"MI NOMBRE ESTÁ TOTALMENTE PROHIBIDO EN INTERNET
Y NO PUEDO PARTICIPAR EN NADA"




 

Perseguido por el gobierno de su país, cuenta su vida bajo libertad condicional.

Por Brice Pedroletti


La exposición de fotografías y textos de Ai Weiwei, en el Jeu de Paume en París (que termina el 29 de abril) cuenta la historia de una (re)conexión. Entre el artista y su propia historia, con China, con el arte y con una emoción política que las redes sociales hicieron llegar a todo el mundo. En 1981, siendo un joven estudiante viajó a los Estados Unidos con la idea de no volver nunca más a China. Pero volvió a Pekín en 1993 y multiplicó las experimentaciones.
Primero fue “Cuento de hadas”, una exposición viviente de 1.001 chinos transportados a Kassel, después los Juegos olímpicos donde colaboró en el diseño del estadio “Nido de Pájaro”. Sus acciones contra la indiferencia del gobierno durante el terremoto de Sichuan lo llevaron a la cárcel. Hoy está en semilibertad y pudo dar una entrevista al diario Le Monde en su taller de Caochangdi en Pekín.
Desde su liberación, el 22 de junio de 2011, después de 81 días de detención secreta, lo convocan regularmente a la comisaría... ¿Cuál es su situación? Sigo en un régimen de libertad bajo fianza, hasta el 22 de junio. En China, esto se traduce por acoso, lavado de cerebro... No es demasiado duro al lado de lo que fue la detención. Pero siguen ejerciendo una forma de control. Les preocupan mis contactos con los medios extranjeros. Y mis actividades en Internet. No puedo luchar contra las regulaciones que me impusieron, pero he violado algunas, aunque me esfuerzo por no pasarme de la raya... Tratan de que uno entienda que ellos están por encima de las leyes y que uno puede ser triturado. La elección pasa a ser muy simple: ¿vale la pena luchar contra algo que te puede destruir inmediatamente? Y entonces te das cuenta de que otros fueron condenados a más de diez años en estos últimos meses, por haber escrito poesía o por haber expresado su opinión de la forma más pacífica que existe...
¿Qué lo llevó a irse a los Estados Unidos en 1981? Su padre, el poeta Ai Qing, exiliado cuando usted nació y luego perseguido durante la revolución cultural, ha sido no obstante rehabilitado, China se abre...
Fue el arresto de Wei Jingsheng (en 1979). El había pegado un ‘dazibao’ para pedir democracia. Lo habrán leído apenas cien personas. Después escribió otro artículo diciendo que el pueblo había hecho volver a Deng Xiaoping al poder pero que tenía derecho a quitárselo. Ese joven muy brillante había escrito esos dos artículos y sólo por eso lo encerraron 16 años en la cárcel. Yo había crecido en condiciones muy difíciles, pero pensaba que todo tenía que ver con mi padre. Y al llegar a adulto, me di cuenta de que cualquiera podía ser arrestado. Quise irme y no volver nunca.
¿Qué le enseñaron sus experimentaciones artísticas en los EE.UU.? Había probado un montón de cosas en Nueva York, pintura, escultura, pero abandoné finalmente la idea de hacer arte. Seguía presentándome como un artista porque no tenía otra profesión pero entendía que no tenía ninguna posibilidad de salir adelante en Nueva York: en ese sistema de galerías y coleccionistas, no había lugar para artistas ni arte chino. Entonces empecé a vivir de otra manera, a pasarla bien. Compraba y vendía antigüedades, jugaba a las cartas, hacía arquitectura. Después, en China, organicé exposiciones, pero tampoco me aceptaban como artista...
¿De dónde surge ese deseo de provocación, del corte de manga, del “fuck-off” después de su regreso a China en los años 1990? En 1993, volví a China con una comprensión mucho mayor del mundo y de mí mismo, pero estaba desconectado de mi país. Además, hay cosas que me dijo mi padre, que estaba moribundo, que recuerdo muy bien: “Weiwei, estás en tu casa. No estás obligado a ser educado. Hacé lo que tengas ganas de hacer”. Pienso que me veía tímido con respecto a lo que pasaba. En ese momento empecé ese libro sobre los ambientes artísticos underground, me puse a organizar exposiciones como “Fuck-Off”.
