POR LA DESPOBLACIÓN, VENECIA ASISTE A SU PROPIO FUNERAL


Un cortejo fúnebre de barcas organizado por pobladores atravesó el Gran Canal en la ciudad italiana para reclamar soluciones que motiven a los habitantes a permanecer allí

ROMA (EFE).- Barcas y góndolas de Venecia navegaron hoy por el Gran Canal de la ciudad para asistir al "funeral" de la ciudad, una iniciativa organizada por sus ciudadanos para sensibilizar al mundo ante el grave problema que lo afecta: la despoblación.
Turistas sorprendidos asistieron a un cortejo fúnebre por el canal que atraviesa la ciudad del que participaron unas 300 personas navegando en sus barcas a remo, siguiendo la góndola donde se colocó el ataúd rosa que simbolizaba la muerte de la ciudad.
El féretro fue colocado al finalizar el trayecto ante la sede del ayuntamiento, el palacio Cà Farsetti, donde se pronunció una oración fúnebre por la "Serenissima" en dialecto veneciano.
Se trata de una iniciativa organizada por el movimiento cívico "venessia.com" para llamar atención ante la despoblación de la ciudad. En los 60 la cantidad de habitantes era de 120.000 y ahora se encuentra por debajo de los 60.000.
"Venecia está en peligro", afirmó Matteo Secchi, uno de los organizadores del funeral.


Para Matteo, el 21 de octubre pasado, cuando la población veneciana bajó de los 60.000 habitantes, es una de las fechas "trágicas" de la historia de la ciudad. "Si el 4 de noviembre de 1966 los venecianos lo recordaran como la fecha de la gran tragedia de la inundación, el pasado 21 de octubre pasará a la historia como tragedia de la despoblación", añadió Secchi.
El funeral finalizó cuando del ataúd salió la bandera de la Fenice (Ave Fénix), uno de los símbolos de Venecia y del renacer de la "Serenissima".


El movimiento está realizando una junta de firmas dirigidas a todas las personas que quieran convertirse en venecianos. El primer "nuevo veneciano" adoptado por este movimiento de ciudadanos es el filósofo español Victor Gómez Pin, que recibió el pasado año el premio periodístico internacional "Istituto Veneto per Venezia", por su artículo "No al modelo Venecia", en el que comparaba la despoblación del centro de Barcelona con el de la ciudad de los canales.


Para Secchi, "Venecia se está quedando sin alma", ya que los auténticos venecianos se marchan de la ciudad debido a las grandes dificultades que entraña vivir entre canales, así como los precios altos de las casas, y del resto de los servicios y alimentos.
Para evitar que continúe el éxodo, los pocos que quedan piden a los políticos algunas medidas que frenarían la marcha de los residentes. Entre ellas, que se frene inmediatamente la apertura de hoteles en Venecia, incentivos fiscales a los propietarios que alquilen sus viviendas a venecianos y favorecer la compra de casas populares a aquellos que se marcharon de la ciudad para que puedan regresar.


Estudian los orígenes europeos.
La celebración del funeral ha sido aprovechada por el Instituto Worcester Polytechnic de Massachusetts (EE.UU.), que hace una investigación patrocinada por la National Geographic Society, para recoger muestras de la saliva de los venecianos de al menos tres generaciones y conservar así su ADN. El estudio forma parte de un proyecto que tiene como objetivo aclarar los orígenes de la población de centro Europa.
Los expertos estadounidenses esperan recoger las muestras del ADN de 5000 venecianos, que después se enviarán al centro de evolución de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona (España) para su análisis.

TEXTILES ABORÍGENES MAKUBA DEL CONGO
Hechos magistralmente con rafias







CHARLES THAYS, EL JARDINERO FRANCÉS
QUE CAMBIÓ LA CIUDAD DE BUENOS AIRES

DESDE HOY Y HASTA EL 6 DE DICIEMBRE UNA MUESTRA PODRÁ VERSE EN EL CENTRO CULTURAL RECOLETA.
    Una vista del Jardín Botánico, una de sus más conocidas obras.

Creó la mayoría de los parques, desde el Botánico hasta los Bosques de Palermo.
 
