DESCUBREN A 35 FAMILIARES VIVOS DE LEONARDO DA VINCI


Once familiares de Da Vinci, en Florencia.
Crédito: ANSA.
Once familiares de Da Vinci, en Florencia.Crédito: ANSA.


Después de 43 años de investigaciones, dos expertos descubrieron que Leonardo Da Vinci tiene 35 familiares vivos y que uno de ellos es el genial cineasta Franco Zeffirelli. También hay un chef, un policía, un arquitecto, un contador y un herrero. 
Alessandro Vezzosi junto a Agnese Sabato presentaron ayer en Florencia los resultados de una investigación multidisciplinaria que duró más de cuatro décadas, relativa a los antepasados de Leonardo --que no tuvo hijos--, y sus familiares directos hasta hoy. Da Vinci es considerado uno de los grandes artistas de la historia universal: fue pintor, inventor, escritor y científico, entre otras actividades que desarrolló en sus 66 años de vida.
El trabajo de estos dos estudiosos permitieron no solo rastrear a los descendientes todavía vivos del padre y de la familia de Leonardo, sino también encontrar un nombre sorprendente en el árbol genealógico de Leonardo: el de Gianfranco Corsi, nombre real de Franco Zeffirelli. Justamente el famoso director de cine es de hecho el hijo de Ottorino Corsi (que nació y vivió en Vinci y sucesivamente trasladado a Florencia), nieto de Olinto Corsi, uno de los personajes más conocidos de Vinci a fines del Ochocientos. 
CUL03. MADRID, 21/02/2012.- Imagen tomada hoy en el Museo del Prado durante la presentación a los medios de comunicación de "La Gioconda" de la pinacoteca madrileña, después del proceso de restauración que ha permitido establecer que esta copia fue realizada a la vez que la famosa obra original de Leonardo Da Vinci. EFE/Paco Campos. españa madrid  restauracion copia pintura la gioconda pintada al mismo tiempo que la original arte cuadros restauraciones
MADRID, 21/02/2012.- Imagen tomada hoy en el Museo del Prado durante la presentación a los medios de comunicación de "La Gioconda" de la pinacoteca madrileña, después del proceso de restauración que ha permitido establecer que esta copia fue realizada a la vez que la famosa obra original de Leonardo Da Vinci. EFE/Paco Campos. españa madrid restauracion copia pintura la gioconda pintada al mismo tiempo que la original arte cuadros restauraciones

Según la reconstrucción del árbol genealógico de parte de Vezzosi y Sabato, la familia Corsi se emparentó con la familia Da Vinci en 1794 gracias al matrimonio entre Michelangelo di Tommaso Corsi y Teresa Alessandra Giovanna del señor Antonio Giuseppe Da Vinci, descendencia directa del señor Piero, padre de Leonardo. 
"Después de algunas declaraciones del mismo Zeffirelli -explica Vezzosi- en ocasión del Premio Leonardo que en el 2007 fue concedido por el presidente napolitano, he realizado una serie de investigaciones para definir exactamente la relación entre la familia de Leonardo Da Vinci y aquella de los Corsi, y luego de Zeffirelli. Y también sobre aquellos casas pertenecientes en la antigüedad a la familia de Leonardo y luego a los antepasados de Zeffirelli en el pueblo de Vinci". 
 "Nuestro estudio, puesto que permite identificar a los descendientes vivos en línea directa del padre de Leonardo desde hace 15 generaciones, es importante además por una razón científica: ofrecería también la posibilidad de remontarse al ADN de Leonardo da Vinci, pero esto será objeto de un próximo congreso internacional con científicos de biología y antropología, con quienes ya estamos trabajando", dijo Vezzosi tras el evento "Leonardo vive".
Durante el estudio surgieron otras curiosidades: por ejemplo que el abuelo de Leonardo, Antonio, en 1427 declaró datos falsos al catastro, probablemente para pagar menos impuestos.  Además es significativa la noticia inédita de la existencia de un sepulcro de los Da Vinci, no sólo en Florencia sino también en Vinci, en la iglesia de la Santa Croce.

