UNA LLAMATIVA PINTURA 3D EN PLENO CENTRO PORTEÑO

Desde arriba. Así es la instalación en el Palacio Legislativo, con la gente curioseando y opinando./ NESTOR GARCÍA

Intervención urbana


Se inaugura hoy en el empedrado de la peatonal Perú al 100, frente a la Legislatura. La gente podrá pararse en un punto especial para sacarse fotos y formar parte de la imagen.
Desde el fin de semana, el artista Daniel Taccone trabajó contrarreloj para inaugurar hoy una pintura en 3D en pleno Centro.
Y pese a la lluvia del domingo, logró cumplir los plazos y ahora porteños y turistas podrán fotografiarse con esta llamativa intervención.
La obra está pintada en el piso empedrado de la peatonal Perú al 100, frente a la Legislatura porteña, que además, busca promocionar las actividades culturales que se realizan en la Sala de Exposiciones del Palacio Legislativo.
Quienes pasen por allí podrán formar parte de una suerte de intervención urbana en 3D. Pero para “descubrir” o para “formar parte” de la imagen hay que pararse en un punto de observación indicado por el artista.
Se trata de una técnica llamada anamorfosis: son dibujos o figuras que aparecen deformados y que, para verlos en su forma natural, es necesario mirarlos desde una perspectiva determinada que elimina la deformación.
Así, los vecinos podrán ver una obra que homenajea a la cultura nacional: “Emerge la Patria con el fabuloso palacio de la Legislatura de fondo. Quise hacer una celebración de las cosas que nos identifican, como un bandoneón, nuestra bandera y la de los pueblos originarios. Creo que logré plasmar un mensaje positivo”, dijo Taccone a Clarín. El artista es maestro nacional de dibujo y profesor de arte en escuelas públicas, y desde 2009 aplica esta técnica.

Daniel Taccone es maestro nacional de dibujo y profesor de arte en escuelas públicas, aplica la técnica denominada "Anamorfosis", consistente en la producción artística sobre el piso, o en pintura 3D. (Luciano Thieberger)


NUESTRA OPINIÓN:


PINTANDO POR UN SUEÑO


Un mamarracho total ésto que se ha permitido que se le hiciera al edificio de la Legislatura Porteña, que es Monumento Histórico Nacional.
La elección del lugar, más que evidentemente está hecha buscando promoción y notoriedad, los tan buscados 15 minutos de fama.
¿Hace falta que se les haga ver a los responsables de ésto que han otorgado el permiso para hacer un verdadero mamarracho incompatible con la calle Perú al 100 y que le queda como una patada al vientre al muy lindo edificio de la Legislatura Porteña?
Charles Thays, Joaquín de Anchorena, Torcuato de Alvear, Alejandro Bustillo, Juan Manuel Acevedo, Rodolfo Alcorta y muchos otros que tanto hicieron por la estética de Buenos Aires, deben estar retorciéndose en sus tumbas ante tanta vulgaridad.
Y además, como si todo éso fuera poco, se entorpece el normal desplazamiento de la gente que vive y trabaja en la zona con el vallado para protejer este bodrio.
¿Por qué se sigue buscando nivelar hacia abajo? ¿Demagogia?
Sólo falta que se les ocurra pintar el Cabildo como animal print o camuflarlo previendo algún posible ataque misilístico de los fondos buitres.


P.L.B.

Fuente: clarin.com

EL ORIGEN INDIO DEL OBELISCO DE MAYO

Según una nueva hipótesis, los ingleses de las invasiones trajeron la idea desde la India.
“La Pirámide de Mayo podría estar inspirada en los monumentos funerarios británicos de la India”. (Marcelo Carroll)
“La Pirámide de Mayo podría estar inspirada en los monumentos funerarios británicos de la India”. (Marcelo Carroll)
Por Miguel Jurado
 