¿La foto con Lu Qing en la Plaza Tiananmen? Después de volver a China, cada año, iba a la plaza Tiananmen, me hacía mal todo lo que había pasado –se refiere a la masacre con que en 1989 el Gobierno chino reprimió una serie de protestas sociales lideradas por estudiantes–. Además, estaba prohibido hablar del tema. Le pedí a Lu Qing que se hiciera un vestido como Marylin, con esa voluntad de liberación, eso es lo que simboliza. Ella tiene una expresión inocente. Había muchos policías de civil. Trabajamos muy rápido, lo hicimos en unos segundos.
Con “Cuento de hadas” en 2007, su trabajo adquiere una dimensión colectiva y de participación. ¿Qué cambió eso para usted? Fue la primera vez que me sentí nuevamente entusiasmado con la idea de un proyecto artístico. Me dio la impresión de encontrar una forma que me venía bien. Había decidido invitar a 1.001 chinos a viajar al exterior. Mi experiencia en Estados Unidos me había cambiado, pensaba que era eso lo que necesitaba la gente. Usé Internet para organizar todo. Fue un milagro. Hoy no podría volver a hacerlo porque me lo prohibirían. Pero en ese momento, nadie lo había hecho, todos pensaban que era imposible de hacer. Yo había escrito un cuestionario. Me reuní con cada uno de los 1.001 candidatos para crear un vínculo entre ellos y yo. Filmé todo. Tradicionalmente, los artistas están en su mundo, se consideran genios. Me pareció que si tenía un talento para la comunicación, debía aprender de la gente y llevar esa experiencia a otro nivel.
¿Qué lo llevó a criticar en 2008 los Juegos Olímpicos justo antes de la inauguración, cuando había participado en el diseño del “Nido de Pájaro”, el estadio olímpico? Es imposible hacer arquitectura sin tener conciencia de lo que pasa. Además el proyecto del “Nido de Pájaro” empezó a ser criticado y todo quedó parado durante un año y medio. Las críticas venían de la vieja escuela de arquitectura. Estaban furiosos por no haber conseguido el contrato, decían que China era un laboratorio para los extranjeros. Terminé peleando solo, ya que era chino y nadie se animaba a decir nada. Después, un año antes de los Juegos Olímpicos, cuando empezó la cuenta regresiva, hubo una ceremonia por televisión. El diario inglés The Guardian me preguntó entonces si participaría en la ceremonia de apertura y dije que no, que todo me sonaba falso. Pusieron eso como titular, los medios empezaron a llamarme, terminé en el frente, solo, protegido, por supuesto, por mi función de diseñador del estadio... Debo reconocer que ese momento fue muy emocionante, me di cuenta de que tenía muchas cosas para decir sobre esta sociedad, sobre lo que andaba mal, sobre el tipo de Juegos Olímpicos que se verían, con la censura, el control permanente.
Otro giro fue su encuesta ciudadana sobre los niños desaparecidos en el Sichuan en 2009...
Fue triste, obviamente, pero también fue una experiencia milagrosa. Antes de lanzarla, advertimos que no teníamos ninguna intención política: nos concentraríamos en los nombres de los desaparecidos. La investigación fue muy bien recibida por la sociedad, se propagó como un incendio en la llanura. Los voluntarios que participaron no habían hecho nunca ese tipo de cosas. Me convertí en una personalidad simbólica en la Web, los jóvenes consideraban que yo era capaz de iniciar ese tipo de movimiento, que tenía la capacidad de movilizar a la gente, de estimular el individualismo. Fue entonces cuando comprendí que las redes sociales eran tan importantes, y que esto podía funcionar en una sociedad así. Ahora mi nombre está totalmente prohibido en Internet y no puedo participar en nada.

