LAURA LIO:
"LA CRISIS NOS LLEVA A REPENSAR LAS PRÁCTICAS ARTÍSTICAS"




Radicada en España desde hace más de 20 años, la artista plástica argentina traza un panorama de la situación que vive ese país en general y la cultura en particular. “Los artistas tenemos recursos humanos e intelectuales para readaptarnos”, reconoce. 

SIN TÍTULO, 2005. Una de las obras de Laura Lio adquiridas por el Museo Reina Sofía de Madrid. Yeso e hilo de algodón.
“Sé que el emigrar es duro –dice con un nudo en la voz durante la conversación con Ñ. Pero bueno, de todos modos vivimos en crisis; es un gremio que vive en crisis, repensando, releyendo, creando… Un gremio que entiende la vida con todos sus cambios, su dinamismo, que todo el tiempo se recicla, se actualiza, y que tiene recursos humanos, intelectuales para readaptarse. Pero bueno, duro, ¿no? Difícil, como es siempre frente a las crisis económicas.”
Escultora, grabadora y dibujante, Laura Lio dejó el país en 1990, desahuciada por la falta de horizontes que veía para su profesión, para sus colegas y para ella misma, después de haberse empleado a fondo para asomar la cabeza en lo suyo. La adquisición de un importante paquete de sus obras por parte del Museo Reina Sofía varios años después de haberse instalado en Madrid, entre otros logros, sugería que su carrera le depararía cierta estabilidad. Hasta que el tembladeral económico que desde 2008 afecta a Europa, en especial a los países del Mediterráneo, le enrostró una realidad mucho más adversa, prolongada y de final incierto, pero no del todo extraña para un trabajador de la cultura.
-¿Cómo describirías la situación actual en España?
-Hay muy poco dinero dedicado a cultura. Pero los recortes en educación provocan las manifestaciones de estudiantes, docentes, ¿no? Son reivindicaciones sociales. En los derechos de los trabajadores que costó trabajo conseguir, a través de los sindicatos y los movimientos obreros durante muchas décadas, este gobierno de derechas que acaba de asumir, con este plan de recortes, está llevando a cabo una política de ajuste muy grande que, por supuesto, repercute de manera directa en todo lo que tiene que ver con la cultura.
Pero al no estar el dinero en las instituciones y el mercado del arte totalmente parado, pues se están creando nuevos circuitos y maneras de relacionarse independientes de esos medios de gestión de la cultura: exposiciones en los talleres, un repensar las prácticas artísticas no sólo en sus contenidos y en el hacer, sino también en cómo interactúan esas prácticas con el medio. Y bueno, se están creando más alternativas, ¿no? Se están repensando las cosas, con mucho entusiasmo y toda la creatividad que es inherente al medio del arte, también con mucha inestabilidad y temor hacia lo que va a pasar, porque no se sabe cuánto va a durar esta crisis económica…
Para la artista, las causas del orden de cosas que se vive en España de ninguna manera son atribuibles únicamente a la derecha y al PP gobernante. Cuando alude a la corrupción o a la representatividad genuina, o su falta, reparte culpas en todas las direcciones.        
–Como te decía, estoy viendo nuevas maneras de relacionarnos entre nosotros, que no tengan que ser las instituciones o las galerías de arte quienes le den un marco de validez al trabajo, sino buscar y encontrar otras estrategias mediante las cuales el trabajo se afirme en sí mismo por su calidad. Y sí, hay más cooperación, asociaciones, colectivos, grupos, y maneras de seguir viviendo, por este tema de que “la vida pasa rápido pero la crisis dura”. Ante eso hay que ver estrategias de reinventarnos, de repensarnos, y de seguir inventando esta existencia de manera que sea un lugar en el que sintamos que nos desarrollamos, ¿no?, que crecemos. Bueno, ahora estoy en un barrio más periférico y tengo contacto con todo el movimiento okupa, con la gente que tuvo que ver con el movimiento del 11-M, donde se dijo que básicamente los políticos no nos representan, tenemos que buscar otras maneras de gestión más horizontal, y entonces se crearon las asambleas en los barrios.
En el barrio de Carabanchel, donde estoy, ahora han ocupado un antiguo edificio deshabitado de cuatro pisos y allí crearon un centro social, uno vecinal, con biblioteca, lugar para los chicos, para la proyección de películas, para conciertos y hasta repensar la política y resistir a las medidas de recorte: huelgas y movilizaciones tan constantes y agresivas como está siendo el sistema de recorte de derechos de los trabajadores. Está habiendo otras maneras de crear vínculos, y de crear vida, ¿no?
-El estado español ha sido muy proveedor del arte hace unos años. ¿Cómo está ese flujo de dinero que apoyaba las artes?
-Ha cambiado todo en la cultura en general. Siempre ha tenido más apoyo el cine, porque también es una gran fuente de ingresos. En la cultura se le presta atención a mantener grandes museos, al arte emergente y al contemporáneo, pero ahora con los recortes prácticamente no hay ayuda, financiación ni becas para la gente que termina la facultad de Bellas Artes.

