LA CAPILLA SIXTINA, DE VIAJE: QUIEREN QUE RECORRA EL PAÍS.

Proyectan un edificio móvil, de grandes medidas, y con reproducciones fieles de sus frescos.
La Capilla Sixtina, de viaje: quieren que recorra el país
   Imponente. La Capilla Sixtina es una de las joyas de la cultura universal.

Sergio Rubin

Esta vez no se trata de la metafórica premisa que dice que, si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma, sino de algo cercano a la realidad: que, como muchos no pueden viajar hasta El Vaticano para contemplarla, la majestuosa Capilla Sixtina -joya del Renacimiento y ámbito de una de las obras cumbre de la pintura universal- se acerque a ellos. No es que la vayan a desarmar ni que le pongan rueditas. Las nuevas tecnologías permiten hoy hacer una reproducción desmontable que puede dejar boquiabierto al más pintado. No es una idea en incubación. Ya se probó en varias ciudades de México y fue todo un éxito: más de dos millones la visitaron y quedaron maravillados. ¿El próximo destino?: en los pasillos vaticanos se afirma que sería casi con certeza la Argentina. ¿Cuándo? Muy probablemente el año que viene. Para ser exactos, 27 metros de altura, 78 de largo y 36 de ancho.
La Capilla Sixtina, de viaje: quieren que recorra el país
   En México. La construcción de la Capilla Sixtina. / Notimex
Todo comenzó de casualidad -o resultó providencial, si se lo pone en categorías religiosas- cuando hace unos años se iniciaron los trabajos para digitalizar el patrimonio cultural y archivístico del Vaticano con cámaras fotográficas de última generación. Los realizadores decidieron empezar por la Capilla Sixtina con sus deslumbrantes frescos de Miguel Angel. Durante varias noches capturaron un millón de imágenes de muy alta definición. Pero al comprobar que se podían ampliar al tamaño real sin que perdieran calidad -más aún, mantenían una asombrosa fidelidad- surgió la idea de reproducir la capilla estampando las imágenes en telas perfectamente ensambladas, dispuestas en estructuras desmontables para poder emplazarla en cualquier parte. El experimento funcionó: todo sonaba muy parecido a lo real. Ni siquiera requería contenedores para el traslado: sólo un pendrive.
La idea cerraba, además, por todos lados. La posibilidad de “acercar” la Capilla Sixtina a la gente que no puede viajar a Italia hacía juego con el deseo del Papa Francisco de que todos, no sólo los que tienen recursos, puedan acceder a los tesoros artísticos del Vaticano y, a la vez, al mensaje religioso que -en este caso- implica esta singular obra levantada como parte del Palacio Apostólico. Porque, vale recordar, los frescos recrean escenas del Antiguo y el Nuevo Testamento, por caso de la vida de Moisés y Jesús, a través inicialmente de pintores como Sandro Botticelli, Pietro Perugino, Pinturicchio, Domenico Ghirlandaio, Cosimo Rosselli y Luca Signorelli. Y luego del mismísimo Miguel Angel, con su descomunal obra en la bóveda (unos 460 metros cuadrados) y, luego el célebre Juicio Final en la pared que está detrás del altar.
La Capilla Sixtina, de viaje: quieren que recorra el país
         Igualita. Visitantes observan una reproducción de la Capilla Sixtina instalada en el Museo de la Revolución, en Ciudad de México. /EFE
En rigor, la Capilla Sixtina tal como hoy se la conoce, es fruto de la restauración de la antigua capilla del Palacio Apostólico. La obra fue ordenada por el Papa Sixto IV (de allí el nombre de Sixtina) y se realizó entre 1473 y 1481 (los frescos se terminaron en 1482). Sexto consagró el templo en 1483. A su muerte, su sucesor Julio II convocó a Miguel Angel, que pintó la bóveda entre 1508 y 1512 y El Juicio Final, entre 1536 y 1541. Pero pasarían muchos años hasta que la capilla se convirtiera en la sede de los cónclaves, es decir, de la elección de los pontífices. Recién lo hizo a partir de 1878. E incluyó la célebre estufa que con su humo negro y blanco avisa si hay o no nuevo Papa.
A lo largo de su historia, la Capilla Sixtina no estuvo exenta de todo tipo de acechanzas. Desde las guerras hasta las menos imperceptibles como la de los hongos o la gran afluencia de turistas que cambiaban el medio ambiente y que obligaron a restauraciones, a veces no exentas de polémicas, reducción de visitas y otras medidas. Y donde lo rudimentario se cruzó con la tecnología en un curioso contraste. Por caso, cuando un incorrecto uso de la chimenea, durante el cónclave de 2005, que eligió a Benedicto XVI, provocó que el humo inundara la capilla y sofocara a los cardenales. O como cuando en aquella y en la última elección papal, que consagró a Jorge Bergoglio, fue protegida de los servicios secretos con un escudo tecnológico que impedía captar desde afuera las conversaciones o que eventuales infieles usaran sus celulares desde dentro.

