Casi 5.000 pinturas rupestres bien conservadas fueron descubiertas en cuevas de la sierra de San Carlos, una zona del estado mexicano de Tamaulipas (noreste) donde no se conocía presencia de grupos prehispánicos, difundió este jueves el Instituto Nacional de Antropología (INAH) en su sitio electrónico
Casi 5.000 pinturas rupestres bien conservadas fueron
descubiertas en cuevas de la sierra de San Carlos, una zona del estado
mexicano de Tamaulipas (noreste) donde no se conocía presencia de grupos
prehispánicos, difundió este jueves el Instituto Nacional de
Antropología (INAH) en su sitio electrónico.
Los expertos no han logrado todavía precisar la antigüedad de las
pinturas al no hallar ningún objeto que se pueda asociar al contexto de
su época, pero el INAH destacó que es posible tomar y analizar muestras
de los pigmentos para establecer una fecha aproximada.
Las 4.926 pinturas fueron descubiertas durante una investigación de
la arqueóloga Martha García Sánchez en un área del municipio de Burgos
(Tamaulipas).
Las imágenes fueron elaboradas en 11 sitios localizados en cuevas y
cañadas de la sierra de San Carlos por "al menos tres grupos de
cazadores-recolectores de la región: guajolotes, iconoplos y pintos",
explicó el INAH.
No obstante, el Instituto apunta a que por esa zona también se movían
otros grupos como los cadimas, conaynenes, mediquillos, mezquites,
cometunas y canaimes.
En un solo sitio, la Cueva de los Caballos, se registraron más de 1.550 imágenes.
La arqueóloga García Sánchez, que tuvo conocimiento de la existencia
de las pinturas en 2006, reveló estos detalles de su investigación
durante el segundo Coloquio de Arqueología Histórica que se realiza en
el Museo Nacional de Historia de México hasta el viernes.
La importancia de estas pinturas "radica en que con base en ellas
hemos podido documentar la presencia de grupos prehispánicos en Burgos,
donde antes se decía que no había nada, cuando en realidad estuvo
habitado por una o varias culturas", resaltó García Sánchez.
Las pinturas dejan entrever que las actividades de esos grupos
nómadas se concentraban en la caza, pesca y recolección pero también se
observan imágenes religiosas, astronómicas y representaciones de flora y
fauna.
"La mayoría de estas pinturas tiene un grado de conservación impresionante", se felicitó la arqueóloga.
El hallazgo puede arrojar luz sobre las culturas que habitaron esa zona de México.
"Estos grupos escaparon al dominio español por casi 200 años (...)
huían a la sierra de San Carlos donde tenían agua, plantas y animales
para alimentarse. Los españoles no se metían a la sierra y sus cañadas",
expuso la arqueóloga.
Fuente: AFP
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ENCUENTRAN CASI 5.000 PINTURAS RUPESTRES
EN EL NOROESTE DE MÉXICO
VUELVE UN ESPECTÁCULO ÚNICO EN EL MUNDO
Vuelve un espectáculo único en
el mundo, una orquesta sinfónica formada sólo por guitarras eléctricas.
Música clásica con sonido moderno de las manos de 19 apasionados
músicos. El espectáculo Sinfonity es una idea original de Pablo Salinas,
director musical de la orquesta y creador de la misma. Compositor,
intérprete de guitarra y piano, arreglista y productor, al que avalan 30
años de experiencia profesional. Desde la puesta en marcha del
espectáculo en gran formato, Sinfonity ha recibido propuestas para
presentarse en Argentina, Perú, Chile, Colombia, Japón, Estados Unidos,
Alemania, Rusia, México e Israel. El repertorio incluye obras de Bach,
Holst, Vivaldi o Falla. Sinfonity presentará su nuevo espectáculo los
días 25, 26 y 27 de mayo en el Teatro Nuevo Alcalá de Madrid.
Fuente: COONIC
Fuente: COONIC
AES + F:
LOS VANGUARDISTAS RUSOS QUE LLEGARON AL FAENA
Una video-proyección de 26 metros de largo y curva abraza al público en Puerto Madero.