-¿Sos optimista respecto de la participación del mercado privado?
-En el mundo del arte la gente riquísima invierte en lo seguro, en obras que cuestan fortunas, eso es un valor de inversión; pero luego, las obras que oscilan en márgenes mucho más bajos –por decir una cifra que no controlo mucho, entre 1.000 y 20.000 euros– ahí es donde la gente se contiene de gastar. Porque los que pueden pagar eso ahora, como no saben qué va a suceder más adelante, no invierten. Está todo parado y los resultados de la última feria Arco lo dicen: hubo menos participación extranjera y el nivel de ventas ha sido muy bajo.

Laura no deja de venir a Argentina cada vez que puede. Además de los lazos familiares, vuelve a abrevar aquí con una sed que sólo alcanza a saciar en estas latitudes, y donde la influencia de las crisis, junto a tanta otra riqueza que se hace extrañar a la distancia, es tanto más recurrente que en su España adoptiva. Habla de eso en el video que acompaña esta nota.
El núcleo de su tesis doctoral en bellas Artes que desarrolla actualmente puede definirse como “Protección del medio ambiente y crecimiento económico”. Los estudios y trabajos del finlandés Juhani Pallasmaa sobre “animales arquitectos” son una referencia destacada. De la arquitectura, la construcción y los negocios no respetuosos del medio ambiente hay sobrados ejemplos en la España de los últimos tiempos: la gran crisis tiene un fortísimo sustento en ellos.
 
Lio básico
Buenos Aires, 1967
Artista plástica

 
Master en Investigación de Prácticas Artísticas y Visuales, Universidad de Castilla-La Mancha. Licenciada en Bellas Artes, Universidad Complutense de Madrid. Ha estudiado también escultura en la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova y en la Escuela Nacional de Cerámica, Buenos Aires.
Individualmente ha expuesto en Madrid, Barcelona, Gijón, Ibiza, Lisboa, Roma, París y Buenos Aires y ha participado de decenas de muestras colectivas. También ha obtenido numerosos premios y becas, entre éstas una del Bellagio Study and Comference Center de la Fundación Rockefeller.
Además de otros lugares, se encuentran obras suyas en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y el Museo Municipal de Arte Contemporáneo, Madrid; el Museo del Patio Herreriano, Valladolid; el Colegio de España en París y la Academia Española de Historia, Arqueología y Bellas Artes, Roma.

Fuente: Revista Ñ Clarín

ARTE Y MILITANCIA





Arte / Vanguardia

'Claridad: la vanguardia en lucha' inaugura la temporada de exposiciones en el MNBA con una selección de obras del patrimonio revisadas por el guión curatorial de Sergio Baur, que traza un retrato de las vanguardias combativas a comienzos del siglo XX.



