GRIPPO: LA MATERIA Y LA CONCIENCIA

A diez años de su muerte, una muestra en el Malba refleja las preocupaciones de Víctor Grippo, donde se cruzan la química y la filosofía.

Naturalizar al hombre, humanizar a la naturaleza o “Energía vegetal”, 1977.

Naturalizar al hombre, humanizar a la naturaleza o “Energía vegetal”, 1977.



Por Ana Maria Battistozzi
Víctor Grippo era un hombre austero, de gran refinamiento intelectual y meticuloso en su trabajo hasta la obsesión. Recuerdo un encuentro meses antes de su muerte, días antes de inaugurar aquella bella y última muestra que realizó en Ruth Benzacar. La novedad en ella era básicamente un conjunto de figuras blancas, sin definición formal, que llamó Anónimos y según el artista, había surgido en su obra como el ejército de seres que desde fines del 90 había empezado a poblar la realidad nuestra de cada día. Figuras fantasmales, como tantas que vagaban sin destino por la ciudad y traducían su intensa preocupación por la generalizada pérdida del trabajo. Quizás por eso mismo el mundo del trabajo, que constituyó uno de los ejes de su poética, tenía en esa exhibición una presencia fundamental. Allí estaban nuevamente sus mesas cargadas de herramientas y sus máquinas blanqueadas como espectros y despojadas de su dimensión material. Podría pensarse aquella exhibición como una elegía a ese mundo del trabajo que su obra jerarquizó pero también una despedida de un mundo que empezaba a resultarle ajeno. Meses después Grippo murió.
En 2004 el Malba realizó una retrospectiva de su obra y ahora trae a sus salas un acotado homenaje para conmemorar los diez años de su muerte. Unas veinte obras, suficientes para reflejar las preocupaciones centrales del artista acompañadas de algunas reflexiones que caracterizaron su pensamiento.

Algunos oficios, 1976.
Algunos oficios, 1976.








Alguien podrá acotar que es demasiado en tan corto tiempo dada la lógica de novedad que impone el sistema de exhibición pero tratándose de Grippo, es fundamental para poner las cosas en su lugar sobre todo, en un momento en que los valores aparecen revueltos y confundidos tanto en el arte como en el orden social.
Tal vez sea ese el sentido que ha querido darle Marcelo Pacheco, curador de la muestra, a juzgar por el texto Extravíos con Víctor Grippo , incluido en el catálogo. Allí cruza la fatalidad de una historia nacional empeñada en la confrontación sin tregua con la aspiración de un artista, tanto para descansar definitivamente en paz como para hacer de la lúcida rutina creativa un acto de resistencia a la barbarie. 
El sentido de una obra –sostiene Hans Jauss– no se establece de una vez para siempre, sino que se modifica en cada instancia histórica de su recepción. ¿Cuál es entonces el valor que encuentra el espectador de hoy en la obra de Grippo? Acaso la intensidad de sus preocupaciones expresadas con infinita serenidad, sin el menor atisbo de crispación. Uno de los tópicos que su obra despliega con mayor insistencia refiere a la energía y a la transformación de la materia: dos cuestiones que parecen desprenderse de sus estudios de química pero fundamentalmente sintonizan con una reflexión filosófica referida a la formación de la conciencia del sujeto.

Síntesis, 1972.
Síntesis, 1972.
Así, se exhiben aquí obras de los 70, como “Naturalizar al hombre, humanizar a la naturaleza” (1977), llamada también “Energía vegetal”, una gran mesa cargada de papas y recipientes de laboratorio. También “La papa dora la papa, la conciencia ilumina la conciencia” (1978), “Síntesis” (1972), y “Tiempo” (1991), obras realizadas a partir de la elección de la papa, ya como alimento o fuente de energía que representa también la definición existencial que asumió desde América.
La transformación o trasmutación de la materia es algo que abarca la obra de Grippo desde distintas perspectivas. Y si bien coincide con el modo de observación científico atento al comportamiento de la materia, invariablemente se eleva a instancias de reflexión filosófica donde se cruzan la tradición alquímica, la simbología de los números y el pensamiento dialéctico. Algo de esto emerge en “Vida, Muerte, Resurrección”, obra de 1980 que integra cinco cuerpos geométricos de plomo rellenos de porotos en un proceso biológico de crecimiento, transformación y extinción que al estallar pone en evidencia el poder de la resistencia interior.