Lo cierto es que, enterado el gobernador de la Ciudad del Vaticano, cardenal Giuseppe Bertello, de la posibilidad de una Capilla Sixtina itinerante, aceptó una prueba piloto en México, país en el que había sido Nuncio Apostólico (embajador del Papa) durante muchos años. Así, la estructura se instaló primero en la ciudad de México, luego en Tocula, Puebla, León, Guadalajara y Monterrey. Cuando se llegó al visitante número dos millones se le obsequió un viaje al Vaticano. La beneficiada, una mujer de 77 años de pocos recursos, cumplió su sueño la semana pasada: estuvo en la Santa Sede y a las 7 de la mañana, sin público, entró emocionada a la verdadera Capilla Sixtina.
La noticia del emplazamiento en la Argentina de una reproducción del templo se filtró ayer, casi sin querer, durante la presentación en Roma del documental Mi idea del arte, basado en un libro editado en 2015 donde el Papa Francisco expresaba sus preferencias artísticas. La presentadora fue la directora de los Museos Vaticanos, Barbara Jatta -la primer mujer en ocupar ese puesto- quien, ante una pregunta, dijo que “es una posibilidad que se está estudiando”. Entre los presentes se contaba Alejandro Marmo, un escultor argentino muy valorado por Francisco, quien elogió entre sus obras el Cristo Obrero y la Virgen de Luján, y quien sería un gran impulsor de que se haga en el país, proyecto que estaría muy avanzado.
Con todo, las fuentes dijeron a Clarín que todavía no está definido en que ciudades sería emplazado. No habría que descartar zonas populosas conociendo la especial preocupación de Francisco por los pobres. Además, podría ser -dicen observadores- una excelente actividad, entre otras, de una preparación para la demorada visita del Papa a su patria.
Presencia en Mèxico
En junio del año pasado, una réplica exacta de la Capilla Sixtina se abrió por primera vez fuera del Vaticano. Ocurrió en el Distrito Federal mexicano y, en la capital del país con más fieles católicos del planeta, recibió un millón de visitantes en poco más de dos meses. Tratándose de un edificio “desmontable”, empezó a itinerar. La semana que viene estará en su cuarto destino, la capital del estado de Chiapas.
¿De qué se trata? Es una estructura tridimensional con reproducciones fotográficas del interior de la capilla, en un edificio con altura de 22 metros, largo de 67 y ancho de 28 metros. Contiene 3 mil metros cuadrados de impresión en tela sublimada y ocupa 510 metros cuadrados. La instalación, en cada traslado, requiere del intenso trabajo de escultores, pintores, herreros y carpinteros.
Con características diferentes, existe otra reproducción de la cúpula de la Capilla Sixtina: en la iglesia parroquial de los Mártires Ingleses en West Sussex, en el Reino Unido. La creó el artista local Gary Bevans, entre 1987 y 1993.


Fuente: clarin.com

IDEAS PARA AMPLIAR EL MÁS CLÁSICO DE LOS MUSEOS

En el Bellas Artes

Lanzarán un concurso para sumarle superficie; el requisito es que la obra no requiera el cierre del actual conjunto.


Ideas para ampliar el más clásico de los museos
   En crecimiento. El Museo de Bellas Artes queda chico para todo lo que tiene que mostrar. /Martín Bonetto