Fuente: clarin.com

CONSEJOS DEL ARTISTA MÁS CARO DEL MUNDO:
HAY QUE CRUZAR LOS LÍMITES


Entrevista a Jeff Koons Desde hoy se verá en Malba una escultura del artista, que vendió una obra por 58,4 millones de dólares.
   Transmisión. Koons ayer, en Malba. Quiere que al ver su obra los espectadores se transformen. /Lucía Merle.
Mercedes Pérez Bergliaffa

Aparenta menos edad que la que tiene, sus maneras son suaves y habla en voz baja, es controlado, cuidadoso y hoy está metido en un sobrio traje gris combinado con corbata gris oscura y camisa celeste. El famoso y polémico artista Jeff Koons (Pensilvania, 1955), conocido por sus llamativas esculturas, por ser el ex-marido de la Cicciolina y también por ser, actualmente, el artista más caro del mundo -su obra Balloon Dog (Orange) se vendió en 2013 por 58,4 millones de dólares-, ayer estuvos encillamente sentado en una silla del Malba, el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, donde a las 13 se inaugurará una obra suya, tras una charla con Agustín Pérez Rubio, el director de Malba, que se podrá seguir por YouTube desde las 11.45.
Koons está por primera vez en la Argentina debido a que el dueño del Malba, el empresario Eduardo Costantini –a quien conoció porque el coleccionista fue directamente a su estudio de Nueva York a ver sus obras-, le compró dos importantes esculturas, Pluto y Proserpina y, justamente, Bailarina, que pronto serán ubicadas en uno de los emprendimientos inmobiliarios que Costantini tiene en Miami. Pero antes de eso Bailarina -esa diosa de acero inoxidable pintada a láser en un estudio especial para artistas de Alemania- se podrá ver a partir de hoy en la explanada del museo: es la primera vez que se muestra una obra de Koons en la Argentina, y una de las pocas en que se expone un trabajo suyo en un espacio público en Sudamérica.
Muy tranquilo, para nada cansado –y eso que llegó al país ayer por la mañana y parte hoy mismo-, Koons se reunió a dialogar con Clarín. Durante toda la entrevista dio la impresión de una cosa: que a pesar de sus modales correctos y contenidos, por debajo suyo corría, escondida, una personalidad grande, explosiva y contundente. Cuando hablaba, de vez en cuando algo de esto asomaba: a través de los gestos con sus manos, o porque levantaba la voz o se detenía más en ciertos temas.
-¿En qué otros países de América del Sur estuvo con anterioridad?
-Estuve en Chile, voy allí a hacer snowboard. También estuve en la Bienal de San Pablo y en Venezuela. Pero creo que próximamente iré a la Patagonia: me dijeron que hay buenos lugares para practicar snowboard ahí.


Espejo del mundo. Bailarina, la obra de Jeff Koons que estará en la explanada del Malba hasta septiembre. /Malba
Espejo del mundo. Bailarina, la obra de Jeff Koons que estará
en la explanada del Malba hasta septiembre. / Malba
-Conoció a Constantini porque él se acercó a su estudio a comprarle obras, por medio de su galería (Gagossian).
-Sí, me impresionó mucho su actitud acerca del arte y ahora que estoy en Buenos Aires veo su colección y también me impresiona: creo que coincidimos en algo, en intentar mostrar respeto por las personas, intentar crear una situación positiva gracias a la que las personas puedan vivir mejor. Trato de hacer esto con mis obras: que cuando una persona las contempla, pueda sentir a través de eso su potencial.
A fines de los 80 y principios de los 90, mientras estuvo casado con la Cicciolina –con quien tiene un hijo- Koons realizó toda una serie de posters y otra de esculturas en vidrio, en las que está junto a su famosa esposa y actriz porno en diferentes poses sexuales. Por otro lado, hay una fuerte dosis de sensualidad en los materiales que elige para crear sus obras.
-Usted antes de ser artista trabajaba en la bolsa de Wall Street. ¿Quedó algo de ese Koons en quien es usted ahora? ¿Nota alguna coincidencia entre su pasado financiero y su “ser-artista”contemporáneo?