Vida, Muerte, Resurrección, 1980 (obra en proceso).
Vida, Muerte, Resurrección, 1980 (obra en proceso).
En el conjunto de obras de esta exhibición se impone, claro, la presencia dominante de la mesa, central en la obra de Grippo. Desde “Todo en marcha”, la mesa de laboratorio, original de 1973; “La comida de artista”, esa obra despojada de 1991 que pertenece a la colección del Malba; “La intimidad de la luz en Saint Yves”, de 1997; “La mesa de albañil”, de 1998, hasta “La mesita del carpintero Bogado”, de 2001. 
Todas ellas, madres hijas y hermanas de aquella mesa de trabajo de “Algunos oficios”, la instalación que presentó en la galería Artemúltiple en 1976, donde ponía de manera rotunda en escena la estética del trabajo y la materia desde el poder evocador de la tierra, la madera, las herramientas y el principio de construcción.
En Grippo la reivindicación del hacer nace de la convicción de que el empeño del hombre en vencer la resistencia de la materia contribuye a la formación de su conciencia. En aquel encuentro que tuvimos, previo a esa última muestra suya en Ruth Benzacar hablamos mucho sobre eso. A propósito de la pérdida del trabajo le pregunté si tenía presente aquel bello párrafo de la Fenomenología del espíritu –que de manera directa o indirecta había modelado el pensamiento de su generación– donde Hegel refiere al conflicto entre amo y esclavo, y a la función del trabajo en la formación de la conciencia. Me respondió afligido con otro interrogante: ¿Qué importa ahora eso, si el trabajo empieza a desaparecer?

Templo , de la serie “Cercando la luce” (Buscando la luz), 1989.
Templo , de la serie “Cercando la luce” (Buscando la luz), 1989.

Grippo básico



Junín, 1936 - Buenos Aires, 2002.


Estudió Química en la Universidad de La Plata. Su primera muestra individual fue en 1953. En 1969 se vincula con Jorge Glusberg y el CAYC, participa en la Muestra Arte de Sistemas en 1970. En 1972, junto al escultor Jorge Gamarra y el obrero Jorge Rossi, construye un horno de pan en la Plaza Roberto Arlt. Fue invitado a las bienales de San Pablo, Venecia, La Habana y Documenta Kassel.

FICHA

Víctor Grippo - Homenaje


Lugar: Malba, Av. F.Alcorta 3415
Fecha: hasta el 22 de octubre
Horario: jue a lun y feriados,
12 a 20. Miercoles hasta las 21.
Entrada: $ 30; miercoles, 15; est., doc . y jub. $ 15.

Fuente: Revista Ñ Clarín

FRANK GEHRY
DISEÑARÁ EL NUEVO EDIFICIO Y CAMPUS DE FACEBOOK


El arquitecto canadiense Frank Gehry mostrando un proyecto en Sídney el 16 de diciembre de 2010. Gehry diseñará el nuevo edificio y la sede de la red social Facebook.

Por Tortsten Blackwood

La red social estadounidense Facebook dijo el viernes que había contratad al renombrado arquitecto Frank Gehry para diseñar la ampliación del campus de la compañía,lo que incluye un nuevo edificio con un jardín en la azotea. "Cuando esté completo, nosotros esperamos que proporcione un espacio de trabajo paradisíaco para los 3.400 ingenieros que un día lo llenarán", señaló la compañía en un comunicado. La expansión del campus en Menlo Park, California, oeste de EEUU, será diseñada por el canadiense Gehry, famoso por obras como el Museo Guggenheim de Bilbao, España, y el Concert Hall de Walt Disney en Los Angeles, entre otros. Gehry, conocido por su estilo deconstructivo y edificios que a veces lucen inconclusos, también diseñó el Stata Center del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, Massachusetts Institute of Technology) y la Cinemateca Francesa de París. "A cada paso de la planificación del nuevo edificio, Frank ha tomado en cuenta nuestra cultura de ingeniería", señaló Facebook. "Será un amplio edificio de una habitación que de alguna forma se asemeja a un almacén. De la misma forma en que lo hacemos ahora, cada uno se sentará en un espacio abierto con escritorios que pueden ser rápidamente reubicados para formar equipos o separarse en torno a proyectos". El nuevo edificio incluirá "cafés y una cantidad de pequeñísimas cocinas con snacks, de forma de nunca pasar hambre", dice el comunicado. "Y nosotros llenaremos el edificio con espacios para pequeñas escapadas con sofás y pizarras electrónicas de modo que sea fácil abandonar el escritorio", agregó.