Matilde Sánchez

El cuaderno de visitantes deja constancia, con una precisión digna del Génesis, de que “al tercer día” de su mandato el presidente Mauricio Macri visitó el Museo y se comprometió a la ampliación que no podía haberse dado bajo su gobierno porteño. Con la lección bien aprendida del abandono y flamante reinauguración del Teatro San Martín, pronto le tocará el turno a otra de las instituciones centrales de Buenos Aires, el Museo Nacional de Bellas Artes. El Museo depende del ministerio nacional y solo el hecho de que haya pasado largos años bajo el signo político opuesto al de la ciudad explica la demora de esta reforma, que comenzó a barajarse en tiempos del director Jorge Glusberg, durante el menemismo. El director Andrés Duprat la piensa por estos días.Trascendió esta semana que las autoridades ya ultiman los detalles del Concurso de ideas que someterá una ampliación de entre 8 y 12 mil metros cuadrados. Aunque el ministro de Cultura Pablo Avelluto no renuncia del todo a la obra masiva soñada, que en 2015 contemplaba una mudanza del Museo a los grandes cubos del canal TV pública, pocas cuadras más adelante por avenida Libertador, para eslabonar una milla de museos, todo indica que esa ilusión está cada vez más lejos. Mudar el Museo obligaría a duplicar el presupuesto, armando un canal televisivo desde cero en un predio de Vicente López. De todos modos, esta reforma será significativa, la primera desde los años 70. Las bases, que hoy están en borrador, serán públicas en dos meses. La inversión rondará los 200 millones pesos.“La colección del MNBA, que en parte queda oculta por falta de paredes, y su gran tránsito de visitantes justifican que crezca –sintetiza el ministro Avelluto-. Es uno de los mayores atractivos culturales de Buenos Aires, el centro de su circuito de arte, y es visitado casi en un 40 por ciento por turistas”. Por sus plazos, la iniciativa se despegará de megáfonos y vaivenes electorales.Si bien es temprano para especular sobre la propuesta, se conocen algunos requisitos: no podrá implicar el cierre del Museo durante la remodelación, ni el predio de la Asociación de Amigos, sobre Alcorta, que en los hechos es uno de los centros culturales más concurridos de la ciudad, con más de 5000 matrículas y un auditorio-cine casi flamante. La AAMNBA aporta al Museo unos 40 mil dólares por mes, alrededor del 17% de su presupuesto.La comparación con la experiencia del Teatro San Martín vuelve a ser productiva: como se recordará, la sala Leopoldo Lugones, corazón de la cinefilia porteña, sufrió una refacción prolongada y, apenas abierta, tuvo que volver a cerrar cuando se aceleró la obra en el Teatro. “La Lugones” todavía no reabrió.La pregunta es, por lo tanto, en qué dirección crecerá. Podría extenderse en horizontal; una de las ideas contempla una gran cafetería en la terraza, a la manera del nuevo Whitney, cuyo mirador y café son más visitados que sus ocho pisos de exposiciones. O bien podría extenderse hacia el parque, en cuyo caso involucrará decisiones de Espacio Público de la ciudad. En esas conversaciones están… No es un dato menor que al jefe de Gobierno de la ciudad le importa especialmente Bellas Artes. Lo vincula a la estación de subte que parará enfrente, en la Facultad de Derecho. Un conocedor de los acuerdos actuales entre el ministro Avelluto y Horacio Rodríguez Larreta, destaca que si bien “los funcionarios del PRO pueden no ser gente de la cultura”, tienen en claro que se traduce en un alto valor simbólico, en una imagen internacional, incluso a términos inmobiliarios.



Fuente: clarin.com

LAS CIUDADES QUE SOÑÓ VICTORIA OCAMPO

La mecenas se preguntó por el futuro urbano y hasta invitó al país al famosos arquitecto francés Le Corbusier.
Las ciudades que soñó Victoria Ocampo
   Diseños en la muestra sobre ciudades en Villa Ocampo. /Cortesía Villa Ocampo

Susana Reinoso
Victoria Ocampo confiaba en la cultura y la ciencia como herramientas que, en manos de hombres capacitados, serían parte de la solución de problemas “existentes desde que el mundo es mundo”. No es difícil deducir a qué problemas aludía la visionaria mecenas argentina, que invirtió buena parte de su fortuna personal en traer intelectuales, escritores, artistas y científicos extranjeros al país y promovió nuevos valores locales en el pensamiento y las artes.Como consta en los archivos que se atesoran en el Observatorio Unesco Villa Ocampo, en Beccar, Victoria se preguntaba si las hermosas ciudades modernas, “de las que tanto me hablaron Le Corbusier y Gropius” subsistirían en el futuro en la medida en que “la sociedad no cambiara fundamentalmente”.Con la premisa de Victoria como bandera, en Observatorio Unesco Villa Ocampo, o simplemente Villa Ocampo, se inaugura este viernes la muestra Máquinas para habitar. Cultura, ciencia y ciudades sostenibles, desde la que se aborda el uso e integración de los recursos naturales y culturales en el desarrollo sustentable de las comunidades y las ciudades. La muestra sigue hasta diciembre.Como una derivación de este foco, se programaron dos hitos a lo largo del año, este viernes se realizó un Diálogo sobre Cultura y Ciencia, con el francés Antoine Picon, presidente de la Fundación Le Corbusier; el secretario de Cultura y Creatividad de la Nación, Enrique Avogadro; el vicepresidente de Icomos Internacional, Alfredo Conti; el subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación, Pablo Bereciartua, y el director de la Casa Curuchet de La Plata, Julio Santana. Exponente diseñado por Le Corbusier –quien vino a la Argentina en 1929, invitado por Victoria Ocampo- y testimonio único de su concepción en la Argentina, esta finca fue declarada Patrimonio de la Humanidad en julio del año pasado.Dicha aceptación fue parte de un conjunto repartido en el mundo: el Museo Nacional de Tokio, Japón; el complejo edilicio del Capitolio en Chandigarh, India, y el de Pampulha en Belo Horizonte, Brasil. Los edificios de Le Corbusier protegidos por Unesco suman 17 en todo el mundo.
Las ciudades que soñó Victoria Ocampo
  Muestra "Máquinas para habitar", en Villa Ocampo.