Una muestra puede exhibir una trayectoria estética, poner en diálogo a varios artistas, revelar cercanías entre obras. Pero a veces, pocas veces, una muestra apela al arte para retratar un clima de época.
Eso hace justamente Claridad: la vanguardia en lucha , la exposición que abre el año en el Museo Nacional de Bellas Artes, dedicada a retratar el ambiente intelectual que, entre los años 20 y 40 del siglo XX, dio origen y acompañó el arte del compromiso social y la militancia política, que rechazó el "arte por el arte" para buscar en la renovación estética una herramienta para la denuncia social.
La vanguardia militante que retrata la muestra es, por cierto, una de las corrientes renovadoras de una época de notable vitalidad en los debates y los cuestionamientos al arte académico. En rigor, Claridad? cierra el ciclo abierto, hace dos años, con la muestra sobre el grupo Martín Fierro, la vanguardia estética que fue contrapunto y complemento de la que ahora despliega su utopía en la renovada sala del MNBA.
Hay que estar atento: el nombre de la muestra puede llevar a engaño. En rigor, hace referencia a la editorial fundada en Buenos Aires en 1926, a imagen y semejanza de emprendimientos similares en Europa, dedicada a difundir autores e ideas de izquierda y obras de denuncia social, en tiradas amplias, de edición cuidada y a precios muy populares. La revista Claridad , que se publicó, a veces trabajosamente, durante 20 años, fue uno de sus legados más relevantes. Sin embargo, y aunque la iconografía de Claridad sintetice la época -sus obreros triunfantes, sus trabajadores en lucha, sus mordaces caricaturas de la guerra, sus portadas dedicadas a Marx, a Trotsky y hasta a Sarmiento-, la muestra es mucho más. Tiene como uno de sus núcleos centrales a los Artistas del Pueblo, el grupo que integraban José Arato, Adolfo Bellocq, Guillermo Facio Hebequer, Agustín Riganelli y Abraham Vigo, todos de origen proletario e ideas de izquierda, con mayor o menor pasión por la militancia, pero igual rigor estético, quienes, por ejemplo, ilustraron muchas tapas de Claridad y libros de escritores del llamado "Grupo de Boedo", como Leónidas Barletta, Raúl González Tuñón, Álvaro Yunque, César Tiempo y Gustavo Riccio, muchos de los cuales se exponen en la muestra.
"No hicimos una lectura arqueológica de la revista Claridad , sino que quisimos llevar a la museografía una revista de crítica literaria y de arte, reconstruir el clima de ideas en el que se desarrolló el arte de la denuncia social y la militancia", puntualizó a adn Sergio Baur, curador de la muestra, que desde hace seis meses es embajador argentino en Túnez.
Por eso, y a pesar de que el recorte histórico es claro, saludablemente la cronología no se respeta en la exposición. La línea que se propone al visitante tiene que ver con los temas que estos artistas miraron con interés y se identifican con obras del período: Los charcos rojos , Tribuna proletaria , Las puertas de Babel , Los destinos humildes , El arte y las masas , La rosa blindada . Como en el arte revolucionario, son expresiones utópicas, pacifistas al comienzo de la década del 20, de cruda denuncia de la pobreza obrera luego, de alerta sobre el crecimiento de los totalitarismos nacientes, un presagio del mundo que vendría y de la estética que trataría de representarlo. En el último tramo de la sala, Medianoche en el mundo , de Berni, dialoga cómodamente con Sueño y mentira de Franco , de Picasso. "Ésta es la vanguardia de entreguerras, que vivió el ascenso de los totalitarismos", apunta Baur.
