema simplicidad. Sus intervenciones en la naturaleza son poesías concretas, narraciones condensadas surgidas a partir de un contrapunto con el terreno: un diálogo meditabundo con la naturaleza.
Rupturista como pocos, Long (Bristol, 1945) es uno de los mayores exponentes del land art a nivel mundial y un pionero de las caminatas como soporte artístico. A partir de ellas, por lugares remotos y salvajes, inscribió un precedente estético: que el arte puede ser un viaje y una caminata, la deconstrucción de un paisaje. Sus piernas en acción, el movimiento de su cuerpo, lo energizan. Estimulan su imaginación. Y así, a medida que recorre largos trayectos, con su carpa y alimentos a cuestas, los materiales con los que se topa lo interpelan. El gesto escultórico es siempre azaroso y puede ser tanto una obra efímera como una sorpresa para la posteridad, para quien lo encuentre. Aunque la gente no vaya a identificarlo como arte, reconocerá él.
"Construí mi vida artística en función de las cosas que me gusta hacer. Amo la naturaleza, las rocas y las caminatas por espacios de horizontes abiertos. Mi ímpetu es hacer marcas anónimas en el paisaje", dice en una entrevista con LA NACIÓN.
Su derrotero por las montañas himalayas, el desierto de Gobi y el Sahara, las praderas inglesas, las costas abruptas de Irlanda, el terreno nevado de Alaska, el altiplano boliviano y hasta el cauce arcilloso del río Avon, en su Bristol natal, han sido testigos de obras que él luego fotografía. Le comunica así al mundo la retórica de su intervención y creación. Esta indagación entre naturaleza y arte, que Long realiza sin tregua desde hace 45 años, lo consagró como artista precoz: tenía 22 años. No había terminado sus estudios en el londinense St. Martin's School of Art cuando fotografió el rastro de sus pisadas, impresas en línea recta en un insistente ir y venir sobre el césped, "No hay tensión ni conflictos en mi arte, todo sucede azarosamente. Después de aquella primera línea descubrí que el arte puede ser un viaje en lugar de un objeto. Y que podía deconstruir una escultura en un paisaje y esa escultura podía tener 1000 millas de largo", dice, ahora, sentado en el bar del hotel Faena.

Dust Boots 5 Line. Tomada en 1988 durante una caminata en el desierto del Sahara.  Foto:  Cortesía Richard Long
Dust Boots 5 Line. Tomada en 1988 durante una caminata en el desierto del Sahara.  Foto:  Cortesía Richard Long

De anatomía magra y musculosa, este hombre ágil puede caminar 50 km diarios, durante un mes, y unir la mezquita de Córdoba con la catedral de Santiago de Compostela, o andar en medio del invierno a la intemperie para medir el solsticio y convertir el sendero en una obra puramente conceptual.
"Caminar como arte -sigue Long- supone diversas formas de andar y un contrapunto entre las imágenes que me dispara un lugar y la complejidad de la naturaleza. Un círculo de piedras con el Aconcagua detrás no es sólo una representación: es la celebración de ese horizonte y de estar en ese lugar en ese momento. Pero como no es posible decir todo de una sola manera en una muestra, necesito la impresión de mi mano en la pared, mi huella en el piso, la fotografía de la escultura natural y las palabras que definen los muchos viajes que dispara uno solo." Con un deseo intestino de hacer algo siempre original, Long aborda el paisaje sin ideas preconcebidas: "Estoy en un lugar, con mi propia historia, mi amor al arte, mi bagaje cultural y la obra simplemente ocurre", dice. "Creo que el arte anida en la imaginación y es igual de poderoso que una idea bien estructurada. Ambas trascienden con igual fuerza".

"Mendoza Walking"

Richard Long en el Faena Arts Center

Abierta al público desde pasado mañana y hasta el 28 de julio, la exposición se podrá visitar los sábados, domingos y lunes, de 12 a 19, en Aimé Paine 1169, Puerto Madero. Entrada general: $ 40. www.faenaartscenter.org; 4010-9233.