"Le Corbusier trabajó un modelo de arquitectura que no existía. El futuro no estaba escrito cuando él promovió esa nueva arquitectura racional porque creía en el futuro", dijo Picon. Y Avogadro dijo que están trabajando con distintas comunidades "sobre el mapeo de sus ecosistemas culturales y creativos". ¿Por qué? Lo explicó Alfredo Conti: "Muchas veces ha habido una contraposición entre los intereses de las comunidades y lo que busca el poder económico, pero hay que trabajar en una agenda que contemple las necesidades de quienes que habitan las ciudades".
De las reuniones que Victoria Ocampo tuvo con Le Corbusier surgieron distintos bocetos para proyectos que no se concretaron. Ya en 1928, con su estilo personal, contrató al arquitecto Alejandro Bustillo para el diseño de la casa de la calle de Rufino de Elizalde, de Barrio Parque (hoy del Fondo Nacional de las Artes), inspirada en el estilo racionalista de Le Corbusier.El 29 y 30 de agosto próximo, Villa Ocampo promoverá otro diálogo sobre “Cultura y Paz para el Desarrollo Sostenible”, al que asistirán Francesco Bandarin, Subdirector General de Cultura de Unesco, en París; el Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel; el titular del Sistema de Medios, Hernán Lombardi, y Jorge Szeinfeld, director nacional de Derechos Humanos y Derechos Internacional Humanitario. El encuentro será en el CCK y cerrará en Villa Ocampo.En noviembre, el diálogo será sobre “Creatividad para el Desarrollo Sostenible”. En esta jornada se abordará el trabajo creativo para visibilizar diversas expresiones culturales y colaborar en la producción de modelos alternativos de cara a los retos sociales y medioambientales, así como a los conflictos civiles.

Fuente: clarin.com

VIENE EL POLÉMICO AI WEIWEI

En noviembre, el artista disidente chino expondrá en Proa
Viene el polémico Ai Weiwei
                         El artista en su estudio de Berlín. AFP / John Macdougall.



El artista y activista chino Ai Weiwei (Beijing, 1957), una de las figuras más influyentes del arte contemporáneo, llegará a la Argentina a fines de julio para proyectar la primera gran exposición retrospectiva de su obra en Sudamérica, que se verá en la Fundación Proa a partir del 18 de noviembre.
Así lo confirmó a la agencia Télam la directora de Proa, Adriana Rosenberg, sobre la muestra que incluirá “los íconos más fuertes de su trayectoria”, siempre adaptados al espacio, en calidad de obras site specific.
Disidente político en su país y responsable de obras polémicas, Ai Weiwei exhibirá, entre otros trabajos, la instalación de la serie Semillas de girasol, ejemplares con los que tapizó la totalidad de la Sala de Turbinas de la galería Tate de Londres en 2010, o la instalación Forever, un número significativo de bicicletas entrelazadas por las ruedas y el eje, en alusión al principal medio de transporte en China. También habrá esculturas, videos, objetos y fotografías, con la curaduría del brasileño Marcello Dantas. La exposición viajará luego al Centro Cultural Banco de Brasil (CCBB) de Río de Janeiro, el museo más visitado de ese país.
“El artista llegará a Buenos Aires a fines de julio para recorrer y conocer. Planea visitar el Parque de la Memoria, la Usina del Arte y el Muntref Sede Hotel de Inmigrantes. Nuestra idea es que desarrolle algo en el espacio público, tal vez en el ingreso a Proa. Eso lo terminaremos de definir cuando esté aquí”, confirmó Rosenberg.
En sus trabajos, Weiwei reflexiona y da visibilidad a problemas sociales que marcan las inconsistencias políticas y lagunas entre el individuo y la comunidad en el mundo contemporáneo.
Debido a sus investigaciones y denuncias al gobierno de su país, el 3 de abril de 2011 Ai Weiwei fue detenido en el aeropuerto internacional de Beijing y permaneció arrestado durante 81 días sin cargos oficiales. Finalmente, tras una acusación por “evasión de impuestos”, fue liberado el 22 de junio de 2011. Su obra se expuso en Documenta Kassel (2007) y la Bienal de San Pablo (2010), entre otras muestras de prestigio


Fuente: clarin.com

UNA MUESTRA DE CUADROS ROBADOS POR LOS NAZIS
EL CODICIADO BOTÍN DE ARTE NUNCA RESTITUIDO



Aún hay miles de cuadros que demoran en volver a sus legítimos dueños; una muestra en Holanda los saca a la luz.
El codiciado botín de arte nunca restituído
   Kandinsky. "Vida llena de color" fue una de las telas robados en la época del nazismo.