Por Silvia Gómez

Un siglo atrás, Carlos Thays diseñó, proyectó y construyó espacios públicos a semejanza de las grandes capitales europeas. Una Buenos Aires surcada por calles profusamente arboladas y atravesada por cientos de plazas y parques. Espacios verdes que hoy son identitarios de los barrios: el Parque Tres de Febrero y el Jardín Botánico, en Palermo; las Barrancas, en Belgrano; el Parque Centenario; la ahora enrejada Plaza Colón, detrás de la Casa Rosada; el Parque Lezama, en San Telmo; y el eje Plaza de Mayo y de los Dos Congresos, avenida de Mayo incluida. Una enumeración definitivamente caprichosa, porque alrededor del 80% de los paseos de la Ciudad llevan su firma. Casi no debe haber un porteño que no haya caminado por algunas de sus plazas o sus parques. Su genio le permitió embellecer con jardines hasta la frialdad de edificios públicos, hospitales y regimientos. Desde hoy, y hasta el 6 de diciembre, se podrá ver en el Centro Cultural Recoleta una muestra que aborda su vida y la huella indeleble de Thays en Buenos Aires. Es un homenaje al gran transformador de la Ciudad.

                                 El busto de Thays, 1849 -1934, en el Jardín Botánico.

Era como un hombre del Renacimiento: artista y científico. Dominaba el arte de diseñar un jardín, pero además dibujaba planos y era un gran acuarelista. Fue botánico, jardinero, horticultor y ambientalista", así lo describe Sonia Berjman, la curadora de "Carlos Thays, un jardinero francés en Buenos Aires". En la exposición pueden verse fotos, maquetas, planos, acuarelas, mobiliario urbano y objetos personales dan cuenta de la historia de este francés que soñó una Ciudad permanentemente florida. No fue al azar que mandó a plantar jacarandás, tipas, lapachos y palos borrachos a lo largo de calles, avenidas y parques. Junto al Parque Tres de Febrero, el Jardín Botánico es una de sus obras insignia. En ese jardín, hoy rodeado de torres, reunió la flora de todas las provincias argentinas y se dio el gusto de plasmar una suerte de compendio de los tres tipos de diseños paisajístico: simétrico, mixto y pintoresco. Un dibujo ecléctico que es parte del encanto del Botánico, junto con los invernaderos que, como no podía ser de otra manera, también diseñó.
    La casa de Thays en el Jardín Botánico de Buenos Aires.

En la muestra del Centro Cultural Recoleta también se puede ver la maqueta del edificio que hoy es la dirección del jardín, pero que fue su casa; allí vivió con su familia. Hoy ya son cuatro las generaciones Thays que han heredado también la pasión por el paisajismo.Carlos Thays llegó a la Argentina con 40 años y ya estaba escrito que todas sus obras iban a ser casi fundacionales. Su primer trabajo lo hizo en Córdoba: en lo que todavía era un territorio virgen plasmó una obra ícono de la ciudad, el Parque Sarmiento. Y dos años después ya se había instalado en Buenos Aires. Como Director de Parques y Paseos Públicos -un puesto que obtuvo por concurso público- comenzó a darle forma al sueño de dotar a la Ciudad de espacios públicos de calidad. Thays consideraba que los parques no tenían por qué ser exclusivos de las clases altas. La transformación de Buenos Aires fue tan espectacular que rápidamente se hizo reconocido. Era tan famoso que la revista Caras y Caretas publicó una caricatura suya y lo llamó el "jardinero de la Nación". Esta ilustración firmada por Cao también se podrá ver en la muestra. Organizada por los gobiernos municipales de Buenos Aires y París, la Fundación YPF, la Embajada de Francia en Argentina y la Alianza y la Cultural francesas, la muestra "busca que todos tomemos conciencia del patrimonio cultural que significan los parques. Son uno de los tesoros de Buenos Aires que muy pocas otras ciudades tienen", aseguró Berjman. Un llamado a la reflexión cuando se debate la reducción del presupuesto para el mantenimiento de algunos de los parques creados por el genio de Carlos Thays.

    El Jardín Botánico, en su homenaje, lleva su nombre. Aquí una de sus fuentes.

Los trabajos más famosos

1.- Tres de Febrero. El gran pulmón verde de la Ciudad, en el barrio de Palermo.
2.- Botánico. Plantó en el jardín de Las Heras las especies del resto del país.
3.- Parque Lezama. Uno de los pocos espacios verdes de San Telmo.
4.- Parque Centenario. En el corazón del lugar hasta diseñó hasta un lago.
5.- Plaza Congreso. Dibujó también los ornamentos de los monumentos.
6.- Plaza de Mayo. Postal ineludible de la Ciudad de Buenos Aires.
7.- Palermo Chico. Las calles circulares de este barrio llevan su firma. 