Sabés, mi padre tenía un negocio de muebles y se dedicaba a la decoración de interiores; así aprendí yo estética. Mi abuelo era un político de Pensilvania; por lo que siempre sentí un interés y una responsabilidad ante lo público. Para mí, mientras estudié arte en la universidad y también luego, en las finanzas, siempre se trató de lo mismo: de interactuar con las personas y de ponerme en una posición tal que me permitiera luego hacer las cosas que me gustaran. No tenía opciones: tenía que encontrar una forma de hacer dinero suficiente como para lograr hacer luego mis obras.
La obra que se verá en Buenos Aires está realizada en acero inoxidable –uno de los materiales favoritos de Jeff Koons. Es una delicada bailarina de escala grande (2,10 metros de altura). Su principal propiedad es que todo lo que la rodea aparece reflejado en ella y deformado debido a las formas de la bailarina: la escultura es en realidad, un especial espejo del mundo.
El artista comentó a Clarín su obra: “La imagen de Bailarina proviene de una de esas pequeñas piezas domésticas de porcelana, un objeto que uno puede encontrar en una casa común. Sólo que decidí incrementar su escala porque pensé que entonces esa simplicidad que tienen esta piezas también se acrecentaría cuando se las llevara a un tamaño mayor”.
Para realizarla, Koons observó detalles: “Me fijé en algunos detalles que llevé a escala grande como las burbujas que pueden existir en la superficie del objeto a escala pequeña”.  Estos son “defectos” que el artista quiere preservar y aumentar en su escultura.
-Si pudiera darle un consejo o hacerle un comentario a algún artista joven de Sudamérica, ¿qué le diría?
-Que la única cosa que puede hacer es seguir sus intereses. No importa si esto se relaciona con el campo del arte o con cualquier otra cosa. Hagas lo que hagas, tenés que cruzar el límite si lo sentís así. Esto nunca falla.
Koons dijo alo más: “Creo que esto de que los artistas producen las mejores obras cuando son jóvenes es un mito. Si miramos la historia del arte podemos comprobar más bien lo contrario: que los grandes artistas se hacían mejores a medida que envejecían. Es sólo que hoy en día ocurre una cosa: hay una mayor cantidad de artistas jóvenes haciendo arte.


Comentando Jeff Koons y Eduardo Costantini, frente al Abaporu. /Malba
Comentando Jeff Koons y Eduardo Costantini, frente al Abaporu. /Malba

Con buen ojo para lo sexual
-Sé que le impresionaron varios trabajos pero especialmente uno, la pintura “Abaporu” de Tarsila do Amaral. ¿Podríamos verla in-situ para que me explique qué le llamó tanto la atención?
Caminamos hacia ella. Ya una vez allí, explica Koons: “Me encanta esta pintura. Me da una sensación nueva, de simplicidad -por el color azul del cielo, la presencia del sol, de un solo cuerpo, de mujer-, pero también por la aparición fuerte de lo sexual: si la mirás bien, hay mucho de sexual en la escala pequeña de la cabeza. Los pies y las manos inmensas tienen un gran nivel de sexualidad. El sol también tiene una forma femenina.”
-¿Qué hay respecto del llamativo cactus del costado?
-El cactus es fálico; pero si lo mirás al revés el cactus es femenino. Esta obra tiene una conexión con la naturaleza, con la sexualidad… muestra cómo funciona la reproducción, el amor humanos… Acá, la naturaleza tiene el control.
Todo lo que percibió Koons en la pintura es cierto: la obra fue un regalo de Tarsila a su marido, Oswald de Andrade. Aunque Koons comenta, al alejarse de “Abaporu”: “Igual, toda interpretación está filtrada por cada persona, ¿no?” Y agregó en tono de broma: “¡Y ahora hago crítica de arte!”.


Fuente: lanacion.com
          

ROBARON DOS PIEZAS DEL MUSEO LARRETA

Un plato de cerámica de talavera de la Reina y una estatuilla tallada de La Piedad desaparecieron del espléndido Salón Rojo del Museo de Arte Español.