Nina Siegal - The New York Times
El niño, vestido de blanco, está callado, con las manitos juntas y los ojos cerrados serenamente. Una antorcha de madera está apoyada sobre las sábanas, con la llama extinguida.El impactante óleo El niño en su lecho de muerte, del viejo maestro holandés Bartholomeus van der Helst, se encontraba entre las más de 1.200 obras secuestradas por los nazis de una galería de Amsterdam durante la Segunda Guerra. Cabe recordar que solo muy recientemente se resolvió otro caso, famoso por su prolongado litigio: el cuadro The Colourful Life (La vida llena de color), de Wassili Kandinsky, se exhibía en la Galería de Lenbachhaus, en Múnich. Un tribunal reclamó que fuera devuelto a los herederos de una familia judía, su propietaria antes de la invasión nazi a Holanda, en 1940.Recuperado por los aliados, el cuadro de Van der Helst de 1645 debería haber regresado a la familia de Jacques Goudstikker, un conocido galerista holandés. Por el contrario, perteneció a un museo holandés por más de medio siglo, hasta que la familia pudo ganar la batalla y conseguir su restitución.El periplo de la obra de Van der Helst es emblemático de un período en la historia de Holanda, en el que un frío cinismo hacia los sobrevivientes del Holocausto implicó que miles de obras maestras fueran rescatadas de manos de los nazis sólo para terminar como parte de la propiedad nacional holandesa.“Evidencia una total falta de compasión”, dijo Rudi Ekkart, historiador de arte que el gobierno contrató en 1997 para rastrear las obras de arte robadas y encontrar a sus legítimos propietarios.Los fracasos de ese período y los honestos esfuerzos por parte de Holanda por superarlos son el tema de la exhibición Looted Art  Before, During and After WWII (Obras de arte robadas — Antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial), que tuvo su inauguración el 12 de mayo en la catedral medieval de San Nicolás, en Deventer, Holanda.Con una preparación de más de seis años, la muestra incluye 75 piezas, entre ellas el retrato del niño, y explora la desigual historia del arte robado por los nazis en los Países Bajos. Alguna vez ridiculizado por sus obtusos esfuerzos para la recuperación del arte robado, a finales de los años noventa los Países Bajos llevaron a cabo emprendimientos innovadores y pioneros que hicieron que el país fuera considerado un modelo de coherencia en este tema.Sin embargo, los recientes empeños de restitución pasan a estar bajo escrutinio, ya que algunos críticos internacionales afirman que las políticas holandesas para restituir las obras de arte robadas se han vuelto muy estrictas de nuevo. Particularmente preocupante es la medida política que exige que una comisión gubernamental encargada de juzgar los casos de restitución ponga en la balanza el interés nacional de los museos contra los reclamos de los sobrevivientes judíos o sus herederos.La medida política pide que la comisión considere “el significado de la obra para las colecciones públicas de arte”, en contraposición con el apego emocional de los demandantes.
El codiciado botín de arte nunca restituído
                         "Niño en su lecho de muerte". La obra de Bartholomeus van der Heist acaba de regresar a sus dueños