8.- Plaza Colón. La pensó como una continuación hacia el Río de la Plata.
9.- Parque Patricios. Sobre la avenida Caseros, se inauguró en 1902.
10.- Plaza Solís. En La Boca, fue la primera plaza pública del barrio. 




Una foto de Thays y la tapa del catálogo de la exposición en el Centro Cultural Recoleta.








  Jacarandás florecidos en Plaza San Martín.


Carlos Thays (París, 1849 – Buenos Aires, 1934)
 - Fue conocido como el Jardinero Mayor de Buenos Aires. Su obra en el territorio argentino se desarrolló desde 1889 hasta bien entrado el siglo XX. Aunque francés de nacimiento y formación, adoptó a la Argentina como patria, estudiando y valorando su acervo natural y cultural. - Construyó parques y paseos determinantes para la conformación de la imagen urbana nacional, incorporando flora extranjera y nativa y abarcando una amplia paleta de colores. - Como Director de Paseos de la Ciudad de Buenos Aires concretó y remodeló la mayoría de sus espacios verdes: parques 3 de Febrero, Los Andes, Ameghino, Colón, Patricios, Chacabuco, Pereyra, Centenario, Lezama, Avellaneda e Intendente Alvear así como las plazas del Congreso, de Mayo, Rodríguez Peña, Solís, Castelli, Brown, Balcarce y otras. - También construyó jardines en hospitales, regimientos, edificios públicos y arboló las calles con 150.000 ejemplares. - La figura de Thays también fue clave en la protección del patrimonio natural, la producción de la yerba mate y la botánica científica. - Cuando comenzó su gestión como Director de Parques, los Bosques de Palermo tenían unas 180 hectáreas. Él logró triplicar su extensión. Además de dibujar parques y plazas, también diseñaba el mobiliario, incluidos los bebederos y las casas de los guardianes. También diseñó invernaderos y luminarias que mandaba a traer desde París. - La obra del arquitecto y paisajista Carlos Thays no se agota en los parques, el arbolado y calles de la Ciudad. Puede verse en distintos pùntos de la Argentina y otros países, como el Parque Sarmiento (Córdoba), el 9 de Julio (Tucumán), el Independencia (Rosario), el San Martín (Mendoza), el Urquiza (Paraná), la urbanización balnearia de Mar del Plata, los parques de estancias emblemáticas como La Candelaria de Lobos o La Porteña de San Antonio de Areco, el barrio de Carrasco (Montevideo) y el Maranhao (Brasil). - Además de paseos públicos, construyó parques para estancias y residencias privadas.

LA EXPOSICIÓN:

Se llama Un jardinero francés en la Argentina y se lleva a cabo en las salas Cronopios, J y C, del Centro Cultural Recoleta, desde el miércoles 4 de noviembre al domingo 6 de diciembre. Con un sentido didáctico-estético, la muestra hace foco en la necesidad de valorizar y cuidar los espacios verdes urbanos y naturales del país.
La exposición está dividida en varias secciones dedicadas a diversos aspectos claves de la personalidad y del trabajo de Carlos Thays:
Una vida, dos continentes: explica la vida privada y pública de Thays en Francia y Argentina.
El arte del jardín: muestra sus principales realizaciones públicas y privadas (plazas, parques y jardines; urbanizaciones; estancias y residencias)
Ciencia y técnica: se centra en su actividad relacionada con la botánica, el medio ambiente natural y la horticultura. Rincón infantil: introduce lúdicamente a los niños en el conocimiento de las plazas de otras épocas.
Paseos virtuales: para quienes gustan de los paseos al aire libre, una video instalación los lleva a los parques de París y Buenos Aires.
Jardín Exterior: la exposición se completa con un Jardín de Bienvenida.


EL TRIBUTO QUE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES Y EL PAÍS LE DEBÍAN A THAYS.