Son 26 metros de largo: eso ocupa la enorme video-proyección
panorámica ante la que nosotros –como público– nos sentimos inmersos. Y
tiene un detalle para nada menor: la superficie sobre la que se proyecta
es curva. Esto hace que el gran video nos abrace, nos contenga
prácticamente en su interior, al igual que la escala de las figuras y
personajes que aparecen, que son ENORMES (sus brazos pueden medir 7 u 8
metros). Nosotros, como espectadores, no estamos acostumbrados a manejar
semejante punto de vista de la realidad. Y todo es inusual en estos
videos tan especiales que son el trabajo del grupo de artistas rusos AES
+ F –el nombre responde a las siglas de sus nombres, Tatiana
Arzamasova, Lev Evzovich, Evgeny Svyatsky y Vladimir Fridkes–, que se
presenta por primera vez en la Argentina, en el Faena Arts Center, Aimé
Paine 1169, Puerto Madero. Si puede ir a verlo, vaya: es poco frecuente
ver este tipo de obras de arte contemporáneo por aquí y también por el
mundo en general, debido a su producción técnica tan compleja. Estos
videos son elaborados en base a la unión y edición digital de más de 100
mil fotografías digitales, tomadas durante períodos largos, de meses,
contra un telón gris de fondo frente al cual los artistas dirigen a un
grupo de actores y modelos. En el caso de lo que puede verse en el
Faena, el este proceso dio como resultado La trilogía del espacio liminar,
es decir, algo así como la trilogía del espacio que es umbral, que es
puerta de entrada hacia otra cosa, hacia otro espacio. Esta trilogía
comprende tres obras, tres videos distintos, llamados “Ultimo motín”,
“La fiesta de Trimalchio” y “Allegoria Sacra”, y cada uno se proyecta en
una fecha determinada.
Las obras –curadas por Sonia Becce– aluden
al Infierno, el Paraíso y el Purgatorio. Sin embargo, cuando usted las
observe, más que seguir un hilo argumental o temático claro y
determinado, déjese llevar por la propia cadencia visual, la de las
imágenes y el tiempo del video: es mucho más interesante ésto, en el
trabajo de los AES + F, que lo que pretenden decir a través de cierto
argumento. La gran seducción de las imágenes que crean estos artistas
quizás se deba a ese pequeñísimo efecto –percibible sólo si presta mucha
atención- de ir “para atrás” y “hacia adelante” con las imágenes (algo
así como rebobinar, casi constantemente y en un mínimo fragmento de
segundo, cada una de sus fotografías, para luego volverla al presente).
El otro secreto del enorme impacto de estas obras se esconde en su
escala: las proyecciones miden generalmente unos 25-30 metros de largo
como mínimo, y los detalles de los videos son vistas a las que no
estamos acostumbrados. Esto nos fuerza a construir nuestra mirada de
otra manera, para poder observar y comprender todo lo que se presenta.
Además
la trilogía tiene esa presencia multirracial, de personajes de todo el
mundo, casi siempre muy jóvenes; muchos podrían ser modelos. Así, aúnque
las escenas tengan algún ribete dramático, no son oscuras: siguen el
estándar de lo que es la “belleza” ligada a la publicidad. Las obras
responden a cánones tradicionales y a una estética de “perfección”, muy
acorde con los tiempos que corren: toda realidad se mejora con
Photoshop. Aun la del propio infierno .
Fuente: clarin.com
INAUGURA ARTEBA:
UNA OPORTUNIDAD PARA INICIARSE EN EL COLECCIONISMO
Cultura / La feria que interpela a los sentidos
Esta
noche será el acto de apertura y desde mañana el público podrá visitar
más de 50 galerías, muchas de ellas extranjeras, y acercarse al arte
contemporáneo
Por María Elena Polack / Para LA NACIÓN
Nadie debería irse con las manos vacías, aunque las obras permanezcan colgadas hasta el cierre de la exhibición. Porque es una feria y a las ferias se va a mirar, a sentir, a sorprenderse y a comprar. ArteBA, que esta noche tendrá su inauguración oficial y mañana abrirá al público general, en esta 22a edición seducirá con una propuesta amplia, variada, con fuerte presencia latinoamericana y con una mezcla de artistas jóvenes y consagrados que marcan el ritmo del arte contemporáneo.
Instalaciones, pintura, escultura, videos,
fotografía... todos los formatos tradicionales y muchos que buscan
marcar que el arte es la manifestación completa de una cultura, con sus
alegrías y sus desgracias. No falta nada y encima se compra en pesos, en
estos días de dificultades para tener dólares a mano y convertirlos en
ahorro a resguardo.
Desde mañana y hasta el lunes, de 13 a 21, en los
pabellones Azul y Verde de La Rural (entrada general 70 pesos; con Citi y
Club LA NACIÓN, 2 x 1), el público podrá acercarse a las nuevas
tendencias en las 56 galerías, 16 de ellas extranjeras, que estarán
presentes.
Presidente saliente y presidente entrante de la
Fundación arteBA, Facundo Gómez Minujin y Alec Oxenford,
respectivamente, ponen el foco en la profundización del coleccionismo
con la convicción de que comprar arte no es exclusivo de adinerados,
sino que es posible para todas las billeteras y para todos los gustos.