Me escribe el profesor Juan Lázara para darme unos datos sobre las alegorías utilizadas en los monumentos argentinos. Casi al final de su email me invita a conocer algo de su nueva investigación: “La Pirámide de Mayo podría estar inspirada en los monumentos funerarios británicos de la India”. Me quedo perplejo, le pido más precisiones. “Es un misterio qué inspiró al alarife español Francisco Cañete para construir la Pirámide de Mayo siguiendo el modelo de un obelisco. Hasta ahora, las teorías de su origen se refieren a influencias francesas e Italianas”, me escribe Lázara.
¿Pirámide? ¿Obelisco? Algo me hace ruido. Y es obvio: ¡Nuestra famosa Pirámide no es más ni menos que un obelisco! Y cómo surgió semejante confusión. Guillermo Kellmer, editor de la sección Ciudad, me advierte: “Eduardo Parise ya escribió sobre la Pirámide de Mayo y los obeliscos”. ¡Grrrrr! Parise siempre se adelanta en sus notas de la sección Secreta Buenos Aires.
No importa, voy sobre el nuevo dato: La Pirámide es un obelisco y nació en Calcuta. Decido reunirme con mi amigo investigador. Lázara me espera tranquilo en un bar a media cuadra del diario. Voy casi de incógnito, no quiero que Parise se entere de la primicia. “La Pirámide de Mayo es el primer monumento patrio y público. Hasta 1811 cuando se construye para conmemorar el primer aniversario de la Revolución de Mayo, no existían más que imágenes religiosas dentro de las iglesias”, me dice el investigador y agrega que también sería el primer monumento laico de la Argentina. Pero eso no me interesa, ya lo contó Parise. Quiero saber lo de la India. “Siempre fue un verdadero misterio las fuentes “iconográficas” de la Pirámide. Se han hecho hipótesis pero nunca corroboradas”. “Sí, sí –le digo como apurado– ¿Pero cómo es lo de la India?”. Lázara me cuenta las teorías del origen francés e italiano, pero yo quiero la versión hindú. Se decide a ir al grano: “Resulta que de nuestros varios viajes por Oriente, en un par de cementerios ingleses medio abandonados de Calcuta (India) y Dacca (Bangladesh), descubrimos monumentos funerarios casi iguales a la pirámide”. La nueva hipótesis de Lázara es sobre la posible conexión entre esas pirámides bengalíes y la nuestra, ya que son de la misma época.

Copia y original. El monumento de Plaza de Mayo (izquierda) y otro en un cementerio británico en la ciudad de Calcuta. /MARCELO CARROLL
Copia y original. El monumento de Plaza de Mayo (arriba) y otro en un cementerio británico en la ciudad de Calcuta. /MARCELO CARROLL

Lo cierto es que hasta ahora no se encontraron planos ni textos que se refieran explícitamente al modelo usado para la primera Pirámide de Mayo (la que se ve es la segunda versión, eso ya lo contó Parise). A fines de siglo XIX, el investigador Angel Carranza encuentra similitudes con las pirámides talladas en los dos pilares de la puerta de San Denis de París, un arco de triunfo similar al Arco de Tito, pero mas grande. Por su parte, muchos eruditos sostienen que nuestra pirámide fue imitada de la Aguja de Santo Domingo, que se alza en Nápoles, o de los obeliscos que están en Roma, en la Piazza del Popolo.
Entiendo la influencia francesa e italiana, las dos muy fuertes en el mundo. Pero la hindú no me cierra. Le pido más datos a Lázara. “Recordemos que Calcuta y Dacca tuvieron presencia británica a través de la Compañía Británica de las Indias Orientales. Numerosas tumbas fechadas entes 1798-1810 se asemejan a nuestra Pirámide”, me explica y se pregunta: “¿Qué punto de conexión puede haber entre Calcuta o Dacca de principios de siglo XIX y nuestro Río de la Plata?”. Entonces hace su aparición la Primera Invasión Inglesa después de un pequeño silencio intrigante de Lázara. “William Carr Beresford comandó la primera invasión al mando del 71 regimiento de infantería (Mc Leod´s Highlanders). El y parte de su tropa actuaron en varias campañas en Bengala Occidental entre fines de siglo XVIII y principios de siglo XIX. Luego de la India, pasan por Sudáfrica y llegan al Río de la Plata. Numerosos ingleses se quedaron a vivir en el Río de la Plata una vez concretado el segundo fracaso inglés”. Lázara se entusiasma con su nueva hipótesis. La semejanza entre los monumentos de India y la falsa pirámide argentina son muchos. “Algún integrante de las tropas británicas puede haberle sugerido a albañil Cañete formas que conocía de Bengala Occidental, su último destino militar”, termina y promete una investigación a fondo. Espero que no se entere Parise.
 
