Américo Castilla. El secretario de Patrimonio Nacional habla de la
función de esos espacios
Responsable de 26
museos nacionales, quiere que estos sean modernos y abiertos a nuevas
expresiones.
Américo Castilla, artista plástico y funcionario, propone una relación más dinámica con nuevos públicos.
Patricia Kolesnicov
"Lo que venía pasando es que el Museo Histórico Nacional
tenía que demostrar que Belgrano, Rosas y San Martín lo que querían era que
Néstor asumiera el poder", dice Américo Castilla, que hoy es el
responsable último de los museos nacionales. Sentado en un bar de San Telmo,
chicanea... "Y no fue tan así."Castilla -formalmente, secretario de Patrimonio Nacional- tiene
puesta su energía en hacer museos modernos, con una nueva manera de acercarse a
los visitantes, a quienes prefiere llamar "invitados", porque un
invitado, dice, es alguien a quien nos interesa conocer. En estas cosas ha
pensado y hecho pensar el año pasado cuando con su Fundación Typa organizó el
encuentro "El museo reimaginado".El secretario no es un hombre que haya llegado a la gestión
pública con el gobierno de Macri. Ayer nomás estuvo detrás del concurso que, en
septiembre, eligió al nuevo director del Museo Nacional de Bellas Artes. Y
antes de eso ocupó el mismo cargo que ahora entre 2003 y 2005, justamente en el
gobierno de Néstor Kirchner. Parte de ese tiempo también estuvo al frente del
Bellas Artes.
¿La gente va al museo
porque el museo tiene algo para darle?
-Es que no viene tanto porque no está claro qué tenés para
darle. ¿Tenés para darle un discurso que lo minimiza? ¿Un discurso erudito que
lo excluye? ¿O estás abierto?
-¿Tenés para mostrarle
algo que no conoce? ¿O qué fue la muestra de la japonesa Yayoi Kusama, con
colas de gente?
-Eso demuestra la necesidad de intercambio social. Y los museos
todavía no repararon en que tiene que ser cotidiana la invitación a compartir.
-¿Eso como se hace?
-Es buen ejemplo lo de Kusama. Eso fue inesperado. Trabajaron
mucho las redes sociales. El mismo año se hizo en Proa una muestra de Ron
Mueck, donde estaba prohibido sacar fotos. Al no viralizarse perdió miles de
visitantes.
-¿Qué es lo primero que
va a hacer?
-Por un lado, concientizar sobre la necesidad del cambio: que los
museos se abran de otra manera al público. Y hacer concursos para que entre no
sólo un nuevo director sino un nuevo halo de esperanza, de frescura, de cambio.
-¿Concursos para los
equipos de los museos?
-La carrera de la administración pública está colapsada. Es muy
difícil hacer entrar gente a las plantas, que están envejecidas. Pero la planta
no llega al 10 por ciento de los empleados en Cultura. El resto son contratos
precarios.
-¿Hacen falta museos
nuevos?
-Hay museos de más en Buenos Aires. ¿Cómo puede ser que
se haya hecho el Museo Malvinas acá y no en Tierra del Fuego?
-Usted sabe la
respuesta.
-Y, la notoriedad... El anterior gobierno se dio cuenta de que
los museos son un medio de comunicación. Pero si se los ve solo en función
de una política de coyuntura, se cometen errores.
-¿El Museo Malvinas
puede ir a otro lado?
-No, es buena arquitectura y tiene gran inversión
tecnológica. No es lógico volver a hacer eso en otro lado.
-¿No estás pensando en abrir algún museo?
-Vamos a apoyar cualquier gestión que tenga esa iniciativa. Que
sea el Estado el que lo instale en una provincia, sin que se lo hayan
solicitado, no lo veo probable.
-¿Hay algunos que
sobran?
-Aquellos que no estén vinculados con la comunidad o estén
expresando valores que no son los que demanda la sociedad. Es muy caro mantener
un museo. No pienso en cerrarlos pero sí en transformarlos.
-¿Cuál será el relato
del macrismo en los museos?
-Yo no interpreto al macrismo.
-Usted es un funcionario
del gobierno de Macri.
-Soy un empleado estatal. Construyo un diálogo entre las
instituciones y la gente.
-¿Pero hay museo sin
relato?
No, todos son parte de esta narración. El Estado trata de
que todas las versiones estén a la vista.
-¿El Estado es neutral?
-Neutral no, facilita los puntos de vista, las capas de sentido,
aun las que te hacen entrar en contradicción. Esa es la tendencia de los mejores
museos del mundo.
-¿Por qué seguimos
teniendo museos si ahora estamos todo el tiempo en Internet?
-El equívoco es pensar que el museo solamente informa. En
Internet hay mucha más información que en los museos, pero en los museos hay
evidencias materiales extraordinarias, que son táctiles, y tienen toda su
historia como íconos. Eso aún juega en nuestra apreciación.
-¿Se imagina los museos
nacionales cumpliendo función de centro cultural?
-Sí, tienen que estar totalmente abiertos a esas expresiones y a
las nuevas generaciones.
-¿Tienen que ser
gratuitos los museos?
-Tienen muchas dificultades para autoadministrarse. No me parece
mal que se cobre. Ahora se hace a través de Asociaciones de Amigos, lo que crea
conflictos de poder. En 2006, cuando estuve en el Museo de Bellas Artes hice
una encuesta, a ver si la gente estaba dispuesta a pagar 5 pesos... hoy serían
50. Y casi el cien por ciento dijo que sí.
-En un museo la gente
mira los objetos durante 25 minutos y sociabiliza durante otros 40. Va a la
tienda a comprar cosas, va a la cafetería, disfruta del aire acondicionado...
El problema es la recepción: que haya guardias aleja.
-El guardia tiene un valor simbólico. Te dice: "ojo, acá
hay valor, algo que merece custodia. No viniste a cualquier lado". El
otro día un director de un museo de Rosario se quejaba de que cuando juega
Rosario Central se llena de gente para ir a los baños. "Agrandá los baños,
tenés la gran oportunidad", le dije.
Sobre los despidos:
reincorporaciones y mantenimiento
Consultado sobre los despidos en su área, Castilla
respondió: "Felizmente los museos están operando regularmente. Hubo
reincorporaciones y se pudo mantener en sus cargos a los profesionales que son
necesarios para que funcionen. Ha sido tal el desmadre que dejó la
administración anterior en términos de nombrar gente de manera desmedida,
inmerecida. Y además los dejó en un plano de fragilidad atroz. Scioli o
Stolbizer hubieran hecho lo mismo, el tema era una bomba para el que
viniera."
Fuente: clarin.com