El personal de conservación del Museo de Arte Español Enrique Larreta encontró una pieza fuera de lugar en el salón comedor. Pronto, la inquietud abrió paso a la zozobra: faltaban dos piezas de una vitrina. La ausencia delataba el robo de un plato de cerámica de Talavera de la Reina y una estatuilla tallada de La Piedad. Los empleados a cargo del Museo, mientras el director Nicolás Helft se encontraba de vacaciones en Miami, decidieron presentar la denuncia en la comisaría del barrio de Belgrano. Nadie supo informar si se avisó a Interpol que publique las obras robadas.
La noticia corrió veloz por los despachos de los museos del país que atesoran el patrimonio histórico de la Argentina. Según opinan los expertos, Helft, nombrado el 14 de octubre de 2014 en forma transitoria hasta que se concurse el cargo, realizó cambios en el Museo Larreta que afectan el cuidado y la preservación de los bienes históricos.
Desde hace alrededor de seis meses los habitués del museo se sorprenden al ingresar al salón azul y no encontrar el inmenso retrato de Larreta pintado por Zuloaga. En ese espacio hay ahora una tienda de venta de libros y el retrato pasó a ocupar un lugar distante.
Entretanto, para exhibir y vender los libros de la mencionada tienda, retiraron dos bibliotecas que integran el patrimonio y pertenecían al salón rojo. Y el robo fue justamente allí, en el espléndido salón rojo, donde unos cortinados provisorios suplantan los muebles de la colección.
El Museo posee un rico patrimonio de esculturas en madera tallada y policromada y pinturas de los períodos renacentista y barroco, muebles, armas y objetos decorativos. No obstante, en la primera reunión con los empleados del Larreta -según relatan ellos mismos con reserva de identidad, por supuesto-, Helft dijo que la clase media y alta de Belgrano no necesita ver arte español porque suele ir al Prado. Con este criterio diseñó una transformación del Larreta, tiró abajo una pared centenaria y lo convirtió en un museo activo, con talleres, teatro, óperas, conciertos, conferencias y todo tipo de espectáculos, en desmedro del cuidado patrimonial. El propio Helft lo anunció: “Queremos acercar nuevos públicos al museo y pensarlo como un centro cultural para hacer sinergia entre todas las propuestas, que incluyen servicio de gastronomía, Wi-Fi gratuito y una tienda con libros y objetos de diseño”.

La paradoja es que el mismo día del robo, se publicaba el plan político de Guillermo Alonso, ex director del Museo De Bellas Artes y recién nombrado director de Museos, Patrimonio y Casco Histórico porteño. En abierta disidencia con la gestión Helft, Alonso anunció: “Los procesos de investigación del acervo es lo que a la larga prevalece”. Así aclaró que desde su cargo se ocupará de atender el modo de preservar, atesorar y exhibir las “joyas” de los 11 museos de Buenos Aires.
La historia del Museo Larreta comenzó cuando el escritor español, nombrado ministro plenipotenciario en 1910 por el presidente Roque Saenz Peña, regresó a la Argentina en 1916 y se instaló en la casona que desde 1892 pertenecía a su suegra, Mercedes Castellanos de Anchorena. Decidido a remodelar la casa con un estilo neocolonial y un marcado perfil hispano convocó al arquitecto Martín Noel, autor del Museo Fernández Blanco. Noel construyó también el casco de la estancia “El Acelain”, de Tandil con su “estilo virreinal”.
La historia del pasado se entrelaza con la del presente. Horacio Rodríguez Larreta y su mujer, Barbara Diez de Tejada, están emparentados con los dos museos de arte español más importantes del país. Barbara Diez es descendientes de Firma Mayor de Estévez que donó el Museo de Arte Decorativo de Rosario, donde se destacan importantes piezas de arte español. Rodríguez Larreta es descendiente del escritor en cuestión.
Fuente: diariodecultura.com.ar

EXPERTOS AFIRMAN QUE EL CARAVAGGIO ENCONTRADO
EN UN GRANERO ES AUTÉNTICO

La atribución de "Judith y Holofernes" al pintor italiano cosechó el aval de dos reconocidos estudiosos de la obra del artista, aunque otros lo adjudican a un discípulo; cotizan la obra en 135 millones de dólares