Fuente: AFP

DESCUBREN TEATRO MAYA EN MÉXICO
USADO POR LA ÉLITE POLÍTICA HACE 1.200 AÑOS


Un teatro maya probablemente usado por personas de la élite de hace unos 1.200 años para legitimarse con obras de tipo político fue descubierto en el sureste de México, informó el martes en un comunicado el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).


Por Janet Schwarz


Un teatro maya probablemente usado por personas de la élite de hace unos 1.200 años para legitimarse con obras de tipo político fue descubierto en el sureste de México, informó el martes en un comunicado el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
"Era un teatro exclusivo, pues se halla en una acrópolis, a 42 metros de altura con respecto a las plazas del sitio" arqueológico Plan de Ayutla, en Ocosingo, Chiapas (sureste), indicó el INAH.
El espacio escénico del teatro "quedó dentro del complejo de un palacio, eso lo hace distintos de otros que se han estudiado, que generalmente están en plazas y que estaban pensados para la multitud", prosiguió.
El INAH considera que se puede inferir que hacia 800-850 de nuestra era, una nueva dinastía estaba gobernando en Plan de Ayutla y ésta trataba de legitimarse a través del teatro político, pero únicamente ante minorías destacadas de esa región.
"En las gradas se apostaba la gente y se representaban escenas, no sólo de carácter artístico, también con connotaciones religiosas y simbólicas. Las sociedades mayas han sido definidas como 'Estados teatrales', porque en estos teatros los gobernantes ejercían públicamente su poder de forma histriónica", detalló.
El arqueólogo Luis Alberto Martos detalló que en las inmediaciones del anfiteatro de Plan de Ayutla, también se localizaron ocarinas y silbatos, así como esculturas de estuco con las representaciones de un cautivo. "Posiblemente la escena aludía a la humillación de prisioneros", indicó.
El maya que gobernaba en Plan de Ayutla y que ordenó la construcción del teatro era probablemente un líder con pretensiones artísticas como Luis XIV de Francia o Federico 'El Grande' de Prusia, concluyó el INAH.

Fuente: AFP

PROYECTO VENEZOLANO GANA EN VENECIA


El jurado de la XIII edición de la Bienal de Arquitectura de Venecia premió con el León de Oro de la muestra "Territorios Comunes" el proyecto "Torre David-Gran Horizonte", que reflexiona sobre una "favela vertical" en Caracas, indicaron el miércoles los organizadores.

Varias personas en el interior del Pabellón Americano de la 13ª edición de la Bienal de Arquitectura de Venecia, el domingo 26 de agosto en esta ciudad italiana.

Fuente: AFP

CHINCHÓN CONMEMORA LOS 200 AÑOS
DE "LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN" DE GOYA


La jefa del departamento de conservación de pintura española del siglo XVIII y Goya del Museo del Prado, Manuela Mena, presenta "La Asunción de la Virgen", de Goya. EFE/Archivo