*Editor adjunto ARQ

Fuente: clarin.com

HABÍA UN HOMBRE DEBAJO DE "LA HABITACIÓN AZUL"
DE PICASSO

Arte
La obra de Picasso, de 1901, guardaba oculta una persona con moño y la cabeza apoyada en la mano


El cuadro La habitación azul de Pablo Picasso sometida a rayos infrarrojos ha mostrado bajo la pintura conocida otra muy diferente.  Foto:  AP 
El cuadro La habitación azul de Pablo Picasso sometida a rayos infrarrojos ha mostrado bajo la pintura conocida otra muy diferente.  Foto:  AP

WASHINGTON (AP).- Un equipo de científicos y expertos en arte descubrió que bajo una de las primeras obras maestras de Pablo Picasso, La habitación azul, hay un hombre con moño y la cabeza apoyada en la mano. Ahora la pregunta que esperan resolver los conservadores de la Colección Phillips en Washington es ¿quién es ese hombre?
Es un misterio que ha dado pie a investigaciones sobre esta obra de 1901, que Picasso creó a principios de su carrera en París, durante su período azul. Los curadores y conservadores presentaron sus hallazgos a la agencia Associated Press (AP) la semana pasada.
Por años, los expertos sospecharon que había algo bajo la superficie de La habitación azul, que integra la Colección Phillips desde 1927. Las pinceladas en la obra no coinciden con la composición de una mujer bañándose en el estudio de Picasso. Un curador hizo notar las raras pinceladas en una carta de 1954. Pero sólo en los 90 una radiografía del cuadro reveló una imagen borrosa de algo bajo la pintura. En 2008, mejoras en la tecnología de imágenes infrarrojas permitieron vislumbrar la cara de este hombre barbudo, que descansa la cabeza en una mano adornada con tres anillos.

El cuadro La habitación azul de Pablo Picasso sometida a rayos infrarrojos ha mostrado bajo la pintura conocida otra muy diferente.  Foto:  AP 
El cuadro La habitación azul de Pablo Picasso sometida a rayos infrarrojos ha mostrado bajo la pintura conocida otra muy diferente.  Foto:  AP

"Es uno de esos momentos que hacen especial tu trabajo'', dijo Patricia Favero, la curadora de la Colección Phillips que logró la mejor imagen infrarroja hasta la fecha del rostro del hombre. "La segunda reacción fue, bueno, ¿quién es? Aún estamos tratando de responder esa pregunta.''
Los investigadores descartaron que sea un autorretrato. Una posibilidad es que sea el marchand parisino Ambroise Vollard, que presentó la primera exhibición de Picasso en 1901. Pero no hay ni documentación ni pistas en el lienzo.
En los últimos cinco años, expertos de la Colección Phillips, la Galería de Arte Nacional, la Universidad de Cornell y el Museo Winterthur de Delaware desarrollaron una clara imagen de la pintura bajo la superficie. Un análisis técnico confirmó que el retrato oculto es obra de Picasso, quizá pintado justo antes de La habitación azul.
El cuadro La habitación azul de Pablo Picasso sometida a rayos infrarrojos ha mostrado bajo la pintura conocida otra muy diferente.  Foto:  AP 
El cuadro La habitación azul de Pablo Picasso sometida a rayos infrarrojos ha mostrado bajo la pintura conocida otra muy diferente.  Foto:  AP

Desde que se descubrió el retrato, los conservadores han usado otra tecnología para escanear la pintura en busca de más detalles. Favero colaboró con otros expertos para escanear la pintura con tecnología de imágenes multiespectrales y mapeo basado en la intensidad de fluorescencia de rayos X para identificar y mapear los colores de la obra escondida. Les gustaría recrear una imagen digital aproximando los colores que usó Picasso.
Los curadores de la colección planean una primera exposición centrada en La habitación azul para 2017. Por ahora, esa obra está en una gira en Corea del Sur hasta principios de 2015. Otras pinturas ocultas se han encontrado bajo importantes obras de Picasso. Un análisis técnico de La Vie en el Museo de Arte de Cleveland reveló que reelaboró considerablemente la composición del cuadro. También hallaron un retrato de un hombre con bigote en Mujer planchando en el Museo de Guggenheim en Manhattan.
Se han descubierto casos similares en otros autores. Por ejemplo, un rostro de una mujer debajo de Parche de hierba, de Van Gogh, y una imagen de un general napoleónico debajo de Retrato de don Ramón Satué, de Goya.
El otro cuadro bajo La habitación azul de Picasso.


