ESTE AÑO, CASA FOA
VOLVERÁ A EXHIBIR EL DISEÑO EN LA ZONA SUR


La exposición abrirá el 2 de septiembre en el Centro Metropolitano de Diseño de Barracas.



Casa FOA, la exposición de arquitectura, paisajismo y diseño interior, vuelve al sur de la Ciudad: la edición número 28 se realizará en el Centro Metropolitano de Diseño (CMD), en Barracas. La muestra se montará en un antiguo edificio de la calle Algarrobo 1041, construido en la década del 30, en donde funcionó un mercado de abasto de pescados; y que desde 2003 alberga a una institución pública que promueve el diseño como capital económico y cultural.
Para muchos quizá sea la oportunidad de conocer un rincón de la Ciudad que casi no queda de paso hacia ningún lado, y también de descubrir un edificio con un enorme valor patrimonial . De hecho 2007 el mercado, junto a otras construcciones de la zona, son área de protección histórica.
Este año la muestra tendrá un giro porque, a diferencia de lo que acostumbra ser la puesta en valor de un edificio deteriorado o abandonado, esta vez la exhibición convivirá con las actividades del CMD, un espacio absolutamente restaurado y reinaugurado en 2010, luego de casi siete años de obras. Allí casi mil personas toman cursos de capacitación en temas relacionados con diseño y trabajan 36 empresas “incubadas”, a las que el Ministerio de Desarrollo Económico les presta asistencia, asesoramiento técnico y espacio físico.
Y pese a que el CMD es un sitio público, igual la gente tendrá que pagar entrada (el año pasado el ingreso general costaba $ 35 y la entrada para estudiantes y jubilados, $ 20). La normativa le permite a la Ciudad otorgar el uso del edificio, pero sólo para fines relacionados con el diseño. “Pero además, todo lo recaudado es destinado a la Fundación Oftalmológica Argentina Jorge Malbrán. El CMD se quedará con dos obras, pero no con dinero”, aclaró Enrique Avogadro, el director de Comercio Exterior y de Industrias Creativas de la Ciudad.
No es la primera vez que Casa FOA hace pie en Barracas. En 2005 la fundación recuperó una antigua fábrica textil, que se transformó en oficinas y viviendas tipo loft. El edificio, también de un gran valor arquitectónico, está ubicado muy cerca del CMD y sobre el pasaje Lanín, famoso por tener las fachadas de las casas intervenidas por el artista plástico Marino Santamaría. Y en 2006 FOA estuvo presente en el Palacio Lezama, en la ex fábrica de galletitas Canale.
Este año la muestra va a ocupar la planta baja del edificio, que posee una superficie abierta enorme: “ Una vez que termine la exposición quedará montada una biblioteca, que será el tema a desarrollar por los profesionales que participarán por la beca de estudios que entrega la fundación. Además nos dejarán mejoras en el museo del sitio, que ahora es muy pequeño”, detalló Avogadro.
La muestra se realizará entre el viernes 2 de septiembre y el domingo 2 de octubre. Ayer, en la presentación, estuvieron presentes funcionarios de gobierno e integrantes de la fundación. Como todos los años, desde 1985 –cuando se realizó la primera muestra, en una antigua casona de la calle Quintana, en Recoleta– lo que se recauda se destina a la prevención y a la lucha contra la ceguera, a la ayuda a hospitales públicos y en diversos programas destinados a la atención de personas de bajos recursos, entre otras cosas.
 
Un sitio de alto valor patrimonial

El Mercado de Pescados se inauguró en 1934, rodeado de galpones y talleres y unas pocas viviendas. En aquellas épocas, el barrio de Barracas era un lugar netamente fabril y aún hoy conserva ese perfil. Para principios del 1900, la empresa inglesa Ferrocarril Sud construyó la estación Barracas al Norte –hoy Hipólito Yrigoyen– y una serie de puentes ferroviarios que hoy conforman el Area de Protección Histórica número siete.
El 28 de febrero de 1983 el mercado cerró sus puertas y toda la actividad se mudó al Mercado Central. La construcción –un típico galpón con naves enormes y techos a dos aguas– permaneció cerrada y en estado de abandono durante décadas. Hasta que en 1999 se comenzó a gestar el proyecto para refuncionalizarlo. Hoy es el barco insignia del proyecto “Distrito de Diseño”, similar al “Distrito Tecnológico” de Parque Patricios.