En 2013, por ejemplo, una causa por el cuadro de Bernardo Strozzi Cristo y la samaritana, reclamado por los herederos de un refugiado judeo-alemán, fue rechazado porque era un cuadro importante para el museo holandés que lo albergaba. “El equilibrio de intereses implica que incluso si un demandante hace un reclamo al comité de restitución, y aún cuando el comité considere que el reclamo es válido y justo, los demandantes no obtienen automáticamente la pieza artística, ni hay ninguna solución para esta situación,” dijo Anne Webber, presidente de la Comisión para Obras de Arte Robadas en Europa, que tiene su sede en Londres. Gideon Taylor, presidente ejecutivo de la Organización Judía Mundial para la Restitución dijo: “Esto está teniendo un efecto de enfriamiento en los demandantes”. Mientras hubo esfuerzos en Alemania y otros países europeos, luego de la guerra, para compensar a las víctimas del saqueo nazi, en los años noventa surgieron nuevas coberturas académicas y mediáticas más profundas sobre el tema, que persuadieron a algunos países, por ejemplo a Francia y Austria, a revisar sus propias políticas y mejorar el proceso de restitución.“Cuando uno considera los Países Bajos y lo compara con otras naciones europeAs, llevó la delantera desde el comienzo, y todavía hacen las cosas mucho mejor que muchos otros países,” dijo Christopher A. Marinello, director ejecutivo de Art Recovery International, una empresa británica que se especializa en obras de arte confiscadas ilegalmente. “Pero los esfuerzos parecen haber disminuido, últimamente”.La nueva exhibición pone el foco en un espectro más amplio de la restitución en Holanda, alcanzando el período de la guerra. Fue concebido por Eva Kleeman, curadora que reside aquí, quien, con su esposo, Daaf Ledeboer, un asesor en materia de desarrollo urbano, estableció una fundación para montar exhibiciones en la histórica Basílica de San Nicolás. Estaban buscando áreas gubernamentales de depósito para encontrar arte digno de ser mostrado, y dijeron que una y otra vez se topaban con cuadros impresionantes con números NK. Todos formaban parte de la NK Collection, un tesoro de aproximadamente 3.800 obras de arte robadas que aún esperan ser restituidas.“Preguntamos si podíamos pedir prestada una obra de arte, y dijeron que, bueno, podía ser complicado, porque podría haber algún reclamo,” dijo Kleeman. “Nos intrigaba el tema”.Después de la guerra, los aliados restituyeron entre 8.000 y 9.000 obras de arte a Holanda, que habían sido encontradas en Alemania. El número representaba menos de la mitad de las obras que se habían reportado como faltantes por parte de los demandantes, sobrevivientes judíos del Holocausto. En 1951, cuando el gobierno holandés anunció que se había completado el proceso de restitución, y que había dejado de aceptar reclamos: el número de obras de arte restituidas a sus legítimos dueños se encontraba entre las 500 y las 1.000 piezas.


Fuente: clarin.com

ELOGIO DE LO INCONCLUSO


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   Pablo Gianera
Hace pocos meses, el Me-tropolitan Museum de Nueva York montó una muestra con un nombre tan singular como los objetos que exhibía. Se llamaba Unfinished, inconcluso, en el sentido más literal y más amplio posible. Ya ese nombre lo decía todo: comprendía aquellas obras de arte que, desde los maestros del Renacimiento hasta la actualidad, habían quedado inconclusas. La inconclusión podía tener dos causas: una interrupción involuntaria del trabajo o bien un trabajo voluntariamente interrumpido, eso que en italiano se llama non finito. Tiziano, Rembrandt, Turner y Cézanne, todos en épocas muy diferentes, pintaron guiados por la estética del non finito.Personalmente, no pude nunca sustraerme a la atracción malsana de esas imágenes (o digamos obras, para no limitarnos a la pintura) que el artista no pudo -o decidió no poder- concluir. ¿Por qué me fascinan más esas piezas que se quedaron en la mitad del camino que llevaba a su terminación que las otras, las que llegaron a la meta? Se me ocurre la siguiente explicación: la contingencia de lo inacabado se carga con el peso de lo necesario, como si, una vez abandonada, la obra no pudiera ser sino como terminó siendo; como si alguien o algo la hubieran concluido en lugar del artista.El compositor Anton Bruckner, por ejemplo, ya mayor, se arrodillaba todos los días en el Palacio Belvedere, donde vivía, para pedir que se le concediera el tiempo que necesitaba para terminar su Sinfonía N° 9. Había escrito ya tres movimientos y faltaba el último, el Finale. Como sabemos, no pudo pasar de ahí. Atento a la posibilidad de la inconclusión, Bruckner pidió, casi como última voluntad, que en lugar del cuarto movimiento inacabado se tocara su Te Deum. Tampoco la instrucción resultó, porque ya casi nadie incluye el Te Deum, ni tampoco las reconstrucciones a partir de los esbozos del Finale, y esto por una razón muy buena: la Novena debía concluir allí donde concluye: en el colosal Adagio del tercer movimiento. Lo inacabado parece regido por alguna razón superior que el propio autor ignora.En el Malba se exhibe una pintura algo extraña. Se llama Madroños y es del pintor uruguayo Carlos Sáez. Se trata de un óleo que representa a la hermana del artista. Pero las manchas coloradas en la zona de la cabeza tienen como equivalente simétrico la blancura de la tela en la parte inferior, que Sáez renunció a completar. Es como si tuviéramos delante de los ojos la maestría y la renuncia a ella. La inconclusión es también la prescindencia de un dominio.Después de la muerte de su hijo, en 1821, el poeta alemán Jean Paul decidió consagrar el resto de sus días a la escritura de un tratado sobre la vida ultraterrena. Selina o sobre la inmortalidad del alma, el tratado en cuestión, no es propiamente una novela; tiene más bien el aspecto de un ensayo filosófico habitado por personajes imaginarios. La acción se limita a un paseo de amigos que conversan sobre la inmortalidad. En el camino, hablan por ejemplo de las correspondencias entre la "tierra con flores" y el "cielo estrellado" y se preguntan si el cuerpo es el verdadero núcleo del hombre o su mera apariencia. Selina fue en cierto modo el testamento del autor. Jean Paul murió, ciego, en 1825, y el libro quedó, como casi todos los suyos, triunfalmente inconcluso, convertido en un torso colosal. Podría haber estado de acuerdo con Paul Valéry, para quien un libro no se terminaba: se abandonaba. Jean Paul escribía con la certeza de que lo escrito no debía concluirse y tenía que permanecer en un estado de disponibilidad que lo mantendría a salvo de la muerte. Finalmente, el tiempo no puede alcanzar una obra que, en su condición inacabada, quedó fuera de la historia.Las obras no nacidas son las que alcanzarán su esplendor sin llegar a ser obras. Un verdadero colmo de la vanguardia, al margen de toda cronología.