El cuadro del pintor italiano Caravaggio (1571-1610) recientemente descubierto en el granero de una casa del suroeste de Francia es un obra "auténtica", afirmaron hoy varios expertos en su obra, a pesar de las dudas de otros especialistas. "Esta iluminación especial, esta energía típica de Caravaggio, sin correcciones, con mano segura, y las materias pictóricas, hacen que este cuadro sea auténtico", declaró en París el experto Eric Turquin, aunque dijo que "habrá más controversias que peritajes" sobre el cuadro. Turquin cuenta sin embargo con un apoyo importante, el de Nicola Spinoza, exdirector del museo de Nápoles y uno de los grandes especialistas mundiales de Caravaggio.
"Hay que ver en esa tela un verdadero original del maestro lombardo, identificable casi con certeza, aunque no tengamos ninguna prueba tangible e irrefutable", señala Spinoza en su informe. El óleo sobre tela de gran formato, en buen estado de conservación, fue realizado entre 1600 y 1610 y representa a Judith y a Holofernes. El cuadro fue descubierto por los propietarios de una casa en la región de Toulouse, en abril de 2014, cuando abrieron el altillo para arreglar un escape de agua.
En el mercado internacional del arte, el cuadro tiene un valor estimado en 120 millones de euros o 135 millones de dólares, según Turquin. El experto explicó que el Museo del Louvre estudió la obra durante tres semanas pero el ministerio de Cultura francés decidió rechazar el certificado de exportación a la espera de su peritaje oficial. Según el ministerio, la tela tiene que permanecer en Francia porque es "una etapa muy importante en el caravaggismo" aunque todavía debe determinarse su autor.
Eric Turquin reconoce sin embargo que otros expertos "serios" atribuyen el cuadro a Louis Finson, un pintor flamenco (1580-1617), discípulo del caravaggismo. Según la publicación francesa Le Quotidien de l'Art, Mina Gregori, una especialista de Caravaggio, cree que no se trata de un original "aunque reconoce la calidad indiscutible de la obra". "Es una obra importante, sea de Caravaggio o de otro pintor", insisten fuentes cercanas al caso.
"Caravaggio es un artista problemático para las atribuciones. No tiene firma. Hay muchas copias. La historia del arte no es una ciencia exacta. La atribución de un cuadro a un pintor se hace con un conjunto de indicios. Esto puede durar años y puede que nunca se encuentre la respuesta", según las mismas fuentes.

Fuente: lanacion.com

LA CUNA DE EL BOSCO
VISITA A DEN BOSCH, 500 AÑOS DESPUÉS


La ciudad en la que nació Hieronymus Bosch, El Bosco, es el foco de las celebraciones por el quinto centenario de la muerte del maestro holandés

El tríptico de El carro de heno Evert Elzinga
El tríptico de El carro de heno.Foto:Evert Elzinga

AMSTERDAM.- En la segunda mitad del siglo XV, un joven y talentoso pintor criado en una familia de pintores empezó a firmar usando como apellido el nombre de la ciudad en la que había nacido y donde se había criado. Paradojas de la historia, con el pintor consagrado unánimemente como uno de los grandes maestros de todos los tiempos, hoy esa ciudad a lo primero que remite es al nombre del artista.
La ciudad de 's-Hertogenbosch, popularmente conocida como Den Bosch, se ha convertido en un hito turístico cultural por ser la ciudad natal de Jeroen van Aeken, más conocido como Hieronymus Bosch, El Bosco.
Ubicada en el corazón de la Holanda católica, Den Bosch se distingue por la imponente catedral gótica de San Juan Evangelista, por sus coloridos e intensos carnavales en febrero y por la presencia ubicua de El Bosco encarnado en todas las formas imaginables.
Hay un centro de arte que lleva su nombre, que cuenta con prolijas reproducciones y un montaje muy didáctico; se realizan congresos, encuentros y actividades a la sombra de su célebre figura; en las callejuelas empedradas uno puede toparse con reproducciones a escala de alguna de las criaturas imaginarias que pueblan sus cuadros; recorriendo la plaza central uno pueda dar con el taller y con una estatua en su honor, y también hay bares y restaurantes y hasta platos que llevan su nombre, o negocios de objetos y ropa y hasta servilletas de papel que apelan o le sacan el jugo a la figura del pintor.
Lo único que no hay, pequeño detalle, son obras originales. Ni un dibujo ni un boceto. Nada. Por más que se esmeren las autoridades municipales y las del centro de arte, hay una realidad que no puede cambiar: la falta de obras (algo similar ocurre en la ciudad de Delft con las pinturas de Vermeer).
Hasta ahora. Porque con motivo de los cinco siglos de la muerte de El Bosco, por primera vez preciadas obras maestras como "El jardín de las delicias", "El carro de Heno" y los cuatro postigos de "La visión del más allá", entre otras, retornan temporalmente al sitio donde fueron concebidas. La exhibición "Visiones de un genio" es el resultado de un ambicioso proyecto de investigación y restauración.

Después de años de trabajo y análisis, un consejo de especialistas determinó que la obra certificada de El Bosco consiste en veinticuatro pinturas y veinte dibujos. Diecisiete de esas pinturas y diecinueve de esos dibujos, que forman parte de las colecciones permanentes del Prado, del Louvre y de la Accademia y del Palazzo Grimani en Venecia, de museos de Rotterdam, Berlín, Viena y Nueva York, entre otros, pueden verse en Den Bosch hasta el 8 de mayo. "Bienvenidos a casa", puede leerse en numerosos carteles en neerlandés a lo largo del pueblo anunciando la exposición. Luego la muestra irá rotando por los mencionados museos, en la que está llamada a ser una de las exposiciones de pintura clásica más importantes del año.