Fuente: clarin.com

LOS CARACOLES DE PARQUE CENTENARIO


La notable colección de moluscos y bivalvos del Museo Rivadavia  


DISEÑO. EL NAUTILUS , CUYO IMPACTANTE MORFOLOGIA NATURAL HA SIDO TOMADA COMO MODELO DE TODO TIPO DE OBRAS, ENTRE ELLAS PARTE DE LAS BARANDAS DEL PROPIO MUSEO DE CIENCIAS.

Por Eduardo Parise

El lugar está abierto cinco horas por día. Pero si uno fuera a mirar detenidamente los cientos de piezas que componen esa maravillosa colección, varias semanas no serían suficientes. Se trata de la sala del Museo Argentino de Ciencias Naturales que reúne a las más impactante y monumental colección de caracoles, moluscos y bivalvos del país y del mundo que puedan verse en un solo lugar. Y para sorpresa de los que aún no la descubrieron, está a pasos del Parque Centenario. El nombre técnico del sector es Sala de Malacología, aunque se la conozca por el más llano, simplificado e incorrecto “salón de los caracoles”. Allí, en atractivas y bien iluminadas vitrinas aparecen caracoles terrestres y marinos, bivalvos de agua dulce y de mar y moluscos traídos de los lugares más remotos. Entonces, caminando y observando las vitrinas, uno empieza sentirse como una especie de Jacques Cousteau, el investigador y navegante francés que con su barco, el Calypso, se dedicaba a recorrer los mares del planeta para saber más del mundo subacuático. Así se puede descubrir, por ejemplo, a ejemplares de la Lambis chiragra y de la Tibia delicatula, dos tipos de caracoles marinos de la cuenca indo-pacífica. O tal vez sorprenderse con la forma del Strombus Goliat (de la zona caribeana-brasileira) y del Haliotis rufescens, llegado desde el área cercana a Oregón y California. Se trata de “diseños” naturales que pueden deslumbrar al más creativo de los diseñadores artísticos. Por supuesto que la gran sala tiene sus primeras figuras, igual que las tiene cualquier escenario que ofrezca un gran espectáculo. Uno de ellos está en el sector dedicado a los cefalópodos. Se trata del Nautilus, también llegado desde la zona Indo-Pacífico. Puede habitar en profundidades de hasta 500 metros. Su atractiva imagen tiene tal simbolismo que cuando los artesanos diseñaron las barandas de hierro del edificio, utilizaron el perfil de un Nautilus seccionado como elemento decorativo. Pero aunque el Nautilus convoque miradas, la vedette del lugar tiene otro nombre. Se llama Tridacna gigas y es el caparazón de uno de los moluscos vivientes más grandes del mundo. Algunas superan hasta los 300 kilos. La almeja gigante que está en el Museo tiene dos grandes valvas (cada una pesa cerca de cien kilos) y se estima que el molusco que la habitaba rondaba los ochenta. Colocada sobre un soporte de hierro preparado especialmente, esta maravilla de nácar está al alcance de la mano en un rincón de la sala. Dicen que allí se pueden llegar a formar perlas del tamaño de una pelota de ping pong. También cuentan que muchas de estas valvas se suelen usar como pilas bautismales en algunas iglesias. Lo más importante del lugar es que el espectáculo comienza cuando uno llega. Y la “sala de los caracoles” es sólo una de las varias e interesantes exhibiciones que hay en el museo vecino al Parque Centenario, cuyas colecciones superan las tres millones de piezas. Entre ellas están la réplica de una cabeza del impactante Tiranosaurio Rex, el esqueleto de un Velociraptor como aquellos que popularizó Steven Spielberg en sus películas, o la monumental vértebra de uno de esos gigantes hallados en la Patagonia. Pero esa es otra historia. 

Fuente: clarin.com


EL NAUTILUS EN EL DISEÑO DE LAS BARANDAS DEL MUSEO DE CIENCIAS NATURSALES "BERNARDINO RIVADAVIA"
 FOTO PEDRO L. BALIÑA

ATRIBUYEN A GIOTTO EL SUDARIO DE CRISTO


Controversia.
Para el Vaticano, aún es un misterio.


Crucifixión de Giotto, pintada hacia 1304.