Difícil guiar al lector sobre lo que no debe dejar de
ver en esta edición de arteBA. Los más jóvenes y los "cazatalentos"
probablemente optarán por visitar el Barrio Joven Chandon como primera
escala. Es el área más provocativa de la feria, en la que todo es arte y
cultura. Es el espacio donde se ve lo más arriesgado y donde el
esfuerzo artístico está puesto en la necesidad de expresarse más que en
pensar si le gustará al mercado.
Varios galeristas y artistas que hoy se exhiben en el
sector "adultos" de arteBA iniciaron su camino en el Barrio Joven y
fueron creciendo a lo largo de estos años. En ese ámbito, es probable
que la galería Militantes despierte sentimientos encontrados con sus
propuestas como Urna , de Santiago Rey, y Homenaje , de Daniel Leber.
La bienvenida al Barrio Joven la da Temperantia,
instalación de Leo Batistelli, inspirado en las burbujas de champagne.
La obra es inédita y fue especialmente creada para esta feria. En
Cerâmica Luiz Salvador, en Brasil, tomaron cuerpo los líquenes, los
brotes y las esporas. En la Argentina, la instalación se completó con el
trabajo de Cristalería Vitrofin, donde se soplaron las burbujas de
cristal, y de Porcelanas Verbano, donde se crearon los líquenes azules y
ocres, los luminosos y las filtraciones.
Entre los artistas argentinos consagrados, hay que
hacer un alto en el stand de Aeropuertos Argentina 2000 para ver las
obras de Gyula Kosice, que cumple 70 años de trayectoria y exhibe
trabajos de todos los tiempos que cada vez parecen más actuales. En este
espacio se presentan seis obras que marcan la obsesión de Kosice por la
luz, el agua, el movimiento, los sonidos y los espejismos.
En el espacio de Ro Galería de Arte, Marta Minujín y Rogelio Polesello impactan con una creación de este año: Dream walls , un acrílico tallado, con cotín, pintura flúo y laca de pequeño formato (43 x 37 x 30 cm).
El espacio U-Turn Project rooms by Mercedes-Benz
alberga a 25 artistas de nueve países representados por 12 galerías de
nuestro país, de Alemania, de Brasil, de España, de México, de Perú y de
Suiza.
Además de exhibir sus obras, estarán de visita en
arteBA los artistas Alexander Wagner (Alemania), Marcelo Cidade,
Guillermo Peters y Roberto Winter (Brasil), y Sophie Erlund (Dinamarca) y
Daniel Jackson (Estados Unidos).
Un capítulo especial merecen los diez años del Premio
Petrobras, que se anunciará mañana y que, por primera vez, tiene un
curador extranjero, el mexicano Cuauhtémoc Medina (investigador del
Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universdad Nacional
Autónoma de México), que planteó un desafío muy interesante: el del
exilio. Esta edición se llama Desplazamientos y pudieron participar
artistas argentinos emigrados o extranjeros radicados en nuestro país,
que reflejen en sus obras la problemática de la identidad de lo local o
las marcas que generan los exilios. Se presentaron 400 proyectos y
fueron seleccionados cinco. Faltan pocas horas para develar la
incógnita.
El público, además, podrá participar del concurso Arcos
Dorados, que, por cuarto año seguido, selecciona la obra ganadora con
el voto directo de los visitantes, además de la opinión de los expertos.
Sugerencias para ver
Diez obras de referencia del arte contemporáneo.- Homenaje a Moholy-Nagy
Autor: Gyula Kosice
Galería: AA2000
- Lamento dorado
Autor: Gonzalo Lebrija
Galería: Travesía Cuatro
- Homenaje
Autor: Daniel Leber
Galería: Militantes
- Ambiente en estéreo
Autor: José Carlos Martinat
Galería: Revólver
- Sicaria
Autor: Ana Gallardo
Galería: Ignacio Liprandi
- Sin título
Autor: Znort
Galería: Choque frontal
- Cristal
Autor: I. Navarro-P. Pulido
Galería: Isabel Aninat
- Dream walls
Autor: Marta Minujin y Rogelio Polesello
Galería: Ro
- Evita, fotos y videos
Autor: Nicola Costantino
Galería: Castagnino Roldán
- Organic Chandelier
Autor: Sophie Erlund
Galería: PSM
Del editor: por qué es importante.
ArteBA, una feria que cada año recibe más visitantes, es el punto culminante de la temporada de arte en la ciudad.
Fuente: lanacion.com
ArteBA, una feria que cada año recibe más visitantes, es el punto culminante de la temporada de arte en la ciudad.