Madrid, 30 - Chinchón celebrará hasta final de año el cumplimiento del ducentésimo aniversario de una de las obras religiosas más importantes de Francisco de Goya, "La Asunción de la Virgen", testimonio de la vinculación del artista aragonés con ese municipio madrileño.
Desde el verano de 1812 la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Chinchón alberga la citada obra, la única de Goya que está instalada en un espacio religioso, que como reconoció el propio autor, fue una de sus obras más destacadas.
La relación del artista con la localidad ha sido "muy intensa", como así señalan desde la Oficina de Turismo, ya que su hermano Camilo fue Capellán del Conde de Chinchón y además tenía "muy buena relación" con María Teresa Vallabriga, Condesa de Chinchón, a la que pintó en numerosas ocasiones, y con el Infante Don Luis.
El artista zaragozano, además, residió en la localidad durante un tiempo y han sido varias sus referencias dentro de su producción artística a la misma, como en sus "Desastres de la Guerra", en el grabado nº 37 , en cuyo reverso escribió "El de Chinchón".
El historiador Raúl Alonso, técnico de museos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, considera que "Goya dejó en Chinchón una de las obras religiosas más importantes que realizó a lo largo de su vida", y que esto es una prueba más que evidente de la "fuerte relación que unió a este artista universal con Chinchón".
En declaraciones a Efe, la alcaldesa de Chinchón, Luisa María Fernández, ha señalado que el Consistorio tiene previsto abrir a finales de octubre una exposición en la que se analizará minuciosamente la obra.
Raúl Alonso, que es vecino de la localidad y autor del libro "Goya en Chinchón", cree que se trata de un cuadro "que hay que mirar lentamente, fijándonos en todos sus detalles" y considera que, desde el punto de vista artístico, es "una composición de primer orden dentro de la producción de Goya".
Esta obra de enorme importancia es un "gancho" para el turismo de la localidad, como así reconocen los responsables municipales del sector en Chinchón, ya que "genera visitantes durante todo el año".
La obra se colgó el 19 de julio de 1812 y viene firmada por Francisco Goya, que en la inscripción escrita en lápiz que lleva el bastidor, incluye los nombres de José Robles, párroco de la época, y Fernando VII.
La alcaldesa ha señalado el "carácter beneficioso" de la obra para la localidad y ha manifestado que el turismo en Chinchón, principal activo de su economía, "goza de buena salud" y que en los últimos tiempos es "más cercano" que en otras épocas , debido a la crisis.
Asimismo, Fernández ha reconocido que a pesar de la crisis, el Plan de Competitividad Turística está dando "los resultados esperados" y recalcó la "amplia oferta hotelera" de la localidad, con un "alojamiento rural muy bueno", animando a todo el mundo a visitar una plaza famosa a "nivel mundial".
La construcción de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción empezó en 1534 y fue terminada en 1626.

Fuente: EFE

UN RECORRIDO EN DOS OBRAS

En un ejercicio que conduce a cuestiones filosóficas, más de cincuenta artistas exhiben en el Cabildo de Córdoba una obra de sus inicios y otra de su actualidad.

Por Eduardo Villar

Hay varias razones para considerar importante la exposición Riesgo, que puede verse en estos días en el Centro Cultural Cabildo Histórico, de la ciudad de Córdoba. Por un lado, se trata de la segunda muestra –luego de Ciudad Imaginaria– que se realiza allí desde que a principios de este año el Gobierno de la capital inició su revalorización como uno de los puntos centrales de la actividad cultural cordobesa y centro de exhibición de artes visuales. Aunque desde luego no es un elemento de juicio suficiente, la cantidad de público que asistió a la inauguración y el clima festivo en que se desarrolló son indicios de que ese proceso de revalorización es acertado.
En segundo término, igual que la primera exhibición, esta reúne a más de 50 artistas cordobeses –56, en este caso preciso– cada uno con dos obras, lo que en alguna medida traza un panorama de los movimientos estéticos actuales y recientes que se agitan en la provincia. Es cierto que varios de los artistas expuestos no son cordobeses en sentido estricto, sino que han elegido la provincia como lugar para vivir y producir su arte. ¿Pero qué es lo que define el lugar al que uno pertenece? Carlos Alonso, Hernán Dompé, Miguel Ocampo, por dar solo tres nombres se pueden considerar artistas cordobeses aunque hayan nacido uno en Mendoza y los otros en Buenos Aires. Y en sentido contrario, ¿hay artista más cordobés que Antonio Seguí, aunque haya elegido París hace décadas?