Fiel a ese espíritu, en la muestra tampoco hay exclusividades estéticas. Hay óleos en las paredes, pero también grabados de los Artistas del Pueblo, y volúmenes de los autores de Boedo; hay obras de los inspiradores europeos de esos artistas de vanguardia y, lo más novedoso del montaje, fragmentos de películas de esos años que, en lugar de estar confinados a una sala oscura que el público termina evitando o no advierte, se proyectan sobre las paredes aquí y allá en la sala, para entrar en diálogo oportuno con las obras.
De este modo, Sin pan y sin trabajo , de Ernesto de la Cárcova, que recibe al visitante como plato fuerte y abre la exposición para mostrar el origen del tema social en el arte argentino, a fines del siglo XIX, cuelga al lado de la proyección de una de las primeras filmaciones de los hermanos Lumière en Francia: la salida de las obreras de la fábrica de Lyon, hecha en la misma época. El diálogo cine-artes visuales se repite: una serie de Facio Hebequer sobre el trabajo se mira en paralelo con fragmentos de una película sobre la vida de los mineros en Francia; la exquisita escultura La madre , de Riganelli, confronta con la película homónima de Pudovkin.
"La vida de la fábrica, el mitin político, el barrio de La Boca, el arrabal, el espacio de lo suburbano, el obrero, todos esos temas se generalizan en el arte y la literatura en estos años", dice Baur, y señala la preeminencia del grabado como expresión de la época, "un elemento de diferenciación de una estética, por su bajo costo y su capacidad de ser reproducido."
No deja de ser un gesto para aplaudir que los Artistas del Pueblo -cuya incorporación al patrimonio del MNBA fue compleja y resistida por años, y que fueron objeto de una exposición relevante en 2008 en la Fundación OSDE- hayan pasado del depósito a las paredes privilegiadas de una muestra de peso. ¿Qué pasó después de los años 40 con este espíritu social en el arte? Baur tiene su hipótesis: "El debate alrededor del arte del compromiso político no se ha interrumpido. Creo que es una manera de leer la historia, gracias a la cual uno siempre puede dar un salto adelante", dice.
Entre las activas vanguardias de los años 20 en Buenos Aires no todo fue oposicón y polémica. Sin embargo la muestra del MNBA apunta un momneto de irónica crítica. Cuadros de Xul Solar, Pettoruti y Norah Borges -centrales en la estética del "opositor" grupo Martín Fierro-, cuelgan junto a la crítica que les dedicó Claridad : la pintura de Pettoruti es "decorativa"; Xul es "sólo pintorero" y la señorita Borges es apenas "pintusta".
Quizás haya sido Leónidas Barletta quien mejor describió el espíritu de la vanguardia que lo tuvo como uno de sus protagonistas y quien, si se nos permite la lectura, puso la medida del compromiso para los artistas que siguieron: "No luchábamos para crear una nueva literatura, sino una nueva sociedad".