Fuente: lanacion.com
LA TRANSFORMACIÓN DEL PUNK CULMINA EN LA ALTA COSTURA
El disfraz de la anarquía llegó con su propio
reglamento. El Met de Nueva York exhibe "Del caos a la alta costura",
una muestra que conecta los puntos entre las innovaciones del punk
contra todo lo formal y los elementos que la alta moda tomó o
directamente copió del movimiento.
Ejemplo del legado de la moda punk están expuestos en el Metropolitan Museum de Nueva York desde el 9 de mayo. Johnny Rotten en 1976 y una línea de Junya Watanabe. |
Por Jon Caramanica
The New York Times
En Inglaterra, en los años 1970, todos skinheads, teddy boys, mods, rockers tuvieron una apariencia coherente y comprensible. Los punks mezclaron lo que encontraron, lo cortaron en pedazos y lo cosieron de otras maneras. Fue un corte de manga al prolongado legado del uniforme salvo por el hecho de que, obviamente, a su modo también lo era. El uniforme contra lo uniforme se convirtió en el legado estético más estentóreo y perdurable, probablemente en su detrimento.
Fue una caricatura fácil, una expresión fácilmente reproducible de la angustia de la clase trabajadora. Punk: Chaos to Couture (Del caos a la alta costura), la exposición del Metropolitan Museum of Art en Nueva York que se inauguró el 9 de mayo, conecta los puntos entre las innovaciones del punk contra todo lo formal y los elementos que la alta moda tomó o directamente copió del movimiento.
El título es, de todos modos, un poco engañoso. Ciertamente, la decadencia y el desorden fueron centrales en la ideología del punk, pero el caos fue siempre controlado y el caos fue siempre "couture". El punk podrá haber sido una de-construcción pero no fue un accidente. Yuxtaponer las viejas prendas con los tributos, como hace la exposición, pinta los artículos del punk como piedras preciosas rescatadas y resucitadas por diseñadores de mirada muy afilada con habilidades tradicionales una erupción de casualidad en la corriente dominante.
Sin embargo, en el reglamento del punk su disfraz de anarquía era muy potente aun antes de que alguien lo mirara. La profanación de logos e imágenes, la construcción deliberadamente harapienta, la mezcla de referencias, el énfasis en lo duro como también en lo blando fueron principios claves del estilo que exigía adhesión. Eran estilos para usar, y también modelos para vivir. Y estas visiones avanzaron rápidamente, creando apariencias que se establecieron con diferentes niveles de intensidad a ambos lados del Atlántico.
En Nueva York, los modelos dominantes fueron el taciturno corte sartorial de Richard Hell, que reprodujo la frase "Mátenme por favor" en una camiseta, o el chic gastado de los Ramones, con sus camperas de cuero negro y los jeans ajustados rotos. Discretos y harapientos, eran sorprendentemente elegantes y comunicaban una plétora de cosas con unos pocos gestos apenas.
El punk como expresión espectacular prendió más en Inglaterra, en gran medida con Malcolm McLaren de los Sex Pistols y la diseñadora radical Vivienne Westwood en su influyente tienda en King’s Road que en un momento se llamo Sex, y después, Seditionaires, entre varios otros nombres. Tomaron algunos de los gestos de desdén del estilo de Nueva York y los hicieron estallar, imprimiéndoles una actitud rutilante. De golpe, el punk se transformó en un conjunto de elementos incendiarios diseñados para generar una provocación máxima.
Las remeras, en su mayoría moderadas para los criterios modernos, eran rabiosas y caprichosas, llenas de ataques a distintos logos e imágenes: la Reina de Inglaterra, cowboys desnudos, Jesús, esvásticas y cruces de hierro. McLaren y Westwood demostraron que la historia estaba para ser reinterpretada. Pero la legibilidad y la coherencia eran la clave de esa propuesta. Por eso, el punk se convirtió fácilmente en marca y en producto divorciado de su ideología original, sin duda, pero reproducible para siempre.
Transcurridas casi cuatro décadas, el punk evolucionó como palabra, como género, como estilo. En la moda, es simplemente una referencia más en la cual abrevar, tan válida en su negación de la estructura como cualquier otra cosa fundada en la estructura. El punk moderno, si es que todavía existe, quedó osificado en las remeras ajustadas y el pelo con laca; debe muy poco a sus antepasados. De todos modos, el género se individualiza por la profundidad de su influencia en la alta moda.