El pintor y su ambiente

La ciudad se convirtió en atracción para los turistas Evert Elzinga
La ciudad se convirtió en atracción para los turistas.Foto:Evert Elzinga

El aniversario incluye una nutrida programación de actividades ad hoc (otras muestras de pintores afines o influidos por él, obras de teatro, conciertos, etcétera) que se sucederán a lo largo del año, tanto en Den Bosch como en otras ciudades de Holanda, pero el plato fuerte sin duda es "Visiones de un genio". No sólo porque reagrupa las obras, y en el lugar donde fueron creadas, medio milenio atrás; no sólo porque ofrece versiones restauradas de muchas de ellas, sino también porque reúne por primera vez partes de trípticos o paneles que estuvieron separados durante siglos.
En ese sentido, apenas ingresado a la muestra, el espectador se topa con uno de los puntos más altos. "La nave de los locos" y la "Alegoría de la gula y la lujuria", dos tablas de madera separadas por la historia, una en exposición en el Louvre de París y otra en Yale, Estados Unidos, pueden ser vistas tal como fueron concebidas, como piezas de un mismo rompecabezas. Unos metros más adelante se encuentran otras dos tablas que también formaban parte de la misma obra original, "La muerte y el avaro" y "El peregrino". Un rompecabezas incompleto pero potentísimo que plantea de entrada los principales rasgos de la obra de El Bosco: el influjo de la tentación y de los pecados en el temperamento humano, escenas grupales entre bíblicas y carnavalescas, siempre algo desesperanzadas o hasta apocalípticas, pero difuminadas con cierta luz de benevolencia, de piedad por sus criaturas, incluso por las diabólicas o infernales.
El Bosco perteneció a una época de transición entre el Medioevo y el Renacimiento, años de fuertes tensiones religiosas que desembocarían en la reforma protestante y las guerras religiosas, años en que Europa comenzaba a descubrir la existencia de otras civilizaciones. Si bien la muestra pone en evidencia que el pintor se nutría de la iconografía y de ilustraciones de la Edad Media tardía, visto hoy, sobre todo por ciertos detalles, algunas pequeñas criaturas o la arquitectura cósmica de ciertas construcciones, El Bosco parece haber venido de otro planeta para retratar a la humanidad. Sus cuadros poblados de personajes sufrientes, tironeados entre la salvación y el pecado, entre la animalidad y la beatitud, conforman cada uno un microcosmos alucinado: escenas repletas de personajes comunes, figuras diabólicas, santos, ángeles, animales reales o imaginarios se revelan simultáneamente atávicas y visionarias, eminentemente medievales, pero ya modernas en su concepción.
Los organizadores contaban con que "Visiones de un genio" iba a ser uno de los eventos del año, pero nunca imaginaron el caudal descomunal de la convocatoria. Casi cuatrocientas mil entradas anticipadas vendidas agotaron las localidades; gente de toda Holanda y Europa se hace una escapada hasta Den Bosch por el día o el fin de semana. El horario de apertura del museo de Noords Brabants fue extendido dos veces consecutivas y al día de hoy cierra a las 11 de la noche.
Si bien la concurrencia es nutrida en todo momento, la escrupulosa organización holandesa, dividiendo la cantidad de visitantes en franjas horarias, permite que nunca sea insufrible moverse por las salas y que se pueda permanecer frente a cada obra el tiempo deseado.
Hasta el 8 de mayo, cuando la muestra siga el itinerario previsto, la ciudad natal de El Bosco será la meca para cientos de miles de feligreses de un pintor holandés. Una vez que los cuadros vuelvan a manos de sus propietarios, y el encantamiento se haya desvanecido, Den Bosch volverá a ser apenas una atracción turística, una parada más en el recorrido de ese parque temático histórico cultural llamado Europa.