Traducción de Cristina Sardoy

Ai Weiwei Básico

Pekín, 1957. Artista y activista. A los 22 emigró a Estados Unidos y volvió 11 años después a su país. La fotografía de su puño con el dedo corazón levantado frente a la ciudad prohibida de Tienanmen, titulada “Fuck off!”, dio la vuelta al mundo. A raíz de su trabajo acerca de la corrupción en el terremoto de Sichuan, donde murieron miles de niños en escuelas mal construidas, fue golpeado por la policía y tuvo que ser sometido a una operación cerebral. En abril de 2011 fue detenido. Estuvo desaparecido 81 días. Actualmente está bajo libertad condicional.

EN ENERO DE 1833, EN LAS MALVINAS SÓLO HABÍA GAUCHOS
Y UN BATALLÓN ARGENTINO






Argentina tenía un batallón e incluso gauchos en las Malvinas en enero de 1833, cuando un navío militar británico, el "Clio", tomó el control de las islas, desencadenando un conflicto que tiene ya 180 años.                                   Argentina tenía un batallón e incluso gauchos en las Malvinas en enero de 1833, cuando un navío militar británico, el "Clio", tomó el control de las islas, desencadenando un conflicto que tiene ya 180 años.                                                El comandante del "Clio", John James Onslow, se presentó el 2 de enero en Port Louis ante el teniente coronel argentino José María Pinedo, quien lo acogió a bordo del navío argentino "Sarandí" y le anunció que al día siguiente tomaría el control de las islas.


El oficial británico había recibido la orden de retomar Port Egmont, en el noroeste de las Malvinas, único punto controlado por los británicos durante ocho años (1766-1774) antes de su expulsión por los españoles.
Sin embargo, después de haber retomado posesión simbólicamente de las ruinas de un establecimiento que ya no existía, el "Clio" se dirigió hacia Port Louis (al norte de la actual Port Stanley), donde el Reino Unido nunca había estado presente, a diferencia de Francia, España y luego Argentina.


El 3 de enero, un grupo de marinos del "Clio" arría la bandera argentina e iza la británica. El teniente Pinedo, que disponía de menos armamento que el de la "Clio", protesta pero abandona el puerto sin resistir a bordo del "Sarandí", lo que le valdría un juicio en Buenos Aires. 
Para apropiarse de esas islas que Argentina había heredado de España tras declarar su independencia (1816), el Reino Unido aprovechó el estado de debilidad dejado por el saqueo de Port Louis, en 1832, por el navío militar estadounidense "Lexington", según el historiador británico Lawrence Freedman, autor de una obra sobre el conflicto ("The Official History of the Falklands Campaign").

 

La población argentina de las Malvinas, que sumaba unas 200 personas, había sido en gran parte deportada por el "Lexington" en represalia por la toma por Argentina de navíos americanos pescando sin autorización.
La bandera argentina ondeaba en Port Louis desde 1820. En 1825, el Reino Unido reconoció la independencia de Argentina sin hacer mención de las Malvinas.
Después de la partida del "Clio", gauchos argentinos liderados por Antonio Rivero se sublevaron y asesinaron a William Dickinson, la autoridad que habían dejado los británicos.
El Reino Unido recién volvió a tomar el control de las islas en enero de 1834. El gaucho Rivero fue detenido en marzo.
En 1849, 30 familias de colonos británicos se instalaron en Port Stanley, adonde la capital de las Malvinas se había mudado en 1845.


Fuente texto: AFP


Fotos: Ex combatiente Esteban Tries.