El hip-hop también dejó una marca, aunque ha sido poco uniforme y débil. El grunge tuvo sus momentos a lo largo de los años, pero fue menos una cosmovisión que una protección. Si hay acaso un movimiento musical con el potencial de sostener una exposición como ésta en el Met después de varios decenios, tal vez sea la cultura rave y sus numerosos afluentes, con sus ideas sobre silueta, sobre estructura, sobre tamaño, sobre color que son a la vez sui generis y virales. El rave sabe lo que sabía el punk: la ropa siempre fue para mostrar.
El hecho de que las prendas de vestir pudieran alguna vez ser consagradas ¿enclaustradas? en el mismo museo que también alberga colecciones apiladas de obras de arte del Renacimiento, objetos egipcios y demás, constituye probablemente el final lógico de la ideología nihilista de Hell, el sueño de la insistencia vendedora de McLaren.
Una exposición así no sería posible sin el desmantelamiento sistemático de las murallas que rodean la cultura alta y la cultura baja que el punk contribuyó a derribar con más fuerza todavía que sus predecesores, sin hablar del turismo cultural al que inevitablemente lleva.
The New York Times
En Inglaterra, en los años 1970, todos skinheads, teddy boys, mods, rockers tuvieron una apariencia coherente y comprensible. Los punks mezclaron lo que encontraron, lo cortaron en pedazos y lo cosieron de otras maneras. Fue un corte de manga al prolongado legado del uniforme salvo por el hecho de que, obviamente, a su modo también lo era. El uniforme contra lo uniforme se convirtió en el legado estético más estentóreo y perdurable, probablemente en su detrimento.
Fue una caricatura fácil, una expresión fácilmente reproducible de la angustia de la clase trabajadora. Punk: Chaos to Couture (Del caos a la alta costura), la exposición del Metropolitan Museum of Art en Nueva York que se inauguró el 9 de mayo, conecta los puntos entre las innovaciones del punk contra todo lo formal y los elementos que la alta moda tomó o directamente copió del movimiento.
El título es, de todos modos, un poco engañoso. Ciertamente, la decadencia y el desorden fueron centrales en la ideología del punk, pero el caos fue siempre controlado y el caos fue siempre "couture". El punk podrá haber sido una de-construcción pero no fue un accidente. Yuxtaponer las viejas prendas con los tributos, como hace la exposición, pinta los artículos del punk como piedras preciosas rescatadas y resucitadas por diseñadores de mirada muy afilada con habilidades tradicionales una erupción de casualidad en la corriente dominante.
Sin embargo, en el reglamento del punk su disfraz de anarquía era muy potente aun antes de que alguien lo mirara. La profanación de logos e imágenes, la construcción deliberadamente harapienta, la mezcla de referencias, el énfasis en lo duro como también en lo blando fueron principios claves del estilo que exigía adhesión. Eran estilos para usar, y también modelos para vivir. Y estas visiones avanzaron rápidamente, creando apariencias que se establecieron con diferentes niveles de intensidad a ambos lados del Atlántico.
En Nueva York, los modelos dominantes fueron el taciturno corte sartorial de Richard Hell, que reprodujo la frase "Mátenme por favor" en una camiseta, o el chic gastado de los Ramones, con sus camperas de cuero negro y los jeans ajustados rotos. Discretos y harapientos, eran sorprendentemente elegantes y comunicaban una plétora de cosas con unos pocos gestos apenas.
El punk como expresión espectacular prendió más en Inglaterra, en gran medida con Malcolm McLaren de los Sex Pistols y la diseñadora radical Vivienne Westwood en su influyente tienda en King’s Road que en un momento se llamo Sex, y después, Seditionaires, entre varios otros nombres. Tomaron algunos de los gestos de desdén del estilo de Nueva York y los hicieron estallar, imprimiéndoles una actitud rutilante. De golpe, el punk se transformó en un conjunto de elementos incendiarios diseñados para generar una provocación máxima.
Las remeras, en su mayoría moderadas para los criterios modernos, eran rabiosas y caprichosas, llenas de ataques a distintos logos e imágenes: la Reina de Inglaterra, cowboys desnudos, Jesús, esvásticas y cruces de hierro. McLaren y Westwood demostraron que la historia estaba para ser reinterpretada. Pero la legibilidad y la coherencia eran la clave de esa propuesta. Por eso, el punk se convirtió fácilmente en marca y en producto divorciado de su ideología original, sin duda, pero reproducible para siempre.
Transcurridas casi cuatro décadas, el punk evolucionó como palabra, como género, como estilo. En la moda, es simplemente una referencia más en la cual abrevar, tan válida en su negación de la estructura como cualquier otra cosa fundada en la estructura. El punk moderno, si es que todavía existe, quedó osificado en las remeras ajustadas y el pelo con laca; debe muy poco a sus antepasados. De todos modos, el género se individualiza por la profundidad de su influencia en la alta moda.