Fuente: lanacion.com

BALDOMERO Y LOS SETENTA BALCONES


Leyenda: el edificio de Rivadavia y Puán, supuesta inspiración del poema de Fernández Moreno. (Emiliana Miguelez)
Leyenda: el edificio de Rivadavia y Puán, supuesta inspiración del poema de Fernández Moreno. (Emiliana Miguelez)


Eduardo Parise
Tiene publicados más de veinte libros de poesía. Además, otros trabajos en prosa. Pero cada vez que se habla de él, todos recuerdan sólo un poema. Es aquel que comienza afirmando Setenta balcones hay en esta casa, / setenta balcones y ninguna flor. / ¿A sus habitantes, Señor, qué les pasa? ¿Odian el perfume, odian el color? Considerado un símbolo del sencillismo, ese soneto pertenece a Baldomero Eugenio Otto Fernández Moreno, un hombre que nació el 15 de noviembre de 1886, en San Telmo, y que dedicó buena parte de sus 63 años en este mundo a reflejar con palabras lo cotidiano de la vida de la gente, pero con la especial visión de un poeta que sabe mirar más allá de lo que vemos todos.
Baldomero Fernández Moreno no sólo fue poeta. Recibido en 1912, fue un médico rural que trabajó entre otros lugares en Chascomús, Catriló (
La Pampa) y en Huanguelén (partido de Coronel Suárez) cuando en esos sitios había más campo que ciudades. Y también ejerció en Buenos Aires, su lugar en el mundo. Justamente por ser ese su lugar, lo describió, casi como nadie, mostrando al ser humano inmerso dentro de la multitud. Es decir: dándole a la Ciudad una visión poética. Por eso tiene tanta fuerza aquello de los Setenta balcones.
Sin embargo, a pesar de su sencillismo, ese soneto siempre generó una duda: ¿cuál fue el edificio que inspiró al poeta para esa reflexión sobre una forma de vida sin perfumes ni color? La principal hipótesis de las leyendas urbanas lo ubica en la esquina noroeste de las avenidas Corrientes y Pueyrredón, una magnífica construcción academicista, pensada por los arquitectos Gastón Louis Mallet (francés) y Jacques Dunant (suizo). El edificio es de 1908 y su fachada, imponente, fue restaurada en 2011. En la planta baja estaba el café Paulista y dicen que Fernández Moreno era uno de sus habitués. Pero todo eso forma parte de la leyenda.
Otro de los edificios que se menciona como inspirador es el Femenil. Está en la avenida Rivadavia, sobre la vereda Sur del 5800, entre Puán y el pasaje Chirimay, en Caballito. Fue proyectado por el arquitecto Eustaquio Ballester. Lo construyó
la Compañía General de Obras Públicas (GEOPE). También es de estilo académico francés, ocupa media manzana y, además de su planta baja, tiene ocho pisos. Se lo conoce como Edificio Femenil porque allí estaba una revista que tenía ese nombre. Empezaron a construirlo en 1927 y lo terminaron un año después. Y allí está la clave para el poema de Baldomero: el soneto de los setenta balcones fue escrito y publicado en 1917 en el libro Ciudad. Entonces, ¿cómo iba a inspirarse en un edificio que no existía cuando él lo escribió?
También, alguna vez se dijo que el edificio inspirador fue el colegio que estaba en San Juan y Bolívar, en San Telmo, donde Fernández Moreno fue profesor. Es un edificio antiguo y muy grande. El dato parece el menos convincente de todos. Mucho más si uno se atiene a lo que dijo el propio autor en 1949, cuando en la sede de
la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) recibió el Gran Premio de Honor. Ese día, en su agradecimiento, el poeta habló de lo efímero de las cosas y las obras. Aludía así a que, de todos sus escritos, sólo se recordaba el soneto de los setenta balcones, cuando su trabajo era mucho más que ese poema. Y entonces, como para refrendar la poca duración de las cosas, habló del edificio inspirador, confirmando que “todo se pierde, se escabulle, se evapora”. Dijo que el edificio de los setenta balcones “ni uno más, ni uno menos” eran de una casa nueva que estaba en el Paseo de Julio (actual avenida Del Libertador) a la altura de donde se ubicaba el primitivo Parque Japonés (cerca de la avenida Callao). También afirmó que la cantidad de balcones fueron “contados en una noche esfumosa, junto con el poeta español Pedro Herreros, desde un banco de piedra”.Baldomero Fernández Moreno murió el 7 de junio de 1950. Había tenido cinco hijos (César, Dalmira, Ariel, Manrique y Clara). El gran amor de su vida fue Dalmira del Carmen López de Osornio, oriunda de Chascomús y conocida como Negrita, con quien se casó en 1919. Quizá fue a ella a quien dedicó el Soneto de tus vísceras, una obra que en sus primeros ocho versos dice: Harto ya de alabar tu piel dorada / tus externas y muchas perfecciones / canto al jardín azul de tus pulmones / y a tu tráquea elegante y anillada. / Canto a tu masa intestinal rosada / al bazo, al páncreas, a los epiplones /al doble filtro gris de tus riñones / y a tu matriz profunda y renovada.  En su momento ese texto generó una gran polémica. Pero esa es otra historia.