fuente texto: lanacion.com

SGT. PEPPER'S, EL ÁLBUM QUE FERTILIZÓ EL PLANETA


Se cumplen 50 años del disco que convirtió a The Beatles en obra de arte y movilizó a los jóvenes de todo
el mundo a expresarse; la tapa, un ícono reproducido hasta el cansancio.




Martín Graziano


Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, a su modo, es La Gioconda. Un monumento universal que, como las estatuas de los próceres, recibe candorosamente la peluca, los bigotes o los grafitis vandálicos. Son meras cosquillas: nada puede bajar a ese jinete del trono del consenso.Sin embargo, durante las semanas inmediatamente posteriores a su publicación, Sgt. Pepper's provocó emociones mezcladas. En medio de una invasiva campaña publicitaria, la prensa más hip saludó su edición como una victoria aplastante y, al otro lado del Atlántico, la cofradía de la costa oeste lo escuchó con "veneración religiosa". Pero, como recoge Norberto Cambiasso en su libro Vendiendo Inglaterra por una libra, también generó una ola de perplejidad. "La obsesión con la producción, acoplada a la calidad sorprendentemente mediocre en la composición, permea todo el álbum -decía el crítico Richard Goldstein en The New York Times-. No hay nada hermoso en Sargent Pepper's. Por primera vez Los Beatles nos han dado un paquete de efectos especiales, deslumbrante, pero en definitiva fraudulento? En Revolver encontraba una complejidad que me dejaba estupefacto en su sobrecogimiento, su innovación y su empatía. Pero en Sgt. Pepper's siento una nueva distancia, un sarcasmo que se camufla en pura actitud?"Distancia, sarcasmo, actitud. De acuerdo con la perspectiva, las palabras de Goldstein no necesariamente eran valores negativos. El disco, en efecto, comenzaba poniendo distancia: Los Beatles interpretaban a la Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band y Ringo, como una suerte de maestro de ceremonias, se ponía los zapatos de Billy Shears. Si con Revolver habían cruzado una frontera -ya no eran una banda de performance: eran un grupo de estudios-, con Sgt. Pepper's saltaban incluso los decorados de la música. Los Beatles dejaban de ser una banda -o sólo una banda- para transformarse en un concepto.Esa distancia teatral les permitió usar la música como forma de la ironía, pero también de la evocación. George Martin, que venía de producir discos de comedia junto con Peter Sellers y otras estrellas del firmamento de la BBC, dio un paso al frente para redondear la fanfarria de apertura, el music hall de "When I'm Sixty Four" y el carrusel de "Being for the Benefit of Mr. Kite". El disco -como era obvio- celebraba la psicodelia, pero también -menos obvio- algunos valores de la tradición británica. "She's Leaving Home", capaz de enternecer a Borges y a la cúpula revolucionaria de los Panteras Negras, era empática con la fugitiva y con sus padres.Los Beatles, como señala Diego Fischerman, eran "un fenómeno anfibio". George Harrison ponía sobre la mesa sus rudimentos del zen y Paul McCartney seguía de cerca las novedades del floreciente underground londinense (leía The International Times y sabía perfectamente quién era Syd Barret). Lennon, que más tarde renegó públicamente del costado "conceptual" de los Beatles, era todo menos ajeno al arte pop y la avant-garde. Después de todo, ya estaba de novio con una muchacha que no sólo había sido parte de Fluxus, sino también discípulo de John Cage y La Monte Young.La onda expansiva hizo estragos. En un puñado de meses, Sgt. Pepper's ya tenía sus homenajes y sus sátiras (Jimi Hendrix hizo una versión del tema de apertura, Frank Zappa remedó la portada) y los discos nuevos de los Stones, The Who, The Zombies, Pretty Things o Small Faces acusaron recibo de sus enseñanzas. Por un lado, la tradición no necesariamente es un museo. Por otro, el LP puede ser más que una colección de singles: es un escenario donde las máscaras, como anticipó Oscar Wilde, dicen la verdad. En ese sentido, y acaso en contra de la creencia más extendida, Sgt. Pepper's fue tan importante para el glam como para el rock progresivo.Pero, parafraseando a Pipo Lernoud, el disco fertilizó el planeta. En nuestro país se editó en agosto y, sólo en Buenos Aires, vendió cuarenta mil ejemplares en quince días. Los muchachos de La Cueva sintonizaron la frecuencia al mismo tiempo que los pioneros del Di Tella. Esa alquimia posibilitó el nacimiento de Mandioca y Almendra: ergo, el rock argentino. En el Uruguay, El Kinto comenzó a trabajar la idea del candombe beat y Los Shakers editaron La conferencia secreta del Toto's Bar. Unos kilómetros más hacia el Norte, Caetano Veloso, Gilberto Gil y Os Mutantes mezclaron el manifiesto antropofágico de Oswald de Andrade, el samba, la poesía concreta y la macumba para tramar la conspiración tropicalista: una cepa nueva de esa misma uva. "Lo más importante no era tratar de reproducir los procedimientos musicales del grupo inglés, sino su actitud ante el sentido de la música popular como fenómeno -dice Caetano Veloso en Verdad tropical-. Partiríamos de los elementos de los que disponíamos, no del intento de querer sonar como los cuatro ingleses."
Ringo, John, George y Paul en medio de su cruzada psicodélica: la imágen integra el librito de la edición aniversario
  Ringo, John, George y Paul en medio de su cruzada psicodélica: la imágen integra el librito de la edición aniversario. Foto: Apple Corps LTD.