El hip-hop también dejó una marca, aunque ha sido poco uniforme y débil. El grunge tuvo sus momentos a lo largo de los años, pero fue menos una cosmovisión que una protección. Si hay acaso un movimiento musical con el potencial de sostener una exposición como ésta en el Met después de varios decenios, tal vez sea la cultura rave y sus numerosos afluentes, con sus ideas sobre silueta, sobre estructura, sobre tamaño, sobre color que son a la vez sui generis y virales. El rave sabe lo que sabía el punk: la ropa siempre fue para mostrar.
El hecho de que las prendas de vestir pudieran alguna vez ser consagradas ¿enclaustradas? en el mismo museo que también alberga colecciones apiladas de obras de arte del Renacimiento, objetos egipcios y demás, constituye probablemente el final lógico de la ideología nihilista de Hell, el sueño de la insistencia vendedora de McLaren.
Una exposición así no sería posible sin el desmantelamiento sistemático de las murallas que rodean la cultura alta y la cultura baja que el punk contribuyó a derribar con más fuerza todavía que sus predecesores, sin hablar del turismo cultural al que inevitablemente lleva.
Gritar tan alto
como el público y ser escuchado ése fue, todo el tiempo, parte del
objetivo. Y da lugar, como mínimo, a una fértil renovación del debate:
¿la infiltración corrompe o los corruptos se infiltran?
Fuente: Revista Ñ Clarín
AUTORRETRATO FUSILADO, CON DISPAROS Y OTRAS FORMAS DE LA MEMORIA
Fotografías de Marcelo Brodsky, registros de El Siluetazo y una selección de obras de las colecciones del
Castagnino-Macro con foco en la memoria se exhiben hasta el 21 de mayo en el museo de Rosario.
AUTORRETRATO CON DISPAROS. La figura acribillada de Oscar Bony irrumpe en el límite difuso entre fusilamiento y suicidio. |
Un grupo de pescadores conversa. Desde Parque España es posible
caminar por la costanera, atravesar senderos, entre sauces y palmeras, y
llegar al Museo de Arte Contemporáneo de Rosario (Macro), un antiguo silo, a orillas del Paraná.
El
museo tiene una estructura que incluye ocho cilindros que
originariamente se usaban para el almacenamiento de granos. Cuenta con
diez pisos, una explanada, un túnel, además de depósitos de obras, y una
tienda de venta de libros.
Por estos días el híper colorido Macro está copado por tres muestras que ocupan los siete pisos del museo. Arbol/Archivo + Polípticos
reúne fotografías de Marcelo Brodsky. “La mirada se va construyendo en
relación con lo real y con lo vivido. Arbol /Archivo es la constatación
de la relación de mi mirada con la naturaleza a través de ese itinerario
visual”, dice el artista.
Ese camino comienza en el exilio
en Barcelona, en 1979, con su autorretrato fusilado en la Plaza de San
Felipe Neri, en la que el régimen franquista llevó a cabo innumerables
ejecuciones en la Guerra Civil Española, y termina en el mismo sitio
veinticinco años después, con otro autorretrato frente al mismo
árbol.
Brodsky seleccionó fotos de toda su vida y desató
un diario íntimo paradojal que va de la muerte a la vida. Desde ese
primer “Autorretrato fusilado” que tomó el joven Brodsky después de
abandonar el país cuando intentaron secuestrarlo en 1977, y antes de la
desaparición de su hermano Fernando, hasta la última toma frente a ese
árbol, hay un proceso que el artista denomina de sanación. Una especie
de catalizador para elaborar dolores y pérdidas. Cuenta el artista que
junto con la naturaleza, su mujer, a quien conoció en el exilio, y su
hijo, serán parte de la “reconstrucción de la vida”.
En esta
intensa crónica visual uno se encuentra con el reflejo del edificio Le
Parc que se desvanece por efecto del viento en esa fotografía que es la
que inició la intensa conversación visual entre Marcelo Brodsky y Manel
Esclusa. Algunos árboles parecen fugar al cielo, otros tienen
protuberancias, extrañas malformaciones. Cerca está el río de los vuelos
de la muerte, devenido en “tumba inexistente”, como lo llamó el artista
en su libro Buena memoria.
EL SILUETAZO. Una acción colectiva de arte, el 21 de septiembre de 1983. (Foto:Alfred)o Alonso. Archivo Cedinci |
Están los árboles que plantaron los familiares de desaparecidos en el Bosque de la Memoria, en la Universidad de Tucumán. “Este árbol crecerá, dará flores, en sus ramas mil aves trinarán. Hijo mío, eternamente vivís en el corazón de tu madre, tu hija y tus hermanos”, dice un papel, ya casi deshecho por la lluvia, que cuelga de uno de los árboles.