El cuadro La habitación azul de Pablo Picasso sometida a rayos infrarrojos ha mostrado bajo la pintura conocida otra muy diferente.  Foto:  AP 


El cuadro La habitación azul de Pablo Picasso sometida a rayos infrarrojos ha mostrado bajo la pintura conocida otra muy diferente.  Foto:  AP 



El cuadro La habitación azul de Pablo Picasso sometida a rayos infrarrojos ha mostrado bajo la pintura conocida otra muy diferente.  Foto:  AP 


El cuadro La habitación azul de Pablo Picasso sometida a rayos infrarrojos ha mostrado bajo la pintura conocida otra muy diferente.  Foto:  AP 

Fuente: lanacion.com

LOS MUSEOS DE NUEVA YORK CRECEN

El MoMA, el Whitney y la Frick Collection, han decidido trasladar, ampliar o renovar sus sedes en busca de un mayor espacio para dar visibilidad a sus respectivas colecciones y buscando ser más atractivos para el visitante.
El MoMA de Nueva York


El MoMA absorberá el edificio contiguo, anteriormente dedicado al American Folk Art Museum, y ganará más de 3.700 metros cuadrados. El Whitney deja su sede en la avenida Madison para irse al edificio de Renzo Piano a los pies del High Line y triplica el espacio para su colección permanente. Y la Frick Collection abre la segunda planta de su edificio en la Quinta Avenida e inaugurará azotea, ganando también 3.900 metros cuadrados.
Pero, ¿por qué los museos "crecen" en Nueva York?. "La colección del MoMA ha crecido significativamente en la última década y la oferta del museo crecerá en proporción", explicaba en su momento el director de la institución, Glenn D. Lowry, lo cual se debe a la "historia siempre en expansión del arte moderno y contemporáneo", aunque el proyecto sigue sin concretar fecha.
"Tenemos que ir adonde demos el mejor espacio para el arte y los artistas", aseguraba por su parte el director del museo Whitney de arte estadounidense, Adam D. Weinberg, y una de sus comisarias, Barbara Haskell, aseguraba entre bromas que "es casi una vergüenza, un escándalo que tuviéramos tantos cuadros en el almacén", algo que se solucionará en la primavera de 2015.
Y la Frick Collection, que siempre tuvo la fama de ser un museo escueto e íntimo, casi se justifica y esta misma semana, al presentar su proyecto de ampliación señalaba que la nueva ampliación (que se realizará de 2017 a 2020) promete "preservar la experiencia íntima del visitante en la mansión que han deslumbrado a los amantes del arte durante más de ocho décadas".
En el MoMA, las nuevas adquisiciones que justifican la ampliación (algunas de las cuales son objeto de una exposición estos días en su edificio de la calle 53) incluyen obras de Louise Bourgeois, Lygia Clark, Steve McQueen, Gerhard Richter o Richard Serra, así como los archivos del arquitecto Frank Lloyd Wright.
En el Whitney han abierto 1.200 metros cuadrados de terrazas en el nuevo edificio para hacer hueco a esculturas e instalaciones contemporáneas, así como una sala exclusiva para performances, disciplina cada vez más presente en los grandes museos, aunque su primera exposición será, simplemente, una recolocación inteligente de su colección de siempre dentro del estudio de la luz y el espacio de Piano.
Y en la Frick Collection, con el proyecto de Davis Brody Bond se podrán ver lo que eran las estancias privadas de Henry Clay Frick, se ampliará la biblioteca y las estancias para formación y competirán en azotea con su vecino de la Quinta Avenida, el museo Metropolitano.
Además, se dará mayor flexibilidad a sus exposiciones temporales, que en los últimos meses, como en el caso de la de Vermeer, han convocado interminables colas.
Los tres cambios han levantado suspicacias en la comunidad artística o, lo que es peor, entre la comunidad de vecinos. El MoMA por ocupar un edificio contiguo que había sido premiado por su diseño, lo que le granjeó críticas que el New York Times resumió en un demoledor (nunca mejor dicho) titular: "El museo con corazón de bulldozer".
"El MoMA no está añadiendo el edificio del antiguo American Folk Art Museum a su futuro edificio, sino que el sitio en el que ese edificio ahora se haya será parte de la expansión una vez el edificio sea deconstruido y no esté en ese lugar", aclaran desde el museo respecto al proyecto de Diller Scofidio & Renfro.
La Frick Collection ha preocupado al barrio del Upper East Side por si las nuevas estructuras entorpezcan la privilegiada vista de algunos bloques de edificios a Central Park, aunque los arquitectos han asegurado que han "abordado este proyecto con respeto reverencial hacia la mansión Frick tal como fue construida en 1913-14 y a los añadidos de 1935".
Y, por último, desde el Whitney, cuya sede actual será ocupada por el Metropolitan Museum of Art, recordaron para los más nostálgicos que no es la primera vez que la institución que atesora cuadros de Edward Hopper o Georgia O'Keeffe cambia de sede y se sitúa en el bajo Manhattan y que, en definitiva, "el museo es una idea, no un lugar".