Por fin, este gran hacedor tiene este más que merecido homenaje en el Centro Cultural Recoleta.
Vale la pena hacerse de un buen rato e ir al Centro Cultural Recoleta para poder abarcar y disfrutar a fondo todo lo mucho que hay para ver en esta excelente, documentada, exhaustiva, estética y didáctica exposición sobre la titánica obra de Thays. Ha sido montada en base a un cuidadísimo proyecto de la Arq. Ana María Ricciardi, en base a unidades temáticas y, como correspondía al homenaje a un as del diseño, siguiendo un muy bien ponderado proyecto. Se ven en ella los proyectos originales acuarelados de
Charles Thays, fotos, planos, ornamentos, maquetas, objetos personales, mobiliario urbano, etc.
En el acto de inauguración de la muestra, el Jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, anunció que se va a hacer el Museo de los Parques de Buenos Aires, con punto de partida en el fantástico archivo que donarán los descendientes de Thays, lo que es una buenísima noticia para todos quienes admiramos su magnífica obra, su creatividad, buen gusto, conocimientos y tesón.

Pedro L. Baliña

CHARLES THAYS, EL JARDINERO FRANCÉS
QUE CAMBIÓ LA CIUDAD DE BUENOS AIRES

DESDE HOY Y HASTA EL 6 DE DICIEMBRE UNA MUESTRA PODRÁ VERSE EN EL CENTRO CULTURAL RECOLETA.
    Una vista del Jardín Botánico, una de sus más conocidas obras.

Creó la mayoría de los parques, desde el Botánico hasta los Bosques de Palermo.
 
Por Silvia Gómez

Un siglo atrás, Carlos Thays diseñó, proyectó y construyó espacios públicos a semejanza de las grandes capitales europeas. Una Buenos Aires surcada por calles profusamente arboladas y atravesada por cientos de plazas y parques. Espacios verdes que hoy son identitarios de los barrios: el Parque Tres de Febrero y el Jardín Botánico, en Palermo; las Barrancas, en Belgrano; el Parque Centenario; la ahora enrejada Plaza Colón, detrás de la Casa Rosada; el Parque Lezama, en San Telmo; y el eje Plaza de Mayo y de los Dos Congresos, avenida de Mayo incluida. Una enumeración definitivamente caprichosa, porque alrededor del 80% de los paseos de la Ciudad llevan su firma. Casi no debe haber un porteño que no haya caminado por algunas de sus plazas o sus parques. Su genio le permitió embellecer con jardines hasta la frialdad de edificios públicos, hospitales y regimientos. Desde hoy, y hasta el 6 de diciembre, se podrá ver en el Centro Cultural Recoleta una muestra que aborda su vida y la huella indeleble de Thays en Buenos Aires. Es un homenaje al gran transformador de la Ciudad.

                                 El busto de Thays, 1849 -1934, en el Jardín Botánico.

Era como un hombre del Renacimiento: artista y científico. Dominaba el arte de diseñar un jardín, pero además dibujaba planos y era un gran acuarelista. Fue botánico, jardinero, horticultor y ambientalista", así lo describe Sonia Berjman, la curadora de "Carlos Thays, un jardinero francés en Buenos Aires". En la exposición pueden verse fotos, maquetas, planos, acuarelas, mobiliario urbano y objetos personales dan cuenta de la historia de este francés que soñó una Ciudad permanentemente florida. No fue al azar que mandó a plantar jacarandás, tipas, lapachos y palos borrachos a lo largo de calles, avenidas y parques. Junto al Parque Tres de Febrero, el Jardín Botánico es una de sus obras insignia. En ese jardín, hoy rodeado de torres, reunió la flora de todas las provincias argentinas y se dio el gusto de plasmar una suerte de compendio de los tres tipos de diseños paisajístico: simétrico, mixto y pintoresco. Un dibujo ecléctico que es parte del encanto del Botánico, junto con los invernaderos que, como no podía ser de otra manera, también diseñó.
    La casa de Thays en el Jardín Botánico de Buenos Aires.