Elisabetta Piqué 
Corresponsal en Italia ROMA 

Se han escrito decenas de libros y tejido cientos de teorías sobre la sindone , el Santo Sudario o Sábana Santa, la enigmática tela de lino que, según se cree, envolvió el cuerpo de Cristo luego de su crucifixión. Pero ayer llamó la atención una nueva hipótesis firmada por un investigador italiano, Luciano Buso, que sostiene que fue Giotto, el famosísimo pintor medieval toscano (1267-1337), el autor del sagrado lienzo, que pintó y firmó en 1315. El Santo Sudario, que se conserva en Turín, es una de las reliquias más misteriosas del mundo, objeto de polémicas sobre las que la Iglesia jamás se pronunció. Nadie nunca logró explicar el proceso por el cual la tela ostenta la doble imagen en negativo, frontal y dorsal, de un hombre torturado y crucificado, ni nadie nunca logró determinar científicamente si el lienzo -que mide 4,37 metros de largo por 1,11 metros de ancho- es realmente la tela que envolvió el cadáver de Cristo, o si data de la Edad Media, como sugieren unas pruebas de carbono 14 realizadas en 1988, también objeto de disputa científica. La tesis de Buso, que desde hace años reivindica haber descubierto una técnica de escritura oculta que solían usar los pintores como marca indeleble de la autenticidad de sus obras, está en línea con esto último. Buso, que analizó la Sábana Santa estudiando fotos oficiales de ésta, recibidas por la arquidiócesis de Turín, asegura haber descubierto en el lienzo la firma que se identifica en varios frescos con la de Giotto. "La misma grafía, el mismo modo de escritura oculta", indicó el experto, que aseguró que la leyenda "Giotto 15", por Giotto 1315, se repite muchísimas veces en la sábana, tanto en el rostro como en las manos entrelazadas de Cristo. Para Buso, probablemente Giotto haya recibido el encargo de volver a realizar un nuevo Santo Sudario porque "la vieja Sábana Santa estaba en pésimas condiciones". Si bien llamó la atención, la teoría de Buso no convenció a los expertos. "Es la enésima invención sobre la sindone ", dijo a LA NACIÓN el vaticanista Andrea Tornielli, autor de un libro sobre el tema, que recordó que hasta se atribuyó a Leonardo da Vinci la autoría del sagrado lienzo. "Si hay algo seguro sobre la Sábana Santa, es que sobre la tela no hay ningún rastro ni de pigmento alguno ni de pintura. El misterio sigue abierto", concluyó Tornielli.

Fuente texto: lanacion.com

 Sábana Santa de Turín

LOS BOSSCHAERT:
FLORECE UNA DINASTÍA
EN EL RIJKSMUSEUM AMSTERDAM



Ambrosius Bosschaert (1573-1621)

Bosschaert nació en Amberes. Cuando, después del Sack de Amberes (1585), esa ciudad era el centro comercial más importante de Europa en el siglo XVI. En 1585 la ciudad fue tomada por el ejército español. Ésto resultó ventajoso para las ciudades holandesas del norte. Muchos no católicos huyeron a la nueva República, con su capital y sus habilidades. De hecho, el puerto de Ámsterdam se benefició enormemente del posterior bloqueo del puerto de Amberes por la flota republicana. El saqueo de Amberes marcó el final de la era de crecimiento y prosperidad de la ciudad, que ya no era segura para los protestantes. En 1593 se unió al gremio de pintores de esa ciudad, asociaciones de personas con un objetivo profesional común. Los gremios de pintores aparecieron por primera vez en los Países Bajos en el siglo XIII. Tomaron su santo patrono: San Lucas. Los artesanos debían ser miembros del gremio para ejercer su profesión. Se esperaba que cumplieran determinados requisitos relacionados con la calidad y el precio, pero los gremios también tenían fondos para proteger a sus miembros contra las dificultades, económicas o sociales. Un amplio sistema de aprendizaje fue gestionado por los gremios. Sólo un maestro plenamente capacitado podría convertirse en miembro de un gremio. Tanto la casa de los pintores y los pintores de obras de arte pertenecían al gremio de San Lucas. En el siglo XVII, sin embargo, los artistas se tornaron cada vez más hostiles hacia los artesanos, o "pintores secundarios”, el gremio de San Lucas. Como Jan Brueghel, se especializó en naturalezas muertas florales, que eran todavía un género popular en Middelburg. Se conocen alrededor de cincuenta pinturas de este artista. Su cuñado, el pintor de naturalezas muertas Balthasar van der Ast, fue alumno suyo. Aparte de la pintura, Bosschaert también comerció con arte y se trasladaba de ciudad en ciudad, habiendo vivido en Utrecht y Breda. En 1621 murió en camino a La Haya, yendo a entregarle una naturaleza muerta floral al príncipe Mauricio por la suma de mil florines. 

Título: Naturaleza muerta con flores en un florero Wan-Li.