Uno
intuye que para el artista seleccionar imágenes de su archivo implicó
encontrarse con la mirada de ese joven que fue. Hay que animarse a darse
una vuelta por el pasado. Es que desde su serie Buena memoria,
en sus fotografías siempre está en carne viva su propia historia de
vida. Resulta difícil olvidar aquella imagen con sus compañeros de clase
del Colegio Nacional de Buenos Aires, los círculos rojos sobre los que
ya no están vivos. Esa foto, que acaba de comprar la Galería Tate de
Londres para su colección, y las que integran ese fotorreportaje que
termina con un capítulo dedicado a su hermano, son estremecedoras. Desde
las fotos familiares hasta la última de Fernando en la ESMA.
Dos muestras con obras de la colección del museo acompañan a la de Brodsky. Con documentos, fotografías y textos, El Siluetazo
recuerda la gran acción colectiva que arrancó aún en democracia, un 21
de septiembre de 1983, por iniciativa de los artistas Rodolfo
Aguerreberry, Julio Flores y Guillermo Kexel. Participaron agrupaciones
estudiantiles de centros universitarios (todavía prohibidas) como la de
la escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón, la de Arquitectura,
Filosofía y Letras, Sociología y Farmacia, y todos los que fueron a la
movilización convocada por Madres de Plaza de Mayo. Aquella intervención
urbana se propuso “reclamar por la aparición con vida de los
desaparecidos, darle a la movilización otra posibilidad de expresión y
perdurabilidad temporal, crear un hecho gráfico que golpee al gobierno a
través de su magnitud física y desarrollo formal, y por lo inusual,
renueve la atención de los medios de difusión y provoque un aglutinante
que movilice muchos días antes de salir a la calle”.
En Legajos
se exhibe una selección de 16 obras de las colecciones del Castagnino -
Macro. “Se buscó poner el foco en la memoria de las piezas” dice Nancy
Rojas, del equipo curatorial del museo. Cada obra va acompañada por su
correspondiente legajo técnico que integra el archivo del museo. En el
séptimo piso uno se encuentra con el inolvidable video “Granada” de
Graciela Taquini. A partir del relato videográfico de la artista Andrea
Fasani, secuestrada durante la dictadura militar, Taquini desata una
obra potente.
CRONICA VISUAL. El reflejo del edificio Le Parc se desvanece por efecto del viento en esa fotografía de Marcelo Brodsky.
|
Recuerdo y olvido se alternan en un sino tortuoso. ¿Por qué es tan atrozmente selectivo el recuerdo?
En otra sala, está
uno de los músicos de espuma de poliuretano de León Ferrari. Hay textos,
poesías, libros y carteles postales de Mirtha Dermisache. Su invención
de una forma de escritura provoca un efecto de extrañeza: crea un
lenguaje que es pura forma vaciado de contenido. Está también el
anteproyecto de cárcel subterránea para la ciudad de Buenos Aires y el
de cárcel flotante para el Río de la Plata de Horacio Zabala. Hay, entre
otras, obras de Víctor Grippo, Feliciano Centurión, Egar Murillo y
Oscar Bony.
De las obras de esta última muestra, una en particular
lleva de nuevo al autorretrato fusilado de Brodsky. Las esquirlas del
díptico “El asesino” de Oscar Bony quedan clavadas en la retina.
Provocan una impresión de desgarro tan intensa como ese fusilamiento en
la Plaza de San Felipe Neri. Bony sabía acribillar a balazos. Destrozó
certezas: miró y pensó la obra en el entramado político y social. Estaba
convencido: “El artista asume una responsabilidad: la de redefinir cada
vez la naturaleza del arte teniendo en cuenta su tiempo”. Y no dudó:
expuso en vivo “La familia obrera” ante los ojos incrédulos de la
familia clase media. Y, entonces, disparó una vez más: hizo estallar
alusiones políticas, estéticas, de relaciones de explotación y sujeción.
Tras presentarla, tuvo una crisis profunda: comenzó a indagar acerca
del rol social del arte, y decidió abandonar la producción artística
durante años.
Es curioso: su primera serie de fotografías baleadas
se llamó “Obras de amor y violencia”. Se entiende: ira de amor, la más
pasional, irracional y, acaso, justificada de todas. Su figura
acribillada irrumpe en el límite difuso entre fusilamiento y suicidio.