PLUMA Y PINCEL:
PIGLIA Y STUPÍA SUMARON TALENTOS EN UNA OBRA

El escritor puso sus diarios y el artista los ilustró; el resultado, un libro y una muestra.
Collage. De la mano de Stupía
 
Ricardo Piglia está pensando en publicar sus diarios. Quizás esa sea la noticia. Los escribe desde 1957. Algunas entradas aparecieron en la Revista Ñ y en El País, de Madrid. Ahora, una versión más extensa de sus últimos años en Princeton, donde enseña en la universidad local desde 1997, acaba de editarse con diez imágenes de Eduardo Stupía. Fragmentos de un diario, un libro-objeto editado por la Galería Jorge Mara La Ruche, se distribuirá en España y Argentina. “Esto es una forma de empezar a pensar en todo eso y a publicarlo, para ver qué pasa al publicar un diario. El autor se expone más que al publicar un relato”, dice Piglia.
Stupía está a su izquierda, en la galería Jorge Mara La Ruche, donde hoy se inaugura la muestra que consagra el libro, con los diez originales de Stupía que aparecen en él y otros doce trabajos. Son aproximaciones gráficas, no ilustran los diarios. “Los libros suelen ser el catálogo de las exposiciones, en este caso, la exposición documenta el libro”, asegura el pintor. A fin de año, la muestra estará en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Una gigantografía de uno de los cuadernos con tapa de hule negro donde Piglia escribe sus diarios, preside la muestra. Ya no los fabrican. “Hay un tipo que los tiene en La Boca, en su sótano, y me los guarda. Es un fetichismo ridículo que tengo. Pero es un hilo conductor, por eso me gusta la foto”, se entusiasma Piglia.
Suele escribir sus diarios al final del día. Todavía lo hace a mano, en un bar, en un tren, donde esté. “Son un laboratorio donde se mezclan acontecimientos, posibilidades de relatos. No tengo un plan, me dejo llevar por cuestiones inmediatas. Por eso me gusta el trabajo de Eduardo, que fija la mirada en un instante”, asegura el autor, que viene de ganar dos premios internacionales –el Casa de las Américas y el Rómulo Gallegos– por su última novela, Blanco Nocturno. Stupía no escribe diarios. “Los bocetos son mi diarios y mis obras, esas que están allá”, dice, y señala el salón principal.
Juntos y por separado, plasman fragmentos de imágenes que se desordenan y que, a su vez, conforman un todo con aparente sentido. Como en las novelas. “El texto es irreductible y la imagen, también. Se suele pensar en los textos como epígrafes de las imágenes o que las imágenes revelan lo que el texto no puede. En esta muestra, dos materias conviven en un formato determinado”, asegura Stupía. Todas sus imágenes tienen el mismo tamaño (40 x 60), pocos colores, fragmentos de collage sobre un papel amarillento, que evoca el paso del tiempo y cierta degradación. Tienen que ver con su obra contemporánea. Nubarrones y figuras que no se completan. Coinciden en que la escritura y la pintura no son materiales fijos. Tampoco creen que las obras (o las personas) mejoren con los años. “Con el diario lo tengo claro –afirma el escritor-, uno avanza y retrocede”. Como lector, elige los diarios de Cesare Pavese y Franz Kafka, y visualiza el presente y futuro del género en los nuevos medios –los blogs y las redes sociales–. “Parecería que son el cierre del género, aunque nunca hay cierre”, dice. Por eso sigue escribiendo en sus cuadernos con tapa de hule, que sólo se encuentran en La Boca.

Fuente: clarin.com

SUBASTARÁN EN NUEVA YORK
UN BOCETO DE CÉZANNE QUE SE CREÍA PERDIDO

Una persona fotografía con su teléfono móvil un cuadro de la serie 'Les joueurs des cartes' ('Jugadores de cartas'), de Paul Cézanne, el 7 de febrero de 2011 en el Metropolitan Museum de Nueva York.