CLARIDAD: LA VANGUARDIA EN LA LUCHA
MNBA. Avenida del Libertador 1473. Hasta el 20 de mayo..

Fuente: ADN Cultura LA NACIÓN

TITANIC: SUBASTAN 5.500 PIEZAS
RESCATADAS DEL FONDO DEL MAR

 
Valen casi 200 millones de dólares y las venderán como una colección única para preservarlas.
¿Los prismáticos perdidos?. El vigía no los tenía, y por eso no vio el iceberg. Creen que con ellos, se podría haber evitado la tragedia.

Nueva York - A menos de un mes del centenario del naufragio más famoso de la historia, salieron a subasta en Nueva York 5.500 piezas rescatadas en las siete inmersiones al barco hundido que se hicieron desde 1987.
Estas reliquias, tasadas en 189 millones de dólares, pertenecen a RMS Titanic, la empresa que llevó adelante las exploraciones. Y por orden de un tribunal estadounidense deberán venderse como una colección única para garantizar su preservación.

A la mesa. Un plato de porcelana en excelente estado de conservación y un sacacorchos, rescatados del barco hundido.

“Los interesados deben comprometerse a mantener la colección reunida y a garantizar el acceso al público”, dijo Arlan Ettinger, presidente de la casa Guernsey’s, organizadora de la subasta.
Una de las piezas más interesantes son unos prismáticos, que pudieron ser los que el vigía del Titanic perdió. Además de cucharas, frascos de perfume, un brazalete de oro, un par de guantes y el gorro de uno de los cocineros, hay una pieza de especial interés para los argentinos. Entre las postales que se hallaron en el barco, hay una de Córdoba. 

Postales. La de arriba a la derecha es de Río Cuarto, Córdoba, de donde era el argentino Edgardo Andrew, que viajaba en el barco.

De allí era Edgardo Andrew, el único argentino que se ahogó en el Titanic, quien estudiaba en Inglaterra y viajaba al casamiento de su hermano. Los ganadores de la subasta se conocerán el lunes.

 Kimono. De seda, pertenecía a la pasajera de primera clase Lucy Christiana, que se salvó.


James Cameron, el hombre récord: 
ahora bajó al lugar más profundo 



 
Misión cumplida. Cameron al salir de su minisubmarino, en el Pacífico.

James Cameron no sólo pasará a la historia por haber dirigido “Titanic” y “Avatar”, ambos récords de recaudación. El cineasta de 57 años rompió otra marca: el domingo se convirtió en la única persona en descender sola al lugar más profundo de la Tierra. En un minisubmarino, Cameron bajó a la fosa de las Marianas, un oscuro lugar a 11 kilómetros de profundidad en el Océano Pacífico, donde sólo habían descendido un suizo y un estadounidense en 1960. Ellos estuvieron 20 minutos; Cameron, 3 horas. Otro récord.
El propósito de la expedición, que requirió ocho años de preparación, fue la exploración científica, que será objeto de un documental en 3-D que hará la National Geographic, que colaboró en el proyecto. “Me siento como si hubiese ido al espacio exterior y hubiera vuelto”, dijo Cameron a los periodistas en una videoconferencia. Antes, el director había relatado su viaje a través de Twitter: “Acabo de llegar al punto más profundo del océano. Tocar el fondo nunca fue tan bello”, twitteó el domingo por la noche.
Ayer, ya en la superficie, el cineasta y aventurero –que descendió varias veces hasta el lugar donde quedó el Titanic– contó que esta última frontera en la Tierra es un lugar desolado, inhóspito y muy parecido a la superficie lunar. “Llegó un momento en que tuve que detenerme y decir: ‘Aquí estoy, en el fondo del océano, el lugar más profundo en la Tierra. ‘¿Qué significa esto’?”, relató.


Fuente: clarin.com

LOS MOSAICOS
DE LA VILLA ROMANA DE CHEDWORTH





Un grupo de arqueólogos ha logrado recuperar uno de los mosaicos más grandes de Gran Bretaña en la villa romana de Chedworth, en Gloucestershire. Tras este hallazgo, la villa abrirá al público por primera vez en 150 años.


Un conjunto de mosaicos romanos ha sido descubierto en antigua Villa Romana de Chedworth, en Gloucestershire (Inglaterra).

Han estado ocultos durante siglos en la que es una de las más viejas villars romanas de Gran Bretaña, pero ahora han sido descubiertos por un grupo de arqueólogos.

Los arqueólogos han podido recuperar este gigantesco mosaico y otras partes del yacimiento gracias a un presupuesto de tres millones de libras.

De este modo, la villa romana de Chedworth abre al público por primera vez en 150 años.

Si bien es cierto que se conocía de la existencia de los mosaicos, únicamente se había descubierto una pequeña sección que se exhibía en pequeños edificios de madera de época victoriana.

El mosaico conforma uno de los pasillos más largos de Inglaterra, de 35 metros de longitud, que se exhibirá debajo de una plataforma por la que los visitantes podrán pasar a disfrutar de este descubrimiento.