REMO BIANCHEDI. “Paisaje”, de 2010, lápiz color sobre papel.
REMO BIANCHEDI. “Paisaje”, de 2010, lápiz color sobre papel.
Riesgo es importante también porque muestra una enorme heterogeneidad –sinónimo de riqueza y de vitalidad– del arte que exhibe. Se trata de artistas de diferentes disciplinas, tendencias, edades, intereses, formaciones... Y la naturaleza misma de esta exhibición, que ideó y curó Alejandro Dávila, duplica esa diversidad. Dávila convocó a los artistas a presentarse con dos obras; una, de sus inicios y otra de su producción actual. La intención del proyecto fue trazar un sintético arco evolutivo en las trayectorias artísticas. En algunos casos se logró, en otros no. Pero el resultado es que los artistas expuestos no son 56 sino –podría decirse– un centenar. Es que en muchos casos en el par de trabajos elegidos por cada artista hay un recorrido tan intenso que parecen de diferentes autores. ¿Quién diría que el óleo suyo que se reproduce aquí fue pintado por la misma persona que realizó ese pequeño dibujo ocre –expuesto a su lado en el Cabildo– que tan bien describe una escena de provincia? Y si llevamos las cosas al extremo, a un terreno filosófico: ¿esas dos personas eran en realidad la misma? ¿Cuál es el verdadero Bonevardi? Hay otros casos notables, como el de Dompé: la presencia imponente de su comadre azul kleiniano en el patio central del Cabildo se ha separado tanto de la contundencia de su otra obra, una “Pipa” de mármol boticcino y granito negro, de 1987, que su autor parece no una, sino dos personas. Y lo mismo ocurre con tantos otros. 

REMO BIANCHEDI. Una obra de los 60.
REMO BIANCHEDI. Una obra de los 60.
Pero en algunos casos, el contraste no se da, o se da en mucho menor grado. No debería sorprender, es casi una cuestión de naturaleza de las personas. Qué sabe uno a los 20 a los 25 o incluso a los 30 años, dónde terminará, ya no en qué artista, sino en qué persona se convertirá sin traicionar a este que es hoy. Se trate de artistas o de cualquier sujeto, hay quienes por características personales conservan, insisten en cierto apego a lo inmanente, y otros que mutan, que cambian de piel de manera casi permanente. Ninguna de las dos naturalezas tienen nada garantizado: ambas corren los mismos riesgos a los que alude el título de la muestra. En el texto del catálogo, Alejandro Dávila cuenta cómo cuando era un chico, en el taller de su padre –el pintor Miguel Dávila–, en contacto habitual con otros artistas a través de años, tomó conciencia del riesgo en el arte: “riesgo en el hecho creativo, riesgo en el compromiso que se asume como artista, riesgo con uno mismo, riesgo en la búsqueda”. En esa búsqueda –se ve en la muestra– hay artistas que vuelven a los orígenes, depurados, tras varias vueltas en espiral. Los dos destinos, el de los cambios dramáticos y el de ese reencuentro con el centro, son riesgosos.

HERNAN DOMPE. Una de sus "comadres".
HERNAN DOMPE. Una de sus "comadres".
FICHA
Riesgo


Lugar: Centro Cultural Cabildo Histórico (Independencia 30, Córdoba).
Fecha: hasta el 2 de setiembre.
Horario: 10 a 14 y 16 a 20.
Entrada: gratis.
Curador: Alejandro Dávila.

Artistas:

En pintura:
Marcelo Bonevardi, Miguel Ocampo, Carlos Alonso, Antonio Seguí, Pedro Pont Verges, Remo Bianchedi, Raúl Díaz, Ernesto Berra, Eduardo Moisset de Espanés, Eduardo Guisiano, Marcelo Torreta, Germán Wendel, Rubén Menas, Onofre Roque Fraticelli, Oscar Suárez, Mario Grinberg, Ernesto Soneira, Mateo Argüello Pitt, Carlos Manuel Crespo, César Tomás Miranda, Oscar Páez y Manuel Quiroga.