Fuente: EFE/EL UNIVERSAL

SE AUTENTICÓ UNA NUEVA OBRA DE REMBRANDT


Expertos británicos y holandeses autenticaron el Autorretrato con gorro y pluma blanca, una obra de Rembrandt fechada en 1635, sobre cuya autoría hubo dudas por más de 50 años, y la tasaron ayer en unos cincuenta millones de dólares (aunque no está a la venta).
Perteneciente al English National Trust (equivalente al Patrimonio Nacional) desde 2010 y expuesta en la abadía de Buckland, en Devon, Inglaterra, la tela del maestro holandés del Siglo de Oro generaba controversias desde 1968 por la cantidad de alumnos que albergó su taller y el historial de cuadros imitados.
Si bien Ernst van de Wetering, director del Proyecto Rembrandt, que rastrea la autoría del artista por el mundo, concluyó en 2012 que este autorretrato pertenecía al célebre pintor, nuevos análisis ahora lo reconfirman. Las pruebas de reflectografía infrarroja, los análisis de pigmentos y la limpieza de las capas de barniz que confirmaron la firma estuvieron a cargo del Instituto Hamilton Kerr.

Fuente: lanacion.com

LA LENTE CONTRA EL VIDRIO

Fotografía. 
Claudio Larrea mira de afuera los lobbies de la ciudad. Y muestra toda su belleza.