Obra fundamental y consagratoria tomada en 1968 en su Inglaterra natal y se llama "Una línea hecha por caminar".  Foto: Cortesía Richard Long
   Obra fundamental y consagratoria tomada en 1968 en su Inglaterra natal y se llama "Una línea hecha
   por caminar".  Foto: Cortesía Richard Long

Instalación para el Aomori Museo de Arte Japón, Recuerdo del Tsunami y Conmemoración del Tsunami. 2013  Foto: Cortesía Richard Long


Instalación para el Aomori Museo de Arte Japón, Recuerdo del Tsunami y Conmemoración del Tsunami. 2013 
Foto: Cortesía Richard Long



Linea de gavilón amonsado New Art Centre Roche Courte Inglaterra 2001  Foto: Cortesía Richard Long
Linea de gavilón amonsado New Art Centre Roche Courte Inglaterra 2001  Foto: Cortesía Richard Long


Una linea en escocia. Cul Mor 1981  Foto: Cortesía Richard Long
Una línea en Escocia. Cul Mor 1981  Foto: Cortesía Richard Long



Aconcagua Circle. Argentina, 2012  Foto: Cortesía Richard Long
Aconcagua Circle. Argentina, 2012  Foto: Cortesía Richard Long


Throwing Stones. Eighteen Days Walking in Los Andes, Mendoza, 2012.  Foto: Cortesía Richard Long
Throwing Stones. Eighteen Days Walking in Los Andes, Mendoza, 2012.  Foto: Cortesía Richard Long
 
Half-Tide. Bertraghboy Bay Ireland, 1971  Foto: Cortesía Richard Long
Half-Tide. Bertraghboy Bay Ireland, 1971  Foto: Cortesía Richard Long

 

Circle in Alaska. Foto de su land art tomada en el año 1977 en el Círculo Polar.  Foto: Cortesía Richard Long
Circle in Alaska. Foto de su land art tomada en el año 1977 en el Círculo Polar.  Foto: Cortesía Richard Long



Fuente: lanacion.com

CARTA DEL HIJO DE SÁBATO A SU PADRE:
FALTAN FONDOS PARA ABRIR SU MUSEO

La célebre casa de Santos Lugares

Las obras se hicieron con plata de la Provincia, pero no alcanzó. Y no les llegó ningún otro apoyo oficial.
En el jardín. Ernesto Sabato con su hijo Mario en la casa que ahora quieren convertir en museo. /ARCHIVO FAMILIAR
En el jardín. Ernesto Sabato con su hijo Mario en la casa que ahora quieren convertir en museo. /ARCHIVO FAMILIAR

Está casi todo listo. Falta restaurar el sótano de la casa de Santos Lugares, donde se refugiaba Ernesto Sábato “cuando la dictadura amenazaba”. Así lo recuerda su hijo Mario Sabato, que ayer difundió una carta que le escribió a su padre (ver De los funcionarios nacionales...), que murió en 2011. “Cuando teníamos que decirnos algo importante, mi padre y yo recurríamos a las cartas. Mi padre está vivo en el afecto de su pueblo, y tengo la esperanza de que sepa de esta carta que ahora le escribo”, explicó.
Casi todo listo, pero no tanto como para que la casa se inaugurase como museo el martes pasado, aniversario del nacimiento del autor. “El subsidio de 500.000 pesos del Instituto de Cultura de la Provincia de Buenos Aires y del municipio de Tres de Febrero tardó dos años –de 2011 a 2013– en hacerse efectivo y perdió valor adquisitivo”, explicó Mario en diálogo con Clarín.
En sus palabras hay señalamientos: “El ex secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia, había dicho que vendría en marzo, pero no dijo de qué año y nunca vino”, dijo Mario, que agregó que no tuvo comunicación con la gestión de la actual ministra, Teresa Parodi.
“El plan A es reunir los fondos y abrir el museo: falta equiparlo con seguridad, dinero para un mínimo de empleados, pantallas en las que mi padre irá narrando la casa”, dijo el cineasta. El plan B es abrir como está ahora y la fecha límite es a fines de septiembre, para conmemorar los 30 años del Nunca Más.
Ni la Universidad de Tres de Febrero ni otras, señaló Sabato hijo, se interesaron en el archivo del autor. Por eso, dijo, “me estoy contactando con universidades norteamericanas, pero me gustaría dejar una puerta abierta a las nacionales y al Ministerio de Cultura para que reaccionen”.