Año: 1619

Autor: Ambrosius Bosschaert

Técnica: Óleo sobre chapa de cobre.

Dimensiones: 31 x 22,5 cm

Inventario: SK-A-152


Un ramo de flores variadas, que consiste en una aguileña, tulipanes, peonías y junquillos ha sido cuidadosamente puesto en un pequeño vaso de porcelana china Wan-Li. Los brillantes colores de los pétalos se destacan sobre el fondo oscuro. Hay un tulipán y un ciclamen – Violeta de los Alpes – sobre la mesa, al lado del jarrón. Hay insectos en algunas de las flores. Bosschaert tuvo otras razones además de las puramente estéticas al pintar este ramo. Los tulipanes “flamígeros” fueron muy exóticos en el siglo XVII, y por lo tanto muy caros. La representación de Bosschaert de flores infestadas de bichos bien puede haber sido concebida como un vanitas Vanitas vanitas y está relacionado con la vanidad de la palabra y la transitoriedad. El término se refiere al primer versículo de Eclesiastés en “vanitas Vanitas, vanitas omnia" la Biblia latina: vanidad de vanidades, todo es vanidad. La pintura holandesa del siglo XVII ofrece a menudo símbolos de la fugacidad, sobre todo los bodegones o naturalezas muertas. Calaveras, relojes de arena, velas apagadas y elementos similares se refieren a la evanescencia de la existencia. Las pinturas de Vanitas están destinadas a recordar al espectador lo corta que es la vida y que debe ser vivida con el debido respeto a las leyes de Dios. La pintura, se refiere a la fugacidad de la belleza y de la riqueza.

Balthasar van der Ast (1593/94-1657):
 
Nació en Middelburg. Allí fue aprendiz de su cuñado. A Van der Ast, su cuñado y a tres sobrinos, se los conoce como la dinastía Bosschaert, un grupo de pintores famosos por sus naturalezas muertas. En 1615, Van der Ast y  familia Bosschaert se trasladaron a Bergen op Zoom, y unos años más tarde a Utrecht. En 1632 se instaló en Delft, donde se casó. Van der Ast se especializó en naturalezas muertas con flores y frutas, y pintó también un número notable de naturalezas muertas con caracoles. Trabajó junto a Roelant Savery y le enseñó a Jan Davidsz de Heem y a los hijos de Ambrosio Bosschaert.

Título: Naturaleza muerta con frutas y flores


Año: c.1620-21

Autor: Balthasar van der Ast (Ambrosius Bosschaert)

Técnica: Óleo sobre tabla.

Dimensiones: 40 x 70 cm

Inventario: SK-A-2152



Un plato de frutas y un jarrón con flores sobre la mesa. Repartidas por el mantel se ven unos caracoles flor. Los insectos se arrastran por todas partes y atacan a la fruta. En el extremo derecho, una tela de araña que parece ser en la forma de una calavera. Indica que esta pintura es, de hecho, todo sobre la fugacidad de la vida. El espectador se acuerda de la brevedad de la vida. Dos naturalezas muertas parecen estar combinadas en este cuadro: la de la frutera y la de las flores en el jarrón. Por lo general, estos temas eran pintados por separadamente, como lo hizo el maestro de Van der Ast, Ambrossius Bosschaert. El artista firmó y fechó el trabajo dos veces: a la izquierda (1620) y derecho (1621)
  
Título: Naturaleza muerta con flores

Año: c. 1632-57

Autor: Balthasar van der Ast

Técnica: Óleo sobre tela

Dimensiones: 59 x 43 cm

Inventario: SK-A-2103

Sobre una mesa, un jarrón de color verde oscuro, estriado, con flores. Al lado de éste hay varios caracoles exóticos. Éstos eran probablemente parte de la colección del pintor ya que al más cercano - un "Ranunculus cono" - se lo ve representado en su obra con frecuencia. Una salamandra pequeña y una oruga se arrastran sobre la mesa. Arriba a la izquierda, a la sombra, se acerca una avispa volando. La pintura está firmada por Balthasar van der Ast pero probablemente dejó una proporción significativa del trabajo a sus ayudantes. Las líneas de construcción de la pintura en lápiz son claramente visibles. Van der Ast bien pudo haber producido ésto como una guía para sus aprendices para que continuasen “coloreando”.

Nota: Cliquee dos veces sobre cada imagen para verla ampliada al máximo. 