En la muestra del Centro Cultural Recoleta también se puede ver la maqueta del edificio que hoy es la dirección del jardín, pero que fue su casa; allí vivió con su familia. Hoy ya son cuatro las generaciones Thays que han heredado también la pasión por el paisajismo.Carlos Thays llegó a la Argentina con 40 años y ya estaba escrito que todas sus obras iban a ser casi fundacionales. Su primer trabajo lo hizo en Córdoba: en lo que todavía era un territorio virgen plasmó una obra ícono de la ciudad, el Parque Sarmiento. Y dos años después ya se había instalado en Buenos Aires. Como Director de Parques y Paseos Públicos -un puesto que obtuvo por concurso público- comenzó a darle forma al sueño de dotar a la Ciudad de espacios públicos de calidad. Thays consideraba que los parques no tenían por qué ser exclusivos de las clases altas. La transformación de Buenos Aires fue tan espectacular que rápidamente se hizo reconocido. Era tan famoso que la revista Caras y Caretas publicó una caricatura suya y lo llamó el "jardinero de la Nación". Esta ilustración firmada por Cao también se podrá ver en la muestra. Organizada por los gobiernos municipales de Buenos Aires y París, la Fundación YPF, la Embajada de Francia en Argentina y la Alianza y la Cultural francesas, la muestra "busca que todos tomemos conciencia del patrimonio cultural que significan los parques. Son uno de los tesoros de Buenos Aires que muy pocas otras ciudades tienen", aseguró Berjman. Un llamado a la reflexión cuando se debate la reducción del presupuesto para el mantenimiento de algunos de los parques creados por el genio de Carlos Thays.

    El Jardín Botánico, en su homenaje, lleva su nombre. Aquí una de sus fuentes.

Los trabajos más famosos

1.- Tres de Febrero. El gran pulmón verde de la Ciudad, en el barrio de Palermo.
2.- Botánico. Plantó en el jardín de Las Heras las especies del resto del país.
3.- Parque Lezama. Uno de los pocos espacios verdes de San Telmo.
4.- Parque Centenario. En el corazón del lugar hasta diseñó hasta un lago.
5.- Plaza Congreso. Dibujó también los ornamentos de los monumentos.
6.- Plaza de Mayo. Postal ineludible de la Ciudad de Buenos Aires.
7.- Palermo Chico. Las calles circulares de este barrio llevan su firma. 

8.- Plaza Colón. La pensó como una continuación hacia el Río de la Plata.
9.- Parque Patricios. Sobre la avenida Caseros, se inauguró en 1902.
10.- Plaza Solís. En La Boca, fue la primera plaza pública del barrio. 




Una foto de Thays y la tapa del catálogo de la exposición en el Centro Cultural Recoleta.









  Jacarandás florecidos en Plaza San Martín.


Carlos Thays (París, 1849 – Buenos Aires, 1934)
 - Fue conocido como el Jardinero Mayor de Buenos Aires. Su obra en el territorio argentino se desarrolló desde 1889 hasta bien entrado el siglo XX. Aunque francés de nacimiento y formación, adoptó a la Argentina como patria, estudiando y valorando su acervo natural y cultural. - Construyó parques y paseos determinantes para la conformación de la imagen urbana nacional, incorporando flora extranjera y nativa y abarcando una amplia paleta de colores. - Como Director de Paseos de la Ciudad de Buenos Aires concretó y remodeló la mayoría de sus espacios verdes: parques 3 de Febrero, Los Andes, Ameghino, Colón, Patricios, Chacabuco, Pereyra, Centenario, Lezama, Avellaneda e Intendente Alvear así como las plazas del Congreso, de Mayo, Rodríguez Peña, Solís, Castelli, Brown, Balcarce y otras. - También construyó jardines en hospitales, regimientos, edificios públicos y arboló las calles con 150.000 ejemplares. - La figura de Thays también fue clave en la protección del patrimonio natural, la producción de la yerba mate y la botánica científica. - Cuando comenzó su gestión como Director de Parques, los Bosques de Palermo tenían unas 180 hectáreas. Él logró triplicar su extensión. Además de dibujar parques y plazas, también diseñaba el mobiliario, incluidos los bebederos y las casas de los guardianes. También diseñó invernaderos y luminarias que mandaba a traer desde París. - La obra del arquitecto y paisajista Carlos Thays no se agota en los parques, el arbolado y calles de la Ciudad. Puede verse en distintos pùntos de la Argentina y otros países, como el Parque Sarmiento (Córdoba), el 9 de Julio (Tucumán), el Independencia (Rosario), el San Martín (Mendoza), el Urquiza (Paraná), la urbanización balnearia de Mar del Plata, los parques de estancias emblemáticas como La Candelaria de Lobos o La Porteña de San Antonio de Areco, el barrio de Carrasco (Montevideo) y el Maranhao (Brasil). - Además de paseos públicos, construyó parques para estancias y residencias privadas.