Fuente: clarin.com


ALBERTO GINASTERA, RECORDADO POR LA SINFÓNICA DE BASILEA


La Sinfónica de Basilea, con Russell Davies
      La Sinfónica de Basilea, con Russell Davies.Foto:Archivo/osb


Cecilia Scalisi


BASILEA.- Bajo el título Viva Ginastera fue celebrado el centenario del natalicio del compositor en Suiza, país en el que no sólo vivió la última década de su vida (Ginebra), sino también donde descansan sus restos y se conserva su legado en manuscritos, libros y documentos en compañía del mayor tesoro en colecciones de los siglos XX y XXI (entre ellas, la herencia completa de Igor Stravinsky, por ejemplo, y del tan admirado húngaro Bela Bartók), un tesoro incalculable que
la Fundación Paul Sacher alberga en una fabulosa construcción de subsuelos dotada de la más moderna tecnología en resguardo y conservación debajo del representativo Münster, la orgullosa catedral medieval que es símbolo de Basilea. Allí, esa rica ciudad del norte suizo, ubicada en la frontera con Francia y Alemania, rindió homenaje al músico argentino que un día como hoy, hace cien años, nacía en el porteño barrio de Barracas.

El programa de la celebración en dos fechas, a cargo de la orquesta sinfónica local con la dirección del estadounidense Dennis Russell Davies, incluyó la ejecución de dos de sus más difundidas obras, ambas compuestas en Buenos Aires con sus manuscritos protegidos en el "save" bajo tierra a pocos pasos de la sala de conciertos basiliense: las Danzas de Estancia (de 1941) y el Concierto para arpa y orquesta op. 25 (de 1956), interpretado por el francés Xavier de Maistre. Hubo además otro ciclo dedicado a la música de cámara bajo el lema Conciertos para descubrir: Ginastera 100, que contó con las participaciones del violinista Andrés Gabetta (cordobés radicado en Suiza, hermano de la famosa chelista Sol Gabetta), destacado como primarius del cuarteto de cuerdas formado ad hoc, y, en otra sección, del joven guitarrista rionegrino Agustín Nazetta. Se completó el festival suizo en memoria del compositor con una mesa redonda integrada por Felix Meyer (director de 
la Fundación Sacher), el mencionado Xavier de Maistre y esta cronista, con la moderación de Hans-Georg Hofmann, director artístico de la Sinfónica de Basilea, autor de la iniciativa.
Considerado un intérprete sobresaliente del concierto para arpa, merced no sólo a la intensidad, la precisión y el swing de su toque sino también a sus setenta presentaciones a lo largo del mundo (en toda Europa, Asia y América), con más de cuarenta orquestas, entre ellas
la Sinfónica de Chicago con Riccardo Muti, la Nacional de Francia, la Filarmónica de Viena (en la primera vez absoluta que el prestigioso organismo austríaco programó música del argentino), y con la London Philharmonic en la próxima temporada, Xavier de Maistre se refirió a la composición. Sobre ella dijo que es "una pieza novedosa y revolucionaria para su época, por el tratamiento percusivo de su escritura, lejos de los típicos efectos románticos y etéreos del arpa, por la fuerza y la energía inusual de su texto, por los elementos folklóricos que invitan a la danza y que hacen de su técnica avantgardiste una música accesible. Consideró que la demanda de la obra está en su fortaleza: la potencia del ritmo. "Es un concierto exigente en la exactitud que permite crear una mezcla sonora interesante, ese atractivo en las variaciones de color en el toque entre arpa y percusión; en el seductor ritmo argentino (el cambio de metro 3-2 típico del folklore), un lenguaje muy físico que a mí me motiva y que al público le permite descubrir lo mejor de la música de Alberto Ginastera."



Fuente: lanacon.com