Los Beatles, que eran el núcleo indivisible del pop, habían modificado su composición molecular. Abrieron la cadena de ADN y, entre los pliegues del rhythm and blues, el folk y las canciones adolescentes, metieron una bomba. La explosión dejó saldos positivos y negativos. Cuando bajó la humareda, teníamos una banda desmembrada (el 
Álbum Blanco, su siguiente LP, fue la prueba) y el brillo palpitante de un planeta nuevo.La tapa, en ese sentido, es el aleph de la contracultura: a través del ojo de su cerradura podemos espiar el universo alternativo concentrado dentro de una nuez. Desde la ciencia ficción (H.G. Wells) hasta la izquierda política (Karl Marx), pasando por la comedia ácida (Lenny Bruce), el psicoanálisis de avanzada (Carl Gustav Jung), el Nuevo Periodismo (Terry Southern), los exploradores de la superficie del planeta (Livinsgtone) y los abismos de la conciencia (Burroughs. Huxley). Desde el esoterismo (Aleister Crowley) hasta las divas del póster (Marlene Dietrich, Marilyn Monroe), pasando por la literatura prepsicodélica (Carroll, Dylan Thomas), los héroes de la desobediencia civil (Gandhi), el humor gráfico (Aubrey Beardsley), los abanderados rebeldes de la música popular (Bob Dylan) y la académica (Karlheinz Stockhausen). En el centro, claro, los propios Beatles: antes y después de la detonación.Sgt. Pepper's, con ese gesto, había puesto en marcha el procedimiento inverso de Duchamp y su mingitorio: en lugar de introducir la vida cotidiana en el mundo del arte, metió el arte en la vida cotidiana. ¡Voilá!

La revolución musical por dentro

La reedición
Más que una manzana (el ícono representativo de su Apple Corp.), The Beatles parece una naranja de la que se sigue exprimiendo año tras año. Ahora es el turno de una nueva reedición de Sgt. Pepper's, que incluye un segundo CD con tomas alternativas de las canciones (en su mayoría primeras tomas, mucho más despojadas, que demuestran el extenso y obsesivo proceso por el que atravesaron John, Paul, George, Ringo y el mismo George Martin para crear esta obra), bajo la atenta dirección de Giles Martin, el hijo del productor y quinto beatle honorífico.
El documental
Para continuar con las celebraciones por el 50° aniversario del álbum, este sábado, a las 20, OnDirectv pondrá en su pantalla (canal 201) el documental Sgt. Pepper's Musical Revolution, con la conducción del compositor Howard Goodall, y en el que se examina el legado musical y cultural de este puñado de canciones.

Fuente: lanacion.com