En escultura:
Hernán Dompé, Juan Longhini, Claudio Gómez, Carlos Miguel Sahade, Leonardo Kilstein, Susana Lescano, Luis Bernardi, Miguel Angel Rodríguez, Tulio Romano, Sara Galiasso, José Quinteros, María Teresa Belloni.
En fotografía: Anselmo Pérez, Susana Pérez, Adriana Bustos, Res, Ananké Asseff, Celeste Martínez, Gabriel Orge, Manuel Pascual y Paola Spalletti. En video:
Jorge Castro;

En dibujo:
Leonardo Herrera, Fernando Allevi, Hugo Bastos, Dalmacio Rojas, Oscar Gubiani, Cristóbal Reinoso (Crist), Juan Juares, Bernardo Ponce y Lucas Di Pascual.

En instalaciones:
Julia Romano.


Fuente: Revista Ñ Clarín

LA OBRA DE SOLDI EN 70 PINTURAS

La muestra inaugura un ciclo de exhibiciones temporarias en la sede de la Colección Amalia Lacroze de Fortabat.

Primavera. Una de las obras que se exponen. Es un óleo sobre tela, de 200 x 280 cm., que Soldi pintó en 1961.


Por Julieta Roffo

Raúl Soldi fue el elegido para la primera exposición temporaria en la sede de la Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat, en Puerto Madero. El disparador para que su muestra inaugurara ayer este nuevo funcionamiento del espacio fue “su cercana relación a la señora Fortabat”, explica Germán Barraza, curador permanente de la colección. El peso específico de Soldi en la historia de las artes plásticas argentinas terminó de inclinar la balanza a su favor.
Las más de setenta obras que integran la muestra provienen de la propia colección Fortabat, de la Fundación Soldi en Glew y de la Galería Zurbarán. Abarcando más de medio siglo, entre los últimos años de la década del 20 y los primeros de la década del 80, las pinturas -y algunos dibujos, como los que hizo para ilustrar el libro La hora sin tiempo , del padre de “La dama del cemento”- recorren las varias temáticas que ocuparon con mayor o menor entusiasmo al artista formado en Milán, Italia.
Uno de los temas más importantes tal vez sea la figura femenina , y allí destacan “La modelo con sombrero”, de 1978 y “Dos figuras”, de 1952, expuesta en un negocio de la Galería Santa Fe durante años. Justamente el sombrero será parte de la indumentaria utilizada habitualmente por las modelos de Soldi, porque su cercanía al circuito teatral y su trabajo durante años como pintor de telones cinematográficos lo puso en contacto con vestuaristas que le prestaban prendas para sus musas.
Los actores, las bailarinas, los trapecistas y los malabaristas, protagonistas del teatro y del circo –cerca del que creció durante su infancia en Villa Crespo–, también inspiraron a Soldi, especialmente durante los años cuarenta, y eso se ve en obras como “Pierrot”, de 1969 y “Blanco, el más Albañil de los Colores”, de 1976.
“La muestra es un buen panorama de la producción pictórica de Soldi” , sintetiza Barraza, que destaca que, aunque para el artista no era un tema destacado, la exhibición presenta varios paisajes de su autoría: algunos de Glew, una localidad de la que se enamoró, y otros en Rumania, Israel, Mar del Plata o Punta del Este.
Los desnudos también femeninos, la música, sus primeros trabajos en Italia durante la época de la Academia de Brera, algunos documentales sobre su vida y su obra reproducidos en el auditorio del espacio y una reproducción de su atelier completan la muestra que inaugura las exhibiciones temporarias en la sede.
Para abrir el espacio a las exposiciones rotativas, la sede de la Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat reorganizó su patrimonio permanente. Después de Soldi, en noviembre, será el turno del fotógrafo Aldo Sessa.


Un museo que se reorganiza

Para albergar colecciones temporarias, modalidad inaugurada ayer con la muestra de Raúl Soldi, la sede de la Colección Amalia Lacroze de Fortabat modificó el uso de su espacio.
El patrimonio permanente se concentra ahora en el primer y segundo subsuelos, y pasó de exponer 240 a 140 obras, explica Germán Barraza, curador del espacio. “El reacomodamiento permitió mostrar piezas archivadas, especialmente esculturas”, dice.
Clásicos del archivo como “Retrato de Amalia Fortabat”, de Andy Warhol, “El almuerzo”, de Antonio Berni, o “Julieta y su aya”, de J.W. William Turner, siguen donde la coleccionista había establecido.


Fuente: clarin.com