Espacios fronterizos, de transición entre dos realidades, la calle y lo privado. Los metros que se recorren cuando la puerta se cierra a nuestras espaldas y, a cada paso, se van apagando los ruidos de la calle para dejar lugar a los otros, íntimos, personales: el tintineo de las llaves antes de volver a aquietarse en el bolsillo, los pasos propios, las voces que cobran otra sonoridad. El cambio de luz, de temperatura, casi el pasaje a otro mundo. Y la promesa –al final del lobby o del pasillo, después del ascensor o la escalera– de otra puerta que se abrirá hacia quién sabe qué otras voces o silencios, qué otros encuentros o soledades. A esas fronteras nos llevan las fotos de Claudio Larrea que integran Lobbies de Buenos Aires , una de las varias muestras exhibidas estos días en la galería Arte x Arte. Son trece fotografías en color que registran lobbies de edificios construidos en distintos barrios de Buenos Aires (Palermo, Once, Flores, Caballito, Recoleta, Barrio Norte) entre las décadas del 30 y el 50. Todas de la misma medida –110 x 75 cm.–, las fotos fueron montadas en las paredes blancas del segundo piso de la galería con una limpieza y un orden que se llevan muy bien con los espacios fotografiados.
Las trece fotos integran un master plan que el fotógrafo ha llamado El amante de Buenos Aires y que le gusta describir como un gran edificio, cuyas partes están armadas con cinco series fotográficas: lobbies, escaleras, cúpulas, vistas y gente. Ese gran proyecto busca mostrar lo que queda de belleza de una ciudad que ya no es. Larrea se estableció en Barcelona poco antes de la catastrófica crisis de 2001 y cuando regresó, en 2010, se encontró con una ciudad muy deteriorada respecto de su recuerdo. Producto de ese reencuentro es su serie Buenos Aires satura que, igual que las otras puede verse en su página web, claudiolarrea.com.
Quien imagine el momento de las tomas de Lobbies...
probablemente se equivocará si no dispone de información adicional: no son fotos estudiadadas, tomadas con cámara de placas, trípode o iluminación especial. Larrea sale a recorrer Buenos Aires en bicicleta sin más herramientas que una cámara digital y su mirada. Como un cazador, cuando encuentra lo que busca, dispara. En esta serie específica su búsqueda era precisa: edificios de arquitectura art déco y racionalista. Los rasgos y materiales se reiteran en las imágenes: líneas rectas, simetría, molduras que forman figuras geométricas, mármoles, hierro, bronce, madera... Las fotografías son siempre frontales, con planos horizontales y verticales y líneas diagonales alejándose hacia un punto de fuga central. Y más tarde o más temprano, hacia ese punto de fuga se dirige también inexorablemente la propia mirada, buscando algo más allá, que está velado –por la distancia, por una pared o una puerta– pero que seduce y fascina. Apunta Hugo Beccacece en el catálogo de la muestra que “el art déco se inspiró en el estilo funerario de la tumba de Tutankamón, descubierta en 1922. De inmediato, joyas, suéteres y rascacielos adoptaron la imaginería del Antiguo Egipto. ¿Acaso algunos de los espacios elegidos por Larrea –pregunta Beccacece– no recuerdan algunas tumbas de la Recoleta, ecos remotos del Valle de los Reyes a orillas del Río de la Plata? En el fondo de esos corredores porteños, se presiente una revelación o un peligro”.
En los espacios severos, silenciosos y un poco monumentales fotografiados por Larrea es notable la ausencia humana. Los suyos son safaris fotográficos de fin de semana. Cuando pasa por una fachada que le llama la atención, se baja de la bicicleta, apoya el objetivo de la cámara sobre el vidrio de la puerta –que sirve en alguna medida como trípode– y lo fotografía. Las de esta serie de Larrea tienen una extraña doble condición: son fotos de la calle y, al mismo tiempo, imágenes de espacios interiores.
Sólo una de las trece fotos se aparta del resto, incluso en el título, que no es un domicilio: “Sr. Hugo”. El hombre es evidentemente el encargado de mantener impecable el lobby en cuestión, donde Larrea fotografía apenas las huellas de su presencia cotidiana: un plumero descansando en la baranda de bronce de la escalera, un secador de piso apoyado en el mármol, un trapo y el envase de un limpiador sostenidos en el picaporte de una puerta.
La muestra en Arte x Arte tiene el plus de una instalación. No son tantos los que saben que la galería, que dirige Luz Castillo, –rediseñada para exhibir exclusivamente fotografía, video y nuevos medios– funciona en el edificio de lo que fue la vieja fábrica de los flanes Quimili, en Villa Crespo. Larrea convirtió con mucho humor la vieja cámara frigorífica en una especie de santuario, un cuartito como los que los encargados de edificio suelen usar como depósito o cuarto de limpieza en el sótano: iluminó el lugar con una lámpara galponera y lo ambientó con una vieja radio, una silla donde esperan un equipo de mate, unas bolsas de residuos, unos guantes tirados y una pila de correspondencia que espera ser distribuida a los consorcistas del edificio.

FICHA
Claudio Larrea
Lobbies de Buenos Aires
Lugar: Arte x Arte, Lavalleja 1062, tel. 4773-2738 / 4772-6754
Fecha: hasta el 18 de junio
Horario: mar a vier, 13.30 a 20; sáb, 13.30 a 16
Entrada: gratis


Fuente: Revista Ñ Clarín

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