Por Stan Honda 

Una rara acuarela del maestro post-impresionista Paul Cézanne, que se creía perdida, ha reaparecido y se espera que alcance entre 15 y 20 millones de dólares en una subasta en Nueva York, dijo la casa rematadora Christie's el martes.
El boceto preparatorio de la serie 'Les joueurs des cartes' ('Jugadores de cartas') fue exhibido públicamente por última vez en 1953, pero ahora se ha encontrado en una colección privada en Texas, en el sur de Estados Unidos, agregó.
El remate del boceto será un punto culminante de las ventas de obras impresionistas de la casa de subastas neoyorquina el 1 de mayo.
Paul Cézanne realizó entre 1890 y 1896 cinco versiones diferentes de la serie 'Jugadores de cartas'. El boceto previo a estas pinturas era conocido por el público sólo a través de una fotografía en blanco y negro, pero fue redescubierto este año en la colección del fallecido doctor Heinz Eichenwald, médico y coleccionista de arte.

Fuente: AFP

LA TERCERA EXPOSICIÓN TEMPORAL
DEL THYSSEN DE MÁLAGA
EN LA QUE CADA PINTOR REFLEJA SU PARAÍSO INDIVIDUAL





Una muestra "preciosa", según la baronesa.

Podrá visitarse desde este sábado al 7 de octubre. 

MÁLAGA, 30 - Las 46 obras que componen 'Paraísos y paisajes en la Colección Carmen Thyssen. De Brueguel a Gaugin' lucen ya en el Palacio de Villalón de Málaga, una muestra cuyo hilo conductor es el paraíso individual reflejado por cada pintor y que podrá visitarse desde este sábado al 7 de octubre.
Una exposición "preciosa y hecha con mucho cariño", según ha manifestado la baronesa Carmen Thyssen-Bornemisza durante la presentación de la muestra, en la que ha estado acompañada por el alcalde Málaga, Francisco de la Torre, y la directora artística del museo malagueño, Lourdes Moreno.
La muestra, comisariada por la propia Moreno, presenta un recorrido por la pintura de paisaje, desde el siglo XVII hasta mediados del XX, pasando por el romanticismo, el naturalismo y el impresionismo. Pretende analizar la representación de la naturaleza como lugar idílico a través de una selección de obras de artistas con un papel relevante en la configuración de la historia del arte.
Coincidiendo con el primer aniversario de la pinacoteca malagueña y tras 'La tradición moderna en la Colección Carmen Thyssen. Monet, Picasso, Matisse, Miró' y 'Mercedes Lasarte en la Colección Carmen Thyssen', con esta nueva muestra temporal, cuyo punto de partida es 'El jardín del Edén' (1610-1612) de Jan Brueghel 'El Viejo', el Museo Thyssen de Málaga vuelve a reunir a clásicos.
De esta forma, hace especial hincapié en los paisajistas norteamericanos del siglo XIX, como Martin Johnson Heade o Frederic Edwin Church, y en los grandes maestros de la modernidad, entre los que destacan Renoir, Gauguin o Pissarro. La pintura española en la exposición camina entre el romanticismo y el realismo con nombres como Genaro Pérez Villaamil o Emilio Sánchez-Perrier.
Algunas de estas obras, todas ellas de la colección personal de Carmen Cervera, forman parte de la permanente del museo malagueño --con autores como Darío de Regoyos, Carlos de Haes o Manuel Barrón y Carrillo--, otras están en depósito en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid y otras proceden de las residencias de la baronesa. De hecho, varios de estos cuadros son expuestos al público por primera vez.
"TODA MI AYUDA"
La baronesa ha mostrado su compromiso con Málaga y con la pinacoteca que lleva su nombre: "doy toda mi ayuda, contad conmigo, porque "hacer exposiciones temporales de esta envergadura, en tiempos de crisis, es muy difícil".
La programación del museo seguirá centrada en fondos de Carmen Thyssen, sin excluir la posibilidad de albergar otras exposiciones, ha indicado el regidor, precisando que ello también dependerá de los convenios de colaboración de patrocinio que se alcancen. En este sentido, De la Torre ha apuntado que la aportación municipal podría bajar en la medida en que el patrocinio suba, para así destinar ese dinero a otras necesidades de la ciudad.
Por último, el alcalde ha destacado que esta nueva exposición, para la que augura "un gran éxito", va a significar un reforzamiento y una consolidación muy clara" de este museo, que durante su primer año ha tenido unos resultados "muy buenos".