Así, los visitantes pueden mirar hacia abajo para contemplar los mosaicos más fácilmente, y también pueden disfrutar de exhibiciones interactivas sobre la vida en la Gran Bretaña romana.

La villa fue descubierta de manera accidental en el siglo XIX, allá por el año 1864, pero no ha sido hasta hace poco cuando ha sido hallado este enorme conjunto de mosaicos.

La villa romana de Chedworth es una de las mejor conservadas de todo Reino Unido, que dan cuenta de la presencia romana en este país.

Todos los que deseen ver el nuevo hallazgo de estos mosaicos pueden hacerlo desde el pasado 4 de marzo.


UNA INESPERADA OBRA DE ARTE JAPONÉS
EN UN CIGARRAL TOLEDANO





Carmen(d) y Valle(i) Vaquero muestran el cuadro que el afamado pintor japonés Keizo Koyama regaló la familia de estas dos mujeres toledanas en 1926 como muestra de agradecimiento al acogerle en un cigarral de esta ciudad. EFE

Toledo, 25 mar (EFE).- El cigarral toledano donde se hospedó durante meses el afamado pintor japonés Keizo Koyama en 1926 aún alberga su recuerdo en un cuadro que el artista nipón pintó a sus anfitriones como muestra de agradecimiento por la acogida y que, inesperadamente, hoy alcanza un alto valor en el mercado.
El cuadro, pintado al óleo, reproduce el Puente de San Martín sobre el río Tajo visto desde el cigarral de las toledanas Carmen y Valle Vaquero, las nietas de Florentino Serrano, dueño de la histórica y ya desaparecida imprenta toledana "Serrano", donde fue a parar el japonés hace 86 años en busca de hospedaje.
Las hermanas Valle y Carmen Vaquero recuerdan a Efe la historia del apreciado cuadro, un relato que ha pasado en la familia de generación en generación y al que ahora se añade el valioso coste del mismo, que podría ascender hasta los 50.000 dólares (unos 38.000 euros), algo que durante años desconocieron.
Keizo Koyama, pintor impresionista, uno de los artistas japoneses más distinguidos del siglo XX y que hoy, ya fallecido, cuenta con un museo propio en su país, recaló en Toledo en 1926 interesado por el patrimonio artístico de la ciudad.
Nada más llegar, fue hasta la imprenta "Serrano", donde insistentemente pidió alojamiento, pues alguien le había recomendado hospedarse en la pensión "Serrano".
El dueño, Florentino, intentó disuadirlo de su empeño, ya que el negocio era una imprenta y no una pensión, pero ante su insistencia le ofreció alojarse en su cigarral, una finca de 15.000 metros cuadrados situada en los aledaños del valle de Toledo, y que la familia sólo usaba como lugar de descanso.
Durante meses, Koyama se hospedó en el cigarral de los toledanos, donde una vez a la semana la familia subía para compartir con él la comida, y en este tiempo pintó numerosos cuadros de la ciudad, muchos de ellos de sus vistas desde el valle, algo que hicieron antes y han hecho después otros muchos artistas.
Antes de abandonar Toledo, el pintor japonés quiso agradecer a Florentino su hospitalidad regalándole un cuadro pintado desde su cigarral con una dedicatoria escrita en castellano: "A mi amigo Florentino Serrano, como prueba de amistad. K.Koyama 1926".
Con el paso de los años, ha resultado que el pintor japonés devolvió considerablemente el favor a la familia Serrano, pues el cuadro, que está incluido en uno de los catálogos del pintor, ha alcanzado un gran cotización.
Las hermanas Vaquero descubrieron la valía de la pintura hace unos 30 años, poco antes de fallecer el artista, cuando unos pintores japoneses visitaron el cigarral y encontraron en él una de las obras del maestro Keizo Koyama, ante la que comenzaron "a doblar el espinazo" como signo de respeto y veneración.
A partir de entonces, numerosos turistas japoneses suben hasta el cigarral, que "siempre tiene las puertas abiertas a sus visitantes", para contemplar el cuadro que hace 86 años pintó su compatriota y disfrutar del lugar donde este pasó varios meses.
El "cariño" por la obra ha hecho el que el cuadro siga situado donde estaba mucho antes de la llegada de los pintores japoneses, en el salón, al lado del televisor y cerca de otros cuadros ambientados en Toledo.
"Es el cuadro con el que nos criamos de pequeñas. Le tenemos mucho cariño y se quedará para la familia", concluye Carmen Vaquero.
Por Sara Burgos.