LA EXPOSICIÓN:

Se llama Un jardinero francés en la Argentina y se lleva a cabo en las salas Cronopios, J y C, del Centro Cultural Recoleta, desde el miércoles 4 de noviembre al domingo 6 de diciembre. Con un sentido didáctico-estético, la muestra hace foco en la necesidad de valorizar y cuidar los espacios verdes urbanos y naturales del país.
La exposición está dividida en varias secciones dedicadas a diversos aspectos claves de la personalidad y del trabajo de Carlos Thays:
Una vida, dos continentes: explica la vida privada y pública de Thays en Francia y Argentina.
El arte del jardín: muestra sus principales realizaciones públicas y privadas (plazas, parques y jardines; urbanizaciones; estancias y residencias)
Ciencia y técnica: se centra en su actividad relacionada con la botánica, el medio ambiente natural y la horticultura. Rincón infantil: introduce lúdicamente a los niños en el conocimiento de las plazas de otras épocas.
Paseos virtuales: para quienes gustan de los paseos al aire libre, una video instalación los lleva a los parques de París y Buenos Aires.
Jardín Exterior: la exposición se completa con un Jardín de Bienvenida.


EL TRIBUTO QUE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES Y EL PAÍS LE DEBÍAN A THAYS.



Por fin, este gran hacedor tiene este más que merecido homenaje en el Centro Cultural Recoleta.
Vale la pena hacerse de un buen rato e ir al Centro Cultural Recoleta para poder abarcar y disfrutar a fondo todo lo mucho que hay para ver en esta excelente, documentada, exhaustiva, estética y didáctica exposición sobre la titánica obra de Thays. Ha sido montada en base a un cuidadísimo proyecto de la Arq. Ana María Ricciardi, en base a unidades temáticas y, como correspondía al homenaje a un as del diseño, siguiendo un muy bien ponderado proyecto. Se ven en ella los proyectos originales acuarelados de
Charles Thays, fotos, planos, ornamentos, maquetas, objetos personales, mobiliario urbano, etc.
En el acto de inauguración de la muestra, el Jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, anunció que se va a hacer el Museo de los Parques de Buenos Aires, con punto de partida en el fantástico archivo que donarán los descendientes de Thays, lo que es una buenísima noticia para todos quienes admiramos su magnífica obra, su creatividad, buen gusto, conocimientos y tesón.

Pedro L. Baliña

CUADRO EN VENTA
BENITO QUINQUELA MARTÍN,
Escuela Argentina, 1890 -1977.





















BENITO QUINQUELA MARTÍN, Escuela Argentina, 1890-1977.

Esta poco común obra de Quinquela Martín se titula “Estiba de troncos”.Es un paisaje del Tigre. Es un óleo sobre madera terciada y mide 60 X 70 cm.
Fue pintada y firmada por Quinquela Martín en el año 1918.
Fue regalada por Quinquela Martín a su secretario y amigo Francisco Molinari.
Está certificada por su autor, por el Perito Judicial de Arte Luis Fernández Arroyo, por el crítico de arte César Magrini y también por Minerva y Carlos Casasco Drago.Su estado de conservación es óptimo.
Esta obra estuvo expuesta en el Museo de Bellas Artes de La Boca que recuerda a su autor y figura incluida en el correspondiente catálogo.

Y, A PROPÓSITO DE QUINQUELA MARTÍN...
Esta excelente foto que le hiciera Aldo Sessa





Este excelente retrato del famoso pintor argentino Benito Quinquela Martín,1890-1977, integra la serie Íconos de ese hombre múltiple que es Aldo Sessa. Fotógrafo, artista plástico, editor, académico de número de la Academia Nacional de Bellas Artes, diploma Domingo F. Sarmiento del Senado de la Nación, ciudadano ilustre de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, etc., que lleva publicados ya más de 40 libros.