Fuente: Europa Press

LAS COLAS DESAPARECEN DE LA EXPOSICIÓN DE GOYA
EN EL CAIXAFORUM DE BARCELONA



NORMALIDAD EN MONTJUÏC

Las colas desaparecen de la exposición de Goya en el CaixaForum de Barcelona


BARCELONA, 29 - Las largas colas que últimamente se han formado frente a la exposición dedicada a Francisco de Goya en el CaixaForum de Barcelona han desaparecido a causa de la huelga general, y los escasos visitantes han podido disfrutar con tranquilidad de obras como 'La maja vestida' y 'El quitasol'.
Las salas por donde a diario pasan más de 5.000 personas acogen en la mañana de este jueves apenas una veintena de visitantes, según ha podido comprobar Europa Press, y la situación se repite en la muestra dedicada a Eugène Delacroix también en el CaixaForum.
Fuentes del centro han explicado que la caída de visitantes, que "no es normal", se debe sobre todo a la cancelación de las visitas de grupos escolares.
Es lo mismo que ha sucedido en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), ya que todas las salas han abierto con normalidad pero sólo algunos turistas se paseaban por ellas porque las escuelas han cancelado las visitas programadas.
En general, en Montjuiïc reina la normalidad desde primera hora de la mañana, también en el pabellón Mies van der Rohe y en el Salón de Anticuarios que acoge Fira Barcelona.
La única nota discordante la ha puesto el centro comercial Las Arenas en plaza Espanya, que ha permanecido cerrado desde primera hora.

Fuente: Europa Press

LA FUNDACIÓN BOTÍN INAUGURÓ HOY UNA EXPOSICIÓN
CON 45 DIBUJOS DE MURILLO






La Fundación Botín inaugura este viernes una exposición con 45 dibujos de Murillo

SANTANDER, 29 - La Fundación Botín inauguró este viernes, 30 de marzo, una exposición con 45 dibujos de Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682), a cargo de la comisaria Manuela Mena, que es conservadora jefe del Departamento de Pintura del XVIII y Goya en el Museo Nacional del Prado.
Con la figura de uno de los más grandes artistas españoles del siglo XVII, la Fundación continúa la recuperación y puesta en valor del dibujo de los grandes maestros españoles desde el siglo XVI hasta la actualidad, según ha informado la Fundación Botín en nota de prensa.
Si a la pintura de Murillo se le han dedicado regularmente exposiciones importantes, desde la gran retrospectiva de 1981-82 celebrada en Madrid y Londres, así como las más recientes de Estados Unidos sobre las pinturas conservadas en sus colecciones, o las de Sevilla y Bilbao de 2010 centradas en el Murillo joven, sus dibujos no han acaparado la misma atención.
Desde la exposición celebrada en Princeton en 1976, que incluyó los dibujos conocidos y atribuidos al artista hasta entonces, esta faceta ha formado siempre un apartado menor de las exposiciones de pintura, como en la mencionada retrospectiva de 1981.
La exposición de la Fundación Botín, dedicada exclusivamente al pintor en su faceta de dibujante, presenta un conjunto de 45 dibujos procedentes de las más importantes colecciones públicas y privadas en donde se conservan.
Así, estos dibujos provienen del Museo del Louvre, el British Museum, el Courtauld Institute en Londres, el Metropolitan Museum, la Pierpont Morgan Library, el Museo de Bellas Artes de Boston o el Museo de Frankfurt, así como la Biblioteca Nacional y el Museo Nacional del Prado en Madrid, y de varios coleccionistas privados.

Fuente: Europa Press