Bony tensó el dispositivo estético: convirtiéndose en víctima y
victimario; verdugo y fusilado. Los suyos son suicidios heroicos. Más
aún: irrumpe desafiante.
Esos retratos perforados con envidiable
pasión son actos de resistencia. Le daba miedo la muerte a Bony. Y a
quién no. Difícil olvidar su furiosa conjura, en su sótano-taller, con
su revólver Smith & Wesson 32 en mano.
FICHA
Arbol/Archivo + Polípticos
El Siluetazo
Legajos
Lugar: Museo de Arte Contemporáneo de Rosario (MACRO)
Estanislao López 2250 (Bv. Oroño y el Río Paraná, Rosario)
Fecha: hasta el 21 de mayo
Horario: jueves a martes de 14 a 20; miércoles cerrado
Entrada general: $5; menores de 12 años, gratis.
Fuente: REvista Ñ Clarín
LA FRACTURA SOCIAL ARGENTINA
RECORRE EL MUNDO EN IMÁGENES
"Fractura Expuesta 2001-2011", la selección de
trabajos del fotógrafo Pepe Mateos se pueden ver en estos días en
Instituto Iberoamericano de Berlín, para después trasladarse a
Barcelona. Un documento inquietante, ahora expuesto a los ojos
extranjeros.
PEQUEÑAS HISTORIAS. Mientras unos manifiestan contra la exclusión, dos señoras toman el té en un bar tradicional. |
Los programas culturales rescatan datos quizás obvios. Para el
Instituto Iberoamericano de Berlín, donde se inauguró el 14 de mayo
pasado Fractura Expuesta 2001-2011, la exhibición es un
documento del clima social y político en la Argentina después de la
crisis de 2001, que comenzó "tras la renuncia de Fernando de la Rúa" y a
la que le siguió "una fase de pérdida de fe en el liderazgo político e
inestabilidad económica". El fotógrafo estuvo presente y escuchó atento
las palabras de la antropóloga Bárbara Gobel, que contextualizaron para
el público presente el trabajo de Mateos, bien arraigado en una realidad
extraña a la mirada alemana. En el edificio ubicado en la zona más
nueva de la ciudad, rodeada de rascacielos espejados, destacó en las
imágenes una visión objetiva de los hechos y a la vez intervenida por la
subjetividad del fotógrafo.
ANIVERSARIO. Frente al mural que homenajea a Kosteki y Santillán, víctimas de la represión. |
Hasta junio podrán verse en Berlín las escenas más escalofriantes de violencia, los piquetes y la huella que deja la exclusión, a través de la mirada de Mateos, reportero gráfico de Clarín y distinguido en 2003 con el Premio Internacional Rodolfo Walsh de Periodismo por la cobertura de estas mismas protestas. Tras el 2001 –dice el programa– surgieron diversas formas de protesta social, como los llamados cacelorazos (ruidosas manifestaciones golpeando cacerolas), pero esta situación cambió con las elecciones nacionales de 2003", agrega. Los estados de ánimo y los acontecimientos en las calles de Buenos Aires aparecen con igual intensidad en las fotografías de Pepe Mateos, que participa de la acción pero en simultáneo mira con distancia, casi con ironía, como queda de manifiesto en la imagen de las señoras que toman el té de las cinco ante la mirada de los que quedaron del otro lado del vidrio.
AL CALOR DE LA PROTESTA. Una impactante imagen tomada el 19 de diciembre de 2001. |
Desde el 28 de mayo, el centro cívico Pati Limona de Barcelona recibirá a la exhibición itinerante, con el título Fractura expuesta. Fotografías de una década.
Esta vez, el programa rescata en las imágenes, más que su contexto, los
detalles. "Es una serie de fotografías de Pepe Mateos con escenas y
personajes situados en los márgenes de los eventos que habitualmente
cubre un fotoperiodista”. La realidad más conocida, la de la crisis, da
paso a la interpretación: se percibe el recorte, con cierto
escepticismo, en las imágenes que expresan visualmente la complejidad de
las situaciones en las que fueron capturadas, unas veces de forma
ambigua, otras explícitas. Son todas imágenes que consiguen inquietar
aunque no siempre explican por sí mismas todo, aunque sea un argentino
conectado con la realidad el que las mira. “En el estilo personal que ha
desarrollado –describe el programa en catalán–, el registro crudo de
los hechos, convive con imágenes que ofrecen diferentes lecturas,
siempre cruzadas por un clima de tensión, desesperanza y violencia".
EN BERLIN. Pepe Mateos junto a Bárbara Gobel, directora del Instituto Iberoamericano de esa ciudad. |
Fuente: Revista Ñ Clarín
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