HAPPY BIRTHDAY CHARLIE DARWIN !!!
IMÁGENES PARA UN BICENTENARIO

Un velero recrea su viaje por el Mundo

Navegará durante ocho meses por los mismos océanos que recorrió el célebre naturalista británico hace más de un siglo y medio
Está en el puerto de Buenos Aires / Lleva a bordo a 20 documentalistas holandeses

El Stad Amsterdam, ayer, contra la silueta de rascacielos de Buenos Aires
Foto: Sesa Select
Nora Bär LA NACION
El 27 de diciembre de 1831, Darwin se embarcaba en el HMS Beagle, un bergantín de tres palos y 28 metros de eslora, para iniciar un recorrido de 64.000 km a través de los mares y las costas del mundo.
La expedición, que iba a durar dos años, pero finalmente duró casi cinco, y durante la cual el naturalista de poco más de 20 años realizaría observaciones geológicas, recogería miles de muestras de la vegetación característica y realizaría anotaciones sobre especímenes de la fauna viviente y extinguida, cambiaría para siempre nuestra idea del origen de las especies y de nuestro lugar en el mundo natural.
Hoy, un velero vuelve a surcar los mismos océanos y a hacer escalas en los mismos puertos que visitó el Beagle. Es el Clipper Stad Amsterdam, construido en 2000 por la compañía de recursos humanos Randstad (propietaria de la local Sesa Select) y la ciudad de Amsterdam, lleva a bordo a un equipo de 20 documentalistas de la televisión holandesa y a un grupo de científicos que intentan "redescubrir" el mundo natural 178 años después de Darwin.
"Es la réplica de una fragata del siglo XIX del mismo nombre -explica Gijs Meijer Swantee, uno de los directores y productores de la serie de 35 programas [que ya está emitiendo cada domingo el Canal 2 de la TV pública holandesa]-, pero está dotado de la última tecnología en instrumentos y seguridad. Y, a diferencia del barco en el que viajó Darwin, mucho más pequeño e inseguro, mide 80 metros de largo.”
Después de zarpar de Plymouth el 1° de septiembre, el Stad Amsterdam se dirigió a las Azores, Cabo Verde, Bahía, en Brasil, Río de Janeiro, Montevideo y Buenos Aires, donde permanecerá hasta mañana a la mañana atracado en Puerto Madero.
"Darwin escribió mucho sobre el mundo natural de su tiempo y nosotros usamos su viaje como inspiración", dice Swantee, que confiesa que el barco se mueve bastante y la mayoría padece náuseas cuando hay tormenta y las olas arrecian.
Aunque en estos días está en Londres para cumplir obligaciones con su universidad, entre los científicos que participan en la expedición del Stad Amsterdam se encuentra nada menos que la bióloga Sarah Darwin, hija de tataranietos del científico. También el escritor y biólogo belga Dick Draulans; el artista Antony Smith, encargado de los bocetos e ilustraciones de la expedición; el fotógrafo y especialista en el estudio del plancton Wim van Egmond; el climatólogo Andreas Sterl; los paleontólogos Bert Boekschoten y Hanneke Meijer; el historiador y periodista británico Christopher Lloyd; la bióloga de la marina holandesa, además de experta buceadora, Deniz Haydar; las especialistas en química de los sentidos Sanne Boesveldt y Karljin van Stralen; el microbiólogo Kevin Verstrepen; Bert Vermeersen, encargado de medir la gravedad a través del océano Indico; el ictiólogo Hans Witte, y el autor de crónicas de viaje británico Redmond O´Hanlon.
"Cada uno -cuenta Swantee- se incorpora durante distintos períodos a la travesía y recorre las zonas en las que está interesado."
Hasta ahora el viaje parece ofrecer todo tipo de sorpresas. Los paleontólogos de a bordo, por ejemplo, encontraron restos fosilizados de una cáscara de huevo de unos 15 millones de años de antigüedad. Los biólogos descubrieron una nueva especie de calamar. Los psicólogos están haciendo una investigación sobre los celos desde el punto de vista de la psicología evolucionista...
Los documentalistas viajan con anterioridad a cada lugar y registran ese material precioso que se transformará en programas de 35 minutos y paquetes educativos para las escuelas. Luego, las escenas que reflejan no sólo las investigaciones sino también las historias de vida se editan a bordo del barco, una especie de estudio flotante. Ante la pregunta de si trabajan muchas horas, la respuesta categórica de un colega de Swantee es: "¡Todas!"
Pero cada uno de los que viajan en el Stad Amsterdam comprende que participa en una experiencia única.
Dice el capitán al mando de esta majestuosa maravilla, el suizo Andi Manser: "Es el sueño de cualquier navegante. Todo el mundo está contento, es algo especial."
Y Swansee está de acuerdo: "Nunca hemos hecho algo así anteriormente y estoy casi seguro de que nunca volveremos a hacerlo".