EL ESPAÑOL PLENSA EN LA FERIA INTERNACIONAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO
DE PARIS



'Cabeza blanca de Nuria, 2008', del escultor español Jaume Plensa, expuesta en la feria internacional de arte contemporáneo FIAC, el 20 de octubre de 2010 en el Grand Palais de París. 

Foto:François Guillot/AFP

CACTUS PARA REPANTIGARSE EN ELLOS




El sofá 'Cactus' diseñado por Maurizio Galante, expuesto en la muestra 'El palacio de la Farnesina y sus colecciones', en el museo Ara Pacis de Roma, el jueves 19 de mayo. 

Foto:Alberto Pizzoli/AFP

CINCO CIUDADES
SE UNIERON PARA RECORDAR A GARCÍA LORCA


A 113 años de su nacimiento / Homenaje al gran poeta español.
Hubo actos en Fuente Vaqueros, Madrid, Nueva York, La Habana y Buenos Aires


Silvina Premat
LA NACIÓN

Cuando en España ayer, 5 de junio, fueron las cinco de la tarde, comenzaron a tañer las campanas del centro de estudios lorquianos de Fuente Vaqueros, en Granada, donde hace 113 años nacía el poeta y dramaturgo Federico García Lorca.
Al mismo tiempo -aun cuando los relojes marcaran una hora diferente-, se conectaron en videoconferencia con el teatro de Fuente Vaqueros poetas y escritores de otras cuatro ciudades en las que el paso de García Lorca dejó huellas duraderas: Madrid, Nueva York, La Habana y Buenos Aires.


A su turno, en cada una de ellas, se leyeron versos del autor asesinado hace 75 años en un homenaje que, inspirado en uno de sus poemas más conocidos ("A las cinco de la tarde"), se llamó "El 5 a las 5 en 5" y que amplió el que desde hace 35 años se celebra en la ciudad natal de García Lorca, conocido allí como "5 a las 5".
En Buenos Aires, la conexión se hizo desde el vestíbulo del histórico hotel Castelar, sobre la Avenida de Mayo, en el que el autor de La casa de Bernarda Alba vivió durante seis meses, en 1933. Allí, la habitación 704, "pequeñita y mágica que supo ser su refugio", al decir de Inés Rinaldi, que ayer participó de los homenajes, está convertida en museo y abierta a la visita del público.
En las cinco sedes del homenaje, se leyeron, entre otros textos, fragmentos de la obra lorquiana El diván del Tamarit .

Firma de Lorca de 1928.

A las lecturas desde el teatro de Fuente Vaqueros siguió la que hizo Laura García Lorca, sobrina del reconocido y desaparecido poeta, desde Madrid; la de los actores Walter Krochmal y Wanda Sevilla desde las puertas de la Universidad de Columbia, en Nueva York, y la del coordinador del Festival Internacional de Poesía de La Habana, Alex Pausides, desde Cuba.
Desde Buenos Aires llegaron, por último, los acordes del bandoneón y las voces de la presidenta de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina (SEA), Graciela Aráoz, y de las actrices Lidia Catalano y Victoria Oscar (de 13 años).
Graciela Aráoz destacó el reclamo de García Lorca para "que todos los hombres sepan" y "gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio del Estado, en esclavos de una terrible organización social". Al término de la videoconferencia, el homenaje porteño siguió con sevillanas a cargo de bailarines del Ballet del Centro Cultural Andalucía de Buenos Aires; una conferencia y otros espectáculos.


Un retrato que le hizo el uruguayo Rafael Barradas a Lorca, de título sutil: Lorca y otro.

Huésped de lujo

En el séptimo piso del Castelar, debajo del número de habitación 704, a la que se llega por un pasillo plagado de gigantografías con fotos y datos biográficos de García Lorca y del contexto histórico en el que vivió, un pequeño cartel indica: "La mera popularidad no le interesaba: «Es demasiado frívola. Lo más hermoso que un poeta puede esperar es entrar en el alma del pueblo: eso es la poesía»". Personajes de sus obras, pintados en tamaño natural en las paredes de un pequeño vestíbulo del cuarto, parecen esperar el regreso del huésped de lujo.
La estadía en Buenos Aires y los lugares que frecuentó el poeta granadino son recordados en visitas guiadas -cada primer domingo de mes-, organizadas por el Ente de Turismo del gobierno porteño.
"Muchas personas preguntan por su relación con Lola Membrives o con Carlos Gardel, aunque él conoció en Buenos Aires también a Pablo Neruda y a muchos otros hombres de la cultura", dijo ayer a LA NACION Mariano Pini, uno de los guías del programa Buenos Aires.

Fuente texto:lanación.com