“De los funcionarios nacionales no conseguí otra cosa que tres años de silencio”


Querido Papá:
Entre tantas cosas, me enseñaste a asumir las responsabilidades.

He hecho, y sigo haciendo, mucho para cumplir mi promesa de convertir la casa de Santos Lugares en un museo vivo, abierto a la comunidad.
Pero no he logrado que lo inauguremos el 24 de junio, festejando tu cumpleaños con las puertas abiertas, para que entren todos los que quieran celebrarlo con nosotros.
Es verdad que este junio no es propicio para inaugurar nuestro sueño. A los argentinos nos sacuden las pasiones del Mundial y nos agobian los temores por nuestro futuro, amenazado por los buitres.
Pero también es cierto que todavía no estamos en condiciones de abrir el Museo y es justo que asuma mi responsabilidad, con vos y todos los que te quieren.
Desde el principio nos acompañan el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires y la Municipalidad de Tres de Febrero.
El Municipio hace todo lo que puede. El Instituto nos permitió restaurar gran parte de la Casa, y hoy está gestionando otro subsidio que nos ayude a terminar lo que falta y tener los recursos para equipar el Museo.
Pero esto lleva su tiempo administrativo, más allá de la buena voluntad.
Son las dos únicas instituciones gubernamentales que nos ayudan, y no fue un gran mérito mío conseguir su apoyo. De inmediato, y con gran entusiasmo, tomaron este sueño como propio.
Tuvimos, seguimos teniendo, un fuerte y generoso apoyo de los medios de comunicación, de los canales de televisión, las radios y todos los diarios del país y muchos del exterior. Nos ayudan, nos siguen ayudando, para que crezca nuestro sueño de compartir tu legado, que no es mío, que es de todos.
Con tanta y tan generosa difusión de lo que estamos haciendo, de nuestras necesidades y de la importancia de resguardar la memoria de tu ejemplo, debería haber sido fácil, para alguien más capaz que yo, conseguir el apoyo de las universidades de las que fuiste Doctor Emérito. Pero ni siquiera logré que la Universidad del distrito, que es poderosa y hace tantas cosas, se interesase.
Se que debería ser una cuestión de Estado proteger y difundir el legado de alguien que tanto hizo por la cultura de nuestro país, que se jugó, a riesgo de su vida y a costa de su salud, por restaurar la justicia en un país arrasado. No ignoro que esto está por encima de banderías partidarias y de intereses fugaces.
Lo que todos sabemos, es obligatorio que lo sepan también los circunstanciales funcionarios de la cultura nacional.
Fue muy fácil para otros tener su apoyo. Yo no conseguí otra cosa que tres años de silencio.
No quiero que caigas en esas depresiones que tanto nos agobiaban en casa.
Quedate tranquilo (aunque me cuesta imaginarte tranquilo, aún después de muerto) porque lo vamos a lograr.
Nos siguen miles de amigos, muchos han aportado lo que pudieron, todos nos alientan.
Vamos a abrir el Museo, más temprano que tarde. Con lo que tengamos, aunque no sea lo suficiente. Con lo que nos pueda dar el municipio. Con el esplendor, que se merece, si la burocracia no se empeña en retardar, otra vez, el apoyo de la Provincia.
Te repito, me repito: vamos a abrir el Museo.
Y que nos alegre y nos de fuerzas esa canción que tanto nos gustaba, la que nos recuerda que no hay caminos, que se hace camino al andar.
Marito


Fuente: clarin.com