Fuente: EFE

EL MUSEO THYSSEN DE MÁLAGA,
ULTIMA SU MUESTRA DEL PARAÍSO,
DE BRUEGHEL A GAUGIN





Personal técnico supervisa el proceso de desembalaje de una de las obras pictóricas que conforman en el Museo Carmen Thyssen de Málaga la exposición temporal "Paraísos y paisajes" , desde Brueghel a Gauguin. EFE

Málaga, 23 mar - El Museo Carmen Thyssen de Málaga está ultimando la instalación de su próxima exposición temporal, sobre la representación del paraíso y los paisajes desde Brueghel a Gauguin, un recorrido desde el siglo XVI hasta mediados del XX que estará abierto al público a partir del 31 de marzo.
"En el Génesis, Yahvé crea un jardín singular, frondoso y con gran vegetación y sitúa a los animales de la Creación y a la primera pareja humana, que viven allí en armonía con la naturaleza, y otras culturas tienen mitos similares", ha afirmado a Efe la directora artística del museo y comisaria de la exposición, Lourdes Moreno.
En la colección de Carmen Thyssen abundan las referencias "a ese paraíso bucólico, idílico y pintoresco, siempre con un sentido de convivencia armoniosa, con paisajes serenos y de belleza en armonía".
Con casi medio centenar de obras, de las que alrededor de una decena proceden de la colección permanente del Museo Carmen Thyssen y las restantes, del Museo Thyssen de Madrid, uno de los pilares de la exposición es "El jardín del edén", de Jan Brueghel el Viejo, pintada entre 1610 y 1620, y que sigue la tradición bíblica, con los animales de la Creación en primer plano y, al fondo, Adán y Eva.
Mientras, en la escuela holandesa "el peso de la religión no es tan potente, y los paisajes son naturalezas idealizadas, no en el sentido bíblico ni mediterráneo del paraíso, sino con el componente calvinista y protestante del paraíso a través del trabajo y del esfuerzo", ha apuntado Moreno.
También está presente el paisaje rococó, representado por François Boucher, cuyos paisajes son "idílicos y bucólicos, con presencia de ruinas romanas y vestigios de la Antigüedad".
En la exposición tienen un peso importante, tanto cuantitativo como cualitativo, los paisajistas norteamericanos, "que encontraron una tierra virgen e hicieron de la representación del territorio un signo de identidad", con nombres como Frederic Edwin Church o Albert Bierstadt.
Por su parte, los maestros impresionistas como Pissarro, Renoir o Gauguin ofrecen visiones "muy diferentes", y por ejemplo del primero se expone "un mundo humilde con los campesinos trabajando, pero el tema no es este trabajo, sino un telón de fondo con una pantalla vegetal impresionante y las distintas tonalidades de verde son las protagonistas".
Mientras, de Renoir se muestra "un humilde campo de trigo con un potente color dorado, de gran riqueza cromática", y Gauguin plasma a sus hijos "en un momento lúdico en el jardín, de forma que el propio cuerpo de los niños casi se difumina con la hierba crecida", ha señalado a Efe la directora del Museo Carmen Thyssen.


Fuente: EFE

EL LOUVRE
EXPONE LA 'SANTA ANA' DE DA VINCI
TRAS SU POLÉMICA RESTAURACIÓN